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CAPÍTULO V: Transmisión de las Obligaciones.

244. Tres son las formas de transmisión de las obligaciones que admite el Código Civil: la
cesión de derechos, la subrogación y la transmisión de deudas.

Cesión de derechos.

245. Definición. Denominada también cesión de créditos, cesión de acreedurías o cesión de


derechos de cobro es, a mi juicio: “La institución jurídica por la cual un nuevo acreedor
(cesionario) por convenio con el anterior acreedor (cedente) , por disposición de la ley o por
sentencia de juez competente, adquiere un crédito (acreduría) a cargo de determinado deudor
(cedido), sin necesidad del consentimiento de éste y sin que la obligación deje de ser la
misma”.

Constituye, pues, un cambio de acreedor, permaneciendo el mismo deudor y, no obstante, lo


sustancial de la modificación, la obligación permanece siendo la misma. Es decir, no se produce
novación, pues el Código Civil admite la novación objetiva, no así la subjetiva.

246. Elementos.

a) Personal o subjetivo: el cedente (es decir, el acreedor originario que transmite su


acreeduría a un tercero y que, como consecuencia de la cesión sale de la relación jurídica); el
cesionario (personificado por un tercero que adquiere el crédito o acreeduría y se convierte así
en el nuevo acreedor); y el cedido (que es el deudor originario que continúa en la misma
situación jurídica). Quienes tienen un papel activo son el cedente y el cesionario, pues entre
ellos se efectúa la operación jurídica de transmisión del crédito. El cedido (deudor) juega un
papel absolutamente pasivo. Tanto el cedente como el cesionario deben tener capacidad civil
general y capacidad específica para poder disponer de su patrimonio

El acreedor puede transmitir la acreeduría a un tercero, sin necesidad del consentimiento del
deudor, precisamente porque como todo propietario puede disponer de sus derechos sin más
limitaciones que las que establezca la ley, y porque la situación del deudor no cambiará en
ningún sentido. Es decir, la cesión no le afecta.

b) Objetivo o real: El objeto de la cesión es un crédito vigente, es decir, una acreeduría


o derecho de cobro. Por eso se dice que el cesionario sustituye al cedente. Obviamente, lo
sustituye en la titularidad activa de la obligación, en el derecho de exigir al deudor el
cumplimiento de la prestación debida. Todos los créditos son cedibles sin necesidad del
consentimiento del deudor, salvo que haya convenio en contrario o que no lo permita la ley o la
naturaleza del derecho.

Es fácil entender que no sea cedible el crédito si las partes así lo convinieron. Lo que si origina
alguna duda es determinar qué acción tiene el deudor cuando el acreedor, violando el pacto,
transfiere el crédito a tercera persona. No hay nulidad absoluta ni relativa, porque la infracción
no tipifica ninguna de las causas de nulidad que la ley establece; no puede solicitarse la
resolución, porque el pacto no constituye condición resolutoria; tampoco revocación, porque el
afectado no es acreedor con derecho anterior (por el contrario, es el deudor) ni se ha celebrado
contrato alguno en fraude de sus derechos. La única solución sea, quizá, entender que la
violación del pacto constituya causa específica de rescisión de los contratos de cesión de
créditos.

También es fácilmente comprensible que, la ley impida la transmisión del crédito, cuando con
la prohibición se busque proteger al deudor o acreedor. Ejemplo del segundo caso (protección
al acreedor) lo constituye la intransmisibilidad del derecho de alimentos. El párrafo primero
del artículo 282 del Código Civil establece que: “No es... transmisible a un tercero el derecho
de alimentos”.

De igual manera es razonable que no pueda cederse el crédito cuando no lo permita la


naturaleza del derecho. Sería el caso, por ejemplo, de los derechos de uso o de habitación, que
pertenecen a la categoría de derechos intuitu personae, es decir, aquellos en los que la
consideración de la persona ha sido causa de su celebración o establecimiento. Estos derechos
personalísimos determinan que su titular sea insustituible, lo que hace intransmisibles las
obligaciones. Ruggiero, citado por Espín1, dice: que tampoco son cedibles “Los créditos en que
la persona del acreedor es elemento esencial del vínculo, de tal modo que se presuma que el
deudor no hubiera contraído la deuda con otro”.

c) Elemento formal. La cesión de derechos no tiene una forma propia. Por eso es que el párrafo
segundo del artículo 1443 del Código Civil dice que “En la cesión se observarán las
disposiciones relativas al negocio jurídico que les dé origen, en lo que no estuvieren
modificadas en este capítulo”. Así, por ejemplo, si el acreedor transmite su acreeduría a cambio
de un precio, habrá una cesión a título compraventa, si lo cede a cambio de otro bien, será
permuta, y si lo regala tipificará una donación. No se puede excluir, por supuesto, la cesión de
derechos o créditos a título de dación en pago, y la proveniente de sucesión hereditaria. Lo
importante es tener presente que el acreedor no transmite bienes ni derechos sobre bienes, sino
créditos, entendidos como derechos de cobro, acreedurías.

