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EDUCACIÓN SEXUAL

INTEGRAL (ESI)
PARA PEDIATRAS
Dra. María Victoria Gacitúa
Médica Pediatra especialista en Adolescencia.
Médica de planta y Co-coordinadora del Equipo
comunicación y redes sociales del Servicio de Adolescencia
del Hospital Argerich, CABA.
Co-fundadora de Intervenciones Interdisciplinarias en ESI (IIESI).
Miembro del Grupo de Trabajo de Sexualidad, Género y
Diversidad en el Curso de Vida (SAP).

Lic. Carolina Corino


Psicóloga. Profesora en Psicología. Psicoanalista.
Docente Cátedra I de Teoría y Técnica de Grupos Facultad
de Psicología, UBA.
Co-coordinadora del Equipo comunicación y redes sociales
del servicio de Adolescencia del Hospital Argerich, CABA.
Docente en escuela media en el marco de la ley de
Educación Sexual Integral.
Co-fundadora de Intervenciones Interdisciplinarias en ESI (IIESI).
Miembro del Grupo de Trabajo de Sexualidad, Género y
Diversidad en el Curso de Vida (SAP).
Objetivos
m Identificar el significado de la educación sexual integral (ESI) y
su finalidad según la Ley N° 26.150.
m Conocer el marco legal que regula y respalda el trabajo en ESI.
m Reconocer que muchos conceptos, dichos populares o
información circulante en la sociedad relacionados con la ESI
son mitos.
m Describir los diferentes ejes incluidos en la ESI y aplicar este
abordaje integral en la tarea profesional cotidiana.
m Acompañar a niños, niñas, adolescentes y sus familias
invitándolos a reflexionar y repensar las temáticas relacionadas
con la ESI.

Esquema de Contenidos
EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL

Marco Legal Mitos y realidades

Cuidar el cuerpo y la salud


Valorar la afectividad
Reconocer la
Ejes
perspectiva de género
Respetar la(S) diversidad(ES)
Ejercer nuestros derechos

Cómo y cuándo implementarlos


en el consultorio

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Aclaración sobre
el lenguaje inclusivo
Advertimos que si hablamos y/o escribimos siempre en masculino –por ejemplo: los
adolescentes– y nos referimos también a adolescentes mujeres, éstas, no estarían
siendo mencionadas, reduciendo, así como universal al género masculino. Cele-
bramos que hoy se visibilicen las limitaciones de la lengua española en el uso del
genérico masculino para nombrar a todas las personas de todos los géneros, lo que
efectivamente representa una realidad de injusticia y desigualdad. Se avanzó comen-
zando a utilizar las/los y así incluir tanto a varones como a las mujeres, otra opción
fue el uso de la @ por ejemplo: -l@s chic@s- pero debemos pensar en otros modos
de vivir que no se ajustan solamente a varones y mujeres. La ley de identidad de
género 26.743 sancionada en el año 2012 en nuestro país nos dio herramientas para
pensar y si bien las autoras preferimos utilizar la x pensando en las diversidades, al
no estar la misma o el lenguaje inclusivo aprobados por la Real Academia Española
utilizaremos en el presente texto aleatoriamente las y los o el genérico masculino sin
olvidarnos de LXS.

Introducción
Los adultos actuales pertenecemos a una generación que creció sin Educación
Sexual Integral (ESI) o la misma se limitó a la exhibición de una película alusiva al
tema o la charla de algún especialista enfocada, principalmente, en los aspectos
biológicos, la genitalidad y los métodos anticonceptivos. Al historizar nuestro reco-
rrido como profesionales de salud con frecuencia advertimos que ni siquiera hemos
trabajado contenidos de ESI en la formación médica de grado o de postgrado.
Es desde allí que nos proponemos el desafío de trabajar los contenidos de la
propuesta de Educación Sexual Integral y escribir un texto donde tenemos que re-
flexionar desde nuestra propia implicación.
El primer paso a dar como estos adultos es averiguar qué nos pasa a nosotros a la
hora de hablar de sexualidades. ¿Qué nos pasa en el cuerpo y las emociones?
¿Cuáles son nuestros miedos? ¿Nuestros prejuicios? ¿Qué información tenemos y cuál
deberíamos revisar? ¿Qué tan preparados estamos para abordar todos los temas?
¿Qué información carecemos y qué cosas deberíamos reforzar? ¿Cómo nos hablaron
de educación sexual y cómo nos hubiera gustado que lo hicieran?
No hay respuestas aseguradas y certeras. El desafío es poder repensarnos y comen-
zar a amigarnos con nuestras trayectorias personales. Cuando hablamos de repen-
sarnos, nos referimos a de-construir nuestros saberes previos, ponerlos en tensión,
des-andarlos y des-anudarlos para poder construir nuevas narrativas alrededor de
la(s) sexualidad(es).
Para aventurarnos en este escrito y su escritura apostamos a criterios transdisciplina-
rios buscando atravesar los límites disciplinarios. Aspirando a la construcción conjunta,

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al conocimiento relacional, que nunca será acabado, que invita al diálogo y a la revisión
permanente. De allí la intención de escribir a partir de un diálogo de saberes, tensio-
nes y complejidades teóricas inherentes a la actitud y trabajo donde las preguntas nos
guían e interpelan nuestra práctica cotidiana y se hacen extensivas a la invención de
estrategias para la implementación de la ESI.

Educación ¿¿¿SEXUAL???
La sexualidad es una dimensión central en la vida de las
personas que se desarrolla desde el nacimiento y va mucho
más allá de la genitalidad, abarca al sexo, las identidades y
los roles de género, el erotismo, el placer, la intimidad,
la reproducción y la orientación sexual.

Se vive y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitu-


des, valores, conductas, prácticas, roles y relaciones interpersonales. La sexualidad
puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencian o se
expresan siempre. Está atravesada por la interacción de factores biológicos, psicoló-
gicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos
y espirituales y vincula varios aspectos, como los sentimientos y los afectos, cómo
nos relacionamos con los otros, las formas de experimentar el placer, el ejercicio de
los derechos sexuales, el reconocimiento y cuidado del propio cuerpo y del cuerpo
del otro.
Así mismo la sexualidad nos conecta con una dimensión que no siempre se nombra
y vale la pena destacar, la sexualidad pensada como una experiencia lúdica de
descubrimiento placer, deseo, erotismo y exploración.

Pero entonces…
¿de qué hablamos cuando
hablamos de ESI?
La ESI es un espacio continuo, transversal y sistemático de enseñanza-aprendizaje
que no se limita a una sola materia o intervención educativa.

La ESI entiende la sexualidad en su dimensión más amplia


estimulando y fortaleciendo, de esta manera, valores como
la solidaridad, el respeto, la inclusión y la participación
ciudadana a lo largo del curso de vida.

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Desglosamos cada uno de sus términos:
mm Educación, entendida como la transmisión de información científi-
camente validada pertinente, precisa y actualizada que permita la
circulación de ideas y la construcción de criterios propios.
mm Sexual, en su definición más amplia como aspecto central del ser
humano que abarca identidades y roles de género, erotismo,
placer, intimidad, orientación sexual, salud en general y la salud
sexual y reproductiva (o no reproductiva).
mm Integral, ampliando la lógica de la educación de carácter “preven-
tivo” hacia una que reconoce aspectos jurídicos, sociales, psicoló-
gicos, éticos y culturales. Comprende a la ESI como un entramado
complejo y multidimensional.

¿PARA QUÉ ES LA ESI?


Para que niños, niñas y adolescentes (NNyA) puedan tomar decisiones libres e infor-
madas sobre su cuerpo, su sexualidad y su salud, construir relaciones respetuosas
en un marco de cuidado y consentimiento, respetar la diversidad, respetar y cuidar la
intimidad propia y la de los demás, prevenir situaciones de abuso sexual, identificar
situaciones de violencia y denunciarlas, conocer y decidir sobre métodos anticon-
ceptivos, prevenir embarazos no intencionales, cuidarse de las infecciones de trans-
misión sexual, conocer sus derechos, (incluido el derecho a la interrupción legal del
embarazo), tener herramientas para exigirlos y detectar cuando son vulnerados.

