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Unidad 3

Una introducción al concepto de promoción de la salud (Marchiori Buss)


El término prevención de la salud está asociado a un “conjunto de valores”: vida, salud, solidaridad,
equidad, democracia, ciudadanía, desarrollo, participación y asociación, entre otros. Se refiere
también a una “combinación de estrategias”: acciones del Estado (políticas públicas saludables), de
la comunidad (refuerzo de la acción comunitaria), de los individuos (desarrollo de habilidades
personales), del sistema de salud (reorientación del sistema de salud) y de asociaciones
intersectoriales; esto es, trabaja con la idea de “responsabilización múltiple”, ya sea por los
problemas, ya sea por las soluciones propuestas para los mismos.
Uno de los campos de acción propuesto en el contexto de promoción de la salud es la creación de
ambientes favorables. Persigue como uno de sus principales objetivos el aumento de la expectativa
de vida saludable y de calidad.
La prevención primaria, al ser desarrollada en el periodo pre-patógeno, constaría de medidas
destinadas a desarrollar una salud global óptima por la protección específica del hombre contra
agentes patológicos o por el establecimiento de barreras contra los agentes del medio ambiente.
Como parte de este primer nivel de prevención, las medidas adoptadas para la promoción de la
salud no se dirigen a una determinada enfermedad, sino que sirven para aumentar el bienestar
general.
Con la segunda revolución epidemiológica, el movimiento de prevención de enfermedades crónicas,
la promoción de la salud paso a asociarse a medidas preventivas, sobre el entorno físico y sobre los
estilos de vida, y ya no orientadas exclusivamente para individuos y familias.
La promoción de la salud consiste en las actividades dirigidas a la transformación de los
comportamientos de los individuos, apuntando hacia sus estilos de vida y localizándolos en el seno
de las familias, y por encima de todo, en el ambiente de las “culturas” de la comunidad en la que se
encuentran. En este caso, los programas o actividades de promoción de la salud tienden a
concentrarse en componentes educativos, relacionados con riesgos de comportamientos alterables,
que se encontrarían, al menos en parte, bajo control de los propios individuos. Lo que caracteriza la
promoción de la salud, modernamente, es la constatación del papel protagonista de los
determinantes generales sobre las condiciones de salud: la salud es producto de un amplio espectro
de factores relacionados con la calidad de vida. Sus actividades estarían más orientadas a la
colectividad de individuos y al ambiente que la rodea, comprendido, por medio de políticas públicas
y de entornos favorables para el desarrollo de la salud y para refuerzo de la capacidad de los
individuos y de las comunidades (empowerment).
La carta de Ottawa define que los recursos fundamentales para la salud son: ausencia de conflictos,
educación, alimentación, ecosistema estable, justicia social y equidad, afirmando que el incremento
en el escenario de la salud requiere una base solida en estos pre-requisitos básicos.
En los países de primer mundo, los sistemas de salud comienzan, en la mitad de los años 70, a ser
cuestionados, teniendo como telón de fondo nuevas concepciones del proceso salud-enfermedad-
atención, que persiguen articular cuatro dimensiones explicativas: biología humana, estilos de vida,
ambiente y servicios de salud.
La motivación central del Informe Lalonde parece haber sido política, técnica y económica,
apuntaba a enfrentar los costos crecientes de la asistencia médica al mismo tiempo en que se
apoyaba en cuestionar el abordaje medico para las enfermedades crónicas debido a los resultados
poco significativos que aquella presentaba.
La estrategia de promoción de la salud fue establecida para “informar, influenciar y asistir a
individuos y organizaciones para que sean más activos en materia de salud”.
Las 23 medidas que componen la estrategia de la promoción de la salud estaban relacionadas con
factores específicos del estilo de vida, como la dieta, el tabaco, el alcohol, las drogas y la conducta
sexual.
La conferencia Internacional sobre Promoción de la Salud y la Carta de Ottawa
La carta de Ottawa define promoción de la salud como “el proceso de capacitación de la
colectividad para actuar en la mejora de su calidad de vida y salud, incluyendo una mayor
participación en el control de este proceso”. Asume el concepto de salud de la OMS. “La salud es el
mayor recurso para el desarrollo social, económico y personal, así como una importante dimensión
de la calidad de vida”.
La carta de Ottawa asume que la equidad en la salud es uno de los focos de la promoción de la
salud. El documento apunta hacia los múltiples determinantes de la salud y para la intersectorialidad
al afirmar que “la promoción de la salud no es responsabilidad exclusiva del sector de la salud”; y
concluye, afirmando que “las condiciones y requisitos para la salud son: paz, educación, vivienda,
alimentación, renta, ecosistema, recursos sostenibles, justicia social y equidad”.
La carta de Ottawa propone cinco campos centrales de acción:
 Elaboración e implementación de “políticas públicas saludables”;
 Creación de “ambientes favorables para la salud”;
 Refuerzo de la “acción colectiva”;
 Desarrollo de “habilidades personales”;
 “Reorientación del sistema de salud”.
La Carta de Ottawa enfatiza que las acciones comunitarias serán efectivas si fuese garantizada la
participación popular en la trayectoria de los asuntos de salud, así como el acceso total y continuo a
la información y a las oportunidades de aprendizaje en esta área: es el concepto de empowerment
comunitario, o sea, la adquisición de poder técnico y conciencia política para actuar en defensa de
su salud.
El “desarrollo de habilidades y actitudes personales” es el componente de la carta de Ottawa que
recupera la dimensión de la educación para la salud, aunque también avance con la idea de
empowerment, ahora en el plano individual, o sea, el proceso de capacitación (adquisición de
conocimientos) y de conciencia política propiamente dicha.

