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Anónimo
Cirugía Maxilofacial
5º Grado en Medicina
Facultad de Medicina
Universidad de Sevilla
No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
De las fracturas de la cara en conjunto, las más frecuentes son las nasales, de forma que:
Nasales > Mandíbula > Malar (6:2:1)
1. FRACTURAS DE MANDÍBULA
Las fracturas mandibulares son las más frecuentes en traumatología facial tras las fracturas nasales.
Los niños presentan una menor incidencia debido a que poseen una mayor elasticidad ósea.
1.1.Consideraciones anatómicas
Recuerdo anatómico: El hueso mandibular presenta un cuerpo cóncavo hacia atrás que se abre y que
culmina en dos ramas que ascienden hacia atrás y hacia arriba, y terminan en la región condílea que se
articula con la base del cráneo (cavidad glenoidea del temporal). Presenta la apófisis coronoides que es
lugar de inserción del músculo temporal.Posee un cuerpo, una rama, un ángulo y un borde superior que
recibe las piezas dentarias de la arcada inferior. En la región del cuerpo encontramos en la zona más
anterior, una cresta vertical que es el producto de la unión de los dos huesos mandibulares y que se
denomina sínfisis (región anatómica que queda entre los caninos). En el borde superior se encuentra la
ración de la apófisis coronoides, donde se insertan fibras del músculo temporal (si se producen fracturas de
esta zona es por arrancamiento por el músculo temporal).
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13 de Diciembre Patología Quirúrgica II: Cirugía Oral y Máxilofacial Infante
Hay muchas formas de clasificar las fracturas de mandíbula, según localización, gravedad, tipo de fractura o
incidencia del agente traumático. NOTA Ángela: en clase dio todas pero en el ppt solo vienen las dos
primeras.
De sínfisis mandibular(entre los dos agujeros mentonianos): Suelen ser oblicuos o verticales.
o Parasinfisarias: Fracturas en zonas adyacentes a la línea media.
o Sinfisarias puras.
No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
De rama horizontal.
De ángulo.
De rama ascendente.
De coronoides.
De cóndilo:
o Intracapsulares (Dentro de la cápsula articular).
o Extracapsulares o subcondíleas (Por debajo del cuello anatómico del cóndilo, fuera de la
cápsula articular): Son las más frecuentes.
FRECUENCIA: Las fracturas de la apófisis coronoides son muy raras, y se producen por arrancamiento (por
tensión) por el músculo temporal.Las más frecuentes son las fracturas del cóndilo, seguidas de las del
cuerpo mandibular y ángulo mandibular.
Cerradas o simples: Los tejidos blandos, los músculos y en menor grado el periostio, envuelven el
foco de la fractura, de forma que este no se comunica ni con la piel ni con la mucosa (de la cavidad
oral). Tienen mejor pronóstico.
Abiertas: Sí se asocian a desgarros de los tejidos que
envuelven el foco de la fractura, bien hacia la mucosa
bucal o bien hacia la piel, es decir, hay comunicación
con estas últimas y conllevan contaminación
bacteriana.Ponen en comunicación el foco fracturario y
la cavidad oral. La complicación de estas es la infección.
1.2.3. Según el tipo de fractura
PDF: Clínicamente estas fracturas suelen caracterizarse por presentar una impotencia funcional articular
No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
(imposibilidad de abrir o cerrar completamente la boca), deformidad del arco mandibular (maloclusión), crepitación,
desplazamiento y movilidad de los fragmentos fracturarios, dolor a la palpación, asimetría facial (por fractura o
luxación ósea), desgarro de la mucosa, y anestesia de los labios por lesión del nervio dentario inferior. El examen
clínico es lo más importante:
*NOTA Ángela: No lo da en clase ni viene en el ppt, pero si viene en el PDF.Punto 5: resumen tto.
El tratamiento definitivo de las fracturas mandibulares puede diferirse habitualmente hasta que se haya asegurado la
vía respiratoria, se haya detenido la hemorragia y se hayan tratado las lesiones neuroquirúrgicas, torácicas y
abdominales así como las lesiones de las extremidades. No obstante, está demostrado que la realización precoz del
tratamiento de las fracturas mandibulares mejora los resultados, reduce la potencial morbilidad residual y disminuye
el tiempo de hospitalización.