Marco legal: las leyes que


respaldan el trabajo en ESI
En la Argentina, la educación sexual integral (ESI) se reconoció como un derecho a
partir de la sanción de la ley N° 26.150, en 2006. Allí se establece que “todos los edu-
candos tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos edu-
cativos públicos, de gestión estatal y privada de las jurisdicciones nacional, provincial,
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal”. La norma se nutre del marco de
los derechos humanos y se define como parte de las responsabilidades del sistema
educativo para cumplir con regulaciones nacionales e internacionales —entre estas,
la Convención sobre los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes (CDN) y la Con-
vención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.
En el año 2008, el Consejo Federal de Educación (CFE), organismo que nuclea al
Ministerio de Educación de la Nación y a los ministerios de Educación provinciales
y de la Ciudad de Buenos Aires, plantea el abordaje transversal en las distintas
áreas curriculares para los niveles inicial, primario, secundario, nivel superior de
formación docente y de educación técnica no universitaria, como así la crea-
ción progresiva de espacios curriculares específicos en la educación media para

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prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS), embarazo no intencional en
la adolescencia, abuso sexual infantojuvenil (ASIJ), violencia y consumo. Lamenta-
blemente fueron pocas las escuelas que adoptaron esta transversalidad curricular,
subsanando la falta de ESI con 2 o 3 jornadas anuales.
Recién en 2018, con la Resolución del CFE N° 340, aparece la obligatoriedad de desa-
rrollar en los lineamientos curriculares los cinco ejes conceptuales: Cuidar el cuerpo
y la salud; valorar la afectividad; reconocer la perspectiva de género; respetar la diversi-
dad y ejercer nuestros derechos.
A su vez el programa articula con la Ley 25.673, de creación del Programa Nacio-
nal de Salud Sexual y Procreación Responsable; Ley 23.849, de Ratificación de la
Convención de los Derechos del Niño1; Ley 23.179, de Ratificación de la Convención
sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, que
cuentan con rango constitucional; Ley 26.061, de Protección Integral de los Dere-
chos de las Niñas, Niños y Adolescentes y las leyes generales de educación de la
Nación.
En 2010 se suman la Ley 26.618 de Matrimonio igualitario, y en 2012 la Ley 26.743 de
Identidad de género, Ley Nacional 26.892 de Convivencia Escolar, en 2013, la Ley
29.994 del Código Civil y Comercial de la Nación2 que lo adecua a normas superio-
res, plantea un nuevo modelo de familia, con vínculos recíprocos, NNyA sujetos de
derechos y figura de responsabilidad parental y la Ley Nacional 27.499, que estable-
ce la capacitación obligatoria en género para todas las personas que integran los tres
poderes del Estado (conocida como Ley Micaela), en 2018.
La ley prevé el desarrollo de lineamientos curriculares básicos, la creación de pro-
gramas de capacitación permanente y gratuita de los educadores en el marco de
la formación docente continua y organización de espacios de formación para pa-
dres, madres o responsables para una ampliación de la información sobre aspectos
biológicos, fisiológicos, genéticos, psicológicos, éticos, jurídicos y pedagógicos en
relación con la sexualidad de niños, niñas y adolescentes (NNyA), y la comprensión y
acompañamiento de la maduración afectiva de los mismos.

La articulación escuelas-familias y el trabajo en conjunto


es fundamental para generar relaciones de confianza,
sinceridad y apertura, pero sabemos que no siempre la
familia cuenta con las herramientas o se sienten cómodas
en el abordaje de ciertos temas y acá estamos, una vez más,
los pediatras para orientar y acompañar en la ESI a nuestros
pacientes y sus familias.
Así equipos de salud e instituciones educativas nos encontramos pensando en la
implementación de la ESI para acompañar recorridos en el marco de derechos.

1. Recordemos que para la CDN todos los NNyA hasta los 18 años son titulares de derechos y se deben respetar y asegurar su ejercicio, sin discriminación
de ningún tipo. “(...) en consonancia con la evolución de sus facultades, (...) para que el niño ejerza los derechos reconocidos en la presente Convención”.
2. El nuevo Código Civil y Comercial incorpora la figura del adolescente definiéndolo como toda persona menor de 18 años y mayor de 13 (art 25) y en el
artículo 26 habilita a los adolescentes mayores de 16 años a tomar todas las decisiones relacionadas al cuidado de su cuerpo autónomamente y a los
adolescentes entre 13 y 16 años a tomar decisiones relacionadas al cuidado de su cuerpo autónomamente excepto ante procedimientos o tratamientos
invasivos que pongan en riesgo su salud o su vida.

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Escapa a la intención de las autoras hacer hincapié en la compleja situación que
atraviesa nuestro país en la implementación de la ESI. Las legislaciones cambian y se
actualizan constantemente y es nuestro deseo que la información aquí volcada no se
desactualice con los diferentes cambios de leyes provinciales. De todos modos, si se
encuentran motivados a buscar información en cuanto al escenario propio de cada
provincia o sobre los contenidos que se trabajan en las instituciones educativas, les
sugerimos los siguientes links:
https://www.argentina.gob.ar/educacion/esi/jurisdicciones
https://www.argentina.gob.ar/educacion/esi/recursos
Nos parece pertinente destacar que el hecho de que las provincias adhieran a la ley
nacional o cuenten con leyes y normativas propias, lamentablemente, no es garantía
de su efectiva aplicación ni da cuenta de la experiencia y formación en el área de
quienes deberían implementarla.

Mitos de la ESI
Como dijimos antes, la gran mayoría de los adultos actuales crecimos en un tiempo
histórico social que dista en varios aspectos del contexto en el cual nos encontramos
hoy. Recorrimos nuestra escolaridad en una sociedad donde no existían la Ley de ESI,
la Ley de Identidad de Género, o del matrimonio igualitario. Hoy, las cosas cambiaron
y siguen cambiando, por lo que es necesario revisar nuestras prácticas para poder
modificarlas y educar de una manera más respetuosa, igualitaria, empática, asertiva
e inclusiva, es decir, entramada en el marco de derechos.
Nuestras experiencias personales, nuestra historia, la forma en que fuimos criados,
nuestras características generacionales, nuestra identidad de género y nuestra
orientación sexual nos marcan, dejan huellas y atraviesan nuestra manera pensar la
sexualidad evocando numerosos estereotipos, prejuicios y mitos que en más de un
sentido condicionan nuestra manera de pensar la ESI.
Los mitos tienen carácter social: son un conjunto de significaciones sociales crista-
lizadas, de anhelos y creencias colectivas que ordenan la valoración social de un
determinado relato o figura en una época determinada. Muchas veces escuchamos
numerosos mitos en relación a la ESI que no se enmarcan en los ejes de la ley y que
deslizan significaciones sociales que están lejos de lo que la ley dice. Veamos en la
Tabla 1 algunos ejemplos.

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TABLA 1.
Mitos de la ESI.

Mito Realidad

La ESI propone aprendizajes vinculados al respeto por la diversidad


La ESI promueve la homosexualidad
sexual y el rechazo a toda forma de discriminación

La ESI enseña a los niños y niñas a La ESI abarca la sexualidad desde los aspectos biológicos,
masturbarse y a tener relaciones psicológicos, sociales, afectivos y jurídicos. Brinda información
sexuales científica adaptada a cada edad

La ESI dice que no existen varones y La ESI tiene perspectiva de género que permite prevenir situaciones
mujeres de desigualdades discriminación y violencia

La ESI tiene perspectiva de género basada en la igualdad de


La ESI adoctrina ideología de género oportunidades tanto para varones como para mujeres. Es un enfoque
con una mirada vincular e integral sobre las personas

ESI busca desarrollar habilidades para prevenir y denunciar el abuso


La ESI promueve la estimulación sexual sexual en la infancia. Entre los contenidos curriculares para el nivel
temprana Inicial, por ejemplo, se enseña a DECIR NO y a pedir ayuda cuando un
contacto físico con otra persona incomoda o molesta

La Ley N° 26.150 es un derecho para NNyA. Por ley no es necesario


El trabajo en ESI debe ser autorizado
pedir autorización para trabajar contenidos aprobados por el CFE, de
por los padres, sino vulneran la patria
ningún área o disciplina, como ser lengua, matemáticas o contenidos
potestad3
de ESI. Las familias tienen derecho a participar e informarse

Oponerse a la ESI significa impedir que NNyA accedan a un derecho


El cuidado y la enseñanza de los hijos e reconocido por el Congreso Nacional y los Tratados Internacionales
hijas corresponde exclusivamente a los de Derechos Humanos, que en nuestro país se plasman a través de la
padres y/o madres Constitución Nacional y el Código Civil, reconociendo a las infancias
y adolescencias como sujetos de derechos

La ley de ESI hace que la educación sexual sea un derecho


y nos ofrece un marco para comenzar a trabajar, pero para
hacernos cargo del desafío que implica ponerla en práctica,
necesitamos tener conceptos claros y herramientas sólidas
para construir estrategias para su implementación.

