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INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR TECNOLÓGICO PRIVADO

“REINA DE LAS AMÉRICAS”

INFECCIONES INTRAHOSPITALARIAS Y FACTORES DE RIESGO

Curso: Bioseguridad ET

Docente: Lic. Kepler Moreno Pinedo

Integrantes:

- Mejia Inuma Tito


- Villalba Ramírez Elsa Dorely
- Cachique Ushiñahua Mizeel Abihail

Iquitos-2023
Índice

I. Introducción …………………………………………………………………. 3
II. Definiciones …………………………………………………………………. 4
III. Fisiopatologías ………………………………………………………………4
IV. Agentes etiológicos …………………………………………………………..6
V. Epidemiologia …………………………………………………………………7
VI. Microrganismos asociados a IIH…………………………………………...8
VII. Mecanismo de transmisión ………………………………………………...9
VIII. Tipos de IIH ………………………………………………………………10
IX. Factores Asociados de IIH …………………………………………………22
X. Cuidados de Enfermería ……………………………………………………24
XI. Conclusión ………………………………………………………………….26
I. INTRODUCCION

Las infecciones intrahospitalarias, también conocidas como infecciones nosocomiales, son


infecciones adquiridas por los pacientes durante su estancia en un entorno de atención médica,
como hospitales, clínicas y centros de atención a largo plazo. Estas infecciones representan un
importante problema de salud pública, ya que pueden causar enfermedad adicional, prolongar la
hospitalización, aumentar los costos de atención médica y, en casos graves, incluso resultar en la
muerte del paciente. Existen varios factores que aumentan el riesgo de desarrollar una infección
intrahospitalaria. Entre ellos se incluyen la debilidad del sistema inmunológico del paciente, la
presencia de dispositivos invasivos (como catéteres intravenosos o sondas urinarias), la
exposición a procedimientos invasivos, la duración de la hospitalización y la falta de higiene
adecuada en el entorno hospitalario.

La prevención y el control de las infecciones intrahospitalarias son fundamentales para


garantizar la seguridad de los pacientes y del personal de atención médica. Esto incluye medidas
como la implementación de prácticas de higiene de manos, la esterilización y desinfección
adecuada de equipos y superficies, el uso adecuado de equipos de protección personal, la
vigilancia epidemiológica y la implementación de políticas de uso adecuado de antibióticos para
prevenir la resistencia a los antimicrobianos.

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II. DEFINICIÓN
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (OMS)
Una infección contraída en el Hospital por un paciente internado por una razón distinta
de esa infección Una infección que se presenta en un paciente internado en un Hospital
o en otro establecimiento de atención de salud en quien la infección no se ha
manifestado ni estaba en periodo de incubación en el momento del internado,
comprende las infecciones contraídas en el Hospital manifestadas después, pero del alta
hospitalaria y también las infecciones ocupacionales del personal del establecimiento.
En cuanto a los neonatos (recién nacidos), se define como infección nosocomial cuando
nace un niño y aparece infectado 48 a 72 hrs más tarde de una madre no infectada al
ingreso.

MINSA

Infección que se desarrolla en un paciente hospitalizado y que no padecía, ni la estaba


incubando, al momento de ingresar al Hospital, se considera en adulto a las 48 horas o
más, pero en neonatos se considera las IIH luego de 72 horas de permanencia
hospitalaria, incluyendo también las infecciones contraídas en el hospital, pero estas
aparecen después que el paciente ha sido dado de alta y los que se registran entre el
personal y los visitantes.

INFECCION
Invasión y multiplicación de gérmenes en el cuerpo. Los gérmenes pueden ser bacterias,
virus, hongos u otros microorganismos. Las infecciones empiezan en cualquier parte del
cuerpo y a veces se diseminan por todo el cuerpo.

III. FISIOPATOLOGÍA DE LAS INFECCIONES


INTRAHOSPITALARIAS

Implica una interacción compleja entre los microorganismos patógenos, el huésped y el


entorno hospitalario. Se describen los principales elementos de la fisiopatología de estas
infecciones:

1. Entrada y colonización: Los microorganismos patógenos pueden ingresar al cuerpo


del paciente a través de diversas vías, como la inhalación de gotas respiratorias
contaminadas, el contacto directo con superficies o dispositivos médicos contaminados,
la inserción de catéteres o sondas, o la transmisión de persona a persona. Una vez que

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los microorganismos ingresan al huésped, pueden colonizar diferentes sitios, como la
piel, las mucosas o los tejidos internos.

2. Adhesión y formación de biofilm: Los patógenos necesitan adherirse a las


superficies para establecer una infección. Pueden utilizar diferentes mecanismos
de adhesión para unirse a las células huésped o a las superficies de dispositivos
médicos, como catéteres o prótesis. Además, algunos microorganismos tienen la
capacidad de formar biofilm, una comunidad microbiana altamente organizada y
resistente a los antibióticos que se adhiere a las superficies y protege a los
microorganismos de la respuesta inmunológica y de los tratamientos
antimicrobianos.

3. Proliferación y diseminación: Una vez que los microorganismos se han


adherido y colonizado, comienzan a multiplicarse y a extenderse a otros tejidos
y órganos. Pueden invadir el torrente sanguíneo, los pulmones, el tracto urinario
u otros sitios, causando infecciones sistémicas o focalizadas.

4. Respuesta inmunológica: El huésped responde a la presencia de los


microorganismos patógenos mediante una respuesta inmunológica, que puede
ser local o sistémica. Las células del sistema inmunitario, como los neutrófilos y
los macrófagos, intentan eliminar los microorganismos a través de la fagocitosis
y la liberación de sustancias antimicrobianas. Sin embargo, algunos patógenos
pueden evadir o inhibir la respuesta inmunológica, lo que contribuye a la
persistencia de la infección.

