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PABLO MUÑOZ ITURRIETA

LAS VERDADES

QUE TE o C U LTA N

Metanoia Press

Ontario, Canadá 2021

Parte del contenido de este libro fue publicado de modo resumido en distinf
>s artículos que se encuentran en la página www.pablomunoziturriera.coni
© 2021 Pablo Muñoz Iturrieta

Las mentiras que te cuentan, las verdades que te ocultan.

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sanciones legales y puede constitu ir un delito contra la propiedad
intelectual.

Primera edición, publicada en 2021 por Metanoia Press

Diseño de tapa: Mariana Carpineto

Diseño interior: Neytan J. Jiménez

Muñoz Iturrieta, Pablo

Las mentiras que te cuentan, las verdades que te ocultan / Pablo Muñoz
Iturrieta. —la ed.— Ontario, Canadá: Metanoia Press, 2021.

287 pp.; 24 x 17 cm.

ISBN 978-1-7771215-1-8

1. Educación. I. Título!

A todos los educadores y estudiantes que día a día le hacen frente a


ideologías totalitarias y destructoras del verdadero ideal de ser humano.

ÍNDICE
introducción.........................................

Herbert Marcuse......................................

El feminismo: de la biología a la identida

Simone de Beauvoir.......

Shulamith Firestone..................

Judith Butler...................

........................56

Conclusión.................

capítulo 11: El sexo “seguro" y las enfermedades (e infecciones)

INTRODUCCION
EL IDEAL DE SER HUMANO
Sigmund Freud y la sexualización de la
revolución
DE LOS IDEÓLOGOS AL PUEBLO
PORNOGRAFÍA Y REVOLUCIÓN
CULTURAL
LA EDUCACION SEXUAL INTEGRAL
DENTRO DEL PROGRAMA CULTURAL
LA CUESTIÓN DEL “GÉNERO” Y LA
“ORIENTACIÓN SEXUAL”
LA CUESTIÓN DEL “GÉNERO” Y LA
“ORIENTACIÓN SEXUAL”
EL LENGUAJE INCLUSIVO
¿IGUALDAD DE GÉNERO? DIFERENCIAS
ENTRE EL HOMBRE Y LA MUJER
EL MATRIMONIO Y LAS FAMILIAS
“DIVERSAS”
LA PREVENCIÓN DE ABUSOS Y EL
PROBLEMA DEL CONSENTIMIENTO
EL SEXO “SEGURO” Y LAS
ENFERMEDADES (E INFECCIONES) DE
TRANSMISIÓN SEXUAL
El síndrome post-aborto
LOS DERECHOS DE LOS PADRES
CONCLUSIÓN
/UHT.VS
INTRODUCCION
Quienes vivimos en el siglo XXI somos testigos de una revolución o reseteo
cultural que se profundiza cada día más y se manifiesta claramente en \a.
Agenda 2030 para el desarrollo sustentable. Quien crea que el reseteo es
meramente económico, o político, o incluye solamente estos dos aspectos,
deja de lado el elemento crucial de todo cambio: la cultura. La condición
humana nos pone en un contexto en el cual siempre se entrelazan tres
dimensiones que se extienden a lo largo del tiempo y el espacio, incluido el
plano internacional: la dimensión política, la dimensión económica y la
dimensión cultural. Estas tres dimensiones están estrechamente
interrelacionadas y se influencian mutuamente, pero, como bien lo nota
Marcelo Güilo, las influencias no ocurren en el mismo nivel.1 La dimensión
política influencia a la economía más de lo que la economía influencia a la
política. En este sentido, una especie de gobernanza global y única sería
mucho más importante que un reseteo meramente económico del sistema
internacional y, de hecho, es precondición para un cambio económico de
esa envergadura el ejercer previamente un cambio político global. Pero la
dimensión política no es suprema, sino que esta, a su vez, es influenciada
por la dimensión cultural. De ahí por qué es clave analizar los fundamentos
filosóficos e ideológicos de la época en la cual uno vive, porque los
cambios sociales que uno observa son solo síntomas de algo mucho más
profundo.

