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Fisiopatología de la hipoxemia
La mayoría de los pacientes con EPOC presentan gases en sangre arterial normales o
poco alterados durante largo tiempo, debido a la eficacia de los mecanismos
compensatorios intrapulmonares. En efecto, las áreas del pulmón que tienen mala
ventilación por obstrucción bronquial y enfisema, suelen presentar vasocontricción
compensatoria, motivo por el cual la relación V/Q puede mantenerse cerca de lo normal.
La Figura 1.1 muestra una zona de pulmón con obstrucción bronquial que hipoventila,
por lo cual su relación V/Q está disminuida a 0,5. La Figura 1.2 muestra que si se
produce una vasocontracción compensatoria, la relación V/Q sube a 0,8, por lo que los
gases arteriales tienden a normalizarse.
Los gases arteriales de los pacientes con EPOC suelen mostrar primero un aumento de
la PA-aO2 sin hipoxemia, debido a los trastornos V/Q. En etapas más avanzadas
aparece la hipoxemia, que en un comienzo se observa sólo durante el ejercicio o en las
reagudizaciones, para posteriormente hacerse permanente.
Efectos de la hipoxia
La falta de oxígeno altera la producción de energía por vía aeróbica, por lo que ella
produce disfunción de todos los órganos. Además, la falta de oxígeno desvía la
producción de energía hacia la vía anaeróbica, con la consiguiente acidosis láctica. Los
efectos de la hipoxia varían según el tejido comprometido y la intensidad del trastorno:
En el sistema cardiovascular, la hipoxia causa una reacción de tipo estrés, con descarga
adrenérgica que determina redistribución de la circulación, con flujo preferente hacia los
órganos vitales como cerebro, corazón y diafragma. La mayor actividad cardiaca acelera
la velocidad de circulación, lo que permite un aumento del transporte de oxígeno. La
hipoxemia produce además vasoconstricción pulmonar, que mejora las relaciones V/Q,
pero aumenta el trabajo del ventrículo derecho.
Cianosis
Detección clínica de la cianosis. Las Figuras 2.1 y 2.2 muestran que con 15 g de Hb la
sangre capilar alcanza el umbral de 5g de Hb reducida cuando la saturación arterial baja
de 80%, lo que corresponde a una PaO2 de aproximadamente 43 mmHg. En
consecuencia, no producen cianosis grados importantes de hipoxemia que no alcancen a
bajar la saturación o la PaO2 por debajo de las cifras mencionadas. Además, la Figura
2.2 muestra que una hipoxemia grave no causa cianosis si existe una anemia
concomitante.
Existen diversos factores que pueden dificultar su reconocimiento. Entre estos destacan
la piel oscura, la vasoconstricción arteriolar con isquemia de la piel y la mala
iluminación. Además, no todas las personas captan el color azul con la misma facilidad,
por lo que, incluso entre clínicos de experiencia puede haber discrepancias de
apreciación de grados leves o medianos de cianosis.
Puede existir una falsa cianosis, especialmente labial, en personas que tienen gran
abundancia de plexos venosos peripapilares con tegumentos delgados. También es
posible que se presente cianosis con escasa hipoxemia en sujetos con poliglobulia, ya
que en ellos el grado normal de desaturación significa una mayor cantidad absoluta de
Hb reducida en la sangre capilar (Figuras 2.1 y 2.2).
Signos inespecíficos
Fig. 2.3
Toma de muestra. La muestra se obtiene mediante punción con una aguja fina de una
arteria (Figura 3.1). Habitualmente se emplea la arteria radial, ya que es fácilmente
accesible por estar situada superficialmente. Otras arterias usadas con menor frecuencia
son la humeral y la femoral. La muestra de sangre debe ser obtenida en condiciones de
anaerobiosis, sin ningún contacto de la sangre con aire, ya que éste falsea los resultados,
aumentando la PaO2 y disminuyendo la PaCO2. Debe ser obtenida por un operador
experimentado, puesto que es frecuente la obtención de sangre venosa en lugar de
arterial y porque pueden producirse complicaciones, las que se señalan en una sección
especial. La punción suele ser dolorosa, por lo que en algunos servicios se emplea
rutinariamente anestesia local. La muestra debe ser colocada en hielo inmediatamente
después de tomada, para prevenir que las células presentes en la sangre continúen
consumiendo O2 y produciendo CO2, con la consiguiente alteración de los resultados.
