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INTEGRAL (ESI)
PARA PEDIATRAS
Dra. María Victoria Gacitúa
Médica Pediatra especialista en Adolescencia.
Médica de planta y Co-coordinadora del Equipo
comunicación y redes sociales del Servicio de Adolescencia
del Hospital Argerich, CABA.
Co-fundadora de Intervenciones Interdisciplinarias en ESI (IIESI).
Miembro del Grupo de Trabajo de Sexualidad, Género y
Diversidad en el Curso de Vida (SAP).
Esquema de Contenidos
EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL
70 Educación sexual integral (ESI) para pediatras m María Victoria Gacitúa / Carolina Corino
Aclaración sobre
el lenguaje inclusivo
Advertimos que si hablamos y/o escribimos siempre en masculino –por ejemplo: los
adolescentes– y nos referimos también a adolescentes mujeres, éstas, no estarían
siendo mencionadas, reduciendo, así como universal al género masculino. Cele-
bramos que hoy se visibilicen las limitaciones de la lengua española en el uso del
genérico masculino para nombrar a todas las personas de todos los géneros, lo que
efectivamente representa una realidad de injusticia y desigualdad. Se avanzó comen-
zando a utilizar las/los y así incluir tanto a varones como a las mujeres, otra opción
fue el uso de la @ por ejemplo: -l@s chic@s- pero debemos pensar en otros modos
de vivir que no se ajustan solamente a varones y mujeres. La ley de identidad de
género 26.743 sancionada en el año 2012 en nuestro país nos dio herramientas para
pensar y si bien las autoras preferimos utilizar la x pensando en las diversidades, al
no estar la misma o el lenguaje inclusivo aprobados por la Real Academia Española
utilizaremos en el presente texto aleatoriamente las y los o el genérico masculino sin
olvidarnos de LXS.
Introducción
Los adultos actuales pertenecemos a una generación que creció sin Educación
Sexual Integral (ESI) o la misma se limitó a la exhibición de una película alusiva al
tema o la charla de algún especialista enfocada, principalmente, en los aspectos
biológicos, la genitalidad y los métodos anticonceptivos. Al historizar nuestro reco-
rrido como profesionales de salud con frecuencia advertimos que ni siquiera hemos
trabajado contenidos de ESI en la formación médica de grado o de postgrado.
Es desde allí que nos proponemos el desafío de trabajar los contenidos de la
propuesta de Educación Sexual Integral y escribir un texto donde tenemos que re-
flexionar desde nuestra propia implicación.
El primer paso a dar como estos adultos es averiguar qué nos pasa a nosotros a la
hora de hablar de sexualidades. ¿Qué nos pasa en el cuerpo y las emociones?
¿Cuáles son nuestros miedos? ¿Nuestros prejuicios? ¿Qué información tenemos y cuál
deberíamos revisar? ¿Qué tan preparados estamos para abordar todos los temas?
¿Qué información carecemos y qué cosas deberíamos reforzar? ¿Cómo nos hablaron
de educación sexual y cómo nos hubiera gustado que lo hicieran?
No hay respuestas aseguradas y certeras. El desafío es poder repensarnos y comen-
zar a amigarnos con nuestras trayectorias personales. Cuando hablamos de repen-
sarnos, nos referimos a de-construir nuestros saberes previos, ponerlos en tensión,
des-andarlos y des-anudarlos para poder construir nuevas narrativas alrededor de
la(s) sexualidad(es).
Para aventurarnos en este escrito y su escritura apostamos a criterios transdisciplina-
rios buscando atravesar los límites disciplinarios. Aspirando a la construcción conjunta,
Educación ¿¿¿SEXUAL???
La sexualidad es una dimensión central en la vida de las
personas que se desarrolla desde el nacimiento y va mucho
más allá de la genitalidad, abarca al sexo, las identidades y
los roles de género, el erotismo, el placer, la intimidad,
la reproducción y la orientación sexual.
Pero entonces…
¿de qué hablamos cuando
hablamos de ESI?
La ESI es un espacio continuo, transversal y sistemático de enseñanza-aprendizaje
que no se limita a una sola materia o intervención educativa.
