Está en la página 1de 19

Gestión de la prevención del accidente in itinere

La segunda sección de la guía se dedica a los accidentes in itinere. Tras un primer capítulo,
donde los define y se exponen algunas reflexiones acerca de sus características, un segundo
apartado desarrolla las acciones principales que una empresa puede hacer para gestionar este
tipo de accidente (Plan de gestión del accidente in itinere).

El tercer y último capítulo asociado a los accidentes in itinere, trata de aclarar las actuaciones a
seguir por parte de la empresa en caso de que ocurra un accidente de este tipo.

1 Consideraciones generales sobre el accidente in itinere

1.1 Definición

El accidente in itinere es aquel que sufre el trabajador al ir o volver del trabajo, requiriendo los
siguientes elementos para que el accidente tenga tal consideración[10]:

- Que ocurra en el camino de ida o vuelta entre el domicilio y el centro de trabajo.

- Que dicho traslado sea motivado exclusivamente por el trabajo, es decir, al ir o volver del
mismo.

- Que se emplee el itinerario habitual, así como un medio de transporte convencional y


adecuado a la distancia.

- Que el tiempo, sea razonable, próximo a la hora de entrada o salida.

1.2 La obligación de prevenir el accidente in itinere

En el artículo 14.2 de la ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales se determina que el


empresario deberá garantizar la seguridad y salud de los trabajadores a su servicio en todos los
aspectos relacionados con el trabajo. Por lo tanto, el empresario debe tomar medidas para
evitar que el trabajador sufra un accidente in itinere.

En el caso de los trabajadores, el artículo 19.1 de la citada ley indica que cada trabajador debe
velar por su propia seguridad y salud en el trabajo y por la de otras personas a las que pueda
afectar su actividad profesional.

Política de empresa

En términos de gestión de la calidad, una empresa puede tener interés en adquirir ciertos
compromisos para con sus empleados de manera voluntaria, tales como un Plan de transporte.
Suelen tener efectos positivos en la satisfacción de los empleados y como imagen de empresa,
además de contribuir a la prevención de riesgos como medidas preventivas.

1.3 Causas del desplazamiento del lugar de residencia al trabajo

Casi todos los trabajadores necesitan desplazarse para ir desde su lugar de residencia al
trabajo y para volver, y se enfrentan, por tanto, a los riesgos que derivan de esta movilidad. La
posibilidad de que dichos riesgos terminen en un accidente depende del modo de
desplazamiento utilizado y de las medidas de prevención del accidente tomadas por el
trabajador y por la empresa.

El porcentaje que representan los accidentes in itinere respecto del total de accidentes de
trabajo ha aumentado en los últimos diez años. Una de las razones de este incremento puede
ser el aumento de la duración de los desplazamientos de ida y vuelta al trabajo debido a las
siguientes causas:

• La deslocalización de las empresas desde los núcleos urbanos hacia el exterior de las
poblaciones.

• La expansión y dispersión de la urbanización hacia el exterior de las poblaciones.

• La no utilización de los medios de transporte colectivos públicos o de empresas.

Además, en la construcción se añade una situación propia del sector, como es la dispersión de
los centros de trabajo, que son las obras donde cada día se desplazan muchos trabajadores.

1.4 Consecuencias del desplazamiento al trabajo

Las causas antes citadas, según el estudio “El transporte, al trabajo. Planes de movilidad
sostenible en empresa”, publicado en noviembre 2005 por el Instituto Sindical de Trabajo,
Ambiente y Salud”, dan lugar a las siguientes consecuencias para los trabajadores, las
empresas y en general para la sociedad:

Para los trabajadores:

• Tiempo de transporte convertido en tiempo de trabajo.

• Probabilidad de sufrir un accidente.

• Mayor coste económico destinado al transporte para ir y volver del trabajo.

Para las empresas:

• Absentismo laboral causado por retrasos y ausencias.

• Menor rendimiento en el puesto de trabajo.

• Incremento de los costes al asumir, parcial o totalmente, el coste del transporte para ir
y volver del centro de trabajo.

• Horas perdidas por accidentes de tráfico.

Para la sociedad:

• Menor tiempo disponible para el ocio y las relaciones sociales.

• Aumento de los accidentes in itinere.

• La ocupación de espacio destinado a viales y aparcamientos empobrece y, a veces,


destruye el paisaje urbano y crea barreras que impiden la integración urbana de las
actividades económicas.

• .Mayor tendencia a la irritabilidad.

1.5 Factores que afectan a la probabilidad de sufrir un accidente in itinere

Según se ha comentado en párrafos anteriores, la probabilidad de sufrir un accidente in


itinere está determinada por una gran cantidad de factores. A continuación se explican cinco
de ellos:

a) Modo de desplazamiento utilizado


Por ejemplo: coche, moto, bicicleta, autobús de transporte colectivo público o de empresa,
patines, a pie, etc.

