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Kate Millet nació en Minnesota el año 1934.

A pesar de su dura infancia pudo estudiar


en la Universidad de Oxford y se graduó en Literatura Inglesa.
Al poco tiempo de terminar sus estudios, a mediados de los 60, Kate empezó a
involucrarse de forma activa en en la lucha feminista en Nueva York, participando en
los movimientos para la liberación de la mujer (movimiento radical de women’s
liberation).

A partir de toda la experiencia que va recabando de otras compañeras, Kate va


formando su pensamiento. Recibió también influencia de feminista SDB con su libro “el
segundo sexo”.
Ya en 1969 presentó una tesis doctoral pionera sobre cómo el sexo es vital para
explicar la opresión de las mujeres. Esta tesis, un año después, vio la luz como libro
bajo el título de Política Sexual (que hemos comentado en clase).

En su libro, Kate, va más allá de SDB, afirmando que lo personal es político: la


diferencia de sexos se ha enquistado en lo político. Explica que lo político es la
relación de poder entre unos y otros y que en este caso, los grupos de poder
(hombres) despliegan su autoridad sobre otros colectivos inferiores (mujeres).
A partrir de esto, afirma que el sexo es una categoria impregnada de la política.
Explica y define que el patriarcado es un sistema de dominación ideológico, totalmente
arraigado a nuestra cultura, y cómo ese mismo sistema permite y perpetúa que los
varones controlen y exploten sexual, económica y psicológicamente a las mujeres. Las
relaciones de dominación más primarias se dan en el ámbito personal.

Una de las aportaciones más relevantes que va a hacer Kate Millet es el rechazo del
amor romántico. Ella va a afirmar que : “El amor ha sido el opio de las mujeres, como
la religión el de las masas. Mientras nosotras amábamos, ellos gobernaban”.

Con esto quiere decir que la mujer siempre está esperando a ser amada (no tiene otro
objetivo, y cuando lo consiguen lo anteponen delante de todo) mientras que los
hombres pueden desarrollar un proyecto de vida donde el amor es algo marginal en
sus vidas, secundario. (los negocios por encima del amor romántico).

Por lo tanto, si queremos una relación de igualdad entre hombres y mujeres, debemos
rechazar el amor romántico y apostar por la homosexualidad como acto de liberación
político. Solo en las relaciones entre mujeres es posible una liberación de la
mujer.

RECHAZO AMOR ROMÁNTICO: Creemos que, actualmente, debido a los avances


feministas de los últimos años, las mujeres se desarrollan profesionalmente y
personalmente de forma independiente sin depender de sus maridos/padres… Eso
conlleva a que la idea de amor romántico que tenía Kate (la mujer esperando toda su
vida a ser amada como único propósito de vida) ya no tiene cabida en nuestra
sociedad actual. Eso no significa que actualmente, sigan existiendo desigualdades de
sexo en las relaciones o matriomonios, así como una clara subordinación de la mujer
bajo la figura del hombre.

AMOR IGUALITARIO SOLO EN LA HOMOSEXUALIDAD: creemos que la igualdad


entre sexos no se consigue mediante una relación homosexual, creemos que esa no
tiene que ser la solución. La igualdad debe también tener cabida en las relaciones
heterosexuales. Obviamente, es cierto que en muchas relaciones heterosexuales se
establecen unos roles de género donde la mujer está subordinada a la figura del
hombre. Creemos que la solución no es pasarse a otro tipo de relación sinó luchar
contra el problema y erradicarlo. Huir de las relaciones heterosexuales no soluciona el
problema, lo estamos omitiendo y omitir no significa que deje de existir.

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