Participación Social (Menéndez)


Oakley plantea 2 corrientes en la interpretación del papel de los sujetos en la Participación Social:
1) Coloca las limitaciones de las actividades participativas en ciertas características de la
población, y especialmente en su falta de información.
2) Cuestiona la concepción de la población como exclusivamente receptiva y pasiva.
Oakley define la PS como:
. Un proceso de adquisición de poder, en el sentido de acceso y control sobre los recursos
necesarios para proteger los medios de vida, y colocando el eje de las decisiones en el saber y poder
locales.
. La población no sólo debe ser consultada, sino que debe intervenir en la toma de decisiones.

El autor (Menéndez) plantea estar de acuerdo con la definición, sin embargo


. Una de las principales orientaciones prácticas que observamos es que la mayoría de las
instituciones y organizaciones que utilizan este concepto, colocan gran parte de sus esfuerzos
participativos en las acciones desarrolladas a nivel local.

¿Cuáles son estas instituciones y organizaciones a las que se refiere?


Son instituciones que utilizan este concepto pese a tener orientaciones políticas, ideológicas y hasta
culturales distintas y hasta antagónicas:
 Banco Mundial
 ONGs críticas y no críticas
 Una parte del movimiento feminista
 Organizaciones internacionales y regionales de salud
 Programas nacionales de lucha contra la pobreza.
¿Cuál es el papel dado a lo local y a las condiciones estructurales?
. Las decisiones tomadas por los grupos comunitarios respecto de procesos de S/E/A están
condicionadas por la estructuración social de la realidad y por las decisiones que toman un pequeño
grupo de actores que están por “fuera” de los grupos locales.
. Menéndez se refiere a las medidas de “ajuste estructural” que afectaron las condiciones de vida en
el nivel local de la mayoría de la población latinoamericana.
. Los sujetos y conjuntos sociales se ven obligados a actuar frente a los problemas, pero no suelen
ser los que generaron las condiciones que dan lugar a ellos (desnutrición o violencias de todo tipo).

