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Las doce madres-abuelas fundadoras fueron: María Isabel Chorobik de Mariani,

Beatriz H. C. Aicardi de Neuhaus , Eva Márquez de Castillo

Barrios , Alicia Zubasnabar de De la Cuadra,

- Hallazgo de Ana LibertadEl 21 de agosto de 2014,


la entidad de Abuelas de Plaza de Mayo, liderada por su presidenta Estela de Carlotto dio
a conocer la noticia de que habían encontrado a la nieta número 115, hija de Elena De la
Cuadra y Héctor Baratti y nieta de Alicia Zubasnabar de De la Cuadra. Ana Libertad reside
en los Países Bajos y se hizo un análisis voluntariamente a raíz de una investigación
judicial que llevaron a cabo las Abuelas a partir de una denuncia realizada en 2010 y por la
cual se la señalaba como una posible hija de desaparecidos.- Vilma Delinda Sesarego de

Gutiérrez, -Su nieta, Valeria Gutiérrez Acuña, fue restituida


en febrero de 2014.-Mirta Acuña de Baravalle,

Haydee Vallino de Lemos -,Haydée de Lemos


supo que su hija había dado a luz a una bebé llamada María José y descubrió que la
misma había sido entregada a una mujer policía. En 1987, ya retornada la democracia, el
juez Juan Maria Ramos Padilla, ordenó la restitución de María José Lavalle Lemos a su
abuela. Se trató de la segunda restitución ordenada por la justicia argentina. Tanto María
José como su abuela continuaron actuando en los organismos de derechos humanos.2-
Leontina Puebla de Pérez Fue abuela de Victoria Donda Pérez, su nieta nacida en
cautiverio recuperada en 2004, elegida diputada nacional en 2007. Se encontraba radicada
en Canadá desde 1989.2--, Delia Giovanola de Califano

-encontró a su nieto Martín en noviembre de


2015, tras 39 años de búsqueda-, Raquel Radio de

Marizcurrena, Clara Jurado


y María Eugenia Casinelli de García Irureta Goyena-.Su nieta, Macarena Gelman, fue
encontrada en Montevideo y restituida en junio del 2000,-14
Licha Zubasnabar fue su primera presidenta. Inicialmente adoptaron el nombre de Abuelas
Argentinas con Nietitos Desaparecidos pero en 1980 terminaron organizándose legalmente
con la denominación por la que ya eran públicamente reconocidas, Abuelas de Plaza de
Mayo.
Este subgrupo de Las Madres comprendió que la situación de los niños secuestrados por
las fuerzas de seguridad, era diferente de la de sus padres y que se precisaban estrategias
y metodologías específicas para recuperarlos. "Buscar a sus nietos sin olvidar a sus hijos",
fue la consigna que las agrupó.15
Durante la dictadura militar y a pesar de los riesgos, las Abuelas de Plaza de
Mayo iniciaron una tarea detectivesca para localizar a sus nietos, sin abandonar la
búsqueda de sus hijos, a la vez que emprendieron una acción de sensibilización nacional e
internacional acerca de los niños desaparecidos y el robo de bebés.
Una vez recuperada la democracia el 10 de diciembre de 1983 las Abuelas promovieron la
utilización de los últimos adelantos genéticos para establecer un sistema de identificación
de los nietos apropiados, sin antecedentes en el mundo y presionaron para que el Estado
enjuiciara a los responsables de los secuestros de los niños, considerándolo como parte
de un plan represivo.
En 1984 las Abuelas se organizaron como asociación civil sin fines de lucro, dejando Alicia
la presidencia, que pasó a ser ejercida por María Isabel de Mariani (Chicha). Para
entonces su esposo acabada de fallecer. Desde entonces Alicia continuó como vocal de la
asociación. Hasta 2008, Abuelas de Plaza de Mayo habían recuperado 88 nietos. Se
estima que en total fueron secuestrados unos quinientos niños, nacidos entre 1975 y 1980.

