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INSTITUCIONES EDUCATIVAS
MÓDULO 3
EL TRABAJO EN EQUIPO
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MÓDULO 3
El trabajo en equipo
Presentación
Teniendo en cuenta que la posibilidad de conformar equipos de trabajo es muy variable (de
acuerdo al nivel o la modalidad a la que pertenece la institución, sus características
particulares, sus dimensiones, el contexto donde está inserta, la cantidad de personal que la
integra, etc.) consideramos que los proyectos, las agendas y otras propuestas que se presentan
como parte de las herramientas antes mencionadas aportarán al trabajo institucional previa y
necesaria adecuación a la realidad de las instituciones donde ustedes desarrollan su tarea
docente.
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permiten dar una mejor respuesta a la complejidad y diversidad de la cotidianeidad educativa.
El trabajo en equipo ofrece la posibilidad de resolver problemas y proponer soluciones en
forma consensuada, al compartir diferentes miradas, en función de una misma problemática.
Este módulo reflexiona sobre el trabajo en equipo como un proceso que requiere ser
aprendido por todos los actores que participan de una institución, aprendizaje que de por sí
puede llevar su correspondiente tiempo. La clave de este aprendizaje, en parte, estará en
aceptar las diferencias personales como base de enriquecimiento recíproco y en buscar los
mecanismos que permitan integrar estas diferencias en un todo común y en una propuesta
colectiva de trabajo.
A partir de tres núcleos temáticos, se abordan nociones clave tales como: la comunicación, la
participación, el clima y la cultura institucional, el rol de los equipos de conducción en la
conformación de equipo de trabajo, la promoción del trabajo en equipo, la construcción de
acuerdos curriculares, la agenda como organizadora del trabajo en equipo, y los Equipos
Escolares Básicos como una propuesta superadora de trabajo en el territorio y en las
instituciones.
Recuerden que esta propuesta, desarrollada por Vocación Docente (VD), Instituto Superior de
Formación, Capacitación y Actualización Docente Continua, se implementa mediante una
modalidad a distancia. Tiene una carga horaria estimada de 120 hs. reloj y supone para cada
uno de ustedes diversos espacios de desempeño autónomo que implican, entre otras acciones,
la lectura de los materiales, la realización de las actividades propuestas, el intercambio con
colegas y la indagación en sus instituciones de pertenencia. Sin embargo, también disponen
del contacto con un equipo de tutores que estarán a su disposición para responder las dudas
que surjan durante el cursado.
Esperamos que la lectura del módulo les permita avanzar en la intencionalidad formativa que
la Diplomatura propone (¡ya estamos a mitad de camino!). Y no olviden enviar sus
producciones a los/as tutores cuando así lo indique la consigna. ¡Manos a la lectura!
Fundamentación
Durante el desarrollo de los seminarios anteriores, se ha reconocido que la escuela –en tanto
institución específicamente educativa– se caracteriza por una serie de rasgos y se define, en
principio, por los fines para la que ha sido creada y las funciones que desarrolla. Es, además,
una "realidad colectiva" ubicada en un espacio específico, que actúa en un tiempo
determinado, distribuye roles, construye y prescribe contenidos, transmite un saber
descontextualizado e imparte títulos y diplomas, entre otras cuestiones.
La escuela se constituye de este modo en un colectivo cuyo desarrollo no puede lograrse con
sujetos aislados que tensionan por el cumplimiento de metas individuales, sino que requiere
más bien de un trabajo que –aún con sus contradicciones y disputas– suceda en equipo.
El trabajo en equipo es ante todo un proceso colectivo. Cuando varios individuos se reúnen
para formar un grupo, cada cual aporta sus conocimientos personales, habilidades, ideales y
motivaciones. Como todo proceso, requiere de aprendizajes. Para aprender las personas
tienen distintos tempos, variada disposición y tradiciones o prácticas anteriores que
condicionan el logro de esos aprendizajes. Es por esto que un equipo de trabajo suele
atravesar momentos de diversa productividad.
En este marco, el presente Seminario ha sido pensado para acompañar a todos los sujetos
cuya labor impacta en el sistema educativo en el abordaje del trabajo en equipo, y los
diferentes roles que pueden desempeñarse a la hora de concretar una tarea signada por
principios democráticos que constituyan el hacer escolar.
Para lograrlo, se propone la lectura de los marcos políticos y pedagógicos prescriptos por el
gobierno educativo provincial, a la vez que se incorporan otras reflexiones y aportes teóricos
con el propósito de que el tema central del Seminario se vuelva objeto de análisis. Cada núcleo
incorpora propuestas de trabajo que se enmarcan en documentos producidos por la Dirección
General de Cultura y Educación, junto con actividades que tienen por objetivo generar un
posicionamiento positivo para la constitución de equipos de trabajo.
Es necesario reflexionar acerca de qué colectivo se sienten parte los docentes, y los docentes
que se encuentran cursando el Seminario en particular, para recuperar de este modo la
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convicción de que el trabajo docente, colectivo y constructivo tiene un valor real para las
instituciones, que debe ser parte del hacer cotidiano de las mismas y que debe impregnar las
culturas institucionales. En este recorrido, se procurará también desnaturalizar procesos que
estereotipan los vínculos institucionales y muchas veces deslegitiman la autoridad pedagógica.
Objetivos
Contenidos
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A. La comunicación.
B. La participación.
C. El clima y la cultura institucional.
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NÚCLEO 1
En este Núcleo –y en los siguientes– analizaremos los marcos políticos y pedagógicos que la
Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires define para sus
instituciones, y abordaremos algunos aspectos teóricos que atraviesan el trabajo de los
múltiples y variados equipos que llevan adelante la labor en las escuelas.
Las concepciones sobre las escuelas se traducen, necesariamente, en los modos de entender el
trabajo en equipo y la conformación de los equipos que en las mismas se generan. Lo hacen
tanto al interior de las instituciones como en relación con el contexto, y favorecen
construcciones colectivas que hacen a la conformación de unas determinadas subjetividades y
no otras. Por esto mismo, el análisis de las relaciones humanas resulta insoslayable a la hora
de abordar el carácter social de las instituciones.
Artículo 63°.
La institución educativa es la unidad pedagógica del sistema, responsable de los procesos de enseñanza
y de aprendizaje destinados al logro de los objetivos establecidos por esta ley. Para ello, articula la
participación de las distintas personas que constituyen la comunidad educativa: directivos, docentes,
padres, madres y/o tutores, niños, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores, ex alumnos,
personal administrativo y auxiliar de la docencia, profesionales de los equipos de apoyo que garantizan
1 Dirección General de Cultura y Educación Reglamento General de las Instituciones Educativas de la provincia de Buenos Aires. La
Plata: Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, 2012.
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el carácter integral de la educación, miembros integrantes de las cooperadoras escolares y otras
organizaciones vinculadas a la institución.
Artículo 65°.
La organización de las instituciones educativas se rige de acuerdo a los siguientes criterios generales que
se adecuarán a los Niveles y Modalidades:
1. Definir, como comunidad de trabajo, su proyecto educativo con la participación de todos sus
integrantes, respetando los principios y objetivos enunciados en esta ley y en la legislación
vigente.
11. Mantener vínculos regulares y sistemáticos con el contexto social, desarrollar actividades de
extensión y promover la creación de redes que fortalezcan la cohesión comunitaria e
intervengan frente a la diversidad de situaciones que presenten los niños, adolescentes,
jóvenes, adultos y adultos mayores y sus familias.
14. Promover experiencias educativas fuera del ámbito escolar, con el fin de permitir a los niños,
adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores conocer la geografía nacional y provincial,
experimentar actividades físicas y deportivas en ambientes urbanos y naturales y tener acceso
a las actividades culturales de su localidad y otras.
Desde este marco legal, es posible pensar a la institución como una construcción social atravesada por
las dinámicas interpersonales, y afirmar que las personas y sus interrelaciones configuran una
determinada realidad escolar.
Entonces…
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Las instituciones educativas son sistemas sociales que en su cotidianeidad establecen
relaciones de interdependencia entre los actores que las conforman. Los sujetos que las
integran toman protagonismo y habilitan su identificación como construcciones sociales que se
configuran a partir del accionar de cada integrante.
Pensar en integrar a las personas supone acercarlas a una dimensión que se construye, se
desarrolla y tiene una vitalidad propia y diferenciada.
Las instituciones están conformadas por grupos de sujetos que tienen diferentes tareas: hay
personal docente del nivel, docentes especialistas, personal administrativo y de servicio,
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personal que se encuentra a cargo de las tareas de los alumnos de manera permanente,
personal de conducción, etc. Cada uno de estos grupos tiene funciones y tareas que se
encuentran fuertemente vinculadas con la de otros grupos de actores institucionales y tareas
que le son propias.
Además, cada sector tiene que desarrollar tareas de manera permanente y otras que varían
según el año, la etapa del ciclo escolar o por otros motivos. Lo cierto es que es a través del
trabajo en equipo se desarrollan las tareas en las diferentes dimensiones institucionales.
La interacción entre estos grupos de trabajo institucional debe darse de acuerdo a los
objetivos establecidos por la Ley, favoreciendo el intercambio y la construcción entre grupos y
actores que forman parte de una misma institución educativa.
Es necesario aclarar que muchas de estas definiciones de tareas puede ser estable o variar,
atento a cómo su realización y concreción favorecen los objetivos generales para las
instituciones educativas y aquellos objetivos que las instituciones suman, con miras a llevar
adelante una formación contextualizada de los alumnos.
En ese intercambio entre grupos de tareas, y al interior de cada grupo, se definen objetivos
institucionales que se instalan en la cultura escolar de manera estable o provisoria. Esto
dependerá de la dinámica interior de cada escuela, del estilo y tipo de trabajo promovido,
fundamentalmente, desde el equipo de conducción escolar, y de los otros actores
institucionales y sus representaciones acerca de la autoridad.
Desde este lugar, se entiende que la conformación de equipos de trabajo ha de constituir una
preocupación y la ocupación de aquellos que llevan adelante la tarea de coordinar un sector
institucional, en el marco de un proyecto que se defina de manera colectiva.
Esto puede favorecer o no las finalidades establecidas para el conjunto, como así también las
oportunidades que proporciona la organización para la toma de decisiones de los diferentes
equipos de trabajo, toma de decisiones en la que confluyen dos procesos que atraviesan las
relaciones interpersonales, como lo son los procesos de participación y de comunicación.
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ACTIVIDAD 1
Previo a abordar con mayor profundidad los procesos de comunicación y de participación, les
proponemos una tarea de objetivación de alguna de las instituciones en donde trabajan. Para
ello, solicitamos que avancen en las siguientes tareas:
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Leeremos a continuación el Documento 3 “¿Trabajo en equipo o equipos de trabajo?”2,
elaborado por la Dirección Provincial de Educación Primaria para orientar el rol que puede
cumplir el secretario en la consolidación de los equipos de trabajo. Sugerimos retomar su
lectura al momento de resolver las actividades propuestas en los diferentes núcleos, de modo
que puedan contextualizar sus aportes en línea con las recomendaciones y los campos de
intervención que plantea el material. Si bien el documento está dirigido al nivel primario, sus
enunciaciones tienen plena vigencia para el resto de los niveles educativos e inscriben las
instancias institucionales en el marco de las políticas nacionales, provinciales y los proyectos
regionales.
LECTURA RECOMENDADA
El abordaje de lo grupal en el marco de las organizaciones nos lleva a la pregunta: ¿Por qué trabajar
en equipo? Responderla implica decir que el trabajo en equipo es necesario porque las distintas
tareas o actividades requieren frecuentemente para su realización, la intervención de más de una
persona; la colaboración de todos los profesionales que integran la institución, para que desde los
roles que cumplen y sus particulares formaciones académicas, puedan dar respuesta a la
complejidad y diversidad de la cotidianidad educativa.
2 DGCyE. Dirección Provincial de Educación Primaria. Documento de trabajo 3. ¿Trabajo en Equipo o Equipos de Trabajo?
Disponible en:
http://servicios.abc.gov.ar/lainstitucion/sistemaeducativo/educprimaria/orientaciones/documentosdescarga/documento_secreta
rios_version_definitiva.pdf
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Se espera que junto a otros compañeros, se pueda resolver aquello para lo cual uno mismo no
encontró solución, o bien, ésta no resultó.