El índice de frecuencia de accidente (accidentes / millón de km recorrido) es muy diferente


según el modo de desplazamiento elegido. El más seguro es el transporte público y en
concreto el autobús; el siguiente modo de desplazamiento más seguro es el coche; siendo los
más inseguros la bicicleta y la moto[11].

b) Frecuencia del desplazamiento

Hay trabajadores que, dependiendo de las características del trabajo, es decir, disponer de
tiempo suficiente para comer en su domicilio, por ejemplo, les es preciso realizar uno, dos o
varios viajes en un día: la ida y vuelta al trabajo general, desplazamiento para comer, rutas,
etc.

c) Duración y distancia del desplazamiento

Otro factor que influye en la probabilidad de sufrir un accidente de trabajo in itinere es el


tiempo que un trabajador emplea en recorrer la distancia desde su lugar de residencia al
trabajo y las características de dicho recorrido. Según la ubicación del punto de salida y de
destino, los riesgos son cuantitativa y cualitativamente distintos.

d) Condiciones ambientales

Por ejemplo: lluvia, nieve, hielo, niebla, viento, etc.

Se puede considerar que las condiciones climatológicas adversas suponen un factor negativo
para la conducción e incrementan el número de accidentes.

A este respecto, un dato significativo es que, de acuerdo con la Dirección General de Tráfico, el
10% de los heridos y muertos por accidente de tráfico se dan en condiciones de clima
adversos[12].

e) Tipo y estado de la vía

Por ejemplo: autopista, autovía, carretera, carretera de circunvalación, etc.

Además del tipo de vía por el que tiene que circular el trabajador en la ida y vuelta de su hogar
al trabajo, se ha de tener en cuenta la accesibilidad a los centros de trabajo o los planes de
urbanismo de los alrededores de la obra. En este caso, los trabajadores podrían recibir
información sobre las posibilidades de rutas y recorridos alternativos disponibles para
desplazarse a su centro de trabajo.

1.6 Hacia una movilidad segura y sostenible.

Como se mencionaba anteriormente, la empresa puede adquirir compromisos voluntarios en


la gestión preventiva del accidente in itinere. En los dos capítulos siguientes se van a
desarrollar dos ejemplos de dichos compromisos. A continuación, se presenta una
introducción de ambos:

a) Plan de gestión de los riesgos del accidente in itinere.

Este Plan es la denominación dada a la organización de la empresa de las actividades


destinadas a prevenir el accidente in itinere. Se enmarca en el Plan de seguridad vial de la
empresa analizado en la Parte II.
Figura 4

Uno de los objetivos principales del mencionado Plan es contribuir de forma eficaz a cumplir
los requisitos legales de la prevención de este tipo de accidente.

b) Plan de Transporte al centro de Trabajo

Se trata de una acción de carácter voluntario recomendable para empresas que, desde su
política, afronta la prevención del accidente in itinere.

Es un plan estructurado de actuaciones que resulta de un previo estudio de los hábitos de


movilidad, y está dirigido a mejorar la sostenibilidad, eficacia y seguridad de los
desplazamientos del lugar de residencia de los trabajadores al centro de trabajo.

El Plan de Transporte al centro de Trabajo (o Plan de movilidad para empresas) ofrece la


ventaja de abordar también el problema medioambiental y de la eficiencia energética, por lo
que es especialmente recomendable para empresas con un fuerte compromiso con la
Responsabilidad Social Corporativa.
Figura 5

2 Plan de gestión del accidente in itinere.

En la sección primera de la presente Guía –gestión del accidente en misión- se recomendaba


elaborar un Plan de seguridad vial como parte del Plan de prevención de riesgos laborales de la
empresa (elaborado generalmente por un servicio de prevención propio o ajeno) para que, en
términos generales, la empresa pueda organizar de forma eficaz sus actividades relacionadas
con los riesgos de accidente de tráfico laboral (in itinere y en misión).

El objetivo de esta segunda sección es analizar las actividades del Plan de seguridad vial
destinadas a la gestión de los riesgos derivados del traslado del lugar de residencia al del
centro de trabajo. Todo ello, con el fin de reducir el número de accidentes in itinere, reflejados
en los índices de frecuencia y gravedad, así como mejorar los beneficios de la empresa por
medio de la reducción de los costes asociados a este tipo de accidentes.

Los aspectos básicos que el Plan de gestión de accidentes in itinere debe recoger son:

• Evaluación de riesgos.

• Formación e información de trabajadores.

• Investigación y análisis del accidente.

A continuación, en los siguientes capítulos, se desarrollan dichos aspectos.

2.1 Evaluación de riesgos

Para poder actuar sobre el riesgo de accidente in itinere, lo primero que se ha de hacer es
evaluarlo. Esto implica, en primer lugar, conocer cómo se desplazan los trabajadores desde su
lugar de residencia al centro de trabajo así como sus hábitos de movilidad. Con esta
información se podrá llevar a cabo un plan de prevención realista y aplicable.

Conforme mayor sea el tamaño de la empresa y el número de centros de trabajo, más


compleja será la evaluación y las medidas que se deben adoptar. Por ejemplo, en empresas
con varios centros de trabajo y de diferentes tamaños se deben realizar evaluaciones y
actuaciones diferentes.

