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ORIENTACIÓN

EDUCATIVA
LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA LA
HERRAMIENTA PARA EL
DESARROLLO DEL INDIVIDUO

“Una buena orientación educativa es


clave para un sano desarrollo del
individuo”
ENRIQUE ANTONIO CASTILLO LÓPEZ
2023
INTRODUCCIÓN
▪ Paradigmas de orientación vocacional
en 1990 La denominada educación de la carrera es
una de las estrategias propias de esta etapa.
Su propósito es identificar y utilizar recursos
En los inicios la década de 1980 y continúa en la escuela y en la comunidad, para
hasta la actualidad. En estas
ampliar el desarrollo profesional: brindar
conceptualizaciones el concepto de carrera
información acerca de las oportunidades
fue reemplazando al de vocación. Las
publicaciones y los encuentros académicos
educacionales y ocupacionales disponibles;
internacionales correspondientes entre los proveer una progresión planificada de
años 1980 y 1990 tuvieron un fuerte anclaje experiencias para capacitar en la
de estos aportes teóricos y prácticos. adquisición de competencias personales
Uno de los autores más destacados y relacionadas con la toma de decisiones y
prolíficos de esta línea es el inglés Anthony transiciones; explorar alternativas
Watts quien organiza el campo de la profesionales.
orientación en general, en tres áreas
principales: la orientación personal y social
que incluye problemáticas psicosociales y
de desarrollo personal, la orientación
educativa que contiene problemas de
aprendizaje y elecciones referidas a la
educación y la orientación
vocacional/profesional que corresponde a la
ayuda que se lleva a cabo con las personas
en sus elecciones respecto a ocupaciones,
profesiones, trabajos y trayectos educativos
• La orientación educativa en el nivel medio superior
La Dirección General del Bachillerato a través de la Dirección de Coordinación
Académica
La Dirección General del Bachillerato a través de la Dirección de Coordinación Académica Responsabilidades y • Desarrollar actividades
Funciones del orientador en los tres niveles de acuerdo a las necesidades
basándose en el perfil docente de la Educación Media Superior estableció en 1995 los en la educación media atención (individual, de la comunidad.
lineamientos superior: grupal y masivo), de

de Orientación Educativa en los cuales se indica que las competencias que tiene el
orientador
• Determinar alternativas
educativo en bachillerato son: • Conocer el currículum familia en el proceso de de solución con los funciones de la
del Bachillerato General. orientación. académicos responsables orientación educativa.
1. Conoce sus capacidades, limitaciones profesionales y personales que influyen en el del plantel, o bien,

desempeño de su acción orientadora.


2. Aplica e incorpora la teoría y la investigación en la práctica y desarrollo de la Orientación • Participar en los eventos
• Promover la proponer la canalización a
personal docente y
participación activa del la institución
a los que convoque la personal encargado de
Educativa. Dirección General del
profesorado, equipo correspondiente, en caso
tutorías, para lograr un
directivo, madres y padres de que se presenten
Bachillerato en desempeño optimo de las
de problemas
3. Facilita el aprendizaje, desarrollo personal y vocacional del alumnado.
4. Contribuye al sano desarrollo y mantenimiento de relaciones profesionales entre colegas.
del mismo sea muy
5. Conduce la información y datos de una manera adecuada. que rebasen los límites
grande, la persona
materia de Orientación (Institucional, Psicosocial, del profesional encargado
encargada de la
Educativa. Escolar y Vocacional) de la Orientación
orientación educativa se
Educativa.
apoyará del

• Aplicar el Programa de y psicopedagógicos de su • Evaluar semestralmente Es importante considerar


Orientación Educativa que contexto específico, sus funciones y el el trabajo colaborativo, ya
considera los aspectos enfocándolas a las cuatro cumplimiento de que en el caso de que la
socioeconómicos áreas de trabajo objetivos. matrícula total
▪Paradigmas de orientación vocacional en la actualidad

