Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Este principio se refiere, entonces, no propiamente al análisis de la labor del agente que
realiza el trabajo hermenéutico de interpretación, sino al análisis de la actuación de las
partes que han realizado el negocio; esto es, a la determinación de si éstas han actuado
correctamente, en donde la buena fe interesa como regla de conducta que, "...con
particular referencia a la interpretación del contrató exige, básicamente, el preservar la
confianza razonable de cualquiera de las partes sobre el significado del acuerdo..." Esto
es lo que la doctrina comparada ha convenido en llamar "buena fe objetiva" o, también,
¨buena fe probidad¨ En consecuencia, como criterio hermenéutico, la buena fe servirá
para investigar la actuación de los contratantes permitiendo, junto a otros criterios,
individualizar la "voluntad común de las partes", entendida como aquella que se
desarrolla bajo los parámetros de corrección y confianza; lo que significa que busca "
...conferir al contrato aquélla particular coloración que la regla de buena fe es capaz de
atribuir ley, por esto,(...) el único significado que el mismo puede asumir habida cuenta
de las posiciones recíprocas de las partes y de las circunstancias..."De esta manera, la
buena fe actúa no sólo en la medida que está determinada por los usos de una cierta
comunidad, sino que, precisamente, por ser reflejo de dichos usos sociales, aporta un
criterio hermenéutico adicional para la determinación de la común intención de las
partes.