5. Daño tisular: Durante la infección intrahospitalaria, los microorganismos


patógenos y la respuesta inflamatoria del huésped pueden causar daño tisular en
el sitio de la infección. Esto puede manifestarse como inflamación, necrosis,
formación de abscesos u otros tipos de lesiones, dependiendo del
microorganismo y del órgano afectado.

Es importante destacar que la fisiopatología de las infecciones intrahospitalarias puede


variar según el tipo de microorganismo causante de la infección, la susceptibilidad del
huésped y otros factores individuales. Además, la aparición de resistencia
antimicrobiana y la capacidad de los microorganismos para evadir los mecanismos de
defensa del huésped pueden complicar aún más la fisiopatología de estas infecciones.

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IV. AGENTES ETIOLÓGICOS

Los patógenos asociados a infecciones intrahospitalarias pueden proceder de fuentes


exógenas o endógenas. Los asociados a fuentes endógenas se presentan en la flora
normal del paciente, como en el caso del tracto intestinal. La contaminación exógena es
causada por el movimiento de microorganismos desde fuentes externas, como la flora
normal residente en las manos y la piel del personal de la salud, el instrumental
biomédico contaminado y el medio ambiente hospitalario.

La etiología de las infecciones intrahospitalarias ha presentado variaciones a través del


tiempo. En el inicio, los patógenos predominantes fueron Gram positivos, pero con la
introducción de los antibióticos se llevó a cabo una disminución de las infecciones
causadas por estos microorganismos y pasaron a ser producidas fundamentalmente por
bacterias Gram-negativas. A finales del milenio pasado, los gérmenes Gram positivos
reaparecieron como patógenos predominantes en algunas partes del mundo. Y se le
suma el incremento de casos causados por hongos. A pesar de ello, las bacterias Gram
negativas todavía se encuentran entre los principales agentes nosocomiales al nivel
mundial.

Los principales agentes implicados son: de los bacilos gram negativos, la Pseudomona
aeruginosa, Enterobacterías (Shígella, Salmonella, Klebsiella, Enterobacter, Escheríchía
colí). De los bacilos Gram positivos tenemos a los clostridios (Clostrídíum perfringens,
Clostridium botulinum, Clostrídíum tetaní). En el grupo de cocos gram positivos
mencionamos a Streptococcus B hemolítico, Streptococcus pneumonae,
Staphyílococcus aureus y los Enterococos. También es relevante mencionar a los
hongos (Candida albicans y Turolopsis glabrata) y algunos virus, si bien quienes
adquieren mayor importancia clínica son las bacterias. Es importante aclarar que un
mismo agente puede ocasionar múltiples infecciones, y que una determinada infección
puede ser ocasionada por más de un microorganismo patógeno.

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V. EPIDEMIOLÓGIA

Las infecciones intrahospitalarias se asocian con altas tasas de morbilidad y mortalidad,


lo que se traduce no sólo en un incremento en los días de hospitalización y costos de
atención, sino también en un incremento en DALYS (años de vida ajustados de
discapacidad) en la población; desconociéndose a nivel de América Latina la carga de
enfermedad que este evento produce. Las IIH se presentan tanto en países desarrollados
como en naciones en desarrollo; donde aproximadamente cada día 1,4 millones de
pacientes adquieren una infección de este tipo. Los Centers for Disease Control (CDC)
estiman que casi dos millones de pacientes adquirirán una infección intrahospitalaria
cada año mientras permanecen en un hospital de los Estados Unidos de Norteamérica y
casi 90,000 de ellos morirán debido a una de estas infecciones.

LISTADO DE EVENTOS SUJETOS A VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA


OBLIGATORIA

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CADENA DE INFECCIÓN EPIDEMIOLÓGICA

Las infecciones relacionadas con el ambiente de la salud pueden clasificarse en algunos


tipos de acuerdo con el microorganismo y forma de entrada en el cuerpo, en:

 Endógena, en que la infección es causada por la proliferación de


microorganismos de la propia persona, siendo más frecuente en aquellas con el
sistema inmune más comprometido;
 Exógena, es causada por un microorganismo que no forma parte del microbiota
de la persona, siendo adquirido a través de las manos de los profesionales de la
salud o como consecuencia de procedimientos, medicamentos o alimentos
contaminados;
 Cruzada, es más común cuando hay varios pacientes en la misma UCI (Unidad
de Cuidados Intensivos), favoreciendo la transmisión de microorganismos entre
las personas internadas;
 Interhospitalaria, son aquellas infecciones llevadas de un hospital a otro, es
decir, la persona adquiere una infección en el hospital en el que se le dio el alta,
pero fue internada en otro.

VI. MICROORGANISMOS MÁS COMUNES ASOCIADOS A LAS


INFECCIONES INTRAHOSPITALARIAS

Las infecciones intrahospitalarias pueden ser causadas por una amplia variedad de
microorganismos, incluyendo bacterias, virus, hongos y parásitos. Algunos de los
microorganismos más comunes asociados a las infecciones intrahospitalarias:

 Staphylococcus aureus: Es una bacteria grampositiva que puede causar


infecciones de la piel y tejidos blandos, así como infecciones del torrente
sanguíneo y neumonía asociada a la ventilación mecánica. El Staphylococcus
aureus resistente a la meticilina (SARM) es una preocupación particular debido
a su resistencia a los antibióticos comunes.

 Enterococcus faecalis y Enterococcus faecium: Son bacterias grampositivas


que pueden causar infecciones del tracto urinario, infecciones del torrente
sanguíneo y endocarditis, especialmente en pacientes con catéteres urinarios o
catéteres intravasculares.

