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EL AVANCE HACIA LA GUERRA GLOBAL:

I. LA EXPANSIÓN JAPONESA EN ASIA ORIENTAL

CAUSAS DE LA EXPANSIÓN
- Impacto del nacionalismo y el militarismo japonés en la política exterior
- Cuestiones nacionales en Japón
- Inestabilidad política en China
ACONTECIMIENTOS
- Invasión japonesa de Manchuria y el norte de China (1931)
- Guerra chino-japonesa (1937–1941)
- Pacto Tripartito/Pacto del Eje; estallido de la guerra; Pearl Harbor (1941)
REACCIONES
- Sociedad de las Naciones e Informe Lytton
- Acontecimientos políticos en China y Segundo Frente Unido
- Reacciones internacionales, incluidas las iniciativas estadounidenses y el aumento
de las tensiones entre Estados Unidos y Japón

EL IMPACTO DEL NACIONALISMO Y EL MILITARISMO EN LA POLÍTICA EXTERIOR


DE JAPÓN: LOS ORÍGENES, 1853-1930

COMPRENSIÓN CONCEPTUAL
Concepto clave
- Causa
- Importancia
Preguntas clave
- Evaluar los orígenes del nacionalismo y el militarismo japoneses.
- Examine las razones por las que Japón siguió una política exterior
expansionista en el siglo XIX.

1. ORIGEN DEL NACIONALISMO Y EL MILITARISMO JAPONÉS

La semilla del nacionalismo y militarismo japonés de 1930 se encuentra en el siglo


XIX, con los acontecimientos y procesos históricos que se vivieron en el país oriental.
a) Causas
- La voluntad japonesa de convertirse en una potencia en Asia para no convertirse en
una colonia de Occidente.
- La idea del “destino manifiesto” de Japón de convertirse en el Estado líder del
continente asiático.
- Carencia de materias primas y fuentes de energía, que imposibilitan el desarrollo
industrial (Japón no tiene recursos, es un archipiélago volcánico).
- La aparición de las potencias occidentales en Asia (por el desarrollo de la
Revolución Industrial) con intenciones expansionistas llevan a Japón a buscar un
espacio que le dé seguridad.
- El ascendente respaldo social al nacionalismo nipón lleva al apoyo al militarismo
para dirigir la expansión.
1.1 CONTEXTO JAPONÉS EN LA 2ª MITAD DEL SIGLO XIX
Desde la Edad Media, Japón era un país imperial, pero el emperador era una figura
meramente decorativa, puesto que, quien dirigía el país de facto, era el shogun, un
funcionario imperial que actuaba como Primer Ministro.
Japón se había mantenido radicalmente aislado del resto del mundo, especialmente
por el peligro que representaba para su cultura la expansión del cristianismo, con el objetivo
de conservar su civilización sin contaminaciones exteriores.
Por ello, ningún japonés podía salir del país sin la autorización expresa del gobierno,
ni tampoco se permitía la entrada a extranjeros.
El primer contacto directo con Occidente se producirá en 1853, cuando la marina
estadounidense realizó una expedición con el objetivo de imponer a Japón una serie de
condiciones comerciales que abrieran el mercado japonés a EEUU.
Los “barcos negros” (así llamados por los japoneses por el color de su casco y el
humo que despedían) causaron un enorme impacto en los japoneses, que, conocedores de
los sucesos similares que se habían producido en China y que habían llevado a la derrota
china y a la imposición del “Tratado de Nankín”, se plegaron a las exigencias del comodoro
Matthew Perry.
El shogun Tokugawa firmó el Tratado de Kanagawa en 1854, teniendo enormes
consecuencias para Japón:
- El desprestigio del “shogunato” condujo en 1868 a la Revolución Meiji: un sector de
la aristocracia ilustrada vio la necesidad de modernizar Japón y sacarlo del
“feudalismo” en que estaba inmerso para evitar ser colonizado por extranjeros.
- El nuevo emperador Meiji, con un gobierno “occidentalizado” desmanteló el sistema
feudal e introdujo el sistema liberal (aunque limitado).
- Se inició una auténtica revolución cultural que se abrió al conocimiento, cultura,
modos de vida, vestimenta… occidental.
- Se produjo una profunda reforma militar con el objetivo de dotar al país de
capacidad para enfrentarse a las potencias occidentales.

1.2 LA REFORMA MILITAR Y SUS EFECTOS


Las grandes potencias occidentales se convirtieron en el modelo a seguir: se
contrataron asesores militares estadounidenses, se adoptaron tácticas militares alemanas y
se comenzó a construir una flota con el apoyo y financiación británica… Así mismo, se
impuso el servicio militar obligatorio.
El protagonismo militar llevó a una campaña para promover el nacionalismo japonés
y exaltar el patriotismo.
Pronto pudieron verse los resultados de la reforma, cuando se desató la guerra
chino-japonesa (1894-1895) por el control de Corea. La victoria japonesa fue rápida y
contundente, otorgándole el rango de potencia asiática. El Tratado de Shimonoseki lo
ratificó: Japón obtuvo territorios (Formosa, Islas de los Pescadores y la Península de
Liaodong) e imposiciones comerciales sobre China, que tuvo que renunciar a Corea.
1.3 LOS EFECTOS DE LA PRIMERA GUERRA CHINO-JAPONESA SOBRE EL
NACIONALISMO Y EL MILITARISMO
Las noticias sobre la victoria japonesa pronto llegaron a Europa y preocuparon a
algunas potencias ante el creciente poder nipón. Rusia, Francia y Alemania llevaron a cabo
la “Triple Intervención” y forzaron a Japón a renunciar a la Península de Liaodong, que fue
anexionada por Rusia. Alemania controló la provincia de Shandong, mientras Francia y
Gran Bretaña se hicieron con el control de puertos chinos.
La percepción japonesa del incremento de su propio poder, sumada a tener que
plegar sus aspiraciones ante potencias occidentales no hizo más que reforzar el
nacionalismo y militarismo en Japón, ya que afianzó la idea de la necesidad de un poder
militar fuerte para convertirse en una potencia.
Otra muestra del aumento del militarismo fue la presencia permanente de militares
en la política a partir de la guerra chino-japonesa.
El periodo 1895-1905 supuso un paso adelante en el expansionismo japonés: se
impuso una campaña propagandística en el interior que pedía el sacrificio de la población, lo
que llevó al aumento de la producción industrial y del presupuesto militar. Así mismo se creó
una sociedad patriótica, Amur River Society, que promovió el expansionismo por Asia
entre la población.

1.4 LA INFLUENCIA DE LA SITUACIÓN INTERNACIONAL EN EL NACIONALISMO Y


MILITARISMO JAPONÉS
En 1902, Japón firmó la Alianza Anglo-Japonesa, por la que rompía su tradicional
aislamiento internacional, lo que le dio alas para continuar su expansionismo: en 1904
estallará la guerra ruso-japonesa por el control de Corea y Manchuria.
La victoria japonesa se hizo realidad en 1905 aunque a costa de fuertes pérdidas
económicas y humanas. La flota nipona jugó un papel clave, al mando del almirante Togo.
La paz se articuló en el Tratado de Portsmouth: Japón se anexionó Corea y el sur
de Manchuria (incluido Port Arthur-> puerto que no quedaba helado en invierno), además
de la isla Sakhalin y el control del ferrocarril en Manchuria.
Japón se ganó así un puesto entre las potencias y se convirtió en el ejemplo a seguir
entre los asiáticos, alzándose como líder indiscutible de Asia. Sin embargo, los japoneses
quedaron decepcionados con las condiciones, ya que esperaban una recompensa mayor.
Será algo que contribuirá a animar el expansionismo.
La guerra había dejado a Japón exhausta y la consecución de territorios exigía un
mayor gasto militar, al tiempo que en Japón surgían tendencias políticas y sociales que se
sentían preocupadas por el efecto del imperialismo y que planteaban una política exterior
más comedida. No obstante, la propaganda avivó el nacionalismo y se impuso la facción
belicista, que llevará a Japón a la participación en la Primera Guerra Mundial.

1.5 EFECTOS DE LA I GUERRA MUNDIAL EN JAPÓN


El estallido de la Primera Guerra Mundial fue visto como una gran oportunidad para
Japón, que, al inicio de la guerra, exigió los territorios alemanes en China a la Triple
Entente. Al ver sus demandas desatendidas, Japón declaró en 1914 la guerra a Alemania y
ocupó la península de Shandong (China del norte) e invadió con su flota las colonias
alemanas en el Pacífico Sur.
Aprovechando que las potencias europeas estaban inmersas en la guerra, Japón
entregó a China sus “Veintiuna condiciones”: destacan la aceptación china de la
ocupación de Shandong y un incremento de los derechos comerciales en Manchuria, la
obligación de no arrendar más territorio costero a países europeos y la imposición de
asesores políticos y militares japoneses.
La protesta de EEUU y Gran Bretaña no se hizo esperar y Japón se vio obligada a
moderar sus condiciones, aunque obtuvo notables beneficios.
A nivel económico, Japón se convirtió en suministrador de bienes tanto a la Triple
Entente como a los mercados asiáticos, antes controlados por las potencias que ahora se
encontraban en guerra. El desarrollo industrial fue en aumento.
El desarrollo de la guerra brindó a Japón una nueva oportunidad de expansión,
cuando se produjo la Revolución Rusa en 1917. Rusia salió de la guerra cuando los
bolcheviques firmaron el Tratado de Brest-Litovsk, lo que provocó que la Entente enviara
tropas para apoyar a los rusos blancos contra el Ejército Rojo en la guerra civil que se
desató. Japón envió 70000 soldados que, junto a las tropas británicas, francesas y
estadounidenses, fueron derrotados finalmente en 1922. Fue una oportunidad perdida en la
que el Ejército sufrió una pérdida de prestigio, ya que había actuado en numerosas
ocasiones al margen de las decisiones del gobierno.
Al término de la Primera Guerra Mundial se celebró la Conferencia de Versalles, en
la que, aunque Japón participó, sus aliados nunca la trataron como una igual, ya que el
esfuerzo de guerra fue mucho menor que el de EEUU, Francia o Gran Bretaña.
Japón consolidó el dominio sobre las antiguas posesiones alemanas en el
Pacífico y los privilegios comerciales sobre la Península de Shandong (China). Se alzó
así como potencia económica en Asia, así como en la gran potencia naval en el Pacífico
Occidental.

