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Se considera que aproximadamente 10 a 15 minutos previos al inicio de cada

alimento participan múltiples factores que inducen la ingesta alimenticia. Hay


factores neuronales de la corteza cerebral que tú puedes decidir activar o desactivar
para controlar la sensación de hambre.
Pero también debes saber que hay receptores sensitivos externos, como la visión
y el olfato, que son determinantes de la elección y el consumo de alimentos. Por esto,
la importancia de no pasar todos los días por el frente de una panadería o repostería,
porque ellos utilizan este mecanismo visual y olfativo para activar tu adicción.
De todos los sentidos, el gusto es el que mayor influencia tiene en las conductas
alimenticias y el que desencadena la respuesta de hambre y, por eso, la importancia
de no “picar” alimentos. El factor gastrointestinal que genera la sensación de hambre
es la contracción rítmica del estómago, que se despierta gracias a los sentidos.
Existen factores metabólicos, como las cifras de glicemia. Se dice que la
disminución de las cifras de glicemia entre 10 a 15 mg/dl es lo que marca el inicio de
la sensación de hambre y esto es lo que sucede después de comer carbohidratos o
dulces refinados, helados o chocolate: activan la insulina y 10 minutos después esta
causa una disminución en los niveles de glicemia que terminan activando la
sensación de hambre.
El hambre y la saciedad son sensaciones cerebrales. El
hambre es la necesidad fisiológica de comer y la saciedad es
la ausencia de hambre.
También existen señales moleculares periféricas mediadas por hormonas que van
a activar directamente la región lateral del hipotálamo, que se traduce en hambre
inmediata, como la grelina, un péptido producido en el estómago que estimula el
apetito de forma desenfrenada a corto plazo. Los glucocorticoides y las hormonas del
estrés, como el cortisol, y las catecolaminas, como la noradrenalina, también activan
el centro del hambre. Por esto, las personas que viven estresadas se la pasan
comiendo todo el día y se vuelven obesas.
El neuropéptido Y o NPY es un péptido de 36 aminoácidos producido en el núcleo
arqueado del hipotálamo y que tiene como función principal la regulación del peso
corporal. Su efecto preponderante es aumentar el hambre y especialmente la ingesta
de carbohidratos y aumentar la síntesis de grasas en el organismo. O sea, su función
es hacernos aumentar de peso. Este NPY es inhibido por la leptina y por esto se
considera que la leptina es el principal regulador de la conducta alimentaria y del
peso corporal.

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