Todo equipo es un grupo en el sentido de que todo equipo vive las vicisitudes propias de la
grupalidad, pero no todo grupo es un equipo.
• un objetivo en común,
• relaciones interpersonales,
• una acción cooperativa o interacción dependiente de los miembros, siendo siempre compartidos
el liderazgo y los resultados.
En este sentido, el trabajo en equipo se transforma en una necesidad y una exigencia en cualquier
tarea a realizar.
Si no hay complementariedad no hay equipo, pues el trabajo de cada uno no se articula con el de
los demás. Cada miembro con sus aportes, sus conocimientos, sus competencias y sus habilidades
contribuye al enriquecimiento de los demás y a la posibilidad de concreción de la meta propuesta.
Se trata de escuchar al otro, aunque no se coincida con el aporte, y que la contribución sea
recepcionada por el resto.
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En cualquier institución existen temas claves que son la base de las diferencias entre las personas:
algunos de ellos tienen que ver con estilos para relacionarse con los otros, con las formas de reunir
y utilizar la información, con las formas de tomar decisiones o con cómo prefieren organizarse a sí
mismos y a los demás.
Los equipos docentes no se fundamentan en una ideología, aunque exista entre los integrantes,
(política partidaria, religiosas, económica, etc.) ni en la multidisciplinariedad, sino sobre todo en la
diversidad y en las diferencias de criterio en los planteamientos. El conflicto, las diferencias de
opinión y de concepciones, son parte sustancial de los acuerdos. La reflexión continua, la puesta en
común y la síntesis, surgen del quehacer cotidiano y se convierten en una práctica habitual que
permite a la institución avanzar en los procesos de democratización de las prácticas, donde todos
pueden expresarse y aprender en un clima de relaciones gratificantes que favorecen la
productividad (rendimiento) grupal.
El Maestro Secretario también conforma equipos de trabajo. Los agrupamientos dependerán de las
características de la institución y de las posibilidades que brinda:
• con los docentes de grado o profesores, con los miembros del EOE;
El trabajo en equipo, como todos los procesos, requiere ser aprendido y eso lleva un tiempo. La
clave de este aprendizaje y de quién debe coordinar grupos humanos, está en aceptar las
diferencias personales como base de enriquecimiento recíproco y en buscar los mecanismos que
permitan integrar estas diferencias en un todo común, en una propuesta colectiva de trabajo.
El documento “El diagnóstico participativo. Una propuesta para el mejoramiento de las prácticas
institucionales” (2009) se inicia con una frase del Director General de Cultura y Educación de la
provincia de Buenos Aires, profesor Mario Oporto, que reafirma esta opción por el trabajo
colectivo: “Frente a la fragmentación social tenemos que apostar a la integración en la escuelas”.
Nos permitirá trabajar con menos presión, compartir la responsabilidad al buscar soluciones, tomar
decisiones que tendrán mayor aceptación que si son tomadas individualmente, enriquecer las
posibles decisiones a partir de los diferentes puntos de vista de todos los miembros, lograr una
mayor integración entre las personas y conocer las aptitudes de los integrantes del equipo.
También es necesario y deseable que el equipo de conducción de la institución, del que forma
parte el maestro secretario, y que constituye el modelo de equipo que los docentes tienen
cotidianamente, posea:
Uno de los ejes de trabajo que es condición necesaria para contribuir a la construcción de un
equipo de trabajo, es la comunicación.
El término comunicación procede del latín “communis” que significa común o compartido.
Atendiendo a su origen etimológico, la comunicación supone pues algo en común, lo que implica la
creación de un mutuo entendimiento o intercambio de experiencias entre personas. “Los
problemas en la comunicación están entre los temas más complejos a resolver en las instituciones
educativas.
Establecer un sistema de comunicaciones efectivas implica entender cómo son los procesos de
comunicación, la cultura institucional y la compleja trama de relaciones interpersonales, sostiene
Juan Manuel Manes.
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El autor afirma, además, que la comunicación informal es tan importante como la formal, que
incluso en ciertos casos hay instituciones que se gobiernan más por los canales informales
(conversaciones espontáneas del personal, las reuniones en los recreos o descansos, los rumores)
que por los formales.
Dentro de esas comunicaciones informales, los rumores son los más complejos debido al impacto
que ejercen sobre la institución. Estos distorsionan la realidad, pues se trata de una información no
verificada. Su peligrosidad es directamente proporcional al grado de desconfianza que generan.
En una institución educativa los rumores, por lo general, surgen desde adentro de la institución.
Por ejemplo, las conversaciones de los docentes en el recreo, o en los pasillos, en el portón de
entrada, cuando acompañan la formación, etc., son escuchadas por los alumnos que a su vez las
comentan en su casa.
Dado que las instituciones educativas son una verdadera red de comunicaciones, se hace esencial
el estudio y la evaluación de dichos procesos que revisten características formales e informales, de
su cultura organizacional y del tipo de liderazgo de sus autoridades.
Es necesario utilizar múltiples canales de comunicación ya que utilizar uno solo no garantiza que el
mensaje haya sido recibido.
Entre el 50 y el 80% del tiempo de las personas de una organización es ocupado por la
comunicación, por lo tanto, se hace vital conocer esos procesos para la eficacia y la eficiencia de
una institución educativa.
El emisor no es efectivo cuando no envía mensajes, los omite o los envía mal.
• Por ejemplo, el director, mientras entra a su despacho, retirándose del grupo de tres maestros
con quienes estaba reunido, dice: “A 5º B le toca el acto”.
• El secretario da por sobreentendido que los docentes saben cómo actuar ante un accidente en la
escuela o ante una licencia médica.
• Por ejemplo, el maestro pide a los alumnos que hagan un trabajo sobre “algo” relacionado a la
ecología.
• El secretario pide a los docentes que preparen los documentos de los chicos.
• Por ejemplo, el director anuncia un curso de capacitación verbalmente y pide que se corra la voz.
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• El secretario da consignas en la sala de docentes a los que están y cree que todos se enterarán.
• El docente entendió que solo tenía que preparar los documentos de los alumnos nuevos.
• El director entendió mal el tiempo de licencia de un profesor y contó con él para una clase abierta
para los padres.
• Por ejemplo, cuando se comunican temas institucionales a los docentes en medio de un recreo.
La comunicación dentro de una institución educativa no debería dar pie a las dudas, a engaños o
decepciones, ya que cada miembro debería conocer la información, la documentación que le
permita tomar decisiones adecuadas a su nivel de trabajo.
En la medida en que se orienten los esfuerzos para conocer y dar a conocer qué se espera, de
quiénes se espera y quiénes dirigirán el rumbo, se obtendrá una mejor comunicación
organizacional.
Establecer:
• cómo se va a comunicar;
• analizar cómo lo puede recibir la gente ayudará a que el mensaje sea recibido con el menor grado
de distorsiones posible.
Para que la comunicación fluya adecuadamente en una institución, según Arturo Zúñiga Bernal,
debemos ser:
• CLAROS
-Construir sintácticamente las oraciones siguiendo una estructura simple: sujeto, verbo,
complemento.
-Hacer uso de los canales más adecuados dependiendo de la naturaleza del mensaje.
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-Utilizar el mayor número posible de canales.
• DIRECTOS
• PRECISOS
•CONCISOS
Para conducir una institución en los tiempos que corren, se hace imprescindible reconocer los
límites que la realidad y las circunstancias nos imponen. Se hace necesario conformar redes de
apoyo para poder dar respuestas a todas las demandas.
“No se postula una gestión ilusoriamente omnipotente, voluntarista, que desconozca los límites
que imponen los contextos en que nos toca actuar, sino una gestión que, reconociendo esos
límites, esas fronteras externas e internas que nos separan de lo esperado, se despliegue
apalancándose en sus capacidades de respuesta y oferta.
Son o serán algunas de las preguntas claves de una gestión comprometida a que las cosas sucedan
y si no suceden es porque algo está sucediendo”. Si promovemos una comunicación clara, fluida,
recíproca, mayores serán las posibilidades del buen funcionamiento del equipo de trabajo.
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PARA AMPLIAR Y REFLEXIONAR…
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Como podrán apreciar, el documento y estos cuadros abren un camino de problematizaciones,
de búsqueda de información y de revisión de prácticas que podemos hacer en tanto miembros
de un equipo institucional. De eso nos ocuparemos durante todo este Seminario, analizando
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diferentes aspectos de la vida institucional que se vinculan con la necesidad de trabajar con
otros.
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ACTIVIDAD 2
Les proponemos que, a partir de lo resuelto en la actividad 1, elijan uno de los grupos
identificados, analicen las tareas que le competen, identifiquen las redefiniciones que hayan
sugerido y, a modo anticipatorio:
Lo anticipatorio tiene que ver con que a continuación abordaremos “La comunicación” como
proceso que interviene en las instituciones.
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A. La comunicación
La comunicación puede ser analizada como acto, objeto y medio de la puesta en común o de la
transmisión de información. Supone un conjunto de actos más o menos estructurados; e
incluso es un recurso fundamental de la organización si se la considera como fruto de un
conjunto de informaciones y, fundamentalmente, como ámbito de intervención en la cultura
institucional que privilegia el trabajo en equipo e instala en ella una cultura con fuerte
impronta colaborativa.
INTERNA:
EXTERNA ESTRUCTURA Y
DINAMIZA LA
CULTURA
INSTITUCIONAL
VERBALES
NO VERBALES
LECTURA COMPLEMENTARIA
Revisitar la escuela puede llevarnos a advertir, desde una “escucha arriesgada” (…) que no existe un
único acto de palabra, sino que la enunciación se da desde uno hacia otros, para uno y para otros. En la
línea trabajada por Batjin, sería posible entender a la palabra como el lugar común en el cual se
encuentran cada uno de los que participan de ese decir, diálogo, intercambio o relación.
Las palabras se mantienen a lo largo del tiempo, no así lo que ellas significan y los sentidos que portan.
Tal como señala Larrosa, J (2002) la palabra es una cosa y aquello que expresa es otra. Cada contexto,
cada relación, cada situación imponen la selección de unas palabras y frases sobre otras, esperándose
que sean las palabras un reaseguro para garantizar el entendimiento, la conexión emocional y la
circulación de sentidos.
Al volver a mirar la escuela se escuchan relatos, palabras que requieren de ser oídas y la cuestión central
tiene que ver con abrir el juego a la interrogación, al análisis, a la pregunta por los significados. Cuando
esto no es así se favorecen movimientos tendientes a la naturalización de lo cotidiano y habitual. En un
caso se complementan y otras se contradicen. En otro, el decir reiterado es el reaseguro de que todo
sigue y seguirá igual, aunque ese seguir igual sea sinónimo de sufrimiento y malestar, de dolor y
abatimiento.
Como decíamos anteriormente: es imposible mirarlo todo, lo mismo ocurre con las palabras. La
cotidianeidad de la escuela es imposible de ser puesta en palabras completamente. No hay palabras
3 Nicastro, S (2006) Revisitar la Mirada sobre la escuela; exploraciones acerca de lo ya sabido. Homo Sapiens. Rosario
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para todo lo que allí ocurre, se requiere también de gestos, de metáforas, de silencios, de miradas, y
sobre todo, del no saber qué decir.
No se trata de enmarcarse aquí en una lógica instrumental que devore lo que allí ocurre porque, en más
de un caso, lo que está ocurriendo da cuenta de una realidad jamás imaginada como posible, y
entonces: ¿cómo inventar o encontrar las palabras que nombren esa realidad?
Seguramente esa cotidianeidad y lo que en ella circula interpelan a quien está allí como testigo, tanto
acerca de lo que no se puede escuchar, por que se vive como obsceno, como acerca de aquello que
provoca una gran conmoción y sufrimiento.
Por ejemplo, cuando el maestro se pregunta, y le pregunta a sus pares, por qué hay que aceptar a los
alumnos inmigrantes –“¿Por qué los dejan entrar?” – y le pide a estos alumnos, a diferencia de quienes
no son inmigrantes, que realicen tareas de ordenamiento del aula –desde borrar el pizarrón hasta
acomodar pupitres– porque entiende que ésta es una manera de que estos alumnos devuelvan con sus
acciones a la escuela y al país el haberlos recibido, pone en palabras, que rayan con lo obsceno, la
imposibilidad de aceptación del otro.