La mayoría de la PS se realiza para:


. Enfrentar las consecuencias impuestas a sus vidas cotidianas por actores e instituciones ajenos a su
localidad. Son estrategias que en su mayoría suponen procesos de explotación personal y social y no
sólo de tipo económico. Ver ejemplo de las migraciones.
. La participación social constituye una condición necesaria de los sectores sociales subalternos para
asegurar un mínimo de supervivencia, aunque no se trate de una participación en los niveles más
estructurales.

En el sector salud se reconoce, durante los ’80 y los ’90 que:


. Es necesario incluir protagónicamente a los sujetos y grupos locales en la toma de decisiones.
. Algunas propuestas subrayan la necesidad de trabajar con la perspectiva de la comunidad, pero a
partir de asumir que por lo menos una parte de dicha perspectiva local ha sido y sigue siendo
establecida desde “fuera” de la comunidad. Ejemplo del consumo de marihuana, que puede ser un
patrón de consumo local articulado a la vida cotidiana, pero el impulso a la producción y consumo
deviene en la actualidad de procesos y actores sociales que operan fuera de la comunidad.

“Las múltiples trayectorias de la participación social”. Menéndez


. Desde los 70, especialmente desde la conferencia de Alma Ata, la PS ha sido reconocida como una
de las actividades básicas de las políticas de APS
. La PS ha sido propuesta para América Latina como una actividad necesaria no sólo de los
procesos de salud/enfermedad/atención sino también respecto de una gran diversidad de campos en
los educativo, económico, recreativo e incluso cultural.
. Desde los 40 la PS aparece simultáneamente como un objetivo y como un instrumento de
aplicación y de reflexión teórico-metodológica respecto de los procesos de s/e/a, dado que podía
contribuir a mejorar las condiciones de vida y reducir la incidencia de factores negativos.
. La PS fue considerada no sólo como un medio para abatir/limitar daños a la salud, sino como un
instrumento que posibilitaría organizar, movilizar, democratizar a los conjuntos sociales, y no
exclusivamente respecto de los procesos de s/e/a.

La construcción teórico-práctica de un concepto


. Ciertos conceptos participativos, y sobre todo los definidos en términos de participación social
como control en la toma de decisiones o en términos de “empoderamiento”, cobraron mayor
presencia cuando entraron en crisis las propuestas políticas más radicales de los años 70 y 80.
. El uso de la PS se dio desde los 70 en forma heterogénea, en función de la afirmación de las
particularidades específicas, así como del tipo de críticas a la sociedad dominante, que expresaban
las condiciones de opresión, marginación, estigmatización o subalternidad de los diferentes
sectores sociales implicados.

La PS como estrategia de los marginales urbanos


. Los que no tienen poder, que no “tienen la palabra”, pueden llegar a tenerla si comienzan a
participar, de tal manera que la PS se convierte en una suerte de mecanismo eficaz que opera desde
lo político hasta lo terapéutico, dando lugar al uso extendido de términos como “empoderamiento”.
La Participación Social supone:
. Oponerse a lo institucionalizado, a la dominación, a la manipulación y/o a la cooptación.
. Posibilitar el desarrollo de la autonomía a nivel de sujeto y de grupo
. Cuestionar la verticalidad de las organizaciones y de la toma de decisiones
. Un ejercicio constante de democratización y de ciudadanía
. Posibilita la transformación del propio sujeto al convertirlo en actor, que contribuye a producir y
cambiar la estructura.

La polivalencia de la Participación Social


. La PS suele incluir un componente ideológico fuerte, siendo uno de sus principales objetivos
unificar a una sociedad, movimiento o grupo social más allá de las diferencias e intereses de sus
miembros.
. Desde esta perspectiva, ciertas orientaciones buscan a través de la PS no tanto homogeneizar sino
más bien unificar para la acción. A veces los proyectos políticos o sociales que operan a través de la
PS refieren a un componente imaginario, que más allá de que se concrete o no, constituye el
referente de la unificación y de la acción.

