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Transporte de oxígeno
El CO2 disuelto al igual que el oxígeno obedece la Ley de Henry, pero el CO 2 es unas 20 veces
más soluble que el O2. Como resultado el CO2 disuelto ejerce un papel significativo en el
transporte de este gas, ya que cerca del 10% del CO2 que pasa al pulmón desde la sangre se
halla en su forma disuelta. El bicarbonato se forma en la sangre mediante la secuencia
siguiente:
Los compuestos carbonílicos se forman al combinarse en CO 2 con los grupos amino terminales
de las proteínas sanguíneas. La proteína más importante es la globina de la Hemoglobina y se
forma carbaminohemoglobina. Esta reacción se produce rápidamente sin acción enzimática y
la Hb reducida fija más CO 2 en la forma de carbaminohemoglobina que la HbO 2. También en
este caso la descarga de O2 en los capilares periféricos facilita la captación de CO 2 mientras que
la oxigenación tiene el efecto contrario.
Se observa que la curva de disociación del CO 2 (Figura 3) es mucho más lineal que la curva de
disociación del O2, y también que cuanto menor sea la saturación de la Hb por el O 2, mayor
será la concentración de CO 2 para una PCO2 dada. Este efecto Haldane puede explicarse por la
mayor capacidad de la hemoglobina reducida para captar los iones H + que se producen
cuando el ácido carbónico se disocia y por la mayor facilidad con la que la Hb reducida forma
carbaminohemoglobina. La curva de disociación del CO 2 tiene mayor pendiente que la del O 2.
Esto explica la gran diferencia entre la PO 2 arterial y la PO2 venosa mixta (en general unos 60
mm Hg) y la pequeña diferencia para la pCO 2 (alrededor de 5 mm Hg).
Regulación de la respiración
La respiración espontánea surge por las descargas rítmicas de las neuronas motoras que
inervan los músculos respiratorios. Esta descarga depende por completo de impulsos nerviosos
del cerebro; la respiración se detiene si la médula espinal se corta por arriba del origen de los
nervios frénicos. Las descargas rítmicas del cerebro que producen la respiración están
reguladas por modificaciones en la PO2, PCO2 y la concentración de hidrogeniones (H+); dicho
control químico de la respiración es complementado por varias influencias no químicas. En
este capítulo se describen las bases fisiológicas de tales fenómenos. Un incremento en la PCO2
o la concentración de hidrogeniones en sangre arterial, o un descenso de la PO2 aumenta el
grado de actividad de las neuronas respiratorias en el bulbo raquídeo; los cambios en sentido
contrario tienen efecto inhibidor. Los efectos de las variaciones en la química sanguínea sobre
la ventilación están mediados por los quimiorreceptores respiratorios, los cuerpos carotídeos y
aórticos, así como los grupos de células en el bulbo raquídeo y en otros sitios sensibles a los
cambios en la química sanguínea. Se inician los impulsos que estimulan el centro respiratorio.
A esto se superpone el control químico de la respiración básico, otras aferentes aportan
controles no químicos que afectan la respiración en situaciones particulares. (Barrett, 2016)
Los centros respiratorios se activan cuando reciben estímulos de una serie de receptores
periféricos, situados al largo del cuerpo y que van a estar evaluando la situación química, en
sangre y tejidos. Los receptores fundamentales que van a transmitir información a los centros
respiratorios periférico son:
Las funciones cerebrales superiores son aquellas que hacen al hombre diferente de las otras
especies, porque en el hombre han alcanzado un desarrollo tal que le permite, en buena
medida, modificar el ambiente y las circunstancias en las que vive. Son capacidades
exclusivamente humanas, adquiridas en el curso de la vida individual, mediante el aprendizaje
natural o fisiológico.
Alrededor de dos tercios del agua corporal total de los seres humanos se mantiene en las
células, principalmente en el citosol, y el resto se encuentra en el compartimento extracelular.
Los fluidos extracelulares se pueden dividir en tres tipos: líquido intersticial en el
"compartimento intersticial" (células de tejido circundante y bañándolos en una solución de
nutrientes y otros productos químicos), plasma sanguíneo y linfa en el "compartimento
intravascular" (dentro de los vasos sanguíneos y vasos linfáticos), y pequeñas cantidades de
líquido transcelular, como los fluidos oculares y cerebroespinales en el "compartimento
transcelular". Los compartimentos intersticiales e intravasculares intercambian fácilmente
agua y solutos, pero el tercer compartimento extracelular, el transcelular, se considera
separado de los otros dos y no en equilibrio dinámico con ellos. (Wikipedia, 2022)
Compartimento intracelular
El líquido intracelular, también conocido como citosol, es todo líquido contenido dentro de las
células.3 Es la matriz en la que se suspenden los orgánulos celulares. El citosol y los orgánulos
componen el citoplasma. Las membranas celulares son la barrera exterior. En los seres
humanos, el compartimento intracelular constituye el 40% del peso corporal en promedio
entre 28 litros (7,4 galAm) y 42 litros (11 galAm) de líquido, y en circunstancias normales
permanece en equilibrio osmótico.4 Contiene cantidades moderadas de iones de magnesio y
sulfato. En el núcleo celular, el componente fluido del nucleoplasma se denomina nucleosol.