Nadie es causa de sí mismo y esta máxima aplica también a una sociedad:


la Revolución Francesa no se causó a sí misma, ni fueron los Bolcheviques
la causa última de su propia revolución soviética. Asimismo, el progresismo
actual codificado en Agenda 2030 tiene una larga historia en cuanto a su
génesis. Detrás de cada movimiento hay ideas causantes, por lo que es clave
saber descifrar la arquitectura de todo cambio cultural para poder
interpretarlo y entenderlo correctamente. El reseteo cultural del que somos
víctimas nos exige conocer esos fundamentos para poder entender nuestra
situación actual. Este libro buscará profundizar en los primeros capítulos
este reseteo cultural tratando de identificar sus raíces, por un lado, y
señalando en los capítulos siguientes algunos de los elementos centrales que
no son más que síntomas de un cambio más profundo.
También es necesario aclarar que, aunque los cambios culturales actuales
puedan ser analizados como una especie de “revolución sexual’, esta
revolución o reseteo cultural no es meramente sexual y no busca
simplemente “ampliar derechos civiles a una parte de la población
presuntamente oprimida. Hov en día, la verdadera revolución o reseteo
cultural, aunque parezca “sexual”, es en realidad una revolución
“identitaria”. Por otra parte, aunque el reseteo económico y político de la
Agenda 2030 de la ONU y propuestos explícitamente por el Foro
Económico Mundial son una realidad,2 todo esto, en nuestra opinión,
responde a un cambio cultural mucho más profundo y duradero al cual nos
queremos referir al comienzo de este libro. En definitiva, como veremos, la
agenda de fondo es principalmente cultural y los cambios económicos y
políticos solo obedecen a esta.

El gran reseteo económico y político parece, a simple vista, ser algo


reciente. La declaración de pandemia por el COVID-19 hizo tal vez más
evidente este intento glo-balista de hacerse de una vez por todas con la
maquinaria política y económica global aprovechando la sumisión y
dependencia de los Estados a la “oligarquía financiera internacional”,
sumado al control y poder de las grandes compañías tecnológicas en clara
alianza con los grandes fondos de inversión que imponen su voluntad a
placer a lo largo y ancho del planeta. En el 2020 se dio en cierta manera la
tormenta perfecta que tantos ideólogos y activistas esperaban. Sin embargo,
detrás de los cambios políticos y económicos ha tenido lugar un cambio
cultural que se viene desarrollando desde hace décadas y que, seguro ahora
de su primacía ideológica, busca eliminar toda idea o voz que lo cuestione.
De ahí la censura constante y la cultura de la cancelación que ha
engendrado la situación actual.

Este proceso, como decíamos, es de larga data, ya que todo proceso cultural
siempre tiende a ser, de ordinario, más lento que los procesos políticos y
económicos.3 Es más, como veremos en el capítulo 1, encontramos que el
origen de este proceso cultural comenzó hace ya más de tres siglos. Por eso
nos interesa principalmente la dimensión cultural, ya que es la más
profunda y la más importante y, por eso, la batalla actual por consolidar un
(nuevo) orden es eminentemente cultural y se manifiesta a la larga en
medidas políticas y económicas. La respuesta, por lo tanto, aunque debe ser
también política y económica, primero debe ser cultural.

Esta presentación de la arquitectura del reseteo cultural actual tal vez nos
ayude a comprender también a los principales actores de la agenda
progresista. Muchos se preguntan sorprendidos cómo puede ser que las
grandes corporaciones y fundaciones filantro-capitalistas promuevan la
revolución identitaria del género, si esta revolución supuestamente se
enmarca en términos marxistas propios de la izquierda. La razón es porque,
en definitiva, estas compañías y fundaciones han sabido identificar el
“espíritu” social contemporáneo y no hacen más que fogonear el proceso
cultural que viene en marcha de hace tiempo y que se autodenomina como
“progreso”. Si bien es verdad que la “nueva izquierda” ha asumido esta
revolución del género, la realidad es que es una revolución cultural mucho
más amplia y que involucra a los principales actores de las relaciones
internacionales que, en ese intento de dominación, emplean la mano de obra
más barata que encuentren. Aunque muchos jóvenes creen que lideran una
revolución contra el sistema, no son más que la mano de obra barata, o
incluso gratis, del sistema contra el cual creen luchar.