Participación social en salud: las representaciones y las prácticas (Menéndez)


Menéndez se pregunta si existe una PS específica referida al proceso s/e/a
. Las divergencias se establecen respecto de los objetivos que se buscan con la PS, y de las formas
organizativas a través de las cuales se expresan.
. Ejemplo de la campaña de vacunación: para la APM (Atención Primaria Médica) movilizar a la
población a vacunarse es PS; para la API (Atención Primaria Integral) no lo es si no se asegura el
papel decisivo de los grupos sociales en la cobertura de vacunación.
. Los grupos deberían intervenir en el diseño de la convocatoria para vacunarse y en la ejecución de
la misma.

En el sector salud se reconoce, durante los ’80 y los ’90 que


.Es necesario incluir a los sujetos y grupos locales en la toma de decisiones.
.Algunas propuestas subrayan la necesidad de trabajar con la perspectiva de la comunidad, pero a
partir de asumir que por lo menos una parte de dicha perspectiva local ha sido y sigue siendo
establecida desde “fuera” de la comunidad. Ejemplo del consumo de marihuana, que puede ser un
patrón de consumo local articulado a la vida cotidiana, pero el impulso a la producción y consumo
deviene en la actualidad de procesos y actores sociales que operan fuera de la comunidad.

Los diversos objetivos con los que se impulsan actividades de participación social
respecto del proceso s/e/a:
. Referida a actividades específicas con objetivo expreso de mejorar el estado de salud, reducir
daños, mejorar la cobertura, etc. O buscando legitimar al Estado o al grupo que impulsa estas
actividades.
. Como medio de organizar a la comunidad/barrio/grupo, pero considerando central el proceso de
s/e/a para generar ese ejercicio organizativo.
. Como trabajo “voluntario” para reducir costos en la aplicación de actividades curativas y/o
preventivas, y en la supervisión del uso de recursos a nivel local.
.Para involucrar a la población y poder planificar mejor y posibilitar una mayor aceptación de las
propuestas diseñadas y decididas a nivel central.
. Como instrumento decisivo en el desarrollo de experiencias y capacidades participativas y
organizativas; lo significativo es la experiencia y aprendizaje de participación, organización y/o
concientización.
. Como requisito básico para la democratización y el ejercicio de ciudadanía.
. Como proceso importante pero no determinante en relación a transformaciones a nivel
macrosocial.
. Como proceso de asegurar la continuidad de algunas actividades de los aparatos médico sanitarios.

Uso actual de la Autogestión:


. Refuerza la concepción de la PS como recurso.
. Sólo una parte de las ONG y de los programas de API retomaron una concepción centrada en la
toma de decisiones, de autonomía económico-ocupacional y de lucha por hacer efectiva la toma de
decisiones.
. La PS en términos de “empoderamiento” y de autogestión pasa a primer plano en los organismos
internacionales y en el SS cuando se profundiza la situación de pobreza y de extrema pobreza en
América Latina (BM).

Barrio adentro en salud: un proyecto político y social de la República Bolivariana de Venezuela


