Está en la página 1de 2

LECCION 9

ACTITUD DEL CRISTIANO ANTE LA DEUDA

Recuerdo, cuando era pequeña, lo difícil que era obtener un crédito. Mis padres ahorraban
todo el tiempo para poder adquirir los bienes que necesitaban. Recuerdo que para comprar
un carro sacaron todos sus ahorros del banco y fueron con el dinero en la mano a comprarlo.
También recuerdo que cuando sacaron su primer crédito tuvieron que cumplir un sin fin de
requisitos y conseguir un fiador que ya tuviera referencias de créditos anteriores.

Ahora las cosas son completamente distintas, los créditos se ofertan casi a cualquier
persona y es fácil obtener una tarjeta de crédito bancaria así como créditos en muchas
tiendas.

Sin duda ahora es más fácil comprar las cosas que necesitamos pues si no tenemos el
dinero tenemos el crédito.

Pero, ¿qué significa la palabra "crédito"? La palabra crédito viene del latín "creditum"
(sustantivación del verbo credere: creer), que significa "cosa confiada". Así "crédito" en su
origen significa entre otras cosas, confiar o tener confianza.

Cuando se nos ofrece un crédito el acreedor ha confiado en nosotros que le pagaremos la


deuda que hemos adquirido.

Entonces más que una transacción financiera o un contrato es un acto de confianza.

Por eso debemos ser cuidadosos al adquirir un crédito y debemos tomar en cuenta lo
siguiente:

 Un crédito es un préstamos que se me hace, no es mi dinero.


 No debo adquirir un crédito mayor al que puedo pagar (Se aconseja no mayor al 38%
del ingreso neto para vivienda, 15% para automóvil y 5% en otros créditos).
 Es mi obligación pagar ese crédito con todo y sus costos (intereses, plazos).
 Antes de pedir un crédito debo prever si cuento con la solvencia para pagarlo. (Puedo
no tener liquidez, es decir el dinero efectivo, pero sí algún bien que en un momento
dado pueda usarlo para salir de la deuda)
 Debo ahorrar el dinero necesario para cumplir con el pago.
 Debo ser puntual en los pagos.
 No debo dejar de pagar las mensualidades ya que se acumularán los intereses
correspondientes a la deuda.

Es triste ver que muchos cristianos caen en la trampa de los créditos y las promociones de
meses sin intereses y después no pueden pagar.

Es triste ver cómo se esconden de sus acreedores, mienten, se enojan y dan un mal
testimonio con su comportamiento.
SERIE: EL CRISTIANO Y SUS FINANZAS. Página 14
Nosotros como cristianos debemos ser personas dignas de confianza y cumplir fielmente
con nuestras obligaciones. "Que vuestro sí sea sí, y vuestro no, sea no; para que no
caigáis en condenación" Santiago 5:12

Por eso, antes de adquirir un crédito pregúntate: ¿Podré cumplir con esa obligación?

Y si ya tienes créditos: ¿Qué testimonio estás dando a tus acreedores de la fe que profesas?
¿Qué ejemplo estás dándoles a tus hijos?

"No tengas deudas pendientes con nadie, a no ser la de amarse unos a otros".
Romanos 13:8

SERIE: EL CRISTIANO Y SUS FINANZAS. Página 15

También podría gustarte