En la actualidad se habla que un profesionista debe de contar con una serie de competencias que le ayuden a desarrollar su trabajo, en el ámbito
de la orientación se aprobó en el 2003 en la Asamblea General de la Asociación Internacional de Orientación Educativa y Profesional (AIOEP) las
competencias internacionales relativas a los profesionales de la orientación y la educación, las cuales se identifican a continuación.
De acuerdo con Campoy y Pantoja, Hernández e Ibáñez, Sánchez García, (Cit. en Parras
Antonia et al 2009), la orientación educativa en el nivel superior es necesaria, ya que el alumnado
universitario necesita orientación académica, personal y profesional, por lo cual este tipo de
servicio suele ser muy solicitado. De acuerdo con García y otros autores (Cit. en Parras Antonia et al
2009), se puede resumir la orientación educativa universitaria en cinco ámbitos, es así que el
alumnado universitario debe ser orientado en el ámbito:
• Académico: esta orientación gira en relación a la elección de materias optativas o
itinerarios formativos de postgrado, ayudando así a mejorar su trabajo intelectual, sus estrategias
de estudio, entre otras cosas.
• Profesional: debe brindarse orientación respecto a los puestos y perfiles profesionales, la
situación del mercado laboral, habilidades y destrezas necesarias para lograr un empleo adecuado a
la formación recibida, etc.
• Personal: este ámbito abarca temas en relación a las metas y retos personales, la
autoestima, los intereses, el planteamiento personal de la vida, etc.
• Social: para abordar el área social, la orientación educativa debe informar sobre ayudas y
servicios de fundaciones privadas o públicas, consecución de becas, estancias en el extranjero e
intercambio de estudiantes, etc.
• Administrativa: este último ámbito, aunque recae en un proceso informativo, es un ámbito
muy requerido, la cual consta de brindar información a los alumnos sobre requisitos administrativos, matriculación, convalidaciones, ayudas al
estudiante, etc.
JUSTIFICACI
ÓN
Tener un autoconcepto adecuado supone una necesidad humana fundamental, permite poder actuar acorde con las
actitudes y aptitudes de cada uno.
El personal de Orientación, vive infinidad de situaciones, problemas o carencias dentro de su plantel, sin embargo, el
mayor problema que tiene es la cantidad de estudiantes que conforman su comunidad, la serie de factores que se
desencadenan y la manera de poder abarcar en atención a toda esa población. Encontrar una única definición del
concepto de orientación, la cual permita a todos los autores y profesionales de este ámbito estar de acuerdo, resulta una
tarea muy complicada. Esto se debe a la multitud de definiciones que han ido surgiendo a lo largo de la historia, las cuales
han ido evolucionando acorde a los tiempos, la sociedad, las tareas incluidas y la situación de cada época. Además,
también influye la variedad de orientación a la cual no queramos referir, ya que según el tipo de la misma se opta por unas
definiciones u otras.
Para conseguir que el conocimiento de uno mismo sea lo más exacto posible, es necesario trabajar los diferentes aspectos
que engloba. Para ello, se hace uso de la orientación, a través de la cual se ayuda a los sujetos ejerciendo de guía para
descubrir aquello necesario, tanto del mundo que les rodea como de ellos mismos.
Elegir una carrera o una profesión también implica que el adolescente
experimente una situación antes desconocida, hasta este momento, la
mayoría de ellos no se ha encontrado ante una decisión tan importante
que afectará los próximos años de su vida, como es decidir qué estudiar.
Esto genera en los estudiantes diversas emociones como estrés,
entusiasmo, miedo, ansiedad, alegría, por eso es que “al momento de
elegir, suelen caer en la indecisión acerca de cuál será la dirección
apropiada” (SEMS, 2015, pág. 11). Por lo tanto, intervenir
sistemáticamente en los procesos de OV permite a quienes lo facilitan,
brindarles a los jóvenes las herramientas necesarias que les llevarán a
elegir una carrera o profesión con mayor conocimiento de sí mismos y
del entorno universitario y laboral, además de que les ayudará a manejar
mejor las emociones que todo este proceso implica. Ahora bien, no se
trata exclusivamente de desarrollar o aplicar proyectos de OV que hagan
simplemente que los jóvenes elijan una carrera o profesión o que lo
hagan con menos presión; cualquier programa de este tipo debe
promover el autoconocimiento en los participantes, así como la reflexión
consciente y responsable acerca del sentido de su vida, también “es
necesario brindarles información oportuna y certera para que puedan
lograr un pleno conocimiento de sí mismos” (SEMS, 2015, pág. 11)
Erikson (1956) describió la difusión de la identidad como la ausencia La falta de integración del concepto del sí mismo y de otros
ó pérdida de la capacidad normal para autodefinirse, reflejada en significantes también interfiere con la internalización de los
desajuste emocional en los momentos de intimidad física, primeros esbozos de sistemas de valores internalizados, llevando en
decisiones laborales y competencias, y de un aumento de la particular a una exagerada idealización de valores positivos y del
necesidad de autodefinición psicosocial. Sugiere que evitar tomar ideal del yo, y a un rasgo persecutorio de los aspectos internalizados
decisiones, que conlleva tal difusión de la identidad, lleva al del superyó primitivo, como prohibitivos, persecutorios. Estos
aislamiento, un sentido de vacío interior y regresión a desarrollos llevan, a su vez, a un predominio de mecanismos de
identificaciones tempranas. La difusión de la identidad se escisión, en sistemas de valores internalizados o funciones
caracterizaría por la incapacidad para la intimidad en las relaciones superyoicas, con excesiva proyección de prohibiciones
interpersonales, ya que la intimidad depende de la autodefinición y internalizadas, mientras que las demandas excesivas, idealizadas, de
su ausencia causa la sensación de daño, fusión, o la pérdida de perfección, además interfieren con la integración de un superyó
identidad que es temida como una calamidad mayor. normal. Bajo estas condiciones, la conducta antisocial puede
emerger como un aspecto importante de los trastornos grave de
personalidad, particularmente en el síndrome de narcisismo
La difusión de la identidad, decía Erikson, se caracteriza también por maligno y en el tipo más grave de trastorno de personalidad; esto
la difusión de la perspectiva de tiempo, vista en el sentido de es, el trastorno antisocial propiamente dicho
urgencia en relación a la toma de decisiones o en la pérdida de
tiempo en un interminable aplazamiento para tomarlas. La difusión
de la identidad se observa, también, en la incapacidad para trabajar
creativamente y un fracaso laboral. Erikson describe como una
consecuencia de la difusión de la identidad, la elección de una
identidad negativa, esto es, el rechazo de las normas sociales
normalmente asignadas, y el establecimiento de una identidad
basada en una serie de identificaciones que, definidas por
oposición, resultan socialmente inaceptables y rechazadas; se
trataría de una identidad anormal basada en tomar de forma radical