La ubicación de los centros de trabajo también es importante. Los aspectos a tener en cuenta
no son los mismos, por ejemplo, en un centro de trabajo localizado en el centro de una gran
ciudad que otro situado en un polígono industrial de una pequeña población.

En el sector de la construcción se añade la particularidad de que algunos centros de trabajo


son temporales, que éstos están ubicados en una gran variedad de localizaciones y, en
ocasiones, los accesos no cumplen con las condiciones legales, mínimas, exigidas.

Las acciones para llevar a cabo esta evaluación son las siguientes y se desarrollará cada una de
ellas por fases:

• Constitución de un equipo de trabajo.

• Análisis de los hábitos de movilidad.

• Análisis de los riesgos de los modos de movilidad.

• Análisis de riesgos en los accesos al centro de trabajo.


• El desplazamiento a la obra.

• Proponer medidas preventivas

Fase1. Constitución del equipo de trabajo.

Puesto que la totalidad de la plantilla de trabajo está expuesta al riesgo de accidente in itinere,
es recomendable que el equipo de trabajo que participe en el diseño, elaboración y análisis de
la evaluación de riesgos pertenezca a varios departamentos. Si, por su tamaño, la empresa no
estuviera organizada en departamentos diferenciados, dicho equipo podría formarse por uno o
dos trabajadores.

La evaluación puede ser liderada por el mismo coordinador del Plan de seguridad vial (pag. 49).

Fase2. Análisis de hábitos de movilidad

Para llevar a cabo este análisis, la herramienta más sencilla es una encuesta que permita
conocer los siguientes aspectos sobre los hábitos de movilidad de los trabajadores:

• Los modos de movilidad de los trabajadores y las razones para usarlos.

• Los horarios y rutas de desplazamiento más frecuentes.

• La distribución de los lugares de residencia de los trabajadores.

• Las medidas que más aceptación tendrían.

La encuesta supone, además, un primer acto de sensibilización de los trabajadores.

Debe ser breve, preguntando sólo lo esencial. Un tamaño adecuado es de unas 40 preguntas,
en su mayoría cerradas, de modo que no se tarde más de 15 minutos en completarse. Para
facilitar su realización, se puede hacer a pie de obra o enviar, cuando sea posible, por correo
electrónico.

Para que los resultados sean fiables, es conveniente que, al menos, un 70% de los trabajadores
cumplimenten dicho cuestionario[13]. En cualquier caso, el equipo de trabajo debe garantizar
siempre la confidencialidad de los trabajadores encuestados.

La información obtenida será de utilidad para proponer medidas de movilidad acordes con los
resultados así como para diseñar las sesiones de formación e información. Asimismo, es
información básica para continuar con la evaluación de riesgos.

Fase 3. Análisis de riesgos de los modos de movilidad

De los datos recogidos en la fase anterior se puede identificar cómo los trabajadores se
desplazan desde su hogar al centro de trabajo. El siguiente paso consiste en analizar, además
de los resultados de la encuesta, la información pertinente proporcionada por:

• La evaluación de riesgos del Plan de prevención de riesgos laborales de la empresa.

• La revisión anual de los riesgos y los cambios relativos a la movilidad que se hubieran
podido producir.

• La consulta a los trabajadores o a sus representantes legales durante el proceso de


identificación de riesgos y el de la adopción de medidas preventivas.
• Las medidas organizativas y técnicas empleadas para el control de los riesgos y la
prevención de los accidentes.

El estudio de la información mencionada permite identificar los siguientes aspectos:

• Las causas más comunes de accidentes de cada tipo de movilidad, tanto a nivel general
como de la empresa.

• Las razones por las que los trabajadores eligen este tipo de movilidad.

• Los frenos o impulsores que puede tener cada modo de movilidad.

En la siguiente tabla se muestra un ejemplo del resultado de esta fase:

Medio de Ventajas percibidas del


Riesgos / causas de accidentes
transporte utilizado medio de transporte

Cansancio

Productos de influencia (por


Libertad
ejemplo, medicamentos)
Veh ículo particular Comodidad
Estrés
Independencia
Vehículo en mal estado

Velocidad excesiva

Los mismos del coche. Libertad

Desuso del casco Comodidad


Moto / motocicleta
Falta de formación y experiencia Independencia

Condiciones climatológicas Rapidez

Ser poco visibles

Animales Bienestar físico y mental

Bicicleta Circular por zonas de peatones Ahorro económico

No usar casco Menos estrés

Condiciones climatológicas

Suelos deslizantes y escalones


Ahorro económico
Desplazamiento dentro de un
Autobús / tren Mayor desconexión de
vehículo en movimiento
problemas laborales
Estrés por rigidez horaria

Ser poco visibles. Bienestar físico y mental


Caminando
Cruzar por lugares indebidos Ahorro económico
Caminar por el carril bici Menos estrés

Correr por aceras

Salidas y entradas de garajes

Tabla 14

Este cuadro adaptado a las circunstancias de cada empresa o de cada centro de trabajo es una
de las claves para establecer las medidas preventivas que la empresa adopte. Además,
contribuye de forma eficaz a cumplir los requisitos legales de la prevención de este tipo de
accidente.

