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I.- INTRODUCCION.-
a) las reales, que consisten en gravar un bien del deudor con un derecho
real de hipoteca, prenda, anticresis, etcétera;
Según el art. 1574 del CCC: "Hay contrato de fianza cuando una persona
se obliga accesoriamente por otra a satisfacer una prestación para el caso
de incumplimiento. Si la deuda afianzada es de entregar cosa cierta, de
hacer que sólo puede ser cumplida personalmente por el deudor, o de no
hacer, el fiador sólo queda obligado a satisfacer los daños que resulten de
la inejecución".
a.- El art. 1575 CCCN, fija límites a las obligaciones del fiador.
Textualmente dice: “La prestación a cargo del fiador debe ser equivalente
a la del deudor principal, o menor que ella, y no puede sujetarse a
estipulaciones que la hagan más onerosa. La inobservancia de la regla
precedente no invalida la fianza, pero autoriza su reducción a los límites
de la obligación principal. El fiador puede constituir garantías en
seguridad de su fianza”.
b.- Por otro lado el art. art. 1580 CCCN, regula la extensión de la fianza,
establece que la misma comprende los accesorios de la obligación principal
y los gastos que razonablemente demande su cobro, incluidas las costas
judiciales. Salvo que se hubiere pactado lo contrario.
Esta norma concuerda con el art. 1575 CCyC en el que se estable que el
alcance de la obligación del fiador debe ser equivalente a la del deudor.
Entonces si el deudor tiene la obligación de pagar el capital con intereses
moratorios en caso de mora, más punitorios y compensatorios en el caso de
haber sido previstos en el contrato principal, es lógico que el fiador también
esté obligado a esas prestaciones en caso de no haber estipulado lo
contrario.
IV.- CAPACIDAD.-
Ahora bien, el art. 1576 CCCN, prevé el supuesto de que el deudor sea un
incapaz.
V.- OBJETO.-
VI.- FORMA.-
La forma ha sido determinada por la ley –art 1579 CCCN, ¨debe
convenirse por escrito¨, como formalidad ad probationem.
Beneficio de excusión: El art. 1583 del CCC estable que: "el acreedor
sólo puede dirigirse contra el fiador una vez que haya excutido los
bienes del deudor. Si los bienes excutidos sólo alcanzan para un pago
parcial, el acreedor sólo puede demandar al fiador por el saldo".
En virtud de este beneficio, el acreedor debe ejecutar todos los bienes del
deudor principal, para luego poder requerir —en caso de no obtener la
cancelación total de su crédito— el cumplimiento del fiador. Es una clara
consecuencia de la subsidiariedad de la fianza.
Beneficio de división
En los casos de más de un fiador, el art. 1589 del CCC establece que
cada uno de ellos responderá por la cuota a la que se han obligado, no
pudiendo el acreedor exigirles más de lo que corresponda. Si nada se ha
estipulado con relación a la cuota que se deba, todos responderán por
partes iguales. Tal como acontece con el beneficio de excusión, no
funciona de pleno derecho sino a requerimiento del fiador interesado, que
será aquél a quien el acreedor le quiera cobrar un monto mayor al que se
encuentra obligado a cancelar.
El Código Civil y Comercial dispone, como regla general, que todos los
cofiadores son coobligados mancomunados, de modo que cada uno de ellos
afianza una parte de la deuda. En razón ello, el cofiador que cumple la
obligación accesoria en exceso de la parte que le corresponde, queda
subrogado en los derechos del acreedor contra los otros cofiadores (v. art.
1595 del CCC). En el caso especial de que uno de ellos resultare
insolvente, cada uno de los cofiadores está obligado no sólo a pagar su
cuota parte sino también la proporcional a la porción insatisfecha por el
insolvente (pérdida); de ese modo, el acreedor —o, por subrogación, el
coobligado que hubiere pagado en exceso— tendrá derecho al cobro con
esos mismos alcances.
X.- EXTINCION.-
XI.- NOVACION.-