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Historia Económica

1º Grado en Administración y Dirección de Empresas

Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales

Universidad de Sevilla

Reservados todos los derechos.

No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
 HISTORIA ECONÓMICA

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ACTIVIDAD VOLUNTARIA 1

La apertura de China y Japón en el siglo XIX

Comentario de texto:
El texto se centra en la historia económica de Japón y China desde siglos atrás. Trata el
proceso por el que pasaron ambas potencias para conseguir la posición de prestigio con la
que cuentan hoy en día, pues China es un actor clave en el sistema internacional y Japón
cuenta con un alto nivel de industrialización.
Aunque parezca increíble (por su situación actual), ambos países fueron forzados durante el
siglo XIX a la apertura al exterior y sometidos a los “tratados desiguales de
extraterritorialidad”. De estas situaciones ninguno salía bien parado y cada uno actuó de

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manera distinta. Como menciona el texto: “Japón le tomó medio siglo alcanzar el status de
nación soberana. China tendría que esperar otro tanto para “ponerse de pie”.”
Además durante el periodo considerado (s. XIX) el entorno internacional se caracterizaba
por la fortaleza europea y el mundo internacional dominado por los poderes occidentales.
Mientras que China y Japón se preocupaban de las consecuencias políticas, los intereses
occidentales se centraban en el comercio. La apertura forzada de ambas se produjo durante
la expansión imperialista de Occidente, protagonizada por estados modernos e
industrializados.
Primero analizaremos el proceso histórico de China y a continuación el de Japón.

Durante el siglo XIX, China contaba con desmoralización psicológica y desorganización

social. Sus problemas surgieron con sus enfrentamientos internos
Su gobierno se preocupó por la política interna (sin reconocer su vínculo con la externa).
Tampoco recibieron el respaldo por parte de una política consistente de apertura. Llevó a
cabo una política de “puertas abiertas” a partir de las reformas iniciales en 1917. Durante
mucho tiempo se limitó a aceptar tratados desiguales (no podía hacer otra cosa) de ahí a
que se le denomine al siglo XIX como “siglo de los tratados”. Este se divide en tres fases de
acuerdo con el papel de los extranjeros: la fase de imperialismo de “libre comercio” de los
británicos, la rivalidad de las potencias extranjeras en China y la invasión del territorio Chino
por parte de Francia, Inglaterra, Japón y Alemania.
Su dinastía mantenía un control fuerte sobre el comercio. Se rechazaron los poderes
occidentales al intentar tener ventajas en el comercio.
Se dieron guerras sucesivas con intereses políticos en las que en todas salía perdiendo
China, como por ejemplo la Guerra del Opio (victoria de Gran Bretaña). Todas las derrotas
desfavorecían a la nación quedando China en una situación bastante mejorable. Las
potencias europeas le imponen los términos de comercio
Como señala el texto, se postuló como política “el saber chino como estructura fundamental
y el saber occidental para los usos prácticos”. La consecuencia de ello fue la confianza
generalizada a la posible modernización de China. Esta situación llevaba consigo factores
como las tecnologías o la enseñanza, que finalmente llevaría a una revolución republicana
(fundada por la Liga Republicana en 1912).

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 En cuanto a Japón, le fue mejor porque reconoció la vinculación entre las políticas
interiores y exteriores. Su prioridad política fue convertirse en un estado moderno (y
finalmente lo consigue) consiguiendo capacidad militar e industrial.
Entre mediados y finales del s. XVIII el tráfico de mercaderías experimentó un cambio que
tuvo como consecuencia directa una mayor diferencia entre ricos y pobres japoneses. Aquí
surgió el deseo de una reforma política.
Los inicios del intento de la mejora del estado se caracterizan por su inferioridad con
respecto a las potencias de Occidente. Como China, tuvieron que ser aceptantes de

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tratados, mientras poco a poco se industrializaba. Su gobierno también era muy restrictivo,
imponía duras restricciones como la prohibición del cristianismo.
Se distinguían dos posturas diferenciadas: una modernizar militarmente el estado y la otra,
seguir la política con el uso de armas.
Durante varios años Japón vivió hechos consecutivos que le beneficiaron bastante. Algunos
de estos sucesos fueron: la firma de tratados con Estados Unidos, Rusia, Holanda, Gran
Bretaña y Francia sobre la base del modelo estadounidense, la firma de una convención
(aranceles muy bajos que le abrieron al comercio), el establecimiento de un sistema legal
(aportó seguridad)...
Su cambio en una potencia militar, fue apoyado por el gobierno centralista.También se
convirtió en una potencia imperialista, con colonias en Asia.

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Cuando Japón se desarrolló industrialmente le hará a Corea lo que a ella le hizo EEUU,
mandará al ejército a obligarlos a comerciar. Finalmente, Corea se convirtió en un
protectorado japonés.

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