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 Escherichia coli: Es una bacteria gramnegativa que puede causar infecciones
del tracto urinario, infecciones del torrente sanguíneo y neumonía. Las
infecciones por Escherichia coli son especialmente comunes en pacientes con
catéteres urinarios.

 Pseudomonas aeruginosa: Es una bacteria gramnegativa que puede causar


infecciones del tracto urinario, infecciones del torrente sanguíneo, neumonía
asociada a la ventilación mecánica y infecciones de heridas quirúrgicas. Es
conocida por su resistencia a múltiples antibióticos.

 Klebsiella pneumoniae: Es una bacteria gramnegativa que puede causar


infecciones del tracto urinario, infecciones del torrente sanguíneo y neumonía,
especialmente en pacientes con catéteres urinarios o ventilación mecánica.

 Clostridium difficile: Es una bacteria anaerobia que puede causar diarrea grave
y colitis asociada a la administración de antibióticos. Las infecciones por
Clostridium difficile son comunes en entornos hospitalarios debido al uso
generalizado de antibióticos.

Además de estas bacterias, otros microorganismos, como el virus respiratorio sincitial


(VRS), el virus de la influenza, el virus herpes simplex, Candida spp. (un hongo) y
algunos parásitos, también pueden estar asociados a infecciones intrahospitalarias.

Es importante tener en cuenta que la prevalencia y los patógenos específicos pueden


variar según la región geográfica, el tipo de institución de atención médica y los grupos
de pacientes estudiados. Además, la resistencia antimicrobiana es un desafío importante
en el manejo de las infecciones intrahospitalarias, lo que requiere un uso adecuado de
los antibióticos y estrategias de control de la infección para prevenir su propagación.

VII. MECANISMO DE TRANSMISIÓN

Transmisión por contacto:

- El contacto directo, se produce cuando el microorganismo pasa de la puerta de


salida del reservorio al huésped susceptible y no necesita otros intermediarios en
la transmisión. El contacto puede hacerse en piel, mucosas o lesiones, así mismo
por inóculos directos a torrente sanguíneo. Por ejemplo, se origina en el traspaso

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directo de sangre o fluidos corporales de un paciente a otro individuo
susceptible.
- El contacto indirecto, se produce cuando el huésped susceptible entra en
contacto con el microorganismo infectante por medio de un intermediario
inanimado (ropa, fómites, superficies) o animado (personal de salud u otro
paciente) que estuvo inicialmente en contacto con ese microorganismo.

Transmisión por gotas:


La transmisión de microorganismos se produce mediante la expulsión de
partículas (gotas) de 5 µm a 100 µm (micrómetros) de diámetro desde nariz o
boca, al toser o estornudar, por parte de un paciente infectante o colonizado. Las
gotas se proyectan a no más de un metro de distancia de quien las emite y
pueden traspasar la infección de manera directa a un paciente susceptible que
esté dentro de esa distancia. También se pueden trasmitir de manera indirecta,
por contacto.

Transmisión por vía aérea:


Los microorganismos contenidos en partículas de < 5 µm de diámetro que pueden
mantenerse en suspensión en el aire durante periodos prolongados y son capaces de
viajar impulsadas por corrientes de aire a distancias mayores que las gotas.

VIII. PRINCIPALES TIPOS DE INFECCIÓN INTRAHOSPITALARIA


1. NEUMONIA

La neumonía nosocomial (o intrahospitalaria) es una infección pulmonar que se


desarrolla en personas hospitalizadas, por lo general, después de 2 o más días a partir
del ingreso.

- Son muchas las bacterias, los virus e incluso los hongos que pueden causar
neumonía en personas hospitalizadas.
- El síntoma más frecuente es la tos que produce esputo, pero también son
síntomas frecuentes el dolor torácico, los escalofríos, la fiebre y el ahogo.
- El diagnóstico se basa en los síntomas que presenta la persona afectada y en los
resultados de las radiografías o la tomografía computarizada (TC) de tórax.

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- Se utilizan fármacos antibióticos, antivíricos o antifúngicos, según el
microorganismo con mayor probabilidad de ser causante de la neumonía.

La neumonía adquirida en el hospital suele ser más grave que la neumonía adquirida en
la comunidad debido a que los microorganismos infectantes tienden a ser más agresivos.
También son menos propensos a responder a los antibióticos (lo que se denomina
resistencia) y son, por lo tanto, más difícil de tratar. Además, las personas que se
encuentran en hospitales tienden a estar más enfermos, incluso sin la neumonía, que
quienes viven en la comunidad, y, por lo tanto, tienen menor capacidad para combatir la
infección.

Factores de riesgo de neumonía adquirida en el hospital

Las personas que están hospitalizadas y gravemente enfermas, especialmente si sufren


otra enfermedad que requiere tratamiento con una máquina de respiración asistida
(ventilador mecánico), tienen un riesgo mayor de contraer neumonía mientras están en
el hospital. Otros factores de riesgo incluyen:

- Tratamiento antibiótico previo


- Enfermedades coexistentes, como disfunción cardíaca, pulmonar, hepática o
renal
- Mayores de 70 años
- Cirugía abdominal o torácica reciente
- Posiblemente el uso de inhibidores de la bomba de protones (omeprazol,
esomeprazol, lansoprazol o pantoprazol) para el tratamiento de la enfermedad
por reflujo gastroesofágico
- Debilitación

Los microorganismos que normalmente no causan neumonía en las personas sanas


pueden causar neumonía en personas hospitalizadas o debilitadas porque muchas de
ellas tienen un sistema inmunológico que es menos capaz de resistir frente a la
infección. Los organismos más probables dependen de cuáles son prevalentes en el
hospital y, a veces, de las otras enfermedades que la persona tenga.