El fin esencial es restaurar la función y la forma mandibular precozmente, con una reducción del foco de fractura lo
más anatómica posible y una estabilización del mismo. Los objetivos terapéuticos son la reducción y estabilización
No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
anatómica de los fragmentos y la restauración funcional precoz en buena oclusión, con mínima morbilidad y una
buena simetría tridimensional facial a término.
Tratamiento conservador
El tratamiento conservador de las fracturas de mandíbula implica la reducción de la fractura sin abrir piel ni mucosa.
Con el tiempo, ha llegado en la práctica a ser sinónimo de bloqueo o fijación intermaxilar mediante férulas, alambres y,
más recientemente, elásticos anclados sobre tornillos con cabeza retentiva para los mismos. La reducción cerrada se
basa en la premisa clásica de ser el “método más simple y sencillo para reducir y fijar las fracturas de mandíbula”. Su
indicación fundamental se encuentra en las fracturas de cóndilo y en las fracturas mandibulares que acontecen en la
edad pediátrica. Se utilizan además con frecuencia como tratamiento complementario de las técnicas de fijación
interna.
Sus ventajas consisten en que es fácil de usar, es barata y es un procedimiento rápido, lo cual disminuye el coste y un
menor tiempo de anestésico. Las desventajas de este sistema residen principalmente en la dificultad de obtener una
Técnicas de fijación
La reducción abierta implica una incisión de piel y/o mucosa para visualizar el foco de fractura, y reducir y fijar los
fragmentos óseos mediante distintos métodos (tornillos y miniplacas de titanio). La fijación rígida interna es un
sistema de fijación de la fractura aplicada al hueso lo suficientemente fuerte para permitir la curación.
En la práctica, los sistemas más empleados hoy en día son la miniplacas de titanio, con fijación de tornillos
monocorticales, que se colocan mediante incisiones mucosas. Las fracturas sinfisarias, parasinfisarias y de cuerpo
mandibular, se tratan de elección mediante reducción abierta, debido a la accesibilidad quirúrgica, y están
especialmente indicadas en las fracturas de ángulo debido a la dificultad de lograr una reducción estable sólo con
métodos conservadores
2.1.Consideraciones anatómicas
No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
El maxilar superior es un hueso que forma parte de la
cavidad nasal.
Es un hueso par y se encuentra en el centro de la cara,
debajo del frontal y del etmoides. Forma parte del
suelo de la órbita, paladar y fosas nasales.
En su interior se encuentra una cavidad, recubierta de
mucosa y rellena de aire: El seno maxilar.
Se articula con el hueso frontal, cigomático, lagrimal,
nasal, vómer (parte posterior del tabique nasal, que
divide la nariz en fosas nasales izq y dcha) y con el
cornete inferior.
Contiene al nervio orbitario que da sensibilidad a la zona de las mejillas y la cara.
El maxilar se rompe de forma horizontal, es muy raro la fractura vertical. Las mixtas son más raras aún.
Fractura horizontal: Utilizamos en la práctica diaria la CLASIFICACIÓN DE LE FORT(IMPORTANTE).
Al variar el grado y dirección de los golpes, Le Fort encontró que las fracturas se podían clasificar de
acuerdo al nivel más alto de la fractura. Se basa en tres patrones de fractura.
o Le Fort I o subnasal: Es el tipo más frecuente (IMP) y el menos grave.El trazo de fractura va
por el suelo del hueso nasal.
PDF: es aquella en la que el trazo de fractura discurre desde la escotadura piriforme, sigue por
encima de los ápices dentarios, a través de la pared anterior del seno maxilar, llega a la tuberosidad
y con bastante frecuencia al tercio inferior de las apófisis pterigoides. Su mecanismo de producción
suele ser un trauma horizontal sobre el labio superior. Existirá una maloclusión dentaria. Se puede
apreciar una equímosis en herradura en el fondo del vestíbulo superior y en el velo del paladar. A la
exploración manual se puede constatar la movilidad del maxilar superior así como un dolor muy
selectivo presionando con el pulpejo del dedo hacia la apófisis pterigoides.
o Le Fort II o submalar(fractura piramidal): El trazo se inicia en la raíz nasal, va por debajo
del hueso malar y acaba rompiendo hasta la apófisis pterigoide.