De ahí que resulte confuso el artículo 1445 del Código Civil relativo a que “La cesión debe
hacerse en escritura pública si se trata de derechos sobre inmuebles o que deben inscribirse en
el Registro de la Propiedad”. Lo que se quiso decir, sin duda, es que debe constar en escritura
pública la cesión en la que el acreedor esté transmitiendo al cesionario derechos de cobro o
acreedurías que tienen que ver con bienes inmuebles o muebles, y derechos reales sobre los
mismos. Por ejemplo, que la acreeduría esté garantizada con hipoteca. En este caso, debe
inscribirse en el registro de la propiedad el cambio de acreedor, para cuyo efecto es
indispensable la celebración de la cesión en escritura pública.

247. Acciones o títulos nominativos. Si la acreeduría consta en acciones o títulos nominativos se


observarán las disposiciones especiales de su creación o las que establezca el Código de
Comercio, entre las que estarán sin duda el endoso en propiedad y el registro de la transmisión
en el libro de acciones o títulos de la entidad de que se trate. Si consta en títulos a la orden o al
portador, bastará la mera tradición y, si figurase en efectos públicos negociables, su
transferencia queda sujeta a lo que disponga el instrumento de su creación.

1
Espín. Diego. Ob. Cit. Página 266.
248. Clases. La cesión puede ser contractual, legal y judicial. Por razón del tema que trato
(obligaciones civiles derivadas de relación jurídica preexistente), no haré referencia más que a la
cesión contractual.

249. Efectos jurídicos. Se producen entre el cedente y el cesionario, y entre el cesionario y el


deudor.

c) Entre cedente y cesionario:

1. Transmite al cesionario los derechos principales;

2. Transmite al cesionario los derechos accesorios, salvo pacto en contrario. Deben, por
consiguiente, considerarse transmitidas las garantías personales y reales, así como las
obligaciones derivadas de cláusulas o convenios de indemnización y las de acuerdos de
arbitraje;

3. No hay lucro o ganancia a favor del cesionario. Su derecho frente al deudor queda
limitado a la cantidad que dio al cedente a cambio de la transmisión de la acreeduría;

4. El cedente únicamente responde de la legitimidad y existencia del crédito o


acreeduría al tiempo de la cesión, pero no de la solvencia del deudor, salvo que se trate de
documentos endosables o que se haya comprometido expresamente con el cesionario a
garantizar la solvencia del deudor;

5. En los casos en que tiene el cedente responsabilidad por la solvencia del deudor, ésta
se limita al momento en que la obligación sea exigible, salvo convenio en contrario;

6. Si la cesión fue onerosa, el cedente debe responder del saneamiento por evicción.

a) Entre cesionario y deudor:

1. El cesionario pasa a ocupar, frente al deudor, la posición jurídica que tenía el


cedente;

2. Subsisten las garantías que el deudor había constituido a favor del cedente;

3. En caso de demanda, el deudor puede oponer contra el cesionario todas las


excepciones que hubiera podido ejercitar contra el cedente, salvo las que fueren personales de
éste;

4. No interrumpe la prescripción puesto que, no obstante el cambio de acreedor, la


obligación continúa siendo la misma.

250. Notificación. Debe tenerse presente que los efectos jurídicos que conciernen al deudor o a
terceros, se inician a partir de la notificación de la cesión. La notificación pueden hacerla,
indistintamente, el cedente o el cesionario, en forma judicial o por medio de notario. No es
necesaria cuando el deudor ha facultado al acreedor (cedente) para ceder el crédito sin su
notificación, o cuando se trate de documentos que de conformidad con la ley se transmiten por
endoso. Sin embargo, por razones de utilidad y conveniencia debe procurarse que, por algún
medio, se entere el deudor de la celebración de la cesión del crédito, pues de lo contrario
tendrían validez los pagos que por desconocimiento efectuare al primitivo acreedor. De igual
manera es necesario que se enteren los fiadores y terceros garantes.