Fig. 3.1
Valores normales. En la tabla 3-1 se anotan los valores normales de PaO2 respirando
aire ambiente para Santiago de Chile, que tiene una presión barométrica promedio de
715 mmHg. Se puede observar que la PaO2 y la PA-aO2 se modifican gradualmente
con la edad, lo que se explicaría por la pérdida progresiva de la elasticidad pulmonar,
que disminuye la relación V/Q. La PaO2 depende, además, de la presión inspirada de
O2, que varía con la altitud (Tabla 3.2). Los valores esperados tienen alguna dispersión,
por lo que desviaciones de lo normal menores de 7 mmHg carecen de significado
patológico.
Tabla 3.1
Valores normales de PA-aO2 y PaO2 para
Santiago - Chile
(Presión barométrica media de 715 mmHg)
15 4 86
20 5 85
25 7 83
30 8 82
35 10 80
40 11 79
45 13 77
50 14 76
55 16 74
60 17 73
65 19 71
70 20 10
75 22 68
80 23 67
85 25 65
90 26 64
Tabla 3.2
Presión barométrica y presión inspirada de
O2 a diferentes altitudes
4000 463 87
5000 405 75
6000 354 64
7000 310 55
8000 268 46
La PaCO2, por su parte, varía con la altitud, siendo menor en lugares geográficos
ubicados a gran altura. A nivel del mar y en Santiago, los valores normales se
encuentran en el rango entre 35 y 45 mmHg.
Fig. 3.4
Saturometria de pulso
La oxigenación de la sangre arterial puede ser evaluada indirectamente, en forma no
invasiva, mediante la medición transcutánea de la saturación arterial de oxígeno (SaO2).
El equipo mide la absorción de luz de los tejidos en dos longitudes de onda asociadas
con la hemoglobina reducida y con la oxihemoglobina, lo que permite calcular la
proporción entre ambas (Figura 4.1). Dado que la cantidad absoluta de hemoglobina en
un tejido varía cíclicamente con el pulso, el equipo también lo mide y lo considera en
los cálculos. Por lo tanto, los equipos proporcionan una lectura continua de
Fig. 4.1
La medición de la SaO2 es muy útil para evaluar la oxigenación arterial en los servicios
ambulatorios y de emergencia. Además, permiten monitorizar pacientes de alto riesgo
en unidades de cuidados intensivos.
Fig. 4.2
Indicaciones de Oxigenoterapia
En pacientes compensados se indica cuando la PaO2 se mantiene bajo 55 mmHg
durante un mes con tratamiento adecuado. Considerando el costo y los problemas
asociados a esta terapia, es conveniente asegurarse que el paciente esté realmente
recibiendo una terapia farmacológica óptima antes de inciar un programa de
oxigenoterapia a permanencia.
Los pacientes con PaO2 superior a 55 mmHg pueden requerir oxigenoterapia durante
episodios de descompensación, con insuficiencia respiratoria. También en estos casos,
la dosificación del oxígeno depende de los resultados del examen de gases en sangre
arterial (o de la SaO2) y de la respuesta clínica del paciente a las otras medidas
terapéuticas.
Técnicas de oxigenoterapia
Fuentes de oxígeno
Balones a presión. Los dispositivos más comunes son los balones metálicos con gas
comprimido: los cilindros más grandes contienen 9.000 litros de O2 a alta presión, con
una concentración de 100%. Ellos son útiles en pacientes que requieren bajo flujo, como
sucede en los pacientes con EPOC. En pacientes que requieren un flujo más alto, en
cambio, resultan poco prácticos por el alto costo de su reposición y por su duración
limitada. También existen balones más pequeños, que permiten el transporte y, por lo
tanto, una mayor actividad de los pacientes.
Concentradores. Son equipos eléctricos que funcionan haciendo pasar el aire ambiente
a través de un filtro molecular, que remueve el nitrógeno y el vapor de agua.
Proporcionan un gas que contiene más de 90% de O2, con flujos variables según el
modelo. Su uso es restringido por exigir una alta inversión inicial, el gasto de
mantención, en cambio, es relativamente bajo.
Oxígeno líquido. Son reservorios de baja presión con oxígeno a baja temperatura, que
contienen hasta 70.000 litros. Además, tienen la ventaja de permitir traspasar en el
domicilio parte del O2 a reservorios portátiles livianos, que contienen oxígeno
suficiente para 4-8 horas a 2 L/min, lo que permite al paciente estar varias horas alejado
de la fuente estacionaria y eventualmente reintegrarse a alguna actividad laboral. Tiene
el inconveniente de su alto costo.