Revisitar la escuela puede relacionarse desde lo dicho con atender las condiciones de enunciación y así
no solo se prestará atención a las palabras y sus sentidos, sino a la escucha disponible, a los encuadres y
sus estipulaciones, para resguardar lo que se dice, para impedir un decir “desbocado”, en el marco de
reglas que sostienen institucionalidad.
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ACTIVIDAD 3
Les proponemos mirar el video de Canal Encuentro sobre “Modelos de Comunicación” del
programa En el medio, publicado el 11 abril de 2013 y disponible en:
https://www.youtube.com/watch?v=jeskrMbtU8k
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B. La participación
Las dinámicas institucionales se conforman por una trama compleja de relaciones que
instituyen un modelo propio de conducción. Este último responde y, a la vez se significa, a
partir de un mandato fundacional que le otorga sentido y sobre el que suele ser necesaria la
intervención de los conductores institucionales.
Muchas veces los modelos organizacionales se caracterizan por sus fundamentos estáticos y
verticalistas y la rigidez de su implementación (tendiente a la homogeneización) por lo que
pueden resultar anacrónicos e insuficientes.
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Es por esto que la participación se convierte en un estilo, una estrategia y un contenido de
aprendizaje y será por consiguiente determinante en la producción de subjetividades de
aquellos actores que forman parte del ámbito en cuestión.
A su vez, se debe reconocer el lugar del conflicto como parte constitutiva de las relaciones
sociales, con una mirada prospectiva que permita asumir las tensiones como desafíos,
transformarlas en problemas y buscar alternativas múltiples, sin concebirlas como situaciones
dilemáticas que obturan posibles abordajes.
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PARA AMPLIAR Y REFLEXIONAR…
Cada vez que pensamos en procesos participativos en las instituciones, es necesario considerar
a la confianza como un requerimiento básico. Es desde esta convicción que les proponemos
acceder al video “La confianza”, publicado el 8 agosto de 2013 en Canal Encuentro
(Fragmentos del Documental "Escuela de Maestros". Capítulo III).
https://www.youtube.com/watch?v=RnLg08LtDms
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LECTURA COMPLEMENTARIA
En “Estilos participativos, sueños y realidades”, María Teresa Sirvent4 plantea las dificultades
emergentes, no solo de las estructuras jerárquicas y burocráticas, sino también, en especial, las
dificultades y barreras provenientes de la internalización de las estructuras del sistema por parte de los
individuos que ocupan las posiciones de dependencia y subordinación en las instituciones y clases
sociales.
(...) El presente análisis se apoya en la diferencia conceptual entre Participación real y Participación
simbólica.
La participación real ocurre cuando los miembros de una institución o grupo a través de sus acciones
ejercen poder en todos los procesos de la vida institucional:
La participación simbólica asume dos connotaciones: una, el referirse a acciones a través de las cuales
no se ejerce, o se ejerce en grado mínimo, una influencia a nivel de la política y del funcionamiento
institucional; otra, el generar en los individuos y grupos comprometidos la ilusión de ejercer un poder
inexistente.
Lo que está en juego, es el poder institucional, entendido como una intervención real en la toma de
decisiones de una institución. La participación real supone modificaciones en la estructura de
concentración del poder. (..)
(…)Otro punto crítico es “cómo” los grupos comprometidos participan. Se distribuye información, se
reciben sugerencias, más el proceso de toma de decisiones continúa concentrado en una minoría que
selecciona la información y procesa las opiniones.
Un tercer punto crítico se refiere a los “mecanismos generados” para asegurar la participación. Son poco
frecuentes los mecanismos de participación en la esfera social, económica o cultural que posibiliten una
expresión responsable, reflexiva y creativa por parte de la mayoría de los individuos y grupos
comprometidos.
Finalmente, otro punto crítico se refiere a las áreas o ámbitos de la vida institucional donde la
participación es permitida. En la mayoría de las situaciones, la participación acontece en la fase de
implementación de un proyecto; raramente en las etapas decisivas de determinación de objetivos,
decisión de estrategias y evaluación. Con alguna modificación se perpetúa y reproduce el modelo elitista
de unos pocos que planifican y una gran mayoría que desempeña el papel de mano de obra. (...)
4 Sirvent M. T. (1998) Estilos participativos, sueños y realidades. En Revista Argentina de Educación. Año III. Nº5. Buenos Aires.
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(…) La participación real constituye un largo y difícil proceso de aprendizaje de conocimientos, actitudes,
habilidades y destrezas que modifique los modelos de relación humana internalizados en años de
autoritarismo y explotación. (...)
(...) Se asume la participación real como un proceso de aprendizaje que demanda ir creando etapas
intermedias semi-participativas; lo importante es la conciencia de este proceso en todos los individuos y
grupos comprometidos (…)
(…) La determinación de una “apertura participativa” por parte del poder constituido, puede generar
una serie de obstáculos que retardan o distorsionan la naturaleza de la participación. (...)
Contexto Sociopolítico
(...) Las características históricas, culturales y sociopolíticas del contexto determinarán factores que
facilitaran o inhibirán las posibilidades de procesos participativos reales. (...)
(...) En la medida que “la apertura democrática” o el discurso participativo no implican de manera
alguna una ideología de modificación de las estructuras en concentración del poder social, político y
económico, estas experiencias aisladas de participación real tienen un límite: el momento en que como
resultado del crecimiento y desarrollo humano de los individuos y grupos comprometidos se convierten
en una amenaza o riesgo contra el poder institucional. (...)
Estructuras institucionales
(...) Las estructuras institucionales reflejan en mayor o menor grado las contradicciones de la sociedad
global. Por un lado fundamentan sus acciones en discursos participativos, en tanto que no modifican los
esquemas de poder vigentes en las normas rígidas de los procedimientos jerárquicos y burocráticos. (...)
Mecanismos antiparticipatorios
Los grupos de poder institucional comparten solo parcialmente la filosofía participativa del proyecto; no
se encuentra una fácil disposición para ceder el poder de decisiones a nivel institucional; tendencia de
un ejercicio autoritario del poder, se legitima la emisión de órdenes y la punición; obviamente, una
relación de poder donde el subordinado tiene que concordar con decisiones por miedo a posibles
sanciones, es un factor inhibidor de participación real; existencia de sistemas rígidos jerárquicos de
circulación de información y comunicación, que reproducen la concentración y el monopolio del poder
(...)
Las relaciones de poder características de las estructuras autoritarias se reproducen en las prácticas
culturales, las necesidades subjetivas y las representaciones sociales de los grupos subordinados; y dicha
reproducción es una de las barreras más difíciles de superar en un proceso participativo. (...)
La educación formal y el personal docente aparecen en esta investigación como reproductoras de los
estilos autoritarios y de dominación predominantes. Los diagnósticos participativos desarrollados en la
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escuela, han demostrado los componentes inhibitorios y antiparticipatorios de la “cultura escolar”,
fundamentalmente en términos de las configuraciones de representaciones sociales del personal
docente. (...)
(...) Por lo tanto, el trabajo con la escuela también demanda procesos de reflexión y de desarrollo de
conocimientos, actitudes, habilidades y destrezas para la participación real, que actualmente no se
expresan. Se hace necesario percibir a la participación como un proceso de aprendizaje que posibilite el
compromiso compartido en la toma de dediciones sobre el funcionamiento escolar. (…)
(...) La participación real no es una mera ilusión producto de mentes idealistas. Es un proceso largo, de
avances y retrocesos; demanda el pasaje por modelos intermedios que signifiquen etapas graduales de
crecimiento y cambio institucional y grupal. La participación real implica un proceso de aprendizaje
continuo a través del cual se modifican las representaciones sociales inhibitorias y se comienza a
reconocer a la participación como una necesidad humana.
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ACTIVIDAD 4
A. Construir una lista de las instancias de participación en la que se ven involucrados los
siguientes actores institucionales:
Docentes
Preceptores
Alumnos
Padres
Personal de servicio
B. Enriquecer la lista construida con otras instancias de participación previstas para dichos
actores, recuperando los contenidos trabajados en este apartado.
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C. El clima y la cultura institucional
Para comenzar es necesario pensar el entorno en el cual se propone el trabajo en equipo. Así
se reconoce a la escuela como una institución:
“Una institución es en principio un objeto cultural que expresa cierta cuota de poder social”
Lidia Fernández
Gregorio Kaminsky
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De las expresiones anteriores se pone de manifiesto el carácter dinámico de las instituciones.
Según el propio Kaminsky5, "todas las instituciones, aún las aparentemente más estáticas, se
mueven. Este movimiento está dado por el juego permanente de lo instituido y lo
instituyente". Para él, lo instituido es la estructura ya conformada y lo instituyente lo que se va
haciendo, gestando, mudando, según esta dialéctica entre ambos polos.
Este autor destaca en su definición la visión de proceso: "las instituciones son procesos que en
tanto tales, se mueven, tiene ‘juego’, lo cual implica conflictos, desajustes y presupone todo
menos la armonía de un proceso fijo y estable".
Este proceso al que el autor citado alude nos trae la visión de la institución como un complejo
sistema de interrelaciones. "Caracterizar la institución educativa como sistema, subsistema de
otros más amplios, es señalar que queda conformada por elementos diferenciados e
interrelacionados y supone valorar la conexión mutua de sus diferentes componentes (personas, ideas,
materiales) por encima de una yuxtaposición desordenada".
5
Kaminsky, G. (1999) Dispositivos Institucionales. Democracia y autoritarismo en los problemas institucionales.
En este proceso, la gestión del sistema escolar como instancia de construcción, transmisión y
recreación de cultura exige abandonar el aislamiento y el individualismo y trabajar formas
desarrolladas de colaboración y colegialidad.
Al interior de las instituciones, sus integrantes han de asumir un compromiso creciente con
estos conceptos y rescatar valores tales como la solidaridad, coordinación, autonomía,
discusión organizada, reflexión crítica, interdependencia y visión dialéctica.
Ante este tipo de construcción es necesario tener en cuenta las formas que asumen el clima y
el sistema relacional, y con ello la conformación de cultura institucional.
38
El concepto de clima es similar al de salud de una institución educativa. Está definido por la
satisfacción que sienten las personas con su trabajo, lo cual se traduce en la colaboración y las
buenas relaciones entre los diferentes equipos de trabajo.
• ambiente colaborador;
• confianza y respeto;
• reconocimiento de la tarea;
39
ACTIVIDAD 5
Les proponemos ver el video “Análisis institucional” (Parte I y II), que presenta una entrevista a
Lidia Fernández realizada en TV Pública el 26 de mayo de 2015. El mismo se encuentra
disponible en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=E1SD3yb4Z0E
A partir del contenido del video analicen los componentes del clima institucional de la escuela
donde se desempeñan. Para ello:
40
En términos generales, el concepto de cultura hace referencia al entramado de valores,
normas, principios, significados y símbolos compartidos, implícita o explícitamente entre los
miembros de un grupo humano. Las instituciones sociales tienen una cultura específica que
interactúa con el entorno y un clima organizacional que condiciona su propia actividad.
Tanto el clima como la cultura institucional posibilitan aspectos tan importantes como la
participación, la satisfacción, la aceptación y cohesión de la propia comunidad escolar.
En función de esto es posible identificar distintos tipos de culturas. De acuerdo con las ideas de
Hargreaves7 pueden identificarse dos estilos en cierto modo contrapuestos:
El modelo de cultura balcanizada está representado por grupos de individuos que poseen
algunos elementos en común. Se concentran generalmente en estructuras fijas y poco
flexibles. Un factor importante que ostentan los individuos inmersos en estos grupos se
relacionan con la demostración de posesión de determinado poder.
7 Hargreaves, A. (2004). Profesorado, cultura y postmodernidad. Cambian los tiempos, cambia el profesorado. Madrid: Morata.
41
Pensar en un estilo de cultura colaborativa implica situarse en una perspectiva más amplia,
donde lo que prima es mirar a la institución de manera compartida y entenderla como un
espacio para el aprendizaje de todos los que la habitan. Es en función de esto que se
establecen las distintas líneas de acción y los grupos se harán cargo de ellas.
Se puede afirmar entonces que las estructuras son entonces más flexibles y abiertas, basadas
en la confianza que los distintos actores van logrando entre sí, de modo tal que se percibe
como natural el aprender de y con los demás.
