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Eliminación de fármacos por la bilis

Algunos fármacos pasan por el hígado inalterados y son excretados con la bilis. Otros son
convertidos en metabolitos en el hígado antes de que sean excretados con la bilis. En ambas
situaciones la bilis entra en el tracto gastrointestinal. Apartir de ahí los fármacos son eliminados
con las heces o bien son reabsorbidos en el torrente sanguíneo y, por lo tanto, reciclados.

Si el hígado no funciona con normalidad, y si el fármaco se elimina principalmente por


metabolismo hepático, deberá ajustarse la dosis del fármaco. Sin embargo, no existen
procedimientos simples, similares a los que se utilizan para valorar la función renal, que permitan
establecer la capacidad del hígado para metabolizar (y en consecuencia eliminar) los fármacos.

Excreción renal de fármacos

Existen tres mecanismos de excreción renal de fármacos, que pueden operar solos o en
combinación con otros:

Filtración glomerular: es un proceso unidireccional que depende directamente de la fracción libre


de la droga. Toda sustancia que llegue al glomérulo será filtrada, siempre y cuando el tamaño
molecular no sea demasiado grande o bien, que la fracción de la sustancia que llegue al glomérulo
no pueda ser filtrada debido a su unión a las proteínas, porque de esta forma tiene un tamaño
molecular mayor. La tasa de filtración glomerular normal es de 125 a 130 mL/min.

Secreción tubular activa: requiere de sistemas transportadores saturables y depende del flujo
plasmático renal (valor normal: 425-650 mL/min). En el túbulo proximal, esas sustancias pueden
ser secretadas en forma activa hacia el lumen tubular, porque la afinidad de los transportadores
tubulares es mayor que la afinidad de las proteínas plasmáticas.

Reabsorción tubular: este proceso puede ser activo o pasivo. Está influido por el pH urinario, ya
que las moléculas no ionizadas son liposolubles. Si la sustancia es liposoluble, será reabsorbida en
el túbulo proximal prácticamente en 100%; sólo aquéllas sustancias ionizadas e hidrosolubles no
serán reabsorbidas y por lo tanto, serán excretadas.

Eliminación de fármacos por la orina

Varios factores, incluidas ciertas características del fármaco, afectan a la capacidad excretora de los
riñones. Para que sea excretado por la orina, un fármaco o un metabolito deben ser hidrosolubles
y no estar demasiado unidos a las proteínas del torrente sanguíneo. La proporción en que los
riñones excretan algunos fármacos puede verse afectada por la acidez de la orina, que depende de
la dieta, de los fármacos y de los trastornos renales. En el tratamiento por intoxicación con algunos
fármacos y con el fin de aumentar su excreción, se modifica la acidez de la orina administrando
antiácidos (como el bicarbonato sódico) o sustancias acidificantes (como el cloruro amónico).

Furosemida

Bumetanida

Piretanida

Torasemida
Ácido etacrínico

Sulfato de morfina

Fentanilo

Nalbufina

Carisoprolol

Diazepam

VIA LACTEA

Ansiolíticos

Antibióticos

SALIVA

Tetraciclinas

Sulfamidas

SUDOR

Alcohol

Antipirina

Ácidos y bases débiles

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