Catharine A.

MacKinnon es abogada, maestra, escritora y activista en temas de

igualdad sexual. Profesora de derecho Elizabeth A. Long en la Universidad de
Michigan y de 2008 a 2012 fue la primera Asesora Especial en Género del Fiscal de
la Corte Penal Internacional.

Concibió el abuso sexual como una violación de los derechos de igualdad, siendo
pionera en la denuncia legal del acoso sexual como discriminación sexual en el
empleo y la educación; con Andrea Dworkin, reconoció los daños de la pornografía
como violaciones de los derechos civiles y propuso el modelo sueco para abolir la
prostitución. Su enfoque de la igualdad ha sido ampliamente aceptado en Canadá y
en otros lugares.

En representación de mujeres bosnias sobrevivientes de las atrocidades sexuales

serbias, estableció el reconocimiento legal de la violación en el genocidio, ganando
con un abogado adjunto un veredicto de $ 745 millones en el juicio. Trabaja con
ERA Coalition y Coalition Against Trafficking in Women (CATW).

Sus libros incluyen Sexual Harassment of Working Women (1979), Feminism

Unmodified (1987), Hacia una teoría feminista del Estado (1989), Solo palabras
(1993), Vidas de mujeres, leyes de hombres (2005), ¿Son humanas las mujeres?
(2006), Sex Equality (2016) y Butterfly Politics (2017).
Hacia una teoría feminista
del Estado
 El Estado liberal
Para la autora la propuesta marxista es insuficiente. Se pregunta si el Estado es solo
la representación de los intereses de la burguesía o si tiene unos intereses propios y
por tanto tiene cierta autonomía.
El trasfondo de esto es plantear si el Estado puede no seguir solo sus intereses o
puede tener otros, por ejemplo posibilidades transformadoras y emancipatorias,
dando así cabida a otros tipos de intereses.
Ella considera que tanto la teoría marxista como para el liberalismo han dejado de lado
el género y porque esto es relevante para comprender la forma en la que funciona el
poder y la forma en la que funciona el Estado.
Señala que el feminismo no tiene una teoría del Estado pero so tiene una teoría del
poder, lo que es central para explicar porque no se trata solo de clase social (Marx) sino
que se trata también de género y de las relaciones de poder que existen entre los
géneros, entre los hombres y las mujeres.

Las formas en las que se relaciona el Estado o los intereses que se

materializan en las instituciones estatales y en las leyes no solo tendrían
que ver con la economía sino con el dominio político en la relación entre
los sexos.
 Va a criticar al Estado liberal como a las teorías críticas del derecho.

Respecto al primero critica los principios en los que se funda: la neutralidad estatal, el
papel del derecho (supuesta objetividad). La objetividad es masculina (pensada desde
un sujeto masculino).
El Estado liberal crea leyes de igualdad o al institucionalizar la igualdad que suponen
que hombres y mujeres son iguales en la realidad social y al mismo tiempo invisibiliza
las desigualdades.