LECTURA COMPLEMENTARIA
CONOCIMIENTO Y COLABORACIÓN8
El trabajo en equipo es una modalidad de articular las actividades laborales de un grupo humano en
torno a un conjunto de fines, de metas y de resultados a alcanzar. El trabajo en equipo implica una
interdependencia activa entre los integrantes de un grupo que comparten y asumen una misión de
trabajo.
Mientras el trabajo en equipo valora la interacción, la colaboración y la solidaridad entre los miembros,
así como la negociación para llegar a acuerdos y hacer frente a los posibles conflictos; otros modelos de
trabajo solo dan prioridad al logro de manera individual y, por lo tanto, la competencia, la jerarquía y la
división del trabajo en tareas tan minúsculas que pierden muchas veces el sentido, desmotivan a las
personas y no siempre han resultado eficientes.
El trabajo en equipo se caracteriza por la comunicación fluida entre las personas, basada en relaciones
de confianza y de apoyo mutuo. Se centra en las metas trazadas en un clima de confianza y de apoyo
recíproco entre sus integrantes, donde los movimientos son de carácter sinérgico. Se verifica que el todo
Los equipos son un medio para coordinar las habilidades humanas y generar con acuerdo respuestas
rápidas a problemas cambiantes y específicos.
El término equipo deriva del vocablo escandinavo skip, que alude a la acción de "equipar un barco". De
alguna forma, el concepto evoca al conjunto de personas que realizan juntas una tarea o cumplen una
misión; su uso supone también la existencia de un grupo de personas que se necesitan entre sí y que se
"embarcan" en una tarea común.
A partir de este origen etimológico, y por extensión, puede decirse en el contexto de este módulo que
trabajar en equipo implica la existencia de:
- una red de conversaciones, comunicaciones e intercambios que contribuyen a concretar una tarea; y
En síntesis, un equipo está constituido por un conjunto de personas que deben alcanzar un objetivo
común mediante acciones realizadas en colaboración.
(…) resulta preciso efectuar dos advertencias. Una: no necesariamente todo equipo de trabajo supone
trabajo en equipo; dos: no todos los miembros del equipo tienen las mismas características ni actúan de
la misma manera.
En relación con la primera de las situaciones aludidas, puede afirmarse que no todos los equipos de
trabajo operan efectivamente en equipo; generalmente, se considera como equipo a toda unidad de
funcionamiento que lleva adelante una tarea concreta o a una estructura creada para cumplir funciones.
Pero no todo agrupamiento implica que se trabaje en equipo. Aun cuando se actúe en el mismo espacio
geográfico, se trabaje para el mismo programa o departamento o coincidiendo en el mismo tiempo,
esto no alcanza para afirmar que se está trabajando en equipo. Porque ello implica a un grupo humano,
a un conjunto de personas que están comprometidas con una finalidad común o proyecto que solo
puede lograrse con un trabajo complementario e interdependiente de sus miembros.
Con respecto a la segunda advertencia, es preciso considerar que los equipos están integrados por
individualidades con sus propias características. Esto es, debe reconocerse que no todos los miembros
tienen las mismas competencias, niveles de compromiso, intereses, proyección, etc. Por lo tanto, debe
esperarse de los diferentes miembros aportes distintos. Un equipo de trabajo no adquiere un buen
desempeño porque se halle integrado por buenos integrantes, sino más bien porque el conjunto de las
individualidades logran desarrollar una modalidad de vinculación que genera una red de interacciones
capaz de desplegar una dinámica colectiva que supera los aportes individuales.
43
Así, en el equipo consolidado, el todo es más que la suma de las partes; su resultado es sustancialmente
distinto a la simple sumatoria del aporte de cada miembro.”
44
EVALUACIÓN NÚCLEO 1
Realicen una relectura núcleo 1. Hecho esto, les proponemos apelar a sus experiencias
profesionales y recordar una vivencia gratificante y exitosa en la que hayan formado parte de
un equipo de trabajo (si es posible, que sea vinculada al desarrollo de acciones en el marco del
plan de evaluación institucional).
45
NÚCLEO 2
Abordar la temática del trabajo en equipo implica necesariamente problematizar acerca de las
funciones y tareas del equipo de conducción de la institución, o de los sujetos que las ejercen.
Conocer sus atribuciones posibilitará un adecuado ejercicio de los derechos y obligaciones del
equipo docente y de otros actores institucionales.
46
A. El Trabajo en equipo desde la perspectiva conceptual
Hace ya tiempo que el trabajo en equipo –en la teoría y en la práctica– se ha instalado entre
nosotros como estrategia que colabora con la calidad de los logros institucionales,
favoreciendo el sentimiento de pertenencia y la calidad de las condiciones de trabajo.
No obstante, cuando nos proponemos encarar proyectos con un equipo se presentan algunas
dudas, obstáculos y experiencias que indican que no siempre se ha logrado lo mejor a partir de
esta dinámica de trabajo.
El trabajo en equipo es ante todo un proceso colectivo. Cuando varios individuos se reúnen
para formar un grupo, cada cual aporta sus conocimientos personales, sus habilidades, sus
ideales y sus motivaciones.
Como todo proceso requiere de aprendizajes. Para aprender, las personas tienen distintos
tempos, variada disposición y tradiciones o practicas anteriores que condicionan el logro de
esos aprendizajes. Es por esto que un equipo de trabajo suele atravesar momentos de diversa
productividad.
47
Para comenzar a trabajar en equipo el primer paso es formular objetivos, que suponen
expresar qué es lo que se espera alcanzar con esta forma de trabajo.
Ejemplo:
Cuanto mejor definido esté el resultado final del proyecto (aunque este resultado sufra
modificaciones atendiendo al carácter flexible de toda proyección) mejor podremos diseñar el
camino que permitirá lograr la construcción deseada para el logro de los objetivos.
Ejemplo:
En el transcurso del diseño de las estrategias, el equipo directivo advierte que trabajará en
principio para mejorar las prácticas de enseñanza de Juego, atendiendo a la diversidad de
situaciones a revisar con las que se van encontrando a lo largo de esta proyección.
El proyecto que enmarque la actividad en equipo debe reunir las siguientes características:
48
Establecer objetivos es una actividad que insume tiempo. Esta etapa es fundamental
para el éxito del proyecto porque suministra una visión común y genera compromiso
para la realización, además de brindar elementos que obran como marcos de
actuación para su desarrollo.
Ejemplo
Presentamos ejemplos vinculados a proyecciones del Equipo Directivo, elaboradas junto con
el equipo docente que tiene a su cargo.
Objetivos:
49
Optimizar las prácticas de enseñanza en el área lectura y escritura, en el marco del
Diseño Curricular para el primer ciclo del Nivel Primario.
Es armonizado. Esto sucede en tanto los docentes han participado de las acciones a llevar a
cabo para el logro del objetivo. Se han discutido y acordado las formas de trabajo, la
supervisión y la evaluación de los resultados.
Es cuantificable. A partir de este trabajo será posible analizar la mejora, atendiendo a los
aprendizajes logrados por los alumnos.
CONSENSO Y CONFLICTO
Cuando se trabaja en un proyecto, es inevitable que surjan desacuerdos que pueden vivirse
como conflictos. Se necesita, por consiguiente, una cierta habilidad para manejar esas
diferencias y para tratar de establecer acuerdos.
50
La existencia de desacuerdos y conflictos no solo es inevitable sino que además es lógica y
esperable. Por otro lado, el conflicto supone la permanencia de interés y el sentido de la
responsabilidad, fomenta soluciones nuevas e integradoras y fija la atención sobre las
posibles dificultades.
Los conflictos nacen del interés: nadie discute por asuntos que no le importan.
Hay quienes creen que el “buen trabajo en equipo” se evidencia en la ausencia de tensiones
y no lo ven en su aspecto más importante: un esfuerzo coordinado hacia una tarea común.
Esto implica interpretar incorrectamente el significado del consenso.
En el ejemplo trabajado es posible que surjan conflictos alrededor de cuestiones tales como:
otros.
Es importante que el equipo directivo que lleva adelante esta intervención, aborde de
manera sistemática la distinción entre reflexionar sobre las prácticas docentes y criticar a las
personas. Es importante objetivar las prácticas, disponerlas como objeto de estudio.
51
ACTIVIDAD 6
52
¿Cuáles son los aspectos que facilitan el establecimiento de acuerdos? Vamos a considerar al
menos cuatro…
Este terreno común debería centrarse en el objetivo del proyecto. Esta es una de las razones
por las cuales es necesario no ahorrar esfuerzos a la hora de incluir a todos en la definición de
las metas, poniendo de relieve la independencia para su ejecución.
Reunir información
Centrarse en el tema
DELEGACIÓN Y SUPERVISIÓN
¿Cuáles son las diferencias entre repartir tareas y delegar? Delegar implica otorgar autonomía
para la resolución de las tareas; supone tener confianza en la capacidad de las otras personas
para resolver y también aceptar que el camino elegido por el otro puede ser distinto.
Muchas veces abruma la cantidad de tareas y se siente que nadie puede resolver de manera
óptima. La delegación en el equipo de trabajo permite desprenderse de algunas de estas
tareas y confiar su resolución a los otros. Poder delegar supone no temer a la iniciativa y la
innovación.
53
Por otra parte, cuando un miembro del equipo se responsabiliza de alguna tarea, el
compromiso que genera es diferente. No es lo mismo ser el responsable de la realización que
auxiliar a otro que decide y hace.
INDIVIDUO Y GRUPO
¿Es necesario hacer todo grupalmente? ¿Ya no hay espacio para el trabajo individual? El
trabajo en equipo, ¿conspira contra la iniciativa personal?
Algunas personas suponen que se trabaja en equipo solo cuando todos los miembros del
equipo están presentes en el mismo lugar, cuando se está cara a cara. Consecuentemente, la
acción de un individuo no sería trabajo en equipo.
54
La recolección de información o datos, la profundización sobre algún tema teórico, la puesta
en marcha de una parte del proyecto, la comunicación con algún sector de la comunidad, etc.,
son algunas de las múltiples tares que realiza algún miembro del equipo individualmente.
55
ACTIVIDAD 7
56
B. El trabajo en equipo desde la perspectiva técnica
Como toda tarea, las reuniones de equipo deben planificarse, desde el momento mismo en
que se convocan, se claras respecto de cuáles son sus objetivos.
Planificar una reunión implica pensar en los diferentes partes o momentos de la misma es
decir:
lugar;
57
texto de la convocatoria en la cual se consignará el propósito de la reunión, la
fecha y el horario (siempre es conveniente indicar la hora de inicio y cierre) y el
lugar;
agenda de la reunión.
58
PARA AMPLIAR Y REFLEXIONAR…
Entre las actividades que ocupan gran parte de las agendas cotidianas de los equipos
directivos y de los docentes de nuestras escuelas están las reuniones de trabajo. Este tipo
de actividad es esencial en la escuela, ya que algunas veces, las reuniones y el contacto
interpersonal es la mejor alternativa para tomar decisiones centrales de la gestión
institucional y pedagógica.
Pero no toda reunión de por sí garantiza buenos resultados. Para llegar a obtener
reuniones efectivas y constructivas es necesario desarrollar mejor nuestras habilidades
para enfocarnos en los problemas, incluir a los participantes necesarios, y concentrarnos
en buscar soluciones concretas y aplicables. El valor de la misma no se puede medir de
forma inmediata, sino que se mide por la posterior y efectiva puesta en práctica de las
resoluciones tomadas. Por lo tanto, las reuniones son algo serio que debemos planificar
con rigor técnico, especialmente por el tiempo que insume tanto a quien convoca como a
los convocados.
Diferentes autores destacan tres aspectos críticos para la realización de una reunión
efectiva:
9 Cora Bertachini, Licenciada y Profesora Universitaria en Ciencias de la Educación, de la Facultad de Filosofía y Letras de la
Universidad de Buenos Aires. Especializada en Educación No Formal. Asesora pedagógica y capacitadora de Arte en las Escuelas.
En los últimos quince años se ha desempeñado como capacitadora y coordinadora de programas sociales y educativos de distintos
organismos internacionales, instituciones del sector público y ONGs, entre ellos, UNESCO, Programa de Desarrollo de Naciones
Unidas, el Ministerio de Desarrollo Social de La Nación, el Ministerio de Educación de La Nación, la CONEAU, Editorial Santillana y
Fundación Compromiso.