(Aguirre)
Las Misiones Barrio adentro es un proyecto político de inclusión social a la red de servicios y
destinado a la formación de profesionales y técnicos. Es una política de salud basada en una activa
participación de la comunidad. Con la necesidad de dar respuesta a los pedidos de la población, el
gobierno Bolivariano buscó una manera más agresiva de asumir las políticas mediante el
nacimiento de las Misiones con el objetivo de dirigir acciones destinadas a disminuir la pobreza.
Esto se construye con nuevas formas de participación de los ciudadanos, asumiendo que es una
responsabilidad individual y colectiva con lo público y con la Nación.
El Estado tendrá como responsabilidad garantizar un presupuesto para la salud que permita cumplir
con los objetivos de la política sanitaria (art. 85). Es así como se desarrollaron actividades de
atención de salud en las comunidades. Se dio inicio a la estrategia de las Misiones a través de las
Misiones educativas: que tenían como objetivo un plan de alfabetización. Con esto se buscó abordar
dos problemáticas: el derecho a la educación y al trabajo.
Con la implementación de las misiones educativas se pudieron visualizar problemas en los
estudiantes, muchos de los cuales que asistían a clases no habían comido; y la comunidad comenzó
a solidarizarse y preocuparse por los miembros de su barrio.
La Misión Identidad tiene como objetivo el desarrollo del deporte principalmente para niñas/os,
adolescentes (una forma de combatir las drogas y también para cumplir con el derecho al deportes)
y personas de la tercera edad.
Las Misiones son una estrategia para atacar la exclusión. Su objetivo principal es garantizar el
derecho a la salud y a la educación, que como dice el art. 83 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, “la salud es un derecho fundamental, obligación del Estado que lo
garantizará como parte del derecho a la vida”.
Esta estrategia se aproxima a los supuestos señalados por Menéndez respecto de la participación
social porque los ciudadanos deben participar activamente en la toma de decisiones sobre su
desarrollo, debe convertirse en un actor protagónico para que se den los cambios en torno a la salud
colectiva y la gestión de servicios de salud y educación.

La ciudadanía en una etapa de reconstrucción: imaginarios y desafíos (Delgado)


Construcción de ciudadanía: proceso histórico (luchas populares) en principio para conquistar
autonomía y reorganización nacional y luego para adquirir derechos específicos (civiles, sociales)
en pos de sociedades más justas y participativas.
Ejemplo en Argentina se va construyendo la Nación a través de proyectos políticos por un
destino/futuro en común:
. Movimiento Yrigoyenista (ppios. s. XX) comienza la conquista de derechos políticos – clase
media al poder político.
. Peronismo (mediados s. XX) derechos sociales – reforma constitucional art. 14 bis y la clase
obrera al poder.
. Acciones de la izquierda y otros movimientos sociales (décadas de los ´80 y ´90 en adelante)
derechos humanos – régimen democrático estable base para canalización democrática de demandas
ciudadanas – difiultades por los cambios que provoca la globalización bajo el paradigma neo liberal
y el desmonte del Estado de Bienestar y la exclusión que esto genera.
. Dictadura militar – violación al derecho humano elemental: la vida.
. Alfonsín - la ciudadanía pasó del entusiasmo al desencanto: gobierno sin respuesta social,
hiperinflación y pobreza.
. Menem – ajustes estructurales, privatizaciones, acceso al crédito, retiro del Estado, desempleo,
reclusión en lo privado. Descontento y voto bronca.
. De la Rúa (ingobernabilidad, default, emergencia) bisagra histórica: - democracia que se impuso
ante posibles liderazgos autoritarios y vindicaciones anárquicas. Corralito: catapultador del
descontento de sectores medios (cacerolazos, escraches) y populares (piquetes, desempleados).
. Situación pre-revolucionaria que por un lado tenía la amenaza de la anarquía (Argentina
ingobernable) y por otro la amenaza de transformarse en un “leading case” (una nación quebrada,
globalizada económicamente pero con un pueblo utilizado y abandonado por esa economía, un país
“bananero”, absolutamente dependiente del Fondo Monetario Internacional con una economía
totalmente dolarizada y sin ninguna autonomía).
. Kirchner – recomposición de la autoridad política, consolidación de la democracia pero con una
ciudadanía fragmentada, distintos imaginarios sobre aspiraciones y utopías luego del rechazo a la
política (“que se vayan todos”) aparecen distintas expresiones sociales, nuevas prácticas que
habilitarían tanto una profundización democrática como la reproducción de perspectivas formales
de la misma. Su política evitó los dos peligros (de anarquía y de dolarización) porque se volcó hacia
una política de carácter heterodoxo y gradualista distinta a la que sugería el FMI que era ortodoxa y
de shock. Y fue central la política de los planes sociales para calmar la emergencia de los
desocupados evitando el incendio, aunque la pobreza creció a medida que avanzó la inflación.
Esta etapa de reconstrucción está signada por una ciudadanía heterogénea respecto a imaginarios
que reivindica la participación en una democracia a recrear en su ejercicio, con distintas
posibilidades para su proceso de recontrucción.