Compartimento extracelular
Constituye alrededor del 20% del peso corporal normal, 14 litros (4 galAm) (Líquido intersticial
más de ¾ partes y el plasma ¼ parte del líquido extracelular).4 Está comprendido por los
compartimentos intersticial, intravascular y transcelular. Su fluido extracelular (ECF) contiene
aproximadamente un tercio del agua corporal total.
Compartimento intersticial
El compartimento intersticial (también llamado "espacio tisular") rodea las células tisulares.
Está lleno de líquido intersticial. El fluido intersticial proporciona el microambiente inmediato
que permite el movimiento de iones, proteínas y nutrientes a través de la barrera celular. Este
líquido no es estático, pero se refresca continuamente por los capilares sanguíneos y es
recogido por los capilares linfáticos. En el cuerpo humano promedio masculino (70 kg), el
espacio intersticial tiene aproximadamente 10,5 litros de líquido. (Wikipedia, 2022)
Compartimento intravascular
El principal fluido intravascular en los mamíferos es la sangre, una mezcla compleja con
elementos de una suspensión (células sanguíneas), coloides (globulinas) y solutos (glucosa e
iones). La sangre representa tanto el compartimento intracelular (el líquido dentro de las
células sanguíneas) como el compartimento extracelular (el plasma sanguíneo). El otro fluido
intravascular es la linfa. También representa tanto el compartimento intracelular (el líquido
dentro de sus linfocitos) como el compartimento extracelular (la matriz no celular de la linfa,
que es aproximadamente equivalente al suero). El volumen promedio de plasma en el macho
promedio (70 kg) es de aproximadamente 3.5 litros. El volumen del compartimento
intravascular está regulado en parte por los gradientes de presión hidrostática y por la
reabsorción por los riñones.
Compartimento transcelular
El tercer compartimento extracelular, el transcelular, consiste en aquellos espacios en el
cuerpo donde el líquido normalmente no se acumula en grandes cantidades,67 o donde
cualquier colección importante de líquido no es funcional fisiológicamente.8 Los ejemplos de
espacios transcelulares incluyen el ojo, el sistema nervioso central, las cavidades peritoneal y
pleural y las cápsulas articulares. Una pequeña cantidad de fluido, llamado fluido transcelular,
existe normalmente en tales espacios. Por ejemplo, el humor acuoso, el humor vítreo, el
líquido cefalorraquídeo, el líquido seroso producido por las membranas serosas y el líquido
sinovial producido por las membranas sinoviales son todos fluidos transcelulares. Todos son
muy importantes, pero no hay mucho de cada uno. Por ejemplo, solo hay alrededor de 150 ml
de líquido cefalorraquídeo en todo el sistema nervioso central en cualquier momento. Todos
los fluidos mencionados anteriormente se producen mediante procesos celulares activos que
funcionan con plasma sanguíneo como materia prima, y todos son más o menos similares al
plasma sanguíneo, excepto por ciertas modificaciones adaptadas a su función. Por ejemplo, el
líquido cefalorraquídeo está formado por varias células del SNC, principalmente las células
ependimales, a partir del plasma sanguíneo. (Wikipedia, 2022)
Cambio de fluidos
Los cambios de líquidos ocurren cuando los fluidos del cuerpo se mueven entre los
compartimientos de líquidos. Fisiológicamente, esto ocurre por una combinación de
gradientes de presión hidrostática y gradientes de presión osmótica. El agua pasará de un
espacio a otro pasivamente a través de una membrana semipermeable hasta que los
gradientes de presión hidrostática y osmótica se equilibren entre sí. Muchas condiciones
médicas pueden causar cambios de líquidos. Cuando el líquido sale del compartimiento
intravascular (los vasos sanguíneos), la presión arterial puede caer a niveles peligrosamente
bajos, poniendo en peligro órganos críticos como el cerebro, el corazón y los riñones; cuando
se desplaza fuera de las células (el compartimento intracelular), los procesos celulares se
ralentizan o cesan por deshidratación intracelular; cuando se acumula un exceso de líquido en
el espacio intersticial, se desarrolla edema; y los cambios de líquido en las células del cerebro
pueden causar un aumento de la presión craneal. Los cambios de líquidos pueden ser
compensados por reemplazo de líquidos o diuréticos. (Wikipedia, 2022)
Tercer espacio
El "tercer espacio" es la acumulación anormal de líquido en un espacio extracelular y
extravascular. En medicina, el término se usa a menudo con respecto a la pérdida de líquido en
los espacios intersticiales, como quemaduras o edema, pero también puede referirse a
cambios de líquido en una cavidad del cuerpo (espacio transcelular), como ascitis y derrames
pleurales. Con respecto a las quemaduras graves, los líquidos pueden acumularse en el lugar
de la quemadura (es decir, el líquido que se encuentra fuera del tejido intersticial, expuesto a
la evaporación) y causar el agotamiento de los líquidos. Con pancreatitis o íleo, los líquidos
pueden "filtrarse" en la cavidad peritoneal, lo que también causa el agotamiento de los
compartimentos intracelular, intersticial o vascular.