3. Identidad de género: forma en que cada persona siente su género. Puede corresponder o no con el sexo asignado al nacer. Es el género que cada
persona siente, independientemente de que haya nacido hombre o mujer. El concepto “cis” comprende a aquellas personas que se identifican con el
género asignado al momento de nacer. Mientras, el término “trans” refiere a aquellas que a lo largo de sus vidas no se identifican o autoperciben con el
género asignado en el nacimiento.

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La ESI en todos los niveles y
espacios de formación educativa
Los contenidos de ESI son saberes fundamentales para el pleno ejercicio de los de-
rechos, que ayudan a los NNyA a comprender su proceso de crecimiento y a sentirse
acompañados en el desarrollo de la sexualidad y el cuidado de la salud a lo largo de
toda su infancia y adolescencia en función de su madurez y capacidad de comprensión.
En la etapa inicial la ESI les da herramientas para que puedan identificar a las par-
tes íntimas, nombrar a los genitales por su nombre, cuidar su propio cuerpo y el de
los compañeros, expresar sus emociones y sentimientos, conocer la diversidad de
familias que existen, aprender que los colores, los juguetes y los trabajos u oficios no
tienen género, evitando estereotipos, y para que aprendan y se habiliten a decir NO
frente a interacciones o secretos que los hagan sentir incómodos, mal o confundidos,
previniendo situaciones de abuso o denunciando las que ya ocurren.
En el nivel primario se acompañan los cambios del cuerpo en las diferentes etapas
del desarrollo, valorando las diferencias y similitudes entre las personas, se promue-
ve la reflexión crítica sobre los modelos de belleza actuales y se refuerzan los cuida-
dos y el respeto por la intimidad y el límite entre lo privado y lo público. Se incluyen
también contenidos referidos a los vínculos socioafectivos con los pares, los compa-
ñeros, las familias y las relaciones de pareja.
Comenzando la pubertad y durante la adolescencia, se brinda brindan herramientas
para que puedan decidir con libertad y responsabilidad cuándo iniciar las relaciones
sexuales y con quién, evitar embarazos no intencionales e infecciones de transmisión
sexual, conocer sus derechos, y detectar cuando se vulneran y cómo actuar y pedir
ayuda frente a la discriminación, la violencia, el acoso, el abuso, el maltrato, la explo-
tación sexual y trata. Se incluyen temas como la pareja, el amor y el cuidado mutuo
en las relaciones afectivas; la violencia de género en el noviazgo, prevención del
grooming, redes sociales y sexualidad, respetar la diversidad sexual y rechazar toda
forma de discriminación.

Los ejes de la ESI y su


implementación en el
consultorio pediátrico
En el 2018, surgió un pedido unánime para fortalecer la ESI por lo cual el CFE emitió
la Resolución 340, que establece los cinco ejes que organizan la ESI para asegurar un
abordaje integral, con una mirada mucho más abarcativa e interesante.
Esos cinco ejes son: cuidar el cuerpo y la salud; reconocer la perspectiva de género;
respetar la diversidad; valorar la afectividad y ejercer nuestros derechos.

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Los ejes están separados con fines didácticos, pero como lo demuestra la Figura 1,
se entraman en el día a día y no se puede abordar uno sin tocar el otro. Les propone-
mos recorrerlos en detalle y a continuación de cada uno reflexionar sobre situacio-
nes, ejemplos de la cotidianeidad en el consultorio pediátrico y como resolverlas con
enfoque de ESI.

FIGURA 1.
Ejes de la Educación Sexual Integral.

Fuente: Instagram @intervenciones_en_esi.

EJE: CUIDADO DEL CUERPO Y LA SALUD


Qué es y cómo vivimos el cuerpo incluye la dimensión biológica, pero sabemos que
el contexto histórico, la cultura, la condición social atraviesan las formas de cuidarlo
y de valorarlo. Es importante articular y pensar la subjetividad como construcción
sociohistórica. Las significaciones imaginarias de la sociedad a la que se pertenece
instalan marcas, trazos y sentidos que atraviesan nuestra vida cotidiana.
La ESI propone trabajar a partir de un concepto amplio de salud, que no solo im-
plica la ausencia de enfermedad, sino que incluye aspectos psicológicos, sociales
y culturales. Desde la ESI, este eje busca el reconocimiento del cuerpo sexuado y
sus distintos cambios como parte fundante de la identidad de las personas. En este
sentido, adquiere particular relevancia el fortalecimiento de la autoestima y la auto-
nomía, con la finalidad de adoptar decisiones sobre la salud en general, y la salud
sexual y reproductiva en particular, que permitan vivir una sexualidad sin ningún tipo
de coacción, violencia, discriminación, enfermedad o dolencia.

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Valorar positivamente el cuerpo es también reconocer que
la sexualidad se vincula con el disfrute y el placer.

Históricamente se educó sexualmente con enfoque preventivo o de riesgo dando


información muy valiosa sobre ITS o prevención de embarazos no intencionales, pero
centrada en todo lo malo que podía pasar por tener una vida sexualmente activa,
siendo poco frecuente hablar sobre las cosas buenas que pasan cuando se decide
disfrutar de una vida sexual consentida, placentera y cuidada y saludable.
Este eje propicia el conocimiento sobre los cambios del cuerpo humano en las diferentes
etapas del desarrollo y la identificación de las partes íntimas en el marco de la promo-
ción de hábitos de cuidado de uno/a mismo/a, de los demás y de la salud en general.
¿Si a nadie se le ocurre cambiarle el nombre a la rodilla, a la panza o a los brazos por
qué inventamos nombres para los genitales? Lo que no se nombra se convierte en
tabú, aquello que es silenciado instala sentidos que devienen en partes del cuerpo
que suelen avergonzar. Es fundamental enseñarle a los niños y niñas a nombrar los
genitales por su nombre para habilitarlos a comunicar con claridad, situaciones que
ellos crean inadecuadas.
También promueve la reflexión crítica sobre los modelos de belleza y significaciones
sociales valoradas que circulan en nuestra sociedad y que pueden impactar negati-
vamente en la autoestima y en los vínculos interpersonales, invita entramando con el
eje de respeto a las diversidades, a reflexionar sobre las corporalidades diversas, por
ejemplo, la capacidad/discapacidad o la gordura/flacura y dar visibilidad a los cuer-
pos que no suelen ser tapas de revistas, entre otros, los cuerpos gordos, con alguna
discapacidad, enfermos o modificados.

CÓMO IMPLEMENTAMOS ESTE EJE EN EL CONSULTORIO


Un nene de 5 años llega a un control de salud de rutina. Todo está muy bien mientras
lo pesamos, lo medimos, lo auscultamos, revisamos su abdomen, pero llegado el mo-
mento de pedirle que se baje el calzoncillo, se enoja y se esconde detrás de su mamá.
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? Cuando llega el momento en
el examen físico de revisar los genitales, es importante preguntar sobre los nombres
familiares o “de cariñito” y referir los nombres reales: vulva y/o pene. Debemos antici-
parnos y explicarles que como doctores tenemos que revisar todo el cuerpo para ver
que esté todo bien, siempre generando ámbito de confianza, preguntando si quieren
que los acompañantes (la mamá, el papá o quien acompañe) miren para otro lado e
incluso salgan si ellos quieren, marcando el límite de lo privado y de la intimidad. Y si
dicen no y para esta consulta no nos es de vital importancia, habilitarlos a que digan
que no y diferir el examen para otro momento.