En la Carta de la Sociedad de Naciones, Japón solicitó la inclusión de una cláusula de


igualdad racial:
“Siendo la igualdad de las naciones un principio básico de la Sociedad de Naciones, las Altas
Partes Contratantes acuerdan conceder lo más pronto posible a todos los extranjeros nacionales
de otros estados, miembros de la Sociedad, un trato justo e igual en todos los aspectos, no
haciendo distinciones, ni legales ni de hecho, en razón de su raza o nacionalidad.”

Tanto EEUU como Gran Bretaña rechazaron la propuesta, tanto por convencimiento
ideológico como por las consecuencias que podía traer en su propio territorio: ambos países
discriminaban a la emigración oriental en su territorio y los británicos veían en ello una
amenaza a la unidad de su imperio, mientras que el presidente Wilson (además de racista
reconocido) veía en la cláusula una dificultad insalvable para la ratificación de la SDN por
parte del Senado.
2. JAPÓN EN LA DÉCADA DE 1920
La política exterior de Japón en la década de 1920 experimentó un cambio de
rumbo gracias al Ministro Kijuro, embajador en EEUU y Ministro de AAEE desde 1924, que
tuvo una visión muy internacionalista.
Japón buscó el desarrollo económico por medios pacíficos en un ambiente de
colaboración con su principal socio comercial, EEUU. Con respecto a China, aunque se
aumentó la presencia económica, fue siempre a través de consenso internacional.
En la Conferencia de Washington (1921), EEUU impuso la sustitución de la
Alianza Anglo-Japonesa por un Tratado de Cuatro Potencias: EEUU, Francia, Gran
Bretaña y Japón se comprometieron a colaborar por un equilibrio en el Pacífico.
En 1922 se firmó el Tratado de la Nueve Potencias (EEUU, FRA, GB, ITA, JAP,
BEL, CHI, POR y PBaj) en el que se comprometían a respetar la integridad de China, lo que
llevó a devolver la Península de Shandong.
El Tratado Naval de las Cinco Potencias restringió la competencia en acorazados
y portaaviones al establecer una proporción de 5: 5: 3 para Gran Bretaña, Estados Unidos y
Japón, respectivamente. Francia e Italia tendrían una proporción de 1,75 cada una. Este
tratado requería que la Armada Imperial de Japón abandonara sus planes para una
expansión masiva y el Estado Mayor de la Armada se opuso profundamente.
Estos tratados juntos formaron el Sistema de Tratados de Washington e indicaron
que Japón estaba comprometido con la cooperación internacional en la década de 1920:

Sistema del Tratado de Washington

Tratado de cuatro Tratado naval de cinco Tratado de nueve


poderes potencias potencias

Puso fin a la Alianza Limitó el tonelaje de las Japón, Estados Unidos,


Anglo-Japonesa. Estados armadas estadounidense, Gran Bretaña, Francia,
Unidos, Gran Bretaña, británica, japonesa, Italia, China, Portugal,
Francia y Japón debían francesa e italiana. Bélgica y los Países Bajos
consultar si había una debían respetar la
crisis en el Pacífico. integridad e independencia
de China y respetar los
principios de "puertas
abiertas".

El nuevo rumbo de la política exterior fue responsabilidad del sector político más
liberal-democrático de Japón. Con las medidas implementadas se acuñó el término
“democracia Taisho” (emperador):
- El Primer Ministro sería miembro de un partido mayoritario-> otorga el poder a
políticos experimentados.
- En 1925 se estableció el sufragio universal masculino.
- Proliferaron los medios de comunicación y se generó una sociedad más abierta y
respetuosa.
- El protagonismo del Ejército fue contenido.
- Las reformas económicas mejoraron el nivel de vida de la población.
- Japón ingresó en la Sociedad de Naciones, siendo reconocida como la gran
potencia de Asia.
2.1 DIFICULTADES DE JAPÓN EN LA DÉCADA DE 1920
a) Una democracia frágil
A pesar de las reformas democráticas de Japón, los escándalos financieros y las
violaciones de la ley electoral erosionaron el apoyo público a los partidos políticos. Los
vínculos de cada partido con las grandes empresas del país en las ciudades o con los
terratenientes en el campo también profundizaron las sospechas del público. El sistema ya
no inspiraba respeto.
Además, existía el temor al radicalismo de izquierda. A través de la Ley de Preservación
de la Paz, el gobierno reprimía a cualquiera que se opusiera a la estructura política de
Japón. Esto estaba dirigido particularmente al Partido Comunista, que se había establecido
en 1920. La aprobación de dos leyes, una que ampliaba el derecho de voto y la otra que
limitaba el derecho del público a participar en una discusión abierta, indicó un dilema en los
círculos gobernantes del gobierno de Meiji sobre cuánta libertad política permitir.
b) Oposición al internacionalismo y la creciente influencia de los militares en la
política exterior
Muchos grupos conservadores en el gobierno, junto con el ejército, cuestionaron el
enfoque del ministro de Asuntos Exteriores Shidehara (visión pacifista y no intervencionista
en China) hacia las relaciones internacionales, considerándolo una traición a los intereses
de Japón. El Sistema del Tratado de Washington, por ejemplo, fue visto como “un 'anillo de
hierro' anglosajón que impedía que Japón se expandiera al exterior” (Bix, 2001: 226).
Continuaron abogando por una política agresiva en China y viendo el destino de Japón
como líder de Asia. Japón abandonó la SDN en 1924.
El rechazo de los conservadores hacia las políticas de Shidehara se confirmó
cuando Estados Unidos aprobó un proyecto de ley que limitaba la inmigración de todos los
países a 150.000 al año y excluía específicamente a los "asiáticos" de la cuota. Esto
fue muy ofensivo para los japoneses y provocó una fuerte protesta de la prensa
japonesa, que lo calificó como un "insulto grave", que hizo que los militares y otros
opositores a las políticas de Shidehara, lo vieran como una provocación por parte de
Occidente.
Cuando murió el emperador Taisho, la llegada del nuevo emperador Hirohito
(1926) se celebró con un renacimiento de la idea del emperador como un dios
viviente, junto con el renacimiento del nacionalismo y la idea del destino especial de
Japón en el mundo.

c) Una creciente crisis económica


La bonanza económica de la guerra se extendió hasta 1921, cuando Europa
comenzó a recuperar los mercados perdidos. Aumentó el desempleo y el malestar
industrial, con huelgas que paralizaron la economía nipona en las ciudades (1921).
En el campo, el brusco descenso del precio del arroz se produjo por las buenas
cosechas continuadas y la importación más barata.
Campesinos y obreros comenzaron a organizarse en partidos y sindicatos, lo que
generó una represión policial. Demostraba que era un sistema político mucho menos
democrático de lo que aparentaba, dispuesto a aplastar a la izquierda para no poner en
peligro el status de los industriales (zaibatsu) y terratenientes.
Pero el golpe definitivo a la economía nipona llegará con el crack de la Bolsa de
Nueva York de 1929, que extendió la Gran Depresión por los socios económicos de
EEUU: el cierre de bancos y empresas disparó el paro y las protestas se hicieron tan
comunes como los duros métodos de represión.
3. LA EVOLUCIÓN DE CHINA
La inestabilidad política de China fue clave para alentar la competencia imperial en
su territorio continental e impedir la expansión japonesa en Corea y Manchuria.
Tras la derrota de China ante los británicos en las Guerras del Opio (1839-1842
y 1856-1860), las potencias europeas obtuvieron extraordinarios privilegios
económicos, militares y legales en suelo chino, especialmente a lo largo de la costa en
los puertos del tratado.
Oficialmente, el Imperio chino seguía siendo una potencia independiente, pero en
realidad estaba a merced de otras potencias y sus tratados, que estaban respaldados por la
“diplomacia de la cañonera” o el poder armado. Además, los misioneros cristianos
inundaron el país.
Japón deseaba alcanzar la igualdad con Occidente, lo que significaba adquirir
colonias. La ambición de ser un "país de primera clase" ayudó a fomentar el impulso de
expansión en el continente. Naturalmente, esto también ayudaría a generar beneficios
económicos: las materias primas y los mercados de Asia Oriental. Japón veía que las
potencias europeas se repartían el botín de China y le preocupaba salir perdiendo si
no reclamaban también el territorio continental.
Estratégicamente, Japón también estaba alarmado por la posibilidad de que otras
potencias tuvieran control político en Corea (visto como “una daga clavada en el corazón”
de Japón) y China; creía que su seguridad dependía de que tuviera una influencia
dominante en esas áreas.
La guerra chino-japonesa se libró por la influencia en Corea, y la debilidad de
China en comparación con el Japón recientemente modernizado fue evidente en su rápida
derrota.
Una revolución en China en 1912 derrocó a la dinastía Qing (Manchú) y estableció
la República de China. Sin embargo, el país se mantuvo débil y dividido. Estaba dominado
por señores de la guerra que habían luchado entre ellos y habían impedido cualquier tipo
de unidad nacional.
En la década de 1920, la principal fuerza política en China era el Partido
Nacionalista o Kuomintang (KMT) que, después de 1925, estaba dirigido por el
general Chiang Kai-Shek. Sin embargo, el Partido Comunista de China (PCCh) se
había creado en 1921. La rivalidad entre estos dos grupos políticos iba a provocar una
mayor inestabilidad en China a finales de los años veinte y treinta.
4. Expansión japonesa en el Sudeste Asiático (1931-1941)