El volumen preciso de líquido en los terceros espacios de un paciente cambia con el tiempo y
es difícil de cuantificar con precisión.
GRUPO2 Filtración glomerular, reabsorción y secreción tubular, concentración de la orina,
regulación renal del potasio, calcio, fosfato, magnesio, regulación acido básica.
Filtración glomerular
La filtración glomerular es el proceso por el cual los riñones filtran la sangre, eliminando el
exceso de desechos y líquidos. Cuando se calcula la filtración glomerular (GFR, por sus siglas en
inglés) se determina lo bien que los riñones filtran la sangre, lo cual que es una manera de
medir el funcionamiento renal restante. La GFR también se usa para determinar la etapa de
una enfermedad renal crónica.
La filtración glomerular se calcula usando una fórmula matemática que compara la talla, la
edad, el sexo y la raza de una persona con sus niveles de creatinina sérica. Una GFR inferior a
60 mL/min/1.73 m² puede significar enfermedad renal, es decir, mientras más baja sea la cifra
de GFR, peor será el funcionamiento del riñón. Esta cifra es una estimación. Es posible que no
sea una buena medición de la salud renal en algunas personas, como en aquellos que son muy
jóvenes o ancianos, amputados u obesos.
La reabsorción tubular es un proceso que puede ser tanto activo como pasivo y permite la
transferencia de sustancias del lumen del túbulo renal para los capilares peritubulares.
Iones sodio (Na+) – 65% del Na+ filtrado es reabsorbido en el túbulo contornado proximal a través
de transportadores específicos, las bombas Na+-K+ (Na+/ K+ATPase), presentes en todas
las células del organismo. La reabsorción del Na + es esencial en el mecanismo de reabsorción de
otras sustancias, tales como el agua, el Cl–, la glucosa, los aminoácidos, etc. 25% del Na+ es
reabsorbido en el asa Henle, principalmente en la porción ascendente una vez que la sección
descendiente es impermeable al cloruro de sodio (NaCl). En el túbulo contornado distal y en el tubo
colector, la reabsorción de Na+ es facultativa y dependiente de una hormona producida por
las glándulas suprarrenales, la aldosterona. Esta reabsorción controlada es dependiente de las
reservas en Na+ del organismo, es decir, en caso de falta de Na+, la reabsorción en la porción distal
del túbulo renal es estimulada de forma a no desperdiciar y conservar el Na+ en el organismo;
Agua (H2O) – El 80% del agua es reabsorbida por ósmosis en el túbulo contornado proximal (65%) y
en la rama descendiente del asa de Henle (15%). Esta cantidad reabsorbida es fija e independiente
de la cantidad de agua presente en el organismo. La rama ascendiente del asa de Henle es
impermeable al agua que es entonces retenida en esa porción. Finalmente, una cantidad variable
es reabsorbida en el túbulo contornado distal y en el tubo colector bajo control de la hormona
antidiurética (ADH), según las necesidades del organismo;
Secreción tubular
Iones hidrógeno (H+) – La secreción de H+, en los túbulos contornados proximal y distal y en el tubo
colector, es esencial en la regulación del pH interno (homeostasis ácido-base). En caso de acidez
excesiva, la secreción de H+ aumenta y disminuye en caso contrario;
Iones potasio (K+) – La secreción de K+ es dependiente de la reabsorción del Na+, a través del
funcionamiento de las bombas Na+-K+. En el túbulo contornado distal y en el tubo colector es
variable y dependiente de la aldosterona. El aumento de la concentración de K + en el plasma
estimula la producción de aldosterona por las glándulas suprarrenales que va a estimular la
secreción de K+ y la reabsorción de Na+;
Urea, creatinina, ácido úrico, drogas, etc. – los residuos metabólicos y xenobióticos no filtrados o
reabsorbidos pasivamente tampoco son secretados y excretados en la orina.
Concentración de la orina
Debido a varios factores, los riñones consiguen hacer variar el nivel de concentración de la orina y
la excreción del agua según las necesidades del organismo. La excreción de una orina más o menos
concentrada es un proceso dependiente de la disposición anatómica de las asas de Henle. Cuanto
mayores sean las asas de Henle, mayor el número de nefronas yuxtamedulares, es decir, cuanto
más profundamente se sumerjan en la médula renal, mayor será la capacidad de concentrar la
orina. Siendo la médula renal hiperosmótica, el agua fluye por ósmosis del túbulo para la médula.
Potasio que contiene una sola comida puede llegar a ser 50 mEq, y la ingestión diaria suele
estar entre 50 y 200 mEq/día; luego no eliminar rápidamente del líquido
extracelular el potasio ingerido podría provocar una hiperpotasemia (aumento de la
concentración plasmática de potasio). Además, una pequeña pérdida de potasio del líquido
extracelular podría provocar una hipopotasemia grave
El resto está unido a las proteínas plasmáticas (alrededor del 40%)o formando complejos en
la forma no ionizada con aniones comoel fosfato y el citrato (10%).En la acidosis se une menos
Ca a las proteínas plasmáticas.En la alcalosis se une una mayor cantidad, son
massusceptibles a la tetania Una gran parte de la excreción del calcio se realiza a travésde las
heces.