Causas de la neumonía adquirida en el hospital

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La neumonía contraída en el hospital está causada mayoritariamente por las bacterias
siguientes:

- Streptococcus pneumoniae
- Staphylococcus aureus (incluido Staphylococcus aureus resistente a la meticilina
[ SARM])
- Bacterias gramnegativas, como Pseudomonas aeruginosa y Haemophilus
influenzae
- Otras bacterias intestinales gramnegativas
- SARM, P. aeruginosa y otras bacterias intestinales gramnegativas a menudo son
resistentes a ciertos antibióticos.

Los virus y los hongos se identifican cada vez más como causas de neumonía
intrahospitalaria.

Síntomas de la neumonía adquirida en el hospital

- Los síntomas son generalmente los mismos que los de la neumonía adquirida en
la comunidad:
- Sensación general de debilidad (malestar)
- Tos que produce esputo (moco espeso o coloreado)
- Dificultad respiratoria
- Fiebre
- Escalofríos
- Dolor torácico

Puede ser que la neumonía contraída en un hospital sea más difícil de reconocer para los
médicos que la neumonía contraída en la comunidad. Por ejemplo, muchas personas
hospitalizadas que desarrollan neumonía (como por ejemplo las personas mayores,
quienes reciben respiración asistida mediante ventilación mecánica, las personas con
demencia y las personas con una enfermedad en estado crítico) pueden ser incapaces de
describir síntomas como el dolor torácico, el ahogo y la debilidad. En estos casos se
sospecha la neumonía debido a la fiebre y al aumento en la frecuencia respiratoria y la
frecuencia cardíaca.

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Las personas mayores que sufren neumonía también pueden presentar confusión,
pérdida de apetito, inquietud y agitación, caídas e incontinencia (pérdida involuntaria de
orina).

Diagnóstico de neumonía adquirida en el hospital

- Una radiografía de tórax o una tomografía computarizada (TC) torácica


- Hemocultivos, Broncoscopia o toracentesis
- El diagnóstico de neumonía contraída en el hospital se basa en los síntomas de la
persona y en los resultados de una radiografía de tórax o una tomografía
computarizada de tórax. Los médicos toman una muestra de sangre para intentar
cultivar la bacteria en el laboratorio e identificarla.

Las personas afectadas por neumonía nosocomial (o intrahospitalaria) pueden estar muy
enfermas, por lo que los médicos necesitan identificar el microorganismo que causa la
neumonía para determinar el mejor tratamiento. Por estas razones, a veces se hace una
broncoscopia para obtener muestras del propio interior del pulmón con el propósito de
identificar el microorganismo causante. La broncoscopia consiste en la introducción de
una sonda óptica flexible en la tráquea y los pulmones. Se recogen muestras de pus,
secreciones o incluso tejido pulmonar para su análisis. Si no hay secreciones visibles, se
lava una zona del pulmón con un fluido que luego es recuperado y analizado (dicho
procedimiento se denomina lavado broncoalveolar). Si se ha acumulado líquido en el
revestimiento del pulmón (llamado derrame pleural), los médicos pueden introducir una
aguja en el tórax para recoger este líquido y cultivarlo (un procedimiento llamado
toracentesis).

Pronóstico de la neumonía adquirida en el hospital

Aunque reciban un tratamiento excelente, un porcentaje elevado de las personas que


desarrollan una neumonía nosocomial (o intrahospitalaria) mueren. Sin embargo, la
muerte a menudo está relacionada con los problemas de salud subyacentes que
permitieron que se desarrollara la neumonía (por ejemplo, cáncer generalizado).

Edad y salud: neumonía

La neumonía se produce con más frecuencia en personas mayores que en jóvenes y,


además, tiende a ser más seria. En muchas personas de edad avanzada, la infección se
propaga más allá de los pulmones.
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Las personas mayores tienen las defensas debilitadas contra las infecciones. Los
mecanismos que limpian de microorganismos las vías aéreas no son tan efectivos en las
personas de edad como en las personas jóvenes. La debilidad puede hacer que la tos sea
menos fuerte. El envejecimiento también debilita el sistema inmunitario. Las personas
de edad avanzada con mayor riesgo de desarrollar neumonía son:

 Aquellas cuyos pulmones han sido dañados por el tabaco (fumar irrita el
revestimiento de los pulmones y paraliza las células que normalmente barren y
limpian las vías respiratorias) o por la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
 Aquellas cuyos pulmones han sido recientemente irritados por una infección
leve, como un resfriado o, en especial, la gripe
 Aquellas que tienen un reflejo de la tos pobre, por ejemplo como consecuencia
de un accidente cerebrovascular previo, o que están demasiado débiles como
para toser vigorosamente (con dolor postoperatorio o por un accidente)
 Aquellas menos capacitadas para luchar contra las infecciones, como las
personas con desnutrición
 Las personas que toman ciertos medicamentos que debilitan el sistema
inmunológico, como los corticoesteroides
 Aquellas que sufren de ciertas enfermedades, como insuficiencia cardíaca o
diabetes
 Aquellas que sufren de cáncer en o cerca de las vías respiratorias de los
pulmones (el cáncer puede bloquear las vías respiratorias y atrapar los
microorganismos que han llegado a los sacos de aire)
 Aquellas que sufren de alguna parálisis (por ejemplo, debido a una lesión en la
columna o un derrame cerebral)
 Aquellas que no están completamente conscientes (en parte, debido a que son
incapaces de toser)

La infección debida a algunos de los microorganismos que causan neumonía se puede


prevenir con vacunas. Por ello, los médicos recomiendan que las personas reciban la
vacuna neumocócica a partir de 65 años de edad. Los sujetos menores de 65 años que
tienen patologías que implican un mayor riesgo de desarrollar neumonía también deben
recibir la vacuna. Los médicos también recomiendan que las personas mayores, en
particular, reciban la pauta de la vacunación contra el COVID-19 completa y la vacuna

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contra la gripe de forma anual, porque el virus de la gripe también puede causar la
neumonía o contribuir a su aparición.

