Está en la página 1de 5

Seminario Acompañamiento Terapéutico a Familias con Regímenes de Visitas Controladas.

Modulo IV
Consideraciones teóricas acerca de qué es la ética

Klimt. El Beso

Giraudo, Herrera, Brugger, Machado - Año 2012 Página 1


Seminario Acompañamiento Terapéutico a Familias con Regímenes de Visitas Controladas.

Queremos retomar algunas cuestiones planteadas por Silvia Bleichmar en su libro


Violencia social- Violencia escolar. De la puesta de límites a la construcción de legalidades
(2008), que para las personas que trabajamos en el Área Judicial de la fundación configuran
un marco en el que inscribimos nuestra práctica.
La autora sostiene que la ética se basa en el principio del semejante, es la forma de
enfrentar las responsabilidades hacia el otro. Esta consiste, básicamente, en tener en cuenta
la existencia del otro. La diferencia de la moral porque esta última es histórica y se
mantiene dentro de las pautas de la ley.
Es decir que mientras la ética es universal y atemporal (valida para todos en todo
momento), la moral es sociohistórica y cultural (varía de una cultura a otra y en diferentes
momentos históricos)
Por lo tanto la ética es más abarcativa ya que si bien hay conductas que no entran
dentro de lo delictivo, no son comportamientos éticos.
El trabajo cotidiano como acompañantes terapéuticos se sostiene en la ética del
semejante, siendo el objetivo de nuestras intervenimos posibilitar construir respeto y
reconocimiento hacia el otro. Estas acciones -para Silvia Bleichmar- tienen que ver con la
construcción legalidades internas.
En muchas ocasiones en los casos con los que trabajamos vemos que los niños no
son contemplados en su subjetividad, sino que son instrumentados ya sea como un medio
de coerción de otro o como una herramienta para lograr el sufrimiento del otro. Todas
situaciones que lo desubjetivizan y lo convierten –ya no en alguien- sino en algo.
En ese momento, es el acompañante el que aporta una mirada humanizante, a partir
del esclarecimiento de aquellos aspectos vinculares en los que el sujeto, al no poder
reconocerse como tal, queda enquistado en un vínculo alienante que lo perpetúa en un
estado de sumisión subjetiva, generando a la vez condiciones que aseguran y reproducen
dicha modalidad vincular.

Giraudo, Herrera, Brugger, Machado - Año 2012 Página 2


Seminario Acompañamiento Terapéutico a Familias con Regímenes de Visitas Controladas.

Evidenciar, explicitar, señalar estos aspectos del vínculo, es parte fundamental del
rol del AT, en tanto posibilita al sujeto poner en marcha acciones que transformadoras.
Es importante aclarar que el AT no hace por el niño su trabajo vincular sino que
interviene, generalmente a partir de señalamientos hacia el adulto, con la finalidad de crear
condiciones para que sea él quien pueda posicionarse de otro modo dentro del vínculo.
Nuestras intervenciones se basan en la confianza de que vamos a producir ciertas
transformaciones. Intervenimos porque creemos en la posibilidad de mejorar lo que hay,
pero no tenemos una mirada ingenua. Intentamos analizar la demanda para saber qué
estamos sosteniendo con nuestra presencia, qué estado de situación estamos avalando. En
algunas ocasiones hemos evaluado que la intervención correcta era no seguir adelante con
un caso, porque creíamos que el juzgado en cuestión se estaba desresponzabilizando de
aquello que era su exclusiva competencia.

En relación a la ética el at cuenta con el encuadre como herramienta, que como


marco de lo que es posible y lo que no en cada encuentro, instituye una nueva lógica
vincular que posibilita que las visitas sean un espacio cuidado y saludable en relación al
menor.
Es decir que al ser una legalidad que pauta, posibilita que cada uno de los sujetos
sepa a que atenerse. Por eso es tan importante que lo que se paute esté por escrito y tenga
validez legal, para que sea una protección real para los menores en caso que sea necesario.
Es por ello que el contrato se acuerda por escrito con cada una de las partes.

En las historias de las familias con las que trabajamos muchas veces hay
acontecimientos traumáticos, entendiendo a estos como “los distintos modos con los que la
realidad nos produce un impacto que nos desorganiza, dejándonos inermes para
operar.”(pág. 125)
Pero más grave que un acontecimiento traumático en sí es la repetición de esos
acontecimientos y lo que produce en la subjetividad de los miembros. Una naturalización
paulatina, una cierta parálisis.
En estos casos la función que ejerce el at con su mirada nueva es llamar la atención
sobre aquello que ha pasado a ser cotidiano y brindar herramientas que permitan

Giraudo, Herrera, Brugger, Machado - Año 2012 Página 3


Seminario Acompañamiento Terapéutico a Familias con Regímenes de Visitas Controladas.

reorganizar las defensas, apuntalando al sujeto en aquellas situaciones que por sus
características traumáticas avasallan al yo e instalan una vivencia de desvalimiento, que lo
compromete en su condición de ser pensante y deseante.
Entre los acontecimientos traumáticos podemos mencionar el abuso. Dentro de esta
problemática -una de las realidades actuales en el ámbito tribunalicio y con las cuales
también nos encontramos los at- es que existen muchas denuncias falsas en casos de
divorcio. Esto ocurre porque al haber una denuncia, el juzgado interrumpe inmediatamente
las visitas al denunciado como medida precautoria hasta que se corrobore o se desestime la
misma. Si tomamos en cuenta los tiempos de la justicia, son ardides legales que permiten a
uno de los padres causarle un daño al otro que puede estar sin ver a su hijo muchos meses.
Esto es sólo una muestra de lo que son capaces de hacer los cónyuges en litigio, que
como verán no contempla en lo más mínimo las necesidades del menor ni las consecuencias
que estas acciones puedan acarrearle. Justamente, son prácticas que -como mencionábamos
más arriba- desubjetivizan al menor que se convierte en objeto de disputa.
En situaciones de este tipo se produce una ruptura del pacto intersubjetivo, aquel
que permite reconocer que el otro es otro humano y no simplemente un obstáculo para mi
acción o un vehiculizador para mi acción.
El at está allí para recuperar la noción de semejante, del otro humano.
El acompañante se presenta como una figura confiable en tanto es el representante
de una ley que él también debe cumplir. Remite a una terceridad que está más allá de las
partes en conflicto; ya que en los casos con los que trabajamos, muchas veces, quien ejerce
la autoridad en la familia –los padres en este caso- no ejercen la ley, lo que no permite la
confiabilidad del otro.
En suma, el acompañante desarrolla un hacer basado en la ética del semejante, que
se despliega en la forma en que el at hace.

Bibliografía

Giraudo, Herrera, Brugger, Machado - Año 2012 Página 4


Seminario Acompañamiento Terapéutico a Familias con Regímenes de Visitas Controladas.

Berenstein, I, Berenzin, A y Otros. “Clínica Psicoanalítica Ante Las Catástrofes


Sociales. La experiencia Argentina”. Ed Paidós 2003. Bs As, Argentina.

Bleichmar, S. “Violencia Social-Violencia Escolar. De la puesta de límites a la


construcción de legalidades” 1a ed. Buenos Aires: Centro de Publicaciones Educativas y
Material Didáctico, 2008.

Moise, C (comp). “Psicoanálisis y Sociedad”. Ed. Continente. 2007. Bs As,


Argentina.

Revista de la Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo.


“Subjetividad y Psiquismo”. Ed. Publicar 2006. Bs As, Argentina.

Giraudo, Herrera, Brugger, Machado - Año 2012 Página 5

También podría gustarte