Más de la mitad del magnesio del organismo se almacena en los huesos.El resto reside sobre
todo dentro de las células, y menos de un 1% selocaliza en el líquido extracelular. Aunque la
concentración plasmáticatotal de magnesio es de unos 1,8 mEq/l, más de la mitad está unida
alas proteínas plasmáticas. Así, la concentración ionizada libre demagnesio es solo de
unos 0,8 mEq/l. La ingestión diaria normal es de unos 250-300 mg/día, pero solo lamitad se
absorbe en el aparato digestivoEl túbulo proximal suele reabsorber solo el 25%del magnesio
filtrado.Principal zona de reabsorción es el asa de Henle,donde se reabsorbe alrededor del
65% de la cargafiltrada de magnesio. 5% se reabsorbe en los túbulos distal y colector.
Trastornos aumentan la excreción de magnesio: a) el aumento de la concentración de
magnesio en el líquidoextracelularb) la expansión del volumen extracelularc) el aumento de
la concentración de calcio en el líquido extracelular
Función gastrointestinal
La función principal del tracto gastrointestinal es servir como una puerta de entrada mediante
la cual los nutrientes y el agua pueden ser absorbidos por el organismo. Para cumplir esta
función, la comida se mezcla con una variedad de secreciones que surgen tanto del propio
tracto gastrointestinal como de los órganos que drenan en él, órganos como el páncreas, la
vesícula biliar y las glándulas salivales. Del mismo modo, el intestino despliega una variedad de
patrones de motilidad que funcionan para mezclar la comida con las secreciones digestivas y
moverla a lo largo del tracto gastrointestinal. En última instancia, los residuos de comida que
no pueden ser absorbidos, son expulsados del cuerpo junto con los desechos celulares. Todas
estas funciones están estrechamente reguladas de acuerdo con la ingesta de comidas. Así, el
sistema gastrointestinal ha desarrollado una gran cantidad de mecanismos reguladores que
actúan de forma local y a larga distancia para coordinar la función del intestino y los órganos
que drenan en él. Además, de acuerdo con su continuidad funcional con el exterior y con su
interacción de por vida con un microbiota complejo, el tracto gastrointestinal también alberga
sistemas inmunes, innatos y adaptativos, bien desarrollados. A pesar de todo lo anterior, es
una puerta importante para las infecciones.
El tubo digestivo se extiende desde la boca al ano. Este tubo se divide en varias partes, entre
ellas se encuentran el esófago, el estómago, el intestino delgado y el grueso, que desemboca
en el recto hasta el ano.
El proceso de la digestión comienza en la boca, donde los dientes se encargan de triturar los
alimentos ingeridos y mezclarlos con la saliva para formar el bolo alimentíceo, que baja al
estómago, a través del esófago. Una vez en el estómago, los alimentos son triturados,
disueltos y parcialmente digeridos hasta dejar una solución de ácido clorhídrico, enzimas y
partículas alimentíceas, llamada quimo.
La disolución del alimento en el estómago, que tiene un litro y medio de capacidad, se produce
con la ayuda de los movimientos musculares que agitan el bolo alimentíceo y además lo
mezclan con los jugos gástricos. Estos jugos se encuentran contenidos en el estómago, por el
cardias que comunica con el esófago.
Cuando la comida baja, el cardias se abre para dejarla pasar, pero el resto del tiempo evita que
los ácidos gástricos asciendan por el esófago. El quimo continúa bajando por el intestino
delgado, siete metros de tubo digestivo muy replegado en sí mismo. La primera parte del
intestino, el duodeno, sirve para mezclar de nuevo el quimo con los jugos procedentes del
páncreas y la bilis.
Finalmente, el quimo, cada vez más diluido, alcanza el intestino grueso. Los alimentos no
digeridos terminan en el recto donde son expulsados por el ano.
Funciones secretoras
En este resumen se explica de manera general las funciones secretoras del sistema digestivo
comenzando con la saliva, su composición y funciones, seguido de la secreción gástrica, así
como su regulación, por último, la secreción intestina y los mecanismos implicados en su
regulación. Funciones secretoras del sistema digestivo.
Secreción Salival
El sistema digestivo tiene como una de sus principales funciones la secreción de ciertas
sustancias que pueden mejorar el transporte, absorción, degradación y compactación de los
alimentos. Las glándulas salivales son consideradas como exocrinas y contienen dos tipos
celulares, células serosas y mucosas. De manera general podemos describir a las glándulas
salivales en dos tipos las mayores (extrínsecas) y menores (intrínsecas), dentro de las glándulas
salivales mayores se encuentra la glándula parótida, las glándulas submandibulares y las
glándulas sublinguales.