La mayoría de personas mayores que adquieren neumonía se tratan en el hospital con


antibióticos intravenosos. La neumonía puede provocar que las personas mayores
enfermen gravemente en muy poco tiempo, y las personas de edad tienden a responder
peor a los antibióticos orales.

Tratamiento de la neumonía adquirida en el hospital

 Antibióticos

El tratamiento de la neumonía nosocomial (o intrahospitalaria) consiste en antibióticos,


que se escogen según cuáles sean los microorganismos con mayor probabilidad de ser la
causa y según los factores de riesgo específicos de la persona. Quienes están
gravemente enfermos se tratan en una unidad de cuidados intensivos y, a veces, son
conectados a un ventilador mecánico. Los tratamientos incluyen antibióticos por vía
intravenosa, oxígeno y líquidos intravenosos.

2. INFECCION DEL TRACTO URINARIO(ITU)

Se considera que los pacientes en los que se utiliza catéter urinario frecuentemente
desarrollan bacteriuria. Es importante reconocer que la quimioprofilaxis sistémica no
funciona en la prevención de la bacteriuria, por lo que las ITU se pueden asociar con
episodios de cistitis o pielonefritis o incluso con sepsis por gram-negativos. El tracto
urinario se considera estéril, excepto el tercio distal de la uretra femenina, por lo que las
infecciones a este nivel pueden ser por bacterias provenientes de la uretra, colon (gram-
negativos) o extrínseco por soluciones, manos o instrumentos contaminados; estas
pueden ingresar al tracto urinario con catéter por tres medios: La unión del tubo de
drenaje con la bolsa recolectora, la unión de la sonda con el tubo de drenaje o por la
unión del catéter con el meato uretral.

La Infección del tracto urinario asociada al catéter se define como:

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- Bacteriuria sintomática o infección del tracto urinario (ITU): Crecimiento
en cultivo de >103 unidades formadoras de colonias/ ml de bacterias en
presencia de síntomas o signos de ITU.
- Bacteriuria asintomática: Crecimiento del cultivo de >105 ufc/ml de bacterias
en ausencia de síntomas de ITU.
- Paciente sin catéter: Todo paciente que tuvo catéter uretral, suprapúbico o de
condón en las ultimas 48 horas, se considera tienen ITU asociada a catéter o
bacteriuria asintomática según las características que presente.

Signos y síntomas de ITU:

- Fiebre
- Dolor a la palpación en el ángulo suprapúbico o costovertebral
- Síntomas sistémicos inexplicables como: Alteración del estado mental,
hipotensión o evidencia de un síndrome de respuesta inflamatoria sistémica.

Factores de riesgo:

Existen diversos factores de riesgo para el desarrollo de infección urinaria asociada a


catéter como:

• Duración del cateterismo

• Cuidado inadecuado en la colocación y mantenimiento del catéter

• Sistema de drenaje abierto

• Contaminación exógena

• Enfermedad de base: Diabetes mellitus

• Uso irracional de antibióticos

• Traumas uretrales

Microbiología:

Los microorganismos patógenos causantes de ITU asociada al uso de catéter se


consideran los mismos responsables de ITU complicadas como:

• E. coli

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• Candida Spp.

• Enterococcus Spp.

• P. aeruginosa

• Klebsiella Spp.

Uso de catéteres urinarios: El catéter urinario solo debe de colocarse por razones
justificables y se debe retirar lo más pronto posible. Se considera que las indicaciones
para el uso de catéter son la remoción de obstrucción urinaria, pacientes con
alteraciones neurogénicas a nivel de la vejiga, cirugía urológica, balance estricto en
pacientes de alto riesgo. Sin embargo, este se debe de retirar cuando ya no sea
necesario y lo antes posible por lo que se debe evaluar el estado del paciente
diariamente y la razón de su uso, para evitar el uso innecesario o prolongado de este que
favorezca la aparición de infecciones del tracto urinario nosocomiales.

Colocación de catetes urinarios: Los catetes solo deben de ser colocados por el
personal capacitado, el cual debe lavarse las manos antes y después de su
manipulación, utilizando una técnica aséptica y equipo completamente estéril.
Siempre se debe de utilizar equipo como guantes, bata, gasas y soluciones
antisépticas apropiadas para la higiene periuretral y lubricante en gel para
insertarlo. Además, se recomienda utilizar siempre que sea posible catéteres pequeños,
para disminuir el trauma uretral. Se ha aconsejado que aquellos recubiertos de plata y
aloe reducen la incidencia de infecciones del tracto urinario asociado a catéteres
urinarios.

Irrigación del catéter: La irrigación no se debe de realizar a menos de que


exista riesgo de obstrucción por coágulos, moco u otras causas, en las que se debe de
utilizar irrigación intermitente. Antes de realizarla se debe desinfectar la conexión de la
sonda al tubo de drenaje, con una técnica estéril.