COMPRENSIÓN CONCEPTUAL
Conceptos clave
- Causalidad - Cambio - Perspectiva
Preguntas clave
- Evaluar el impacto del nacionalismo y el militarismo en la política exterior de
Japón en la década de 1930.
- Examine el impacto de los factores económicos en la política exterior de
Japón.
- Discutir el impacto de la inestabilidad política dentro de China en las acciones
de Japón en Manchuria y China continental.

Entre 1931 y 1941, la política exterior de Japón siguió estando definida por el
crecimiento del nacionalismo y el creciente poder de las fuerzas armadas. Esto condujo a
la intervención en China, una relación deteriorada con Occidente y, en última instancia, al
ataque japonés a Pearl Harbor en 1941 y al desarrollo de la guerra global.
Hay diferentes perspectivas con respecto a lo que llevó a la guerra entre Estados
Unidos y Japón en el Pacífico:
- Se podría argumentar que, desde principios de la década de 1930, Japón había
planeado una guerra con el objetivo de dominar Asia. Los objetivos de Japón en la
región solo pueden lograrse mediante la guerra; por tanto, la guerra en la región
era inevitable. Japón utilizó las negociaciones para retrasar la respuesta
internacional a su expansión durante el mayor tiempo posible.
- Sin embargo, también se podría argumentar que, aunque Japón planeaba expandir
su imperio en Asia, la guerra no era inevitable. Esto se debió a que Japón estaba
dispuesto a lograr sus objetivos mediante la negociación. Si era posible, debía
evitarse la guerra con las principales potencias. Sin embargo, si la negociación
fracasaba, Japón debía estar preparado para la guerra.
- Además, se podría argumentar que Japón se vio obligado a entrar en guerra por las
acciones de Estados Unidos y que Japón tenía objetivos legítimos para la región.
Por tanto Estados Unidos y Gran Bretaña estaban decididos a contener a Japón.

4.1 CAUSAS DE LA EXPANSIÓN


a) En la década de 1930, Japón se había modernizado por completo y había
recorrido un largo camino hacia el logro de la igualdad con Occidente.
b) Las fuerzas del nacionalismo y el militarismo se habían afianzado y eran
populares entre el pueblo japonés; estas fuerzas habían recibido un impulso gracias
a los éxitos en las guerras contra China y Rusia, que habían establecido la posición
de Japón en China continental. La mayoría de los japoneses, en la década de 1930,
veían la posición de Japón en Asia como esencial, no solo por razones
económicas y estratégicas, sino porque creían que el destino de Japón era ser el
líder de la región.
c) A lo largo de la década de 1930, el impacto del pensamiento militarista y nacionalista
en Japón continuó siendo importante para alentar una política exterior expansionista.
Además, las crisis internas del gobierno y la economía permitieron que estas fuerzas
dominaran.
d) Otro factor clave que alentó una política exterior expansionista fue la continua
inestabilidad política que existía en China.

4.1.1 INESTABILIDAD POLÍTICA EN CHINA


A fines de la década de 1920, había surgido una nueva situación en China. Fue esta
situación, combinada con la creciente fuerza de las fuerzas armadas y la crisis económica
en Japón, lo que precipitó la crisis de Manchuria de 1931.
Animado por la indignación pública por el comportamiento de los extranjeros
en China, el nacionalismo chino había crecido. El Partido Nacionalista de China, el
Kuomintang (KMT), dirigido por Chiang Kai-Shek, inició una campaña de unificación
nacional. Esto incluyó retórica anti-extranjera y demandas para poner fin a los tratados
desiguales que las grandes potencias, incluido Japón, habían obligado a firmar a China.
En 1921, se había creado un nuevo partido político, el Partido Comunista, en China.
Inicialmente, los comunistas, liderados por Mao Zedong, se unieron a Chiang Kai-shek
para formar el Frente Unido.
El Frente Unido lanzó una "Expedición al Norte" para consolidar el control del
gobierno central y arrebatar el poder a los señores de la guerra. Sin embargo, en última
instancia, los nacionalistas y los comunistas debían enfrentarse en una guerra civil china
que, a partir de 1927, dirigió las energías y el enfoque de Chiang hacia la derrota de los
comunistas en lugar de los japoneses.
Esta situación cambiante en China iba a tener un impacto en las acciones del
gobierno y el ejército japoneses.

4.1.2 PROBLEMAS INTERNOS JAPONESES ANTES DE 1932: CRISIS POLÍTICAS


Y LA CRECIENTE INFLUENCIA DE LAS FUERZAS ARMADAS
La Expedición del Norte, que había sido lanzada por Chiang Kai-shek con los
comunistas, fue motivo de preocupación para el gobierno japonés. Los japoneses habían
respaldado al señor de la guerra en Manchuria, Zhang Zuolin. Sin embargo, Zhang se
había vuelto muy poderoso e intentó expandirse al norte de China, lo que lo convirtió en un
objetivo para Chiang. Si Chiang derrotaba a Zhang, podría obstaculizar los intereses de
Japón en Manchuria.
Japón planeaba usar su ejército en Manchuria, el Ejército de Kwantung,
para desarmar a Zhang y obligarlo a retirarse a Manchuria antes de que fuera derrotado por
Chiang. La política era permitir que el KMT de Chiang mantuviera a China mientras Japón
se concentraba en sus intereses en Manchuria.
Sin embargo, algunos líderes de Kwantung obligaron a la Expedición al Norte de
Chiang a detenerse en Jinan. Luego asesinaron a Zhang el 4 de junio de 1928. Algunos de
los asesinos de Kwantung creían que las consecuencias de este acto proporcionarían la
excusa para conquistar Manchuria.
El emperador ordenó al primer ministro japonés, Tanaka, que impusiera la disciplina
en el ejército. Sin embargo, a pesar del enfado de Tanaka por esta injerencia del Ejército de
Kwantung en la política del gobierno, el Estado Mayor no estaba dispuesto a castigar a los
perpetradores, ya que afirmaban que debilitaría el prestigio del ejército.
En julio de 1929, Tanaka se vio obligado a dimitir porque no pudo cumplir los
deseos del emperador. Por lo tanto, ya en el verano de 1929, estaba claro que el
ejército podía ignorar al gobierno con impunidad. Esto socavó la democracia
liberal en Japón.
El líder del Partido Minseito, Hamaguchi Yuko, se convirtió en primer ministro,
pero tuvo que convocar elecciones en 1930 porque no tenía mayoría en el
parlamento. Obtuvo una sólida mayoría del público en su manifesto de buenas
relaciones con China, desarme y fin de la corrupción. Sin embargo, su gobierno pronto
flaqueó cuando el impacto de la Gran Depresión comenzó a afectar la economía.
Hamaguchi no tenía los fondos para ayudar a la industria, por lo que recortó los
salarios del gobierno tanto para el sector civil como para el militar. Los militares no
estaban contentos con esta medida, pero luego se indignaron cuando Hamaguchi aceptó
las decisiones tomadas en la Conferencia de Desarme Naval de Londres (1930) para
limitar el crecimiento naval de Japón. Las críticas al gobierno, particularmente en los
círculos militares, crecieron.
En noviembre de 1930, las cosas llegaron a un punto crítico cuando un radical de
derecha disparó contra Hamaguchi. Sus heridas le obligaron a dimitir en abril de 1931 y
falleció en agosto.

4.1.3 PROBLEMAS INTERNOS JAPONESES: CRISIS ECONÓMICA


La crisis económica mundial que comenzó en 1929 tras el desplome de Wall
Street en Estados Unidos puso en tela de juicio todo el orden económico internacional. Esto,
a su vez, arrojó dudas sobre la fiabilidad de Estados Unidos y otras naciones
democráticas, y sobre el propio gobierno parlamentario de Japón.
Japón dependía del comercio mundial y sus exportaciones cayeron drásticamente
a medida que los países establecían aranceles para proteger sus propias industrias.
La Ley de Tarifas Smoot-Hawley, promulgada por el presidente estadounidense
Herbert Hoover en 1930, impuso las tarifas protectoras más altas en la industria
estadounidense en tiempos de paz. Los aranceles sobre los productos japoneses
aumentaron hasta en un 200%.
La industria más afectada fue la de la seda. En 1932, el precio de la seda había
caído a menos de una quinta parte de lo que había sido en 1923. Los agricultores
se vieron particularmente afectados porque más de la mitad de ellos dependían de su
producción. El resultado fue una pobreza desesperada ya que el desempleo aumentó a 3
millones.