Existen células mioepiteliales, que se encuentran localizadas de manera precisa para que su
contracción permita que la saliva pueda salir del saco y avanzar al conducto que desemboca en
la cavidad oral. Las células que se encuentran en el conducto se encargan de modificar la
composición iónica de la saliva, lo cual hace que cuando se excrete esta sea de hipotónica, con
respecto al plasma, son las células ductales quienes también aportan ciertas proteínas como la
α-amilasa, proteasa, ribonucleasas y factor de crecimiento epidérmico. La saliva inicialmente
es isotónica, pero conforme avanza por medio de las células ductales, estas modifican su
composición, reabsorbiendo sodio y excretando potasio, sin embargo, estas células son
impermeables al agua por lo que no permiten su paso al espacio intersticial, existe también en
estas células un contratransporte de cloruro/bicarbonato en la membrana luminal, que
provoca como resultado final que la saliva excretada sea hipotónica, con alto contenido en
potasio y bicarbonato.
Secreción gástrica
Para describir la secreción gástrica debemos recordar la anatomía del estómago, que se divide
en un fondo, cuerpo, antro y píloro, ya que las glándulas de este órgano están distribuidas de
manera diferente. Existen dos tipos de glándulas, las oxinticas (también conocidas como
gástricas) y las pilóricas, las primeras principalmente se encuentran en el fondo y el cuerpo del
estómago (representan el 80% de las glándulas), mientras que las otras se localizan en el antro
y alrededor del píloro (20% de las glándulas). Las glándulas oxinticas contienen 4 tipos células
especiales que son las células parietales encargadas de producir el ácido clorhídrico y el factor
intrínseco, células principales se encargan de secretar pepsinógeno, células mucosas del cuello
y algunas células endocrinas. Mientras que las células pilóricas tienen células encargadas de la
producción de moco y gastrina. Ácido clorhídrico La producción de ácido clorhídrico es un
proceso muy importante ya que permite la digestión de los alimentos, las células parietales,
tiene dos polos uno apical (luminal) y otro basal (intersticial), en la cual se encuentran diversos
transportadores, que son los responsables de la producción de ácido clorhídrico. De manera
normal la bomba H+ /K+ -ATPasa presente en la membrana apical permite la entrada de K+ en
contra de su gradiente de concentración y permite la salida de H+ . Por otro lado la presencia
de Dióxido de carbono y agua permiten la catalización de ácido carbónico por medio de la
enzima anhidrasa carbónica, el cual se puede disociar en H+ (principal fuente hidrogeniones) y
bicarbonato, este bicarbonato sale de la célula por medio de un contra transportador de
bicarbonato/cloruro que se encuentra en la membrana basal, permitiendo la entrada de
cloruro a la célula, el cual seguirá el gradiente electroquímico de los hidrogeniones y por
consiguiente saldrá por medio de un canal de cloruro hacia la luz gástrica, formando ácido
clorhídrico.
Secreción Intestinal
Proceso de digestión
Antes de que todos estos componentes puedan ser utilizados o metabolizados, los alimentos
deben sufrir en el cuerpo diversos cambios físicos y químicos que reciben el nombre de
digestión y que los hacen "absorbibles", aunque no siempre es necesario que se produzca
algún cambio para que el componente se absorba. Por ejemplo, el agua, los minerales y ciertos
hidratos de carbono se absorben sin modificación previa. En otros casos, el proceso culinario
ya inicia cambios químicos en el alimento antes de entrar en el cuerpo: el cocinado ablanda las
fibras de carne y la celulosa de los alimentos de origen vegetal y gelatiniza el almidón. Sin
embargo, el verdadero proceso de la digestión no comienza hasta que el alimento está en el
aparato digestivo. En el proceso de digestión también intervienen las glándulas salivares, el
hígado y el páncreas y está regulado por mecanismos nerviosos y hormonales. La digestión
consiste en dos procesos, uno mecánico y otro químico. La parte mecánica de la digestión
incluye la masticación, deglución, la peristalsis y la defecación o eliminación de los alimentos.
En la boca se produce la mezcla y humectación del alimento con la saliva, mientras éste es
triturado mecánicamente por masticación, facilitando la deglución. La saliva contiene ptialina,
una enzima que hidroliza una pequeña parte del almidón a maltosa. De la boca, el alimento
pasa rápidamente al esófago y al estómago, donde se mezcla con los jugos gástricos
constituidos por pepsina (una enzima que comienza la digestión de las proteínas), ácido
clorhídrico y el factor intrínseco, necesario para que la vitamina B12 se absorba
posteriormente. El tiempo de permanencia del quimo (mezcla semilíquida del alimento) (2-4
horas) depende de múltiples factores, como, por ejemplo, el tipo de alimento. Aquellos ricos
en grasas permanecen más tiempo y los que tienen grandes cantidades de hidratos de carbono
pasan rápidamente. En el intestino delgado tiene lugar la mayor parte de los procesos de
digestión y absorción. El alimento se mezcla con la bilis, el jugo pancreático y los jugos
intestinales. Durante la fase química de la digestión diferentes enzimas rompen las moléculas
complejas en unidades más sencillas que ya pueden ser absorbidas y utilizadas. Algunas de las
enzimas más importantes son la lipasa (que rompe las grasas en ácidos grasos), la amilasa (que
hidroliza el almidón) y las proteasas (tripsina y quimotripsina, que convierten las proteínas en
aminoácidos). En el intestino grueso, las sustancias que no han sido digeridas pueden ser
fermentadas por las bacterias presentes en él, dando lugar a la producción de gases.