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Desglosamos cada uno de sus términos:
mm Educación, entendida como la transmisión de información científi-
camente validada pertinente, precisa y actualizada que permita la
circulación de ideas y la construcción de criterios propios.
mm Sexual, en su definición más amplia como aspecto central del ser
humano que abarca identidades y roles de género, erotismo,
placer, intimidad, orientación sexual, salud en general y la salud
sexual y reproductiva (o no reproductiva).
mm Integral, ampliando la lógica de la educación de carácter “preven-
tivo” hacia una que reconoce aspectos jurídicos, sociales, psicoló-
gicos, éticos y culturales. Comprende a la ESI como un entramado
complejo y multidimensional.
1. Recordemos que para la CDN todos los NNyA hasta los 18 años son titulares de derechos y se deben respetar y asegurar su ejercicio, sin discriminación
de ningún tipo. “(...) en consonancia con la evolución de sus facultades, (...) para que el niño ejerza los derechos reconocidos en la presente Convención”.
2. El nuevo Código Civil y Comercial incorpora la figura del adolescente definiéndolo como toda persona menor de 18 años y mayor de 13 (art 25) y en el
artículo 26 habilita a los adolescentes mayores de 16 años a tomar todas las decisiones relacionadas al cuidado de su cuerpo autónomamente y a los
adolescentes entre 13 y 16 años a tomar decisiones relacionadas al cuidado de su cuerpo autónomamente excepto ante procedimientos o tratamientos
invasivos que pongan en riesgo su salud o su vida.
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Escapa a la intención de las autoras hacer hincapié en la compleja situación que
atraviesa nuestro país en la implementación de la ESI. Las legislaciones cambian y se
actualizan constantemente y es nuestro deseo que la información aquí volcada no se
desactualice con los diferentes cambios de leyes provinciales. De todos modos, si se
encuentran motivados a buscar información en cuanto al escenario propio de cada
provincia o sobre los contenidos que se trabajan en las instituciones educativas, les
sugerimos los siguientes links:
https://www.argentina.gob.ar/educacion/esi/jurisdicciones
https://www.argentina.gob.ar/educacion/esi/recursos
Nos parece pertinente destacar que el hecho de que las provincias adhieran a la ley
nacional o cuenten con leyes y normativas propias, lamentablemente, no es garantía
de su efectiva aplicación ni da cuenta de la experiencia y formación en el área de
quienes deberían implementarla.
Mitos de la ESI
Como dijimos antes, la gran mayoría de los adultos actuales crecimos en un tiempo
histórico social que dista en varios aspectos del contexto en el cual nos encontramos
hoy. Recorrimos nuestra escolaridad en una sociedad donde no existían la Ley de ESI,
la Ley de Identidad de Género, o del matrimonio igualitario. Hoy, las cosas cambiaron
y siguen cambiando, por lo que es necesario revisar nuestras prácticas para poder
modificarlas y educar de una manera más respetuosa, igualitaria, empática, asertiva
e inclusiva, es decir, entramada en el marco de derechos.
Nuestras experiencias personales, nuestra historia, la forma en que fuimos criados,
nuestras características generacionales, nuestra identidad de género y nuestra
orientación sexual nos marcan, dejan huellas y atraviesan nuestra manera pensar la
sexualidad evocando numerosos estereotipos, prejuicios y mitos que en más de un
sentido condicionan nuestra manera de pensar la ESI.
Los mitos tienen carácter social: son un conjunto de significaciones sociales crista-
lizadas, de anhelos y creencias colectivas que ordenan la valoración social de un
determinado relato o figura en una época determinada. Muchas veces escuchamos
numerosos mitos en relación a la ESI que no se enmarcan en los ejes de la ley y que
deslizan significaciones sociales que están lejos de lo que la ley dice. Veamos en la
Tabla 1 algunos ejemplos.
Mito Realidad
La ESI enseña a los niños y niñas a La ESI abarca la sexualidad desde los aspectos biológicos,
masturbarse y a tener relaciones psicológicos, sociales, afectivos y jurídicos. Brinda información
sexuales científica adaptada a cada edad
La ESI dice que no existen varones y La ESI tiene perspectiva de género que permite prevenir situaciones
mujeres de desigualdades discriminación y violencia
3. Identidad de género: forma en que cada persona siente su género. Puede corresponder o no con el sexo asignado al nacer. Es el género que cada
persona siente, independientemente de que haya nacido hombre o mujer. El concepto “cis” comprende a aquellas personas que se identifican con el
género asignado al momento de nacer. Mientras, el término “trans” refiere a aquellas que a lo largo de sus vidas no se identifican o autoperciben con el
género asignado en el nacimiento.