“La responsabilidad de la difícil situación de Japón recayó directamente sobre los hombros
de las reformas liberales de la década de 1920. La democracia taisho y el internacionalismo
taisho, nunca muy robusto y posiblemente condenado de todos modos, estaban a punto de
convertirse en dos víctimas más de la depresión mundial”. - Boyle, 1993

Ante la gravedad de la situación económica, Manchuria se convirtió en un


territorio fundamental para los intereses de Japón.
Japón había ganado el control de Port Arthur, así como el control de los derechos
ferroviarios y minerales, cuando derrotó a Rusia en la Guerra Ruso-Japonesa en 1904-05.
La riqueza de recursos de Manchuria (carbón, hierro y madera) atraía cada vez más a un
Japón que sufría las privaciones de la depresión. Si Japón se apoderara de Manchuria,
controlaría estos recursos y también ganaría un mercado para sus productos
manufacturados.
Manchuria también podría proporcionar un espacio vital para un Japón
superpoblado. De hecho, Manchuria fue descrita por el diplomático Yosuke Matsuoko (quien
se convirtió en Ministro de Relaciones Exteriores en 1940) como un "salvavidas" y "nuestro
único medio de supervivencia".

4.1.4 LA CRISIS DE MANCHURIA (1931)


Pero China estaba determinada a luchar por Manchuria. La esperanza del
ejército de Kwantung de que el asesinato de Zhang permitiría que Japón tomara el control
no se cumplió, ya que el señor de la guerra fue sucedido por su hijo, Zhang Xueliang, quien
se alió con Chiang. De hecho, los nacionalistas chinos enarbolaron la bandera
antijaponesa.
A pesar de que el gobierno nipón mantenía su intención de utilizar medios pacíficos,
para mantener sus intereses en China, los líderes del Ejército de Kwantung estaban
convencidos de la necesidad de tomar medidas más fuertes.
Así, un grupo de oficiales del ejército de Kwantung tramó un complot para
apoderarse de Manchuria de una vez por todas, contra las políticas de su propio gobierno.
El primer ministro Wakatsuki fue advertido del plan por funcionarios del cónsul japonés en
Manchuria e informó al emperador, quien ordenó al ministro de guerra, general Minami,
que frenara al ejército de Kwantung.
Minami respondió escribiendo una carta urgente al comandante del ejército de
Kwantung, pero esta carta fue retenida intencionalmente por el general encargado de
entregarla. Por lo tanto, los conspiradores ejecutaron su plan antes de recibir la orden del
emperador de cancelar cualquier acción contra los chinos.

Como escribe el historiador Herbert P. Bix:


"Hirohito y sus principales asesores de palacio ... nunca imaginaron que el ejército de Kwantung
tomaría la iniciativa, anularía completamente las políticas del gabinete de Minseito y socavaría la
autoridad del emperador" (Bix, 2000).

En la noche del 18 de septiembre de 1931, cerca de Mukden, hubo una explosión


en una sección del Ferrocarril del Sur de Manchuria, de propiedad japonesa. Los
oficiales del ejército de Kwantung afirmaron que los chinos habían volado el
ferrocarril. Sin embargo, hay pruebas de que los autores eran miembros del ejército de
Kwantung.
El ejército de Kwantung tenía su "excusa". En cuestión de horas, los japoneses
habían obligado a los chinos a retirarse de Mukden. Al día siguiente, el ejército de Kwantung
atacó por el norte.
El gobierno de Wakatsuki intentó recuperar el control y declaró una política de "no
expansión de las hostilidades", pero el Ejército de Kwantung estaba disfrutando de sus
victorias y no hizo caso de las órdenes que venían de Tokio. Comenzó a apoderarse
de más territorio. El 24 de septiembre, el gobierno declaró que el ejército volvería a la
zona ferroviaria, pero nuevamente el ejército de Kwantung ignoró al gobierno y avanzó más
hacia el campo de Manchuria.
- Efectos de la crisis de Manchuria para las relaciones internacionales de Japón
Para el mundo exterior, las proclamas japonesas de intenciones pacíficas parecían
engañosas, ya que su ejército continuaba expandiéndose en Manchuria. La ruptura
del control sobre el ejército de Kwantung no se había apreciado del todo.
Así siguió, en la década de 1930, un marcado deterioro de las relaciones entre
Japón, por una parte, y Estados Unidos y Gran Bretaña, por otra. Aunque la respuesta
de Occidente a la crisis de Manchuria en 1931 fue bastante cautelosa, su condena a Japón
por usar la fuerza hizo que Japón abandonara la Sociedad de Naciones.

El historiador Kenneth Pyle ve la crisis de Manchuria como un "punto de


inflexión" para Japón. De hecho, condujo al aislamiento de Japón, ya que ahora
parecía haber abandonado la cooperación internacional y el Sistema del Tratado de
Washington.

Las resoluciones de la SDN sobre la crisis de Manchuria se compararon con la Triple


Intervención de 1895 y el Ministro de Relaciones Exteriores Uchida afirmó que "El
reconocimiento del nuevo estado [de Manchukuo] no entra en conflicto en modo alguno con el
Tratado de las Nueve Potencias". Al igual que en 1895, se consideraba que Occidente frenaba
las necesidades legítimas de Japón por razones racistas y que defendía el derecho
internacional solo cuando le convenía.

Esta nueva visión del marco internacional, sumada al aumento del poder de los
militares, llevó en la década de 1930 a un hermanamiento y admiración por la Alemania
nazi, que también había abandonado la Liga de Naciones y se encontraba claramente
limitada por las disposiciones del Tratado de Versalles.
Por el contrario, la URSS representaba una amenaza tanto ideológica como
territorial para Japón, ya que los intereses de ambos convergían en Manchuria. Cada vez
más preocupado por la relación entre China y la Unión Soviética, Japón firmó el
Pacto Anti-Komintern con la Alemania nazi en noviembre de 1936.

- Efectos para Manchuria y China


A principios de 1932, Manchuria estaba totalmente bajo el control de las fuerzas
japonesas. Los japoneses en Manchuria establecieron un gobierno independiente bajo el
gobierno títere de Pu Yi (el último emperador de China) y llamaron al nuevo estado
“Manchukuo”.
En enero de 1932, también estallaron enfrentamientos entre las fuerzas japonesas y
chinas en Shanghai. La ciudad fue bombardeada por los japoneses con una devastación
generalizada de los distritos chinos. El intenso bombardeo sobre las zonas
residenciales, con miles de víctimas y refugiados que se crearon como resultado,
intensificó la indignación china y ayudó a que la opinión mundial se volviera contra
Japón. Cuatro divisiones de tropas japonesas desembarcaron para ayudar a la
armada estacionada en Shanghai. Después de seis semanas, las fuerzas chinas se
vieron obligadas a retirarse.
La respuesta de China a la crisis de Manchuria fue pedir la intervención de la Liga
de Naciones. Chiang Kai-shek, el líder del Partido Nacionalista, ahora estaba
concentrado en derrotar a los comunistas chinos y no quería involucrarse en otro
conflicto. Sabía que era poco probable que recibiera el tipo de apoyo que necesitaba de las
potencias occidentales, pero al menos esperaba poder ganar tiempo para organizar sus
defensas. Tampoco negoció directamente con el gobierno japonés.
Aunque Chiang se mostró reacio a confrontar directamente a Japón, el pueblo chino
respondió con furia a las acciones de Japón. Hubo un boicot a los productos japoneses, que
tuvo un impacto en Japón, ya que redujo las ventas de sus productos en China en dos
tercios. Sin embargo, esto hizo poco para detener las acciones de Japón o para cambiar las
prioridades de Chiang de atacar a los comunistas primero. Así, tras el bombardeo de
Shanghai y la continua expansión de Japón en el norte, China siguió cediendo territorio.
El control japonés de Manchuria fue aceptado en mayo de 1933 en el Tratado de
Tanggu.
Chiang acordó además la incautación de partes del interior de Mongolia y, en junio
de 1935, acordó retirar todas las tropas de la provincia de Hebei. La estrategia de Chiang
contra Japón deriva de su creencia de que, dado el tamaño de China, Japón se agotaría
en el proceso de intentar ocuparla. Creía que los japoneses “eran una enfermedad de la piel
mientras que los comunistas eran una enfermedad del corazón”; por ello, consideró “vender
espacio para ganar tiempo”, una estrategia viable.

- Efectos para el gobierno japonés


Japón se benefició económicamente de la ocupación de Manchuria. Sin embargo, el
costo de mantener un ejército considerable en China continental anuló hasta cierto punto los
beneficios y hubo un aumento en los impuestos en Japón. De hecho, al declarar su
responsabilidad de mantener la paz en Asia a través de la “Doctrina Asia Monroe” (Asia
para los asiáticos), Japón se estaba sobrepasando. Necesitaba poder protegerse contra el
ejército soviético y la marina estadounidense, y también hacer que el gobierno chino
aceptara su posición en Manchuria y el norte de China. Esta precaria situación fue el
resultado de la toma de decisiones del ejército en lugar del gobierno y del sentimiento
nacionalista que había ido creciendo en Japón.
Después de la crisis de Manchuria, había pocas esperanzas de que el gobierno
recuperara la ventaja. De hecho, la posición del gobierno japonés se vio aún más
socavada por el apoyo público a las acciones del ejército de Kwantung en China. Hubo
una celebración de los "héroes" de Manchuria; el avergonzado gobierno japonés tuvo
que seguir la ola de opinión popular y aceptar las conquistas en lugar de demostrar la
pérdida de control que tenía sobre el ejército. Las críticas y condenas extranjeras
también contribuyeron a avivar los sentimientos nacionalistas japoneses.
5. EL DESCENSO AL "VALLE OSCURO"
Tras los sucesos de Manchuria, las disputas internas no solo serán entre el Gobierno
y el Ejército, sino también dentro del mismo Ejército, pues había quien consideraba que
Japón estaba forzando demasiado la situación internacional y que podría generar la
reacción por parte de otras potencias.
El nacionalismo exacerbado y el prestigio del Ejército finalmente condujo al
surgimiento de un gobierno militar y a lo que los japoneses llaman el descenso al “Valle
Oscuro”.

