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Vinos

Braicy Jahir Villarreal

El control de calidad comienza en el viñedo y acaba cuando el vino embotellado


llega al consumidor. Su objetivo es conseguir el uso más eficiente de los recursos de
que disponen (uvas, instalaciones y personal) para conseguir productos de un nivel
adecuado. El control de calidad reside en la base de la vinificación y está implicado
en todas las operaciones, no sólo en algunas de ellas. Para el establecimiento de
estándares de producción y embalaje, los procedimientos técnicos se reservan para
la producción, con el control de calidad se asegura que se están llevando a cabo
conforme con estos estándares. De manera ideal, el control de calidad debe ser una
filosofía de todo el personal, más que de un departamento o de una persona con
una bata blanca. Todo miembro de la bodega debe ser un agente de. control de
calidad dentro del marco de sus obligaciones particulares. El laboratorio es una
parte esencial del control de calidad, dado que da un valor o un número a algo. Los
análisis químicos de vino, por ejemplo, es hoy en día una de las herramientas
más poderosas de la producción moderna de vino, y cada aspecto de la vinificación
moderna debe monitorizarse mediante comprobaciones químicas y físicas
apropiadas. El tamaño y complejidad de un laboratorio de la bodega depende del
tipo y número de análisis que se lleven a cabo. Cuando se deben hacer muchos
análisis iguales, puede estar justificado el uso de equipos de análisis
automático o rutinario. El consumidor espera que el vino (excepto el tinto
envejecido) sea brillante y estable con una vida útil razonable en un rango de
condiciones de almacenamiento.

Además los vinos pueden viajar distancias largas entre el punto de embotellado y el
consumidor, y estar sujetos a un rango de temperaturas, se requieren métodos
fiables de control de calidad para comprobar la estabilidad de los vinos, antes de ser
embotellados. Se necesitan también comprobaciones similares para los vinos a
granel o embotellados que se destinen a la exportación, en particular a países
de clima frío.

La estabilidad del vino es un término relativo y pocos vinos permanecerán estables


de forma indefinida en toda las circunstancias. Por razones prácticas, un vino
estable no mostrará cambios físicos u organoléptico no deseables en condiciones
normales en botella o en transporte a granel y almacenamiento durante un tiempo
razonable. Y sin lugar a duda, es importante que los ensayos de estabilidad se
lleven a cabo en la mezcla final, no de los componentes individuales de la mezcla
puesto que, aunque todos estos componentes puedan ser estables, la mezcla de
ellos puede que no lo sea. Esto se refiere en particular al depósito de bitartrato
potásico

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