59
2. La participación democrática, atendiendo a la transparencia informativa, al respeto de
todas las opiniones y a la organización de la toma de decisiones democrática.
Veamos ahora cuáles son las características de las reuniones en la escuela y cómo
podemos mejorarlas, o al menos, advertir sus errores más frecuentes.
Reuniones muy comunes en la escuela son las que se desarrollan entre el equipo
directivo, entre docentes de un departamento, reuniones de los consejos consultivos para
definir temas institucionales, reuniones con la cooperadora, de padres, etc. A veces se
trata de reuniones verticales -o sea jerárquicas- porque sus participantes tienen roles
distintos en la escuela. En estas reuniones pueden participar directivos, docentes, padres,
incluso alumnos. Otras son horizontales porque se llevan a cabo entre pares, como las
reuniones de docentes para definir contenidos en un mismo departamento.
Cada reunión tiene un objetivo que debe cumplirse y que le da sentido. Existen cuatro
tipos de reuniones de trabajo muy generalizadas en la escuela. Así, tenemos reuniones
informativas, cuyo objetivo es simplemente compartir o dar a conocer nuevas
reglamentaciones, novedades institucionales. Otras son formativas, porque su objetivo es
aprender nuevas herramientas o estrategias de trabajo. También existen reuniones
creativas o para la búsqueda de nuevas ideas, que son muy importantes para pensar en
equipo nuevas soluciones a problemas compartidos, o elaborar nuevos proyectos
institucionales. Por último, están las reuniones resolutivas, cuyo objetivo es tomar una
decisión respecto de lo tratado. Aún cuando una reunión puede ser, por ejemplo,
informativa y a la vez resolutiva, identificar en cada caso los objetivos que se persiguen es
muy importante porque ellos definen el tipo de reunión, los participantes a quienes
convocar, los tiempos y el lugar de la reunión.
Bernardo Blejmar utiliza metáforas tomadas del poder político y las aplica al mundo
escolar. Este autor distingue entre reuniones de parlamento (sesiones del Congreso) y
reuniones de gabinete (Poder Ejecutivo). Las primeras son las que permiten la apertura a
nuevas ideas, porque requieren del aporte de todos los sectores, es respetuosa del
disenso y busca llegar a soluciones más creativas, son reuniones horizontales. Las
reuniones de gabinete, son reuniones verticales, en el sentido de que se discuten los
60
temas pero luego se avanza hacia alguna resolución que requiere de una autoridad que
defina y respalde la decisión tomada.
Si tenemos claras las diferencias entre los distintos tipos de reuniones y definimos con
claridad los objetivos que buscamos al planificar una reunión tendremos gran parte del
camino recorrido hacia el logro de una reunión efectiva.
Aún así, existen obstáculos relativamente comunes durante las reuniones de trabajo, que
Eric Matson denominó de modo irónico “las siete fallas de las reuniones mortales”
(utilizando el término mortal en sentido metafórico, por supuesto). Siempre es
conveniente repasar estas fallas para evitar su repetición.
La gente no toma las reuniones con seriedad, llegan tarde, se van temprano y la mayor
parte de la reunión no presta atención.
Para solucionar este problema, el autor propone que debemos dar a entender a los
asistentes que las reuniones hacen parte de su trabajo. La peor frase para dar por
terminada una reunión es "la reunión terminó, pueden volver a trabajar".
Los expertos aconsejan que la duración máxima de una reunión productiva entre adultos
debe ser como máximo de 90 minutos. Si tomamos este parámetro como referencia, en
caso de reuniones más largas, debemos pensar en cortes que permitan recuperar el nivel
de atención de los asistentes.
Es fundamental diseñar una agenda y ajustarse a ella, determinar tiempos para cada
asunto clave y respetarlos
Los participantes suelen salir de una misma reunión con distintas percepciones, por eso es
muy importante dejar por escrito los acuerdos y conclusiones de la reunión. Es
importante recordar que la reunión no es un fin en sí misma sino un medio para el
desarrollo de una acción posterior.
61
se sienten cómodos para hablar. El temor frente a la presencia de personal jerárquico, a
veces, obstaculiza el planteo sincero de opiniones.
Quiero compartir con Uds. cuatro reglas básicas que puede aplicar el coordinador de una
reunión para evitar errores y desarrollar reuniones más efectivas. Se trata de no perder
de vista los siguientes puntos:
Albert Einstein tiene una hermosa frase, muy aplicable para quienes nos dedicamos a la
educación. En su frase él nos aconseja que tratemos de ser personas de valor más que ser
personas de éxito. Este principio también se puede aplicar a nuestra tarea cotidiana y a
cada actividad que hacemos en la escuela. Demos a las reuniones de trabajo el lugar que
ellas se merecen, tratemos de que sean reuniones con valor, trabajemos sobre ellas de
modo profesional, y seguro que el éxito también nos acompañará
62
ACTIVIDAD 8
A continuación se transcribe una citación a reunión por parte de un Equipo Directivo al Equipo
Docente, extraído de un cuaderno de comunicación al personal. Les proponemos que la
completen, atendiendo a las consideraciones trabajadas en este apartado.
A los docentes
El Equipo directivo cita a reunión de profesores de Educación Física y Artística el día xx del
mes xx a las 15 hs.
Notificarse:
63
Desde lo procedimental, cabe preguntarse a qué se destinará cada parte o momento de la
reunión.
o designar coordinador;
3ra Parte CIERRE Y EVALUACIÓN CIERRE: debe ser claro y previsto, no incurrir en el error
de no otorgarle el tiempo suficiente, en tanto puede ser
motivo de desdibujamiento de todo lo trabajado.
o acciones a desarrollar;
o responsables;
64
o tiempos de realización;
o sintético;
A modo de cierre, destacamos que a la hora de realizar una reunión de equipo es necesario
definir con claridad las diferentes funciones: coordinador, responsable del registro,
participantes.
65
manejar los tiempos;
El trabajo en equipo debe ser una situación de aprendizaje, por lo tanto es valioso ir rotando
en el desempeño de las diferentes funciones.
66
ACTIVIDAD 9
A. Enuncien qué cuestiones organizativas habría que revisar para que las jornadas
institucionales sean más fructíferas en relación con los objetivos propuestos.
67
C. El Trabajo en equipo desde la perspectiva de las relaciones
interpersonales
Con anterioridad ya se mencionó cuál es la importancia que la buena comunicación tiene para
el trabajo en equipo. Se expresó que la circulación de la palabra y la escucha atenta son dos
aspectos que traccionan tanto sobre la participación como sobre la instalación de una cultura
colaborativa.
Es posible observar en los equipos de qué manera sus integrantes asumen diferentes roles, los
cuales suelen ser flexibles. Esto es positivo para el crecimiento grupal. Se puede observar al
interior del grupo el desempeño de docentes en los roles que se describen a continuación.
68
En todos los casos, estas son solo orientaciones que en ningún caso deben llevar a etiquetar o
clasificar a las personas. Estas valoraciones solo provocarán sentimientos defensivos.
Es oportuno describir el comportamiento que interfiere con el progreso del trabajo sin
adjudicarlo a nadie en particular y someterlo a la reflexión del grupo; para que logre su
autoequilibrio.
Sabemos que el trabajo en equipo compromete beneficios y constituye el medio más efectivo
y potente para lograr: aprendizaje continuo, mayor satisfacción de los docentes y su
repercusión en los alumnos, mayor dinámica interna, sentido de pertenencia institucional y
grupal, mayor participación activa, circuitos de información y comunicación más fluidos y, en
general, un mejoramiento en las relaciones interpersonales.
69
ACTIVIDAD 10
Les proponemos realizar un registro de observación de la próxima reunión a la que los citen.
Realicen las aclaraciones del caso con el coordinador de la misma y soliciten en esta
oportunidad asistir como observadores no participantes, enmarcando dicha solicitud en la
necesidad de cumplir con una actividad de formación.
Subrayen en el registro de observación los indicios que identifican para categorizar a este
grupo de docentes.
70
D. La conducción institucional como promotora del trabajo en equipo
Les proponemos a modo de inicio de este apartado, la lectura de un fragmento del Marco
General de Política Curricular de la provincia de Buenos Aires (Resolución Nº 3655/07) donde
se indican algunas tareas que deberían garantizar los equipos directivos y que involucran
necesariamente la conformación de equipos de trabajo.
Para que esto sea posible, en el abordaje cotidiano del diseño y/o la propuesta en la
institución, es preciso que el equipo directivo establezca mecanismos de
coordinación y supervisión de la tarea de sus docentes a fin de garantizar la
progresión de la enseñanza y la articulación entre las salas o años y entre los ciclos.
Asimismo, el director/a debe gestionar, ante la ausencia de un/a docente, formas
de transmitir la información necesaria a quien se hace cargo de la enseñanza para
continuar con el proceso iniciado, evitando interrupciones o repeticiones que
dificulten el proceso de aprendizaje. Es importante señalar la relevancia de
propiciar la articulación con otros niveles del sistema educativo. Sin embargo, los
contenidos establecidos en los diseños curriculares de cada uno de los niveles
garantizan que los alumnos/as que acreditan terminalidad de un nivel están en
condiciones de proseguir su trayecto educativo, sin que sea necesario adelantar el
tratamiento de contenidos correspondientes al nivel siguiente. Por ello, las
articulaciones se pueden realizar, por ejemplo, propiciando el conocimiento por
parte de los alumnos/as de rutinas y modos de organización de la tarea escolar de
los niveles siguientes (tiempos, conformación del cuerpo docente, estilos de
71
evaluación, etc.) y estableciendo vínculos directos con otras instituciones educativas
de la comunidad de referencia”.
Como puede leerse, el equipo de conducción debe asegurar el desarrollo del proyecto
institucional a través de la formalización de un proyecto de gestión que viabilice y asegure la
elaboración, la instalación y el sostenimiento de los acuerdos pedagógico-didácticos y
pedagógico-convivenciales.
En función de esto un equipo de conducción debe atender a las cuestiones que describe el
siguiente cuadro.
72
Al hacerlo, contemplará aspectos tales como:
el asesoramiento interno;
73
creación de confianza mutua;
posibilidad de participar.
Además de los descrito, y por sobre todo, el mayor desafío que enfrenta un equipo directivo
en la actualidad consiste en recuperar fuertemente el aspecto político de la gestión, y en
entender la conducción de una escuela como una práctica política/ pedagógica que requiere
de un trabajo arduo para articular políticas y crear condiciones para que en la escuela puedan
estar todos los niños aprendiendo. Como veremos más adelante en uno de los artículos
recomendados, los equipos directivos deben perder el miedo a la palabra “dirigir”, si por dirigir
se entiende la posibilidad de tener claro un horizonte donde llegar, y las acciones que hay que
llevar adelante para sortear los obstáculos que se puedan presentar. Acciones que solo pueden
realizarse con otros, en un trabajo colectivo.
LECTURAS RECOMENDADAS
74
A continuación presentamos dos artículos cuya lectura recomendamos.
El primero es un texto de Marta Souto, publicado en la Revista de Psicoanálisis y Psicología
Social en 2009, que permitirá reflexionar acerca del estado actual de la temática de lo grupal, y
por ende del trabajo en equipo.
El segundo se trata de un artículo publicado por el Ministerio de Educación de la Nación en
2010 en el cual se aborda el trabajo del director y el proyecto de escuela, diferenciando sobre
diferentes maneras de concebir la gestión y los alcances del trabajo colectivo. El mismo está
disponible en el siguiente enlace:
http://nuestraescuela.educacion.gov.ar/bancoderecursos/media/docs/bloque03/4_El_trabajo
_del_director_y_el_proyecto_de_la_escuela.pdf.pdf
Artículo 1
Introducción
Esta presentación tiene como propósito cuestionar-nos acerca del lugar de lo grupal en las
ideas y las prácticas actuales sobre educación y formación de manera de situar el tema del
grupo en el centro de los debates pedagógicos de hoy. En este breve artículo propongo la
interrogación y la reflexión acerca del sentido de ese lugar en el campo educativo y más allá de
él en las ideas que circulan y predominan en el mundo actual. Algunas conceptualizaciones
producidas por nuestro equipo de investigación serán presentadas para comprender el pasaje
de la noción de grupo a la de campo de lo grupal y para presentar nuestro modo de pensar el
trabajo pedagógico en torno al grupo.