251. Conocimiento. También produce efectos la cesión cuando el deudor que no ha sido
notificado se muestra enterado de ella. Se entiende que tiene conocimiento de la cesión cuando
ejecuta algún acto que lo supone, como cuando efectúa un pago al cesionario o contesta la
demanda instaurada por éste sin interponer excepción de falta de personalidad.

252. Acreeduría proveniente de negocio jurídico bilateral. Si el crédito que se cede proviene de
un negocio jurídico bilateral, inevitablemente conlleva también la transmisión de la deuda
correlativa. Ejemplo: si la acreeduría que es objeto de la cesión consiste en el derecho del
inquilino, inevitablemente transmite al cesionario, además del derecho de poseer la cosa objeto
del arrendamiento, la obligación de pagar la renta por el uso correspondiente.

253. Cesión de derechos hereditarios. La cesión de derechos hereditarios constituye un caso


especial de cesión de créditos. La regula en forma limitada, porque la refiere únicamente a la
modalidad de compraventa, el artículo 1806 del Código Civil en el sentido de que “Se puede
vender un derecho hereditario, sin especificar los bienes de que se compone; y en tal caso, el
vendedor sólo responderá de su calidad de heredero. El vendedor deberá pagar al comprador
las cosas de la herencia, de las que se hubiere aprovechado; y a su vez, el comprador,
satisfacer al vendedor las deudas y cargas que en razón de la herencia hubiere pagado”. Creo,
sin embargo, que la cesión de derechos hereditarios puede efectuarse por cualquier otro negocio
jurídico traslativo de propiedad, puesto que por una parte la ley no lo prohibe, y por otra
tampoco es imposible por la naturaleza del derecho.

254. Elementos. Los elementos principales de este tipo de cesión, son los siguientes:

a) Elemento personal. Lo constituyen, por un lado, el cedente, que en este caso es una
persona titular de un derecho de herencia, en calidad de heredero; y por el otro, el cesionario,
que es cualquier persona que adquiere el derecho hereditario que le transfiere el cedente. Ambos
deben ser personas capaces, y en lo que respecta al cedente, debe tener libre disposición sobre el
derecho hereditario que cede.

b) Elemento objetivo. El objeto de la cesión lo constituye un derecho hereditario, es


decir, la potestad de suceder al causante en los bienes, derechos y obligaciones que no se
extinguen con la muerte. Adviértase que la norma antes transcrita indica que “se puede vender
un derecho hereditario sin especificar los bienes de que se compone”. Lo que se está cediendo,
por consiguiente, no son bienes propiamente dichos, sino el derecho de herencia sobre ellos.
Obviamente al final de la sustanciación del proceso sucesorio el adquiriente obtendrá derechos
de propiedad sobre los bienes que formen el patrimonio hereditario, pero, ello es la
consecuencia normal e inmediata del derecho sucesorio adquirido, no de la cesión del mismo.

Debe tomarse en cuenta que el cesionario quedará obligado al pago de las deudas del causante,
en proporción al monto de la herencia que le corresponda. Artículo 920 del Código Civil.
c) Elemento formal. La ley no exige forma determinada para la celebración de la cesión
de derechos hereditarios. Por consiguiente, las formalidades que deban satisfacerse dependerán
de la circunstancia de que la misma haya o no de inscribirse o anotarse en algún registro
público.

255. Coherederos. Creo, que si la herencia pertenece a dos o más herederos de manera indivisa,
y la cesión se hará a título oneroso, debe previamente cumplirse el requisito de notificar a todos
los herederos restantes, a efecto de que puedan ellos, si lo desean, ejercitar el derecho de tanteo
que concede a todo copropietario el artículo 491 del Código Civil. No habría derecho de tanteo
si la cesión de derechos se celebra a título de donación.

256. Responsabilidad. El cedente responde únicamente de su calidad de heredero, no de que


existan bienes de la herencia, ni de que el valor de los mismos exceda del monto de las deudas
de la mortual.

257. Cesión de cosas o derechos litigiosos, o con limitaciones, gravámenes o cargas. También
regula el Código Civil, inexplicablemente referida sólo al caso de la compraventa, la cesión de
cosas o derechos litigiosos, o limitaciones, con gravámenes o cargas. Dice al respecto el párrafo
segundo del artículo 1805 que “Pueden venderse las cosas o derechos litigiosos, o con
limitaciones, gravámenes o cargas, siempre que el vendedor instruya previamente al comprador
de dichas circunstancias y así se haga constar en el contrato”.

Me limito a dejar señalada la posibilidad de celebración de cesión de créditos de la índole dicha,


a reserva de explicarla en el capítulo destinado al saneamiento por evicción y por vicios ocultos.