Fase 4. Análisis de rutas de acceso al centro de trabajo

Una vez se conoce cómo los trabajadores acuden al lugar de trabajo, hay que analizar los
itinerarios más frecuentados por los trabajadores y más próximos a las instalaciones de la
empresa, definiendo radios de actuación en función del alcance deseado. Conocer las
características de los accesos a los centros de trabajo es una importante ayuda para diseñar
la formación e información de los trabajadores adecuada a sus riesgos.

Este análisis permite:

• Identificar y medir el nivel de riesgo en el recorrido.

• Proponer acciones de mejora viables para conseguir una conducción más segura.

El análisis de rutas de accesos al centro de trabajo se puede llevar a cabo de la siguiente


manera:

a) Analizar los datos de la Administración[14] sobre, al menos:

• Flujo de tránsito día semana / horario.

• Accidentalidad por tramos.

• Identificación de los puntos negros.

b) En caso de que hubiera tenido lugar algún accidente in itinere en la empresa, analizar los
datos registrados (fecha, lugar, hora, gravedad, localización, etc.).

c) Identificación de las rutas principales y secundarias utilizadas por los empleados, así como el
radio de acción.

d) Revisión y evaluación de las condiciones de seguridad de la carretera, centrada en las


intersecciones a nivel, mini rotondas y travesías urbanas.

Se analizarán, entre otros, los siguientes parámetros:

• Tipo de vía: diseño, trazado, pavimento, anchura, número de carriles, etc.

• Señalización: colocación, diseño y percepción.

• Entorno: zona residencial, zona industrial, zona de colegios, zona de ocio, etc.

• Hora punta y tipo de vehículos que circulan.

• Luminosidad: iluminación artificial, deslumbramientos (amanecer, atardecer).


• Climatología: influencia en el recorrido.

• Identificación de zonas de riesgo y puntos críticos.

• Itinerarios alternativos.

Se pueden grabar en video las rutas definidas como más utilizadas y utilizar posteriormente,
para formaciones internas de los trabajadores.

e) Con el fin de obtener más información, se puede realizar una entrevista a alguno de los
conductores, encuesta, que recoja la percepción del riesgo de los empleados.

f) Comunicación de las conclusiones del análisis de riesgos de acceso al centro de trabajo a


todos los trabajadores mediante acciones de comunicación interna o sesiones de formación
específica.

Fase 5. El desplazamiento a la obra

En el sector de la construcción existen centros de trabajo con características especiales como


son, por ejemplo:

• Temporalidad.

• La entrada y salida a la obra no siempre está bajo control de todas las empresas que
participan en la misma.

• Los accesos son a veces cambiantes y de alto riesgo.

• En ocasiones, las obras están muy distantes de los centros de residencia habitual de
los trabajadores.

Todos estos aspectos han de tenerse en cuenta en la evaluación del riesgo.

Fase 6. Proponer medidas preventivas

Con el resultado de la evaluación del riesgo in itinere, el equipo de trabajo propondrá las
medidas preventivas oportunas, que presentará al empresario. Éste adoptará las que crea
conveniente en función de sus necesidades.

Dichas medidas tendrán el objeto de, prevenir o reducir los accidentes in itinere. Dichas
medidas pueden estar orientadas a cumplir con lo establecido en la normativa en relación con
la formación y sensibilización de trabajadores, e investigación y análisis de accidentes

En los dos siguientes puntos se analizan las medidas preventivas relacionadas con la formación
e investigación de accidentes.

2.2. Formación e información de trabajadores

Entre otras medidas preventivas, se encuentran las vinculadas a la formación e información de


trabajadores. La formación tiene como objetivo sensibilizar a los empleados sobre los riesgos
de cada modo de movilidad, previamente identificados por la encuesta de hábitos, para
conseguir una aptitud, actitud, hábitos y comportamientos seguros.

Es recomendable que todos los integrantes de la empresa reciban dicha información y


formación. Además, se debe evaluar la formación para constatar que ésta es eficaz.
En función de los hábitos de movilidad y de los riesgos identificados de los trabajadores en
función de las formas de movilidad, la formación puede consistir en meras charlas de
sensibilización o clases de carácter teórico-práctico.

Por ejemplo: una empresa en la que la mayor parte de sus empleados se desplazan en coche
recorriendo 50 kilómetros diarios porque el centro de trabajo está en una zona alejada de los
grandes núcleos urbanos, deberá realizar una formación en conducción similar a la de las
personas que tienen identificado el riesgo en misión. Sin embargo, una que esté situada en el
centro de un núcleo urbano, deberá centrarse más en la formación de riesgos de viandantes y
sensibilizar sobre los riesgos de la conducción.

A continuación, se explican tres pasos orientativos sobre cómo organizar la impartición de la


formación sobre la prevención de accidentes in itinere.

a) Detección de necesidades.

b) Definir un programa formativo.

c) Medir la eficacia de la formación.

a) Detección de necesidades

Para la identificación de necesidades se debe tener en cuenta lo siguiente:

• La encuesta de hábitos de movilidad de los trabajadores (fase 2 de la evaluación de


riesgos in itinere).