Flujo de orina: En todo momento el flujo de orina debe de ser hacia abajo, se
recomienda vaciar la bosa recolectora cada 8 horas y antes de que el paciente sea
transportado. Para que la orina fluya adecuadamente el catéter y el tubo recolector no se
deben enroscar y la bolsa debe ser vaciada regularmente. Además, esta bolsa siempre
debe de permanecer debajo del nivel de la vejiga. Pinzamiento de los catéteres
urinarios:

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El pinzamiento: rutinario de las sondas Foley para la recolección de muestras y
entrenamiento de la vejiga NO debe realizarse, debido a que esto ocasiona que la orina
se estanque en la vejiga y predisponga a infección urinaria al paciente. El único motivo
para el pinzamiento es el vaciamiento fraccionado por globo vesical para evitar la
hemorragia exvacuo y en la recolección de orina para urocultivo, pero no mas de 30
minutos.

3. INFECCION DEL TORRENTRE SANGUINEO

La infección intrahospitalaria del torrente sanguíneo, también conocida como


bacteriemia o sepsis nosocomial, se refiere a la presencia de microorganismos
patógenos en la sangre de un paciente hospitalizado. Esta infección puede surgir como
resultado de la inserción y el uso de dispositivos intravasculares, como catéteres
venosos centrales, catéteres arteriales o catéteres urinarios.

Los microorganismos más comunes asociados a la infección intrahospitalaria del


torrente sanguíneo son bacterias, aunque también pueden estar involucrados hongos y,
en casos más raros, virus. Algunos de los patógenos bacterianos más frecuentes
incluyen:

 Staphylococcus aureus: Tanto la forma sensible a la meticilina (MSSA) como la


resistente a la meticilina (MRSA) de esta bacteria pueden causar infecciones del
torrente sanguíneo asociadas a la atención médica. El MRSA es especialmente
preocupante debido a su resistencia a múltiples antibióticos.
 Enterococcus faecalis y Enterococcus faecium: Estas bacterias pueden colonizar
dispositivos intravasculares y provocar infecciones del torrente sanguíneo.
Algunas cepas de Enterococcus faecium pueden ser resistentes a los antibióticos,
lo que dificulta su tratamiento.
 Escherichia coli: Es una bacteria gramnegativa que normalmente se encuentra en
el tracto gastrointestinal, pero puede causar infecciones del torrente sanguíneo si
ingresa a través de un catéter o por otros medios.
 Klebsiella pneumoniae: Esta bacteria gramnegativa es un patógeno nosocomial
común que puede causar infecciones del torrente sanguíneo, especialmente en
pacientes con catéteres urinarios o ventilación mecánica.

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 Pseudomonas aeruginosa: Es una bacteria gramnegativa oportunista que puede
colonizar dispositivos intravasculares y causar infecciones del torrente
sanguíneo en pacientes hospitalizados. Pseudomonas aeruginosa es conocida por
su resistencia a múltiples antibióticos.
Síntomas:
- Fiebre: Es un síntoma común de la infección del torrente sanguíneo. La
temperatura corporal elevada es una respuesta del sistema inmunológico
a la infección.
- Escalofríos: Pueden acompañar a la fiebre y son un signo de respuesta
inflamatoria del cuerpo.
- Hipotensión: La infección puede causar una disminución de la presión
arterial, lo que puede llevar a una perfusión deficiente de los órganos.
- Taquicardia: El corazón puede aumentar su frecuencia para compensar la
disminución de la presión arterial.
- Malestar general: Los pacientes pueden experimentar debilidad, fatiga y
malestar en general.
- Síntomas relacionados con el foco de infección primario: Dependiendo
de la fuente de la infección, pueden estar presentes síntomas adicionales,
como dolor o inflamación en el sitio de inserción de catéteres
intravasculares.
Diagnóstico:
- Hemocultivos: Se toman muestras de sangre para identificar los
microorganismos causantes. Se suelen realizar múltiples hemocultivos
para aumentar la sensibilidad del diagnóstico.
- Análisis de laboratorio: Se realizan pruebas de laboratorio, como el
recuento de glóbulos blancos, la velocidad de sedimentación globular
(VSG) y la proteína C reactiva (PCR), para evaluar la respuesta
inflamatoria del cuerpo.
- Imágenes: En algunos casos, se pueden realizar radiografías de tórax o
ecografías para buscar focos de infección primarios, como abscesos o
infecciones en los catéteres.
Tratamiento:

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El tratamiento de la infección intrahospitalaria del torrente sanguíneo
generalmente implica:
- Terapia antimicrobiana: Se administran antibióticos o antifúngicos, según
los microorganismos identificados y su susceptibilidad a los
medicamentos. La elección del antibiótico se basa en las guías y políticas
locales, y se ajusta según los resultados de los cultivos y pruebas de
sensibilidad.
- Soporte hemodinámico: En casos de hipotensión o inestabilidad
hemodinámica, se puede requerir líquidos intravenosos o medicamentos
para mantener la presión arterial.
- Retiro de dispositivos: Si el catéter intravascular es identificado como la
fuente de la infección, se considera su remoción para controlar la
infección.
- Control del foco de infección: Si se identifica un foco de infección
primario, como un absceso, se puede requerir drenaje quirúrgico o
procedimientos intervencion

4. INFECCIÓN DE LA PIEL
Las infecciones de la piel son muy comunes debido a: la aplicación de inyecciones a
través de las venas para medicamentos o recolección de exámenes, cicatriz de una
cirugía, biopsia o la formación de escaras de decúbito. Algunos de los microorganismos
que causan ese tipo de infección son: Staphylococcus aureus, Klebsiella sp, Proteus sp,
Enterobacter sp, Serratia sp, Streptococcus sp, Enterococcus y Staphylococcus
epidermitis.
- Principales síntomas: puede haber presencia de área una área enrojecida
e hinchazón en la piel, con o sin la presencia de ampollas. Generalmente,
la región se encuentra dolorida y caliente, y puede haber producción de
secreción purulenta y mal olorosa.

