JAPON Y SU DESARROLLO INDUSTRIAL

LUIS EDUARDO BARRIOS QUIROZ

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA UNIREMIGTON

ADMINISTRACIÓN DE NEGOCIOS INTERNACIONALES
INTRODUCCION A LA GEOECONOMIA
BOGOTÁ D.C
2019
 JAPÓN

Japón es un país insular del este de Asia. Está ubicado entre el océano Pacífico y
el mar del Japón. Conocido como «La tierra del sol naciente», es una de las
mayores potencias económicas del mundo. Japón es desde hace varias décadas,
una de las grandes potencias económicas mundiales y en la actualidad es la
tercera mayor economía de acuerdo a su PIB. Asimismo, es el cuarto mayor
exportador e importador de mercancías. Aunque Japón renunció oficialmente a su
derecho a declarar la guerra tras la Segunda Guerra Mundial, posee unas
modernas fuerzas armadas y el quinto mayor presupuesto militar mundial para su
autodefensa y el mantenimiento de la paz, aun siendo Japón el segundo país con
la menor tasa de homicidios, solo por detrás de Singapur. En su gobierno el
pueblo no vota a un presidente, sino a los miembros del Parlamento y éstos, a su
vez, votan a un primer ministro de entre uno de ellos. El tiempo que un primer
ministro permanece en su cargo depende de por cuanto tiempo pueda mantener el
apoyo de la mayoría del parlamento, pudiendo durar muchos años o tan solo unos
meses.
Ahora veremos un poco más a detalle lo que fue la evolución o bien su desarrollo
industrial. Esta revolución fue muy larga y enredada, para entender mejor todo
esto se remonta a la Primera Revolución en Gran Bretaña a mediados del siglo
XVIII, en este tiempo Gran Bretaña tuvo un gran incremento en su población lo
llevo a la misma, la mayoría de las innovaciones en la industria nacieron aquí
(Gran Bretaña), debido a que este país presentaba las mejores condiciones para
ello. La industria que más creció fue la del algodón seguido del hierro, y otras más
como lo fueron el carbón y el vapor para la nueva maquinaria de las industrias
textil, con todo esto hubo un mayor capital en el país con lo que no solo se
quedaron ahí sino que también implementaron el ferrocarril y toda su red
ferroviaria, finalmente, los cambios productivos llevaron consigo cambios
financieros y movimiento de capitales.
A todo esto, hubo una segunda revolución industrial la cual fue distinta a la
primera, ya que el mando no solo lo tenía Gran Bretaña sino que se le sumaron
más países, Europa occidental, Estados Unidos y Japón, país que analizaremos a
continuación con más detalle.
En la primera mitad del siglo XIX se establecieron algunos contactos con
comerciantes occidentes (holandeses, rusos y británicos. Por su parte, Estados
Unidos intentó mantener relaciones comerciales con puertos japoneses). La
Industrialización de Japón en la segunda mitad del siglo XIX fue el mayor objetivo
para entonces emperador Meiji, quien hizo que Japón experimentara una
reestructuración en su entorno económico, político y social mejor llamado en su
tiempo “La era Meiji” que significa “gobierno iluminado” quien comenzó a gobernar
con un nuevo poder y sistema político con un grupo de ministros y un consejo de
gobierno para comenzar con ese cambio tan significativo lo que hace que Japón
sea una de las más importantes potencias mundiales. Este emperador gobernaba
bajo el lema “kyohei fukoku” que significa "enriquecer el país, fortalecer a los
militares" Este dirigió sus esfuerzos en la creación de industrias estratégicas
(militar: armamento) que implanto el servicio militar obligatorio, a los campesinos a
las tareas militares símbolo de una política de desarrollo de la prosperidad
nacional y del poder militar, esta idea de militarizar fue tomada al patrón francés
de su reforma militar al igual que su reforma legal. Con el apoyo de su nuevo
ejército, Japón comenzó una política de expansión territorial. Se inician
operaciones militares: la Guerra Sino-Japonesa de 1894-1895, la Guerra ruso-
japonesa de 1904-1905. Su área de influencia se extiende gracias a la
incorporación de las islas Ryukyu en 1879, Taiwán en 1895 y luego toda Corea en
1910.