• El análisis e investigación de otros accidentes e incidentes ocurridos en la empresa


(fase 4 de la evaluación de riesgos in itinere).

• Los resultados de la evaluación de riesgos de los accesos al centro de trabajo (fase 4 de


la evaluación de riesgos in itinere).

• La, formación anteriormente impartida, en la mencionada materia.

• La normativa, políticas y procedimientos operativos propios de la empresa.

NOTA: El resultado de este análisis puede integrarse, si existe, en el Plan general de formación
de la empresa.

b) Definir un programa formativo

El programa formativo debe incluir la regularidad con la que el trabajador debe recibir la
formación y el tipo de formación adecuado para cada trabajador, en función de sus riesgos,
experiencia y antigüedad en la empresa.

• Periodicidad:

Las acciones de formación y sensibilización para la prevención del accidente in itinere deben
constituirse como un objetivo planificado con continuidad en el tiempo.

No hay ninguna periodicidad estipulada, pero se recomienda que se imparta formación, al


menos, en los siguientes casos:

• Al cambiar de centro de trabajo.

• Al implantar nuevas medidas preventivas de movilidad.


• Al detectar un aumento de la siniestralidad.

• Tipos de formación:

De igual modo que en los accidentes en misión[15], se describen cuatro tipos de formación
sobre prevención del riesgo in itinere dependiendo del momento y de la modalidad de
impartición:

Formación de bienvenida a la empresa

Se trata de orientar al empleado que se incorpora a la empresa sobre la estructura, cultura,


valores, política y normas de la empresa, incluyendo las de seguridad vial.

También busca sensibilizar al trabajador sobre el riesgo in itinere en base a los resultados de la
evaluación de riesgos e informarle sobre las medidas preventivas que la empresa pone a su
disposición.

Formación específica para cada tipo de movilidad

Es la formación que los trabajadores reciben sobre los riesgos identificados en la evaluación de
riesgos de su puesto de trabajo. La solución ideal es reunir a los trabajadores en grupos según
su modo y hábitos de movilidad y elaborar una formación específica para cada grupo.

A modo de referencia, se muestran las formaciones recomendadas para cada modo de


movilidad:

Modo de movilidad Contenido de la Objetivo


formación
recomendado

Turismo Conducción Preventiva Desarrollar una actitud de


anticipación a los riesgos

Eco conducción Ser más eficiente en la


conducción

Transporte público o andando Circulación preventiva Desarrollar una actitud de


de viandantes anticipación a los riesgos

Ciclomotor, motocicleta y Conducción defensiva Desarrollar una actitud de


bicicleta defensiva en la circulación

Tabla 15

Se recomienda que la formación, en la medida de lo posible, ha de ser teórica, práctica y


presencial.

Formación genérica

Se puede realizar una formación general para todos los empleados que recoja todos los
aspectos antes citados, pero su eficacia será mucho menor. Este tipo de formación está
indicado para empresas pequeñas en las que no es posible identificar colectivos.
Se deben considerar aspectos genéricos que pueden afectar a la mayoría de trabajadores (así
como en el uso privado de sus vehículos), tales como los sistemas de retención infantil, riesgos
en la conducción de personas mayores, rutas escolares, etc. que, si bien no afecta
directamente al accidente in itinere, puede aumentar la predisposición del trabajador a la
formación.

Reuniones de grupo y eventos de seguridad vial

Las reuniones de grupo que se mantienen en la empresa por motivos del negocio o de
organización del trabajo son un excelente momento para poner en común temas de seguridad
vial para la prevención de accidentes in itinere. Se puede establecer, dentro del Plan de
seguridad vial, un calendario de temas a tratar según la época del año y el colectivo que asiste
a la reunión.

Como herramienta de sensibilización son muy recomendables los eventos de seguridad vial,
tales como concursos, talleres de vehículos itinerantes, actividades para hijos de empleados,
etc. Son acciones que se pueden realizar de forma sencilla en la empresa y que recuerdan al
trabajador la importancia de una actitud preventiva en los desplazamientos de ida y vuelta al
trabajo.

c) Medir la eficacia plan de formación

Existen medidas de seguimiento que ofrecen información sobre la eficacia de la formación


como, por ejemplo:

• Porcentaje de trabajadores formados.

• Número de horas de formación.

• Nivel de satisfacción de los trabajadores con la formación.

2.3 Investigación y análisis de accidentes

Este punto es común con la investigación de los accidentes en misión, por lo que sólo hacemos
un breve resumen de los aspectos que debe recoger[16].

a) Objetivo:

Fijar la norma y la técnica de investigación que permita identificar la información más


completa y precisa sobre el proceso de construcción del evento: causas inmediatas, básicas y
los fallos del plan preventivo, a fin de adoptar medidas que mejoren el plan y prevengan la
ocurrencia de otros accidentes por las mismas causas.

b) Qué investigar:

Todos los accidentes e incidentes in itinere.

c) Quién debe investigar:

Personas formadas en la investigación de accidentes. Lo más habitual es que sean


responsables, técnicos de prevención de riesgos laborales o mandos intermedios.

d) Características de la investigación

La investigación debe:
• Estar orientada a la identificación de las causas y los fallos del sistema, nunca hacia la
identificación de culpables.