258. Cesión de crédito dudoso. Podría ser que, previa advertencia al cesionario y dejando
constancia de ello en el instrumento respectivo, se le transmita un crédito dudoso, en el sentido
por ejemplo de no saber exactamente quien es el deudor, o que sabiéndolo no se le conozca
patrimonio embargable. Dicho crédito constituiría, como lo afirman algunos autores, un crédito
aleatorio, habida cuenta de que el pago del mismo depende de circunstancias realmente
inciertas.

Subrogación:

259. Definición. Mazeaud 2, define la subrogación como “La sustitución, en una relación de
derecho, de una cosa en lugar de otra (subrogación real) o de una persona en vez de otra
(subrogación personal)”.

No obstante que lo que aquí interesa es la subrogación personal, para fines de claridad expongo
un ejemplo de subrogación real: Una casa pertenece a la esposa como bien ajeno a la comunidad
de gananciales, por razón de que ella la había adquirido antes de contraer matrimonio. Vende la
casa y con el precio recibido compra otra. En tal caso, debe dejar constancia fehaciente de ello
en la escritura correspondiente (de preferencia con la comparecencia del esposo), a efecto de
que el nuevo inmueble sustituya (ocupe el lugar), al anterior, en la calidad de bien ajeno a la
comunidad de gananciales.

2
Mazeaud, Henri, León, Jean. Ob. Cit. Volumen III. Página 129.
En la subrogación personal el tercero que paga (subrogado) sustituye al acreedor pagado
(subrogante o sustituido) frente al deudor (que sigue siendo el mismo).

256. Varios tratadistas estiman la subrogación como derivada exclusivamente del pago que
efectúa un tercero, con fondos propios, de una deuda ajena. El Código Civil también lo entiende
así y le añade que para que se produzca por ministerio de la ley, sin necesidad de convenio
alguno de los interesados, es necesario que el tercero haya pagado con el consentimiento del
deudor, o porque tiene un interés jurídico propio en el pago que efectúa. Estoy de acuerdo con
ello, con la salvedad de que me parece que hay otros casos en los que, aunque la ley no lo diga
expresamente, se produce subrogación por virtud de la propia ley.

257. Naturaleza jurídica. Varios son los criterios que la doctrina ha expuesto para explicar qué
es realmente la subrogación. Según Espín3, las doctrinas concernientes al asunto pueden
dividirse en: teorías del pago, teorías eclécticas y teorías de la transmisión del crédito.

d) Teorías del pago:

1. Teoría del pago o de la extinción del crédito. El crédito se extingue por el pago del
tercero, pero por una ficción del derecho se reputa subsistente en favor del tercero, a efecto de
que mediante la subrogación adquiera las garantías originarias. El inconveniente de esta teoría
es apoyarse en una ficción;

2. Teoría de la transmisión de las garantías. El primitivo crédito se extingue por el


pago efectuado por el tercero, pero las garantías que lo acompañaban subsisten y se transmiten a
favor de éste. El problema de esta teoría es que no explica por qué si se extingue lo principal (el
crédito) no se extingue también lo accesorio (las garantías).

a) Teorías eclécticas:

1. Teoría de la operación de doble cara. La subrogación es una operación compleja,


híbrida. Con respecto al subrogado (tercero que paga) y el acreedor, es un pago; y en lo que
atañe al deudor y el tercero, es una cesión. Se le critica a esta teoría que no explica como,
habiéndose efectuado un pago, no se extingue la obligación;

2. Teoría de la extinción relativa. El pago del tercero extingue parcialmente la


obligación. Fenece con respecto al acreedor, pero subsiste para el deudor. Lo difícil de aceptar
de esta teoría es que el pago satisfaga la prestación a favor del acreedor, y pesar de ello el
deudor no quede liberado;

3. Teoría del pago no extintivo. No obstante que el tercero paga la obligación no se


extingue, porque la ley dispone que persista. El pago, entonces, no tiene como efecto la
extinción de la obligación, sino únicamente la exclusión del acreedor y la transmisión de su
derecho al tercero que lo efectuó. No obstante que la referida teoría ha tenido bastante
aceptación se le critica que explica la subrogación legal, más no la convencional e incurre,
además, en el problema de todas las teorías eclécticas: explican que se extingue el lado activo de
la obligación, pero no por qué se extingue el lado pasivo. Distan, pues, del entendido general de
que si la extinción no determina el fenecimiento de ambos extremos o polos de la obligación, no
es extinción.
3
Espín, Diego. Ob. Cit. Página 275.
a) Teorías de la transmisión del crédito:

