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TRABAJO DE ELECTIVA

VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LA LEY 100 DE 1993 EN COLOMBIA

DOCENTE
SMELIN SALAS

RESPONSABLE
JHON JARAMILLO PANDALES

UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DEL CHOCÓ “DIEGO LUIS CORDOBA”


PROGRAMA DE DERECHO
NIVEL X
MARZO, 2021
VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LA LEY 100 DE 1993 EN COLOMBIA
La Ley 100 de 1993, es aquella norma en la que se encuentra configurado todo el
Sistema General de la Seguridad Social en Colombia, en la que intervienen los regímenes
de salud, pensión y riesgos laborales, todo con la finalidad de brindar una atención
integral al usuario que ve reflejada sus esperanzas en un sistema que se reputa solidario
y universal, ya que tiene efectos erga omnes. Esta Ley desarrolla todo lo concerniente a la
seguridad social entendida una consecuencia de las condiciones económicas del país,
entendiendo que Colombia como país emergente en una etapa de maduración
económica, no cuenta con las condiciones necesarias para que toda la población que esta
apta para laborar, obtenga esa posibilidad en condiciones de formalidad, es por ello que
se refleja altas brechas de desigualdad, en donde el Estado deberá entrar como
administrador de lo público y gestor de la sociedad a diseñar estrategias de mitigación
que permita a las personas gozar de servicios básicos esenciales para su desarrollo en tal
razón, más allá de un vínculo laboral, lo que se pretende es garantizar el acceso a la
alimentación, a la vivienda, al agua potable, a la salud y a la educación, pues a través de
estos servicios una persona puede subsistir, sin ellos existe un gran riesgo de deterioro y
muerte, es por ello que mediante el Sistema de Salud, de Pensión y el poder legislativo
del Estado para fijar los impuestos para financiar estas necesidades se configura el
presupuesto para que todas las personas estén o no trabajando tengan la posibilidad de
beneficiarse de estas afrentas como consecuencia administrativa del Estado.
A continuación el presente trabajo tendrá un enfoque descriptivo bajo el direccionamiento
del paradigma interpretativo, el cual se basa en dar explicaciones jurídicas a partir de las
regulaciones legales establecidas y para el presente documento evaluaremos algunas
precisiones de la Ley 100 de 1993, la cual desarrolla normativamente estas garantías
pensionales, salud y riesgos laborales como consecuencia del pago de la seguridad social
y el tiempo de servicio prestado.
El derecho a la seguridad social, en la posición constitucional es entendida como un
derecho colectivo, un derecho nacional que debe tener cobertura para todos los que
residen en Colombia, esa fue la intencionalidad del legislador, pero en su aplicación debe
ser subsidiaria, de inmediato cumplimiento, integral y sobre todas las cosas inagotable,
esto implica que estos recursos deben estar disponibles siempre, en ese sentido el
Estado en cabeza de su presidente y demás funcionarios públicos deben propender por
priorizar en atender dichas necesidades como correspondencia a la dignidad de todos
ellos.
Una de las desventajas identificadas al sistema pensional obedece a las modificaciones
propuestas en el régimen de transición, que estaba causando un traumatismo en aquellos
cotizantes anteriores a la presente ley.
El régimen de transición principalmente se diseñó para dos categorías de trabajadores, en
primer lugar para las mujeres con treinta y cinco (35) o más años de edad, a 1° de abril de
1994 y hombres con cuarenta (40) o más años de edad, a 1° de abril de 1994; en
segundo lugar para hombres y mujeres que, independientemente de la edad, acrediten
quince (15) años o más de servicios cotizados, al 1° de abril de 1994.
Conforme con lo anterior, para ser beneficiario o sujeto del régimen de transición
pensional y así quedar exento de la aplicación de la Ley 100/93 en lo referente a la edad,
el tiempo y el monto de la pensión de vejez, no se requiere cumplir paralelamente el
requisito de edad y el de tiempo de servicios cotizados, sino tan solo uno de ellos, pues la
redacción disyuntiva de la norma así lo sugiere. Cabe precisar que la excepción a dicha
regla se refiere al sector público en el nivel territorial, respecto del cual la entrada en
vigencia del SGP es la que haya determinado el respectivo ente territorial.
El problema jurídico que le asistía al legislador es la vulneración que se le causaban a los
beneficiarios del régimen de transición que en un momento hacían parte del Régimen de
Ahorro Individual y Solidarios (RAIS) y decidieron desplazar sus cotizaciones al Régimen
de Prima Media (RPM), las cuales fueron rechazadas por consideran que ese traslado
generaba perdida del régimen de transición siendo aplicable las normas establecidas en
la Ley 100 de 1993, que exigía nuevas semanas y edad para acceder a pensiones.
