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TRABAJO DE SISTEMAS DE PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS

PRESENTACIÓN DE DENUNCIA INDIVIDUAL ANTE EL SISTEMA


INTERAMERICANO DE DERECHO HUMANOS

ANALISIS DE DERECHOS HUMANOS VULNERADOS POR PROTESTAS


PRESENTADAS EN COLOMBIA EN EL AÑO 2021

PRESENTADO A
MARIA JULIANA PAREDES ESCOBAR

PRESENTADO POR
MAYRAPALACIOS ANDRADE

FACULTAD DE DERECHO
ESPECIALÍZACIÓN EN DERECHOS HUMANOS Y TERRITORIO
PRESENTACIÓN DE DENUNCIA INDIVIDUAL ANTE EL SISTEMA
INTERAMERICANO DE DERECHO HUMANOS

1 INICIO

Antes de presentar la
denuncia verificar el
agotamiento de 2
recursos judiciales
internos
Ingresar la página de la
CIDH y descargar el
folleto informativo el cual
esta divido en (4) partes:

Los DDHH en el SIDH

Guía para presentar la Denuncia


3
Situaciones de Gravedad y Urgencia

Formulario para presentar la Denuncia


Diligenciamiento de
Formulario el cual debe
incluir los siguientes:

Datos de la presunta víctima y familiares

Datos del peticionario(a) (Nombre, teléfono, dirección y e-mail)

Descripción detallada de los hechos alegados y Estado que se considera responsable

Indicación de las autoridades estatales que se consideran responsables 4


Derechos que se consideran violados
La petición deberá
Respuestas de Autoridades Estatales (decisiones judiciales, recursos y copias de petición) ser enviada para
su estudio a través
Indicación sobre si se ha presentado la denuncia en otro organismo internacional de los siguientes
canales

A través de la pagina www.cidh.org

FIN Por medio del Fax: +1 (202) 458-3992 o 6215

Por el correo electrónico: cidhdenuncias@oas.org

Correo Postal: Comisión Interamericana de Derechos Humanos 1889 F Street, N.W. Washington D.C. 20006. USA
ANALISIS DE DERECHOS HUMANOS VULNERADOS POR PROTESTAS
PRESENTADAS EN COLOMBIA EN EL AÑO 2021

Durante el año 2021, Colombia experimentó un periodo de intensas protestas sociales

que tuvieron un impacto significativo en la sociedad colombiana. Estas manifestaciones se

originaron como respuesta a diversas problemáticas sociales y políticas, y aunque

inicialmente tenían como objetivo el ejercicio legítimo del derecho a la protesta,

lamentablemente, se vieron empañadas por actos de violencia que resultaron en víctimas y

vulneraciones a los derechos humanos.

Las protestas sociales en Colombia en 2021 tuvieron su origen en un contexto de

descontento y malestar social acumulado a lo largo de los años. La crisis económica

agravada por la pandemia de COVID-19, el aumento del desempleo, la pobreza, la

desigualdad, la corrupción y la falta de acceso a servicios básicos de salud y educación

fueron algunos de los factores que incidieron en el surgimiento de estas manifestaciones.

Asimismo, las persistentes violaciones a los derechos humanos, la impunidad frente a los

crímenes cometidos contra líderes sociales y defensores de derechos humanos, y la falta de

avances en la implementación de los acuerdos de paz firmados con las FARC en 2016,

contribuyeron a la indignación y el malestar de la población colombiana.

Las protestas sociales en Colombia en 2021 fueron motivadas por una serie de

demandas y reivindicaciones por parte de diversos sectores de la sociedad. Entre las

principales causas que impulsaron estas manifestaciones se encuentran:

Reforma tributaria: El gobierno de Iván Duque propuso una reforma tributaria que

buscaba aumentar los impuestos a la clase media y trabajadora, mientras que beneficiaba a

las grandes empresas y a los sectores más privilegiados de la sociedad. Esta medida generó

un fuerte rechazo y se convirtió en uno de los catalizadores de las protestas.


Violencia policial: La brutalidad policial y la represión desmedida contra los

manifestantes fueron denunciadas reiteradamente durante las protestas, lo que aumentó la

indignación y la movilización social en el país.

Crisis humanitaria: El conflicto armado interno, la presencia de grupos armados

ilegales, el desplazamiento forzado de comunidades, los asesinatos de líderes sociales y

defensores de derechos humanos, y la falta de garantías de seguridad para la población

civil, contribuyeron a la crisis humanitaria que atraviesa Colombia y que fue visibilizada

durante las protestas.