1. Teoría de la expropiación del crédito. Se basa en que hay dos formas de pago:

a. El pago verdadero, que se efectúa con animus solvendi, es decir, con el propósito de
extinguirla obligación;

b. El pago que se hace, no para extinguir la obligación, sino con el propósito de


adquirirla para sí. De manera, entonces, que el pago que efectúa el tercero no extingue la
obligación, sino la transmite a favor de éste. El tercero, pues, expropia el crédito al acreedor y
lo adquiere para sí. Se le ha admitido a esta teoría la afirmación que la subrogación no es un
pago, pero se discute la tesis de la expropiación, pues se trataría de una expropiación privada
(no pública como es lo ordinario), y referida a un crédito (no a la propiedad o dominio como es
lo corriente). En todo caso, se adecuaría a la subrogación legal, pero no a la convencional,
puesto que en ésta el acreedor accede expresamente a la subrogación, de manera que no se le
estaría expropiando nada;

1. Teoría de la cesión. La subrogación es una cesión especial de crédito, que tiene


diferencias con la cesión de créditos general. Chironi, citado por Espín 4, dice que: “La cesión es
enajenación del crédito hecha por persona capaz, y el acreedor solamente al disponer de su
crédito ha sustituido a otro en el goce de éste; por el contrario, la subrogación es sustitución en
la persona del acreedor a causa de la satisfacción de su interés que otro ha realizado, no para
liberar al deudor (pues de ser así la obligación se habría extinguido), sino para sucederle en el
goce de su derecho, lo que (a diferencia de la cesión) es el fin único y directo de la
subrogación”.

258. Posición del Código Civil. En el numeral 28, capitulo V, de la exposición de motivos el
Código Civil toma partido por la tesis de la cesión de créditos, diciendo que la subrogación “No
es un medio de extinción, sino al contrario, un medio de conservación de la obligación,
satisfaciendo al acreedor el valor de la misma. Técnicamente debe considerarse como un medio
de transmisión , pues toda la operación se reduce al cambio de acreedor, dejando vigente la
obligación y, por lo tanto, solamente queda extinguida para el acreedor primitivo, pero no
extinguida la obligación en sí”.

259. Clases. Puede originarse del convenio de los interesados (subrogación contractual o
convencional) o producirse por ministerio de la ley sin necesidad de declaración alguna de los
interesados (subrogación legal).

260. Subrogación contractual o convencional. Se produce en cualquier negocio jurídico en el


que un tercero no interesado. pague una deuda ajena al acreedor, y pacten expresamente la
subrogación. Si el pago es parcial, la subrogación tendrá que ser necesariamente parcial
también. El pacto debe ser expreso.

Momento. La subrogación convencional debe convenirse en el momento mismo del pago y


hacerse constar expresamente en el documento respectivo. No sería válido hacerlo
posteriormente por razón de que, habiéndose extinguido el crédito por virtud del pago, el ex-
4
Espín, Diego. Ob. Cit. Página 283.
acreedor no tendría ya nada que transmitir al tercero que le pagó. Dicho tercero sólo tendría
acción de repetición contra el deudor.

261. Subrogación legal. Se produce, en los casos siguientes:

a) Cuando el que es acreedor paga a otro acreedor que le es preferente. Artículo 1455,
inciso 1o., del Código Civil. Espín5, dice que ocurre cuando el tercero que paga es también
acreedor del deudor pagado, por otra deuda de rango inferior a la satisfecha. Podría suceder,
por ejemplo, en el caso de que quien es acreedor por cualquier concepto pague la deuda de
alimentos que respecto de un tercero tiene el deudor. En tal caso, el acreedor de rango inferior
que pagó se subroga en el lugar del acreedor de rango superior que recibió el pago.

b) Cuando el tercero que paga tiene interés jurídico en el cumplimiento de la


obligación. Artículo 1455, inciso 2o., del Código Civil. Es el caso, por ejemplo, del fiador o el
del copropietario del bien inmueble cuya parte alícuota ha hipotecado el deudor.

c) Cuando el tercero no interesado en la obligación paga con anuencia del deudor.