5. INFECCIÓN DE SITIO QUIRÚRGICO (ISQ)


La infección del sitio quirúrgico es una complicación común de los procedimientos
quirúrgicos y se considera una forma específica de infección intrahospitalaria. Se refiere
a la infección que ocurre en el área quirúrgica donde se realizó la intervención. Algunos

20
de los microorganismos más comunes asociados con la infección del sitio quirúrgico
incluyen bacterias, como Staphylococcus aureus, Escherichia coli y Pseudomonas
aeruginosa.
- Infección de sitio quirúrgico superficial (ISQS), compromete piel o
tejido subcutáneo, ocurre dentro de los 30 días después del
procedimiento quirúrgico y solo compromete piel o tejido subcutáneo de
la incisión.
- Infección de sitio quirúrgico profunda (ISQP), dentro de los 30 días
posteriores al procedimiento quirúrgico si no se deja un implante en el
lugar; o, dentro de 1 año si hay implante y la infección está relacionada
con la cirugía y compromete tejidos blandos profundos, como fascia o
capas musculares.

Síntomas:

Los síntomas de una infección del sitio quirúrgico pueden variar, pero generalmente
incluyen:

- Enrojecimiento e inflamación en el área quirúrgica.


- Dolor persistente o aumento del dolor en el sitio quirúrgico.
- Calor alrededor de la incisión.
- Supuración o drenaje de pus desde la incisión.
- Fiebre y escalofríos.
- Malestar general y debilidad.

Diagnóstico:

El diagnóstico de una infección del sitio quirúrgico se basa en la evaluación clínica y en


los hallazgos de laboratorio y de imagen. Algunas pruebas y procedimientos utilizados
en el diagnóstico incluyen:

- Evaluación clínica: El médico evaluará los síntomas y realizará un examen físico


del sitio quirúrgico.
- Análisis de laboratorio: Se pueden realizar pruebas de sangre para buscar signos
de infección, como recuento elevado de glóbulos blancos y aumento de la
proteína C reactiva.

21
- Cultivo de muestras: Se pueden tomar muestras de tejido o líquido del sitio
quirúrgico para realizar cultivos y determinar el tipo de microorganismo
involucrado.
- Imágenes: En algunos casos, se pueden realizar radiografías, ultrasonidos o
tomografías computarizadas para evaluar la extensión de la infección y detectar
abscesos u otras complicaciones.

Tratamiento:

El tratamiento de una infección del sitio quirúrgico puede involucrar las siguientes
medidas:

- Antibióticos: Se administran antibióticos específicos para tratar la infección,


teniendo en cuenta los resultados del cultivo y la sensibilidad antimicrobiana.
- Drenaje de abscesos: Si se forma un absceso en el sitio quirúrgico, es posible
que sea necesario drenarlo mediante procedimientos quirúrgicos o técnicas de
drenaje percutáneo.
- Limpieza y cuidado de la herida: Se debe realizar una limpieza adecuada de la
herida quirúrgica, y se pueden aplicar apósitos o vendajes especiales para
favorecer la cicatrización y prevenir la reinfección.
- Retirada de material extraño: Si se identifica un cuerpo extraño, como un
material de sutura o un implante infectado, puede ser necesario retirarlo.
- Control de la diabetes y otros factores de riesgo: Si el paciente tiene
condiciones médicas subyacentes, como diabetes, se deben controlar
adecuadamente para ayudar a prevenir infecciones recurrentes.

6. ENDOMETRITIS PUERPERAL
Es un cuadro infeccioso bacteriano que se confirma como primer criterio, cultivo
positivo del líquido o del tejido endometrial, obtenidos durante un procedimiento
quirúrgico, con aspiración por aguja o con biopsia por cepillado, así como también o
como segundo criterio, dos de los siguientes síntomas: Fiebre (>38ºC), dolor abdominal,
sensibilidad uterina y drenaje purulento del útero. La endometritis puerperal puede ser
por parto vaginal o cesárea.

IX. FACTORES DE RIESGO ASOCIADOS A IIH

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Los factores de riesgo de infecciones intrahospitalarias son diversos y pueden
variar según el tipo de infección y las características del paciente. Algunos factores
de riesgo comunes incluyen:

- Duración de la hospitalización: Cuanto más tiempo un paciente pasa en el


hospital, mayor es el riesgo de adquirir una infección intrahospitalaria.
- Inmunidad comprometida: Los pacientes con sistemas inmunológicos
debilitados, como aquellos con enfermedades crónicas, cáncer, VIH/SIDA o
sometidos a tratamientos inmunosupresores, tienen un mayor riesgo de
infecciones intrahospitalarias.
- Uso de dispositivos invasivos: La presencia de catéteres intravasculares, sondas
urinarias, tubos endotraqueales o dispositivos similares aumenta el riesgo de
infecciones asociadas a estos dispositivos.
- Cirugía: Los procedimientos quirúrgicos, especialmente aquellos que involucran
incisiones en tejidos estériles, pueden facilitar la entrada de microorganismos y
aumentar el riesgo de infección en el sitio quirúrgico.
- Recién nacidos: Los recién nacidos tienen un sistema inmunológico inmaduro y
menos desarrollado en comparación con los adultos. Esto los hace más
susceptibles a las infecciones
- Edad avanzada: Los pacientes de edad avanzada tienen un mayor riesgo de
infecciones intrahospitalarias debido a la disminución de la función
inmunológica y la presencia de enfermedades crónicas.
- Uso de antibióticos: El uso prolongado o inapropiado de antibióticos puede
alterar la flora normal del cuerpo y aumentar el riesgo de infecciones por
microorganismos resistentes.
- Contacto con otros pacientes infectados: La cercanía con pacientes infectados o
la exposición a superficies y equipos contaminados puede aumentar el riesgo de
adquirir una infección intrahospitalaria.
- Higiene inadecuada: La falta de prácticas adecuadas de higiene de manos por
parte del personal médico y de enfermería, así como la falta de limpieza y
desinfección de superficies y equipos, pueden contribuir a la propagación de
microorganismos y aumentar el riesgo de infecciones intrahospitalarias.