todo lo que la sociedad rechaza.
Es importante darse cuenta de que la auto-imagen no coincide
necesariamente con la realidad. La gente puede tener una auto-imagen
inflada y creer que las cosas son mejores de lo que realmente son. Por el
contrario, las personas son generalmente propensas a tener auto-imagen
negativa y percibir o exagerar los defectos o debilidades.
La autoimagen se ve afectada por diversos factores, como la influencia de
los padres, los amigos y compañeros, los medios de comunicación, los
grupos de pertenencia…, y se conforma en base a una combinación de
estos factores.
Todo esto puede resultar en un bloqueo para el conocimiento de sí mismo y
no dejar actuar la orientación vocacional debido a que el individuo se
siente incapaz de desarrollarse en lo que es bueno o en lo que le gusta.
Según el estudio realizado por Kuhn (1960), la respuesta a la pregunta
‘¿Quién soy yo?’ podía dividirse en dos grupos principales. Por una parte
las respuestas basadas en roles sociales (aspectos externos, objetivos
vitales, etc.) y por otra las basadas en rasgos personales (aspectos internos,
afectivos o de personalidad).
TEMARIO
Capitulo 1 Orientación vocacional y autoconocimiento
Capitulo 2 Intereses, aptitudes y valores vocacionales
Capitulo 3 Sentido de vida
3.1 Propuesta
3.2 Conclusiones
CAPITULO 1 ORIENTACIÓN VOCACIONAL Y
AUTOCONOCIMIENTO
Todos los seres humanos en algún momento de nuestras vidas nos cuestionamos para qué estamos aquí y cuál es el sentido de nuestra vida. Las
respuestas a estas preguntas son un impulso que “se alimenta de fuerzas que jalan desde adelante , comprometidas con el futuro” (Rimada, 2003, pág.
25). Surge desde adentro un llamado que es conocido como Vocación, el cual se trata precisamente de un llamado interno “a realizar las
potencialidades esenciales del ser humano” (Rimada, 2003, pág. 21). Para poder reconocer mejor la Vocación es útil conocer ciertas características que
posee. La primera de ellas es su universalidad. La Vocación es un llamado que no es ajeno a ningún ser humano, por el contrario, cada uno nace
convocado, es decir, llamado, a realizar algo específico o particular a través de sus acciones y su existencia.
Si se parte de una percepción general, el Autoconocimiento se define como “la capacidad de tener consciencia de nuestra historia personal para
articularla con nuestro presente” (Hernández, 2014, pág. 31) , se puede entender también como el proceso en el que la persona se da cuenta de quién
es a través de ir identificando emociones, creencias y pensamientos, así como historia de vida, anhelos y miedos (Roque, 2013, pág. 8). El
autoconocimiento tiene la peculiaridad de ser un ejercicio que dura toda la vida (De la Herrán, 2003, pág. 16), pues los seres humanos vivimos en
constante evolución; lo que siente y desea un niño a los 8 años sin duda no será lo mismo que a los 30 o 50; sus creencias, sus sueños, sus miedos se
irán transformando junto con su entorno. Por esta razón es que el proceso vocacional debe partir inicialmente de un ejercicio amplio y profundo de
autoconocimiento, el cual además debe ser frecuente, para que así el joven de bachillerato llegue con más conciencia de quién es y cuáles son los
aspectos de sí mismo que influirán en su elección de carrera o profesión. Si un adolescente comienza a ejercitar su capacidad de autobservación desde
la niñez, podrá identificar con claridad cuáles son los aspectos de su personalidad que han permanecido y cuáles sólo han sido parte de una etapa de su
desarrollo. Este reconocimiento será fundamental para discernir la vocación de otras voces pasajeras, pues a través del autoconocimiento se aprende a
distinguir no sólo lo que se necesita sino con lo que ya se cuenta, es decir, las potencialidades que habitan en cada persona y que deben ser
desarrolladas y potencializadas.
CAPITULO 2 INTERESES, APTITUDES Y
VALORES VOCACIONALES
Directamente relacionadas con los intereses vocacionales se encuentran las habilidades o aptitudes vocacionales. Éstas permiten al joven reconocer en
qué profesiones o carreras universitarias sería capaz de desenvolverse de manera plena y en cuáles también podría responder de manera idónea.
Cuando se trabaja en el ámbito educativo como profesor u orientador es relativamente fácil poder identificar cuáles son las habilidades que presenta
cada estudiante desde las primeras etapas de su vida escolar, sin embargo, es muy importante que sea él mismo quien logre establecer en qué áreas se
desarrolla con más desenvoltura y eficacia, pues ese ejercicio será fundamental al momento de descubrir su vocación profesional. Las aptitudes se
pueden clasificar de la siguiente manera, de acuerdo con el Cuestionario Autoaplicado de Orientación Vocacional de la Fundación para la Formación y el
Empleo de Andalucía (2014), que además coincide con la propuesta hecha por Ríos y Alarcón (2014), que fue utilizada para una de las actividades de los
talleres con los estudiantes:
• Artística: aptitud para el dibujo, pintura, decoración, escultura, diseño, etc. Percepción estética y apreciación de la belleza. Creatividad, imaginación.
 Numérica: Rapidez y precisión trabajando con números, haciendo operaciones aritméticas, recopilando datos o medidas, analizando estadísticas,
etc.
 De liderazgo: Aptitud para la dirección de actividades en grupo, saber tomar decisiones, ser solicitado por otros para llevar a cabo una acción o
ejecutar una idea ó proyecto, etc.
 Musical: Saber tocar un instrumento, cantar, componer música, etc.
 Físico-deportiva: Habilidad en la coordinación del cuerpo en movimiento, resistencia, muscular, fuerza, flexibilidad, agilidad, etc.
 Manual: Saber trabajar con las manos, tanto en trabajos de esfuerzo físico como en actividades de precisión.
 Lingüística: Dominio de la expresión verbal, tanto oral como escrita. Uso correcto del idioma.
 Didáctica: Saber ayudar a los demás a aprender, saber enseñar.
 Mecánica: Aptitud para el trabajo con máquinas o herramientas. Saber reparar aparatos, facilidad para la comprensión del funcionamiento de
mecanismos y sistemas de procesos mecánicos.
 De persuasión: Capacidad de influir en las demás personas. Saber convencer. Saber vender un producto o servicio, la presentación de una idea de
manera convincente, fluidez verbal, habilidades comunicativas, dominio del lenguaje.
Negociación.
 Matemática: Resolución de problemas matemáticos, comprensión de relaciones numéricas y lógica matemática.
 Científica: Curiosidad y capacidad para la compresión de los principios científicos; disposición hacia la observación y experimentación científica;
afán de encontrar explicación a los hechos, situaciones o sucesos.
 Espacial: Facilidad para la representación mental de figuras u objetos de dos o tres dimensiones, la diferenciación clara de formas y volúmenes, el
posicionamiento en el espacio.
 Social: Aptitudes para trabajar con las personas, empatía, amabilidad, respeto, capacidad de afrontamiento de situaciones conflictivas, estrés,
tensión. Prevenir y resolver conflictos.
 Administrativa: Habilidades para organización, uso de software especializado, contabilidad y administración de recursos, adaptación al ambiente de
oficina.
CAPITULO 3 SENTIDO DE VIDA