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La ESI en todos los niveles y
espacios de formación educativa
Los contenidos de ESI son saberes fundamentales para el pleno ejercicio de los de-
rechos, que ayudan a los NNyA a comprender su proceso de crecimiento y a sentirse
acompañados en el desarrollo de la sexualidad y el cuidado de la salud a lo largo de
toda su infancia y adolescencia en función de su madurez y capacidad de comprensión.
En la etapa inicial la ESI les da herramientas para que puedan identificar a las par-
tes íntimas, nombrar a los genitales por su nombre, cuidar su propio cuerpo y el de
los compañeros, expresar sus emociones y sentimientos, conocer la diversidad de
familias que existen, aprender que los colores, los juguetes y los trabajos u oficios no
tienen género, evitando estereotipos, y para que aprendan y se habiliten a decir NO
frente a interacciones o secretos que los hagan sentir incómodos, mal o confundidos,
previniendo situaciones de abuso o denunciando las que ya ocurren.
En el nivel primario se acompañan los cambios del cuerpo en las diferentes etapas
del desarrollo, valorando las diferencias y similitudes entre las personas, se promue-
ve la reflexión crítica sobre los modelos de belleza actuales y se refuerzan los cuida-
dos y el respeto por la intimidad y el límite entre lo privado y lo público. Se incluyen
también contenidos referidos a los vínculos socioafectivos con los pares, los compa-
ñeros, las familias y las relaciones de pareja.
Comenzando la pubertad y durante la adolescencia, se brinda brindan herramientas
para que puedan decidir con libertad y responsabilidad cuándo iniciar las relaciones
sexuales y con quién, evitar embarazos no intencionales e infecciones de transmisión
sexual, conocer sus derechos, y detectar cuando se vulneran y cómo actuar y pedir
ayuda frente a la discriminación, la violencia, el acoso, el abuso, el maltrato, la explo-
tación sexual y trata. Se incluyen temas como la pareja, el amor y el cuidado mutuo
en las relaciones afectivas; la violencia de género en el noviazgo, prevención del
grooming, redes sociales y sexualidad, respetar la diversidad sexual y rechazar toda
forma de discriminación.
FIGURA 1.
Ejes de la Educación Sexual Integral.
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Valorar positivamente el cuerpo es también reconocer que
la sexualidad se vincula con el disfrute y el placer.
Un adolescente, de 14 años, que quiere realizarse un test de VIH y viene solo a la consulta.
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? En cuanto al autocuidado y
la promoción de la salud, los y las adolescente pueden concurrir solos a la consulta
desde los 13 años y tomar decisiones con respecto al cuidado de su salud mientras no
sean prácticas invasivas por lo tanto es su derecho que, como pediatras, lo acompañe-
mos en su decisión de testearse y él mismo puede firmar el consentimiento informado.
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Los roles de género binarios resultan opresivos para los
varones y para las mujeres, porque nos cargan con mandatos
que dificultan la libre expresión de nuestros deseos.
Sí, También son opresivos para los varones! Los servicios y las políticas públicas
de salud no se dirigen a varones porque supuestamente ellos no se enferman y no
necesitan controles en salud ya que esto los haría verse vulnerables. Como profe-
sionales del sistema de salud sabemos que son los primeros en morirse por causas
externas como suicidio y homicidio.
Se trata de poder plantear líneas de reflexión acordes a diversas situaciones y expe-
riencias que interpelan las feminidades y masculinidades contemporáneas. Enfocar-
nos en este eje no significa comprender las cuestiones o relaciones de géneros sino
des-ocultar situaciones, disponer de una visión no total revisando situaciones natura-
lizadas de des-igualación.
En concreto, la perspectiva de género nos permite repensar los mandatos asignados
a los roles de varón/mujer, vivir la construcción de nuestras identidades de género
con libertad, valorar la diversidad y promover relaciones de equidad. En los últimos
años vemos cambios en algunas de estas significaciones, recorridos y resistencias
colectivas que instalan otros tiempos y nuevos desafíos en los horizontes actuales
en el marco de derechos. Ese cambio cultural es para celebrar, pero sin dudas falta
mucho aún para alcanzar la equidad.
