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Aspectos básicos del código de comercio

Actos de comercio
El CC, como señala su Exposición de Motivos, tiende a regir todos los actos y operaciones
mercantiles, cualquiera que sea el estado o profesión de las personas que los celebren. Por
eso, el CC se fija principalmente en la naturaleza de los actos o contratos, para atribuirles o no
la calificación de mercantiles, con independencia de las personas que en ellos intervienen, sin
limitar su número a los que taxativamente ha consignado el legislador en el Código.
Según el artículo 2 del CC, “serán reputados actos de comercio los comprendidos en este
Código y cualesquiera otros de naturaleza análoga”. La demarcación del Derecho Mercantil por
medio del acto de comercio se hace en el párrafo anterior del mismo artículo: “Los actos de
comercio, sean o no comerciantes los que los ejecuten y estén o no especificados en este
Código, se regirán por las disposiciones contenidas en él”.

La Empresa

Cuestión fundamental en el ámbito mercantil es la empresa.

Como señala Giménez Sánchez, la empresa se configura como un sistema de organización del
ejercicio profesional de la actividad económica en el mercado.

La exigencia de “productividad” o economicidad de la empresa y su subordinación a las


“exigencias de la economía general y, en su caso, de la planificación” (art. 38 CE), como
también el mandato a los poderes públicos de “promover eficazmente las diversas formas de
participación (de los trabajadores) en la empresa” (art. 129.2 CE), son principios y directrices
normativas configuradoras de un específico modelo jurídico constitucional de empresa como
organización económica productiva y eficiente creada y dirigida por un sujeto jurídico (privado
o público) atribuido de libertad económica, con participación de los trabajadores en su gestión
o en sus beneficios. A este modelo social y jurídico constitucional de empresa habrá de
adecuarse el régimen jurídico interno y externo de esta.

Podemos encontrar varios tipos de conceptos de empresa, pero fundamentalmente son dos:

Concepto económico de empresa

La empresa es una organización de capital y trabajo destinada a la producción o a la


intermediación de bienes y servicios para el mercado con el fin de generar ganancias.

Concepto jurídico de empresa

La empresa es un modo de actividad, y el establecimiento mercantil el instrumento al servicio


de la actividad.

Desde un punto de vista estrictamente jurídico, la empresa se habrá de concebir como una
específica modalidad de “riqueza” productiva, constitutiva de un bien o valor patrimonial de
explotación, resultante de la materialización de la iniciativa creadora del empresario, de la pro
yección patrimonial de su labor organizadora de los distintos factores productivos, facultades,
poderes y técnicas jurídicas, y de la actividad de producción e intermediación de bienes y
servicios para el mercado a través del establecimiento mercantil. Este valor patrimonial de
explotación se sustenta en tres soportes fundamentales:

– El empresario (sujeto organizador).

– El establecimiento (objeto organizado).

– La organización.

La empresa, en sentido jurídico, será la resultante patrimonial (valor de explotación) o suma de


conjuntos (y subconjunto) factoriales conexos a esos soportes.

Con relación al concepto de empresa, hemos de enlazarlo con el concepto de compañía.

El artículo 116 del CC lo define de la siguiente forma: “El Contrato de Compañías será
mercantil, cualquiera que fuese su clase, siempre que se haya constituido con arreglo a las
disposiciones de este Código. Una vez constituida la compañía mercantil, tendrá personalidad
jurídica en todos sus actos y contratos”.

Las Sociedades mercantiles

La definición de sociedad también se recoge en el artículo 1.665 del Código Civil, al decir que
“la sociedad es un contrato por el cual dos o más personas se obligan a poner en común
dinero, bienes o industria, con ánimo de partir entre sí las ganancias”.

Es necesario que citemos la existencia de sociedades civiles con forma mercantil, para lo cual
nos tenemos que remitir al artículo 1.670 del Código Civil al señalar que “las sociedades civiles
por el objeto a que se consagren pueden revestir todas las formas reconocidas por el Código
de Comercio. En tal caso, les serán aplicables sus disposiciones en cuanto no se opongan al
presente Código”.
La solución que se le da a este tipo de sociedades es la de la aplicación generalizada del CC en
lo que se refiere a la estructura y funcionamiento de la sociedad. La diferencia de mayor
relevancia se encuentra en el régimen de responsabilidad, en cuanto que la opinión
prevaleciente entiende que se aplica la regla de la solidaridad prevista en el artículo 127 del CC
para las sociedades colectivas.

El artículo 122 del CC ofrece una clasificación de las sociedades:

“Por regla general, las sociedades mercantiles se constituirán adoptando alguna de las formas
siguientes:

1. La regular colectiva (la sociedad colectiva es una sociedad mercantil personalista en cuanto
constituye una comunidad de trabajo en el sentido de que los socios son gestores natos, salvo
disposición contraria en los Estatutos, y tienen la facultad de concurrir a la dirección o manejo
de los negocios comunes).

2. La comanditaria, simple (participa en el negocio de otro pero con la ventaja de la limitación


de la responsabilidad para los socios comanditarios mientras que los socios colectivos son los
gestores y responden ilimitadamente) o por acciones (todos son socios comanditarios cuya
responsabilidad es limitada y se rigen, en gran medida, por las normas de la sociedad
anónima).

3. La anónima.

4. La de responsabilidad limitada (fondo social integrado por las aportaciones de los socios,
cuyo capital social se divide en participaciones y cuyos socios no responden personalmente de
las deudas contraídas por la sociedad)”.

Estas sociedades suelen clasificarse con arreglo a distintos criterios. Quizá la más importante
sea la que distingue en sociedades personalistas y capitalistas.

El artículo 1 del RDL 1/2010, de 2 de julio, incluye dentro del concepto de sociedades de capital
a la sociedad de responsabilidad limitada, la sociedad anónima y la sociedad comanditaria por
acciones. Asimismo, en el Titulo XII de dicho texto, se crea la Sociedad Limitada Nueva
Empresa (SLNE), y en el Título XIII la Sociedad Anónima Europea (SE). El Título XIV regula las
Sociedades Anónimas Cotizadas.

Y la Ley 11/2009, de 26 de octubre, regula las Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión en


el Mercado Inmobiliario (SOCIMI), y cuya actividad principal es la inversión, directa o indirecta,
en activos inmobiliarios de naturaleza urbana para su alquiler, incluyendo tanto viviendas
como locales comerciales, residencias, hoteles, garajes u oficinas, entre otros.

Los empresarios

Fundamental en este Código es la figura del comerciante.

Según Giménez Sánchez, empresario es aquella persona física o jurídica que, con capacidad
legal, y de modo profesional combina capital y trabajo para la producción de bienes y/o
servicios a los efectos de comercializarlos, directa o indirectamente, y obtener un beneficio en
la misma.
A los efectos del Código de Comercio, “son comerciantes, los que teniendo capacidad legal
para ejercer el comercio, se dedican a él habitualmente” (artículo 1 del CC).

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