Entrega de oxígeno
Actualmente existen diversos sistemas ahorradores de O2, que tienen como objetivo
mejorar la eficiencia de la administración de oxígeno, reduciendo su pérdida durante la
espiración, con lo que disminuye el costo en un 25-50%. Un equipo tiene un pequeño
reservorio que acumula el O2 durante la espiración. Otro equipo, electrónico, gatillado
por las presiones respiratorias del paciente, entrega el flujo de O2 durante la inspiración
y lo detiene durante la espiración.
Mascarillas con sistema Venturi. Son incómodas, pero tienen la ventaja de asegurar
una FIO2 constante, tanto si varía la ventilación del paciente o si su respiración es oral
(Figura 6.1). Las mascarillas entregan un flujo alto de gas con concentración regulable
de O2 (24, 28, 35, 40 ó 50%) modificando el tamaño de la entrada de aire. Las
concentraciones pueden no ser estables si el flujo inspiratorio del paciente es superior al
flujo que proporciona la máscara, porque en estas circunstancias el sujeto toma aire del
ambiente. Las mascarillas se emplean más frecuentemente en los pacientes
hospitalizados, en las siguientes dos situaciones:
Fig. 6.1
Cuando la hipoxemia es de riesgo y se requieren concentraciones altas y estables
de O2, de forma que permitan seguir el curso de la insuficiencia respiratoria a
través de la relación entre la FIO2 y la PaO2 .
Cuando existe retención de CO2 en una insuficiencia respiratoria aguda sobre
crónica, por lo que se debe administrarse oxígeno en concentraciones precisas.
Otras formas de administración. En el pasado se empleó una sonda intranasal, que fue
desechada por ser traumática y por ocluirse con facilidad. También es posible emplear
un catéter transtraqueal, método invasivo que tiene las ventajas de poder ocultarse y de
ser más eficiente en el uso del O2.
Humidificación del O2
Fig. 6.2
Cuando, por las características del paciente, existe el riesgo que se produzca este
fenómeno, debe recurrirse a la oxigenoterapia controlada, generalmente en pacientes
hospitalizados. Esta técnica se basa en que, en una hipoxemia grave, la PaO2 se ubica
en la parte vertical de la curva de disociación de la Hb, de manera que basta un leve
aumento de PaO2 para que el contenido y saturación se eleven lo suficiente como para
sacar al paciente del área de mayor riesgo. Un resultado de esta magnitud se puede
lograr aumentando la concentración de O2 inspirado a 24-28%, con una mascarilla.
Estas concentraciones son incapaces de anular totalmente la vasoconstricción en los
alvéolos mal ventilados y no significarían la remoción de un eventual estímulo hipóxico
del seno carotídeo. De acuerdo a la respuesta observada en los gases arteriales,
controlados 30 minutos después de cada cambio, la FIO2 se aumenta gradualmente
hasta obtener una PaO2 sobre 55-60 mmHg, o a aquélla en que no se produzca un alza
exagerada de la PaCO2. Si este último nivel de PaO2 es demasiado bajo, debe
considerarse el uso de ventilación mecánica. Si no se cuenta con mascarillas, pueden
usarse cánulas binasales, con flujos iniciales de 0,25 a 0,5 L/min.
Otras reacciones adversas. No las trataremos en profundidad, ya que ocurren con muy
escasa frecuencia en pacientes con EPOC, dado que en ellos se emplean bajas
concentraciones de O2. La oxigenoterapia en altas concentraciones puede producir
atelectasias por absorción en alvéolos hipoventilados. Esta situación ocurre debido a
que si el O2 forma una proporción muy alta del gas alveolar, las unidades alveolares
pueden colapsar, ya que este gas es rápidamente absorbido por la sangre. La
oxigenoterapia en altas concentraciones también puede provocar daño celular en la vía
aérea y el pulmón, probablemente a través de la generación de radicales libres.
Introducción
La obstrucción de las vías aéreas es un mecanismo fisiopatológico importante en el
asma y la EPOC. La comparación entre la evaluación objetiva, mediante exámenes
funcionales, y la evaluación clínica (anamnesis y examen físico) muestra que esta
última presenta una gran variabilidad.