Sobre la ciudadanía en sociedades en desarrollo y globalizadas


Dos dimensiones básicas:
. Carácter formal de la ciudadanía, posibilidad del individuo en tanto ciudadano de acceder al
espacio público del debate por el sentido y los valores del orden social. El ciudadano constituye lo
social así como lo social constituye al humano mediante su capacidad de palabra y acción.
. Carácter jurídico o sustantivo, derechos (civiles, sociales, políticos, ambientales) que los
individuos portan en tanto ciudadanos. Status moderno que los iguala.
Por la experiencia de la dictadura militar, por ejemplo, la transición a la democracia se constituyó
en torno a una vindicación (defensa) de los derechos políticos y muchos piensan que la democracia
existe para resguardar el “derecho a tener derechos”, como si el debate democrático debería
centrarse entonces en “qué derechos sociales deberían ser asegurados por el Estado”. Ejemplos de
fenómenos (exclusión, desindustrialización, financiarización de la economía, desempleo,
precarización, informalidad, desigualdad) que provocaron la desciudadanización de vastos sectores
de la sociedad argentina: Desmonte del Estado de Bienestar = diversidad de imaginarios colectivos
y políticos

. En el proceso de globalización se ha configurado una sociedad a dos velocidades: una coalición


minoritaria económicamente poderosa que se consolida (elites que acceden y que desterritorializan
la riqueza en espacios de inaccesibilidad física para quien no esté provisto de ingreso) y una
fragmentación de los sectores populares mayoritarios (sectores de poblaciones locales excluidos y
relegados al territorio) = Globalización de la riqueza y territorización de la pobreza. Esto cuestiona
la posibilidad de las comunidades nacionales de conservar el estado público común entre los
hombres. Así se configuran nuevas geografías para la ciudadanía.
. Otro ejemplo, la mercantilización e individualización del neoliberalismo: lógica de priorizar la
relación hombre-cosa por sobre la relación entre los hombres, así se desarrolla el individualismo
posesivo en detrimento del espacio público. Como si la propiedad privada fuera constitutiva de la
naturaleza humana. Así el lugar de lo político queda marginado a un rol de defensa y conservación
del mercado y el espacio público es mercantil = un acoplamiento de intereses individuales luchando
entre sí. Lógica “tener es pertenecer”. Ciudadano = consumo.

. En la etapa del Estado de Bienestar y del movimiento obrero como sujeto histórico: Poder =
Estado Nación, vinculado a actores nacionales y un antagonismo entre trabajadores y capital,
permitiendo distintas perspectivas de conquista del poder mediante la conquista del Estado.
. Desde los ´70: Debilitamiento del poder del Estado-Nación (que perdió capacidad de regulación
sobre las fuerzas financieras, económicas y comunicacionales) y del mundo del trabajo. El poder es
trasnacional y del mercado. Macropoderes concentrados, trasnacionalizados pero a la vez fluidos y
blandos porque se distribuyen en las finanzas (El poder económico subordina al trabajo), lo
mediático (porque las grandes cadenas comunicacionales dan ideología que construye el sentido
común y la agenda pública) y la política (que ya no se construye en un conflicto que se resuelve
coercitivamente, sino que se diluye en lo individual, el desánimo social, la subordinación de los
sectores populares que pierden su sentido de portadores de derechos), y suben y caen fácilmente.

Clivaje: sociedad civil altruista, voluntaria que es “polo de virtudes democratizantes” y un Estado
“encarnación del mal”. La sociedad se despolitiza porque no confía en el poder del Estado y ese
poder lo adquieren los macropoderes trasnacionalizados.