Artículo 1455, inciso 3o., del Código Civil.

d) Cuando el heredero paga con sus bienes propios alguna deuda de la herencia. En este
caso subroga al acreedor del causante frente a los demás herederos de éste, descontada desde
luego la parte de la deuda que a él (al heredero que pagó) le correspondía. Artículo 1455,
inciso 4o., del Código Civil.

e) Cuando el donatario sufre evicción de la cosa donada. En tal caso se subroga, frente
a la persona de quien el donante adquirió la cosa de manera onerosa , en todos los derechos y
acciones que para el caso de evicción correspondían al donante. Artículo 1859, párrafo primero,
del Código Civil.

f) Cuando el fiador paga o cumple la obligación del deudor se subroga en los derechos
que el acreedor tenía contra el deudor, hasta la concurrencia de lo que efectivamente pagó.
Artículo 2114 del Código Civil.

g) Cuando la deuda fuere pagada por el deudor con dinero que un tercero le prestare
con ese objeto, el prestamista subrogará al acreedor por ministerio de la ley, en sus derechos, si
el préstamo constare en documento fehaciente en que se declare que el dinero fue prestado para
el pago de dicha deuda. Esta es la denominada subrogación ex-mutuo o con motivo de préstamo.
Me parece una protección oficiosa y exagerada de la ley hacia el prestamista. Se debió, al
menos, dejar la subrogación dependiente de pacto expreso del prestamista y el prestatario.

h) Cuando una persona paga por error una deuda ajena y a consecuencia de ello el
acreedor suprime o cancela un título necesario para el cobro de su crédito, no tiene derecho de
restitución, pero puede intentar contra el verdadero deudor las acciones del acreedor (es decir,
subroga al acreedor por ministerio de la ley). Artículo 1618, párrafo segundo, del Código Civil.

262. Código de Comercio. El Código de Comercio contempla los casos de subrogación


siguientes:

5
Espín, Diego. Ob. Cit. Página 292.
i) “Salvo pacto en contrario, quien adquiere una empresa se subroga en los contratos
celebrados para el ejercicio de las actividades propias de aquella que no tengan carácter
personal. Artículo 658, párrafo primero.

j) “El asegurador que pague la indemnización se subrogará hasta el límite de la


cantidad pagada, en todos los derechos y acciones que por causa del daño sufrido
correspondan al asegurado, excepto en el caso de que, sin haber sido intencional el siniestro, el
obligado al resarcimiento fuese el cónyuge, un ascendiente o un descendiente del asegurado. Si
el daño fuere indemnizado sólo en parte, el asegurador podrá hacer valer sus derechos en la
proporción correspondiente”. Artículo 937.

k) “La reafianzadora que pague a la afianzadora se subrogará en los derechos de ésta


contra los fiados y contrafiadores”. Artículo 1035.

263. Efectos:

l) El subrogado (nuevo acreedor) pasa a ocupar la posición jurídica que tenía el


subrogante (antiguo acreedor, acreedor pagado o acreedor sustituido) frente al deudor. En
consecuencia, le pertenecen todos los derechos, acciones y garantías de la obligación. Por lo
tanto, el subrogado (nuevo acreedor) puede demandar al deudor, a los fiadores, y ejecutar las
garantías reales constituida por el deudor o por terceros a favor del subrogante (acreedor pagado
o sustituido).

m) Cuando el subrogado (nuevo acreedor) demanda al deudor está ejercitando la misma


acción que en contra de este tenía el subrogante (acreedor sustituido), la cual se reputa
subsistente con todos sus derechos y garantías. No se trata, pues, de un simple derecho de
repetición, pues en tal caso no podrían subsistir las garantías que beneficiaban al subrogante.

n) Si el subrogado lo hubiere sido sólo en parte y los bienes del deudor no alcanzaren a
pagar la totalidad del crédito, el pago se hará a prorrata. Hay que entender que, en este caso, el
subrogante y el subrogado, por haber sido parcial la subrogación, ejercitaron la misma acción
contra el deudor.

d) El que subroga no puede ejercer los derechos y acciones del acreedor (subrogante) sino hasta
la concurrencia de la suma efectivamente pagada por él para la liberación del deudor Con esto la
ley trata de evitar la especulación, el lucro. Sin embargo el efecto que produce es el de fomentar
la simulación, en el sentido de que el subrogado paga una suma menor del monto del crédito al
subrogante, pero en el documento correspondiente hacen constar que pagó la totalidad de la
suma constitutiva del crédito. Por otra parte, no veo por qué razón la ley tenga que favorecer al
deudor beneficiándole con pagar únicamente la suma que pagó el subrogado. Debiera mejor
haberse respetado las razones que pudo tener el subrogante para recibir una suma menor
(urgencia de dinero por enfermedad, perentoriedad de viaje, pagar deuda, sufragar estudios a su
hijo, deseo de favorecer al subrogado, etcétera), pues no es razonable pensar que alguien acepte
en pago una suma menor, si no es por una razón importante.