Mientras que la vocación es llamado y el autoconocimiento es un ejercicio constante de observación, el sentido de vida es una serie de preguntas: ¿Hacia
dónde quiero ir? ¿Para qué quiero estudiar una carrera universitaria o elegir una profesión? ¿Qué quiero hacer de mi vida? ¿Cuáles son mis proyectos?
“¿Qué se busca cuando se habla del sentido de la vida?” se pregunta Jean Grondin en su interesante reflexión titulada “Hablar del sentido de la vida”
(2012). En el texto se muestra un breve pero profundo análisis acerca de lo que se entiende como Sentido de Vida, el autor plantea preguntas sobre
“¿cómo hay que contestar, ¿cómo hay que responder a esta pregunta sobre si la vida tiene un sentido? ¿es algo que debemos inventar o construir o se trata
más bien de un sentido que ya está, que ya hay en la vida y que hay que descubrir?” En este caso no se pueden dar respuestas definitivas, estáticas y
cerradas; preguntarse acerca del sentido de la vida es un cuestionamiento abierto que se lanza con la esperanza de que la vida misma permita el diálogo y
ofrezca posibles respuestas. Cada persona en algún momento se pregunta: ¿cómo me defino a mí mismo? ¿cuáles son mis objetivos? ¿hacia dónde me
dirijo? (Fabry, 1998, pág. 78); es labor única y personal responder estos cuestionamientos. Pero qué es el sentido de vida, tal vez comenzar por ahí facilite la
no fácil tarea de responder ¿qué hago con mi vida y hacia dónde quiero dirigirla? Grondin hace una propuesta de cuatro posibles respuestas acerca del
sentido de vida. Para fines de este estudio sólo retomaré las tres primeras, pues la última posee un carácter plenamente filosófico que no se relaciona
directamente con el proceso vocacional. La primera definición que propone el autor se refiere a que el sentido de vida es sentido direccional, es decir, se
relaciona con la dirección del movimiento; igual que lo hacen las manecillas del reloj, la corriente de un río o las aves que viajan con una trayectoria
determinada; de la misma manera, la vida del ser humano lleva una dirección, por lo tanto, tiene un sentido.
CAPITULO 3.1 PROPUESTA

