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(Fisiopatología II)
(Fisiopatología II)
Existen varios tipos de diabetes, siendo los más comunes la diabetes tipo 1, la diabetes tipo 2 y la
diabetes gestacional. La diabetes tipo 1 se desarrolla debido a la destrucción de las células
productoras de insulina en el páncreas y suele manifestarse en la infancia o adolescencia. La
diabetes tipo 2, que es la forma más común, generalmente se relaciona con la resistencia a la
insulina y se asocia con factores de riesgo como la obesidad, la falta de actividad física y la
genética. La diabetes gestacional se desarrolla durante el embarazo y desaparece después del
parto, pero puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 en el futuro.
En el siguiente contenido se dan a conocer los tipos de diabetes, cada una con una investigación
profunda sobre sus signos y síntomas, su causa, fisiopatología, diagnóstico, tratamiento, atención
de enfermería y sus medidas preventivas. Todo esto con el objetivo de llevar a cabo un estudio
profundo de cada una de ellas y enriquecer nuestros conocimientos como futuros enfermeros en
cualquier ámbito de nuestra vida.
OBJETIVOS
General:
Comprender la diabetes y conocer los diferentes tipos de diabetes mellitus que existen.
Específicos:
Tipos de diabetes:
DIABETES TIPO 1
Definición:
Es un tipo de diabetes crónica y autoinmune en la que el sistema inmunológico del cuerpo ataca y
destruye selectivamente las células beta en el páncreas. Estas células son responsables de
producir insulina, una hormona que regula el nivel de azúcar en sangre al permitir que el azúcar
(glucosa) ingrese a las células para proporcionarles energía.
Como resultado de la destrucción de las células beta, las personas con diabetes tipo 1 no pueden
producir insulina de manera natural.
Etiología:
La etiología de la diabetes tipo 1 implica una combinación de factores genéticos y ambientales
que conducen al desarrollo de esta enfermedad autoinmune. Aunque aún no se comprende
completamente, se han identificado varios elementos clave en su aparición:
Signos y Síntomas:
► Aumento de la Sed (Polidipsia)
► Aumento de la Micción (Poliuria)
► Aumento del Apetito (Polidipsia)
► Fatiga
► Visión Borrosa
► Infecciones Frecuentes
► Heridas que Sanan Lentamente
► Cambios en el Estado de Ánimo
► Náuseas y Vómitos
► Dificultad para Respirar
Fisiopatología:
En la mayoría de los casos de diabetes tipo 1, el proceso comienza con un evento
desencadenante, que puede ser una infección viral u otro factor ambiental. Este evento
desencadenante parece activar el sistema inmunológico de manera anormal en personas
genéticamente susceptibles,como resultado de la activación anormal del sistema inmunológico, se
producen anticuerpos autoinmunes que atacan y destruyen las células beta en el páncreas. Estas
células contienen antígenos que son identificados erróneamente como amenazas por el sistema
inmunológico.A medida que las células beta son destruidas, la producción de insulina se reduce
significativamente. La insulina es necesaria para permitir que la glucosa entre en las células del
cuerpo y se utilice como fuente de energía.Con la disminución de la producción de insulina, los
niveles de glucosa en sangre comienzan a aumentar. Sin suficiente insulina, la glucosa no puede
ingresar adecuadamente a las células y se acumula en el torrente sanguíneo, lo que lleva a la
hiperglucemia (niveles elevados de azúcar en sangre).
Valoración:
Historia Clínica y Entrevista: El primer paso es una entrevista detallada con el paciente
para recopilar información sobre los síntomas, antecedentes médicos y familiares relevantes,
cambios en el peso, cambios en el apetito, sed excesiva, micción frecuente y otros síntomas
asociados con la diabetes tipo 1.
Examen Físico: Un examen físico completo puede revelar signos de diabetes tipo 1, como
pérdida de peso, presión arterial alta, signos de deshidratación y problemas oculares.
Diagnóstico:
- Prueba de Glucosa en Ayunas: Se realiza una prueba de glucosa en sangre en ayunas para
medir los niveles de azúcar en sangre después de al menos 8 horas de ayuno. Un nivel de
glucosa en ayunas de 126 mg/dL (7 mmol/L) o superior en dos ocasiones se considera
diagnóstico de diabetes.
- Prueba de Hemoglobina A1c: Esta prueba mide el promedio de los niveles de azúcar en
sangre durante los últimos tres meses. Un valor de HbA1c del 6.5% o superior es indicativo
de diabetes.
- Prueba de Péptido C o Insulina: Estas pruebas pueden ayudar a determinar si el cuerpo está
produciendo insulina de manera adecuada. En la diabetes tipo 1, los niveles de péptido C son
bajos, ya que el páncreas no produce insulina.