5.1 PROBLEMAS INTERNOS: crisis políticas y aumento del militarismo


Surgieron dos grupos que, tras el éxito en Manchuria de 1932, buscaban una
posición más fuerte para los militares.: la facción Koda-ha o Imperial Way, y la facción
Tosei-ha o Control. Ambos grupos eran imperialistas y querían la expansión japonesa,
aunque el Koda-ha era el más radical de los dos.
La facción de Koda-ha creía en una dictadura militar y sus principales oficiales
veían a la Unión Soviética como el principal enemigo de Japón. Vieron la guerra con la
Unión Soviética como inevitable y la conquista de Manchuria como el primer paso hacia
esto.
Los Tosei-ha estaban en contra del terrorismo y el uso de la fuerza para destituir al
gobierno. Querían utilizar medios legales para fomentar el poder militar y la influencia
sobre el gobierno. No veían la guerra con la Unión Soviética como inevitable y querían
mantener buenas relaciones con los soviéticos. Su objetivo era la conquista de China, lo
que requeriría la modernización del ejército y la industria, así como la movilización de toda
la nación.
Como parte de esta contienda interna por el poder en Japón, tres grandes complots
de asesinato desestabilizaron al gobierno entre 1932 y 1936.
Uno de ellos tuvo lugar en mayo de 1932, cuando varios oficiales del ejército y la
marina atacaron bancos, oficiales del partido y la sede de la policía en Tokio. El primer
ministro Inukai fue asesinado a tiros.
El juicio de los conspiradores demostró un apoyo generalizado a sus acciones y una
desilusión generalizada con los partidos políticos gobernantes. Por lo tanto, el “Incidente del
15 de mayo”, como se le conoció, aumentó la influencia del ejército y socavó aún más al
gobierno democrático. Los gobiernos posteriores del almirante Saito y el almirante Okada
fueron gobiernos interinos, durante los cuales el ejército libró su lucha de poder entre las
facciones de Koda-ha y Tosei-ha.
El gobierno del almirante Saito (mayo de 1932-julio de 1934) pareció favorecer a
la facción de Kodo-ha, ya que nombró a tres de sus líderes en altos cargos. Sin embargo,
Saito adoptó una postura firme contra las facciones radicales de Kodo-ha y, después de
que se descubrió un complot en su contra, promovió a un miembro de Tosei-ha a ministro
de Guerra.
El almirante Okada asumió el cargo en julio de 1934. Durante su liderazgo, el
Kodo-ha produjo una publicación que promovía la idea de que el ejército debería controlar la
economía. Cuando un ministro de Kodo-ha fue despedido por no mantener el control de sus
jóvenes oficiales, un oficial de Kodo-ha asesinó al líder de Tosei-ha, el general Nagata.
Hubo simpatía por el asesino, Aizawa, en su juicio, pero fue declarado culpable y
ejecutado. En respuesta, un grupo de jóvenes oficiales de Kodo-ha intentó una revuelta
para tomar el poder en febrero de 1936: 1.500 soldados marcharon hacia Tokio y tomaron
los edificios del parlamento, la oficina de guerra, el cuartel general de la policía y la
residencia del primer ministro. Asesinaron brutalmente a muchos funcionarios. Las noticias
de su intento y sangriento golpe dieron la vuelta al mundo, a pesar de su fracaso.
Quince de los conspiradores clave fueron juzgados en secreto y fusilados. La facción
Kodo-ha quedó desacreditada. A partir de entonces, los miembros de la facción de
Tosei-ha fueron los más importantes en el desarrollo de la planificación del ejército, y
esto significó que el ejército ahora tomaría un control más firme del país.
El almirante Okada dimitió después del intento de golpe; Hirota Koki se
convirtió en primer ministro. Desde el principio, fue débil y tuvo que hacer compromisos
con los militares, incluido el acuerdo de seguir una política exterior sólida.
En mayo de 1936, acordó que los ministros del ejército y la marina debían ser
oficiales en servicio. Más tarde aceptó un programa de siete puntos del ejército, que
entregó el control del gobierno a los militares. Hirota acordó expandir la
producción de armas y apoyar al ejército en Manchuria. También firmó el Pacto
Anti-Komintern con Hitler en noviembre de 1936. Cuando la Dieta Nacional declaró su
alarma por la dirección que estaban tomando los militares, el gobierno fue derrocado.
El gobierno del general Hayashi estuvo en el poder entre febrero y junio de 1937.
La Dieta fue el único organismo que intentó limitar el poder de los militares. Sin embargo,
sus políticos estaban divididos. En junio, el príncipe Konoye Fumimaro asumió el cargo
de primer ministro y se esperaba que, con su larga experiencia política, pudiera unir
políticamente a la nación.
Konoye quería contener al ejército, pero pronto se hizo evidente que no sería
capaz de hacerlo; la facción de Tosei-ha era dominante en el gobierno y la expansión en
China era su objetivo. Un destacado general de Tosei-ha, el general Tojo, se convirtió en
Jefe de Estado Mayor del Ejército de Kwantung en julio de 1937. A las seis semanas de que
Konoye tomara el poder, los comandantes del ejército de Japón ordenaron la
invasión de China.

5.2 LA GUERRA CHINO-JAPONESA DE 1937


a) Los primeros pasos de la guerra
El desencadenante fue un incidente en el puente Marco Polo (1937), cerca de
Pekín, provocado por las fuerzas japonesas, que habían reunido tropas desde Corea sin la
aprobación de Tokio. El ministro de guerra exigió que se desplegaran más fuerzas desde
Corea y Manchuria, y, aunque el príncipe Konoye intentó contener al ejército, se enviaron
refuerzos. Esto llevó a la guerra a gran escala con China.
A finales de julio, las fuerzas japonesas habían tomado Pekín y avanzaban sobre
Shanghai, por lo que combatían en dos frentes (el norte y el propio Shanghai).
El ataque japonés fue brutal, con ataques aéreos devastadores, mientras su
ejército se dirigió por el Yang Tse: la huída en masa de los campesinos chinos es
considerada por algunos historiadores, el éxodo más grande de la Historia.
La intención era conseguir la rápida rendición de China y su sumisión a Japón como
líder de Asia. Sin embargo, Japón subestimó el nacionalismo chino, alentado por las
atrocidades japonesas (como la violación de Nankín).
Ni las derrotas ni la falta de recursos para la guerra forzaron a los chinos a negociar,
por lo que Japón debió adentrarse hacia el interior para combatir. Llegó un momento en que
las líneas de suministro fueron demasiado largas, lo que debilitó al ejército japonés,
haciéndolo más vulnerable a la guerrilla china.
Se desarrollaron dos centros de resistencia china, uno bajo Chiang Kai-shek en
el centro y otro bajo Mao Zedong en el norte de China.
b) La búsqueda de una solución pacífica
En noviembre de 1938, el gobierno japonés declaró la creación de una nueva
unión política, cultural y económica entre Japón, Manchukuo y China: un nuevo
orden en el este de Asia. El príncipe Konoye había declarado públicamente el objetivo
de Japón de crear esta unión, lo que significaría un nuevo nivel de "cooperación" política,
económica y cultural entre Japón, China y Manchukuo. Chiang Kai Shek se negó a
aceptarlo y continuó la guerra.
Japón intentó varias soluciones al problema chino: desde una paz negociada hasta
la creación de un nuevo régimen en China que aceptara la sumisión, pero nada funcionó y
la guerra se asentó.

“La guerra preparó el escenario para el triunfo del comunismo en China, y [terminaría]
sólo después de haber sido causa de la participación japonesa en la Segunda Guerra Mundial, y
la derrota final de Japón" (Bix, 2000).

c) La consolidación del conflicto después de 1938


- Los militaristas toman el control
El príncipe Konoye regresó como primer ministro en julio de 1940 después de
haber dimitido en diciembre de 1938. Todavía tenía como objetivo limitar el poder de los
militares y creó un partido de unidad llamado Asociación de Asistencia para la Regla
Imperial al que se unieron la mayoría de los partidos políticos, suspendiendo el
pluripartidismo en 1940.
El nuevo partido fracasará en su intento de limitar el poder del Ejército, provocando
la dimisión de Konoye y el ascenso del general Tojo en 1941, con el que los militares
consiguen el control político total.

- El impacto de la guerra en Europa


Con la firma del Pacto Anti-Komintern y las fulgurantes victorias de Hitler en Europa,
Japón pronto vio la posibilidad de expandirse hacia las colonias europeas en Asia.
En noviembre de 1940, Japón presionó a la Francia ocupada para que permitiera
que las fuerzas japonesas tuvieran tropas y aeródromos en Indochina. Esta sería la
primera fase de su conquista del sudeste asiático. Intentos similares de presionar a los
holandeses fracasaron.