Al hacer una propuesta de modelo de Orientación Vocacional se hacen varias aportaciones al Desarrollo Humano, por ejemplo, se trabaja con los jóvenes
de manera más integral, pues la mayoría de los modelos a los cuales los jóvenes tienen acceso más fácilmente se centran únicamente en la detección de
intereses y aptitudes, lo que no favorece que desarrollen las habilidades necesarias para tomar una decisión. De igual manera, el Sentido de Vida,
generalmente, queda fuera de estos procesos, normalmente se habla de plan de vida, el cual puede limitar la visión que puede tener el participante de su
vida y su futuro.
Como se ha dicho, la propuesta que aquí se hace no evalúa el éxito de la intervención a partir de si los participantes eligen una carrera o profesión. Parte
valiosa de la propuesta es que propicia no sólo la toma de decisiones de los jóvenes sino sobre todo su capacidad de autobservarse, de reflexionar y de
integrar la información para así hacer elecciones más conscientes. En este modelo, los protagonistas no son la información o el perfil vocacional del
estudiante, sino la persona misma, con su historia, sus intereses, posibilidades, miedos, anhelos, así como la dirección y significado que quieren dar a sus
acciones y decisiones. La intención es que su participación en el taller detone en cada uno de los jóvenes un proceso vocacional consciente y responsable
en el cual pueda integrar todo lo anterior, y así establecer un verdadero diálogo propositivo y continuo con su entorno. Otro beneficio que aporta al
Desarrollo Humano la propuesta que aquí se plantea es el trabajar con un tema que tiene implicaciones en la población joven a nivel nacional. Existen otros
trabajos de investigación y de propuestas de acompañamiento a jóvenes que se encuentran en el bachillerato, sin embargo, son pocos los modelos con
enfoque humanista que existen y que pueden tener un mayor alance. Hay que tomar en cuenta que este modelo propone el trabajo grupal, normalmente
los jóvenes que detectan mayor necesidad de Orientación Vocacional recurren a una persona, ya sea maestro, orientador, psicólogo, etc., que les ayude en
el proceso de manera individual; esto, sin duda, beneficia al estudiante, pero al hacer una propuesta extraescolar de trabajo grupal, mayor número de
jóvenes se ven beneficiados.
3.2 CONCLUSIONES