PDF: es producida por un trauma oblicuo de arriba a abajo de delante a atrás. El trayecto de fractura
comprende los huesos nasales en su parte media, la apófisis ascendente del maxilar, ocasionalmente
el reborde infraorbitario, la apófisis piramidal en su articulación con el malar, la tuberosidad y el
tercio medio de las apófisis pterigoides. Hacia dentro afecta a la pared lateral de las fosas nasales,
aproximadamente entre el cornete medio y el inferior, el vómer y la lámina perpendicular del
etmoides.
o Le Fort III o supramalar: El trazo también se inicia en la raíz nasal pero en este caso va por
encima del hueso malar. También se llama disyunción cráneo-facial, ya que se presenta
separación completa del cráneo de la cara (la cara queda suelta con respecto al cráneo). Es
el tipo más infrecuente pero el más grave (se trata en la UCI).
PDF: es producida por un trauma frontal de alta energía y generalmente de una superficie grande.
Las líneas de fractura discurren por la sutura frontonasal y frontomaxilar sobre el nguis y la pared
medial de la órbita rodeando el agujero óptico hasta la porción posterior de la fisura orbitaria
superior. En este punto la línea de fractura se divide en dos. Una línea sigue por la fosa
pterigopalatina hasta la base de la apófisis pterigoides; la otra parte del extremo anterior de la
hendidura esfenomaxilar hasta dividir el reborde ateral de la órbita al nivel de la sutura
cigomáticofrontal. La disyunción craneofacial se completa con la fractura del arco cigomático y la
pared lateral de las fosas nasales, el vómer, la lámina vertical del etmoides y con cierta frecuencia la
lámina cribosa de este mismo hueso.
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No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
Le Fort I Le Fort II Le Fort III
Subnasal Submalar Supramalar
Fractura vertical (sagital):
o Fractura sagital medial de paladar: Producidas a nivel de la línea media, quedando
separados ambos hemimaxilares de esta línea media.
o Fractura sagital lateral: producidas a nivel de la tuberosidad. Son muy raras
Fracturas mixtas: Se combinan distintos trazos. Menos frecuentes. Por traumas de alta intensidad.
Otras lesiones: Estas otras lesiones son menos frecuentes, pero las que dan gravedad a la fractura.
o Diplopía (No en Le fort I, no afecta al globo ocular),
o Enoftalmos (La grasa de la cavidad orbitaria se hernia dentro del seno maxilar),
o Ceguera(Si se afecta el nervio óptico).
o Licuorrea por fosas nasales(Salida de LCR por la fosa nasal en fractura de Le Fort III).
PDF:La clínica de estas fracturas (sobre todo Le Fort II y III) cursa con un gran edema facial y del espacio interorbitario,
nariz aplanada con un pliegue cutáneo en la raíz, gran edema periorbitario con quemosis conjuntival bilateral que con
frecuencia impide la apertura de los ojos. Existen grandes equímosis palpebrales y conjuntivales.
Invariablemente se producirá una hemorragia nasal y hematomas cutáneos, y con frecuencia se podrá apreciar la
crepitación cutánea reflejo del enfisema subcutáneo. Ocasionalmente puede haber una rinolicuorrea (Le Fort III). Hay
No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
maloclusión dentaria, mordida abierta anterior, con retrodesplazamiento del tercio medio facial que genera un falso
prognatismo. En la palpación intraoral en el Le Fort II se palpa un escalón a nivel de la apófisis piramidal del maxilar
superior. Este tipo de trazos casi nunca se ven de forma exacta en la práctica clínica. La mayoría de las veces los trazos
son asimétricos (impactos laterales) y conminutos. Hasta en un 15% de los casos se asocian fracturas sagitales del
paladar que, si concurre una gran intensidad del traumatismo se traducen en una herida en la mucosa palatina.