La industrialización fue un proceso dirigido desde arriba, empezando desde la
nobleza japonesa ya que sus intenciones eran la reparación del poder imperial e
incapacidad para hacerle frente a las posibles amenazas occidentales,
transformando la estructura política, económica y social de Japón. El emperador
“Meiji Tenno” quien en realidad se llamaba “Mustu Hito” pero adopto el nombre
Meiji al subir al poder en 1867 y que un año después declaro la separación de
poderes legislativo, ejecutivo y judicial respectivamente. Al espíritu científico con el
que vino a gobernar el emperador Meiji se le llamó “Yougoku o Rangsku
(occidentalismo) y es el que despierta la curiosidad por el mundo exterior, la
conciencia crítica sobre la propia sociedad y la voluntad hacia la modernización y
occidentalización del país.
El modelo de crecimiento japonés se basó en tres factores principales: el apoyo
estatal al proceso de industrialización, una política de salarios bajos que favoreció
la acumulación de capital, y la tendencia evidente a la innovación del
empresariado. El crecimiento económico de Japón fue debido al incremento
demográfico que presento de manera asombrosa, ya que en 1880 contaba con 37
millones de habitantes y en 1914 ya superaba los 50 millones de habitantes. El
estado apoyo a todas aquellas iniciativas empresariales e industriales, Meiji pudo
hacer esto por su modelo de crecimiento que hablaba de una política de salarios
bajos lo que favoreció a la acumulación de capital.
Este hace que la educación sea obligatoria y construye universidades tomando
como ejemplo el prototipo norteamericano y alemán, así como también en la
educación primaria (aunque este emperador también adopto toda la innovación
agrícola de los mismos países occidentales); Ya que hubo una fuerte
preocupación respecto a la educación debido a que era un factor clave para la
modernización japonesa, ya que en todos los campos se necesitaba mano de obra
cualificada. Según estudios se calculaba que el 40% de la población japonesa era
analfabeta, por lo que en 1871 se creó el Ministerio de Instrucción Pública y se
reformó el sistema educativo, y en 1877 se creó la primera universidad de Tokio.
Al igual que la creación del Yen en 1871 que estandarizo y facilito el comercio, tras
el implante del Yen, como única moneda japonesa, que es la tercera más
trasladada tras el dólar estadounidense y el euro, el gobierno Meiji lanzo una
reforma fiscal al establecer que todos los campesinos pagaran sus impuestos con
dinero, lo que provoco la comercialización de sus cosechas así como también se
permitió la entrada de capital extranjero. Pero las reformas también afectaron a la
sociedad, a las costumbres y modos de vida japoneses, introduciéndose las
costumbres y el vivir occidentales como lo fueron el corte de pelo, la vestimenta y
el calendario.
Este también tuvo una rápida modernización respecto al desarrollo de nuevos
medios de transporte, ya que en 1872 se inaugura su primera línea de ferrocarril,
tomando de ejemplo el modelo británico en ferrocarril así como el telégrafo las
obras públicas, la industria textil, así como también varios métodos de
negociación, aunque bien el emperador Meiji se priorizo en el transporte marítimo
dejando atrás el modelo del ferrocarril debido a la situación de Japón al ser un
archipiélago aunque también Meiji se dio cuenta que el transporte marítimo era de
menor coste, debido a su geografía montañosa.
Una característica de la industrialización japonesa fue el conocido como
mimetismo tecnológico, Japón emprendió un intenso proceso de imitación de
Occidente, que hizo un gigantesco esfuerzo por asimilar lo mejor de cada país.