- Pruebas de Autoanticuerpos: Se pueden realizar pruebas para detectar la presencia de
autoanticuerpos en la sangre, como los anticuerpos contra la insulina o los anticuerpos contra
las células de los islotes. La presencia de autoanticuerpos es típica de la diabetes tipo 1 y
sugiere una etiología autoinmune.
Tratamiento:
- Administración de Insulina: la insulina se administra mediante inyecciones subcutáneas o
mediante una bomba de insulina que libera insulina de forma continua. El objetivo es
mantener los niveles de azúcar en sangre dentro de un rango objetivo y evitar las
fluctuaciones extremas. Los tipos de insulina y la programación de las dosis pueden variar
según las necesidades individuales del paciente.
- Monitorización de Glucosa en Sangre: esto permite realizar un seguimiento de los niveles
de glucosa y ajustar las dosis de insulina según sea necesario.
- Planificación de Comidas: el control de la dieta es esencial. Un dietista o nutricionista puede
ayudar a desarrollar un plan de comidas que regule la ingesta de carbohidratos, grasas y
proteínas. La planificación de comidas puede ayudar a mantener estables los niveles de
azúcar en sangre.
- Ejercicio: ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina y a mantener un peso saludable.
- Educación y Autocuidado: los pacientes deben aprender a reconocer los síntomas de
hipoglucemia y cómo tratarla, así como a comprender la importancia del autocuidado, la
administración adecuada de insulina y el seguimiento regular con un profesional de la salud.
Atención de Enfermería:
Educación sobre la Diabetes
Monitorización de la Glucosa en Sangre
Manejo de la Insulina
Prevención y Manejo de Hipoglucemia
Promoción del Autocuidado
Apoyo Emocional
Promoción de un Estilo de Vida Saludable
Medidas preventivas:
La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca y
destruye las células beta del páncreas, lo que lleva a la falta de producción de insulina. A
diferencia de la diabetes tipo 2, que a menudo está relacionada con factores de estilo de vida,
como la obesidad y la inactividad física, la diabetes tipo 1 no se puede prevenir mediante cambios
en la dieta o el ejercicio. Sin embargo, hay investigaciones en curso sobre cómo prevenir o
retrasar el desarrollo de la diabetes tipo 1 en personas con riesgo genético, pero esto aún está en
fase experimental y no se ha establecido una estrategia de prevención definitiva.
En la diabetes tipo 2, las células del cuerpo se vuelven menos sensibles a la acción de la insulina,
lo que se conoce como resistencia a la insulina. Como resultado, el cuerpo necesita más insulina
para mantener los niveles de azúcar en sangre dentro de un rango normal. Con el tiempo, el
páncreas puede no ser capaz de producir suficiente insulina para satisfacer estas demandas, lo que
lleva a la hiperglucemia (azúcar en sangre elevado) crónica.
Etiología:
La etiología de la diabetes tipo 2 es multifactorial, lo que significa que involucra una
combinación de factores genéticos, factores de estilo de vida y otros factores relacionados con la
salud. Aunque la causa exacta no se comprende completamente, se han identificado varios
elementos clave en su desarrollo:
Signos y Síntomas:
Aumento de la sed (Polidipsia).
Aumento de la micción (Poliuria).
Aumento del apetito (Poliifagia).
Fatiga.
Visión borrosa.
Dificultad para enfocar correctamente la vista o visión borrosa.
Pérdida de peso inexplicada.
Infecciones frecuentes.
Heridas que sanan lentamente.
Entumecimiento u hormigueo.
Cambios en la piel.
Problemas de la piel.
Hipertensión arterial.
Fisiopatología:
La resistencia a la insulina es un rasgo central de la diabetes tipo 2. Las células del cuerpo, como
las del hígado, el músculo y el tejido adiposo, no responden adecuadamente a la insulina. Esto
significa que las células no pueden captar glucosa de manera efectiva desde el torrente sanguíneo,
a pesar de que haya insulina presente.Como respuesta a la resistencia a la insulina, el páncreas
aumenta la producción de insulina para tratar de mantener los niveles de azúcar en sangre dentro
del rango normal. Esto resulta en niveles elevados de insulina en sangre, conocidos como
hiperinsulinemia, a pesar del aumento de la producción de insulina, las células no pueden tomar
glucosa de manera eficaz. Como resultado, los niveles de azúcar en sangre aumentan
gradualmente, lo que conduce a la hiperglucemia (azúcar en sangre elevado).Con el tiempo, la
persistencia de la resistencia a la insulina y la hiperinsulinemia pueden sobrecargar el páncreas y
provocar una disminución en la producción de insulina. Cuando la producción de insulina se
vuelve insuficiente para mantener los niveles de azúcar en sangre dentro del rango normal, se
desarrolla la diabetes tipo 2.
