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CONTEXTO FILOSOFÍA MODERNA

Antes de adentrarnos en las corrientes filosóficas más importantes del período


moderno, debemos hacer mención a uno de los filósofos más importantes del
Renacimiento (s. XV). Nicolás Maquiavelo. En su obra El Príncipe defiende la
monarquía absoluta como forma de ejercer el poder en el Estado y propone un
gobernante hábil, astuto y “realista”, que para mantener el orden y acrecentar el
poder de su Estado debe, sin reparar en consideraciones morales de ningún tipo,
recurrir si es necesario al engaño, al fraude, al soborno o al asesinato. Sostiene,
pues, que el ejercicio del poder político es independiente de cualquier principio
moral y que “el fin justifica los medios”. El fundamento de su teoría política es la
aceptación de un hecho real: la maldad natural del hombre. El hombre, dice
Maquiavelo, es mentiroso y su móvil principal es el interés más egoísta; por
consiguiente, el gobernante debe tratar sin escrúpulos a los súbditos, pues éstos lo
único que desean es un Estado fuerte capaz de proteger sus vidas y sus propiedades,
y si para ello el Estado ha de usar medios inmorales, pues están justificados. Por
“razón de Estado” todo puede hacerse, es decir, toda acción es válida si conduce al
fortalecimiento del Estado.

Para enlazar con las dos corrientes filosóficas más importantes de la filosofía
moderna, racionalismo y empirismo, hay que hablar de Bacon y Galileo, que
destacan la necesidad que la ciencia tiene para orientar sus investigaciones y
proporcionar cierta seguridad siguiendo un método que llevará a descubrir verdades
que no se podrían conocer de otro modo.

- Bacon. Inglés y empirista (solo aquellos conocimientos obtenidos de la


observación de los hechos pueden ser verdaderos). Este pensamiento lo
continuarán los empiristas cuyo máximo representante es David Hume.
- Galileo. Italiano y racionalista (confía más en la razón sin acudir a la
experiencia, aunque sí más tarde para verificar las hipótesis matemáticas
construidas por la razón). Esta línea será continuada por el racionalismo, cuyo
representante primero es René Descartes.

Las tres grandes corrientes de la filosofía moderna son el racionalismo, el empirismo


y el criticismo. Los filósofos modernos se caracterizan por anteponer la gnoseología
a toda otra cuestión, se investiga el origen. Además, asumen una postura
subjetivista, la realidad solo puede ser conocida a partir de nuestras ideas o
representaciones mentales. Conocemos las cosas no tal y como son, sino tal y como
las percibimos a través de nuestras estructuras mentales.

Características fundamentales de la filosofía racionalista:

1. Plena confianza en la razón humana.

La razón tiene un valor extremo para los racionalistas y es entendida como el único
modo de alcanzar la verdad. La oposición entre razón y fe es sustituida por la
contraposición entre verdades racionales frente a engaños o ilusiones de los
sentidos, es decir, razón frente a sensibilidad.

2. Existencia de ideas innatas

Los racionalistas, siguiendo a Platón, afirman que la conciencia posee ciertas ideas
presentes en el alma humana y en ellas se encuentra la verdad. La característica
fundamental de esas ideas es su simplicidad, claridad y distinción.

3. Adopción de un método de carácter matemático

Todos los racionalistas toman como modelo el método utilizado por la matemática y
la geometría. La utilidad del método estriba trata de unificar las ciencias e incluso de
crear una ciencia de carácter universal.

Descartes y su proyecto racionalista

Descartes es considerado como el padre de la Filosofía Moderna. Su proyecto inicial


pretende el logro de una ciencia universal, proyecto que nace como reacción a la
filosofía escolar que Descartes percibe como caracterizada por el desacuerdo en casi
todas las cuestiones. Rechaza la lógica silogística y considera que el método ha de
ser único, común en sus reglas para todas las ciencias, por lo que la raíz principal de
su racionalismo consiste en postular la conveniencia de un método general. Para
buscar dicho método, su referencia fundamental serán las matemáticas, que deben
su verdad a la razón. Sólo en las matemáticas pueden encontrarse las verdaderas
demostraciones. Descartes hace del método matemático el método de todo lo real.