Artículos 1453,1454, 1455, 1456, 1457, 1458, 917, 918 del Código Civil; 1455 del Código
Procesal Civil y Mercantil.
264. Diferencias entre la cesión de créditos y la subrogación: a) El cesionario adquiere la
acreeduría porque la compró, le fue dada en pago, permutó un bien a cambio de ella, o le fue
donada. El subrogado adquiere el crédito únicamente porque pagó una deuda ajena; b) el
cesionario adquiere la titularidad del crédito. El subrogado adquiere la titularidad del crédito y
la de las garantías que correspondían al subrogante. c) el cesionario tiene contra el deudor una
acción propia, nacida de la cesión. El subrogado ejerce contra el deudor la misma acción que
contra él tenía el subrogante.

265. Prescripción. Creo que la subrogación no interrumpe la prescripción, por cuanto que el
pago lo efectúa un tercero, no el deudor. El inciso 3o., del artículo 1506 del Código Civil es
preciso al indicar que: “la prescripción se interrumpe por el pago de intereses o
amortizaciones por el deudor, así como por el cumplimiento parcial de la obligación por parte
de éste”.

Cesión de deudas:

266. Definición. A mi juicio, “Es la institución jurídica por la que, por convenio de las partes o
por disposición de la ley, un tercero (asuntor o cesionario) sustituye al deudor (cedente) y
asume frente al acreedor (cedido), con el consentimiento de éste, la deuda y los deberes del
deudor sustituido, sin que la obligación deje de ser la misma”.

El Código Civil la denomina transmisión de deudas y la conceptúa como un cambio de deudor,


permaneciendo el mismo acreedor y la misma obligación. Esto último, por la razón ya antes
dicha que el Código Civil admite la novación objetiva, pero no la subjetiva. De ahí que, el
cambio de deudor (como el cambio de acreedor en la cesión de créditos) no determina el
nacimiento de una nueva obligación.

267. Elementos:

Personal o subjetivo: cedente (deudor originario), cesionario (tercero que acepta la deuda, es
decir, el nuevo deudor) y cedido (el acreedor, que permanece el mismo). Todos deben ser
capaces en sentido general, y capaces para disponer libremente de sus bienes.

Objetivo o real: lo que se cede o transmite es una deuda, una carga de cumplimiento. Todas las
deudas son transmisibles, salvo las que estuvieren prohibidas por la ley o por pacto expreso.

Formal: La cesión de deudas no tiene formalidades propias. Queda sujeta a las formalidades
que la ley exige para el negocio que le da origen.

268. Clases. La cesión de deudas puede surgir del acuerdo de voluntades (cesión contractual o
convencional) o provenir del imperio de la ley (cesión legal).

269. Cesión contractual. La cesión contractual de deudas puede surgir de dos clases de acuerdo
de voluntades: acuerdo entre el acreedor y el cesionario (La doctrina le llama Expromisión, que
etimológicamente significa: promesa por sí mismo); o acuerdo entre el deudor y el cesionario
con el consentimiento del acreedor (La doctrina le denomina Delegación).
a) Acuerdo acreedor-cesionario. En esta situación el cesionario (nuevo deudor) entra en un
convenio con el acreedor. Es decir, hay entre ellos algún tipo de negocio jurídico o contrato que
da origen a la cesión de la deuda. Merecen destacarse dos aspectos: el primero, que el acreedor
está consintiendo en tener un nuevo deudor en sustitución del anterior; y el segundo, que no se
necesita del consentimiento del deudor originario. Debe quedar claro, asimismo, que el deudor
queda liberado del acreedor, pero no puede quedar liberado del cesionario (nuevo acreedor).
Este tendrá a su favor, a mi juicio, el derecho de repetición que la ley concede al tercero que
paga ignorándolo el deudor (Artículo 1382 del Código Civil). Aunque cabe pensar, desde otro
punto de vista, que para garantizar el derecho de oposición del deudor, en caso tuviera alguna
razón legalmente atendible para resistirse a ser sustituido, debería la ley haber establecido la
obligación de notificarle. No estableció, pero en todo caso la transmisión de la deuda no puede
tener efectos mientras no sea notificado el deudor originario o no se halla manifestado sabedor
de ella. Lo anterior no es si no una aplicación por analogía del artículo 1448 del Código Civil.

b) Acuerdo deudor-cesionario, con el consentimiento del acreedor. Este acuerdo luce más
lógico, puesto que aquí el deudor es quien cede su deuda a un tercero (cesionario) que asumirá
la situación jurídica de nuevo deudor. Obviamente hay entre ambos algún negocio jurídico o
contrato que da origen a la cesión de la deuda.