- El Pacto Tripartito y el Pacto de Neutralidad


En septiembre de 1940, Japón, firmó el Pacto del Eje Tripartito que acordó que
Alemania e Italia dominarían Europa y dejarían a Japón para dominar el Este de Asia. Si las
potencias del Eje pudieran derrotar a las democracias occidentales en Europa, Japón podría
apoderarse fácilmente de sus colonias en Asia.
Además, Japón pudo asegurar su frontera norte después de firmar un pacto
con la Unión Soviética: durante la guerra con China, Japón se enfrentó dos veces con la
Unión Soviética por disputas fronterizas en 1938 y 1939. El Pacto Germano-Soviético de
1939 había sido un revés para Japón, pero pronto siguieron la política de Hitler y en abril de
1941 Matsuoka también firmó un Pacto de Neutralidad con los soviéticos. Esto fue
mutuamente beneficioso ya que la Unión Soviética pudo concentrar sus fuerzas en Europa y
los japoneses pudieron mover sus fuerzas más al sur.
Las victorias de Hitler en Europa hicieron posible que Japón se lanzara a por el
control de las colonias asiáticas de Gran Bretaña, Francia y los Países Bajos. En julio de
1940, las fuerzas japonesas se trasladaron al sur de Indochina. Desde allí podrían
amenazar a Siam (Tailandia), Malasa y las Indias Orientales Holandesas.
Estados Unidos y Gran Bretaña, alarmados por las intenciones japonesas,
congelaron inmediatamente todos los activos japoneses y esto detuvo el comercio
exterior con Japón. Además, reforzaron sus defensas en la región y aumentaron la ayuda
a Chiang en China.
En 1941, animado por el dominio europeo de Hitler, Japón lanzó su proyecto de
crear la Gran Asia Oriental, un proyecto panasiático con Japón a la cabeza.

- El ataque a Pearl Harbor (diciembre de 1941)


Las acciones de Japón en 1941 estarán marcadas por el ascenso definitivo de los
militares al poder y por la crisis económica derivada del bloqueo estadounidense.
El embargo económico impuesto a Japón como resultado de su expansión en
Indochina suponía una amenaza muy grave para los intereses de Japón, ya que podía
provocar la falta de suministros del ejército en China. Los militares concluyeron que su única
opción era conquistar las colonias europeas. Pero incluso dentro del Ejército existía
disensión: para algunos, Japón debía retirarse de Indochina para que se levantara el
embargo; para otros, la conquista debía seguir ya que no creían que EEUU fuera a dar
un paso hacia la guerra.
Se dieron negociaciones entre Japón y EEUU durante todo 1941. EEUU exigía que
Japón cesara en su expansión y continuara con la diplomacia para conseguir sus objetivos.
Japón se negó y dilató las negociaciones, mientras el Ejército planeaba la futura guerra.

El 7 de diciembre de 1941, en una audaz maniobra naval, los bombarderos


japoneses atacaron barcos e instalaciones estadounidenses en Pearl Harbor en un
intento de destruir la flota estadounidense del Pacífico. Si hubiera tenido éxito, EEUU
hubiera quedado inutilizado ante la expansión japonesa durante años. A pesar de no tener
un éxito rotundo, Japón pudo entonces consolidar su control en el sudeste asiático antes de
que Estados Unidos tuviera tiempo de reconstruir su capacidad naval.
El ataque a Pearl Harbor fue enormemente grave para los EE.UU (90% de la
energía aérea y marítima del Pacífico central destruida o gravemente dañada). Sin
embargo, los japoneses no consiguieron destruir la fuerza de portaaviones
estadounidense. Fue un error fatal para Japón.
El gobierno de Estados Unidos estaba indignado por el ataque a Pearl Harbor, que
fue descrito por el presidente Roosevelt como "cobarde". La naturaleza engañosa de
llevar a cabo negociaciones en los EE. UU. y al mismo tiempo enviar una flota de ataque a
través del Pacífico fue vista como una actitud traicionera. El brutal asalto aéreo mató a
2.403 e hirió a 1.178 militares y civiles estadounidenses antes de que se hiciera
cualquier declaración de guerra.
- La conquista del sudeste asiático
Mientras atacaban Pearl Harbor, Japón atacó simultáneamente a Hong Kong y Singapur.
Al día siguiente, el 8 de diciembre, fueron a por las Indias Orientales Holandesas,
Filipinas y Malasia el 8 de diciembre.
A finales de diciembre, Japón había tomado el control de Guam, Hong Kong y la
isla Wake. También habían hundido dos importantes buques de guerra británicos: el Prince
of Wales y el Repulse.
Para mediados de 1942,Japón había tomado Indochina, Siam, las Indias
Orientales Holandesas, Malasia, Singapur y Filipinas.

El historiador Kenneth Pyle resume el impacto de las acciones de Japón:


“Japón pagó un precio terrible por la audaz apuesta de sus líderes en 1941. Abandonando
el realismo cauteloso que había caracterizado tradicionalmente a la diplomacia japonesa, la nación
entró en un conflicto que les costó la vida a casi 3 millones de japoneses, a todo su imperio de
ultramar y a la destrucción de una cuarta parte de sus máquinas, equipos, edificios y casas.
Generaciones quedaron marcadas física y psicológicamente por el trauma.
El resultado estuvo cargado de ironía histórica. El sentimiento de guerra en Japón había
sido impulsado por una ideología ultranacionalista que buscaba preservar los valores
tradicionales del orden político japonés, que se oponía con vehemencia a la expansión de la
influencia bolchevique en Asia y que quería establecer el Imperio japonés. En cambio, la
guerra trajo una revolución socialdemócrata en casa, el surgimiento del comunismo en China
y, por primera vez en la historia de Japón, la ocupación por una fuerza enemiga”.
Pyle, KB. 1996 The Making of Modern Japan, página 204
6. LA RESPUESTA INTERNACIONAL A LA AGRESIÓN JAPONESA, 1931-1941

COMPRENSIÓN CONCEPTUAL
- Consecuencia

6.1 LA RESPUESTA DE LA SOCIEDAD DE NACIONES A LOS


ACONTECIMIENTOS DE MANCHURIA ENTRE 1931 Y 1936
La acción de Japón en el incidente de Mukden fue el primer desafío significativo de
una gran potencia al nuevo sistema internacional que se había establecido en Europa
después de la Primera Guerra Mundial. Este sistema internacional se centró en el
concepto de seguridad colectiva: que los estados emprenderían acciones conjuntas para
hacer frente a la agresión. Para facilitar esa acción, en 1919 se estableció la Sociedad de
Naciones, un organismo en el que todos los estados podían estar representados.
Además, varios tratados, como el Sistema de Conferencias de Washington, el
Tratado de las Nueve Potencias y el Pacto Briand-Kellogg, reforzaron la idea de
cooperación internacional pacífica.

El Pacto Briand-Kellogg

El Pacto Briand-Kellogg fue un acuerdo internacional firmado por 15 páises en 1928, que
renunciaba a la guerra como método para resolver disputas internacionales.
Fue promovido por Aristide Briand, Ministro de AAEE de Francia,y por Frank B. Kellog,
Secretario de Estado de EEUU, y a él se sumaron otros 13 países en su firma inicial.
Otros 60 países se adherieron en los años posteriores.
Sin embargo, se trató solamente de una declaración de intenciones, en una época de
bonanza económica, ya que el pacto no incluía ningún mecanismo para hacer valer su
cumplimiento.
La Gran Depresión, la política de Hitler y la de el Eje en su conjunto, demostraron su
escaso éxito.

a) La Sociedad de Naciones/Liga de las Naciones


La Sociedad de Naciones se componía de dos órganos: la Asamblea de la Liga y
el Consejo de la Liga.
La Asamblea estuvo integrada por representantes de todos los estados
miembros; se reunía anualmente y cada estado tenía un voto.
El Consejo estaba formado por las principales potencias Gran Bretaña, Francia,
Italia y Japón, además de otros cuatro miembros elegidos por la asamblea. El
consejo tomaba la mayoría de las decisiones clave, como actuar contra un miembro de la
SDN que recurriera a la guerra. El Pacto de la Sociedad de Naciones fue el documento que
estableció cómo la institución iba a lograr sus objetivos de promover la cooperación
internacional y mantener la paz y la seguridad internacionales.
b) Medidas de la SDN tras el incidente de Mukden
Tras el incidente de Mukden, China apeló a la Sociedad de Naciones, esperando
poder invocar el principio de seguridad colectiva y así conseguir que se tomaran medidas
contra Japón, como se establece en el artículo 16 del Pacto.
Sin embargo, la SDN actuó con cautela. Sostuvo varias reuniones para discutir qué
acciones deberían tomarse. A estas reuniones asistieron el gobierno japonés en China y
Estados Unidos (quien, aunque no era miembro de la SDN, fue invitado a enviar
representantes al consejo). Aunque el gobierno japonés parecía estar cooperando con
la SDN, el ejército continuó expandiendo su influencia sobre Manchuria desafiando una
solicitud de la SDN de que las tropas japonesas se retiraran a la zona ferroviaria.
La SDN decidió entonces enviar la comisión Lytton (dirigida por un diplomático
británico) a Manchuria. Esta comisión tardó varios meses en llegar a Manchuria y otros
tantos en completar su informe sobre la situación. Durante este tiempo, el ejército
de Kwantung continuó expandiéndose por Manchuria. En marzo de 1932, Manchuria
fue declarada el estado de Manchukuo, un estado títere bajo el control de Japón con el
último emperador de China, Pu Yi como gobernante. Los japoneses afirmaron que los
manchúes ahora estaban libres de la dominación china.
Un año después del incidente de Mukden, se publicó el Informe de la Comisión
Lytton, que declaró lo siguiente:
- Se aceptaba la realidad de que Japón tenía intereses especiales en Manchuria, pero
el uso de la fuerza por parte del ejército y su toma de control de toda Manchuria fue
inaceptable e injustificado.
- Japón debería ceder el territorio y retirar sus fuerzas.
- Manchukuo no era un estado independiente y no podía ser reconocido como tal.
- Manchuria debería independizarse, pero bajo soberanía china.