Es algo que ya sucede en muchos hogares, pero siguen siendo muchos otros los que
eligen los juguetes de los niños y niñas con prejuicios, llegando a no ofrecerles los
que más desean por considerarlos del sexo opuesto.
Viene a la consulta una muchacha, de 15 años, que es nuestra paciente desde recién
nacida, cuando le preguntamos si sale con alguien nos dice que sí y nos cuenta lo
perfecto, hermoso y cuidador que es su novio, que no la deja sola, la va a buscar al
cole, va a las salidas con sus amigas, que la llama todo el tiempo para “cuidarla” que
él tiene tanto miedo de que le pase algo que le hace compartir la ubicación del Google
Maps en forma permanente. Durante la asesoría sobre métodos anticonceptivos, con
la misma excusa del cuidado nos cuenta que su novio no quiere que “se meta hormo-
nas que le hagan mal a su salud” pero nos pide realizarse un test de embarazo porque
no usaron preservativo.
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? Es importante cuando aborda-
mos relaciones de pareja en la adolescencia estar atentos a las banderas rojas de la
violencia en los noviazgos. Recordemos que no toda violencia es física, la violencia
psicológica es uno de los tipos más frecuentes de violencia en la adolescencia y sue-
le comenzar sutilmente y precede al resto de las conductas violentas. En este ejem-
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plo podemos ver como el novio ejerce control a través de la vigilancia constante de
todas las actividades realizadas por ella, así como las amistades, la vestimenta, etc.
Las redes sociales y los celulares inteligentes facilitan este control. Cabe destacar
que estas conductas suelen ser naturalizadas y que una persona no es violenta de la
noche a la mañana, existen actitudes que detectadas oportunamente pueden evitar
situaciones de riesgo a futuro. En el abordaje debemos incluir preguntas directas
sobre los celos, el control, si está pendiente de sus horarios, de con quién está, etc.
Esta consulta se torna entonces en una oportunidad para iniciar una reflexión con-
junta sobre los cambios en los estereotipos hombre-mujer, deconstruir los roles de
género que determina que el varón es el que domina y pone a la mujer en el lugar de
la sumisión, y trabajar en la des-idealización del amor romántico fomentando el co-
nocimiento de los derechos, enseñando el autocuidado y fomentando la autoestima.
Nos consulta una adolescente, 16 de años, porque quiere cuidarse en sus relaciones
sexuales, entusiasmados con esta actitud tan proactiva de la joven le bajamos el
decálogo de todos los métodos anticonceptivos y el preservativo para pene. Cuando
le preguntamos sobre sus parejas nos cuenta que mantiene relaciones sexo afectivas
con mujeres.
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? Cuando estamos frente a un o
una adolescente y queremos saber sobre sus parejas es recomendable usar el término
pareja o “alguien” sin usar las palabras novio o novia para evitar la presunción de hete-
rosexualidad que significa asumir de antemano la orientación sexual del paciente.
4. Identidad de género: forma en que cada persona siente su género. Puede corresponder o no con el sexo asignado al nacer. Es el género que cada
persona siente, independientemente de que haya nacido hombre o mujer. El concepto “cis” comprende a aquellas personas que se identifican con
el género asignado al momento de nacer. Mientras, el término “trans” refiere a aquellas que a lo largo de sus vidas no se identifican o autoperciben
con el género asignado en el nacimiento.
5. Orientación sexual: atracción física, emocional, erótica, afectiva y espiritual que se siente hacia otra persona. Esta atracción puede ser hacia
personas del mismo género (lesbiana o gay), el género opuesto (heterosexual), ambos géneros (bisexual) o a las personas independientemente de su
orientación sexual, identidad y/o expresión de género (pansexual). A lo largo de la vida, es posible cambiar de orientación sexual.
6. Expresión de género: manifestación externa de los rasgos culturales que permiten identificar a una persona como masculina o femenina conforme a
los patrones considerados propios de cada género por una determinada sociedad en un momento histórico determinado. Es decir, cómo se muestra
el propio género al mundo: a través del nombre, las posturas, las formas de vestir, los gestos, las pautas de lenguaje, el comportamiento y las
interacciones sociales.
