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Abrió los ojos y vio azul, se movió y apareció el verde, bailo y surgió el amarillo, canto

y vino el violeta, cerro los cojos para encontrar la valentía y cuando la hallo los volvió
a abrir y voló. Voló y de repente aparecieron todos los colores del arcoíris y justo en
ese instante desapareció y se hizo uno con el todo.

Silvia González Taylor


@gaiart7 & @silviatay
silviagt1996@gmail.com
Lunario

Tenemos dos centros, dos corazones palpitantes y energéticos en nuestro cuerpo,


nuestro corazón y nuestro útero. El corazón ya lo conocemos bien y lo escuchamos,
pero nuestro útero es otra historia. Nuestro útero y el sangrado tienen una gran carga
histórica donde en nuestra sociedad actual no hay espacio ni tiempo para escucharla,
desde hace un tiempo las mujeres hemos tenido que adaptarnos a una sociedad
patriarcal la cual no está construida para nosotras ni respeta nuestros tiempos y esto nos
ha vuelto sordas a los mensajes y necesidades de nuestro útero. Para conocernos hay
que conectar con ella y aprender a escucharla, respetando nuestros tiempos y espacios.

Somos cíclicas y únicas. Cada una tiene sus propios ciclos los cuales se manifiestan
externamente y/o internamente. Aprender de nuestros ciclos es conocerse a una misma,
conectando con nuestra sabiduría ancestral y con la luna. Es parte de nosotras y de
nuestra naturaleza salvaje e innata.

La luna es cíclica y su energía nos acompaña e influye en nuestros propios ciclos. En la


cultura de nuestros ancestros las estrellas y la luna tenían gran importancia, y
observando la luna crearon un calendario lunar con diferentes energías y arquetipos en
cada ciclo. No es una idea nueva alinearse con la luna, su poderosa energía tiene una
gran influencia sobre nuestro planeta, desde las mareas, a los animales, a las plantas,
hasta nuestros comportamientos y ánimos.

El objetivo de este lunario es ayudarnos a reconocer nuestros ciclos personales para así
comprender y conocernos mejor. Esta herramienta nos permite observar con facilidad
como en nuestros ciclos lunares y menstruales tenemos diferentes fases con
comportamientos, emociones y patrones similares y característicos de cada fase. Al
entender y conocer nuestro propio ciclo es más fácil navegar los alti-bajos naturales, al
comprender de donde viene y porque, nos abrimos la puerta a permitirnos sentir lo que
sea que surja en cada etapa y además podemos también prepararnos mentalmente para
las fases que siguen.

Las fases de la luna se caracterizan por cuatro arquetipos diferentes con la energía de
cada fase. Es preferible intentar explorar nuestros arquetipos personales y únicos que
nos caracterizan en cada fase. Esto se puede hacer al observar e intentar dar nombre a la
energía que hemos sentido más prominente en cada fase de nuestro ciclo. Los nombres
pueden ser lo que sea que nos nazca, “la niña”, “la exploradora”, “la amorosa”, “la
rebelde”, “la creadora”, “la madre”, “la emperatriz” etc… Después podemos ver si lo
que nombramos se parecen o no a los arquetipos asociados a la luna y a las fases
menstruales.
¿Como funciona?

Es esencial intentar proponernos tener un compromiso diario y sinceridad con lo que


sentimos. Hay que buscar un tiempo y espacio diario para escribir lo que hemos sentido
ese día. La siguiente lista es un ejemplo de palabras para dar ideas y ayudar a describir
como nos sentimos:

-Nivel Energético
Activa, pasiva, neutral, baja, alta, inestable, dinámica, letárgico, vivaz, etc.

-Emociones
Calma, ansiosa, triste, alegre, entusiasta, irritable, impaciente, deprimido, vulnerable,
fuerte, extrovertida, asustada, insegura, etc.

-Síntomas Físicos
Apetito, sueño, cambios físicos, sangrado, actividad, dolores, sensación de pesadez, etc.

-Sexualidad
Activa, receptiva, sensual, agresiva, romántica, intimo, aumento o disminución de
libido, etc.

-Síntomas Externos
Creatividad, confianza, organización, comportamiento inestable, concentración,
reacciones, vestimenta, etc.

