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Art.

1299 Condonación de prenda

La devolución voluntaria de la prenda determina la condonación de la misma, pero no la de la


deuda.

Si bien la devolución de la prenda se entiende como condonación, por cuanto se entiende que
la intención del acreedor ha sido la de renunciar a la garantía que tenia a su favor para
asegurar su crédito, ello no conduce al extremo de considerar que ha renunciado también a la
acreencia. Es igualmente un principio que la condonación de lo accesorio no entraña la
condonación de la principal. De tal forma que la devolución del bien prendado al deudor hace
presumir solo la condonación de la prenda, pero no la de la deuda .

La condonación de la prenda

Lo que el artículo 1299 regula, no es más que una renuncia a la prenda que formula el
acreedor prendario, pues la devolución voluntaria del bien prendado es un acto incompatible y
tácitamente contradictorio con la voluntad de querer procurarse el pago de la obligación a
través de la referida garantía, razón por la cual es natural suponer que existe la intención de
condonar la prenda.

Sabemos que el codificador civil impuso que la condonación se produce sólo por un acto
jurídico bilateral; sin embargo, en la redacción del artículo 1299 podemos advertir un cierto
espíritu unilateralista de la remisión, que escapó a la intención del codificador nacional. El
mencionado dispositivo señala que la devolución voluntaria de la prenda determina la
condonación de la misma, es decir, que, a la letra de su texto, pareciera expresamos que en el
hecho de la devolución voluntaria se produce la extinción de la obligación prendaria, como si
finalmente no fuera relevante el acuerdo entre el acreedor y el deudor. Es decir, basta la
devolución voluntaria del acreedor para que surta efectos la condonación de la prenda, pues
equipara el acto jurídico unilateral de restitución a la condonación (acto bilateral entre el
acreedor y deudor para extinguir la obligación).

Lo dicho guarda concordancia con el artículo 1090 inciso 3, cuando se menciona que la prenda
acaba con la "renuncia del acreedor". Como es evidente, la renuncia es un acto personal y
unilateral del acreedor, que se efectúa sin la participación del garante prendario, pudiendo,
igualmente, consumarse con su oposición. ¿Entonces tenemos que el Código Civil regula el
mismo supuesto de extinción de la prenda, dos veces, pero con un tratamiento contradictorio?
Es difícil tratar de interpretar coherentemente ambos artículos (1090 inciso 3 y 1299), que
apuntan a lo mismo (la extinción voluntaria de la garantía prendaria por acto atribuible al
acreedor), salvo que se admita que la condonación de la prenda no es más que la renuncia de
la misma y, por lo tanto, es un acto jurídico unilateral. Para que se produzca la condonación de
la prenda, la devolución del bien tiene que ser voluntaria; si se produjera una devolución no
voluntaria, como puede ser aquella forzada por mandato o ejecución judicial, no estaríamos
hablando en propiedad de una condonación, aunque estaríamos tratando de una extinción ex
lege de la garantía prendaria, pero no de una remisión.

Ahora bien, este artículo se restringe únicamente a la prenda, de tal forma que no está
contemplado si la condonación de otras garantías, como la hipoteca, anticresis o el derecho de
retención, involucra necesariamente la condonación de la deuda principal. Nosotros
consideramos que si existen iguales razones se deben aplicar iguales derechos, en tal sentido
no vemos por qué deba darse un tratamiento diferenciado entre la condonación de la prenda y
la de los otros derechos reales de garantía, siendo que en todos los casos en que se condonen
garantías (relaciones jurídicas accesorias), no debe significar la condonación del vínculo
obligacional principal, pues, como afirmamos, lo accesorio no decide lo principal. La
condonación de la prenda procede tanto antes como después de que la deuda principal se
encuentre vencida y sea exigible, pues el artículo comentado no dispone restricción legal
alguna.

Para nadie es un secreto que, en la práctica, ya sea por la desconfianza e inseguridad que
existen en nuestro sistema legal de garantías (dentro de las cuales tenemos a la prenda), los
agentes al momento de configurar sus operaciones tratan de valerse de otras figuras jurídicas
con efectos análogos, cuya ejecución en caso de incumplimiento sea menos costosa, más
sencilla y más pronta. Así, tenemos que los particulares deciden celebrar unas arras o una
compraventa con pacto de retroventa, encubriendo en el fondo una prenda con entrega física
al acreedor del bien mueble que sirve de garantía. En tal sentido, la devolución voluntaria de la
cosa mueble no significará la condonación de obligación alguna, pues conforme al artículo
1299, sólo se aplica a los supuestos de prenda y no a otras figuras jurídicas.

CONCLUSION

La condonación de prenda está regulada por el Código Civil y otras disposiciones legales. La
condonación de prenda implica la renuncia voluntaria por parte del acreedor a su derecho
sobre un bien dado en garantía por el deudor. Este proceso debe realizarse de manera expresa
y cumpliendo con las formalidades legales pertinentes para ser válido.

La condonación de prenda puede tener importantes implicaciones tanto para el acreedor


como para el deudor. Por un lado, el deudor se libera del riesgo de perder el bien prendado en
caso de incumplimiento, lo que puede brindarle mayor seguridad financiera. Por otro lado, el
acreedor renuncia a una forma de seguridad sobre la deuda, lo que puede ser considerado
como un acto de confianza hacia el deudor.

Es importante tener en cuenta que la condonación de prenda no exime al deudor de su


responsabilidad de pagar la deuda. Simplemente elimina el riesgo de perder el bien prendado
en caso de incumplimiento. Ambas partes involucradas deben comprender plenamente los
efectos y las implicaciones de la condonación de prenda antes de proceder con ella.

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