Realizamos el seguimiento de una nena de 10 años que tiene sobrepeso. Viene a la


consulta para control y la mamá nos pide que le digamos que necesita adelgazar para
estar más linda para ponerse la malla en verano.
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? Sabemos que los modelos de
belleza pueden influir negativamente en la autoestima y en los vínculos interpersonales.

Módulo 1 m Capítulo 3 m PRONAP 2021 79


Es importante aclarar que esta nena es hermosa por lo que es y que nuestro interés en
que se cuide con las comidas, haga actividad física e incorpore hábitos saludables no
es para que se ponga más linda, porque la belleza pasa por otro lado, sino porque nos
interesa cuidar su salud y el sobrepeso/obesidad puede alterarla.

Un adolescente, de 14 años, que quiere realizarse un test de VIH y viene solo a la consulta.
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? En cuanto al autocuidado y
la promoción de la salud, los y las adolescente pueden concurrir solos a la consulta
desde los 13 años y tomar decisiones con respecto al cuidado de su salud mientras no
sean prácticas invasivas por lo tanto es su derecho que, como pediatras, lo acompañe-
mos en su decisión de testearse y él mismo puede firmar el consentimiento informado.

El derecho de NNyA a disponer del propio cuerpo es un


derecho que no puede ser ejercido por intermediarios.
Sin embargo, es necesario que puedan contar con toda la
información disponible para poder tomar decisiones libres
y comprender las consecuencias de las mismas.

EJE: RECONOCER LA PERSPECTIVA DE GÉNERO


El género es una construcción social. Los discursos y los mitos sociales disciplinan y
legitiman lugares en las sociedades, actuando como organizadores de sentidos que,
mediante las insistencias narrativas, arman lazos esperables de deseos y acciones para
las masculinidades y feminidades. El entramado infinitamente complejo de significa-
ciones sociales atraviesa a las personas que habitan un tiempo histórico-social delimi-
tando modos de ser y actuar acordes al género. El sexo/género y sus deslizamientos
de sentidos insisten aun antes del nacimiento. Pensemos por ejemplo cuando nos
encontramos con una mujer embarazada, una de las primeras cosas que le pregunta-
mos es: ¿es nene o nena? y en función de la respuesta siguen otra serie de conjeturas y
opiniones. Esta escena cotidiana visibiliza con claridad cómo las significaciones socia-
les atraviesan y producen escenarios de producción de subjetividad. Encontramos que,
las nenas usan ropa rosa o los varones juegan con la pelota, pero, si quieren jugar con
una muñeca, es muy probable que reciban algún llamado de atención.
Este llamado de atención aparece porque se ponen en juego los estereotipos de
género. ¿A qué nos referimos con los estereotipos de género? A esas representacio-
nes simplificadas, incompletas y generalizadas que se realizan teniendo como base
al sexo biológico. Estos estereotipos funcionan a partir de asociar una pauta cultural
(un rol esperado, una norma, un mandato, etc.) con un hecho biológico. Por ejemplo:
que las mujeres sean biológicamente quienes puedan llevar adelante el embarazo
no determina que “naturalmente” tienen que ser quienes se encarguen de las tareas
de cuidado y domésticas como cocinar, limpiar o planchar, acciones con caracterís-
ticas culturales que en nuestra sociedad suelen estar asociadas a las mujeres y no
a los varones. Mientras naturalizamos que las mujeres que trabajan fuera de su casa
tienen, además, la responsabilidad del trabajo doméstico (la doble jornada de traba-
jo o el trabajo no remunerado), no hacemos lo mismo con los varones, ya que su rol
socialmente legitimado supone que su responsabilidad es llevar dinero al hogar y
excluye las tareas domésticas y el cuidado de los hijos.

80 Educación sexual integral (ESI) para pediatras m María Victoria Gacitúa / Carolina Corino
Los roles de género binarios resultan opresivos para los
varones y para las mujeres, porque nos cargan con mandatos
que dificultan la libre expresión de nuestros deseos.

Sí, También son opresivos para los varones! Los servicios y las políticas públicas
de salud no se dirigen a varones porque supuestamente ellos no se enferman y no
necesitan controles en salud ya que esto los haría verse vulnerables. Como profe-
sionales del sistema de salud sabemos que son los primeros en morirse por causas
externas como suicidio y homicidio.
Se trata de poder plantear líneas de reflexión acordes a diversas situaciones y expe-
riencias que interpelan las feminidades y masculinidades contemporáneas. Enfocar-
nos en este eje no significa comprender las cuestiones o relaciones de géneros sino
des-ocultar situaciones, disponer de una visión no total revisando situaciones natura-
lizadas de des-igualación.
En concreto, la perspectiva de género nos permite repensar los mandatos asignados
a los roles de varón/mujer, vivir la construcción de nuestras identidades de género
con libertad, valorar la diversidad y promover relaciones de equidad. En los últimos
años vemos cambios en algunas de estas significaciones, recorridos y resistencias
colectivas que instalan otros tiempos y nuevos desafíos en los horizontes actuales
en el marco de derechos. Ese cambio cultural es para celebrar, pero sin dudas falta
mucho aún para alcanzar la equidad.

CÓMO IMPLEMENTAMOS ESTE EJE EN EL CONSULTORIO


Los papás de una nena de 18 meses cuentan que en el jardín maternal les pidieron
pelota y autitos para jugar. La mamá dice que esos son juguetes de nene que por qué
no la hacen jugar a la cocinita.
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? Es importante educar a niños y
niñas evitando los estereotipos sexistas y concientizarse de que ni los juguetes ni los
colores tienen género. Los chicos y las chicas no distinguen entre juguetes para ne-
nes o juguetes para nenas, sino entre juguetes que les divierten y los que no. Somos
los adultos los que, aunque cada vez menos, les hacemos considerar que un juguete
es adecuado para niños o para niñas. En primer lugar, debemos tener claro que la
idea extendida de que determinados juguetes son de niños y otros son de niñas es
un completo error. En el nivel inicial, gracias a la ESI, hace tiempo que se ofrece a los
niños y niñas juguetes sin género, no se trata de juguetes especiales, sino de evitar el
concepto de los juguetes sexistas y tomar conciencia de que todos los chicos pue-
den jugar con todos los juguetes. Suele haber zonas de juego libre en las aulas, don-
de los chicos pueden cocinar, construir, cuidar muñecas, o jugar a ser protagonistas
de distintas profesiones, y juegan indistintamente a todo, probando diferentes opcio-
nes para crear sus propios gustos y preferencias disfrutando del juego simbólico.
Cómo pediatras sabemos que cuando hablamos de estimulación de los primeros
años de vida recomendamos juguetes: la pelota y los rodados son, tan importantes
para el desarrollo de niñas como de niños. Si las nenas no pueden jugar con autitos,
herramientas, piezas de construcción, pelotas, etc. se están perdiendo desarrollar

Módulo 1 m Capítulo 3 m PRONAP 2021 81


capacidades relacionadas con el conocimiento espacial, orientación, coordinación,
motricidad, equilibrio, etc.
Concurre al consultorio una familia con un nene de 4 años y su hermanita de 3 meses,
durante la consulta los papás cuentan que el nene les pidió que le regalaran un bebé y
un cochecito, y nos preguntan si es adecuado comprarle muñecos a un nene.
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? El nene del ejemplo tiene una
hermana bebé, todos sabemos cómo cambia el eje de una familia ante la llegada de
un nuevo miembro, los papás pasan muchas horas del día en torno al cuidado y a las
demandas de esta beba. El hermano mayor pide un bebé de juguete para acunar,
alimentar y criar como hacen su mamá y su papá con su hermanita.
Como pediatras sabemos que el juego de roles desempeña un papel muy importan-
te en el desarrollo infantil. Básicamente, se trata de un tipo de juego en el que el niño
o la niña imita situaciones de la vida real y encarna a otras personas, lo que le per-
mite formarse una imagen del mundo que lo rodea y desarrollar sus habilidades. De
hecho, el juego de roles es mucho más que un simple entretenimiento ya que prepa-
ra al niño para su vida futura como adulto.
A través de este tipo de juego los chicos desarrollan su lenguaje y aprenden palabras
y conceptos nuevos. Representando personajes, expresan sus ideas, sentimientos y
forma de ver el mundo. El hecho de ponerse en otra piel les permite mostrar su mun-
do interior con mayor facilidad y canalizar sus miedos, conflictos y preocupaciones,
desarrollando herramientas de resolución de conflictos y aprendiendo a tomar sus
propias decisiones.