NOTA Ángela: No lo da en clase ni viene en el ppt, pero si viene en el PDF.Punto 5: resumen tto
Se pretende conseguir una restauración funcional y anatómica precoz en oclusión denatria estable. Además se
pretende una mínima morbilidad. La fractura debe ser desimpactada totalmente con maniobras manuales o con la
ayuda de los fórceps de Rowe-Killey. Los dos fragmentos del fórceps son situados en cada fosa nasal y en la cavidad
bucal. La tracción se hace verticalmente mientras el ayudante mantiene firmemente la cabeza en posición hasta
desimpactar el maxilar.
Con la reducción se debe poder restablecer la oclusión que tenía el paciente previamente a la fractura.
Para ello, la tendencia actual es recurrir en general a reducción abierta y fijación con miniplacas de titanio o placas
reabsorbibles situadas en los arbotantes maxilofaciales. La clave del tratamiento de esta fractura es la fijación del
fragmento maxilar a una mandíbula estable. Por lo tanto, toda fractura mandibular previa debe ser reducida y fijada
con osteosíntesis.
El hueso malar es el que forma el pómulo(y por tanto una parte de la cavidad
orbitaria – complejo órbito-malar), también se conoce como zigomático o
tetrapódigo.
El hueso malar es el parachoques lateral mediofacial y forma parte del suelo y de la pared lateral orbitaria. En las
fracturas órbito-malares, hay afectación de cuatro arbotantes*: articulación con el hueso maxilar(máxilo-
malar), con el hueso frontal(fronto-malar), con el temporal (cigomático-malar) y con el ala mayor del
esfenoides (pared lateral de la órbita. Se considera un arbotante en la actualidad, antes no).
No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
El patrón de fractura más frecuente es aquel que recorre las suturas naturales del cigoma con el resto de huesos con
que se articula. Por ello, la antigua denominación de fracturas en trípode ha dejado de emplearse para sustituirla por
fracturas “tetrapódicas”. Se denominan fracturas en tetrapódicas.
El hueso malar tiene una posición de gran importancia en el tercio medio facial. Entre sus funciones se encuentran:
proteger al globo ocular al dar proyección a la zona del pómulo, dar inserción al músculo masetero y absorber la fuerza
de cualquier impacto antes de que éste afecte al encéfalo. A la importante función de parachoques medio-facial hay
que añadir una importante trascendencia en la estética facial (pómulos prominentes).
3.1.Clasificación
3.2.Clínica
No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
componente edematoso. Al quitarse el edema, pasados varios
días, se observa el hundimiento del pómulo.
Las hemorragias del seno maxilar se pueden observar como
hematomas si levantamos la parte superior de la cavidad oral.
3.3.Diagnóstico
NOTA Ángela: no viene ni en el PPT ni en el PDF pero lo dio en clase.
En cuanto al diagnóstico, este tiene que ser clínico y radiológico: buscar alteraciones o aplanamientos en la
alineación en las proyecciones de ambos malares.
La radiografía simple tiene poca importancia hoy en día.
El TAC es donde nos manejamos en la actualidad, es la PRUEBA DE ELECCIÓN (al igual que en la
En aquellas fracturas sin desplazamiento y sin alteraciones clínicas ni funcionales, está indicada la abstención
terapéutica. Pero si hay desplazamientos de fragmentos, se debe intervenir, ya que una vez resuelto el edema, puede
manifestarse los signos de enoftalmos y la diplopia.
Lo más indicado hoy en día es la reducción abierta de la fractura, para lo que emplearemos distintos abordajes para
reducir y fijar las fracturas.
Para conseguir la adecuada fijación se deben exponer y reducir al menos 3 focos de fractura y realizar osteosíntesis
con miniplacas.
4. FRACTURAS NASALES
Son las más frecuentes en la traumatología facial.Los traumatismos nasales constituyen un tipo de patología
traumática frecuentemente vista en los servicios de urgencias. La incidencia de fracturas nasales es elevada debido a
la posición sobresaliente de la nariz que hace que hace que sea susceptible de lesiones aisladas.
Recuerdo anatómico:
La nariz consta de dos porciones: La pirámide nasal y la cavidad
nasal.
La pirámide nasal está formada en su parte superior por el dorso de
la nariz (parte ósea) y la parte inferior se extiende hasta el vértice o
punta (parte cartilaginosa).
