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ADORNO, El Artista Como Lugarteniente (Akal)
ADORNO, El Artista Como Lugarteniente (Akal)
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RAG
Portada: Sergio Ramírez
Título original: GmmmulN SclJrifim in zWiJnzig &inim. /1. Notm zur Littratur
1932
e Suhrbmp Verlag, hankfurr am .\hin, 1974
ISBN: 84-460·1671·0
Depósito legal:.\1. xx.ltJtx-2003
Impresión:
xuuxxuxxxx. (Madrid)
Impreso en Espana
• Stef'Hl Gcorge tradujo al '1lemán a Baudehire entre otros poetas simbolistas france-
ses. IN. del T.]
•. Charles Swinburne (! 8.37-1909: poela, dranuturgo y critico inglés. Revolucionario
radical kn 1848 y en 1870), en lo moral inl1uido por Sade, admirador de Hugo y Bau-
delaire, amigo de :VLlzzíni, la conjugación en sus obras de un erotismo extremo con L.
büsqucda del ideal de L. libertad {Ola! Jo convirtió en uno de los máximos exponemes
literarios de hs revueltas políricas de su riempo. [N. del T.]
112 Notas sobn IÚemlUra J
1 Cfr. Paul VA!.F.RY, '/anz, L.eichnung und Dogas, trad. alem. de Werner Zemp, Berlín,
Frankfurt am :'vfain, s. a.11951J ledo esp.: «DanZ<l Diblljo Degas», en Piezas sobre arte,
:\1adrjd, Vjsor, 1999, pp. 13-87J. Las cifras enrre paréntesjs en lo qlle siglle se refie-
ren a la, páginas de este volumen [entre corchetes la, de la edición española citadal.
~ Werner Zemp (190G-1959): traductor y editor alemán. [N. del T.I
berg, que en su último libro, Style and ldea*, todavía desarrolla que
la gran música consiste en el cumplimiento de «obligations», de obli-
gaciones, que el compositor, pOt así decit, contrae con la primeta nota.
Con el mismo espíritu dice Valéry: «En todos los terrenos el hombre
verdaderamente fuerte es aquel que mejor comprende que a uno no
le regalan nada, que todo tiene que hacerse, comprarse; y quien tiem-
bla cuando no nota resistencias; quien se las crea él mismo ... Para éste
la forma es una decisión fundada ... » (120 [61]). En la estética de Va-
léry impera una metafísica de lo burgués. Al final de la época burguesa
quiere él purificar al arte de la tradicional maldición de su insinceri-
dad, hacerlo honesto. Le exige que pague las deudas que inevitable-
mente toda obra de arte contrae al presentarse como real sin ser real.
Se admiten dudas sobre si la noción de obra de arte que tienen Va-
léry y Schonberg como una especie de proceso de intercambio es toda
la verdad, si no está sujeta precisamente a aquella constitución de la
existencia con la que la concepción de Valéry prohíbe jugar. Pero hay
algo de liberador en la autoconsciencia que el arte burgués acaba por
lograr de sí como burgués en cuanto que se toma en serio como la
realidad que no es. El hermetismo de la obra de arte, la necesidad de
su impronta en sí, la han de curar de la contingencia por la que que-
da a remolque de la constricción y el peso de lo real. En el momen-
to de la obligación objetiva, no en un desdibujamiento de los límites
entre los ámbitos, es donde ha de buscarse la afinidad de la filosofía
del arte de Valéry con la ciencia y no en último lugar su afinidad elec-
tiva con Leonardo.
La relevancia que concede a la técnica y la racionalidad frente a la
mera intuición que se ha de sobrepujar; el realce del proceso frente a
la obra acabada de una vez para siempte, no pueden sin embargo en-
tenderse del todo únicamente sobre el trasfondo del juicio de Valéry
acerca de las amplias tendencias evolutivas del arte más reciente. En
éste percibe él un retroceso de las fuerzas constructivas, un abandono
a la receptividad sensible; en resumen y en verdad, precisamente el de-
bilitamiento de las fuerzas humanas, del sujeto total al que él refiere
todo arre. Las palabtas que, a modo de despedida, dedica a la poesía
y la pintura de la era impresionista acaso puedan entenderse del me-
~Stylfand ¡dfa, Londres, Williams and Norgare, Lrd., 1951 ledo esp.: El milo y la idea,
Madrid, Taurus, 1963J. [N. del T.]