Otro punto para tener en cuenta es que, sin el apoyo tecnológico, mediático,
político, legal y académico que reciben, ideologías tales como la del género
o el feminismo radical no encontrarían la legitimización cultural para
imponerse por sí mismas. Esto es verdad y nos ayuda a distinguir y penetrar
mejor el problema. Con respecto a esto propongo hacer una triple distinción
que será desarrollada en el libro.

En primer lugar, tenemos que identificar el “espíritu” del hombre


contemporáneo, el cual es marcadamente individualista y psicológico, es
decir, encuentra su significado y realización personal no en una comunidad
externa, sino en su propia “realización”, lo que hoy en día se designa, por
ejemplo, como el “empoderamiento” femenino. Este aspecto psicológico es
clave para poder entender cómo la imposición ideológica cultural no cae en
la nada, sino que, en cierta manera, hay un terreno fértil donde pueda
fermentar.

En segundo lugar, tenemos que notar que es un hecho que la ideología


cultural del momento se impone política y económicamente, principalmente
la agenda de género. Pero, nuevamente, esta ideología nunca se podría
imponer si no hubiese, como decíamos, un sustrato apto para la misma: el
espíritu psicológico del hombre contemporáneo. Es por eso que el apoyo
político y económico que dicha ideología recibe no bastaría por sí solo para
lograr una revolución identitaria, sino que hace falta algo más y esto lo
ofrece la mentalidad del hombre contemporáneo fruto de un cambio cultural
de larga data.

En tercer lugar, es importante notar la mediación o “puente” que


históricamente han realizado distintos personajes o corrientes de
pensamiento y del arte y que explican cómo las propuestas de un ideólogo
se materializan finalmente en una sociedad. Este trabajo de mediación
ideológica lo han realizado históricamente distintas corrientes literarias,
artísticas, cinematográficas, periodísticas y movimientos académicos
fuertemente politizados y volcados al activismo, sumado a la influencia
peculiar de las redes sociales y la pornografía. Es importantísimo tener en
cuenta este aspecto, porque el ciudadano promedio no leyó a Rousseau ni
tampoco a Butler y su teoría del género. Entonces ¿cómo puede una persona
común y corriente pensar con categorías propuestas por ellos? La respuesta
está en lo que llamo “mediación ideológica”: distintos actores históricos
cumplen la tarea de “traducir” una ideología en términos sencillos,
atractivos y falaces para que así penetre inconscientemente en el modo de
pensar de una sociedad. Esto se logra por la poesía, como ocurrió durante el
Romanticismo, la literatura, la radio, la televisión, revistas de difusión, la
prensa, el cine, las redes sociales, Netflix, la industria pornográfica,
sociedades académicas politizadas, universidades dominadas por intereses
del filantro-capitalismo, etc.

También es necesario notar que no todos están ciertamente “reseteados” o


“reformateados” según el paradigma moderno y es nuestra intención que
quien lea esta obra no caiga víctima del control ideológico o salga de dicha
alucinación. Por eso es inevitable que se dé una batalla cultural entre
progresistas y aquellos que viven y ven el mundo según otros paradigmas
históricos pasados y que son categorizados como “atrasados”,
“medievales”, “fascistas” y otros epítetos falaces que solo buscan evitar la
confrontación intelectual al no poseer argumentos racionales. Como el
progresista fundamenta su orden existencial en sus sentimientos, no puede
debatir, por lo que huye con insultos que buscan silenciar y “cancelar” al
que tenga otra postura.

Pero recordémoslo una vez más, esta batalla y reseteo son principalmente
culturales porque de fondo lo que se pretende ejercer en el plano económico
y político no es más que la aplicación de lo que dictamina una filosofía o
ideología de fondo y cuya arquitectura explicaremos en el capítulo 2 y su
imposición internacional en los capítulos 5 (en relación con la educación
sexual) y 12 (en relación con el aborto). Es en el campo cultural/ideológico
donde surgen las ideas que trataremos en los capítulos siguientes y cantidad
de otras ideas que condicionan a nuestro mundo: la identidad de género,
igualitarismo, feminismo, familias “diversas”, anticoncepción, aborto,
uniformidad, mul ticultural i smo, memoria, progreso, consenso,
pluralismo, derechos humanos, pueblos originarios, relativismo,
transhumanismo, gobierno mundial, empatia, tolerancia, etc.