Artículo 2
Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se sentó como una reinita adentro de
una frase que no la esperaba y que le obedeció...
Gestionar es administrar
“La gestión de la escuela me lleva mucho tiempo… estoy tapada de papeles, entre lo que me
pide la supervisora, la normativa que me bajan… sumale a eso lo de todos los días: un caño
que se rompe, la partida que no me alcanza para arreglarlo… tengo que controlar que estén las
planificaciones, los boletines, los papeles, las planillas… que los grados estén cubiertos, que
ningún chico se me lastime en el patio… y, qué querés, me queda poco tiempo para lo
pedagógico. De eso se ocupa cada maestro”. Zulma, directora.
Las palabras de esta directora nos remiten a una de las formas de considerar el trabajo del
director. En este sentido, tanto desde el sistema educativo como desde las teorías de la
77
administración y de la organización escolar, una de las formas de considerar a los directivos de
las escuelas es como administradores. Esta manera de entender la gestión responde al
paradigma denominado por algunos autores como administrativo. Desde esta concepción, las
acciones del director son consideradas como actos propios del ámbito administrativo y no del
específicamente pedagógico. Un “buen” director es aquel que puede organizar eficazmente el
día a día de la institución y administrar responsablemente los recursos que el Estado brinda.
En este sentido, y desde esta primera perspectiva, la centralidad del trabajo del director
radicaría en cumplimentar rigurosamente los procedimientos administrativos, especialmente
la aplicación y el control de las normativas vigentes, y en gestionar los recursos existentes
Gestionar es liderar
“Es difícil ser un buen director… no se es así nomás, tenés que ser una especie de animador
sociocultural pedagógico… movilizador, gestor de acciones participativas para lograr un
beneficio común. Considero que uno llega a la función por antigüedad o por haber rendido un
concurso, sin haber sido preparado específicamente para ello. Lleva bastante tiempo adquirir
experiencia suficiente como para ‘empezar a tener las herramientas necesarias’ para ser un
líder y conducir la escuela. Y la preparación que se tiene generalmente no alcanza. Por eso
creo que el primer tema a tratar debería ser ‘organización y gestión de centros educativos:
planeamiento, cadena de medios y fines, etcétera’. María Esther, directora.
En la década de 1990, aparece un nuevo modo de concebir la gestión. Junto con este, la
palabra management “salta” del ámbito empresarial al educativo. De este modo, un buen
director es aquel capaz de optimizar el servicio, en nuestro caso, el educativo. Desde esta
perspectiva, gestionar es algo más que administrar. Y ese algo más requiere ser competente
para construir escuelas eficaces, capaces de satisfacer las demandas que recibe.
Estas demandas del “afuera” operan como un deber ser que excede el cumplimiento de la
normativa, en tanto exige al director, como sujeto individual, lograr el éxito de la institución
que dirige. ¿Cuáles serían aquellas competencias deseables para el director? ¿Qué se le pide?
La bibliografía de la época habla de capacidad de liderazgo, como competencia fundamental.
El líder es quien debe conducir la institución teniendo metas y objetivos claros para lograr la
excelencia. Este tipo de gestión requiere “prácticas de liderazgo para concretar, acompañar,
comunicar, motivar y educar en la transformación educativa […]. Por liderazgo se entiende
aquí un conjunto de prácticas intencionadamente pedagógicas e innovadoras. Diversidad de
prácticas que buscan facilitar, animar, orientar y regular procesos complejos de delegación,
negociación, cooperación y formación de los docentes, directivos, funcionarios, supervisores y
demás personas que se desempeñan en la educación”.
Desde esta perspectiva que considera a la gestión como liderazgo, ya no se trata solo de
ordenar y controlar, ya que los tiempos demandan cambios e innovaciones, no más rutinas. El
director, como líder, debe ser flexible, competente, para usar eficazmente la batería de
estrategias de la cual dispone y así pilotear con éxito su institución. En este tipo de gestión
impera la razón instrumental, se privilegia y valora la capacidad de “gerenciar estrategias”. Un
78
buen director, entonces, será aquel que posea un repertorio de competencias, entendidas
éstas como atributos que porta el directivo y cuya posesión garantizará una gestión exitosa.
81
Entonces comprendí qué era la acción, cercana a los principios, pero muy distinta a su simple
aplicación, puesto que es necesario asumir los imponderables de la coyuntura, de los hombres,
de su pasión, de los enemigos y, con este fin, poner en juego unos recursos humanos muy
distintos a la sola claridad y rigor de los principios. (Althusser, 1989)
La escuela en situación es la escuela donde “está” ese director, esos maestros, esos niños, esos
padres, esos auxiliares… todos, de uno u otro modo, en esa escuela, no como meros
espectadores, sino implicados en lo que en ella ocurre. Esta implicación es la que posibilita,
también, disponer de distintas miradas que enriquecen “la lectura” de lo que allí sucede, para
poder tomar decisiones éticas. Decía hace poco tiempo un director:
“Hay una cuestión que a mí me gusta señalar cuando discutimos entre directores la dimensión
ética. Siento que tenemos la responsabilidad ética de presentarles el mundo a nuestros
alumnos. Y sin embargo, dejamos de lado con facilidad esa responsabilidad, escudados en los
maremotos que se nos podrían avecinar si no tenemos en cuenta la responsabilidad civil.
Muchas veces, cuando cuento las cosas que hago en la escuela, algunos colegas me preguntan:
¿vos no tenés miedo de hacer eso? ¿No te preocupa la responsabilidad civil? Yo suelo
contestar que sí, que tengo en cuenta la responsabilidad civil, pero lo que en verdad me
preocupa es la responsabilidad ética…
Entonces, ya no se trata, como planteábamos más arriba, de negar, de sumirnos en la
impotencia, de inmovilizarnos en la nostalgia, de huir a la responsabilidad de decidir. Una
decisión ética conlleva la necesidad de analizar lo que nos desborda, pero con otra mirada: la
mirada esperanzada –lo que no significa ingenua– que busca causas profundas.
Mirada que escapa a una solución de compromiso para que, en el fondo, nada cambie. Se
trata, de este modo, de buscar caminos posibles donde pueda anidar la intervención, que no
se resuelve con maquillaje, ni con la elaboración de un proyecto nuevo.
Tampoco se trata de buscar “innovaciones” en una galera sin fondo. La potencialidad de cada
escuela puede estar allí, latente, sin que a veces la veamos. Como dice Sandra Nicastro:
Revisitar la escuela, volver la mirada sobre ella, tendría que ver conencontrar atajos; así, en los
caminos ya conocidos, de pronto puede aparecer el sendero poco transitado, que provoca
curiosidad, sorpresa y también desilusión y, a pesar de todo, invita a ser transitado para
renovar la mirada, el “cómo”, el “qué”, el “desde dónde”, el “para qué”. (Nicastro, 2006)
Es esta potencialidad de la escuela la que hace viable la acción ética, la intervención que
permite llevar adelante los proyectos compartidos y que desanuda aquello que parecía no
tener salida posible. En este sentido cada acto en la escuela supone una decisión y no hay
manera en que ella no tenga una posición tomada.
Muchas veces sucede en la escuela que las situaciones complejas parecen exceder las
posibilidades, que no hay lugar a la decisión, que solo cabe una respuesta. Aun en situaciones
extremas siempre existen al menos dos posibilidades. Entendemos que muchas veces no es
posible elegir las situaciones en las que estamos pero, desde una perspectiva ética, siempre
tenemos la libertad de elegir (y decidir) la posición que asumimos en esa situación.
Ante un conflicto en la escuela; en una reunión de padres; debatiendo el pasaje de los chicos
de un grado a otro, puede surgir un interrogante ¿Qué quieren que haga? Quizás la pregunta
82
siempre tenga una misma respuesta: posicionarse y decidir en el sentido que más contribuya a
la garantía de derechos de los chicos, que ubique a la escuela en la mejor posición de
construcción de su colectivo, de reforzar lazos, etc.
Gobernar la escuela sería imposible si no se contara con otras condiciones que exceden el
campo de acción y la responsabilidad del directivo en tanto requieren, también, de una
intervención ética por parte del Estado.
Para seguir profundizando sobre las cuestiones anteriores, los invitamos a ver la disertación de
Sandra Nicastro en la ciudad de Colón acerca del rol del director en la escuela (Parte I y II).
Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=Ts6h_3AJKVI
83
ACTIVIDAD 11
B. Elijan aquella imagen que más se aproxime a la idea de gestión como gobierno.
C. Elijan y describan una imagen que se aproxime lo más posible a su gestión institucional o a
la gestión institucional de la escuela en la que se desempeñan.
D. ¿Qué similitudes y/o diferencias encuentran este esta última imagen y la elegida para
ilustrar la idea de gestión como gobierno?
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EVALUACIÓN NÚCLEO 2
Les proponemos realizar una relectura del núcleo 2. Con posterioridad, y considerando las
condiciones que debe favorecer un equipo de conducción escolar para la conformación de
equipos de trabajo que se transcriben a continuación:
B. Describan tres situaciones que lo tengan como protagonista como conductor o como
conducido.
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NÚCLEO 3
En este Núcleo analizaremos de qué modo a partir del trabajo colectivo se obtienen beneficios
buscados y compartidos entre todos y todas, reafirmando la idea de que hay objetivos
educativos, y también sociales, que solo son posibles de alcanzar si se coordinan acciones. Por
esto, se destaca la importancia del trabajo cooperativo como parte de la formación integral del
alumnado y como una característica que debe permear en cada uno de los proyectos que las
escuelas encaren.
LECTURA RECOMENDADA
Proponemos la lectura de una entrevista a Carlos Skliar, publicada el 15 de marzo de 2008 en el diario La
Capital. En ella, Skliar plantea que el principio de cualquier pedagogía es que haya conversación,
conversación que solo es posible en el reconocimiento del otro.
Chicos que pasan horas esperando a la salida de la escuela porque sus padres no acordaron quién los
retiraría o extendieron su jornada laboral. Otros que dicen estar los días enteros solos, los fines de
semana en la calle, hablan más por celular que personalmente o no encuentran nada divertido para
hacer “con los grandes”. Todas de alguna manera son distintas formas de abandono, masivos o sutiles,
que afectan a niños y adolescentes de las distintas clases sociales y que se manifiestan cada día en las
aulas. El investigador y especialista en educación, Carlos Skliar, analiza una situación que no es exclusiva
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de lo que ocurre en la casa, porque —como dice— los chicos tampoco encuentran en la escuela
contención, diálogo y pertenencia.
A un grupo de chicos de Jujuy, les alcanzó un minuto para resumir esta problemática en un video:
“Protección más allá de la niñez”, tal como lo llamaron y donde expresan cómo los adultos no siempre
protegen a los jóvenes. El video, que fue premiado por Unicef el año pasado en el certamen “Un minuto
por mis derechos”.
Para Skliar, lo que básicamente está fallando es la comunicación, el reconocimiento del otro y la
valoración de lo que llama la herencia y la experiencia.
“Educar tiene que ver con una conversación entre distintas generaciones, niños, jóvenes, adolescentes y
adultos, acerca de la herencia, del mundo que ha pasado y de qué hacemos con eso”. Resalta entonces
que esta conversación, que está siendo rechazada tanto por los adultos como por los jóvenes, es la que
hay que retomar y recomponer.
—Herencia no es simplemente una transmisión de una tradición entre padres e hijos o maestros y
alumnos, sino un pasado mayor a nosotros mismos. Cuanto más se quiera definir la herencia
simplemente como una tradición obligada peor nos va. Hay abandono de los adultos y también de los
jóvenes a los adultos, de lo que me quieren enseñar, que quieren institucionalizar y de la tradición.
—El abandono no es solo una cuestión de tiempo y espacio ni de clase social sino que está ligado a
infinitos grupos. En este sentido no solo los padres han hecho abandono, también las instituciones
educativas, por ejemplo, de las personas con discapacidad: solo del 1 al 4 % de estas personas están en
el sistema educativo, este es un abandono muy notorio. El gran abandono educativo es hacia el cuerpo,
el aprendizaje y el comportamiento diferentes. Todo lo que no es conocido de antemano puede ser
objeto de abandono.