7. Registro adecuado de identidad autopercibida: cuando no se ha realizado el cambio de nombre y sexo en el DNI: En toda documentación escrita, las
personas deberán registrarse con su apellido, las iniciales de los nombres que figura en el DNI, el nombre de pila que elijan conforme a su identidad
autopercibida, fecha de nacimiento y número de documento.
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La consejería en salud sexual y (no) reproductiva no es solo
bajar el decálogo de MAC sino que constituye un proceso
cara a cara de comunicación bidireccional en que un profe-
sional del equipo de salud asesora a una persona o a una pa-
reja para identificar sus necesidades, ayudándolos a realizar
una elección apropiada, de acuerdo a su situación particular.
Vamos a llamar a nuestro próximo paciente y nos encontramos con una mamá con
bebé de 6 meses que pide entrar con su acompañante. Ya dentro de la consulta pre-
guntamos por la familia conviviente y ante la pregunta “¿Están juntos con el papá?” ...
la “acompañante” nos contesta: “No hay papá, somos 2 mamás…”
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? Está naturalizado suponer que
todos los chicos conviven en una familia biparental heterosexual. La diversidad en las
familias existe desde siempre. Como adultos, seguramente recordamos haber cono-
cido en nuestras infancias a niños que eran criados por familias diversas de madres
solas o madres y padres separados, de abuelos y abuelas, de madres y tías, padres
y sus parejas, familias ensambladas o quizás hasta esa diversidad se da en nuestra
propia familia de origen. Es importante que como pediatras evitemos presuponer y
preguntemos con respeto y sin miedo, con la mente abierta, sin dar juicio de valor y
acompañar en la crianza a todo el rango de diversidades familiares.
Durante una consulta un adolescente varón cis que sale con una chica trans, nos
cuenta muy angustiado que en la escuela lo acosan y le dicen “cometravas”.
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? Abordar la diversidad sexual nos
genera múltiples sensaciones y reacciones. Llevar adelante la educación sexual desde
una mirada integral, supone hacer de las escuelas espacios inclusivos y respetuosos
en los cuales todas las personas tengan la libertad de poder expresar su orientación
sexual y su identidad de género sin temor a ser discriminadas o estigmatizadas.
Desde esta perspectiva se busca reflexionar sobre las maneras que tenemos de
manifestar el afecto haciendo especial hincapié en que esas formas no vulneren los
derechos de nadie.
Los temas que pueden abordarse desde la dimensión afectiva son los celos, o el de-
recho a decidir sobre el propio cuerpo previniendo o detectando a tiempo situaciones
de acoso y/o abuso, la amistad, el enamoramiento, el noviazgo, el concepto de pareja
estable y el amor romántico y las capacidades para comunicar emociones, sentimien-
tos, deseos, necesidades y problemas; la toma de decisiones y el pensamiento crítico.
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ante los chicos nuestras emociones, que estamos cansados que tuvimos un mal día,
los chicos aprenden a expresarlas también.
Estamos en la guardia (en tiempos prepandémicos), terminamos de atender a un nene
con mocos y dolor de garganta, nos estamos despidiendo y escuchamos: No seas
maleducado! Dale un besito a la Doctora.
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? ¡¡¡Cuántas veces habremos
escuchado esta frase!!! ¿Si venimos enseñando que su cuerpo es de ellos que nadie
puede tocarlo si ellos no quieren o que tienen que estar alertas a lo que los que los
haga sentir incómodos, si los besos son formas afectuosas de relacionarse ¿por qué
los obligamos a dar besos?
FIGURA 2.
ESI en el consultorio pediátrico.
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AUTOEVALUACIÓN 3
m Tomás
Tomás, de 11 años, le cuenta durante la consulta que está castigado porque le encontraron en el historial
del navegador de su computadora visitas a páginas porno. Los papás se enojaron mucho, lo retaron y le
cambiaron la contraseña del wifi.
1. ¿Cómo seguiría la consulta?
............................................................................................................................................................................................................