• Iniciarse lo antes posible después de ocurrido el accidente.

• El informe final debe incluir sólo hechos probados, en ningún caso las presuposiciones
que puedan inculpar a un trabajador e incurrir en responsabilidad legal para la
compañía.

• Identificar las acciones de mejora para cada fallo, esto incluye un responsable para
cada acción y el plazo en el que debe aplicarse (todo ello incluido en la planificación de
la prevención de la empresa).

• El accidente, sus causas y acciones de mejora deben ser comunicadas a todos los
empleados afectados por ellas.

3 Plan de Transporte al centro de Trabajo.

La elaboración de un Plan de Transporte al centro de Trabajo (en adelante, PTT) constituye un


compromiso voluntario de la empresa que busca la excelencia en la gestión de la prevención
del accidente in itinere.

En el contexto de la presente guía, el citado Plan es un conjunto de acciones dirigidas a facilitar


a los trabajadores el uso más racional del coche disminuyendo el uso ineficiente del vehículo
privado.

Su finalidad es conciliar el desarrollo de la actividad económica de la empresa con las


demandas de sus empleados para una movilidad laboral y social sostenible, segura y de
calidad.

3.1 Beneficios y barreras de un PTT

Es importante destacar que la gestión de la movilidad de los trabajadores reporta beneficios


para los propios trabajadores, para los empresarios y para la sociedad en su conjunto. En los
dos apartados siguientes se indican, por un lado, estas ventajas y, por otro, los inconvenientes
que suelen intervenir en la decisión de elaborar un PTT.

3.1.1. Beneficios

Los PTT suponen importantes ventajas de índole económica y social para la empresa:

• Menor necesidad de espacios para aparcamiento.

• Ahorro de costes derivado de una menor accidentalidad in itinere.

• Mejora de la puntualidad de la plantilla y disminución del absentismo laboral, lo que


supone un aumento de la productividad.

• Mejora de la imagen empresarial como parte de la Responsabilidad Social Corporativa.

• Mejor accesibilidad al centro de trabajo para clientes, visitas, colaboradores,


proveedores, etc.

Para los trabajadores, las ventajas de un PTT suponen:


• Ahorro económico derivado de la reducción o eliminación de la utilización del vehículo
privado.

• Reducción de accidentes laborales de tráfico.

• Menor ansiedad y estrés, lo que redunda en una mayor productividad de los


trabajadores.

• Ahorro de tiempo: estudios realizados[17] concluyen que en las grandes ciudades el


tiempo secuestrado por la congestión equivale, por persona, a más de 7 días de
vacaciones.

• Mejora de su calidad de vida, lo que se traduce en una mayor motivación en los


trabajadores.

• Mayor conciliación de la vida familiar y laboral.

• Fomento del ejercicio físico y mejora del estado de salud.

La sociedad también puede verse beneficiada en los siguientes aspectos:

• Reducción de los atascos y menor congestión viaria.

• Ahorro energético y reducción de emisiones de CO2 y otros gases contaminantes. El


deterioro de la calidad del aire supone importantes problemas para la salud, además
de la contribución al problema del cambio climático.

• Mejora del espacio público y mayor atractivo de las ciudades como centros de
negocios, servicios, comercio y turismo.

• Contribución a la disminución en los accidentes de tráfico relacionados con el trabajo.

• Ahorro en inversiones en infraestructuras que pueden redundar en la mejora de los


servicios.

3.1.2. Barreras o dificultades

Los planes de movilidad también se encuentran con obstáculos que pueden influir en el
desarrollo de los mismos. Estas barreras no deben suponer una excusa para no iniciar un PTT,
sino que, en muchos casos, habrá que tener en cuenta las limitaciones o dificultades
generadas por aquellos, para el diseño de las medidas o acciones más adecuadas que lleven a
la consecución de los objetivos del PTT. Entre las barreras más comunes están las siguientes:

• Falta de alternativas al uso del automóvil. Esto ocurre, por ejemplo, en las empresas
localizadas en un área con una reducida oferta de transporte público o cuya
accesibilidad es complicada.

• Fuerte cultura del coche. El 68,3% de los desplazamientos al trabajo se realizan en


automóvil[18].

• Deficiencias del transporte público. Falta de información sobre los servicios ofertados,
frecuencias escasas, mala adecuación de las paradas, etc.

• Escasos incentivos: la experiencia de otros países[19] demuestra que los desarrollos


legislativos son un medio muy eficaz para generalizar la realización de actuaciones
favorables a la gestión de la movilidad al trabajo.
3.2 Marco institucional y normativo de un PTT

Actualmente, no existe un marco legislativo de ámbito nacional que obligue a las empresas y
demás centros de actividad a realizar planes de transporte al trabajo de sus trabajadores.
Aunque la ley 2/2011 del proyecto de ley Movilidad Sostenible en su artículo 103 de la
sección tercera determina:

”Las Administraciones competentes fomentarán igualmente el desarrollo de planes de


transporte de empresas, con vistas a reducir el uso del automóvil y promover modos menos
contaminantes en los desplazamientos de los trabajadores. Estos planes de transporte se
tratarán en el marco del diálogo social, y tendrán carácter voluntario para las empresas”.