Por ejemplo, el grado disnea que perciben los pacientes es extremadamente variable,
incluso al mismo nivel de ejercicio y de obstrucción. Por otra parte, la cantidad e
intensidad de las sibilancias, muestra una relación compleja con la función pulmonar:
son escasas cuando la obstrucción es leve pero también si es muy grave. Esto último se
explica por una disminución de los flujos espiratorios.
Por estas razones, en los pacientes con asma y EPOC es indispensable emplear
mediciones objetivas del grado de obstrucción, tanto con fines diagnósticos como para
evaluar el resultado del tratamiento.
Analicemos ahora porqué se produce esta forma triangular. La Figura 1.2 muestra un
esquema de la generación de una espiración forzada. Se representa un alvéolo, una vía
aérea y la caja torácica. El espacio situado entre la caja torácica y el alvéolo y la vía
aérea corresponde al espacio pleural. La presión que impulsa el flujo es la diferencia
entre la presión intra-alveolar y la presión atmosférica, que es de cero. La presión intra-
alveolar corresponde a la suma de la presión elástica pulmonar y la presión pleural, la
que en espiración es positiva por la contracción de los músculos espiratorios.
Figura 1.2
La Figura 1.3 muestra una curva presión — volumen pulmonar, que representa la
elasticidad del pulmón. En ella se puede observar que la elasticidad pulmonar, que
impulsa el flujo, es máxima a nivel de CPT y disminuye a medida que disminuye el
volumen pulmonar, de la misma forma que disminuye la presión de un globo al
desinflarse.
Figura 1.3
La Figura 1.4 representa la relación entre la resistencia de las vías aéreas y el volumen
pulmonar. Se puede observar que la menor resistencia se observa a nivel de CPT y que
ella aumenta al desinflarse el pulmón. Esto se debe a que al aumentar el volumen
pulmonar, aumenta la tracción elástica sobre las paredes de las vías aéreas, las que se
dilatan de la misma forma que los espacios alveolares.
Figura 1.4
Por lo tanto, es predecible que los máximos flujos espiratorios se obtengan a volúmenes
pulmonares altos, ya que existe una alta presión elástica que impulsa el flujo y una baja
resistencia al mismo. A medida que el individuo expulsa aire de sus pulmones,
disminuye la presión elástica y aumenta la resistencia, por lo que cae el flujo espiratorio.
Analicemos a continuación la influencia de la fuerza de los músculos espiratorios. La
Figura 1.5 muestra cuatro curvas flujo volumen espiratorias superpuestas, registradas en
un sujeto normal con diferentes esfuerzos. La curva A fue obtenida con un esfuerzo
mínimo mientras que la curva D se obtuvo con un esfuerzo máximo. Las curvas B y C
fueron hechas con esfuerzos intermedios.
Figura 1.5
Se puede observar que las ramas ascendentes se comportan de la forma que se esperaría
intuitivamente. Cada una de ellas es diferente, a medida que aumenta el esfuerzo se
obtiene un mayor flujo.
La explicación de este fenómeno tiene relación con los cambios de calibre que
experimenta la vía aérea durante la espiración forzada. En la Figura 1.6 se esquematizan
las situaciones observadas en tres niveles de volumen pulmonar, 75, 50 y 25% de la CV.
Figura 1.6
La presión al interior de la vía aérea disminuye a medida que nos alejamos del alvéolo,
debido a la resistencia al flujo de las vías aéreas, la que se debe al roce de las moléculas
de gas entre ellas y con la pared de las vías aéreas. La presión al exterior de la vía aérea
es la presión pleural, y alcanza 30 cmH20.
Lo anterior implica:
Por lo tanto, los flujos espiratorios máximos a niveles altos de volumen pulmonar están
relacionados con las vías aéreas más centrales, mientras que a volúmenes pulmonares
bajos tienen relación con la resistencia de las vías aéreas más periféricas.
En los pacientes con limitación patológica de los flujos, la caída más rápida de la
presión al interior de las vías aéreas (debida a enfisema o al aumento de la resistencia)
determina que los PIP se ubiquen en vías más periféricas que en los individuos
normales. Por lo tanto, a diferencia de los normales, los flujos espiratorios máximos a
altos volúmenes pulmonares pueden reflejar la función de vías aéreas periféricas. Esto
podría explicar la utilidad del PEF y del VEF1 en estos pacientes, pese a que el primero
se mide a alto volumen pulmonar y el segundo incluye una proporción importante de
flujos a volúmenes pulmonares altos.