La parte externa está recubierta por tejido adiposo, algunos
músculos de la expresión facial (como el piramidal, transverso,
elevador y dilatador del ala de la nariz) y piel (glándulas sebáceas y
sudoríparas).
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4.1.Clasificación
Los traumatismos nasales, en función de la energía absorbida, punto de aplicación y duración, se dividen
en:
Fracturas lateralizadas: Producidas por impactos laterales. Se van a romper uno de los huesos
nasales con o sin afectación del tabique en función de la energía del traumatismo. Es la típica que
se produce por un puñetazo.
Fracturas deprimidas: Se debe a un impacto frontal directo (traumatismos antero-posteriores). Se
van a romper ambos huesos nasales (“las dos tejas”) y el tabique.
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Lateralizada Deprimida
4.2.Exploración clínica
NOTA Ángela: En el ppt no viene nada más y en clase tampoco dijo más nada de las fracturas nasales. Pero
en el PDF viene mucho más explicado. Lo dejo para quien lo quiera. Punto 5: resumen tto
CLINICA
Dolor, inflamación, eritema, hematoma. Será de mayor o menor intensidad, en función del tipo de impacto
recibido (bajo-medio-alta energía).
Deformidad. En mayor o menor medida en función del tipo de lesión producida (cartilaginosa, ósea,
cartilaginosa y ósea) y el grado de fractura provocado: sin desplazamiento, con desplazamiento y conminuta.
Epistaxis. Generalmente moderada y autolimitada. Se controla fácilmente con un taponamiento anterior
junto a las maniobras de reducción de la fractura. Si persiste se procede a realización de maniobras
adicionales tales como taponamiento posterior.
Insuficiencia respiratoria.
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Hematoma del tabique. Una hemorragia localizada entre el tabique y el cartílago originará un acúmulo de
sangre que impide la normal nutrición del mismo, con la consiguiente necrosis. Su tratamiento conlleva el
drenaje urgente, antibioterapia y taponamiento endonasal para evitar la recurrencia.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de una fractura nasal es principalmente por la anamnesis y la exploración, quedando la radiología como
solo una ayuda complementaria.
- Anamnesis. Se debe incluir la información sobre la fecha y hora del traumatismo, tipo de trauma, epíxtasis ,
posible rinorrea y obstrucción nasal.
- Inspección-palpación.
o Externa: Nos informa acerca de la existencia o no de deformidad, crepitación,equímosis y heridas
asociadas.
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o Interna: Mediante rinoscopia anterior, podemos valorar lesiones y deformidades septales así como
cuerpos extraños, esquirlas óseas y la presencia de hematoma septal.
TRATAMIENTO
La decisión de reducir la fractura depende de la evaluación, tanto de la estética como de la función, y dependerá del
grado de deformidad, obstrucción y epixtasis. El objetivo del tratamiento consiste en obtener una buena permeabilidad
de las fosas nasales y normalizar el aspecto estético.
El método habitual es la reducción cerrada. En fracturas aisladas de la pirámide nasal se realiza mediante presión
digital externa y por instrumentos introducidos en la fosa nasal (fórceps de Asch y Walshman). Si la fractura nasal
permanece estable, se procede a taponamiento endonasal y ferulización nasal durante 7-10 días aproximadamente.
En la fractura del tabique se debe de reducir tanto el componente óseo como el cartilaginoso y se consigue su
estabilización mediante taponamiento endonasal bilateral que debe ser mantenido 3-5 días.
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5.2.Fracturas de malar
Como hemos dicho es una fractura tetrapódica por tanto como mínimo
hay que fijas dos focos o tres.
5.3.Fracturas nasales
En las fracturas nasales el objetivo del tratamiento es conseguir la buena permeabilidad de las fosas
nasales y la normalización del aspecto estético externo. Esto se consigue mediante reducción e
inmovilización.
Se reducen con fórceps de Asch y Walshman que sirven para enderezar el tabique y los huesos nasales. En
este caso la reducción es cerrada porque no estamos viendo el foco de fractura. Una vez que hemos
reducido la fractura nasal colocamos unos tapones nasales y una férula externa.
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