La crisis del modelo y nuevos imaginarios ciudadanos:


Hay una percepción ambivalente de la ciudadanía hacia el régimen político: valoración positiva de
la democracia pero con rechazo a las dirigencias políticas, gremiales y empresariales.
Para la ciudadanía fue importante (desde el gobierno de Kirchner en adelante, porque en diciembre
de 2001 hubo represión al pueblo) que toda la movilización de protesta se hiciera siempre dentro de
lo democrático (cacerolazos, escraches, piquetes, asambleas barriales, movimientos de solidaridad),
mediante la presencia de diversos movimientos sociales que permiten distintas perspectivas:
- solidaridad para contener (parroquias, Caritas, red solidaria, fundaciones, ONGs);
- economía social/solidaria (ferias, instituciones de microcrédito, trueques, huertas
comunitarias, empresas recuperadas, cartoneros);
- movimientos de protesta que canalizaron la bronca (piquetes, sindicatos alternativos).

Tres imaginarios y prácticas de la constitución de la ciudadanía y de la sociedad civil:


. Una ciudadanía crítica/antipolítica: pide una modificación del sistema de elección de
representantes, más personalización del voto para un mayor conocimiento y control de los
ciudadanos hacia la “clase política”. Explica que la ineficiencia de la democracia es por la
corrupción pública y el clientelismo político que no es capaz de canalizar las demandas de la
ciudadanía. Un imaginario de ciudadanía democrática que coincide con una agenda centrada en la
demanda de seguridad (seguridad restringida, vinculada a la represión del crimen, el
restablecimiento del orden ante los movimientos de protesta, un Estado garante de una “seguridad
jurídica” asimétrica). Responde a la lógica de una sociedad dual y fragmentada, con garantías y
seguridades para los incluidos; para los excluidos, beneficencia, solidaridad civil desenganchada de
su significado político y colectivo. Sociedad civil como “tercer sector” altruista entre el Estado y el
mercado.
. Una ciudadanía participativa/transformadora: Plantea la insuficiencia de la democracia pero
de una manera superadora, para reinsertar en lo público la problemática de la universalidad de
derechos, más que problemas de focalización y beneficiarios. Pretende ampliar el espacio público
de debate, implican prácticas de ciudadanos involucrados y transformadores respecto del sentido y
los valores del orden social. Al estilo de las ONGs de desarrollo, foros, sindicalismo alternativo,
algunas organizaciones piqueteros e instancias de la economía social/solidaria. Se basa en la idea de
un espacio público conflictivo, donde actores sociales con diversas cuotas de poder configuran
alianzas y oposiciones, y donde el debate de lo público (del proyecto colectivo) no es una suma de
individualidades, sino del resultado de una confrontación de perspectivas muchas veces
antagónicas. Se reivindica la acción política buscando un rol más activo de la ciudadanía y del
Estado.
. Una ciudadanía radical de ruptura: Ciudadanía que promueve el cambio total del modelo de
desarrollo y del sistema de producción capitalista. Demoniza todo lo estatal y lo político. Tiene dos
prácticas: Una que se articula con la lucha socialista del siglo XX para el desmonte total del
capitalismo y otra que propone un éxodo del sistema capitalista para ir abandonándolo, formas
sociales superadoras de las formas capitalistas.

Los desafíos de la etapa de reconstrucción:


Los eventos del 2001 son una bisagra histórica de replanteo del ejercicio ciudadano, respecto a
prácticas e imaginarios.
La propuesta en democracia más justa coincide con el segundo imaginario descripto (ni antipolítico
elitista (1), ni post-política de ruptura radical (3)): una transformación más equitativa de más y
mejor política.
El desafío implica tener la capacidad de reconocer esta realidad ciudadana novedosa en su
interacción con el Estado y con las problemáticas del poder y la política, considerando las
realidades regionales y globales que se configuran.
Potenciar una ciudadanía más crítica y transformadora con sentido de sociedad y pertenencia a un
proyecto común.

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