Igualmente pueden sintetizar vitaminas del grupo B y vitamina K, aportando cantidades
adicionales de estas vitaminas que serán absorbidas.
Introducción a la endocrinología
Como se menciona en el capítulo 3, las hormonas por lo general ejercen sus acciones en
células efectoras a través de un conjunto de receptores, lo que incluye receptores acoplados a
proteínas G (GPCR, G protein-coupled receptors) de siete dominios, tirosina cinasas de
membrana de un solo dominio y guanililciclasas, receptores de citocinas, conductos iónicos
activados por ligando y factores de transcripción nuclear. Desde el punto de vista conceptual,
es útil dividir las hormonas en dos clases: aquellas que actúan principalmente a través de
receptores nucleares para modular la transcripción en células efectoras y aquellas que por lo
común actúan a través de receptores de membrana para ejercer efectos rápidos en las vías de
transducción de señales. Las hormonas esteroideas, tiroideas y vitamina D pertenecen a la
primera clase, en tanto que las hormonas peptídicas y aminoácidos por lo general se asignan a
la segunda clase.
Los receptores para ambas clases de hormonas proporcionan sitios efectores susceptibles de
identificación para diversos compuestos que se encuentran entre los fármacos más utilizados
en la medicina clínica.
Hormonas hipofisarias
La hipófisis (glándula pituitaria) es una porción de tejido del tamaño de un guisante ubicada en
la parte inferior de su cerebro. Las glándulas son órganos que producen y liberan hormonas en
su sangre. Las hormonas son sustancias químicas que estimulan la actuación de otras células o
tejidos. La hipófisis libera muchas hormonas distintas. Cada hormona hipofisaria controla una
glándula y una función corporal diferentes.
Hormonas metabólicas
Las hormonas regulan las funciones internas del metabolismo y el crecimiento para lograr el
desarrollo sexual e inducir el nacimiento. Circulan por el torrente sanguíneo, se unen a células
objetivo y regulan la función de todos los tejidos y órganos. Todo comienza en el hipotálamo y
la glándula pituitaria, los maestros del sistema endocrino. Las hormonas que liberan controlan
las secreciones de las otras glándulas endocrinas y la mayor parte de las funciones endocrinas.
En todo el cuerpo, las hormonas permiten que se produzcan reacciones ante el estrés y otros
cambios del exterior, y mantienen el funcionamiento fluido de los procesos regulares.
Las hormonas controlan las funciones internas continuas. También permiten que nuestro
cuerpo reaccione a los cambios en el medio; por ejemplo, cuando percibimos una amenaza
súbita o nos encontramos bajo estrés. En este caso, el hipotálamo les ordena directamente a
las glándulas suprarrenales (a través de señales nerviosas) que aumenten la producción de
epinefrina y norepinefrina. Estas hormonas promueven la respuesta de “luchar o huir”: la
frecuencia respiratoria y la cardíaca aumentan y nuestros músculos reciben una oleada de
energía. Si la situación continúa, el sistema endocrino inicia la “fase de resistencia”: El
hipotálamo le indica a la hipófisis que libere hormona adrenocorticotrópica (ACTH). La ACTH
estimula las glándulas suprarrenales para que liberen mineralocorticoides y glucocorticoides, y
el páncreas secreta glucagón. Estas hormonas aumentan el azúcar en la sangre y mantienen
elevados el flujo de sangre y los niveles de energía para el estrés prolongado.
Cortico suprarrenales
Las glándulas suprarrenales o glándulas adrenales son dos estructuras retroperitoneales: la
derecha de forma piramidal1 y la izquierda de forma semilunar; ambas están situadas encima
de los riñones. Produce hormonas esteroideas, epinefrina y norepinefrina las cuales ayudan a
controlar los latidos del corazón, la presión arterial y otras funciones importantes del cuerpo.
Entre otras de sus funciones como glándulas endocrinas es la de regular las respuestas al
estrés a través de la síntesis de corticosteroides (principalmente cortisol) y catecolaminas
(sobre todo adrenalina). Estas glándulas suprarrenales producen hormonas fundamentales
para la vida, incluyendo hormonas sexuales y cortisol.
Se debe tener en cuenta que la glándula suprarrenal izquierda no es del todo superior, sino
más medial. Además, en otros animales está situada en otras zonas del organismo. Por ello se
aconseja que se las denomine glándulas adrenales. Se encuentran irrigadas por ramas de la
arteria frénica inferior, la arteria suprarrenal media (rama de la aorta abdominal), por la arteria
polar superior (rama de la arteria renal) y por el arco exorrenal del riñón.