Resumen
Los flujos espiratorios máximos están determinados principalmente por las propiedades
mecánicas del pulmón (elasticidad y resistencia al flujo).
El grado de esfuerzo y colaboración, que podría ser variable entre un individuo y otro,
tiene una importancia moderada. La mayoría de los pacientes puede efectuar la
maniobra, con un entrenamiento dado por personal capacitado para realizar pruebas
funcionales.
La disminución de los flujos espiratorios máximos por debajo de lo normal implica una
disminución de la elasticidad pulmonar o un aumento de la resistencia de las vías
aéreas.
1. Contracción del músculo liso. Produce un estrechamiento de las vías aéreas que
varía según el grado de acortamiento y según la presencia de factores
(engrosamiento de la pared y presencia de secreciones en el lumen) que
amplifican la respuesta (Figura 2.1)
Figura 2.1
2.
3. Retención de secreciones. Su presencia con el músculo liso relajado produce un
pequeño estrechamiento de las vías aéreas. Por el contrario, cuando existe
contracción del músculo liso potencia en forma notable el grado de obstrucción
de las vías aéreas (Figura 2.2).
Figura 2.2
4.
5. Engrosamiento de la pared. Actúa de manera similar a la presencia de
secreciones, aumentando por sí misma la resistencia y potenciando el efecto del
acortamiento del músculo liso (Figura 2.3).
Figura 2.3
6.
7. Estenosis cicatricial, producto de la fibrosis de la pared relacionada a la
remodelación de las vías aéreas causada por la inflamación.
8. Disminución del soporte elástico de las vías aéreas intrapulmonares, debida al
enfisema pulmonar (Figura 2.4).
Figura 2.4
En los pacientes con EPOC, en cambio, existen tanto mecanismos reversibles como
irreversibles. En ellos el estudio funcional demuestra obstrucción que sólo puede ser
modificada parcialmente, no siendo posible alcanzar valores normales debido a las
lesiones cicatriciales permanentes de los bronquiolos y al enfisema (Figura 2.6).
Figura 2.6
Existe un grupo de pacientes con asma mal tratada de larga data que presenta
alteraciones funcionales similares a las de los pacientes con EPOC, con fibrosis e
incluso lesiones enfisematosas localizadas del parénquima pulmonar. En ellos la
obstrucción también puede ser irreversible.
Espirometría
Consiste en la medición de los flujos espiratorios desde CPT hasta Volumen Residual
durante una espiración forzada máxima.
La prueba se realiza con el paciente de pies o sentado, con o sin una pinza nasal. El
operador conecta al paciente con el espirómetro (Figura 3.1) mediante una boquilla y le
solicita que respire tranquilamente durante unos pocos ciclos. Luego solicita al paciente
que haga una inspiración máxima, seguida inmediatamente de una espiración máxima.
Con esta maniobra se obtiene una curva como la que se muestra en la Figura 3.2, en la
cual se miden tres índices de uso clínico habitual.
Capacidad Vital Forzada (CVF). Es el máximo volumen de aire que puede espirar un
individuo después de una inspiración máxima. Es un indicador del tamaño pulmonar.
Por lo tanto, la CVF disminuirá en todas las enfermedades en que exista disminución
del volumen pulmonar funcionante (enfermedades restrictivas), por relleno o colapso
alveolar, por aumento de la rigidez de las paredes alveolares o por otros mecanismos.
Volumen espiratorio forzado del primer segundo (VEF1). Como su nombre lo indica,
es el volumen de aire que espira un individuo en el primer segundo de la maniobra. El
valor absoluto de VEF1 es dependiente de dos factores:
VEF1/CVF. Para aislar el efecto del tamaño pulmonar, se calcula el VEF1 como
porcentaje de la CVF. Los individuos normales espiran durante el primer segundo entre
un 70 y 80% de la CVF. Por lo tanto, una relación VEF1/CVF menor que lo esperado
indica obstrucción de las vías aéreas; en cambio, los pacientes con enfermedades
restrictivas tienen una caída proporcional de la CVF y del VEF1, por lo que la relación
entre ambos parámetros se mantiene dentro de los límites normales (ver Figura 3.3).