Los pediatras debemos fomentar que las familias permitan


que tanto niños como niñas puedan jugar a lo que más
les gusta, disfrutar de los juguetes y dejar a un lado los
estereotipos sexistas.

Es algo que ya sucede en muchos hogares, pero siguen siendo muchos otros los que
eligen los juguetes de los niños y niñas con prejuicios, llegando a no ofrecerles los
que más desean por considerarlos del sexo opuesto.
Viene a la consulta una muchacha, de 15 años, que es nuestra paciente desde recién
nacida, cuando le preguntamos si sale con alguien nos dice que sí y nos cuenta lo
perfecto, hermoso y cuidador que es su novio, que no la deja sola, la va a buscar al
cole, va a las salidas con sus amigas, que la llama todo el tiempo para “cuidarla” que
él tiene tanto miedo de que le pase algo que le hace compartir la ubicación del Google
Maps en forma permanente. Durante la asesoría sobre métodos anticonceptivos, con
la misma excusa del cuidado nos cuenta que su novio no quiere que “se meta hormo-
nas que le hagan mal a su salud” pero nos pide realizarse un test de embarazo porque
no usaron preservativo.
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? Es importante cuando aborda-
mos relaciones de pareja en la adolescencia estar atentos a las banderas rojas de la
violencia en los noviazgos. Recordemos que no toda violencia es física, la violencia
psicológica es uno de los tipos más frecuentes de violencia en la adolescencia y sue-
le comenzar sutilmente y precede al resto de las conductas violentas. En este ejem-

82 Educación sexual integral (ESI) para pediatras m María Victoria Gacitúa / Carolina Corino
plo podemos ver como el novio ejerce control a través de la vigilancia constante de
todas las actividades realizadas por ella, así como las amistades, la vestimenta, etc.
Las redes sociales y los celulares inteligentes facilitan este control. Cabe destacar
que estas conductas suelen ser naturalizadas y que una persona no es violenta de la
noche a la mañana, existen actitudes que detectadas oportunamente pueden evitar
situaciones de riesgo a futuro. En el abordaje debemos incluir preguntas directas
sobre los celos, el control, si está pendiente de sus horarios, de con quién está, etc.
Esta consulta se torna entonces en una oportunidad para iniciar una reflexión con-
junta sobre los cambios en los estereotipos hombre-mujer, deconstruir los roles de
género que determina que el varón es el que domina y pone a la mujer en el lugar de
la sumisión, y trabajar en la des-idealización del amor romántico fomentando el co-
nocimiento de los derechos, enseñando el autocuidado y fomentando la autoestima.

La consejería o asesoramiento en métodos anticonceptivos no


solo es brindar un método anticonceptivo (MAC) sino que es
otro espacio ideal para acompañar a los y las adolescentes en
la autodeterminación en relación a su sexualidad y para de-
tectar violencia de género, ya que como en este caso, muchas
adolescentes no acceden al uso del MAC porque sus parejas
deciden sobre el cuerpo de ellas no permitiendo que los usen.
Es importante re-tomar la afirmación “el me cuida” para que reflexionen sobre los
riesgos a los que se exponen y de la violencia que están padeciendo.

EJE: RESPETAR LA(S) DIVERSIDAD(ES)


Las autoras nos atrevemos a realizar una pequeña adaptación al eje dispuesto por el
CFE para agregarle el plural a la palabra diversidad, o sea respetar las diversidadES.
Nos referimos al reconocimiento y a la valoración de las manifestaciones de las múl-
tiples diferencias entre las personas. Poner en valor las diversidades, partiendo del a
priori que todos somos diversos y nos relacionamos de diversas maneras con los otros.
Las diversidades no solo se refieren a las múltiples identidades y expresiones de gé-
nero, sino también a otros aspectos de la vida humana. Instalando las diferencias en
sus complejidades y múltiples combinaciones –culturales, sociales, físicas, familiares,
entorno a gustos y elecciones, fortalezas y debilidades–. Todos somos personas dis-
tintas que amamos, pensamos, deseamos, nos relacionamos, construimos y vivimos
nuestras trayectorias singulares. Esto enriquece la experiencia social en la medida
que nos pone en contacto con la diferencia, con experiencias y trayectos personales
distintos a los propios.

El respeto por las diversidades implica asumir una actitud


que supere la idea de “tolerancia”: “soporto al otro/a y sus
elecciones porque no me queda alternativa”, es decir,
significa asumir que todas las personas somos distintas
e iguales en derechos.

Módulo 1 m Capítulo 3 m PRONAP 2021 83


Nuestra identidad de género4 , nuestra orientación sexual 5 y nuestra expresión de
género6 forman parte de las diversidades sexuales de nuestras sociedades, sin des-
conocer que hay determinadas identidades, relaciones y orientaciones que se han
construido como “normales” y legítimas (por ejemplo, la orientación heterosexual),
mientras otras han sido consideradas erróneamente como “patológicas” y problemá-
ticas (por ejemplo, la orientación homosexual o las identidades trans).

CÓMO IMPLEMENTAMOS ESTE EJE EN EL CONSULTORIO


Estamos en nuestro consultorio y tomamos la ficha de una paciente de primera vez:
María Alicia Gacirino. Salimos a la sala de espera y nos encontramos con ¿una? ¿un?
adolescente con expresión de género masculina…
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? En este caso podemos llamar-
lo por el apellido y dentro de la consulta preguntarle el nombre por el cual quiere ser
llamado y dejarlo registrado para la próxima vez, también podemos capacitar a nues-
tro/as secretario/as para que cuando completen la ficha escriban entre paréntesis al
lado del nombre legal, el nombre autopercibido que pueden saber con la sencilla
pregunta ¿Cómo te gusta que te llamen? Es importante llamar a las personas por el
nombre con el que estas se presentan (más allá del sexo asignado al nacer) y así lo
exige la ley 26.743 de Identidad de género, aún a aquellas que no hayan realizado el
cambio registral en el DNI.7

Nos consulta una adolescente, 16 de años, porque quiere cuidarse en sus relaciones
sexuales, entusiasmados con esta actitud tan proactiva de la joven le bajamos el
decálogo de todos los métodos anticonceptivos y el preservativo para pene. Cuando
le preguntamos sobre sus parejas nos cuenta que mantiene relaciones sexo afectivas
con mujeres.
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? Cuando estamos frente a un o
una adolescente y queremos saber sobre sus parejas es recomendable usar el término
pareja o “alguien” sin usar las palabras novio o novia para evitar la presunción de hete-
rosexualidad que significa asumir de antemano la orientación sexual del paciente.