En este sentido la Ley anterior a la Ley 100 de 1993, que modificaba el sistema pensional
para aquellos reconocidos en el régimen de transición, brindaba unos criterios que
muchos ciudadanos cumplían, de esta manera respecto al tiempo de trabajo y las
semanas cotizadas, esta última ley había ampliado el plazo para aquellos que al 01 de
abril de 1994, no tuviesen (35) años las mujeres, (40) años los hombres o (15) años de
cotización en el fondo, esto permite analizar que habían unos derechos reconocidos de
aplicación de la ley más favorable que para aquellos del régimen de transición
necesariamente debía aplicarse la anterior, es decir, la que exigía menos edad y menos
semanas cotizadas, en este sentido el principio de favorabilidad lleva a los interpretes
jurídicos a aplicar la Ley 33 de 1985, pues para aquellos que estan acreditados en el
régimen de transición debe reconocérseles la garantía prestacional con dichos requisitos
y no con los actuales.
Respecto de las Ventajas la Ley 100 de 1993, establece los diferentes regímenes que
integran la seguridad social integral en Colombia como la salud, la pensión, los riesgos
laborales, así como las prerrogativas otorgadas a las poblaciones vulnerables como los
Beneficios Económicos Periódicos BEPS, que no es otra cosa que garantizar ingresos
bimensuales a aquellos adultos mayores que no pudieron alcanzar los beneficios de la
pensión de jubilación o de vejez.
Referirse a la seguridad social en el contexto colombiano supone hablar del contrato de
trabajo y sus derechos accesorios, como lo son la salud, la pensión y los riesgos
laborales, esto desde un sentido estricto, pues este derecho lo que pretende es que la
fuerza laboral en Colombia cuente con las garantías de cuidado necesaria para
desempeñar de la mejor manera posible su labor, en tal razón, la seguridad social en un
trabajo formal supone que el salario no puede ser menor a un mínimo legal vigente, que
debe estar afiliados a la Salud y a la Pensión, asimismo como la realización de Aportes a
los Riesgos Laborales (ARL), que debe asumir el empleador cuando se trate de
trabajadores dependientes, en cuanto a los independientes la carga de la seguridad social
deber asumida por este de manera integral, en Colombia todas las personas que generen
ingresos mayores al Salario Mínimo Legal Vigente son consideradas aptas para aportar al
Fondo de la Seguridad Social, ya que dicho sistema esta articulado mediante el principio
de Equidad, progresividad y eficacia.
De la misma manera debe decirse que el sector salud le ha tocado enfrentarse a muchas
dificultades por el tema de corrupción administrativa que padecen al interior de las
Empresas Promotoras de Salud y las Instituciones Prestadoras de Salud, pues muchas de
ellas en su proceso de afiliación al SISBÉN, vinculan a poblaciones vulnerables que por
las dificultades de acceso no reciben el servicio en los momentos adecuados, evitando
que la salud en este sentido sea algo preventivo para convertirse en curativa, situación
está que produce mayores costos al sistema y haciendo de este algo insostenible, por la
falta de inspección y vigilancia que debe ejercer el Ministerio de Salud y Protección Social,
puesto que en este sentido se produce un gasto publico injustificable y al momento de
atender a la población que si tiene la facilidad de acceder a los puestos de salud, estos
adolecen de los elementos necesarios para la atención específicamente en aquellos que
en la mayoría de los casos gozan de una relación laboral y a su vez no reciben una
atención de calidad, se estima que esta normativa no ha podido establecer estrategias
que permitan garantizar que tanto las personas del régimen subsidiado como del régimen
contributivo puedan recibir una atención en salud integral y adecuada.
Unas de las quejas de las Empresas Sociales del Estado E.S.E., es que las EPS, reciben
mes a mes los dineros generados por la afiliación de las familias al régimen subsidiado y
en muchos casos, estas demoran meses para cancelar dichos dineros a los hospitales por
la atención de segundo o tercer nivel que se produce, de aquí se deriva el denominado
paseo de la muerte, puesto que muchas clínicas del sector privado o en su efecto del
sector público, se resisten a recibir usuarios de este tipo de EPS, como consecuencia de
que incumplen los contratos suscritos, generando una afectación a la población, porque
en ese proceso de traslado y de encontrar un centro de salud que quiera asumir la
atención este se agrava y en muchos casos fallece, situación que debe enfrentar el
Estado Colombiano por falla en el servicio, aunado con la corrupción, son cargas
financieras que se hacen insostenibles para el presupuesto general de la nación que debe
garantizar y soportar dichos costos durante el año.

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