Figura 3.3
Figura 3.4
El flujímetro permite medir el flujo espiratorio máximo, más conocido como PEF (peak
expiratory flow). Este índice funcional es similar al VEF1, con el cual se correlaciona
muy bien.
Aun cuando el PEF necesita bastante colaboración del sujeto, su reproducibilidad, una
vez aprendida la maniobra, es habitualmente muy buena. Por su mediana sensibilidad,
no permite detectar obstrucciones leves.
El PEF se emplea preferentemente en el control seriado de pacientes con asma, que hace
posible evaluar objetivamente las variaciones de la obstrucción de las vías aéreas
producidas por la enfermedad o por su tratamiento.
Esta prueba debe ser efectuada por el médico general, por lo que éste debe conocer la
técnica correcta de realizarla.
El enfermo debe efectuar tres maniobras satisfactorias y se debe registrar el mejor PEF.
Después de 5 minutos se efectúa una nueva medición de PEF (con tres maniobras) y se
evalúa la respuesta al broncodilatador.
Valores normales
Para interpretar correctamente el resultado de una espirometría o del PEF, es necesario
relacionarlo con los valores obtenidos en individuos normales.
Si se efectúa mediciones espirométricas a un grupo de individuos normales se encuentra
una gran dispersión de valores. Los estudios han demostrado que la variabilidad de los
índices espirométricos es explicada por varios factores:
Figura 5.3
Informe espirométrico
En Chile, los laboratorios de función pulmonar interpretan los resultados de la
espirometría de acuerdo a pautas concordadas por la Sociedad Chilena de Enfermedades
Respiratorias. A continuación se muestra la descripción de los diferentes tipos de
alteraciones espirométricas, junto a una enumeración de sus causas más frecuentes, las
que se resumen en la Tabla 6.1.
Restrictivo N
*
Obstructivo con CVF normal N
Enfermedades intersticiales
Edema pulmonar
Neumonitis infecciosas, tóxicas,
inmunológicas
Alveolitis fibrosantes
Neumoconiosis
Enfermedades neuromusculares
Miopatías
Polineuritis
Enfermedades extrapulmonares
Obesidad
Ascitis
Generalmente se considera anormal un valor de PEF por debajo del 80% del esperado.
Un cambio de 15% ó más es considerado significativo, implica que el cambio se debe al
broncodilatador empleado y no a la variación debida al azar.
Al igual que el VEF1, el PEF puede disminuir tanto en enfermedades obstructivas como
restrictivas. Pero, a diferencia de la espirometría, en esta prueba funcional no contamos
con un indicador del volumen pulmonar, por lo que su interpretación con fines
diagnósticos debe ser muy cautelosa.
Se puede concluir con razonable seguridad que una disminución del PEF se debe a
obstrucción bronquial cuando existe otra información que demuestra que el volumen
pulmonar está conservado o elevado. Por ejemplo, se puede aceptar que existe
obstrucción si el PEF es bajo y el examen físico del pulmón o la radiografía de tórax
demuestran un volumen pulmonar normal o alto.
Usos de la espirometría
La espirometría puede usarse con las múltiples finalidades que se muestran en la Tabla
8.1.
Para propósitos clínicos se informa la PC20, que es la concentración del fármaco que
causa una caída del 20% respecto al VEF1 basal. El valor normal es mayor a 8 mg/ml
tanto para metacolina como para histamina. Se puede emplear cualquiera de estos
fármacos, aunque la metacolina produce menos efectos sistémicos.
La Figura 9.2 muestra las curvas de un sujeto normal y de dos pacientes con asma. La
hiperreactividad bronquial de estos último se manifiesta por una desviación hacia la
izquierda de la curva (mayor sensibilidad) y por un aumento de la magnitud de la
obstrucción. La gravedad clínica del asma se correlaciona con la PC20.
Figura 9.2
En niños puede efectuarse una prueba de provocación con ejercicio, que tiene como
limitación la dificultad para estandarizar la magnitud del estímulo.
10.1 Paciente de sexo masculino, 18 años, talla 178 cm, con leve sensación de disnea
después del ejercicio. Examen físico normal.
TEORICO OBSERVADO
BASAL POST B. DILAT.