4. Identidad de género: forma en que cada persona siente su género. Puede corresponder o no con el sexo asignado al nacer. Es el género que cada
persona siente, independientemente de que haya nacido hombre o mujer. El concepto “cis” comprende a aquellas personas que se identifican con
el género asignado al momento de nacer. Mientras, el término “trans” refiere a aquellas que a lo largo de sus vidas no se identifican o autoperciben
con el género asignado en el nacimiento.
5. Orientación sexual: atracción física, emocional, erótica, afectiva y espiritual que se siente hacia otra persona. Esta atracción puede ser hacia
personas del mismo género (lesbiana o gay), el género opuesto (heterosexual), ambos géneros (bisexual) o a las personas independientemente de su
orientación sexual, identidad y/o expresión de género (pansexual). A lo largo de la vida, es posible cambiar de orientación sexual.
6. Expresión de género: manifestación externa de los rasgos culturales que permiten identificar a una persona como masculina o femenina conforme a
los patrones considerados propios de cada género por una determinada sociedad en un momento histórico determinado. Es decir, cómo se muestra
el propio género al mundo: a través del nombre, las posturas, las formas de vestir, los gestos, las pautas de lenguaje, el comportamiento y las
interacciones sociales.
7. Registro adecuado de identidad autopercibida: cuando no se ha realizado el cambio de nombre y sexo en el DNI: En toda documentación escrita, las
personas deberán registrarse con su apellido, las iniciales de los nombres que figura en el DNI, el nombre de pila que elijan conforme a su identidad
autopercibida, fecha de nacimiento y número de documento.

84 Educación sexual integral (ESI) para pediatras m María Victoria Gacitúa / Carolina Corino
La consejería en salud sexual y (no) reproductiva no es solo
bajar el decálogo de MAC sino que constituye un proceso
cara a cara de comunicación bidireccional en que un profe-
sional del equipo de salud asesora a una persona o a una pa-
reja para identificar sus necesidades, ayudándolos a realizar
una elección apropiada, de acuerdo a su situación particular.
Vamos a llamar a nuestro próximo paciente y nos encontramos con una mamá con
bebé de 6 meses que pide entrar con su acompañante. Ya dentro de la consulta pre-
guntamos por la familia conviviente y ante la pregunta “¿Están juntos con el papá?” ...
la “acompañante” nos contesta: “No hay papá, somos 2 mamás…”
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? Está naturalizado suponer que
todos los chicos conviven en una familia biparental heterosexual. La diversidad en las
familias existe desde siempre. Como adultos, seguramente recordamos haber cono-
cido en nuestras infancias a niños que eran criados por familias diversas de madres
solas o madres y padres separados, de abuelos y abuelas, de madres y tías, padres
y sus parejas, familias ensambladas o quizás hasta esa diversidad se da en nuestra
propia familia de origen. Es importante que como pediatras evitemos presuponer y
preguntemos con respeto y sin miedo, con la mente abierta, sin dar juicio de valor y
acompañar en la crianza a todo el rango de diversidades familiares.
Durante una consulta un adolescente varón cis que sale con una chica trans, nos
cuenta muy angustiado que en la escuela lo acosan y le dicen “cometravas”.
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? Abordar la diversidad sexual nos
genera múltiples sensaciones y reacciones. Llevar adelante la educación sexual desde
una mirada integral, supone hacer de las escuelas espacios inclusivos y respetuosos
en los cuales todas las personas tengan la libertad de poder expresar su orientación
sexual y su identidad de género sin temor a ser discriminadas o estigmatizadas.

Se trata entonces de estar atentos para trabajar contra la


discriminación teniendo presente que en diversos momentos
pueden aparecer manifestaciones de homofobia, lesbofobia
(rechazos, miedos, prejuicios hacia varones homosexuales
y mujeres lesbianas) o transfobia (rechazo dirigido hacia las
personas que tienen una identidad de género distinta a la del
sexo asignado al nacer).
El abordaje de las diversidades sexuales en el consultorio excede a los objetivos de
este capítulo, pero recomendamos ampliar leyendo el documento Salud y Adoles-
cencias LGBTI. Herramientas de abordaje integral para equipos de salud. Disponible
en: https://bancos.salud.gob.ar/recurso/salud-y-adolescencias-lgbti-herramientas-
de-abordaje-integral-para-equipos-de-salud

EJE: VALORAR LA AFECTIVIDAD


Este eje reivindica el lugar que ocupan las emociones y sentimientos y apunta a que las
personas los puedan expresar, valorar y reflexionar sobre ellos, al mismo tiempo que se
promueve el desarrollo de capacidades afectivas como la empatía, la solidaridad y el

Módulo 1 m Capítulo 3 m PRONAP 2021 85


respeto siendo un punto central para la educación emocional apuntando a desarrollar
visiones del afecto y del cuidado enmarcadas en el respeto hacia los derechos de todas
las personas.
Es importante tener en cuenta que el aspecto afectivo no implica anular o invisibilizar
las tensiones o los conflictos que están presentes en todos los vínculos, sino que per-
mite visibilizar esas tensiones y abordarlas con mayores herramientas y estrategias que
posibiliten evitar situaciones que impliquen violencias en cualquiera de sus formas.

Trabajar activamente lo que sentimos cuando estamos junto a


otras personas nos da la posibilidad de entender mejor lo que
nos pasa y lo que les pasa a las/as demás, de comprender y
de ponernos en el lugar del/la otro/a.

Desde esta perspectiva se busca reflexionar sobre las maneras que tenemos de
manifestar el afecto haciendo especial hincapié en que esas formas no vulneren los
derechos de nadie.
Los temas que pueden abordarse desde la dimensión afectiva son los celos, o el de-
recho a decidir sobre el propio cuerpo previniendo o detectando a tiempo situaciones
de acoso y/o abuso, la amistad, el enamoramiento, el noviazgo, el concepto de pareja
estable y el amor romántico y las capacidades para comunicar emociones, sentimien-
tos, deseos, necesidades y problemas; la toma de decisiones y el pensamiento crítico.

CÓMO IMPLEMENTAMOS ESTE EJE EN EL CONSULTORIO


Nos consulta un adolescente, de 14 años, con su mamá, él chico nos cuenta que se
enamoró de una chica con la que estuvo saliendo y después de unos meses ella lo
dejó por un compañero; nos cuenta que está triste, que suele llorar seguido y la madre
nos pide que lo derivemos a un psicólogo porque considera que su hijo “está exageran-
do”, dice “Tampoco es para tanto. ¡¡¡No me parece que con 14 años se ponga tan mal
por una ruptura, tampoco era algo serio… son chicos!!!”.
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? Durante la consulta es impor-
tante incentivar a los chicos que cuenten su versión, darles voz a ellos para poder
expresar los sentimientos sin sentirse juzgados y dar espacio desde el mundo adulto
para esa posibilidad. Esta situación pone de manifiesto lo incómodo que nos resulta
a los adultos empatizar con el sufrimiento de otros. Y esta dificultad para trabajar la
afectividad hace que, lejos de brindarle contención y comprensión, se desvalorice la
expresión de las emociones de este adolescente. No se trata de culpar a la madre,
pero si es necesario trabajar la empatía con esta familia, dar cuenta de que si bien
desde el mundo adulto podemos tener problemas más serios para este chico este
rompimiento altera su mundo adolescente y es muy bueno que lo pueda expresar y
que haya una escucha atenta y activa que lo contenga.
Pandemia por Covid19, familia de 3 chicos de 13, 7 y 3 años, Papá trabaja desde casa
y mamá es trabajadora esencial; nos cuentan que todas las noches tienen conflictos
familiares en la cena y terminan todos gritando.
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? Acá los pediatras tenemos un
rol fundamental tanto con las familias como con los chicos, trabajando en el diálogo
y en la expresión de lo que sentimos, la empatía, si los adultos podemos reconocer

86 Educación sexual integral (ESI) para pediatras m María Victoria Gacitúa / Carolina Corino
ante los chicos nuestras emociones, que estamos cansados que tuvimos un mal día,
los chicos aprenden a expresarlas también.
Estamos en la guardia (en tiempos prepandémicos), terminamos de atender a un nene
con mocos y dolor de garganta, nos estamos despidiendo y escuchamos: No seas
maleducado! Dale un besito a la Doctora.
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? ¡¡¡Cuántas veces habremos
escuchado esta frase!!! ¿Si venimos enseñando que su cuerpo es de ellos que nadie
puede tocarlo si ellos no quieren o que tienen que estar alertas a lo que los que los
haga sentir incómodos, si los besos son formas afectuosas de relacionarse ¿por qué
los obligamos a dar besos?