Todo fue gracias a un proceso de “imitación” hecho por los japoneses hacia el
occidente (holandeses, rusos, británicos). Sobre navegación aprendieron de los
ingleses, de los franceses aprendieron sus métodos administrativos, de Alemania
conocimientos militares y médicos, y de Estados Unidos, sus innovadoras técnicas
comerciales. Su gran capacidad de observación les permitió adelantarse a nuevas
innovaciones y descubrimientos en medicina, física, bilogía, matemáticas y
armamento pero no solo eso sino que el Estado japonés contrató a muchos
profesores, sabios y técnicos occidentales. No se escatimaron gastos a la hora de
pagar buenos salarios a estos extranjeros ni para fomentar la investigación en
todos los campos científicos y tecnológicos.
El gobierno japonés sostuvo el proceso de industrialización por medio del apoyo
hacia las industrias pesadas, las minas, la construcción y las industrias
estratégicas, pero especialmente las de armamento. Cabe recalcar que fueron
sobre todo por el sector privado y en concreto el sector textil debido al apoyo tan
fuerte que obtuvo, quienes hicieron que solo en veinte años Japón se convirtiera
en el principal exportador de seda natural, primero en lana pero después ir
implementando y potenciando otros tejidos de algodón penetrando con fuerza en
los mercados norteamericano, chino y coreano. Lo vemos en las creaciones de
fábricas de tejidos ya que en 1877 solo contaban con 3 fábricas, pero en 1889
fueron más de 80 fábricas impulsadas para la creación y transformación de las
mismas. “Pues otros datos como el porcentaje de crecimiento económico del 4,4%
anual entre 1880 y 1913 muestra el gran despegue” dijo la revista The World
Economy.
La economía japonesa tuvo un aceleradísimo despegue industrial ya que fue de
cero a ciento veinte en solo un par de décadas. Para los años setenta Japón
producía el mismo equipo y tipo de maquinarias que en otro cualquier país
desarrollado, pero con la gran diferencia de que no solo ellos mismos lo fabricaban
sino que lo que Japón hacia era de muchísima y mejor calidad, que también cabe
decir que ellos lo comercializaban a las demás naciones. Pero para comenzar a
exportar sus maquinarias, equipos y demás cosas que realizaban, el principal y
primer mercado de Japón fue su mercado interno durante varios años, ya que este
no es tan pequeño como parece en las estrechas dimensiones como no lo hacen
ver, la internacionalización de sus productos solo dieron cabida cuando su
numeroso margen de demandas internas fueron cubiertas. En los años setenta
Japon se habría convertido en una de las economías más dinámicas, eficientes y
eficaces, para ese entonces se lograba ver el pensamiento oriental de una manera
muy clara en los amplios trabajos de investigación y desarrollo de tecnología que
eran fomentados por todas las compañías japonesas.
El movimiento de los obreros obtuvo una gran fuerza después de la Segunda
Guerra Mundial gracias a un sindicato poderoso que fue “Sanbetsu Kaig”, que
estaba asociado al Partido Comunista, ya que en 1945 ocuparon las fábricas
abandonadas y las volvieron abrir y ponerlas otra vez en funcionamiento con la
participación de varios de sus ingenieros, y en 1946 plantearon el objetivo de una
reconstrucción industrial sin despidos, y con estabilidad para los pequeños
industriales y comerciantes. Pero la empresa General Electric hizo que fracasara
esta política, pues provocó varios despidos de obreros en la empresa Toshiba y
otras empresas e institutos de investigación, lo que hizo que se debilitara el
Sindicato Sanbetsu Kaig. Pero el sindicato Sohyo, apoyado por el Partido
Socialista, cobra fuerza a partir de 1950. Pues impulsaba la “Ofensiva de
Primavera” y las huelgas, y todos aquellos pequeños sindicatos que a nivel de
empresa eran manejados por militantes de izquierda eran atacados uno a uno y se
forzaba la colaboración entre el capital y trabajo. La lucha del movimiento obrero
obligó al capital en alianza con el Estado, a generalizar el empleo de por vida, el
salario por antigüedad y el sindicato de empresa, como solución favorable al
capital.
