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Art. 1: los educandos de todos los niveles y modalidades del sistema educativo tienen derecho a recibir
educación sexual integral, tanto en los establecimientos públicos como privados. Entiéndase como ESI lo
que articula aspectos (dimensiones) biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos.
Objetivos: incorporar ESI dentro del curriculum. Asegurar la transmisión de conocimientos precisos,
actualizados y confiables respecto a la sexualidad. Promover actitudes responsables ante la sexualidad.
Prevenir los problemas relacionados con la salud y la salud sexual. Procurar igualdad de trato y
oportunidades entre varones y mujeres.
El cuerpo no se engloba la dimensión netamente biológica sino que además está constituida por los
significados y valoración que se le otorgan en cada sociedad y en cada época en particular de entender y
vivir el cuerpo. Nuestros cuerpos llevan las marcas de nuestra historia (crianza, experiencias,
percepciones).
Cuando nos referimos al cuidado del cuerpo desde la ESI, abarcamos una multiplicidad de temas: le
conocimiento y el respeto del propio cuerpo y el ajeno, el reconocimiento de la propia intimidad y la ajena,
el ejercicio responsable y placentero de la sexualidad. Desde un punto de vista pedagógico, la salud
sexual y reproductiva se desarrolla en la ESI según contenidos curriculares adecuados a cada nivel.
Algunos conceptos vinculados con el abordaje integral del cuerpo a lo largo de los 3 niveles educativos:
Nivel Inicial: debido a la espontaneidad y a la curiosidad de los niños sobre su propio cuerpo y el de los
otros, es necesario enseñar el cuidado del cuerpo y de la salud en los primeros años. Es importante que
los niños aprendan los nombres de las partes del cuerpo y poder identificar cuáles de ellas son las partes
íntimas y porque se llaman así, y facilitar o evitar situaciones de abuso sexual infantil.
Nivel Primario: el interés sobre el conocimiento del cuerpo ocupa un lugar central en el interés de los
niños. Así como la diferencia entre chicos y chicas y adultos. En esta etapa resulta fundamental que se
desarrollen actividades que contribuyan a disminuir actitudes y comportamientos discriminatorios y asumir
así de manera positiva la identidad sexual. Se debe habilitar oportunidades para conversa y pensar
situaciones en las que los vínculos promueven el cuidado de la salud, enfatizar la protección integral,
enseñar hábitos de cuidado y respeto del cuerpo propio y ajeno.
Nivel Secundario: en la adolescencia entran en juego los cambios biológicos, el desarrollo de la
identidad, el cuestionamiento del entorno y del contexto social. Es el pasaje del ámbito familiar a la vida
social. Es por eso, que la escuela debe constituir un espacio de ruptura y desnaturalización de algunas
concepciones e ideales, en las que la reflexión y el pensamiento crítico acompañen a los adolecentes en
su crecimiento y desarrollo.
Mediante la ESI, se fortalece la visión de niños y adolescentes como sujetos de derecho, con capacidad de
participar, ser escuchados y no discriminados por ningún motivo. Se reconocen las necesidades de los
niños y adolescentes como derechos exigibles. Tienen derecho a igualdad de oportunidades, a tener
acceso a servicios de calidad, a ser educados en la participación, a exigir el cumplimiento de sus
derechos. Las instituciones del Estado, la comunidad y la sociedad civil en general deben garantizar tales
derechos. En el ESI se pueden visualizar el derecho a recibir información científica validada para poder
cuidar su propio cuerpo y asumir conductas responsables y solidarias en relación a los otros, derecho a
vivir sin violencia, derecho a vivir libremente su sexualidad sin sufrir ningún tipo de discriminación.
Género: es una construcción sociocultural que se da a partir de la diferencia sexual entre unos y otras.
Estereotipos y representaciones sociales en torno al género: los estereotipos son imágenes sociales
simplificadas e incompletas que supuestamente caracterizan a un grupo de personas (todos los argentinos
son). Cuando hablamos de estereotipo de género hacemos referencia a esas representaciones teniendo
como base el sexo biológico (varón = fuerza, mujer =fragilidad). Estas diferencias en las expectativas de lo
que se espera de un varón o de una mujer se van transmitiendo a lo largo de la infancia, se naturalizan y
se prepara a unos y otras para ocupar roles distintos. Desde el ESI se plante promover la igualdad de
oportunidades para varones y mujeres.
Violencia de Género: la violencia de género es producto de la jerarquía entre los sexos, del machismo, de
la permanencia de los estereotipos y de la naturalización de las desigualdades. Existen distintos tipos de
violencia: física, emocional, económica, sexual y simbólica (sutil).
Las expectativas, roles y mandatos sociales y culturales que las distintas sociedades construyen para
varones y mujeres, en cada momento histórico y contexto determinado, constituyen el producto de
interacciones sociales que se van dando en las instituciones que habitamos las personas, como la familia y
la escuela. En estas instituciones es la que aprendemos a ser varones y mujeres.
Identidad Sexual: es una parte de la identidad de las personas que posibilita el reconocerse, aceptarse y
actuar como seres sexuados y sexuales. Se puede distinguir 3 elementos diferentes: la identidad de
género (convicción intima y profunda de pertenecer a uno u otro sexo, mas allá de las características
biológicas), rol de género (expresión de masculinidad o feminidad acorde con las reglas establecidas
socialmente) y la orientación sexual (preferencias sexuales).
Sexismo: subordinación de un sexo sobre otro.
Sociedad Patriarcal: sistema u organización social de dominación masculina sobre las mujeres.
En toda dinámica grupal y en toda vida institucional se hacen presentes manifestaciones de afectividad.
No se puede pensar al acto pedagógico por fuera del encuentro entre personas. El acto educativo nunca
es un acto aislado, se aprende con y de otros. La ESI propone que la mejor manera de abordar
interrogantes, temores, prejuicios y modelos a través del dialogo entre adultos. Habilitando espacios de
debate reflexión. En los lineamientos curriculares de ESI podemos encontrar múltiples contenidos
relacionados con la afectividad en las diferentes asignaturas. Aborda la dimensión afectiva en la escuela
desde: la amistad y el enamoramiento, las habilidades comunicativas de emociones, sentimientos, deseos,
necesidades y problemas y desde la reflexión y el desarrollo de habilidades psicosociales (empatía, saber
escuchar, dialogo para resolver conflictos, pensamiento crítico y creativo).
El rechazo a toda manifestación afectiva coercitiva y a toda forma de abuso y violencia de género y
sexual: la dimensión afectiva se asocia tanto a los aprendizajes acerca del cuidado y la protección como
al rechazo de toda forma de violencia y de situaciones que vulneren los derechos (bullyng, presión de
grupo, coerción sexual, abuso sexual infantil).