EJE: EJERCER NUESTROS DERECHOS


Este eje evidencia que los niños, niñas y adolescentes son sujetos de derecho con plena
capacidad para participar, ser escuchados/as y no discriminados/as por ningún motivo.
Estamos frente a nuevas concepciones sobre la infancia y la adolescencia y suele
pensarse erróneamente que, como se habla de igualdad de derechos, ahora no hay
diferencias entre adultos y NNyA. Sin embargo, la perspectiva de derecho sostiene
que los/as adultos, por el hecho de serlo, tenemos la responsabilidad y el deber de
proteger y garantizar los derechos de los más chicos.

Esta mirada no elimina la asimetría o los límites necesarios


en los vínculos entre adultos y NNyA, sino que promueve
otra manera de que estos se vinculen y por lo tanto supone
que los adultos construyamos nuevos modos de ejercer
la autoridad donde se les dé lugar en la construcción
de las normas, se favorezca el diálogo y la escucha, y se
establezcan sanciones que no vulneren sus derechos.
A lo largo del texto vimos cómo el ejercicio de los derechos, así como los demás ejes
se entrelazan entre sí.
Enumeraremos a modo de resumen los derechos que involucra la ESI:
mm A recibir información veraz y adecuada sobre cómo cuidarse y
cuidar a los demás.
mm A contar con adultos de confianza que acompañen el crecimiento.
mm Al respeto por los derechos de las mujeres y los varones por igual.
mm A vivir sin violencia.
mm Derecho a vivir libremente la sexualidad sin sufrir ningún tipo de
discriminación por orientación sexual.
mm A expresar las emociones y los sentimientos.
mm A decir NO frente a situaciones de presión de pares o de adultos
mm A vivir su orientación sexual e identidad de género sin ningún tipo
de discriminación o rechazo.
mm Al acompañamiento y asesoramiento cuando el derecho a la
integridad es vulnerado: abuso, maltrato, etc.

Módulo 1 m Capítulo 3 m PRONAP 2021 87


¿Cuándo implementamos la ESI
en el consultorio pediátrico?
Entonces, como fuimos viendo en el texto, los y las pediatras podemos implementar
la ESI a lo largo de todo el curso de vida, es decir, como vemos en el Figura 2 ese
nene o esa nena que pudo jugar con bebotes cuando nació su hermanito o hermani-
ta, aprendió a respetar el cuerpo propio y el del otro, aprendió que hay secretos que
mejor no guardar porque hacen mal, vio que los colores, los juguetes y, sobre todo,
las emociones no tienen género y son válidas para todas las personas, aprendió que
la belleza o el valor de alguien no depende de su cuerpo físico, en la adolescencia
pudo decidir cuándo y cómo iniciar su vida sexual de manera saludable, el límite
entre lo público y lo privado y pudo identificar las luces rojas de relaciones o vínculos
violentos o enfermizos y finalmente decide (o no) tener un hijo y vienen a la consulta
prenatal o del recién nacido donde acompañamos y promovemos la crianza respe-
tuosa, igualitaria, empática y asertiva.

FIGURA 2.
ESI en el consultorio pediátrico.

Fuente: Instagram @intervenciones_en_esi.

88 Educación sexual integral (ESI) para pediatras m María Victoria Gacitúa / Carolina Corino
AUTOEVALUACIÓN 3

Identifique Verdadero o Falso en los siguientes enunciados


1. La educación sexual integral (ESI) es un derecho en Argentina a partir de la sanción de la ley N° 26.150, en
2006.
V F
2. Es en las escuelas públicas de la jurisdicción nacional en los que la ESI debe ser implementada obligato-
riamente.
V F
3. En los grupos etarios correspondientes a nivel inicial y la escuela primaria, es necesario contar con el acuerdo
de la familia para trabajar alguno de los temas propuestos por la ESI.
V F
4. Los contenidos de ESI ayudan a los NNyA a comprender su proceso de crecimiento y a sentirse acompaña-
dos en el desarrollo de la sexualidad y el cuidado de la salud a lo largo de toda su infancia y adolescencia en
función de su madurez y capacidad de comprensión
V F
5. Es fundamental enseñarle a los niños y niñas a nombrar los genitales por su nombre para habilitarlos a
comunicar con claridad, situaciones que ellos crean inadecuadas.
V F
6. Los y las adolescente pueden concurrir solos a la consulta desde los 13 años y tomar decisiones con respecto
al cuidado de su salud mientras no sean prácticas invasivas.
V F
7. Los estereotipos de género son representaciones simplificadas, incompletas y generalizadas que se realizan
teniendo como base al sexo biológico.
V F
8. La idea extendida que determinados juguetes son de niños y otros son de niñas es un error que comienza a
subsanarse, especialmente en la primera infancia, a partir de la ESI.
V F
9. Es importante que los pediatras fomenten que las familias permitan que tanto niños como niñas puedan jugar
a lo que más les gusta, disfrutar de los juguetes y revisar los estereotipos sexistas.
V F
10. Las diversidades se refieren exclusivamente a las múltiples identidades y expresiones de género.
V F

Educación sexual integral (ESI) para pediatras m Ejercicio de autoevaluación Nº 3 89


Analice y resuelva las siguientes situaciones
m Marisa
Nos escribe Marisa, la mamá de dos nenas de 3 y 9 años muy angustiada porque las chicas entraron sin
golpear a la habitación de los padres y los vieron “in fraganti” manteniendo relaciones sexuales.
1. ¿Qué recomendaciones generales haría?
............................................................................................................................................................................................................
............................................................................................................................................................................................................

2. ¿Cómo le sugeriría hablar con la hermana más grande?


............................................................................................................................................................................................................
............................................................................................................................................................................................................

3. ¿Y con la más chiquita?


............................................................................................................................................................................................................
............................................................................................................................................................................................................

m Tomás
Tomás, de 11 años, le cuenta durante la consulta que está castigado porque le encontraron en el historial
del navegador de su computadora visitas a páginas porno. Los papás se enojaron mucho, lo retaron y le
cambiaron la contraseña del wifi.
1. ¿Cómo seguiría la consulta?
............................................................................................................................................................................................................
............................................................................................................................................................................................................

2. ¿Qué le diría a los padres?


............................................................................................................................................................................................................
............................................................................................................................................................................................................

90 Ejercicio de autoevaluación Nº 3 m Motivos de Consulta en la Adolescencia


Conclusiones
mm Cuando trabajamos en salud nuestras palabras y silencios dicen.
Educamos con lo que hacemos, con lo que decimos, con nuestros
gestos y también con lo que callamos.
mm La sexualidad acompaña el ciclo de la vida. Exploramos, descubri-
mos, vivenciamos en el propio cuerpo y junto a otros. Es importante
empezar a trabajar la ESI con chicas y chicos desde muy chiquitos
para que puedan cuidar y conocer el cuerpo y respetarlo. Habilitar-
los y autorizarlos a plantear cuando viven situaciones inadecuadas
en un ambiente que se sientan escuchados.
mm Las y los adolescentes encuentran en la ESI herramientas para
que las relaciones sexuales sean seguras, placenteras, cuidadas y
consentidas.
mm Todos tenemos un rol en la implementación de la ESI desde el
consultorio acompañando a las familias, la escuela y los chicos.
mm No tenemos todas las respuestas, pero eso no es motivo para no
hacernos y que no nos hagan preguntas.