De acuerdo al reporte generado por la Comisión Interamericana de Derechos

Humanos, se estimo el registro de (9.623) protestas en (794) municipios en todo el territorio

nacional colombiano con la participación de aproximadamente (1.493.791). Se pudo

determinar que del total de las protestas en (1038) protestas se presentaron casos de

fallecimiento y otros delitos accesorios de la siguiente manera:

Delitos Cantidad

Fallecimientos 94

Desapariciones Forzadas 276

Personas Heridas 979

Agresiones Sexuales 87

Total Victimas 1.636

Fuente: Fiscalía General de la Nación, 2021

La Comisión Interamericana condena que, en determinadas circunstancias, presuntos

grupos de manifestantes hayan provocado graves desmanes durante algunas

manifestaciones, arrojando objetos contundentes contra efectivos de las fuerzas del orden,
destruyendo equipamiento público, y provocando afectaciones a la propiedad privada, entre

otros actos injustificables de vandalismo. Según información suministrada por el Estado,

estos hechos darían cuenta de 108 acciones contra infraestructura pública y del gobierno, de

la siguiente manera:

Delitos Contra la Fuerza Pública Cantidad

Fallecimientos Policía 2

Policías Heridos 966

Vehiculos de Transporte Público 1.136

Estaciones de Policía 25

Total Afectaciones 2.139

Fuente: Fiscalía General de la Nación, 2021

Sin embargo, teniendo en cuenta que una de las funciones de la Comisión

Interamericana de Derechos Humanos es la de recibir, analizar e investigar peticiones

individuales en que se alega que Estados Miembros de la OEA que han ratificado la

Convención Americana o aquellos Estados que aún no la han ratificado han violado

derechos humanos.

Desde esta perspectiva en relación a las vulneraciones de Colombia como Estado, ha

manifestado la Comisión que el derecho a la reunión es uno de los pilares fundamentales de

una sociedad democrática, ya que permite a los individuos expresar sus opiniones,

reivindicar sus derechos y participar en la vida pública de forma colectiva. En el ámbito

interamericano, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) desempeña un

papel crucial en la protección y promoción de este derecho en los Estados miembros de la

Organización de los Estados Americanos (OEA). A lo largo de su historia, la CIDH ha


abordado diversas cuestiones relacionadas con el derecho a la reunión, desde la regulación

de manifestaciones hasta la represión de protestas pacíficas. En este ensayo, se explorarán

los aspectos clave del derecho a la reunión en la CIDH, así como los desafíos y avances en

su protección en la región.

El derecho a la reunión está consagrado en diversos instrumentos internacionales de

derechos humanos, como la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto

Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención Americana sobre Derechos

Humanos. En el ámbito interamericano, el artículo 15 de la Convención Americana

establece que "la libertad de reunión pacífica y sin armas es un derecho de los habitantes de

un país". Asimismo, la CIDH ha emitido informes, resoluciones y pronunciamientos que

refuerzan la importancia de proteger este derecho en la región.

A pesar de los avances en la protección del derecho a la reunión en la región, aún

persisten varios desafíos. La criminalización de la protesta social, la represión de

manifestaciones pacíficas y las restricciones injustificadas al ejercicio de este derecho son

algunas de las amenazas que enfrentan los defensores de derechos humanos en América

Latina. No obstante, la labor de la CIDH y de la sociedad civil en la promoción y defensa

del derecho a la reunión ha contribuido a visibilizar estas problemáticas y a exigir a los

Estados medidas para garantizar su pleno respeto.

En su Informe Protesta y Derechos Humanos, la CIDH señaló que la dispersión o

desconcentración de las manifestaciones de forma legal y legítima sólo puede permitirse en

casos muy excepcionales, mediante una orden expresa y fundamentada en un riesgo grave

para la vida o la integridad física de las personas, cuando se haya intentado el diálogo y no

fueran posibles otras medidas menos lesivas para proteger esos derechos. Asimismo, la
decisión de dispersar una protesta por parte del Estado debe ser comunicada y explicada de

manera clara, de modo tal que permita su comprensión y cumplimiento por parte de los

manifestantes, ofreciéndoles tiempo suficiente para dispersarse sin acudir al uso de la

fuerza.

Cuando la eventual perturbación a la vida cotidiana en el seno de las protestas se

extienda en el tiempo y escale a punto de comprometer la garantía de otros derechos como

el aprovisionamiento de alimentos y el derecho a la salud, se acentúa el deber del Estado de

facilitar todos los mecanismos de diálogo posibles, teniendo el uso de la fuerza como

último recurso, y a su vez atendiendo al principio de interdependencia de los derechos

humanos. Asimismo, la Comisión destaca la importancia de que las personas manifestantes

permitan la circulación de insumos y provisiones esenciales.

En este sentido, la Comisión condena categóricamente que en el contexto de las

protestas se hayan presentado decenas de ataques a ambulancias y misiones médicas,

dificultando el traslado de pacientes. En particular, la CIDH deplora el fallecimiento de una

bebé intubada como consecuencia de que no pudo ser trasladada oportunamente el 23 de

mayo en la ciudad de Buenaventura. En ese sentido, la Comisión llama al Estado a

concertar con los manifestantes la creación de corredores que garanticen el ejercicio

simultáneo de derechos involucrados; particularmente, para el acceso a alimentos, las

garantías del derecho a la salud, y el aprovisionamiento y despliegue de personal e insumos

médicos.

Desde esta perspectiva como Magistrado de la Comisión Interamericana de los

Derechos Humanos en la visita a Colombia denunciaría la vulneración de los derechos

humanos por los fallecimientos, los desaparecidos, las lesiones graves y las agresiones
sexuales a adolescentes y adultas en el marco de las protestas, ya que, Colombia como

Estado parte de la Convención no implemento las recomendaciones otorgadas para

garantizar que estas protestas sociales se desarrollaran de manera pacifica y armoniosa,

siempre eligiendo la preservación de la vida como una máxima en la administración del

país o modelo de gobernabilidad, ya que, los daños a los derechos humanos son

irreversibles.

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