Puedes usar estas palabras o cualquiera que se te ocurran para describir tu día, el uso de
colores es de gran ayuda también. Puedes usar el diagrama lunar como desees, en la
siguiente página hay un ejemplo de una de las formas de usarlo. Las primeras cajitas se
usan para anotar nuestros días de menstruación, la segunda cajita para colorear, y la
tercera para anotar unas cuantas palabras que describan como nos sentimos ese día. Es
más fácil comprender nuestros ciclos y patrones cuando los vemos ilustrados en un
diagrama.
1-4 = menstruation
Notas
Los arquetipos

Luna nueva: la bruja (menstruación)


Esta es la fase de la oscuridad, el momento cumbre de la intuición, de las practicas
espirituales y de las visiones interiores, de los sueños y de profundizar en nuestro
mundo interior. La energía se concentrará dentro de nosotras en lugar de en el mundo
exterior, es un momento de reflexionar, meditar y descansar. Nuestro cuerpo esta más
sensible durante esta fase.
Invierno- sueño -ser

Cuarto creciente: La doncella (pre-ovulación)

Las energías en esta fase son dinámicas, radiantes, activas, sociales y creativas,
recargadas con nueva energía. Nuestras emociones son más estables y crece, como la
luna misma. Esta es una gran fase para comenzar proyectos y enfocarse en ser
productiva y creativa.

Primavera- crear- hacer

Luna llena: la madre (ovulación)


Durante este tiempo las energías siguen siendo dinámicas y enfocadas en el mundo
exterior y en ayudar a los demás. Este es momento de expansión. Sentimos más
confianza en nosotras mismas y más autoestima. Somos más expresivas, empáticas y
sociales. La madre se responsabiliza de sus proyectos y de sus personas y además los
nutre y cuida.

Verano- dar- compartir

Cuarto menguante: La hechicera (pre-menstruación)

En esta fase el momento de ir hacia adentro, escuchar el poder mágico de nuestra


intuición y tomarse un tiempo para una misma. A nivel emocional y espiritual hay más
conexión con los misterios del mundo y la intuición empieza a crecer y guiar. La
capacidad de concentración disminuye y actuamos más impulsivamente. Las emociones
se mezclan fácilmente en esta fase y son más inestables.

Otoño- dejar ir- aceptar

֎
Ella era una flor más de los cientos que cubrían el valle. La visitaban las abejas y
hormigas, la movía el viento y la calentaba el sol. Sus vecinas flores cantaban al verlo
salir, pero ella detestaba sus cantos, ella quería moverse y soñaba con convertirse en
pájaro y volar, ver más allá. Era infeliz y siempre hablaba sola de su triste existencia
sedentaria y de los molestos cantos de las demás. Hasta que una noche apareció un
hada.
- ¿Porque tan triste bella flor?
- ¡Quiero volar y ver más allá! Estoy cansada de ser una flor y no poder moverme.
- Para volar y encontrar la paz en ti lo único que debes hacer es guardar total silencio
por tres días y escuchar.
El hada desapareció dejando a la flor confusa pero decidida a intentarlo para poder volar
por fin, era lo que más deseaba y haría cualquier cosa, y bueno 3 días de silencio y
escucha no ha de ser demasiado difícil pensó.
A la mitad del primer día ya se aburrió. Los cantos le eran insoportables y las visitas de
insectos le estorbaban. Al final del día se dio cuenta que había estado en silencio, pero
no había escuchado realmente, había estado todo el día en su cabeza.
El segundo día escucho. Se dio cuenta que cada canto era diferente y único, todas eran
melodías diferentes, pero en sintonía. Las hormigas y abejas paseaban alegres y
tatareando, nunca se había percatado de eso. Sintió el calor del sol cada vez con más
gozo a lo largo que pasaba el día, y cada vez escuchó más, estaba más presente y menos
en su cabeza. Al final del día se sorprendió al dar se cuenta que apenas había pensado,
solo había escuchado. Se sentía tranquila y feliz por primera vez en mucho tiempo.
El tercer día se despertó con la calidez del sol que la abrazaba y sentía como la suave
brisa la mecía. Esta vez se alegraba al recibir las visitas de las abejas y hormigas,
fascinada por sus alegres melodías, podía apreciar como cada ser que pasaba era único e
irrepetible. Gozo de todo el día y casi al acabarse se dio cuenta que estaba cantando y
que su canto estaba en perfecta sintonía con las de las demás. Al ser consciente cantó
más fuerte y de repente sintió como su canto se elevaba y con ello, ella misma. Su
melodía floto con el viento y viajo por todo el valle y así por fin la flor voló. Ese día la
flor se unió con el todo y encontró la paz y desde ese día en adelante nunca dejo de
cantar y de volar con su canto.

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