Está en la página 1de 4

Universidad Mesoamericana

Biología Cutánea

Maestro: Uriel Pérez Espinosa

Materia: Cosmetología y Estética Corporal

Tarea: Envejecimiento Celular

Alumna: Judith Pérez Zamarrón

Matricula: 202318074
REALIZA LA LECTURA DEL DOCUMENTO PDF "TELÓMEROS Y
ENVEJECIMIENTO" Y ELABORA UN RESUMEN DE UNA EXTENSIÓN DE 2
CUARTILLAS.

En las células eucariotas los telómeros constituyen el extremo terminal de los


cromosomas, los cuales se acortan en cada división celular. Cuando el
acortamiento es crítico, se induce daño persistente al ADN en estos extremos,
senescencia, apoptosis y pérdidas de la capacidad regenerativa de los tejidos.
Dada la imposibilidad de replicación completa de los telómeros por la ADN
polimerasa después de cada división celular, la telomerasa, una ribonucloproteína
retrotranscriptasa, actúa alargando los extremos de los cromosomas, utilizando
como molde una porción de su propio ARN. Muchos factores determinan la longitud
de los telómeros, sobresaliendo el acortamiento de los telómeros y la pérdida
de actividad telomerásica. Además, existen multitud de factores que condicionan
las diferencias entre edad fisiológica y edad cronológica.

El cuerpo humano está compuesto por billones de células vivas. Envejece a


medida que envejecen sus células, lo que ocurre cuando esas células
finalmente dejan de replicarse y dividirse. Los científicos saben desde hace
mucho tiempo que los genes influyen en cómo envejecen las células y en
cuánto tiempo viven los humanos, pero no está claro cómo funciona
exactamente.
En este sentido, los hallazgos de un nuevo estudio dirigido por investigadores
de la Universidad Estatal de Washington han resuelto una pequeña pieza de
ese rompecabezas, acercando a los científicos un paso más hacia la solución
del misterio del envejecimiento.
Un equipo de investigación encabezado por Jiyue Zhu, profesor de Ciencias
Farmacéuticas, identificó recientemente una región de ADN conocida
como VNTR2-1 que parece impulsar la actividad del gen de la telomerasa, que
se ha demostrado que previene el envejecimiento en ciertos tipos de células,
incluidas las células reproductoras y las células cancerosas. El estudio fue
publicado en la revista Proceedings of the National Academy of
Sciences (PNAS).
El gen de la telomerasa controla la actividad de la enzima telomerasa, que
ayuda a producir telómeros, las tapas al final de cada hebra de ADN que
protegen los cromosomas dentro de nuestras células. En las células normales,
la longitud de los telómeros se acorta un poco cada vez que las células
duplican su ADN antes de dividirse. Cuando los telómeros se acortan
demasiado, las células ya no pueden reproducirse, lo que hace que
envejezcan y mueran. Sin embargo, en ciertos tipos de células, incluidas las
células reproductoras y las células cancerosas, la actividad del gen de la
telomerasa asegura que los telómeros vuelvan a tener la misma longitud
cuando se copia el ADN. Esto es esencialmente lo que reinicia el reloj de
envejecimiento en la nueva descendencia, pero también es la razón por la que
las células cancerosas pueden continuar multiplicándose y formando tumores.
Entonces los telómeros, al perder su estructura pueden causar la perdida de
fragmentos enteros de los cromosomas porque sus secuencias repetidas
recombinan anómalamente. Entonces eso es fundamental en cáncer: aneuploidías,
poliploidías, que son inestabilidades genómicas que se producen, en parte por la
relajación de la estructura en la que se empaqueta el ADN: la cromatina [el material
que contiene a los cromosomas]. Y mucho de ese relajamiento está dado en
secuencias repetidas”, explica Recillas.

Sobre la relevancia en general de contar con la secuencia completa del genoma


humano, Recillas expone que, además de que ahora se tiene un genoma de
referencia “cien por ciento confiable”, podrá comprenderse mejor la función en los
niveles genómico y epigenómico de los centrómeros y los telómeros, esenciales
para la división celular y la estabilidad de los cromosomas, respectivamente. “A nivel
genómico porque conocemos la secuencia, y a nivel epigenómico, nos da
información sobre cómo se organiza la cromatina de esas regiones, lo que a su vez
es muy importante para la estabilidad de los cromosomas y posiblemente la
regulación de la expresión de los genes”, concluye.

La terapia génica Tert utilizando vectores AAV9 no integradores, fue capaz en


ratones adultos de retrasar el envejecimiento y aumentar la longevidad al disminuir
las patologías relacionadas con la edad como la osteoporosis y la intolerancia a la
glucosa, así como el deterioro neuromuscular y cognitivo. Además, la aparición del
cáncer se retrasó en los ratones tratados con TERT.
BIBLIOGRAFIA

Telomeres, telomerase and aging. A visit to the 2009 Nobel Prize in Physiology and
Medicine Cristina Soriano Amador, Francisco J. Sánchez-Muniz

También podría gustarte