Las ideas que surgen en esta lucha cultural se imponen condicionando la


vida política y económica de las naciones y el plano internacional. No es de
sorprender la rapidez con que las legislaturas, sistemas judiciales,
universidades y organizaciones varias e incluso intelectuales veletas y
comodines adoptan sin cuestionar la “perspectiva de género” bajo la presión
de la ONU y distintos organismos financieros, temerosos de quedar fuera o
deslegitimizados culturalmente si no abrazan la^4gerc¿¿z 2030.

El “progreso” de las ideas que surgieron en la modernidad y se manifiestan


hoy con diversos nombres nos está llevando hacia la aniquilación del ser
humano como tal en nombre de la libertad, dando paso a una nueva
realidad: la identidad de género. Por eso es fundamental explicar por qué
vivimos en una sociedad donde el reconocimiento de una identidad es
crucial y se persigue legal, política y económicamente a quien se oponga.
Vivimos en un nuevo 1984 pero profundizado. Orwell planteaba una
sociedad totalitaria al estilo del estalinismo soviético. Hoy vivimos en una
sociedad que cada día toma más claramente un matiz totalitario y centrado
en la identidad de género o, como tal vez podríamos caracterizarlo, el
modelo político al que nos vemos conducidos es una especie de globalismo
socialista identitario.
Debido a que el problema que se plantea tiene, como todo problema
humano, muchas facetas, es necesario reducir el marco para evitar caer en
un simplismo o, lo que es peor, en la superficialidad. Central en este
proceso revolucionario es la cuestión de la identidad de género, dogma que
ya debatimos desde la ciencia y la filosofía en Atrapado en el cuerpo
equivocado pero que reconsideraremos en el contexto de este “reseteo”
cultural, especialmente en el capítulo 6.4 Dicha ideología niega la realidad
de la persona humana y su naturaleza en una especie de dicotomía extrema:
nuestro cuerpo no refleja nuestra mente, por lo que un hombre puede estar
“atrapado” en el cuerpo de una mujer y se debe acomodar o transformar el
cuerpo de la persona para que sea acorde a sus sentimientos. Pero esto no
termina ahí, sino que los postulados ideológicos de dicha teoría exigen que
se debe reeducar a la población para que acepte esa identidad de género
como la verdadera, aún si niega su constitución biológica. Es por eso que en
este libro analizaremos en profundidad las ideas que condujeron a esta
patología cultural.

El otro elemento que nos conducirá es la herramienta que se utiliza para


ejercer este reformateo cultural desde la educación y es conocida
mundialmente como Educación Sexual Integral. Por “integral” se entiende
un plan de estudios pretendidamente “secular” y basado, según sus
proponentes, en “evidencia” y que cubre el desarrollo sexual y físico del
niño y adolescente, la anticoncepción, el aborto, las infecciones de
transmisión

sexual, la diversidad de genero y sexual, la toma de de» q/ xu.il/ s y


ni// Oiii> ■■

saludables, el consentimiento, las familias "divei s.is”, cm i <' /»11 o s i1


111 • i '< I. i iii o 11 i d > 11 tidad de género como la ESI son centrales en la
propuesta más amplia di la id/ ulogla progresista y que incluye otras
cuestiones que i ral aremos en <-| libro.

La “educación sexual integral” es una herramienta central < n < sie pío/eso,
poiqm no busca ni educar ni prevenir enfermedades, sino (pie, < orno parte
vcrmbral > n 11 adoctrinamiento cultural, tiene como fin verdadero el
“resetrar” < lili iiialim un la mente de niños y jóvenes para que por sí
mismos y no por presión estatal abra/ * u la revolución ideológica
identitaria. Pero este programa tiene una falla debido a qih *1 reseteo es
ideológico y por lo tanto tiene una característica incstapabl/ : la m< ‘iilíra I
< imposible propagar esta ideología sin emplear falacias y planteos
mentiroso* qm - P"r lo tanto, buscaremos desmantelar a lo largo de varios
capítulos, De ahí el lindo d* I presente libro: Las mentiras que te cuentan,
las verdades que te ocultan.