Empirismo.

Abordemos ahora otra gran corriente filosófica de la época moderna, el llamado


empirismo inglés se desarrolla a finales del siglo XVII y sobre todo en el XVIII, en
Gran Bretaña, país donde la burguesía, ayudada por la nobleza, instaura una
monarquía parlamentaria, a diferencia de las monarquías absolutas existentes en la
Europa continental.

Empirismo se contrapone a Racionalismo: mientras que éste tiene como modelo de


ciencia a las Matemáticas, aquél va a tener como modelo de saber científico a las
ciencias experimentales, en particular a la Física.

Rasgos generales del ‘empirismo inglés’.

Los empiristas afirman que el origen del conocimiento/ideas está en la


experiencia. Así afirman: “Nihil est in intellectu quod prius non fuerit in sensu”
(“Nada hay en el entendimiento que no haya pasado antes por los sentidos”).
Niegan, por tanto, la existencia de ideas innatas. Y afirman que la experiencia puede
ser de dos tipos:

- externa: es la experiencia que tenemos de la realidad exterior gracias a los


sentidos, es decir, a través de las sensaciones.

- interna: es la experiencia que, gracias a la reflexión, nuestra mente tiene de su


propia actividad (sentimientos, pasiones, deseos, imágenes, pensamientos, etc.).

Afirman también que el conocimiento humano tiene sus límites: los que
marca la experiencia. No podemos conocer con verdad nada que se halle más allá de
la experiencia. (Esto les distingue del Racionalismo, para el cual la razón humana
posee ideas innatas con las que puede llegar a conocer lo que está más allá de la
experiencia y construir la Metafísica.)

Por último, y en esto coinciden con el racionalismo, los empiristas afirman que
nuestro conocimiento es siempre conocimiento de ideas. Discreparán en cuál es el
origen de las ideas: innatismo frente a experiencia. Los empiristas, además, tratarán
de descubrir cuáles son los mecanismos psíquicos en virtud de los cuales nuestra
mente relaciona/asocia ideas para conocer la realidad.

Uno de los principales filósofos empiristas es David Hume, que también


podría presentarse como un pensador ilustrado y, en este sentido, trata de liberar al
hombre de todos aquellos falsos saberes teológicos y metafísicos que, pretendiendo
ser ciencias fundamentales y primeras, no consisten sino en prejuicios, errores y
supersticiones, impidiendo el verdadero progreso del saber humano.

Quiere construir una ciencia (la ciencia de la naturaleza humana o


antropología) que sirva de fundamento a las demás. Esa ciencia tiene que
establecer, en primer lugar, los límites del entendimiento humano, es decir, los
límites de lo que podemos conocer, más allá de los cuales no hay más que
“sofistería e ilusión”, dice Hume.

Para Hume los contenidos de nuestra mente son impresiones e ideas. Toda
idea se deriva de una impresión y por ello, los límites de nuestro conocimiento de la
realidad los marcan las impresiones. Si una idea de nuestra mente no se deriva de
una impresión es falsa.

El empirismo radical o consecuente de Hume le lleva, por un lado, a


cuestionar la validez de la Metafísica como supuesto conocimiento esencial de la
realidad o ser de las cosas, afirmando que lo que nos es dado conocer es siempre
una realidad fenoménica; y por otro lado, a un escepticismo moderado: en lo que
se refiere al conocimiento de las relaciones que se dan entre los hechos, no
podemos alcanzar ninguna verdad necesaria (=que posea certeza racional absoluta),
únicamente conocimientos probables que, por costumbre, creemos como
verdaderos con un sentimiento muy vivo.