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Lecturas recomendadas
mm Marina M, Faur E, Lavari M. Escuelas que enseñan ESI. Un estudio sobre Buenas Prácticas pedagógicas en
Educación Sexual Integral. Primera edición, Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF),
Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología. Presidencia de la Nación, Octubre de 2018, Argentina.
mm Navarrete S et, al. Lineamientos sobre Derechos y Acceso de adolescentes al sistema de salud. Ministerio de
salud de la Nación, 2015. Disponible en https://bancos.salud.gob.ar/recurso/lineamientos-sobre-derechos-y-
accesos-de-adolescentes-al-sistema-de-salud (consultado noviembre 2020).
mm Cahn L, Lucas M, Cortelletti F, Valeriano C. ESI, Educación sexual integral. Guía básica para trabajar en la
escuela y en la familia, 2da edición Siglo XXI editores, CABA, Argentina 2020.
mm Marina M, et. al. (2014). Clase 2: Los ejes de la ESI, Educación Sexual Integral, Especialización docente de
nivel superior en educación y TIC, Buenos Aires, Ministerio de Educación de la Nación. Disponible en https://
direcciongeneraldeeducacionprimaria.files.wordpress.com/2019/05/1c-los-ejes-de-la-esi.pdf (consultado
noviembre 2020).
mm Corral AM. Noviazgos violentos en Pronap Adolescencia, Temas de Actualización, Módulo 4. Año 2018.
mm Instagram recomendados: @intervenciones_en_esi @saluddelvaron @adolesexsalud @educacionsexualinte-
gral_esi @fundacionhuesped @fundacionkaleidos @edsexualparatodos @consultorioesi @poresoesi
m Tomás
1. Es cierto que los NNyA actuales tienen mucho más acceso a la pornografía que los hoy adultos a la misma
edad, lo importante es no juzgar, el contenido porno puede llegarles a través de algún amigo o aparecer
en la pantalla cuando se busca otra cosa o simplemente pueden sentir curiosidad y buscar porno on line,
no está mal, pero llevemoslos a la reflexión: lo que vemos en la pornografía, ¿¿es real?? Es importante que
tengan claro que los protagonistas son actores y las escenas son ficticias y desligadas de la forma en las
que nos relacionamos con otros en la vida real. En esas escenas se reproducen estereotipos estéticos que
distorsionan la imagen corporal, generan expectativas irreales por ejemplo a la hora de tratar de alcanzar un
orgasmo, sobre los cuerpos, los órganos genitales, las formas de recibir y generar placer y cómo relacionarse
durante las experiencias sexuales. El cine porno, en su mayoría muestra una sexualidad desigualitaria entre
los sexos, entre las diversas orientaciones e identidades sexuales, entre las razas, entre los distintos cuerpos.
Es muy importante que sepan que todo tipo de encuentros sexuales deben ser consentidos y que aprendan
a relacionarse eróticamente respetando los espacios de intimidad y cuidado, bajo el diálogo fluido con la/s
otra/s persona/s. Respetando tiempos, comunicándonos en un espacio de confianza, seducción y explora-
ción erótica. Remarcar la importancia de no tomar como educación sexual los recursos pornográficos, que
pueden tener contenidos que no concuerdan con la realidad. Como solemos decir las autoras en los talleres:
“las porno son tan reales como Los Avengers (Vengadores)”.
2. Es importante que como adultos adoptemos un enfoque asertivo y proactivo con respecto a la visualización
de pornografía. Sabemos de sobra cuán accesible es la pornografía en línea para los NNyA. La pornografía
tiene más influencia cuando no se habla de ella. Si como adultos prohibimos terminantemente la pornografía,
castigamos y reprimimos sin explicaciones perdemos la oportunidad de prepararlos con las habilidades de
educación digital que los mantienen más seguros.
Cuando los chicos conocen los medios sexualmente explícitos, quién los crea, por qué es preocupante que los
niños los vean y qué hacer cuando los encuentran, están mejor preparados para tomar decisiones informadas.
Hagamos que las conversaciones sobre el cuerpo, el consentimiento, las relaciones, el placer, la seguridad
en línea y el sexo sean tan rutinarias y libres de tabú como hablar sobre el clima y hasta pueden tratarse en
la mesa familiar. Creemos una cultura familiar donde todos se sientan seguros para expresar sus curiosida-
des, sin vergüenza.
Tener miedo a la pornografía, prohibirla sin explicaciones o no hablar con los chicos sobre ella no es la respues-
ta. La pornografía tiene mucha menos influencia e intriga cuando hacemos que sea seguro hablar de ella.