En el inicio de este estudio de caso se planteó parte de la situación que viven los jóvenes de nuestro país relacionada con la deserción escolar y también se
habla de cómo las propuestas que se han llevado a cabo desde el gobierno federal han sido insuficientes para poder integrarlos al mundo laboral. Además
se describió el diagnóstico que se llevó a cabo con estudiantes de una preparatoria, quienes comentaron que no contaban con información suficiente de sí
mismos o de las diferentes carreras relacionadas con sus intereses o incluso de las principales ofertas y demandas del mundo laboral. Ante esta situación se
propuso llevar a cabo un taller de Orientación Vocacional, el cual les ofreciera a los participantes la posibilidad de adquirir más herramientas para tomar
una decisión profesional en un espacio grupal y con un acompañamiento especializado e individual
BIOGRAFIA
(Erik Homburger Erikson; Frankfurt del Main, 1902 - Harwich, Massachusetts, 1994) Psicoanalista estadounidense de origen alemán. Tras estudiar arte en
su juventud, conoció a Anna Freud, por influencia de la cual se estableció en Viena y se vinculó al movimiento psicoanalítico. En 1933 emigró a Estados
Unidos, donde estudió la influencia cultural en el desarrollo psicológico trabajando con niños de diversas reservas indias.
Considerado como uno de los representantes de la tendencia culturalista del psicoanálisis, sus trabajos se refieren sobre todo a la infancia y a la
adolescencia: Infancia y sociedad (1950), Identidad, juventud y crisis (1968) e Historia personal y circunstancia histórica (1975), entre otros títulos; dedicó
además estudios al pensamiento reformista de Martín Lutero (El joven Lutero, 1958) y a las ideas sobre la no violencia de Gandhi (Gandhi y los orígenes de
la no violencia, 1969).
Erikson integró el psicoanálisis clínico y la antropología cultural matizando nuevos aspectos del desarrollo. Por un lado, enfatizó la influencia de factores
psicosociales y socioculturales en el desarrollo del "Yo", y, por otro, propuso el desarrollo de la identidad como sucesión de etapas diferenciadas entre las
que existen períodos de transición (crisis evolutivas), conceptualizando ocho crisis psicosociales o etapas del desarrollo de la identidad hacia la síntesis del
"Yo".
Sus ideas (en las que se percibe la influencia del enfoque de Freud, principalmente en las primeras cuatro etapas) han tenido gran influencia en otros
trabajos sobre las etapas en la edad adulta. Para Erik Erikson, el desarrollo infantil de la "confianza básica'' en los adultos, desarrollada durante los primeros
años de vida, es el fundamento de todo el desarrollo social posterior. Insistió en la importancia de lo que Piaget denominó estadio sensomotor del
desarrollo, y corroboró la aseveración de que dicho estadio es el fundamento imprescindible de un desarrollo social e intelectual normal.
En la adolescencia, etapa a la que prestó también particular atención, la formación de la identidad es un foco de atención primordial. Las personas a lo
largo de su vida se preguntan "¿quién soy yo?", pero esta pregunta en la adolescencia adquiere características de crisis. Erikson caracteriza la adolescencia
como un período de confusión y angustia en que se experimenta con alternativas antes de optar por una serie de valores y metas. Los adolescentes
experimentan diversas identidades en la familia, en la escuela, entre los compañeros, en los clubes o en movimientos políticos.
Durante este período, lo que los adolescentes consideraron una vez como dado es ahora cuestionado; a través de un proceso de búsqueda interior,
cambian las características que definieron el yo en la niñez y las combinan con nuevos compromisos. La búsqueda de la identidad es el rasgo más destacado
de la personalidad adolescente, y de su hallazgo depende el paso a una edad adulta feliz y productiva.
BIOGRAFIA
Rafael Bisquerra es presidente de la RIEEB (Red Internacional de Educación
Emocional y Bienestar), catedrático emérito de la Universidad de Barcelona,
Doctor Honoris Causa por el CELEI de Chile, Doctor en Ciencias de la
Educación, Licenciado en Pedagogía y en Psicología.