El planteo y objetivo son ciertamente ambiciosos, pero con la mayor


claridad que nos es posible trataremos de comunicar al lector la idea que
nos hemos hecho < le la 11 •’ lidad cultural actual y de los distintos planteos
ideológicos que condicionan a miesi ra sociedad contemporánea. Cada uno
de los temas que trataremos merece por sí solo im libro,por lo que desde ya
animamos al lector a profundizar cada vez masen estos lemas.

En el capítulo 1 presentaremos los distintos ideales del ser humano a lo


largo de la li is toriay cómo dicho ideal ha influenciado el fundamento
político de niiesi ras s< >< ¡edades.

En el capítulo 2 explicaremos la arquitectura ideológica de esta revolución


¡den til ana para comprender mejor al hombre contemporáneo y la sociedad
en laque se desarrolla, Aquí veremos cómo hay un elemento común a lo
largo del pensamiento moderno y posmoderno, el cual está signado por la
tensión entre individuo y sociedad y la en >sióu o eliminación del concepto
de naturaleza humana. Advertiremos cómo plantearon la respuesta a dicho
problema distintos pensadores que tuvieron una gran inílucm i,i sobre sus
sucesores ideológicos: Rousseau, Godwin, Darwin, Marx, Nietzsche, Freud
los miembros de la Escuela de Frankfurt (Reich y Marcuse), el feminismo
radical de Simone de Beauvoir y Shulamith Firestone, y el feminismo de
género de |udii h Bm leí

En los capítulos 3 y 4 explicaremos cómo esas ideas propuestas por


pensadores c ideólogos, que la mayoría nunca leyó, se volvieron parte del
modo de pensar del hombre común. El proceso de transmisión o mediación
de estas ¡deas es parte central de la revolución cultural actual, de ahí la
importancia de entender de qué modo el arlo, la TV, el cine y la música han
sido centrales en la revolución sexual. Además, estamos siendo testigos de
una verdadera “pornificación de la cultura , por lo que, debido a su
influencia cultural, merece un capítulo aparte.

En el capítulo 5, presentaremos el desarrollo histórico concreto de la ESI y


cómo ha llegado a imponerse en los planes educativos como una
herramienta de adoctrinamiento v reformateo cultural, tarea que es
retomada en la actualidad por la Agenda, 2030.

Los siguientes capítulos analizarán una serie de ideas que se plantean como
centrales en los distintos programas de adoctrinamiento sexual, son las
mentiras que te cuentan y las verdades que te ocultan. De esa manera, el
libro pretende mostrar la otra cara de la moneda alrededor de ciertos temas
que se han convertido en una obsesión política v legal dentro de la agenda
progresista.

En el capítulo 6, trataremos el tema central del reseteo cultural actual: la


revolución identitaria de género y de otras identidades que buscan
reconocimiento social y es uno de los objetivos centrales de la ESI. Ya no se
trata de tolerar actitudes sexuales o incluso de reconocer o “ampliar”
derechos, sino de reconocer identidades. Pero al abolir no solo la naturaleza
humana, sino también al eliminar la profesión de la verdad, elemento
central de la sociedad política, nos abrimos paso a una verdadera sociedad
totalitaria donde la mentira es el fundamento identitario que constituye a la
persona.

En el capítulo 7 describiremos cómo por medio del “lenguaje inclusivo” se


busca eliminar los conceptos que expresan la realidad de las relaciones
familiares para así pretender un cambio en las categorías conceptuales de
los niños y adolescentes.

En el capítulo 8 analizaremos a la luz de la ciencia la negación de las


diferencias constitutivas entre el hombre y la mujer y cómo una mirada
objetiva y realista nos lleva a afirmar, en cambio, la complementariedad
entre ambos.