23
- Condiciones de la unidad de cuidados intensivos (UCI): Los pacientes
ingresados en unidades de cuidados intensivos suelen estar expuestos a un
mayor número de dispositivos invasivos, tienen una mayor frecuencia de
procedimientos y pueden presentar enfermedades subyacentes graves, lo que
aumenta su susceptibilidad a las infecciones intrahospitalarias.
- Resistencia antimicrobiana: El uso excesivo o inapropiado de antibióticos ha
llevado al desarrollo de microorganismos resistentes a múltiples fármacos, lo
que aumenta el riesgo de infecciones intrahospitalarias difíciles de tratar.

X. CUIDADOS DE LOS TECNICOS EN ENFERMERIA EN LAS


INFECCIONES INTRAHOSPITALARIAS

Los técnicos en enfermería desempeñan un papel importante en la prevención y control


de las infecciones intrahospitalarias. Aquí hay algunos cuidados que pueden llevar a
cabo para contribuir a este objetivo:

1. Higiene de manos: La higiene de manos es fundamental en la prevención de


infecciones intrahospitalarias. Los técnicos en enfermería deben realizar una
higiene de manos adecuada y regular, utilizando agua y jabón o desinfectante de
manos a base de alcohol, especialmente antes y después de cada procedimiento,
contacto con pacientes o manipulación de equipos.
2. Uso adecuado de equipo de protección personal (EPP): Los técnicos en
enfermería deben utilizar el EPP apropiado según las precauciones estándar y
basado en el tipo de contacto con pacientes y procedimientos que realizan. Esto
puede incluir el uso de guantes, batas, mascarillas y protección ocular, según sea
necesario, para minimizar el riesgo de exposición y propagación de infecciones.
3. Manejo adecuado de dispositivos invasivos: Los técnicos en enfermería pueden
estar involucrados en la inserción, mantenimiento y retiro de dispositivos
invasivos, como catéteres intravenosos, sondas urinarias y tubos endotraqueales.
Es importante que sigan los protocolos establecidos para su manejo adecuado,

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asegurándose de mantener una técnica aséptica y realizar cambios de apósitos y
catéteres según las indicaciones.
4. Limpieza y desinfección de superficies y equipos: Los técnicos en enfermería
deben participar activamente en la limpieza y desinfección de las superficies y
equipos utilizados en el entorno de atención al paciente. Deben seguir los
protocolos y pautas establecidos para garantizar que las áreas de trabajo y los
equipos estén limpios y desinfectados de manera adecuada.
5. Educación y asesoramiento a los pacientes y sus familias: Los técnicos en
enfermería pueden brindar educación y asesoramiento a los pacientes y sus
familias sobre las medidas de prevención de infecciones. Pueden explicar la
importancia de la higiene de manos, la limpieza de heridas, el manejo de
dispositivos invasivos y otros aspectos relevantes para la prevención de
infecciones intrahospitalarias.
6. Vigilancia y reporte de casos sospechosos de infecciones: Los técnicos en
enfermería pueden desempeñar un papel importante en la detección y vigilancia
de posibles casos de infecciones intrahospitalarias. Deben estar atentos a los
signos y síntomas de infección en los pacientes, y comunicar cualquier caso
sospechoso o preocupante al personal de enfermería o médico responsable.

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XI. CONCLUSION
Las infecciones intrahospitalarias son un problema significativo en el ámbito de la
atención médica que puede afectar negativamente la salud de los pacientes y aumentar
la carga para los sistemas de salud. Estas infecciones pueden surgir debido a diversos
factores, como la exposición a microorganismos patógenos, la debilidad del sistema
inmunológico del paciente y la presencia de dispositivos invasivos. Es fundamental
implementar estrategias efectivas de prevención y control de infecciones
intrahospitalarias para reducir su incidencia y minimizar los riesgos asociados. Esto
implica la aplicación rigurosa de prácticas de higiene de manos, el cumplimiento de
precauciones estándar, el manejo adecuado de dispositivos invasivos, la limpieza y
desinfección de superficies y equipos, y la educación de pacientes y personal de salud
sobre las medidas preventivas.
Además, es crucial contar con un enfoque multidisciplinario y colaborativo en la
prevención de infecciones intrahospitalarias. Todos los profesionales de la salud,
incluidos médicos, enfermeros y técnicos en enfermería, deben trabajar juntos para
garantizar el cumplimiento de las prácticas de control de infecciones y promover una
cultura de seguridad en el entorno hospitalario.
La detección temprana, el diagnóstico preciso y el tratamiento adecuado de las
infecciones intrahospitalarias son fundamentales para reducir la morbilidad y la
mortalidad asociadas. Es importante implementar programas de vigilancia y monitoreo

26
para identificar casos sospechosos y establecer estrategias efectivas de manejo y
tratamiento.
La prevención y el control de las infecciones intrahospitalarias son responsabilidades
compartidas por todos los profesionales de la salud. Con una combinación de medidas
preventivas adecuadas, educación continua y una cultura de seguridad, podemos reducir
la incidencia de estas infecciones y mejorar la calidad de atención para los pacientes en
el entorno hospitalario.

REFERENCIA BIBLIOGRAFICA

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