La insulina es una hormona polipeptídica, producida y secretada por las células beta de los islotes de
Langerhans del páncreas. La insulina permite la entrada de glucosa en las células, así interviene en el
control de la glucemia y en el metabolismo de los nutrientes, para la síntesis de componentes celulares
como el glucógeno y los triglicéridos. Cuando no se produce insulina suficiente o cuando el organismo
del animal no utiliza eficazmente la insulina que secreta, aparecen trastornos en los niveles de la glucosa
en sangre, como la #Resistencia a la insulina y la #Diabetes. Gran número de estudios demuestran que la
insulina como medicamento, es una alternativa segura, efectiva y tolerable para el tratamiento a largo
plazo de la Diabetes tipo 1 y la Diabetes tipo 2.2
Estructura
La síntesis de la insulina se realiza a partir de su pre-pro-hormona una cadena única, que en el humano
es de 110 aminoácidos y con masa molecular de 11 981 Daltons (Da), la que es transformada en pro-
hormona llamada Proinsulina,23 y esta última en insulina. Esta molécula precursora, por acción de
enzimas proteolíticas conocidas como prohormona convertasas, específicamente la proproteína
convertasa 1 y la proproteína convertasa 2, así como la exoproteasa carboxipeptidasa E. La producción
endógena de insulina es regulada en varios pasos a lo largo de su ruta sintética. Primero sobre la
transcripción del ADN, específicamente a nivel del gen de la insulina. Luego a nivel de la estabilidad del
ARNm y a nivel de la traducción del ARNm. Finalmente, también se regula a nivel de las modificaciones
postraducción.[cita requerida] La síntesis de la insulina pasa por una serie de etapas. Primero la pre-
proinsulina es creada por un ribosoma en el retículo endoplasmático rugoso (RER), que pasa a ser
(cuando pierde su secuencia señal) proinsulina. Esta es importada al aparato de Golgi, donde se
modifica, eliminando una parte (péptido C) y uniendo los dos fragmentos restantes mediante puentes
disulfuro.
La insulina liberada por las vesículas secretoras de las células beta (β), se vuelca directamente
en el espacio intersticial, de donde pasa a los capilares fenestrados del islote y de allí a la vena
porta.
La molécula activa de insulina tiene 51 aminoácidos en total y se compone de dos cadenas;
una cadena A de 21 aminoácidos y una cadena B de 30 aminoácidos. Las moléculas de
insulina están acompañadas en cantidad equimolecular por moléculas de péptido C.
Glucagón
Es una hormona de estrés. Estimula los procesos catabólicos e inhibe los procesos anabólicos.
Tiene, en el hígado, un efecto hiperglucemiante debido a su potente efecto glucogenolítico
(activación del glucógeno fosforilasa e inactivación del glucógeno sintasa). Desactiva a la
piruvato kinasa y estimula la conversión del piruvato en fosfoenolpiruvato (inhibiendo así la
glucólisis). Estimula la captación de aminoácidos por el hígado para incrementar la producción
de glucosa. Estimula la gluconeogénesis. También tiene un efecto cetogénico.
El glucagón es una hormona que, igual que la insulina, también se produce en el páncreas. La
principal diferencia la encontramos en el efecto que produce, siendo contrario precisamente al
de la insulina: aumentar las niveles de glucosa en sangre. Si nuestro organismo funciona de
forma normal, el glucagón y la insulina trabajan de forma coordinada para regularse. Si la
insulina inhibe la secreción de glucagón, el glucagón activa la síntesis de insulina, y así se
consigue el necesario equilibrio.
El principal factor regulador es el nivel de glucosa en sangre. Los bajos niveles de glucosa
estimulan de forma directa a las células α, acción que se ve inhibida de forma paracrina por la
presencia de insulina. Los aminoácidos también elevan el glucagón, lo cual es importante para
evitar una hipoglucemia provocada por una comida rica en proteínas. En presencia de glucosa
este efecto es menor. Los ácidos grasos libres, en humanos, ejercen un efecto inhibidor sobre
la secreción de glucagón. Los péptidos intestinales secretados en respuesta a la ingesta,
provocan liberación de glucagón (CCC y gastrina). Las catecolaminas, la hormona del
crecimiento y los glucocorticoides estimulan su secreción, estos últimos de forma directa y de
forma indirecta por su acción sobre el incremento de aa en plasma. La estimulación simpática
a través de receptores alfa adrenérgicos estimulan la liberación de glucagón, siendo ésta una
de las vías de actuación del estrés. La estimulación vagal y ACh también tienen un efecto
estimulador.
Diabetes mellitus
Las afecciones de diabetes crónica comprenden diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2. Las
afecciones de diabetes potencialmente reversibles incluyen prediabetes y diabetes
gestacional. La prediabetes ocurre cuando tus niveles de glucosa en la sangre son más
elevados de lo normal. Pero esos niveles de glucosa en la sangre no son tan altos como para
ser denominados diabetes. La prediabetes puede convertirse en diabetes, a no ser que se
tomen medidas para prevenirla. La diabetes gestacional ocurre durante el embarazo, pero
puede desaparecer después de que el bebé nace.
Diabetes mellitus tipo 1
Diabetes mellitus tipo 2
El diagnóstico suele hacerse transcurridos varios años desde el inicio de la enfermedad, ya que la
hiperglicemia se desarrolla gradualmente y en su período inicial no produce síntomas notables. Sin
embargo, durante este período los pacientes pueden desarrollar cualquiera de las complicaciones
macrovasculares o microvasculares de la enfermedad. Durante este período inicial se presenta una
condición denominada intolerancia a la glucosa.