Valoración:
- Historia clínica y entrevista: el primer paso suele ser una entrevista detallada con el
paciente para recopilar información sobre los síntomas, antecedentes médicos, familiares y
factores de riesgo. Esto puede incluir preguntas sobre síntomas como sed excesiva, micción
frecuente, aumento del apetito, fatiga y otros signos asociados con la diabetes tipo 2.
- Examen físico: un examen físico completo puede ayudar a identificar signos de diabetes tipo
2, como aumento de peso, presión arterial alta y signos de neuropatía periférica.
Diagnóstico:
Evaluación de los síntomas y antecedentes médicos.
Prueba de glucosa en ayunas.
Prueba de hemoglobina A1c (HbA1c).
Pruebas de tolerancia a la glucosa oral (PTGO).
Pruebas de laboratorio adicionales: el médico puede realizar pruebas adicionales para evaluar
la función renal, los niveles de lípidos (colesterol y triglicéridos), la función hepática y otros
parámetros relacionados con la salud en general.
Tratamiento:
Cambios en el estilo de vida.
Dieta saludable.
Control de peso.
Ejercicio regular.
Dejar de fumar.
Reducción del consumo de alcohol.
Medicamentos orales: en algunos casos, se recetan medicamentos orales para ayudar a
controlar los niveles de azúcar en sangre. Estos medicamentos incluyen metformina,
sulfonilureas, inhibidores de la dipeptidil peptidasa-4 (DPP-4), agonistas del receptor de
GLP-1 y otros. La elección del medicamento depende de la situación individual del paciente.
Inyecciones de GLP-1: los agonistas del receptor de GLP-1 son medicamentos inyectables
que ayudan a reducir los niveles de azúcar en sangre al mejorar la sensibilidad a la insulina,
reducir el apetito y ralentizar el vaciado del estómago. Algunos ejemplos incluyen liraglutida
y dulaglutida.
Insulina: en casos en los que otros tratamientos no logran controlar adecuadamente los niveles
de azúcar en sangre, se puede requerir la administración de insulina. La insulina puede ser
necesaria en diferentes momentos del día y en diferentes formas, según las necesidades
individuales.
Monitorización de glucosa en sangre: medir regularmente los niveles de azúcar en sangre con
un medidor de glucosa en sangre para controlar los efectos del tratamiento y ajustar la terapia
según sea necesario.
Educación y autocuidado: la educación sobre la diabetes tipo 2 y el autocuidado son
esenciales. Los pacientes deben aprender a reconocer los síntomas de hipoglucemia y cómo
tratarla, así como a llevar un registro de sus niveles de azúcar en sangre y seguir un plan de
comidas.
Control de la presión arterial y los lípidos: mantener la presión arterial y los niveles de lípidos
(colesterol y triglicéridos) bajo control es fundamental, ya que las personas con diabetes tipo
2 tienen un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Seguimiento médico regular.
Atención de Enfermería:
- Educación sobre la diabetes.
- Monitorización de la glucosa en sangre.
- Manejo de la insulina u otros medicamentos.
- Prevención y manejo de hipoglucemia.
- Promoción del autocuidado.
- Evaluación de complicaciones.
- Apoyo emocional.
- Promoción de un estilo de vida saludable.
- Coordinación del cuidado.
Medidas preventivas:
Mantener un peso saludable.
Adoptar una dieta saludable.
Controlar las porciones y carbohidratos.
Ejercicio regular.
Evitar el sedentarismo.
Controlar la presión arterial.
Mantener niveles de colesterol saludables.
Evitar el consumo de tabaco.
Consumo moderado de alcohol.
Controlar el estrés.
Exámenes médicos regulares.
Conciencia de factores de riesgo.
DIABETES GESTACIONAL
Definición:
La diabetes gestacional es un tipo de diabetes que aparece por primera vez durante el embarazo
en mujeres embarazadas que nunca antes padecieron esta enfermedad. En algunas mujeres, la
diabetes gestacional puede afectarles en más de un embarazo. La diabetes gestacional por lo
general aparece a la mitad del embarazo.
Etiología:
La etiología o causa exacta de la diabetes gestacional no se comprende completamente, pero se
cree que involucra una combinación de factores genéticos, hormonales y metabólicos. Durante el
embarazo, el cuerpo de una mujer experimenta cambios significativos que pueden afectar la
forma en que su organismo maneja la glucosa (azúcar en sangre), lo que contribuye al desarrollo
de la diabetes gestacional. Algunos de los factores implicados en su etiología incluyen:
Genética: Existe una predisposición genética a desarrollar diabetes gestacional. Las mujeres que
tienen antecedentes familiares de diabetes o que han tenido diabetes gestacional en embarazos
anteriores tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
Obesidad y aumento de peso excesivo: Las mujeres que tienen sobrepeso u obesidad antes del
embarazo o que ganan peso en exceso durante el embarazo tienen un mayor riesgo de desarrollar
diabetes gestacional.