El salario por antigüedad está basado en el empleo de por vida. Cada año se
incrementa el salario, se incrementa siempre y cuando el trabajador cumpla
satisfactoriamente con todas sus labores. Los trabajadores no regulares no
participan de este sistema. El empleo de por vida significa que una empresa
importante u organismo gubernamental contrata una vez al año, en la primavera,
cuando los jóvenes se gradúan de secundaria, preparatoria o bien universidad,
una vez ya contratado, el nuevo empleado conserva su trabajo hasta que llegue al
retiro obligatorio a los 55 años de edad, pero ninguno será despedido a no ser que
incurra en un delito importante.
También empezaron aparecer las industrias pesadas con diseño original que sirvió
para que hoy en día sea una realidad el programa nuclear de Japón, pero que en
su época fue la fuente de suministro de energía que hacía que se moviera todo el
complejo industrial del país. Podemos ver como a mediados de la década de
1990, Japón era el principal país constructor de barcos del mundo y se encontraba
entre los productores más destacados del mundo de productos eléctricos y
electrónicos, acero y vehículos de motor, y también se encontraban entre los
principales productores mundiales de materias primas químicas básicas, de
industrias textiles y de fibra sintética, aunque en este periodo la producción de
seda y de algodón disminuyeron.
El aceleradísimo despegue industrial de Japón fortaleció la identidad nacional y
conciencia racial del país que lo llevo a ser una de las potencias mundiales más
importantes. Difícilmente podríamos sospechar que al cabo de medio siglo
llevaran a cabo un proceso tan vertiginoso de occidentalización que lo hiciera una
gran potencia no solo económica sino que también militar. El sueño de la
revolución de 1868, de constituir un país rico y un ejército fuerte se hizo realidad.
Gracias al modelo Meiji Japon hoy en día es una de las naciones más
desarrolladas del mundo. Hoy en día, aun tomando en cuenta el desplome en la
actividad económica que padeció la isla a raíz del terremoto de 2011, Japón sigue
produciendo equipo que se vende, ahora sí, en todo el mundo. Por supuesto, gran
parte de que la producción continúe se debe a las numerosas plantas que se han
instalado en muchísimos países. Ya que podemos ver que las Marcas japonesas
como Toyota, Sony, Fujifilm y Panasonic son famosas en todo del mundo.
La fabricación es uno de los pilares que tiene Japon, pero éste cuenta con muy
pocos recursos naturales o primarios, sin embargo a pesar de carecer de materias
primas, Japón es el segundo país más industrializado del mundo después de
Estados Unidos. Por esto la característica típica de las compañías japonesas
consiste en la importación de materia prima para su debido proceso y
transformación en productos acabados los cuales serán comercializados para su
consumo interno o externo (exportar). Las principales industrias de Japón son las
de automóviles y robótica. Uno de los grupos económicos con más aspectos de
crecimientos en el futuro, es en el aspecto de la robótica sector donde la
tecnología japonesa lleva la delantera al resto del mundo. Como podemos ver que
los japoneses crearon a Pepper quien es un robot humanoide que reconoce las
emociones humanas al analizar las expresiones faciales y los tonos de voz, donde
puedes comunicarte con el como si estuvieras hablando con tus familiares o bien
tus amigos, también está en Automóviles Honda, montacargas Toyota, máquinas
de procesamiento de metal Datacorp y electrodomésticos Toshiba.