Lecturas recomendadas
mm Marina M, Faur E, Lavari M. Escuelas que enseñan ESI. Un estudio sobre Buenas Prácticas pedagógicas en
Educación Sexual Integral. Primera edición, Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF),
Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología. Presidencia de la Nación, Octubre de 2018, Argentina.

mm Ley 26.150/2006 Programa Nacional Educación Sexual Integral. Disponible en


https://www.argentina.gob.ar/normativa/nacional/ley-26150-121222 (consultado noviembre 2020).

mm Resolución CFE Nº 340/18. Disponible en https://direcciongeneraldeeducacionprimaria.files.wordpress.


com/2019/05/1l-res-340-esi.pdf (consultado noviembre 2020).

mm Navarrete S et, al. Lineamientos sobre Derechos y Acceso de adolescentes al sistema de salud. Ministerio de
salud de la Nación, 2015. Disponible en https://bancos.salud.gob.ar/recurso/lineamientos-sobre-derechos-y-
accesos-de-adolescentes-al-sistema-de-salud (consultado noviembre 2020).

mm Cahn L, Lucas M, Cortelletti F, Valeriano C. ESI, Educación sexual integral. Guía básica para trabajar en la
escuela y en la familia, 2da edición Siglo XXI editores, CABA, Argentina 2020.

mm Marina M, et. al. (2014). Clase 2: Los ejes de la ESI, Educación Sexual Integral, Especialización docente de
nivel superior en educación y TIC, Buenos Aires, Ministerio de Educación de la Nación. Disponible en https://
direcciongeneraldeeducacionprimaria.files.wordpress.com/2019/05/1c-los-ejes-de-la-esi.pdf (consultado
noviembre 2020).

mm Corral AM. Noviazgos violentos en Pronap Adolescencia, Temas de Actualización, Módulo 4. Año 2018.
mm Instagram recomendados: @intervenciones_en_esi @saluddelvaron @adolesexsalud @educacionsexualinte-
gral_esi @fundacionhuesped @fundacionkaleidos @edsexualparatodos @consultorioesi @poresoesi

Módulo 1 m Capítulo 3 m PRONAP 2021 91


CLAVE 3

Identifique Verdadero o Falso en los siguientes enunciados


1. Verdadero.
2. Falso. Según la Ley, “todos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual integral en los estable-
cimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de las jurisdicciones nacional, provincial, de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal”.
3. Falso. Aunque las familias tienen derecho a participar e informarse, por ley, no es necesario pedir autorización
para trabajar contenidos aprobados por el Consejo Federal de Educación (CFE), de ningún área o disciplina,
como ser lengua, matemáticas o contenidos de ESI.
4. Verdadero.
5. Verdadero.
6. Verdadero.
7. Verdadero.
8. Verdadero.
9. Verdadero.
10. Falso. Las diversidades se refieren además a otros aspectos de la vida humana. Instalando las diferencias
en sus complejidades y múltiples combinaciones –culturales, sociales, físicas, familiares, entorno a gustos y
elecciones, fortalezas y debilidades. Todos somos personas distintas.

Analice y resuelva las siguientes situaciones


m Marisa
1. Los padres/madres que comparten momentos íntimos juntos son un ejemplo positivo de una relación amo-
rosa y saludable. Por supuesto estos momentos pertenecen a la intimidad y no es recomendable que NNyA
vean directamente estos actos de conexión sexual, pero a veces un NNyA puede entrar al espacio inespera-
damente. ¿Qué puede hacerse cuando esto sucede? Primero, no entrar en pánico. No están perjudicando a
sus hijos. El sexo es la forma más habitual de reproducción, placer y erotismo de los seres humanos y es sa-
ludable para los chicos tener conciencia a través de la educación temprana y continua sobre la salud sexual
de las personas (incluso los padres, abuelos y otros adultos pueden tener relaciones sexuales). Cuando los
hijos son conscientes de que los padres o cuidadores en su vida comparten una conexión íntima, puede ser
positivo y crear una sensación de seguridad.
Preparar a los hijos para una vida sexual adulta saludable, que ellos mismos disfrutarán a su tiempo en el cur-
so de vida, significa apoyar discusiones sin vergüenza y asegurarse de que sean conscientes de la importan-
cia de la intimidad en las relaciones adultas. Poner una llave en la puerta para los momentos de intimidad es
otra sugerencia válida.
2. La hermana de 9 años tiene la edad suficiente para saber lo que está sucediendo, es probable que entre y
salga. Puede retomar la situación que suponemos vió con ella después y reconocer que estaban teniendo un

92 Clave de autocorrección Nº 3 m Educación sexual integral (ESI) para pediatras


tiempo íntimo juntos y que, si tiene alguna pregunta, está disponible para hablar más con ella. Es importante
tratar de no reaccionar de manera negativa o abrupta, y no mentir. El sexo es natural y no es vergonzoso, por
lo que queremos asegurarnos de que no internalicen mensajes contradictorios. También es necesario recor-
darle respetar los espacios privados del hogar y explicar que, si las puertas están cerradas, deben golpear y
esperar respuesta antes de entrar. Que NNyA y adultos aprendan a tocar las puertas constituye una oportuni-
dad para dar herramientas en cuanto al respeto del espacio propio, intimidad y autonomía.
3. Con la hermana más chiquita es importante luchar contra el impulso de salir corriendo. Es posible que no
se haya dado cuenta de lo que estaba sucediendo y uno no quiere asustarlos, avergonzarlos o castigarlos.
Sugerimos preguntarles que necesitan y redirigirlos a otro espacio, sin actuar como si lo que estaban hacien-
do fuera incorrecto o inapropiado. Si tienen preguntas, abordarlas de manera honesta y sencilla con: Besos,
caricias y abrazos es algo que los adultos pueden hacer en privado, Estábamos disfrutando el tiempo íntimo
juntos. A esta edad algunos niños pueden cuestionar si uno de los padres fue lastimado, y es importante
asegurarles simplemente que nadie fue herido.

m Tomás
1. Es cierto que los NNyA actuales tienen mucho más acceso a la pornografía que los hoy adultos a la misma
edad, lo importante es no juzgar, el contenido porno puede llegarles a través de algún amigo o aparecer
en la pantalla cuando se busca otra cosa o simplemente pueden sentir curiosidad y buscar porno on line,
no está mal, pero llevemoslos a la reflexión: lo que vemos en la pornografía, ¿¿es real?? Es importante que
tengan claro que los protagonistas son actores y las escenas son ficticias y desligadas de la forma en las
que nos relacionamos con otros en la vida real. En esas escenas se reproducen estereotipos estéticos que
distorsionan la imagen corporal, generan expectativas irreales por ejemplo a la hora de tratar de alcanzar un
orgasmo, sobre los cuerpos, los órganos genitales, las formas de recibir y generar placer y cómo relacionarse
durante las experiencias sexuales. El cine porno, en su mayoría muestra una sexualidad desigualitaria entre
los sexos, entre las diversas orientaciones e identidades sexuales, entre las razas, entre los distintos cuerpos.
Es muy importante que sepan que todo tipo de encuentros sexuales deben ser consentidos y que aprendan
a relacionarse eróticamente respetando los espacios de intimidad y cuidado, bajo el diálogo fluido con la/s
otra/s persona/s. Respetando tiempos, comunicándonos en un espacio de confianza, seducción y explora-
ción erótica. Remarcar la importancia de no tomar como educación sexual los recursos pornográficos, que
pueden tener contenidos que no concuerdan con la realidad. Como solemos decir las autoras en los talleres:
“las porno son tan reales como Los Avengers (Vengadores)”.
2. Es importante que como adultos adoptemos un enfoque asertivo y proactivo con respecto a la visualización
de pornografía. Sabemos de sobra cuán accesible es la pornografía en línea para los NNyA. La pornografía
tiene más influencia cuando no se habla de ella. Si como adultos prohibimos terminantemente la pornografía,
castigamos y reprimimos sin explicaciones perdemos la oportunidad de prepararlos con las habilidades de
educación digital que los mantienen más seguros.
Cuando los chicos conocen los medios sexualmente explícitos, quién los crea, por qué es preocupante que los
niños los vean y qué hacer cuando los encuentran, están mejor preparados para tomar decisiones informadas.
Hagamos que las conversaciones sobre el cuerpo, el consentimiento, las relaciones, el placer, la seguridad
en línea y el sexo sean tan rutinarias y libres de tabú como hablar sobre el clima y hasta pueden tratarse en
la mesa familiar. Creemos una cultura familiar donde todos se sientan seguros para expresar sus curiosida-
des, sin vergüenza.
Tener miedo a la pornografía, prohibirla sin explicaciones o no hablar con los chicos sobre ella no es la respues-
ta. La pornografía tiene mucha menos influencia e intriga cuando hacemos que sea seguro hablar de ella.

Motivos de Consulta en la Adolescencia m Clave de autocorrección Nº 3 93

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