Edad materna: El riesgo de diabetes gestacional tiende a aumentar con la edad materna. Las
mujeres mayores de 25 años tienen un mayor riesgo.
Síndrome de ovario poliquístico (SOP): El SOP es un trastorno hormonal que puede aumentar el
riesgo de diabetes gestacional debido a la resistencia a la insulina asociada con esta condición.
Historia previa de diabetes gestacional: Si una mujer ha tenido diabetes gestacional en embarazos
anteriores, tiene un mayor riesgo de desarrollarla nuevamente en embarazos futuros.
Origen étnico: Algunos grupos étnicos, como los afroamericanos, los hispanos, los asiáticos y los
indígenas americanos, tienen un mayor riesgo de diabetes gestacional.
Signos y Síntomas:
Generalmente no hay síntomas o éstos son leves y no son potencialmente mortales para la mujer
embarazada.
Los síntomas pueden abarcar:
Visión borrosa
Fatiga
Infecciones frecuentes, incluyendo las de vejiga, vagina y piel
Aumento de sed
Incremento de la micción
Náuseas y vómitos
Pérdida de peso a pesar de un aumento del apetito.
Fisiopatología:
Durante el embarazo, la placenta produce una serie de hormonas, incluyendo la hormona
lactógeno placentario humano (HPL), el cortisol y las hormonas del crecimiento. Estas hormonas
desempeñan un papel fundamental en el desarrollo del feto y en la regulación del metabolismo
materno. Sin embargo, también tienen efectos secundarios que pueden aumentar la resistencia a
la insulina, las hormonas producidas por la placenta tienden a aumentar la resistencia a la insulina
en las células del cuerpo. Esto significa que las células no pueden utilizar eficazmente la insulina
para tomar la glucosa de la sangre y llevarla a las células, lo que resulta en niveles elevados de
azúcar en sangre. Para compensar la resistencia a la insulina, el páncreas de la mujer embarazada
generalmente aumenta la producción de insulina. Sin embargo, en algunas mujeres, el páncreas
no puede producir suficiente insulina adicional para mantener los niveles de glucosa en sangre
dentro del rango normal, cuando la resistencia a la insulina y la producción insuficiente de
insulina no pueden mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de un rango normal durante
el embarazo, se desarrolla la diabetes gestacional. Esta condición generalmente se diagnostica en
el segundo o tercer trimestre del embarazo.
Valoración:
- Evaluación inicial: la valoración comienza con una evaluación médica inicial en la que se
recopilan datos sobre la historia clínica de la paciente, antecedentes familiares de diabetes,
factores de riesgo (como la obesidad) y cualquier síntoma que pueda indicar la presencia de
diabetes gestacional, como aumento excesivo de peso o poliuria (orinar con frecuencia).
- Prueba de detección de glucosa.
- Prueba de diagnóstico.
Diagnóstico:
Análisis de sangre
Prueba de sobrecarga oral de glucosa
La prueba de tolerancia oral a la glucosa o ambas.
Tratamiento:
El tratamiento de la diabetes gestacional es fundamental para mantener los niveles de glucosa en
sangre dentro de un rango normal durante el embarazo y reducir los riesgos para la madre y el
bebé.
Atención de enfermería:
La atención de enfermería en casos de diabetes gestacional es esencial para proporcionar un
cuidado integral y efectivo a las mujeres embarazadas que padecen esta condición. Los
enfermeros desempeñan un papel fundamental en la educación, el apoyo y el seguimiento de las
mujeres con diabetes gestacional. A continuación, se presentan algunas de las áreas clave en las
que los enfermeros pueden intervenir en la atención de la diabetes gestacional:
Medidas preventivas:
La diabetes gestacional no siempre se puede prevenir por completo, ya que algunos factores de
riesgo, como la predisposición genética y las hormonas del embarazo, son difíciles de controlar.
Sin embargo, existen algunas medidas preventivas y cambios en el estilo de vida que pueden
reducir el riesgo de desarrollar diabetes gestacional durante el embarazo:
Existen tres tipos de diabetes: diabetes tipo1, diabetes tipo 2 y diabetes gestacional.
RECOMENDACIONES
Promover un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada y rica en fibra,
actividad física regular y evite el consumo excesivo de azúcares y grasas saturadas, etc.