Al igual que la gran mayoría el transporte también se mejoró de una manera
sorprendente ya que el sistema de transportes de Japón está muy desarrollado: su
red de carreteras y su red ferroviaria llegan virtualmente a cualquier parte del país
y además cuenta con amplios servicios aéreos y marítimos. Los Shinkansen, o
trenes bala, son trenes expresos que viajan a velocidades máximas de entre 250 y
300 kilómetros por hora. La red de trenes bala es una manera cómoda de viajar
por todo Japón. El Shinkansen es considerado como uno de los sistemas
ferroviarios de alta velocidad más seguros del mundo. Otra de las razones del
éxito de Japon es su abundante mano de obra, ya que Japón cuenta con casi 130
millones de personas cualificada y disciplinada lo que hace además que sea
mucho más económico su costo, lo que le genera una gran diferenciación, siendo
actualmente la tercera economía más grande del mundo.
En este país al no tener mucha tierra apta para la agricultura, la usada con este
propósito es muy productiva para agricultura. Solo el 20 % de la superficie del país
es cultivable, cabe decir que la producción agrícola es altamente subsidiada. La
mayoría de la producción agrícola se queda en el país, pero no es suficiente,
razón por la cual Japón debe importar cerca del 60 % de sus alimentos. Aunque el
sector de servicios es el más importante de la economía de Japón. Y también es el
sector más dinámico, superando incluso al sector industrial. Este sector abarca
muchas actividades económicas; las más importantes son el comercio al por
menor, la publicidad, el turismo, el entretenimiento, los restaurantes, la educación
y salud, televisión y los bienes raíces. El turismo en Japón es muy importante, ya
que en 2015 llegaron al país alrededor de 19.7 millones de personas, la mayoría
de China, Corea del Sur, Taiwán y Estados Unidos.
El comercio internacional de Japón, Los principales socios comerciales del país
son China y Estados Unidos, recibiendo cada uno el 18% de las exportaciones del
país. El país importa principalmente productos minerales obteniendo un porcentaje
del 36 %, maquinaria con el 20 %, productos químicos con el 7 % y textiles con el
5 %, además de una gran cantidad de productos de origen animal (3,1 %) y del
reino vegetal (2,6 %). Mientras que sus principales exportaciones son
maquinarias, equipos de transporte, metales, plásticos y caucho. Las principales
exportaciones de la economía de Japón son maquinarias con el 37 %, circuitos
integrados, automóviles con el 22 %, válvulas, semiconductores, partes de avión,
televisores, plásticos con el 5,8 %, computadoras, vídeo juegos, etc. Los
principales destinos de sus exportaciones son para China, Corea del Sur y
Estados Unidos. La industria farmacéutica y aeroespacial son nuevos sectores en
un intento de Japón para adaptarse a los tiempos actuales. El foco de atención
actual está ahora en la nanotecnología y robótica para usuarios, así como en la
economía financiera y tecnologías de la información.
Con independencia de los logros científicos, tecnológicos y de gerencia avanzada
de la economía japonesa, el crecimiento acelerado y sostenido de Japón tras la
Segunda Guerra Mundial se debió mucho, gracias a las bajas tasas de cambio
que pudo mantener el yen con respecto al dólar, lo que hizo que los productos
japoneses lograran una alta competitividad en el mercado internacional y ello
contribuyó a que tomara un peso fundamental de crecimiento económico de Japón
y fuera impulsado por las exportaciones.
Hoy Japón es el líder mundial en aplicaciones de patentes, y casi todas ellas son
para nuevos usos o derivados de tecnologías existentes. La estrategia que está
aplicando Japón desde hace algunos años es seguir innovando con la tecnología
avanzada, a esta estrategia le han llamado: “Por un Japón innovador” que consiste
en centrarse en cómo mejorar la fuerza competitiva no solamente del sector de la
manufacturación sino del país en su conjunto.
En este momento Japón sigue siendo una formidable potencia industrial. Sus
fabricantes producen exportaciones competitivas y gracias a las innovaciones
tecnológicas, que se han hecho con el liderazgo en distintas categorías de
productos.