Diabetes mellitus gestacional
Hormona paratiroidea
La función de reproducción es una función vital que realiza todo ser vivo, es una etapa por la que pasan
los organismos vivos y hace referencia a la supervivencia de la especie, es decir, es gracias a la cual se
perpetúan los genes que definen o caracterizan una especie y mediante la que los organismos forman
nuevos individuos, ya sea por reproducción sexual o asexual.
La reproducción celular ocurre cuando una célula se divide para dar lugar a otras nuevas,
mediante mitosis o meiosis. Con la mitosis, que es la forma más frecuente de división celular
en eucariotas, la célula madre copia la información genética completamente y, posteriormente, divide el
citoplasma en dos, dando lugar a dos células hijas idénticas. La reproducción celular es importante, ya
que permite el crecimiento de organismos pluricelulares, así como la sustitución de células que han sido
dañadas.
Las plantas se reproducen para formar nuevos individuos y lo hacen a través de la reproducción sexual o
asexual, coexistiendo en la mayoría de los vegetales ambos tipos.
En cuanto a la reproducción asexual de las plantas, solo interviene un individuo y no participan células
especializadas ni gametos sexuales. Una de las ventajas de la reproducción asexual es que permite un
rápido crecimiento de la población, cuyos individuos comparten exactamente el mismo material
genético, es decir, son clones unos de otros y por tanto, no hay variabilidad genética. Por otro lado,
la reproducción sexual en plantas ocurre cuando dos células germinales especiales, (gametos) se
fusionan para dar un nuevo individuo con la combinación genética de ambos progenitores.
Existe una cantidad verdaderamente amplia de hormonas dentro de nuestro cuerpo y, tal como hemos
dicho, cada una produce un efecto diferente. Entre las más importantes podemos reconocer a:
Progesterona: Especifica de las mujeres, es secretada por los ovarios y actúa sobre las
glándulas mamarias y el útero, ocupándose de regular los ciclos menstruales.
Gonadotropina coriónica: Esta hormona es producida por la placenta, y actúa sobre las
gónadas, su función es la de a ayudar a mantener el embarazo de forma continua.
Testosterona: Esta hormona, es producida por los testículos en los machos y en menor
cantidad en los ovarios de las hembras y también por las glándulas suprarrenales. Esta es la
principal responsable de la excitación sexual masculina.
Insulina: Esta hormona es producida por las células beta de Langenhans, su efecto es general,
causando un aumento en el uso de glucosa (metabolismo de la glucosa incrementado) y
reduciendo el azúcar en la sangre.
Tiroxina: Esta hormona es producida por la Glándula tiroides y paratiroideas, ocupándose de
regular el metabolismo del calcio y del fosforo en todo el cuerpo en general.
Adrenalina: O también conocida como epinefrina, es producida por las glándulas suprarrenales,
se asocia frecuentemente con las reacciones de lucha o huida, y provoca un incrementó en la
frecuencia cardíaca, contrae los vasos sanguíneos y provoca un estado de alerta y excitación
elevado.
Serotonina: Es una hormona neurotransmisora, producida las neuronas serotoninérgicas del
sistema nervioso central, y también en las células enterocromafines ubicadas en el tracto
gastrointestinal, siendo su función la de controlar el humor, el apetito y el sueño.
Dopamina: Esta hormona es un neurotransmisor producido en el hipotálamo, aunque también
se puede producir de forma artificial, su función es la de aumentar el ritmo cardíaco y la
presión arterial.
Melatonina: Según se ha observado su producción se genera por estímulos de luz que ingresan
a través del ojo, cuando estos son detectados por la glándula pineal. Actualmente aún se sigue
investigando todas las funciones que abarca esta hormona, pero algunos de los efectos más
comunes a asociados a ella son, la modulación del sistema inmune, su efecto antioxidante y
también es causante del sueño.
Somatotropina: O como también conocida como hormona del crecimiento, es segregada por la
Hipófisis anterior, causando sus efectos en los huesos y músculos principalmente, provocando
la estimulación del crecimiento y la mitosis celular (replicación de células).
Secretina: Esta hormona actúa sobre el páncreas y es secretada por la mucosa duodenal,
siendo la encargada de estimular la secreción de jugos pancreático
Prolactina: Producida por la Hipófisis anterior y actuando sobre el útero, las mamas y el
sistema nervioso central, es la encargada de la producción de leche; además del placer tras las
relaciones sexuales.
Oxitocina: Esta hormona es producida por la Hipófisis posterior, causando su efecto sobre las
mamas, el útero y la vagina. Esta hormona realiza diferentes funciones, se encuentra
involucrada en la secreción de leche, forma parte de las causas del orgasmo y también está
presente en las reacciones que provocan la confianza con la gente.
Leptina: Hormona producida por el tejido adiposo, su función es la de disminución el apetito y
aumento el ritmo del metabolismo.
Orexina: La orexina es producida por el Hipotálamo, y cumple la función de aumenta el gasto
de energía y provocar el apetito.