En el capítulo 9 repasaremos el papel vital y único de la madre y el padre en


el desarrollo infantil y cómo la adopción homoparental o “pluriparental” es
un atentado a los derechos del niño. Los estudios que han examinado la
cuestión han encontrado evidencia abrumadora sobre el hecho de que el
bienestar infantil es más alto entre los niños que viven con sus dos padres
biológicos, pero como esto contradice el programa ideológico, se hace un
gran silencio al respecto, mientras solo se promueven las llamadas “familias
diversas” en los programas de la ESI.

En el capítulo 10 trataremos una de las falacias más difundidas acerca de la


ESI: que previene abusos sexuales, esto por medio de la enseñanza del
consentimiento. Los programas de ESI hablan de un “derecho a la vida
sexual”, siempre que toda relación sea consentida. Sin embargo, los
programas no dicen absolutamente nada acerca de las funciones cerebrales
y cómo la función del “consentimiento” no está desarrollada en el niño y
adolescente.

En el capítulo 11 presentaremos una gran cantidad de datos para demostrar


que los programas de la ESI no solo han sido un fracaso con respecto a la
prevención de

16

LAS MENTIRAS QUE TE CUENTAN • LAS VERDADES QUE TE


OCULTAN
enfermedades e infecciones de transmisión sexual, sino que la situación
incluso ha empeorado en los países donde estos programas llevan más de
dos décadas.

En el capítulo 12 veremos cómo el aborto es otro elemento central de la


revolución sexual e identitaria, ya que, en definitiva, las discusiones
actuales en torno al aborto se centran no tanto en cuándo comienza la vida,
sino en cuándo el feto “comienza” a ser persona. De fondo se trata de una
cuestión de identidad.

Finalmente, en el capítulo 13, hablaremos sobre los derechos de los padres


y cómo se están usando los derechos humanos para establecer una tensión
inexistente entre los hijos y sus padres. Se argumenta que la educación
sexual, la identidad de género y la orientación sexual son derechos humanos
de los niños que deben ser garantizados por el Estado y los padres, en
consecuencia, no pueden interferir de ninguna manera. Pero esto es una
falacia y es necesario combatirla para poder defender el lugar de la familia
como fundamento de nuestra sociedad.

Es nuestra esperanza que, por la lectura de este libro, querido lector, se te


aclare el panorama ante los ataques ideológicos que no cesan por doquier y,
por medio de la formación personal, te adentres en lo profundo de esta
batalla que es inminentemente cultural. Si por la lectura de este libro
evitamos que te reformateen culturalmente, habremos logrado el propósito
que nos pusimos como objetivo.

CAPÍTULO 1
1

Cf. Marcelo Güilo, Relaciones Internacionales. Una teoría crítica desde la


periferia sudamericana, Buenos Aires, Editorial Biblos, 2018, pp. 51-52.
2

Cf. Klaus Schwab y Thierry Malleret, COVID-19: The Great Reset, New
York, Forum Publishing, 2020.
3

Cr. Güilo, Relaciones Internacionales, p. 51.


4

Cf. Pablo Muñoz Iturrieta, Atrapado en el cuerpo equivocado: La ideología


de género frente a la cienciay la filosofía, 2 ed., Ontario, Metanoia Press,
2020. Otras obras recomendadas sobre el tema son las de Ryan T.
Anderson, When Harry became Sally: Responding to the Transgender
Moment, New York, Encounter Books, 2018; Gabriele Kuby, La
Revolución Sexual Global: La destrucción de la libertad en nombre de la
libertad, trad, por Pablo Cervera Barranco, Madrid, Didaskalos, 2017;
Alicia V. Rubio, Cuando nos prohibieron ser mujeres ...y os persiguieron
por ser hombres: Para entender cómo nos afecta la ideología de género,
Madrid, Alicia Rubio Calle, 2016.
EL IDEAL DE SER HUMANO
Una mirada al mundo que nos rodea nos puede dar la sensación
desesperanzadora de que la Civilización Occidental ha muerto. El
Occidente se ha convertido de hecho, después de un largo proceso histórico
e ideológico que presentaremos en los dos primeros capítulos, en una
verdadera sociedad “postcristiana”, hipersexualizada o hedonista,
consumista, inmanente y, principalmente, profundamente centrada en la
cuestión de la identidad personal fundamentada ahora no en su realidad
ontológica sino en sus sentimientos y autopercepción.

