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Fundamentos físicos.
La neumática se apoya en una serie de principios físicos fundamentales que
son esenciales para su comprensión y aplicación, un ejemplo es el
comportamiento del aire comprimido que está influenciado por los
principios de la termodinámica; comprender cómo la temperatura afecta la
densidad y presión del aire es crucial para el diseño eficiente de un sistema
neumático. Así mismo la relación entre la presión y el volumen de un gas a
temperatura constante significa que al comprimir el aire su presión aumenta
proporcionalmente y viceversa, esta información es relevante al considerar
los cambios de temperatura que pueden ocurrir durante la comprensión y
expansión del aire.
Válvulas neumáticas.
Las válvulas neumáticas son componentes fundamentales en sistemas
neumáticos desempeñando un papel crucial en el control del flujo del aire
comprimido cuya función principal es controlar el flujo del aire en sistemas
de automatizado dirigiendo y regulando la presión y el caudal del aire para
activar o desactivar actuadores, cilindros y otros dispositivos en el sistema.
Existen cuatro válvulas: las válvulas de control direccional que permiten o
bloquear el flujo del aire en diferentes direcciones, estas pueden ser de 2, 3
o 4 vias y suelen ser esenciales para cambiar la dirección de los actuadores,
las válvulas de presión que controlan la presión en el sistema asegurándose
que se mantenga dentro de los límites seguros, las válvulas de caudal
regula la cantidad del aire que fluye a través del sistema, permitiendo un
control preciso de la velocidad de los actuadores y las válvulas de
seguridad que son diseñadas para liberar la presión en caso de emergencia,
garantizando la seguridad del sistema y de los operadores.
Cuenta con 3 componentes principales: el cuerpo de la válvula que es la
estructura que aloja los componentes internos y permite la conexión con la
red de tuberías, los elementos de control, que pueden ser una placa, un
solenoide, una palanca mecánica, etc, que actúa para abrir, cerrar o modular
el flujo de aire y las conexiones que son entradas y salidas para la conexión
a la red de tuberías y dispositivos del sistema. Estas válvulas son
controladas por dispositivos eléctricos, electrónicos o manuales según los
requisitos del sistema. Los solenoides son comunes en la activación
eléctrica de las válvulas permitiendo una respuesta rápida y precisa, los
sistemas de control automático cómo los PLC (controladores lógicos
programables), se utilizan para coordinar y sincronizar la operación de
múltiples válvulas en sistemas complejos.