270. Consentimiento del acreedor. En las dos modalidades de celebración contractual de la


cesión de deudas es indispensable el consentimiento del acreedor. Esto obedece a dos razones
fundamentales: a) que el deudor no es soberano de su deuda. Por el contrario la deuda es sólo la
contrapartida natural del crédito o acreeduría, cuya disposición corresponde al acreedor; b) que
el acreedor tiene derecho de calificar la solvencia y la confiabilidad de la persona que va a ser
su nuevo deudor. En ese sentido el Código Civil establece en su artículo 1462, que “El
acreedor que exonera al antiguo deudor aceptando otro en su lugar, no puede repetir contra el
primero si el nuevo se encuentra insolvente, salvo pacto en contrario”.

Lo más frecuente y seguro es que el consentimiento del acreedor sea expreso. Sin embargo,
puede ser presunto. A este respecto el artículo 1461 del Código Civil indica que “Se presume
que el acreedor consiente en la sustitución del deudor, cuando permite que el sustituto ejecute
actos que debía ejecutar el deudor, como el pago de intereses o la amortización parcial o
periódica del capital, siempre que lo haga en nombre propio y no por cuenta del deudor
primitivo”.

271. Cesión legal. Se configura por ministerio de la ley, sin necesidad del consentimiento del
acreedor, en los casos siguientes:

a) Si la obligación estuviere garantizada con hipoteca o prenda, la transferencia de la cosa


hipotecada o pignorada transmite la deuda, con todas sus consecuencias y modalidades, sin
necesidad de convenio expreso de los interesados. Artículo 1464 del Código Civil.
b) La persona que adquiere un patrimonio o empresa con activo y pasivo, es responsable de las
deudas y obligaciones de la misma hasta el importe de los bienes adquiridos, siempre que el
precio de la adquisición esté de acuerdo con su valor efectivo aceptado por los acreedores. Si el
precio no hubiere sido aceptado por los acreedores, la responsabilidad del adquirente y cedente
será solidaria. Artículo 1465 del Código Civil.
c) Cuando dos empresas se fusionan, transfiriéndose recíprocamente su activo y pasivo, la
empresa nueva responderá de todo el pasivo. Artículo 1466 del Código Civil.
d) Cuando el deudor paga a su acreedor después de estar notificado judicialmente para que no lo
haga. Artículo 1388 del Código Civil. En tal caso el deudor debe dar cuenta de lo retenido al
juez que le ordenó la retención. Es decir, independientemente de su derecho de recobrarlo de su
acreedor, él es deudor frente al juez y está obligado a entregarle lo que por su orden debió
retener.
e)Cuando el mandatario sustituye el mandato en un tercero Artículos 1702 y 1707 del Código
Civil.
f) Código de Comercio: “La transmisión de una empresa implica la de las deudas contraídas
por el anterior titularen la explotación de la misma. Todo pacto en contrario será nulo”.
Artículo 660, párrafo primero.

272. Efectos jurídicos:

a) Sustitución de un deudor por otro.


b) Permanencia del mismo acreedor.
c) La obligación sigue siendo la misma.
d) El deudor sustituto (cesionario) queda obligado en los mismos términos en que
lo estaba el deudor primitivo (cedente); pero si la deuda hubiere estado garantizada con fianza,
esta garantía cesará con la sustitución del deudor, a menos que el fiador consienta expresamente
en que continúe.
e) El deudor sustituto puede oponer al acreedor las excepciones que se originen de la naturaleza
de la deuda y las que sean personales suyas, pero no las que sean personales al deudor primitivo.
f) Si se declara nula la sustitución del deudor, subsiste la antigua deuda con todos sus
accesorios, pero con la reserva de los derechos adquiridos por terceros de buena fe. En este
caso, el deudor primitivo es responsable por la disminución de las garantías. Creo que esto es
posible sólo en el caso de nulidad relativa (anulación) de la cesión de deudas, no así en el caso
de nulidad absoluta, pues en ésta no se reconoce ningún efecto jurídico al negocio o contrato
nulo, debiendo las cosas volver al estado anterior, sin reserva alguna de derechos de terceros,
aunque estos fueren de buena fe. La nulidad absoluta es, en el fondo, la inexistencia de algo. Y
lo que no existió no pudo haber producido efectos para nadie.

Artículos 1459, 1460, 1461, 1462, 1463, 1464, 1465, 1466, 1467, 1468 del Código Civil.

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