El individualismo y secularismo radical han desembocado como por


secuencia lógica en una verdadera revolución identitaria en la que se venera
un “yo” que busca empoderarse por medio de una afirmación totalmente
desconectada de la realidad: la “autopercepción” Pero como si esto no
bastase, se busca imponer el reconocimiento ajeno de dicha afirmación
identitaria, como si la propia constitución personal dependiese de la
afirmación y reconocimiento del otro para así poder uno constituirse en una
identidad determinada. ¿Cómo llegamos a esto? Y más práctico aún, ¿cómo
sobrevivir en una dictadura identitaria de tal magnitud cuyo “contrato
social” se fundamenta ya no en la realidad, en las promesas mutuas, en el
juramento, sino en la obligación a mentir (porque obligar a reconocer una
identidad de género es obligar a mentir)? ¿Cómo puede ser que la soberanía
absoluta hoy en día pertenezca al deseo del otro, confinando la verdad a la
vida privada de una minoría que es considerada mentalmente enferma y
para cuyo diagnóstico se han inventado falsos trastornos?

Este primer capítulo dará un esbozo general del ser humano como ha sido
entendido a lo largo de momentos históricos claves, especialmente en
relación con el ideal al que se tendía. ¿Cómo pasamos de considerar al ser
humano un ser eminentemente político como los griegos, que consideraban
el juramento y la palabra como sagrados y fundamentales en la sociedad
política, a asumir este concepto de ser humano como un ser eminentemente
religioso en el medioevo, para luego considerarlo independiente de todo
orden, para luego reducirlo a un ser económico y, finalmente, a un ser que
ya no es humano, sino post-humano, o trans-humano, inmanente e
identitario?1 Tratar de caracterizar al hombre de cada época es ciertamente
una generalización en la que se escaparán muchos aspectos, además de
fragmentar la historia en una especie de esquema que no responde a los
hechos objetivos, pero no deja de ser cierto que hay un ideal de ser humano
que predominó en las distintas etapas de nuestra Civilización Occidental y
que trataremos de caracterizar a continuación.

El hombre político de los griegos

En la Grecia antigua, el ideal de ser humano descrito por Platón y


Aristóteles era el del hombre eminentemente político, un hombre con un
carácter público y que encontraba el sentido de su vida en relación con su
comunidad. Aristóteles definió al ser humano como “animal político”,
entendido posteriormente como un “ser social”,2 por su capacidad de
organización con respecto a la vida en la ciudad, lo que hoy día llamamos la
vida cívica y social, y por su capacidad de razonar y de hablar (debatir).
Este ideal de hombre encontraba su identidad personal en las actividades
que realizaba en público, en la vida de la ciudad (polis). Este hombre
político, curiosamente, se contraponía al hombre “privado”, literalmente el
“hombre idiota” en griego.3

Ese carácter “político” u organizador que culminaba en la asociación


política de la ciudad tenía su origen en la familia, “en la unión del hombre y
la mujer para la subsistencia de la especie”.4 Luego, la unión de familias
para el sustento y apoyo mutuo daba lugar a la villa y, finalmente, la unión
de distintas villas daba lugar a la ciudad-estado.5 La unión política,
entonces, estaba fundada primeramente en la familia según el ideal griego
explicado por Aristóteles, pero apuntaba no solamente a vivir, sino
principalmente a vivir bien, por lo que la vida política era el fin de las otras
formas sociales.6 Esto también exigía que quienes tratasen las cuestiones
políticas sean aquellos que resaltasen por encima del resto en conocimiento
y justicia.7

