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Modulo II
Encuadre y Contrato
Encuadre
El verbo encuadrar se refiere a disponer elementos dentro de un marco; nombra el
acto de establecer los límites dentro de los cuales un acontecimiento tiene lugar o cobra
sentido.
En el ámbito psicoterapéutico el encuadre se refiere a aquellas variables que
deliberadamente el terapeuta convierte en constantes, con el objetivo de que influyan lo
menos posible sobre el proceso terapéutico.
Bleger (1967) con el término encuadre alude a la transformación de ciertas
variables en constantes, con el objetivo de evitar la interferencia en el proceso
psicoterapéutico. Define al encuadre como el no proceso del proceso, es decir como
aquellas constantes dentro de cuyo marco se da el proceso psicoterapéutico. Sostiene que
el proceso podrá ser comprendido en la medida en que su investigación sea en el marco
de ciertas constantes, es decir de un encuadre. La lectura del proceso será posible en la
medida en que el mismo encuentre una estructura constante en la cual apoyarse.
Siguiendo a Avenburg (2004) “un proceso ha de desarrollarse dentro de ciertos límites y,
para que éste se aprecie como tal ha de referirse a un trasfondo constante”.
Cabe diferenciar el uso del encuadre en sentido restringido (las normas acerca de
cómo trabajar, técnica, método, procedimiento), y su uso en sentido amplio (los
parámetros teóricos que fundamentan el modo de trabajar y sus objetivos, lo que a su vez
comprende teoría y metapsicología del psicoanálisis).
El encuadre en sentido restringido es lo invariante y constituye una presencia
insoslayable, a veces silenciosa, a veces ruidosa, pero siempre significativa. Implica una
regulación de los modos en que se establece la relación entre psicoterapeuta y paciente
Pero más allá del mérito que se pueda adjudicar al contenido concreto del
encuadre, su valor deriva del hecho de instaurar una norma. Lo invariante.
Cualquier actividad humana en el campo de la cultura requiere una zona
delimitada entre lo prescripto y lo prohibido. El sujeto para vivir en sociedad habrá de
ceñirse a un principio que atañe al conjunto y no al deseo de voluntad de uno solo por
sobre el de los otros.
La norma en psicoanálisis delimita posibilidades y establece límites. Entre el
encuadre postulado por la norma y el de las variaciones que suelen presentarse se
establece un diálogo, en procura de analizar qué significa para el paciente variar -o no- lo
acordado. Es que, finalmente, lo que interesa del encuadre es qué hace el paciente con la
norma pactada, cómo y por qué se aferra o la modifica y en qué la modifica (Paciuk, 2002).
Contrato
El encuadre se establece a través de un contrato, en el cual estas variables son
pautadas, acordadas y consensuadas
El contrato es el convenio que hacemos explícito cuando enunciamos el encuadre,
ese marco que servirá como referente y causa de aquello que ocurre en el transcurso de
un proceso psicoterapéutico, o en nuestro caso, en el transcurso del acompañamiento.
REFERENCIAS:
- Paciuk. S (2002) ELOGIO DEL ENCUADRE. Disponible en
http://www.google.com.ar/#hl=es&source=hp&q=elogio+del+encuadre&aq=f&aqi=&aql=
&oq=&gs_rfai=&fp=9e7dad41b313f82a
- Gnavi M Vartuli A (2003) El contrato psicoanalítico y la transferencia, hoy.
En Revista El Sigma. Disponible en
http://www.elsigma.com/site/detalle.asp?IdContenido=3043
- Bleichmar, S.(2008). Violencia Social. Violencia Escolar. De la puesta de
límites a la construcción de legalidades. Ed.Noveduc. Buenos Aires, Argentina.
- Gigante, C.; Giraudo, M. (2009). Acompañamiento Terapéutico Judicial.
Nuevas inserciones. Área Judicial de la Fundación Sistere. Apunte del curso de
acompañamiento terapéutico. Fundación Sistere. Córdoba, Argentina.