Prom L.inf. Abs %teor Abs %teor %cambio
CVF (L) 4,980 80 5,876 118 5,860 118 0
VEF1 (L) 4,250 81 3,860 91 4,478 105 16
FEF25-75(L/s) 4,760 59 2,475 52 2,904 61 17
VEF1/CVF(%) 85 73 71 - 76 - -
10.2 Paciente de 56 años, talla 161 cm, sexo masculino, fumador, con cardiopatía
coronaria y de insuficiencia cardíaca izquierda. Se efectúa una espirometría para
descartar EPOC, ya que persiste con disnea pese a estar clínicamente compensado de su
problema cardíaco.
TEORICO OBSERVADO
BASAL POST B. DILAT.
Prom L.inf. Abs %teor Abs %teor %cambio
CVF (L) 3,180 73 2,480 78 2,544 80 2,5
VEF1 (L) 2,600 77 1,456 56 1,520 58 4,4
FEF25-75(L/s) 2,800 40 0,588 21 0,650 23 10,0
VEF1/CVF(%) 81 70 59 60
10.3 Paciente de 58 años, sexo femenino, 162 cm, fumadora, portadora de un cáncer
bronquial sin diseminación. La Rx de tórax muestra, además, claros signos de
hiperinsuflación pulmonar. Se efectúa una espirometría después de 1 semana de
tratamiento broncodilatador intensivo, que incluyó 30 mg diarios de prednisona.
TEORICO OBSERVADO
BASAL POST B. DILAT.
Prom L.inf. Abs %teor Abs %teor %cambio
CVF (L) 3,000 72 2,100 70 2,200 73 4,7
VEF1 (L) 2,440 73 0,770 31 0,770 58 0
FEF25-75(L/s) 2,510 57 0,410 16 0,430 16 ,8
VEF1/CVF(%) 81 69 36 35
10.4 Paciente de 78 años, sexo femenino, 158 cm, a quien se efectuó una lobectomía y
una toracoplastía hace 40 años. Consulta por disnea.
TEORICO OBSERVADO
BASAL POST B. DILAT.
Prom L.inf. Abs %teor Abs %teor %cambio
CVF (L) 2,448 72 1,523 62 1,498 61 -1,6
VEF1 (L) 1,817 73 1,235 68 1,254 69 1,5
FEF25-75(L/s) 1,574 57 1,142 73 1,268 81 11,0
VEF1/CVF(%) 78 67 81 84
10.5 Paciente varón de 51 años, 170 cm, fumador, que consulta por disnea de larga data,
con exacerbaciones frecuentes. Su radiografía muestra hiperinsuflación pulmonar y sus
gases en sangre arterial hipoxemia e hipercapnia leves.
***TEORICO OBSERVADO
BASAL POST B. DILAT.
Prom L.inf. Abs %teor Abs %teor %cambio
CVF (L) 4.046 73 2,500 62 2,600 64 4,0
VEF1 (L) 3,301 77 1,143 35 1,186 36 3,7
FEF25-75(L/s) 3,474 40 0,98 28 1,100 32 12,0
VEF1/CVF(%) 81 71 46 46
10.6 Resultados obtenidos una semana después con tratamiento con 30 mg al día de
prednisona y salbutamol.
TEORICO OBSERVADO
BASAL POST B. DILAT.
Prom L.inf. Abs %teor Abs %teor %cambio
CVF (L) 4,046 73 3,450 85 3,900 85 13,0
VEF1 (L) 3,301 77 2,030 61 2,340 71 15,0
FEF25-75(L/s) 3,474 40 1,212 35 1,327 38 9,4
VEF1/CVF(%) 81 71 59 60
TABLA 1
PRINCIPALES CAUSAS DE HIPOVENTILACIÓN ALVEOLAR
1.- Alteración de los centros respiratorios: drogas depresoras del SNC, TEC,
AVE y otras enfermedades neurológicas.
2.- Alteración de la conducción nerviosa: lesiones medulares y de los nervios
periféricos
3. Trastornos en la transmisión del estímulo en la placa motora: miastenia
gravis, toxina botulínica, succinilcolina, curare.
4. Alteraciones del efector muscular: debilidad muscular respiratoria,
miopatías, alteraciones electrolíticas marcadas.
5. Alteraciones de la estructura y función de la caja torácica: cifoescoliosis,
obesidad móbida, traumatismos torácicos graves.
6. Enfermedades broncopulmonares: obstrucción de vía aérea central grave,
obstrucción bronquial difusa avanzada, enfermedades restrictivas en etapa
terminal.
b.