—No quisiera caer en la trampa de decir que es por apatía o un simple descuido. Se ha dado algo muy
controversial últimamente sobre la misión de educar. Hace poco tiempo se trataba de educar lo mismo
a todos y desde hace 20 años se viene planteando que hay que enseñarles a cada uno algo diferente.
Ahí es donde aparece un problema de percepción: en ese planteo ambiguo que se le ha hecho a los
maestros y cuya respuesta puede ser el abandono, por no poder estar con todos, por no poder estar con
nadie en particular. Antes se los abandonaba porque todos eran homogéneos, entonces no importaba
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bien quién fuera cada uno, y ahora en ese desmesurado afán de conocer a cada uno, se abandona una
totalidad, lo común, lo humano como universal.
—Hay un doble trabajo aquí. En primer lugar, tenemos que estar predispuestos (no digo preparados
porque tiene connotaciones de formación docente, de ir a un curso para), primero para encontrarse con
cualquier alumno, independientemente de sus características sociales, personales y de las definiciones
de diagnóstico. Pero al mismo tiempo, ese maestro tiene que estar disponible para lo que llamo el
“contigo”.
—Es “contigo” específicamente y no con cualquiera: con vos que te llamas así, que tenés este rostro,
que hablas de esta manera. El acto educativo es un encuentro con gente con nombre, con rostro, con
lenguaje concreto, no hablamos de instancias en abstracto. Ahí es donde hay un doble juego a hacerse:
estar disponible para cualquiera pero también estarlo para entrar en relación “contigo” y ese “contigo”
esta dicho a la cara de cada uno.
¿Qué contexto escolar tiene que darse para que esto sea posible?
—Soy partidario de dejar de lado palabras grandilocuentes como diversidad o inclusión, que son más
bien mandatos en los cuales el maestro está obligado a realizar una acción sobre alguien. Todos estamos
un poco cansados de entender la educación en términos de grandes actos heroicos, esto de educar para
la igualdad, para el trabajo, para el futuro, parecen empresas fantásticas. Sin embargo el acto educativo
se pone en juego en lo que llamo “gestos mínimos” sobre los que hay que trabajar muchísimo, y por
donde pasa mucho más que por esos cambios anunciados con fosforescencia y luces de neón.
¿Y cómo hacen los profesores con cientos de alumnos para que haya una conversación posible?
—El tema es instalar una conversación entre jóvenes y adultos que hasta ahora está siendo negada. Hay
una distancia tal entre jóvenes y adultos, que no hay conversación. El principio de cualquier pedagogía
es que haya conversación. Me parece que lo que reclaman tanto los jóvenes de la secundaria es que no
hay diálogo, por lo tanto no puede haber instrucción ni ningún tipo de explicación. Hoy la conversación
tiene que girar en el tono de la sensibilidad y no en el de la moralidad. El abandono se produce cuando
queremos instalar una conversación moral sobre lo que está bien y lo que está mal, sobre lo que
deberían hacer y no hacen. En cambio, si ocupa el lugar de la sensibilidad, esto es hablar sobre lo que
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nos pasa, nos gusta o nos disgusta, la tensión y la distensión, por ahí se puede establecer. Y establecida
la conversación, hay pedagogía. Sino no la hay.
—Básicamente es la pérdida literal de la herencia, del pasado, repercute en cuanto que cada generación
va a tener que reinventar el mundo por sí misma y esto es una tarea imposible. Lo que está provocando
es la fractura entre el pasado y el futuro. Este es uno de los mensajes más terribles que se están
transmitiendo hoy. Quiere decir: “abandonemos el pasado, hagamos un pacto de mediocridad y no
conversemos”. Es un abandono muy terrible, tener que ser responsables de nuestra propia vida sin
entrar en una línea histórica con la herencia.
—No sé, hablaría de escuelas posibles. Creo que esto depende de la comunidad educativa y no tanto de
gobiernos y leyes. No solo es la escuela sino el lugar donde está, la gente y la vida dentro de ese espacio
concreto. Tiene que ver con un lugar donde se conversa acerca de la herencia y la experiencia, ese es el
punto en el cual estamos distantes: hoy se explica cierto saber, pero no se conversa acerca de mi
experiencia, tu experiencia, nuestra experiencia. El ideal de escuela sería posible si es permeable a que
cualquier otro pueda ingresar en ella. En la medida en que tenga mecanismos de defensa frente a lo
extraño, a lo diferente, se vuelve imposible y todo lo contrario de lo ideal.
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A. LOS ACUERDOS CURRICULARES
Una tarea central de los equipos de trabajo de una institución consiste en el establecimiento
de acuerdos curriculares. Con el propósito de acercar algunas líneas que nos permitan trabajar
acciones de conjunto en este sentido, retomamos un fragmento del Documento 2 de la
Dirección Provincial de Educación Inicial, dependiente de la Dirección General de Cultura y
Educación de la provincia de Buenos Aires, escrito en 2013, y disponible en el siguiente enlace:
http://servicios.abc.gov.ar/lainstitucion/sistemaeducativo/educacioninicial/presentacion/la_g
estion_de_equipo_inicial.pdf
Les proponemos que, a modo de actividad, hagan una lectura completa del material y
respondan a los interrogantes que se plantean en él.
LECTURA RECOMENDADA
Tomaremos como ejemplo de análisis tres áreas curriculares del Nivel Inicial: Ambiente Natural y Social,
Prácticas del Lenguaje y Juego. Independientemente del nivel, el ejemplo muestra algunas maneras de
recuperar el trabajo colectivo. Cada uno de ustedes podrá imaginar este relato en el nivel educativo y la
institución donde se desempeña.
Para cada una de estas áreas ofrecemos criterios posibles para la organización institucional de la
enseñanza y algunos ejemplos concretos de planificaciones institucionales, con la intención de ayudar a
comprender qué entendemos por una tarea de gestión curricular que promueva y centralice el
compromiso de todo el equipo docente en la enseñanza. Es importante aclarar que si bien no todos los
ejemplos mencionados incluyen la propuesta completa, deben ser considerados por los equipos
directivos y docentes como un material de apoyo y de ninguna manera asumirse como modelos a
reproducir. En este sentido, es preciso concentrar la lectura y reflexión en los criterios de organización
para la realización de su propuesta pedagógica.
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1. Orientaciones para la reflexión sobre la implementación curricular institucional del año anterior
El director organiza y coordina un tiempo institucional acordado con el equipo docente para recuperar
lo enseñado en cada una de las salas a lo largo del año anterior. Esta puede resultar una estrategia que
facilite el análisis sobre qué se enseñó y cómo se enmarcaron las situaciones didácticas propuestas no
solo en el interior de la sala sino a lo largo de la trayectoria escolar del ciclo y del nivel.
Como todo proceso de evaluación requiere de una planificación que permita definir aspectos de la
propuesta de enseñanza en los cuales se focalizará el análisis y por consiguiente qué datos será
necesario recopilar para tal fin.
Algunos focos de discusión, siguiendo el ejemplo de centralizar la atención en tres áreas determinadas,
podrían ser los siguientes:
¿Qué situaciones se propusieron en cada año del ciclo sobre la indagación del ambiente natural y
social, el juego propiamente dicho y las prácticas del lenguaje?, ¿Bajo qué modalidades de
organización fueron presentadas?, ¿Qué garantías de continuidad, diversidad y coherencia se
observan en las propuestas anuales analizadas tanto a nivel de cada sala como de la institución?
Una forma de organizar los datos recopilados sobre la enseñanza en cada sección en un área
determinada es volcarlos sobre un cuadro que permita visualizar la totalidad de la propuesta del año
anterior y así tener una mirada institucional de la enseñanza. Nos permite “tener a la vista” y
organizadas en el tiempo anual las propuestas pedagógicas para poder reflexionar sobre la propia
práctica educativa de la institución.
Cada institución tomará para su análisis aquellas áreas que hayan trabajado el año anterior teniendo
siempre presente: ¿cuáles no han sido abordadas? o en el caso que todas hayan sido trabajadas, ¿cuál
es el peso que se le dio a cada una?, etc.
Este tipo de preguntas le posibilitan al equipo directivo tener insumos para orientar institucionalmente
la tarea de enseñanza: por ejemplo, si no se trabajaron propuestas de enseñanza que involucren el
tratamiento de contenidos del bloque de los objetos en Ambiente Natural y Social se podrá prever como
parte de la tarea anual el fortalecimiento del área a través de diferentes acciones -prever por sala un
proyecto anual para indagar aspectos determinados del ambiente natural, sobre animales y/o plantas;
prever cuando y qué tipo de acciones de asesoramiento realizará el equipo directivo para acompañar a
los docentes en el diseño de esta propuesta en particular. En cambio si en otros jardines de infantes se
viene trabajando con propuestas que involucran el tratamiento de los contenidos de ese bloque, se
podría avanzar sobre la selección de nuevas propuestas, sobre la ampliación de estas a las otras salas y
en algunos casos en la inclusión de la propuesta en el marco de Feria de Ciencias que enmarque y
garantice la enseñanza de dichos contenidos.
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2. Orientaciones para rediseñar la propuesta pedagógica anual: decisiones para mejorar las acciones
sobre ¿qué?, ¿cómo? y ¿cuándo enseñar? adecuándolas al contexto específico de cada institución
Luego del análisis anterior será necesario que el equipo de conducción tome decisiones para reorientar
la enseñanza en función de los resultados obtenidos.
El director y/o el vicedirector podrán orientar la discusión del equipo docente hacia las decisiones que
permitan elaborar una propuesta pedagógica que garantice una organización curricular más
comprensible para la tarea del maestro, la coherencia, continuidad y diversidad en la enseñanza a nivel
del aula y de la institución.
Una tarea que permite optimizar el trabajo con el equipo docente y generar coherencia en las
decisiones que se asuman es el establecimiento previo, por parte del equipo directivo, de criterios de
organización de la enseñanza que podrán definirse analizando qué enseñar y cómo hacerlo en cada una
de las áreas curriculares en cuestión.
A continuación brindamos algunos criterios que podrán ser útiles para que los equipos de conducción
coordinen la organización/reorganización de la enseñanza en la institución:
Tener en cuenta el entorno familiar del niño y el entorno socio-natural y cultural del jardín para decidir
posibles contextos que enmarcarán las diferentes propuestas de enseñanza. Podrán ser seleccionados
aquellos contextos que resulten conocidos por formar parte de la vida cotidiana de los alumnos o bien
del espacio social y natural circundante, otros que los niños conozcan pero son lejanos en el espacio y en
el tiempo como también algunos otros que sean desconocidos.
• Prever en función de los contextos seleccionados las salidas educativas que se realizarán durante el
año en cada una de las secciones
• Definir criterios institucionales en relación con las efemérides ¿qué sala profundizará el tratamiento de
determinada efeméride?, ¿sobre qué recorte se indagará?, ¿de qué manera participarán las otras salas
(como espectadores, solo en el momento protocolar o como protagonistas).
• Analizar la articulación de los contenidos en los contextos seleccionados para garantizar la pertinencia
de su tratamiento:
₋ Contextos en los cuales lideran las ciencias naturales y sociales con igual peso: El consultorio
odontológico, Cartelera/afiches de animales en peligro, La panadería, El fichero de plantas aromáticas,
La peluquería, La verdulería, La tintorería, Afiches sobre el proyecto de conservación del oso hormiguero
gigante, La heladería Roma, etc.
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₋ Contextos en los que lidera un área más que otra: Juguetes de los bebés y de los nenes de 3 años, El
jardín, La sala de dinosaurios del Museo, La laguna del Paseo del Bosque, etc.
₋ Contextos en los que se focaliza sobre un grupo de contenidos en particular: Exploración de masas
para seleccionar una para usar en el sector, Efemérides, Fabricación de barcos, El libro de los bichos,
Construcción de juegos con imanes, Infografías animales del polo, etc.
₋ Contextos en los cuales la inclusión de determinados contenidos sería forzada: La estación de trenes, El
centro cultural, Folletos sobre espectáculos gratuitos en vacaciones de invierno, La biblioteca pública,
etc.
₋ Contextos en los cuales intervienen con igual peso contenidos de otras áreas curriculares (prácticas del
lenguaje): El libro de los bichos, Cartelera- afiches- infografías sobre animales en peligro, El fichero de
los árboles del barrio del jardín, etc.
