Está en la página 1de 3

Danzar con las fases de la

Luna

Desde la más remota antigüedad la actividad humana reconoce el


influjo de la luna. ¿Podemos en nuestros días aprovechar esta
antigua sabiduría?

Actualmente sabemos que las lunas llena y menguante influyen


tanto en el crecimiento de las plantas como en el estado de
salud. A mediados de mes, el organismo humano se comporta como
un pequeño océano, ya que el 70% del mismo está compuesto por
agua (en las mujeres el porcentaje es todavía mayor). Llega el
momento de luna llena, y se produce una sucesión de mareas
matutinas y nocturnas en nuestro cuerpo.

El ejemplo más obvio de los efectos causados por los cambios


periódicos de la luna, es la menstruación de las mujeres. La
experiencia muestra que si la menstruación llega a mediados de
mes, luna creciente, será mas abundante, y al contrario si
sucede en luna menguante, en el período de de marea
descendente.

Según la medicina tradicional china, la circulación de la


sangre y de la energía vital guarda una estrecha relación con
los periodos lunares. Por esto resulta preciso regular y
estimular el flujo de la energía vital y de la sangre antes y
después de la menstruación.

Luna Nueva:
Luna negra, relacionada con el arquetipo de la sabia, de la
bruja. Es una etapa de profunda transformación interior, de
oscuridad en la que se generan todas las formas de la
existencia.
Es un momento pasivo, de introspección, cuando las energías
físicas están al mínimo, pero se activan todas las psíquicas.
Es un momento perfecto para desprenderse de lo viejo e
inservible, y para sentir, para estar en silencio y percibir
la energía de todo lo que nos rodea, para dejar la acción y
estar receptivos…
Cuando la luna empieza a crecer llega el mejor momento para
emprender cualquier idea, proyecto o deseo que haya surgido de
este estado de interiorización, llega la época para sembrar.
Esta etapa contiene el impulso para la fase posterior de
crecimiento.

Luna Creciente:
La luz crece. Esta asociada con el arquetipo de la virgen, la
que esta receptiva a cualquier experiencia nueva, con énfasis
y alegría. Aquí empiezan a manifestarse las energías que hemos
recibido en la etapa de la bruja. Es un tiempo de acción
física y social, para ponernos en movimiento.
Ahora la energía es radiante, mundana, y extrovertida. La
semilla que plantamos ha brotado.

Luna Llena:
La luna es un espejo, refleja toda la luz del Sol, es el
momento de plenitud de florecimiento, el tiempo de los frutos.
Esta fase la asociamos al arquetipo de la madre, la que nutre
y sustenta todas las formas de vida.
La energía esta en su máximo esplendor. Si en este momento
estamos equilibrados podemos percibir las energías mas sutiles
y elevadas, captar las relaciones con los demás de una forma
sencilla, humana y plena…En esta etapa aumenta nuestra
sensibilidad. Si te cortas el cabello tardará más en crecer…
lo que es ideal para depilarte ;).

Luna Menguante:
Es el momento de recoger los frutos, de evaluar lo que
sembramos consciente e inconscientemente.
Fase asociada al arquetipo de la doncella. La que puede
experimentar toda la energía sexual sin miedo, libremente.
Entre la luna llena y la luna nueva, el cuerpo tiende a
eliminar las toxinas, optimizando los efectos de una dieta
depurativa.
El ciclo lunar se cierra, y en esta etapa comenzamos a dirigir
de nuevo toda la energía hacia nuestro interior. Es hora de
purificar, de relajarnos, centrarnos, y compartir aquello que
hemos aprendido, y conectar con nuestros deseos para volver a
sembrar.

También podría gustarte