Otro empirista importante es John Locke, fue el padre del liberalismo político y
económico, así como defensor del parlamentarismo, de la propiedad privada y de la
separación de poderes a nivel político. Rechazaba las "ideas innatas" cartesianas y
afirmaba que, antes de la experiencia, el entendimiento se encuentra vacío como
una hoja en blanco o como una tabla rasa. No hay ideas innatas ni en el plano
teorético ni en el práctico o moral. Las cualidades sensibles de los objetos son
transmitidas a la mente a través de los sentidos. Ésta es la primera fuente del
conocimiento, la sensación o experiencia externa. La segunda fuente del
conocimiento es la reflexión, o experiencia interna, que es la percepción que la
mente tiene de su propia actividad mental. Locke clasifica a las ideas en simples y
complejas.

Ilustración.

Con la ilustración se lleva a cabo un desplazamiento de la cuestión teológica y se ve


al sujeto humano como punto de partida del conocimiento. Existe una primacía de
la Gnoseología sobre la Ontología, lo que interesa es lo que el sujeto conoce. Kant,
en la Crítica de la razón pura, intenta establecer las condiciones del conocimiento
pero desde la perspectiva del sujeto, la verdad ahora está en el intelecto del ser
humano.
La Ilustración es un periodo en el que se intenta instaurar una nueva etapa en la que
los humanos se guíen por la luz de la razón. La educación tendrá un lugar
protagonista en el pensamiento ilustrado, ya que a través de ella se podrá progresar
y conseguir una sociedad mejor, basada en el conocimiento y la razón.

en su escrito “¿qué es la ilustración?”, Kant la define como la capacidad del ser


humano de atreverse a saber, de liberarse de las cadenas de la ignorancia, y de
pensar por sí mismo no dejandose arrastrar por falsos tutores.

KANT llevará a cabo una síntesis del racionalismo y del empirismo. Intentará superar
los errores del racionalismo y el empirismo potenciando sus aciertos y haciendo ver
que las dos caras de la misma moneda son distintas pero no contradictorias. El
conocimiento para Kant es la suma de la información que nos aportan los sentidos, y
de la interpretación y ordenación de esa información a través de las estructuras a
priori que tenemos en nuestro entendimiento y a la que llama categorías. Esta
manera de entender el conocimiento plantea que es el sujeto el que construye el
objeto, el que construye la realidad, y a esto se le llama Giro Kantiano.

Tanto el racionalismo, con Descartes, como el empirismo, con Hume, habían


pretendido cimentar la filosofía pero ambos proyectos han tenido sus aciertos y
errores. Kant se propone luchar tanto contra el dogmatismo racionalista como
contra el escepticismo empirista, pero lo que realmente busca es la posibilidad o no
de la metafísica como ciencia.

El proyecto kantiano tiene dos fases:

1. El examen de los principios que hacen posible el conocimiento teórico. Con tal
examen o juicio de la razón llegará a la conclusión que la metafísica no puede
ser ciencia, no existen juicios sintéticos a priori en la metafísica, y por ello no
podemos conocer entidades como Dios o Alma, aunque no por ello van a
dejar de tener importancia para el ser humano.
2. El examen de los principios que hacen posible el conocimiento práctico.
Aquello que no puedo conocer a nivel teórico, como Dios o el Alma, son
cruciales para mi actuar ético. Dios, alma, libertad, se conformarán como
postulados de la razón práctica.

Por último podemos hacer una breve mención a otro ilustrado, Jean Jacques
Rousseau, un filósofo ilustrado francés, controvertido y provocador. En el ámbito
político, defiende una sociedad en la que se pueda convivir con igualdad y libertad, y
donde los ciudadanos sean más compasivos entre ellos y menos egoístas. Su
concepto clave es el de voluntad general, la unión de todos las voluntades
particulares, que debe dirigir un Estado.

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