TABLA 2
PRINCIPALES CAUSAS DE HIPERVENTILACIÓN ALVEOLAR
TABLA 3
PRINCIPALES CAUSAS DE ACIDOSIS METABÓLICA
TABLA 4
PRINCIPALES CAUSAS DE ALCALOSIS METABÓLICA
a) Generación de alcalosis
- Pérdida de hidrogeniones: vómitos o sondas nasogástricas,uso excesivo de
diuréticos.
- Ingreso exagerado de bases: uso de bicarbonato, lactato (soluciones
endovenosas), acetato (diálisis) y citrato (transfusiones).
b) Perpetuación de la alcalosis
- Hipovolemia
- Hiperaldosteronismo
- Hipokalemia
- Hipocloremia
acidosis respiratoria
alcalosis respiratoria
acidosis metabólica
alcalosis metabólica.
Además se pueden producir alteraciones mixtas, en las que hay una combinación de
trastornos respiratorios y metabólicos.
Este módulo tiene por objeto aprender a interpretar el equilibrio ácido-base, con énfasis en
los trastornos respiratorios.
2.- En primer lugar es conveniente recordar que el ácido carbónico es el ácido más
abundante del organismo, formándose a partir del CO2 que proviene del metabolismo
de los hidratos de carbono. Al disolverse el CO2 en el plasma ocurre lo siguiente:
pH = pK + log HCO3-
H2CO3
El pK del ácido carbónico es 6,1. Por definición corresponde al pH que existe cuando la
concentración de HCO3- y H2CO3 son iguales, situación en que el logaritmo del
cuociente entre HCO3- y H2CO3 es 0.
1,2
7.- ¿Qué sucedería si la PaCO2 se mantuviera en 60 mmHg durante algunos días, como
ocurre en varias enfermedades respiratorias crónicas? Para compensar, el riñón aumentaría la
excreción de hidrogeniones y la reabsorción de bicarbonato. Se sabe que este aumento es de
aproximadamente 3,5 mEq/l por cada 10 mmHg. Por lo tanto, el pH en estas condiciones
sería de
Cálculos similares se pueden efectuar para otros trastornos del equilibrio ácido base. Para
ello se requiere conocer las cifras que se muestran en la Tabla 5:
TABLA 5
COMPENSACIÓN DE LOS TRASTORNOS DEL EQUILIBRIO
ÁCIDO-BASE
ALTERACION COMPENSACIÓN
PRIMARIA
Acidosis respiratoria HCO3- sube 1 mEq/l por cada 10 mmHg de
aguda aumento de PaCO2
Acidosis respiratoria HCO3- sube 3,5 mEq/l por cada 10 mmHg de
crónica aumento de PaCO2
Alcalosis respiratoria HCO3- cae 2 mEq/l por cada 10 mmHg de baja
aguda de PaCO2 -
Alcalosis respiratoria HCO3- cae 5 mEq/l por cada 10 mmHg de baja
crónica de PaCO2 -
Acidosis metabólica PaCO2 cae 1,2 mmHg por cada 1 mEq/l de baja
de HCO3-
Alcalosis metabólica PaCO2 sube 0,6 mmHg por cada 1 mEq/l de
aumento de HCO3-
8.- Si bien la interpretación del equilibrio ácido-base basada en las cifras mencionadas
puede ser útil, tiene algunos inconvenientes:
Una manera más simple de evaluar el equilibrio ácido-base es usar nomogramas que
resumen en un gráfico todos los cálculos. Además, el nomograma entrega una imagen
visual del conjunto del equilibrio ácido-base, que facilita su aprendizaje. En este módulo
de auto-aprendizaje usaremos el nomograma de Siggaard Andersen, que ha sido
empleado desde hace años en nuestro Departamento de Enfermedades Respiratorias.
9.- Previamente es necesario explicar dos conceptos que simplifican el análisis del
equilibrio ácido-base y que aparecen en el nomograma.
10.- Esceso de bases o Base excess. El examen de gases en sangre arterial también
informa el Base excess, cifra que representa la diferencia entre la cantidad total de bases
que el sujeto tiene y la que debiera tener, siendo el valor normal 0 ? 3 mEq/L. El base
excess (BE) incluye el bicarbonato y otros sistemas tampones del organismo. Este valor
también se obtiene también mediante cálculo y se mantiene dentro de los límites
normales en los trastornos repiratorios agudos. El BE cambia en los trastornos
metabólicos y en la compensación renal de trastornos respiratorios.