La Comisión subrayó que el problema de Manchuria sólo podría resolverse mediante


una mejora general de las relaciones chino-japonesas. Recomendó que, tras la retirada
de las tropas de Japón de regreso a la zona ferroviaria, los dos países deberían negociar un
pacto de no agresión y un acuerdo comercial.
Tales recomendaciones ignoraron el hecho de que Japón quería Manchuria y
no estaba dispuesto a transigir. Japón declaró que los miembros de la SDN eran hipócritas
en su actitud hacia las acciones japonesas en China; alegaban que Francia o Gran Bretaña
habían usado igualmente la fuerza para establecer sus enclaves en China.
Japón no aceptó el informe y se retiró de la SDN como protesta en marzo de
1933.

- ¿Por qué la Liga no tomó medidas más contundentes contra Japón?


Francia, como uno de los miembros clave de la SDN, sintió que no tenía ninguna
razón real para pelear con Japón. Como potencia colonial en Indochina, también tenía
mucho que ganar con una China debilitada.
Gran Bretaña también fue cautelosa en su respuesta. Aunque había algunos en el
gobernante Partido Conservador que creían que se debía respetar el principio de seguridad
colectiva, no estaba dispuesto a actuar cuando sus propios intereses no estaban en juego.
En cualquier caso, carecía de los medios militares para resistir a Japón.
Además, ambos países estaban sufriendo los efectos económicos de la Gran
Depresión, lo que los hizo dudar en gastar recursos en acciones económicas o militares.
No puede obviarse que el miedo al comunismo en ambos países significó que Japón
fuera visto como un aliado para contener a la Rusia comunista en el Lejano Oriente.

¿Qué impacto tuvo la falta de reacción de la SDN sobre Manchuria?


El hecho de que la SDN no respondiera al incidente de Manchuria alentó a
Japón a continuar con su expansión; probablemente, también influyó en la decisión de
Mussolini de invadir Abisinia en 1935.

6.2 LA RESPUESTA DE LA LIGA Y EUROPA A LOS ACONTECIMIENTOS


POSTERIORES A 1932
China volvió a apelar en 1937 a la Sociedad de Naciones después del incidente del
Puente Marco Polo y el bombardeo de Shanghai. La SDN condenó a Japón por violar el
Tratado de las Nueve Potencias de 1922, pero en realidad ahora era impotente y
podía tomar pocas medidas prácticas para ayudar a China.
En cualquier caso, Gran Bretaña y Francia ahora estaban preocupados por los
acontecimientos en Europa. Gran Bretaña pidió repetidamente a Estados Unidos que
ejerciera presión diplomática conjunta sobre Tokio, pero fue en vano.
En noviembre de 1937, la Conferencia del Tratado de las Nueve Potencias se reunió por
última vez en Bruselas. Condenó las acciones de Japón e instó a que se suspendieran las
hostilidades, pero no produjo ninguna medida para detener la agresión japonesa.

6.3 LA RESPUESTA DE CHINA A LOS ACONTECIMIENTOS POSTERIORES A 1932


a) El establecimiento del Segundo Frente Unido
La insistencia de Chiang en luchar contra los comunistas en lugar de los japoneses
le hizo perder el apoyo incluso dentro de su propio partido. En 1933 tuvo que reprimir un
levantamiento entre sus tropas que protestaban por su incapacidad para hacer frente a
los japoneses.
También hubo manifestaciones en Pekín por su política japonesa, la más grave de
las cuales fue en 1935. En diciembre de 1936, en medio de una campaña contra los
comunistas, Chiang fue secuestrado por tropas que actuaban bajo las órdenes del
general Zhang Xue-Liang, el señor de la guerra de Manchuria e hijo de Zhang Zuolin.
Zhang había sido puesto a cargo de la campaña anticomunista pero, al igual que
otros comandantes del norte, creía que había que dar prioridad a la invasión japonesa por
encima de la lucha contra los comunistas.
Los líderes del PCCh se involucraron en las negociaciones sobre la liberación de
Chiang e intentaron negociar una alianza de comunistas y nacionalistas contra los
japoneses. Aunque no se produjo ningún acuerdo oficial, los nacionalistas comenzaron a
priorizar la lucha contra Japón.
Así se formó un Segundo Frente Unido entre el Partido Nacionalista y el
Partido Comunista: la guerra civil se suspendió y en su lugar habría una “guerra de
resistencia nacional”.

b) Acciones de China tras el incidente del puente Marco Polo


Tras la invasión a gran escala de China por parte de Japón después del incidente del
Puente Marco Polo, Chiang anunció que "si permitimos que se pierda una pulgada más de
nuestro territorio, seremos culpables de un imperdonable crimen contra nuestra raza". Mao
declaró una política de “resistencia total de toda la nación”.
Sin embargo, a pesar de la creación del Segundo Frente Unido, las derrotas se
sucedieron para los chinos: en 1938, Pekín, Shanghai, Ghangzhou y Nanjing habían
caído en manos de Japón y el gobierno del Kuomintang tuvo que trasladar su capital a
Chongqing.
Pero ahora, los japoneses libraban una guerra que no deseaban y para la que les
faltaban recursos: En 1940, eran ya más de 750.000 japoneses en lucha y, a pesar de la
nula reacción internacional, no conseguían grandes avances.
Desde entonces fueron creando gobiernos títeres en la regiones ocupadas, como
fue el caso del dirigido por Wang Jingwie, ex miembro del KMT y rival de Chiang;
convencido de la imposibilidad de derrotar a los japoneses, pactó con Japón en 1940, para
ser el líder del “Nuevo Gobierno de China”. Rápidamente, el nuevo régimen fue
reconocido por las potencias del Eje (Alemania, Italia y Japón) y por Manchukuo.
Por tanto, en 1938, China se encontraba dividida en tres regiones: la China
nacionalista (KMT) con capital en Chongqing; la China comunista (PCCh) con capital en
Siam; y la China ocupada (dirigida por Jingwie).
Las relaciones entre nacionalistas y comunistas no fueron buenas, a pesar del
Frente Unido. Además, desde la entrada de EEUU en la Segunda Guerra Mundial, Chiang
tenía el convencimiento de que Japón sería derrotada, por lo que, desde entonces, siempre
tuvo en mente debilitar al bando comunista.

6.4 LA RESPUESTA DE ESTADOS UNIDOS A LAS ACCIONES JAPONESAS DE 1931 A


1937
EEUU vivió en la década de 1930 una era de aislacionismo (el mismo que le había
caracterizado hasta su intervención en la Primera Guerra Mundial). Existía el temor social a
verse nuevamente arrastrados a una guerra “ajena”. Pero el crack de la Bolsa de Nueva
York y el estallido de la Gran Depresión llevó el aislacionismo a su máximo, centrándose en
solucionar sus graves problemas internos.
Por ello, a pesar de que la agresión japonesa en China era una violación de la
política de “puertas abiertas” defendida por EEUU en China, el presidente Herbert Hoover
apenas tomó medidas. La seguridad y los intereses de EEUU no se habían visto
afectados y carecían de una fuerza naval en el Pacífico capaz de imponerse a Japón,
ya que el Congreso había denegado los fondos para crear una armada acorde a las
proporciones que se habían establecido en el Tratado de Washington.
Además, Estados Unidos tenía intereses comerciales e inversiones en Japón
que no quería poner en peligro, ya que eran mucho mayores de los que tenía en China.

El embajador estadounidense en China, Nelson T Johnson, comentó que "el


desarrollo de esta área bajo la iniciativa japonesa puede significar una mayor oportunidad para
que las plantas industriales estadounidenses vendan el tipo de maquinaria y otros productos
manufacturados que se necesitarán" ( Boyle, 1993: 179).
El Jefe de la División del Lejano Oriente del Departamento de Estado, Stanley K.
Hornbeck, comentó que “los intereses de Estados Unidos podrían ser mejor servidos si los
japoneses se mantuvieran involucrados en una lucha indecisa en un área donde Estados Unidos
no tenía intereses verdaderamente vitales, como Manchuria ”(Boyle, 1993: 179).
La respuesta del gobierno de Estados Unidos fue emitir una doctrina de
no reconocimiento ( Doctrina Stimson en honor al Secretario de Estado Henry Stimson)
el 7 de enero de 1932 en la que Estados Unidos declaró que no reconocería ningún acuerdo
que violara los acuerdos territoriales o administrativos de China, su integridad o que fuera
en contra de la política de puertas abiertas o del Pacto Briand-Kellog. De esta manera,
Hoover podía defender públicamente el derecho internacional, pero evitaba
comprometerse en sanciones económicas.
En 1933 Roosevelt ganó las elecciones y mantuvo la política hacia Japón. Sus
intereses se centraron en la implantación del New Deal en el interior, mientras que, a nivel
internacional, el ascenso y medidas de Hitler en el poder eclipsaron cualquier otra cuestión.
Estados Unidos continuó exportando materiales estratégicos a Japón durante la década de
1930.