Desde mediados de los noventa se ha centrado en la educación emocional. Algunas de sus publicaciones son: Educación emocional y bienestar (2000),
Psicopedagogía de las emociones (2009), La educación emocional en la práctica (2010), Educación emocional. Propuestas para educadores y familias
(2011), Orientación, tutoría y educación emocional (2012), Cuestiones sobre bienestar (2013), Prevención del acoso escolar con educación emocional
(2014), La inteligencia emocional en la educación (2015), Universo de emociones (2015), 10 ideas clave. Educación emocional (Graó, 2016), La fuerza de la
gravitación emocional (Ediciones B, 2016), Gimnasia emocional y coaching (Horsori, 2016), Diccionario de emociones y fenómenos afectivos (PalauGea,
2016), Política y emoción (Pirámide, 2017), Competencias emocionales para un cambio de paradigma en educación (2019, Horsori), Emociones:
Instrumentos de medición y evaluación (Síntesis, 2020), etc.
VIDEOCONFERENCIA
ANEXOS
TEST

TEST DE PERSONALIDAD
TEST VOCACIONAL
TEST VOCACIONAL
BIBLIOGRAFIA
Cervantes, Eleazar et al. Reestructuración del Departamento Psicopedagógico y de orientación vocacional actualmente Departamento de orientación
educativa y psicológica UABC. México: Dirección General de Bienestar Estudiantil, Departamento de Orientación Educativa y Psicológica, UABC. 2001.

Bisquerra, R. &. (2007). Las competencias emocionales. Educación XXI

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