En el marco político a nivel europeo y español se menciona y recomienda en diferentes


documentos la elaboración de Planes de Movilidad como instrumento imprescindible para
alcanzar una mayor sostenibilidad y una mejora de la movilidad urbana. Entre otros muchos
destacan el Libro Blanco de Transporte de la Unión Europea, la Estrategia de Ahorro y
Eficiencia Energética en España (E4) 2008-2012 o la Ley de mejora de Calidad del Aire.

Todo ello hace presagiar que en un futuro cercano se producirán desarrollos legislativos que
implicarán normas de obligado cumplimiento en la realización de actuaciones favorables a la
gestión de la movilidad al trabajo.

3.3 PTT en las PYMES

De acuerdo con el Plan de Acción de la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética en España,


la implantación de un PTT está inicialmente indicada para empresas de más de 200
trabajadores agrupados en un mismo centro de trabajo, aunque ello no excluye que
en empresas pequeñas y medianas se puedan adoptar medidas de movilidad, sin que sea
necesario desarrollar cada una de las fases del Plan.

Cuanto menor sea el número de trabajadores, más sencillo e intuitivo será el proceso. Los
hábitos de movilidad de los trabajadores serán fácilmente conocidos y la comunicación, la
información e implantación de medidas de movilidad estarán más acotadas.

3.4 Polígonos industriales

Especial mención tienen los polígonos industriales, formados por un conjunto amplio de
diversos tipos de empresas, en los que se justifica una implementación de medidas de manera
conjunta en lugar de superar la realidad que constituye cada empresa vista de forma
individual.

Las características funcionales de estos espacios (por ejemplo, las plazas de aparcamientos
insuficientes) así como su propia localización, contribuyen a una alta dependencia del vehículo
privado para aquellos que necesitan desplazarse diariamente a su puesto de trabajo.

En los polígonos industriales se pueden llevar a cabo actuaciones y estudios integrales para
todas las empresas y empleados que trabajan allí y, de esta manera, aunar esfuerzos. Para ello,
se necesita la implicación de otras organizaciones como, por ejemplo, asociaciones de
empresarios, organismos responsables de gestión del transporte público así como los
departamentos competentes de la administración autonómica y local.

3.5 PTT en las obras


En el caso de las obras de construcción, caracterizadas comúnmente por la dispersión y su
provisionalidad, los PTT no tienen la misma aplicabilidad, no siendo necesario desarrollar todas
las fases del Plan, y por tanto el proceso se simplificará y será de más fácil y rápida
implantación.

Por ejemplo, en obras de gran envergadura, se pueden aplicar los mismos criterios que lo
indicado anteriormente para las empresas que conforman un polígono industrial.

Por el contrario, en el caso de obras pequeñas, las medidas a implantar serán necesariamente
medidas más sencillas.

3.6 Elaboración de un PTT

Existen momentos en los cuales la situación puede ser idónea para la creación de un PTT en la
empresa: cuando se va a producir un cambio de localización de la empresa, en
reestructuraciones y reorganizaciones internas, ante una nueva oferta de transporte público
(línea de metro, autobús, etc), cambios normativos sobre las condiciones de aparcamiento,
etc.

Además de encontrar una situación favorable, existen dos condiciones clave para iniciar un
PTT:

• Implicación de la empresa y los trabajadores

En primer lugar, el empresario debe liderar el Plan, implicarse en su financiación, organización,


adoptando decisiones que impliquen cambios: flexibilidad horaria, teletrabajo, gestión de
aparcamiento, etc. Por otro lado, la mejor manera de liderar el Plan por parte de los directivos
y empresarios es mediante el propio ejemplo: acudiendo al trabajo en transporte público,
renunciando a su plaza de aparcamiento, etc.

No obstante, la implantación de un PTT requiere un proceso participativo en el que se


impliquen tanto los propios trabajadores como los miembros del comité de empresa y los
sindicatos.

• Comunicación y participación

En el proceso de implantación de un PTT es básica la colaboración y cooperación entre todos


los implicados así como la comunicación La comunicación tendrá dos vertientes:

• Informar a los trabajadores de las alternativas de movilidad disponibles para acceder al


trabajo y de la posibilidad de accesibilidad al trabajo sin necesidad de desplazarse.

• Sensibilizar a los empleados para que cambien sus hábitos hacia una movilidad más
segura y sostenible y una accesibilidad a los bienes y servicios disponibles.