₋ Contextos que permitan abrir situaciones de Juego Dramático y Juego de construcciones para
enriquecer la comprensión de los mismos: El consultorio odontológico, La panadería, Folletos sobre el
cuidado de los peatones en la calle, La peluquería, La verdulería, La tintorería, La heladería, Efemérides,
etc (Juego Dramático); Infografías animales del polo, La estación de trenes, El centro cultural, Folletos
sobre espectáculos gratuitos en vacaciones de invierno, Cartelera de animales en peligro, de
dinosaurios, etc (Juego de Construcciones).
• Anticipar interrogantes que ponen en juego los contenidos para indagarlos. (…) “Una vez seleccionado
el contexto o recorte del ambiente que se pretende trabajar, es interesante que los maestros
desplieguen el conjunto de interrogantes que podrían ser abordados a propósito de dicho contexto. Este
ejercicio, seguramente permitirá reconstruir la complejidad de la trama social y reparar en algunos
aspectos que, a primera vista, no se nos hubiesen ocurrido” (Serulnicoff, A)
Luego de haber decidido los contextos es preciso tomar decisiones organizativas que garanticen su
implementación, ¿con qué frecuencia semanal se van a sostener las propuestas?, ¿qué saberes requiere
del docente (acerca del contexto y los contenidos)?, ¿qué materiales son necesarios para desarrollar
cada una de las propuestas?, ¿cómo organizarse institucionalmente para seleccionarlos y obtenerlos?
El equipo directivo año a año junto con el equipo docente necesita poner en juego estos criterios para
pensar la enseñanza del ambiente natural y social para que la planificación de las secciones y de la
institución guarde coherencia y el marco institucional sea la base para mejorar la enseñanza.
Cuando un nuevo docente se incorpora a la institución lo hace a una trama en la que podrá aportar a su
“tejido” respetando los acuerdos construidos en estas previsiones anuales.”
93
ACTIVIDAD 12
94
Iniciar un proceso de construcción de acuerdos curriculares es una tarea compleja que exige
consensuar metodologías de trabajo, organizar tiempos y dinámicas, integrar los equipos, etc.
Seguramente, los resultados al principio no serán los más esperados y habrá situaciones que
pueden ser frustrantes si no se vislumbran avances.
Es entonces importante tener en cuenta que en toda construcción colectiva esto puede
suceder. Es deseable considerar que, desde la institución y a través del equipo directivo, se
generen las condiciones para llevar a cabo esta tarea. Mencionamos algunas:
una dinámica de trabajo que afronte los problemas en lugar de ocultarlos, permitiendo
considerar las preocupaciones y los problemas como cuestiones colectivas;
una tendencia del equipo directivo a estimular y fomentar las iniciativas personales de
innovación.
La organización que puede darse en la escuela está condicionada por las funciones que se le
atribuyen al Proyecto Curricular y a los acuerdos resultantes. Por ejemplo, si la escuela
pretende un Documento para la mirada del Supervisor, el procedimiento de construcción es
muy sencillo, lo puede hacer un docente o un grupo reducido del equipo docente.
Si, en cambio, el Proyecto se visualiza como una oportunidad de la escuela para reflexionar
sobre la práctica y sobre las características de los alumnos, conocer lo que acontece en el aula
y la institución, entonces, el trabajo demandará de la participación del colectivo de docentes.
La mayor o menor amplitud del proyecto estará determinada por el trabajo realizado por el
equipo docente, el tiempo disponible y la ayuda, tanto interna (equipo directivo) como externa
(Direcciones de Nivel, de Políticas, Equipos Técnicos, Supervisores etc.).
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El proyecto que se elabore debe comprometer a los docentes de más de un ciclo y, de ser
posible, de todo un nivel, ya que lo que se pretende es aumentar el grado de acuerdos y evitar
contradicciones y quiebres profundos en los trayectos formativos de los alumnos.
Si en la escuela no hay una cultura de trabajo de equipo entre los docentes, se sugiere
comenzar elaborando pequeños proyectos en relación a algunos aspectos comunes de la
enseñanza, por ejemplo:
Nivel inicial
Técnicas de expresión.
Nivel primario
Enseñanza de la lectura.
Nivel secundario
Técnicas de estudio.
97
ACTIVIDAD 13
98
B. La agenda como organizadora del trabajo en equipo
La construcción de agendas para el trabajo en equipo constituye una acción estratégica que
permite sostener lo planificado. En tanto dispositivo, las agendas posibilitan explicitar las
temáticas, focos o tópicos que serán objeto de abordaje durante un periodo de tiempo, en el
marco de lo previsto en un proyecto determinado.
Entonces:
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La tarea reflexiva y secuenciada en tornos a las agendas pondrá en evidencia la secuencia de
contenidos trabajados y su correspondencia con lo planificado, favoreciendo la permanente
reflexión sobre la práctica por parte del equipo de trabajo.
De este modo, las agendas de trabajo constituyen un elemento que favorece la intervención
del responsable de su confección en la mejora de las prácticas institucionales.
Lunes:
Martes:
Miércoles:
Jueves:
Viernes:
100
ACTIVIDAD 14
Les proponemos que lean con atención el ejemplo de agenda presentado anteriormente.
Luego respondan:
B. ¿Cuál está ausente? (consideren para su análisis las dimensiones pedagógico didáctica,
administrativo organizacional y comunitaria).
C. ¿Qué lugar ocupa para este director el trabajo “con otros”? ¿Y el trabajo en equipo?
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C. El trabajo al interior del Equipo Escolar Básico
INTRODUCCIÓN
Manifiesta Paulo Freire: “... la experiencia de trabajo con una temática, implica desnudarla,
aclararla, sin que esto signifique jamás que el sujeto desnudante posea la última palabra sobre
la verdad de los temas que discute”.
Quisimos iniciar este documento con una frase que nos permita ubicarnos en el paradigma
desde el cual trabajamos, y que apunta a la necesaria participación activa de todos los
involucrados en un hecho, a la comunicación fluida, al compromiso desde el rol que cada uno
asume, a la revalorización de los saberes que se poseen, a la escucha respetuosa del otro, al
accionar conjunto, al reconocimiento del otro como agente capaz de intervenir modificando
situaciones que afectan al conjunto.
Los tiempos que transitamos exigen nuevas respuestas, pero difícilmente éstas puedan
construirse sino es a través de la reflexión compartida, en interacción constante con los otros.
A eso Sandra Nicastro lo denomina “intertextualidad”, vale decir el entramado y
entrecruzamiento de textos conocidos por unos y otros; saberes que hacen a las trayectorias
laborales que cada uno pone en juego; las historias personales, las culturas, así como los
nuevos significados y sentidos que se van construyendo en el encuentro con el otro.
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Hoy resultaría impensable abordar situaciones complejas desde una sola mirada, desde la
mirada especialista del paradigma único que nos permite una intervención acotada, que no
nos permite pensar en términos más globales, más institucionales, más comunitarios.
Poseer buena información de los hechos y/o situaciones en los que se interviene significa que
sea precisa, pertinente, abarcativa de los distintos componentes del hecho y/o situación.
El accionar conjunto implica asumir el compromiso que, cada agente educativo, desde su rol
específico debe cumplir, pero también el reconocimiento del otro, que va más allá del cargo
que cada uno tiene en la institución. Las asimetrías en las jerarquías muchas veces
comprometen el accionar conjunto; la puja de poderes, que en toda institución se da, el
sistema piramidal, puede llegar a entorpecer la construcción de acuerdos y la interacción entre
los participantes.
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El ejercicio del poder puede llevar a logros positivos o negativos dentro de la Institución
Educativa; si el mismo es ejercido en forma autoritaria, sin el debido respeto por el otro,
surgirán inconvenientes, muchas veces insalvables. La conducción de una institución requiere
del pleno ejercicio democrático que posibilitará la activa participación de todos sus miembros.
Reconocer el valor de los aportes que cada uno realiza, sostener el compromiso asumido más
allá de los cargos, respetar las opiniones, construir en el encuentro con el otro, se transforman
en prioridades a la hora de brindar soluciones a problemáticas que afectan a todos.
Conforman las Reuniones de Equipo Escolar Básico: Directivos, Docentes, Profesores, Equipos
de Orientación Escolar de todas las instituciones y Niveles del Sistema Educativo Provincial.
Las reuniones de Equipo Escolar Básico (E.E.B) deben ser contempladas en el Plan de Trabajo
de los Equipos de Orientación Escolar y en la agenda del Equipo Directivo, e incluidas en el Plan
Educativo Institucional ya que forman parte de acciones compartidas por el conjunto de la
comunidad educativa.
Se debe tener en cuenta un cronograma de las mencionadas reuniones el cual tendrá que ser
respetado por todos los involucrados en ellas. Consideramos que estas reuniones deben ser
realizadas con una frecuencia mínima de una vez por mes, en forma sistemática, quedando a
consideración de los participantes la posibilidad de efectuar otras de acuerdo a las
problemáticas que se plantean.
compartir el diagnóstico;
104
establecer acuerdos acerca de obstáculos y facilitadores;
confiar en la acción conjunta, en lo que está llevando a cabo el otro participante del
proyecto;
ser receptor de los mensajes que envían los demás, como así también del destino que
se le da a esos mensajes;
plasmar en un acta, las temáticas tratadas, los acuerdos logrados y los compromisos
asumidos en cada reunión, con la firma de todos los intervinientes en la misma;
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evaluar los avances y retrocesos de lo pactado, a la vez, la efectividad o no de las
estrategias propuestas y la elaboración de las próximas a implementar;
Información Básica
En el diseño del Proyecto de trabajo del Equipo se prevén las siguientes acciones a concretar
en las reuniones.
Acciones
En el marco del proyecto orientado a profundizar los procesos de planificación curricular, las
reuniones del Equipo Escolar Básico se orientarán a:
1 Organización institucional.
2 Supervisión.
4 Planificaciones.
5 Secuencias didácticas.
7 Análisis de casos.
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Conducir la escuela a partir del trabajo en equipo de sus conductores implica tomar en cuenta
algunos aspectos que a continuación se detallan:
Es necesario que para definir el trabajo en equipo del equipo de conducción, en un tiempo
determinado, estos ítems sean abordados, actualizados, revisados y establecidos nuevamente.
Esto permitirá la reflexión sobre prácticas institucionales y la toma de decisiones que impacten
en la cultura “instituida”, dando lugar a procesos y proyectos de trabajo que adquieran la
dinámica que la institución necesita en ese momento en particular.
Objetivos
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Establecer acuerdos.
Para iniciar este proceso se sugiere realizar previamente un listado de todas aquellas
actividades y tareas que son inherentes a la función del equipo directivo, atendiendo a las
características institucionales y al nivel o modalidad al que la institución pertenece.
Luego se completará el siguiente cuadro, que contará con la firma de todos los integrantes del
equipo:
Es necesario que los miembros del equipo expliciten los criterios acordados para el desempeño
del equipo, los procedimientos generales de funcionamiento del grupo y cómo se tomarán las
decisiones institucionales. Otro aspecto a considerar es la formalización de los acuerdos
institucionales y la comunicación al interior del equipo sobre lo acordado con otros actores de
la institución.
Objetivos
Debatir sobre las formas de alcanzar acuerdos con otros actores de la institución y las
maneras de formalizarlos y comunicarlos.
Situación:
Acuerdo logrado:
Actores involucrados:
110
Fecha:
Resultado esperado:
Es necesario entonces que el mismo equipo construya dos dispositivos esenciales para evaluar
su tarea:
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EVALUACIÓN NÚCLEO 3
A partir de su desempeño como supervisor, directivo, docente u otro rol, y desde las tareas
que llevan a cabo cotidianamente, resuelvan las siguientes consignas.
112
BIBLIOGRAFÍA DEL MÓDULO
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Ed. Ministerio de Educación Superior de la República de Cuba.
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Subsecretaría de Educación. Dirección Provincial de Educación Inicial. La Plata: DGCyE.
DGCyE (2013) La gestión del equipo de conducción de los jardines de infantes en el primer
período. Subsecretaría de Educación. Dirección Provincial de Educación Inicial. La Plata: DGCyE.
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114
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Aires: Novedades Educativas.
115