El embajador británico en Washington informó: “La opinión [de Roosevelt] es que no


hay nada que hacer en este momento para detener [al] gobierno japonés y que la cuestión sólo
puede resolverse mediante la incapacidad final de Japón para soportar la tensión por más tiempo.
Su política sería evitar cualquier cosa que tienda a aliviar esa tensión”.

6.5 LA RESPUESTA DE ESTADOS UNIDOS A LOS ACONTECIMIENTOS DE 1937-1938


La actitud ante Japón se mantuvo a pesar de que las acciones militares y
económicas de Japón se estaban convirtiendo ahora en una amenaza para los Estados
Unidos.
El ambicioso programa de construcción naval de Japón, lanzado en 1936,
rompió el equilibrio de poder en el Pacífico occidental. Además, la penetración
económica en el norte y centro de China, tras su invasión militar, amenazó los intereses
estadounidenses en esas regiones y todo el concepto de política de “puertas abiertas”.
Roosevelt simpatizaba con la posición de China, al igual que los medios
estadounidenses. por lo que proporcionaron cierta ayuda financiera. Sin embargo, nada de
esto se tradujo en intervención política: en 1937, Estados Unidos rechazó diez llamamientos
británicos para participar en una oferta conjunta de mediación en el conflicto chino-japonés
y hacer una demostración de fuerza naval.
En cualquier caso, las acciones de Roosevelt estuvieron limitadas por varias
leyes (llamadas Leyes de Neutralidad) que imponían la postura aislacionista al evitar la
participación en conflictos que no involucraban específicamente a Estados Unidos.
A finales de 1937, un avión japonés hundió un cañonero estadounidense (el Panay)
que escoltaba petroleros por el Yang Tsé. Se trataba de un incidente que podía haber
desencadenado una guerra, pero la inmediata disculpa y compensación nipona frenó la
escalada de tensión, que no era deseada por ninguna de las dos partes.
La opinión pública en 1937 estaba a favor del aislamiento (70% de la población a
favor de repatriar a los estadounidenses de China para evitar cualquier conflicto con
Japón).
En la Conferencia de Bruselas de 1937, EEUU no quiso ir más allá de una
condena verbal contra las acciones japonesas, aunque Roosevelt, meses después,
propuso una “cuarentena” sobre Japón, lo que parecía mostrar una mayor voluntad para
imponer sanciones contra Japón. La amplia protesta contra el “discurso de la Cuarentena”
por parte de los aislacionistas llevó a Roosevelt a retroceder, e incluso a aumentar su
comercio con Japón en recursos básicos para su guerra con China: incremento en la
compra de seda japonesa y de la exportación de petróleo, metales y piezas mecánicas.

6.6 EL CAMBIO DE LA POLÍTICA HACIA JAPÓN EN 1938


En 1938, la actitud de EEUU hacia Japón dará un giro importante: utilizando los
poderes presidenciales, Roosevelt decidió no aplicar las Leyes de Neutralidad a
China y dar un apoyo más activo a los nacionalistas (préstamo petrolero de 25
millones de $).

El ministro de Finanzas de China, HH Kung declaró: "Los $ 25 millones fueron


solo el comienzo, se pueden esperar grandes sumas adicionales ... este es un préstamo
político ... Estados Unidos definitivamente ha invertido su suerte y no puede retirarse".

¿Qué factores provocaron el cambio de actitud de Estados Unidos hacia Japón?

El anuncio de Japón de que deseaba crear "un nuevo orden en el este de Asia" fue
el punto de inflexión. Además, había una creciente preocupación en los Estados
Unidos de que Chiang pudiera responder a las propuestas de Japón para unirse a ellos
en este "nuevo orden". Esto pondría a Japón en una posición invencible.

Otro factor era la posibilidad de que, si Estados Unidos no prestaba suficiente ayuda a
Chiang, los soviéticos pudieran aumentar su apoyo a los nacionalistas, aumentando
así su influencia en China.

La opinión pública estadounidense también comenzó a inclinarse a favor de la campaña


de Roosevelt para poner fin a las leyes de neutralidad.

El contexto internacional: el éxito de Hitler en Europa había animado a Japón en su


política expansionista para no "perder el autobús" (Hayashi, 1959), lo que condujo al Pacto
Tripartito (1940) entre Alemania, Italia y Japón. EEUU ya tenía en la cabeza la
participación en el bando de los Aliados en Europa, y el pacto implicaba que si EEUU
atacaba a Alemania, Japón debía entrar a defenderla. Por tanto, EEUU se encontraba en
un callejón sin salida.

6.7 El avance a la guerra: la presión de Estados Unidos sobre Japón

En enero de 1939 se impuso un "embargo moral" a las ventas de aviones y


piezas de aviación, y en febrero de 1939 se interrumpió el crédito a Japón. En julio del
mismo año se suspendió un largo acuerdo comercial. Un año más tarde se impuso un
embargo comercial parcial sobre el combustible de aviación y de motor y la chatarra
de fundición de alta calidad.
A lo largo de 1940 y 1941, a medida que Japón avanzaba, Estados Unidos acordó
más préstamos a China y, en el verano de 1941, se enviaron cien aviones de combate
estadounidenses P-40 para reponer la mermada fuerza aérea china. Al mismo tiempo,
Estados Unidos también ejerció presión económica sobre Japón.
En julio de 1941, cuando Japón se movió hacia el sur (en lugar de moverse hacia el
norte para atacar a los soviéticos), Estados Unidos respondió congelando todos los activos
japoneses e imponiendo un embargo que incluía petróleo. Gran Bretaña y los Países Bajos
también impusieron un embargo comercial total.
Como Japón era totalmente dependiente del petróleo importado de los EE.UU.,
esto creó una crisis para el gobierno japonés que ahora creía que las potencias
occidentales estaban intentando rodear a Japón y destruir su “lugar legítimo” en el
mundo.
Sin suministro de petróleo, Japón no podría continuar la guerra en China, por lo que
se envió una misión diplomática a EEUU: Japón estaba dispuesta a ceder parcialmente,
pero EEUU exigía la retirada completa de Japón en China. Se trataba de una posición
inaceptable, tanto para los militares como para la opinión pública.
El gobierno japonés se vio entre la espada y la pared: o renunciaba a todas las
conquistas de los últimos 7 años o debía conseguir los recursos que necesitaba por
medio de una guerra a gran escala contra EEUU. Optó por la segunda opción.

- El ataque a Pearl Harbor


Pearl Harbour era la mayor base naval del mundo y albergaba la mayor parte de la
fuerza naval estadounidense del Pacífico. A 6000 km de Japón, se consideraba una
fortaleza inexpugnable: resultaba casi imposible el ataque sorpresa, a lo que se sumaba la
escasa profundidad de Pearl Harbor (los torpedos solo funcionaban a 30 m de profundidad).
Los japoneses copiarán una invención británica de “aletas” para torpedos para
solucionar este problema. Japón había desplegado una red de espías en Hawai que
proporcionará información acerca de las rutinas de la base, las instalaciones, etc.
Para cumplir con el “honor de guerra” Japón tiene previsto declarar la guerra a
EEUU 30 min antes del ataque, aunque mientras se producen las preparaciones, Japón
intenta una última vía negociadora. Corder Hull (secretario de Estado de EEUU) rechaza
la posición japonesa el 20 de noviembre y el Almirante Yamamoto, autor intelectual del
ataque, da luz verde al ataque.
La flota de 32 buques de guerra llega a las inmediaciones de Hawai y lanza el
ataque, con dos oleadas y 350 aviones, a las 8 de la mañana del 7 de diciembre de 1941
sobre Pearl Harbor.
Una hora después del ataque, el embajador japonés entrega la declaración de
guerra en Washington debido a un retraso en las descodificaciones. Sin embargo, los
estadounidenses interceptan el mensaje de Tokio una hora antes. Pero la mala
meteorología evitó que pudieran enviar el mensaje a tiempo.

- El efecto de Pearl Harbor en EEUU


El ataque a Pearl Harbor unió al pueblo estadounidense para una guerra
contra Japón. Se trataba de un ataque premeditado, sin previa declaración de guerra,
combinado con una falsa apariencia de deseos de paz. La operación se selló con 18 buques
destruídos o gravemente dañados, casi 200 aviones, 2403 muertos y más de 1000 heridos
graves.
El poder naval de EEUU en el Pacífico quedaba gravemente mermado, aunque
lejos de ser destruido totalmente. Los estadounidenses tardarían meses en poder
reaccionar.
El Congreso aceptó la solicitud de Roosevelt de una Declaración de Guerra el 8 de
diciembre con un solo voto en contra. Fue el famoso “Discurso de la infamia”.
En EEUU se desata una oleada social antijaponesa que será secundada por el
Gobierno: todos los japoneses o nacionalizados fueron despojados de sus casas y
realojados en campos de detención en zonas desérticas de EEUU.
EEUU entraba en la Segunda Guerra Mundial en el bando aliado: era el comienzo
del fin para Alemania, Italia y Japón.

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