Fases de la elaboración de un Plan de Transporte al centro de Trabajo

El PTT se desarrolla a través de unas fases donde la participación en cada una de ellas, de los
actores o protagonistas mencionados, se indica en el siguiente cuadro:

Fases del PTT Responsables

1. Diagnóstico de la situación actual Consultor Externo/Gestor de Movilidad


2. Planificación y promoción del Plan Grupo de Movilidad/Grupos de
trabajo/Gestor de Movilidad

3. Implementación o puesta en marcha


del Plan Grupo de Movilidad/Gestor de Movilidad

4. Seguimiento y control Consultor Externo/Gestor de Movilidad

Fase 1: Diagnóstico de la situación

Se analizará la situación en lo referente a movilidad con el fin de conocer el punto de partida,


determinar los objetivos y demostrar la eficacia y rentabilidad del programa. Esta fase se
desarrolla, a su vez, en dos pasos:

1. Análisis de la situación actual, obteniendo información de los siguientes datos:

• Localización del centro de trabajo.

• Información de la red vial en el entorno del centro de trabajo (congestión en horas


punta, accesibilidad en vehículo privado o elementos de seguridad).

• Domicilios de los trabajadores.

• Posibilidades de transporte público y de aparcamiento.

• Accesos al centro de trabajo para turismos y para peatones.

• Organización del trabajo, turnos y horarios.

2. Estudio de hábitos de movilidad de los trabajadores

Para obtener un diagnóstico definitivo, será necesario conocer los hábitos de movilidad de los
empleados mediante los siguientes métodos:

Encuesta de hábitos de movilidad de los trabajadores

Se recuerda que esta encuesta, ya descrita en el Plan de gestión del accidente in itinere[20], se
puede cumplimentar por correo electrónico o a la llegada de los trabajadores al centro de
trabajo.

Entrevistas en profundidad

En algunas ocasiones puede ser necesario recoger información cualitativa que complemente
la encuesta, para lo que se realizan este tipo de entrevistas con los trabajadores que se
presten voluntarios.

Fase 2: Planificación y comunicación

Una vez conocida la situación de partida y con los datos obtenidos del estudio de hábitos de
movilidad, es posible comenzar una planificación. Ésta debe incluir lo siguiente:

Objetivos generales del plan que indiquen los fines globales que se pretenden alcanzar. Por
ejemplo, cambiar los hábitos de movilidad de los trabajadores, reducir los accidentes laborales
de tráfico, etc.
Objetivos específicos, más concretos y orientados a dar una solución a los problemas
detectados en la fase de diagnóstico. Estos objetivos pueden ser de índole económica
(racionalización del uso de medios de transporte), medioambiental (reducción de la
contaminación), energéticos (reducción consumos de combustible), de transporte (reducción
del uso del vehículo privado), etc.

Cuadro de mando de indicadores, los cuales servirán para medir el grado de consecución de
los objetivos acordados. Algunos ejemplos de indicadores son: el número de accidentes in
itinere, número de trabajadores que usan el transporte público, o que trabajan desde casa,
consumo de energía y emisiones CO2, número de plazas de parking ocupadas, etc.

Medidas preventivas, indicando, para cada una de ellas:

• Análisis del impacto y recursos necesarios para su implantación

• Cronograma de implantación y sistemas de incentivos

• Medición de la eficacia con indicadores

Finalizada la planificación, se debe informar a los trabajadores con el fin de indicarles sobre las
medidas preventivas que la empresa ha tenido en cuenta para la prevención de los
accidentes in itinere.

Asimismo, la comunicación contribuirá tanto a la concienciación de los trabajadores sobre los


principales riesgos en los desplazamientos y la forma de evitarlos como en su motivación para
su participación en el Plan.

Para ello, es recomendable usar mensajes sencillos y directos mediante los canales que la
empresa, usualmente, utiliza para sus diversas comunicaciones: boletines, revistas, reuniones
de grupo, sesiones formativas, eventos, e-mails, carteles, etc.

Este proceso de información y sensibilización debe también seguirse en paralelo a la aplicación


de las medidas (fase que se explica en el siguiente apartado).

Fase 3: Implementación o puesta en marcha del Plan

Tras la elección de las medidas a adoptar que servirán para alcanzar los objetivos marcados,
éstas deben ser puestas en funcionamiento.

En el anexo IV se presenta un ejemplo documental de implementación. En él se detallan


algunas de las medidas preventivas y, por cada una de ellas, el objetivo al que hace referencia,
las condiciones o momento de implantación más idóneo, los incentivos necesarios para su
mejor adopción por parte de los trabajadores así como el coste, ahorro económico y de
recursos para la empresa.

La comunicación, siempre presente, se puede llevar a cabo en esta fase haciendo llegar
información sobre el Plan a clientes, proveedores, socios, medios de comunicación,
autoridades, organizaciones empresariales, ONGs, etc. para adquirir una mejor imagen en
términos de Responsabilidad Social Corporativa.

Fase 4: Seguimiento y control del Plan

Efectuar un seguimiento del Plan es tan importante como la elaboración del mismo, ya que
permite:
• Conocer su eficacia.

• Disponer de sistemas de seguimiento y control de desviaciones.

• Mejorar continuamente el Plan.

Según el modelo que se ha planteado en esta guía, el control se debe llevar a cabo a través de
la revisión del cuadro de mando de indicadores determinados en la fase de planificación.

Para ello, es aconsejable definir un método de recogida de información y una periodicidad


para el realizar dicho seguimiento.

También podría gustarte