Los exámenes de sangre para determinar paternidad ya eran conocidos en la


década del 70, pero en este caso los padres estaban desaparecidos. ¿Se
podría usar la sangre de los abuelos y de otros familiares para reconocer a los
nietos robados? Las Abuelas visitaron academias y universidades y un grupo
de investigadores, en los Estados Unidos, asumió el desafío de ayudarlas.

Después de un año de intenso trabajo estadístico y matemático, los científicos


lograron determinar el “índice de abuelidad” que garantizaba un 99,99 por
ciento de eficacia en la determinación de parentesco, y por lo tanto la
Justicia debió incorporarlo como prueba. Se utilizó por primera vez en 1984
cuando recuperó su identidad una niña que había sido secuestrada junto a sus
padres y, tres años más tarde, la misma técnica fue empleada para identificar a
otra nieta que había nacido en cautiverio.

A mediados de los años 80, las Abuelas impulsaron la creación de un banco


para almacenar sus perfiles genéticos y garantizar la identificación de sus
nietos. En 1987, el Congreso de la Nación creó por ley el Banco Nacional de
Datos Genéticos (BNDG) que desde entonces se encarga de resolver la
filiación de las niñas y niños apropiados durante la última dictadura. En este
Banco se encuentran almacenadas todas las muestras de los familiares que
buscan a los niños desaparecidos por el terrorismo de Estado, y de todas las
personas que sospechan ser hijas de desaparecidos, y ya dejaron su muestra
en el Banco. El BNDG ha ido sumando las técnicas más avanzadas de
identificación genética y forense y en 2009 se sancionó una nueva ley que
jerarquizó a la institución.
Los primeros contactos de las Abuelas de Plaza de Mayo con la Justicia se
remontan a la última dictadura, cuando presentaban los recursos de hábeas
corpus por sus hijos y nietos.

Ya en democracia, en 1985, se realizó el histórico Juicio a las Juntas -en el que


fueron condenados altos mandos del régimen- pero poco después las
presiones militares surtieron efecto y consiguieron la sanción de las leyes de
Obediencia Debida y Punto Final, también conocidas como las leyes de
impunidad.

Gracias a la lucha de Abuelas, los casos por robo de bebés quedaron afuera de
estas normas y se convirtieron en el único resquicio para obtener algo de
justicia. Entre 1986 y 2003 hubo 18 condenas por 13 casos de robo de bebés
pero los juicios tardaban mucho en concretarse.

El 25 de agosto de 2003, el Congreso de la Nación anuló las leyes de


impunidad y se inició la reapertura de causas en la Justicia, entre ellas las
“megacausas” ESMA y Campo de Mayo, en las que Abuelas fue querellante.
En este marco, los apropiadores y entregadores de nuestros nietos
comenzaron a ser juzgados y condenados en función de los gravísimos delitos
que habían cometido. Algunos hijos de desaparecidos, víctimas de apropiación,
se convirtieron incluso en querellantes contra ellos.

En 2012 llegó a su fin la causa más emblemática de nuestra Asociación,


conocida como “Plan sistemático de apropiación de menores”, donde se
investigaron 35 casos -25 de nietos restituidos por Abuelas-, declararon unos
200 testigos y el ex dictador Videla fue sentenciado a 50 años de prisión.

Enriqueta Estela Barnes de Carlotto


(Buenos Aires, 22 de octubre de 1930) es una activista argentina de derechos humanos y
presidenta de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo.
Una de sus hijas, Laura Estela Carlotto, fue secuestrada y desaparecida en Buenos Aires,
embarazada, a fines de 1977. Por relatos pudo reconstruir que su hija había llegado a parir
y que su nieto fue apropiado y su identidad cambiada. Lo buscó durante casi 36 años.1 El 5
de agosto de 2014, tras una comprobación de ADN hecha voluntariamente por el
interesado, su nieto fue identificado, y se convirtió en el número 114 de la lista de nietos
recuperados.234

Hasta la fecha llevan recuperados 132 nietos

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