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Por lo tanto tendremos un tercero que no forma parte de este nuevo contrato pero que
de alguna manera se ve afectado, ya que ahora pasará a tener otro acreedor, razón por
la cual, a pesar de que no se requiere su consentimiento para poder transferir la
propiedad del crédito, sin embargo si se le debe notificar.
La Cesión de Crédito se perfecciona con el sólo consentimiento pero para que surta
efectos contra terceros debe notificarse al deudor. (Artículos 1549 y 1550 CC).
El legislador no señala quién debe hacer la notificación, por lo tanto ésta la puede
hacer cualquiera de las partes, pero hay quienes consideran que quien tiene
verdaderamente la obligación de hacer la notificación es el cedente pero por otra parte,
quien tiene el mayor interés en que el deudor sea notificado, es el cesionario, para
garantizar que ese deudor le pagará a el.
Cesión de Crédito
La ley no señala ningún plazo dentro del cual se deba hacer la notificación,
simplemente se limita a establecer la necesidad de hacerla y a señalar en que caso
ésta no se requiere, por estar implícita en los documentos contentivos del crédito,
como por ejem: la letra de cambio.
No existe ninguna formalidad para hacer la notificación, lo cual significa que cualquier
forma que se utilice será válida, siempre y cuando se pueda demostrar su existencia.
En razón de que con la cesión solo hay una sustitución del titular del crédito cedido,
éste se mantienen tal y como se encontraban antes de que se hubiera celebrado el
contrato.
Es necesario destacar que hay derechos accesorios que no se pueden ceder porque
tiene un carácter personal para el cedente, en este caso, estos quedarán excluidos de
la cesión ya que el privilegio no corresponde al crédito en si mismo sino a la persona
del cedente y si se hiciera, no solo se estaría cambiando la naturaleza del privilegio
sino que también se estarían violando normas de orden público.
Cesión de Crédito
Garantizar la existencia del crédito: El cedente debe garantizar al cesionario que ese
crédito sí existe, aun cuando no lo haya prometido expresamente.
El cedente no sólo debe garantizar que el crédito tiene existencia real, sino que
además debe garantizar que ese crédito no ha prescrito o que no se ha extinguido por
cualquier motivo legítimo como podría ser por ejemplo la novación o la compensación.