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La anticresis es el contrato por el cual se entrega

un bien inmueble como garantía de un pago futuro.


Así, la propiedad pasa a manos del acreedor,
permitiendo que este perciba las rentas
provenientes del uso y explotación del activo.

La anticresis dura, en principio, hasta que el prestatario


cumpla su obligació. Cumplido ese objetivo, el bien
puede volver al deudor.
La anticresis es un pacto entre dos partes en la que una
parte (como garantía de pago) le entrega a otra a otra
(en caso de no cumplir con su pago) un bien inmueble.
Cuando, con los beneficios del bien inmueble o el pago
del deudor, desaparezca la deuda, entonces el bien
inmueble vuelve a manos del deudor.
Características de la anticresis
Las principales características de la anticresis son:
El prestatario ofrece una garantía real, es decir,
está respaldando su compromiso de pago con un bien
tangible, que en este caso es un inmueble.
La anticresis un derecho accesorio, puesto que se
constituye para asegurar pago de una obligación, y de
sus intereses si estos son generados. Si
la deuda pendiente se extingue, también la anticresis.
Los participantes del contrato son el anticresista, quien
cede la posesión del bien, y el acreedor anticrético,
quien hace uso del mismo.
El anticresista no puede recuperar el inmueble sin haber
cancelado antes la deuda pendiente.
Es inviable efectuar varios contratos de anticresis sobre
un mismo bien porque se requiere su desposesión. Para
explicarlo de otro modo, el anticresista no podría
entregar simultáneamente el inmueble a más de un
acreedor En cambio, sí es factible constituir respecto a
un mismo activo varias hipotecas porque no es
necesario que el deudor se desprenda de su propiedad.
¿Cómo se constituye?
La anticresis podrá constituirse por el deudor o por un
tercero, pero en todo caso, el constituyente ha de tener
capacidad de disposición y ser dueño de la cosa
afectada. Como derecho independiente sólo puede
recaer sobre bienes inmuebles.
El Código Civil no exige requisito especial en cuanto a
la forma de su constitución, si bien como derecho real
se encuentra sometido a lo previsto en el artículo
1280.1º del citado texto legal. No es requisito su
inscripción en el Registro de la Propiedad, aunque es
un derecho real inscribible a los efectos del artículo 2
de la Ley Hipotecaria.
A su vez, el Código Civil no exige de manera expresa
que el inmueble gravado pase a poder del acreedor o de
un tercero; aunque el artículo 1883 lo presupone de
ordinario, por cuanto exige que se produzca la
extinción de la deuda para que el deudor pueda
readquirir la finca, y de igual modo, al señalarse que el
acreedor puede imponer al deudor la devolución para
liberarse de las obligaciones que le impone el artículo
1882.
¿Cuándo se extingue?
La anticresis se extinguirá por la extinción de la
obligación garantizada (como ocurre en todos los
derechos reales de garantía), y la extinción de la
obligación podrá ser por cualquier tipo y, de ordinario,
por el cumplimiento de la misma.
De igual modo, se extinguirá por las causas comunes a
la extinción de los derechos reales.

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