La libertad, por otra parte, se manifestaba como participación política en las


palabras, debates públicos y acciones concretas.8 Esto significaba que en el
ambiente privado no había propiamente libertad, ya que el ambiente
hogareño (en griego la “economía”) estaba centrado en las necesidades de
la vida, tales como el proveer la comida, de tal manera que el problema de
la supervivencia debía ser resuelto antes de poder aventurarse al campo
político.9 No es que hubiese nada malo con el ambiente familiar, pero quien
no se aventuraba a algo más grande, que trascendiese su privacidad y
beneficiara a su comunidad, era literalmente un hombre “idiota”.
Paradójicamente ese es el ideal que se proclama hoy en día con la idea del
empoderamiento: cumplir los propios sueños sin ninguna referencia a la
sociedad donde vivimos, es un individualismo craso y sentimental, donde la
política se reduce al activismo para conseguir toallas de menstruación gratis
(el programa “Menstruar” de Argentina) o días de vacaciones pagos durante
el ciclo femenino, o cupos de trabajo otorgados por la mera “autopercepción
de género” (como ocurre con el “Cupo Laboral Travestí Trans”, también en
la Argentina). Olvidada está la concepción griega de libertad política como
actuar virtuoso, como retórica por la que se debía persuadir e influenciar al
resto a tomar una medida por encima de otra,10 como coraje necesario para
aparecer en público y responsabilizarse por las propias acciones, como
promesa para controlar lo impredecible del actuar humano y cumplir la
palabra y comió perdón para no ser víctimas de nuestros errores para
siempre.11

De todos estos aspectos virtuosos del actuar libre y político, toca de lleno a
la situación actual la cuestión del juramento o promesa, fundamento de las
instituciones políticas de la Civilización Occidental. Sin la seguridad de que
cada uno cumpliría su palabra, sería imposible formar una familia, una villa
o una ciudad-estado. Prometer algo y cumplirlo es fundamental en toda
sociedad. Lo contrario es la mentira, que hace imposible todo tipo de unión
familiar o política. Volveremos sobre esto en el capítulo 6, cuando veamos
que el reconocimiento de la pretendida “identidad de género” que se exige
por ley y bajo pena de duros castigos es en definitiva la abolición de todo el
sistema político occidental por el simple hecho de que se nos obliga por ley
a mentir. Si esta revolución identitaria se fundamenta en la mentira, toda
sociedad que se base en ella está condenada a su propia destrucción.

Finalmente, para un pensador griego como Aristóteles, el ser humano


poseía una naturaleza específica, con una estructura interna que coordina y
direcciona todo movimiento físico y espiritual (intelectual) hacia su
finalidad propia, de tal manera que el ser humano se pueda realizar y
perfeccionar de acuerdo con su modo de ser propio.12 Este planteo
filosófico es asumido por el pensamiento cristiano, aunque situado en un
contexto en el que toda realidad natural participa de un orden trascendente.

El hombre cristiano de Tomás de Aquino

En términos generales, podemos decir que, dentro de la Civilización


Occidental, el ideal del hombre político dio lugar al “hombre religioso”,
expresado magníficamente por Tomás de Aquino en su Suma Teológica. En
esta época predominaba la convicción de que la realidad es obra de Dios,
que toda la realidad material y espiritual ha sido creada por Dios mismo de
la nada, que ninguna cosa tiene derecho a existir y que, por lo tanto, la
realidad y el ser no es ni más ni menos que un don de Dios. Esta realidad,
por otra parte, no era caótica o abandonada al azar de sus propias fuerzas
internas, sino que era la imagen concreta de la idea que Dios tiene del
universo, lo que se entendía como la “ley eterna"".13 La creación, entonces,
era concebida filosóficamente como una obra de la razón y del amor de
Dios.

De manera especial, al centro de la creación, se encontraba el ser humano


por el hecho de participar de la razón y de la voluntad de Dios, lo que lo
configuraba como un ser libre y en el confín del mundo material y el mundo
espiritual. Si bien la libertad humana era concebida como valor primordial,
no era algo absoluto sino ordenado a un fin trascendente. Por eso el hombre
medieval no centraba su filosofía política tanto en los derechos que podría
tener debido a su libertad, sino en la responsabilidad personal que emanaba
de sus dones: cada uno era responsable, de manera personal, de todo lo que
hacía y algún día iba a dar cuentas de todos sus actos. El orden moral partía
de esa premisa básica ya que, si Dios era el fundamento de la moral, cada
uno tenía la obligación de conformar su voluntad con la de Dios.14 Esto se
discernía teniendo en cuenta las inclinaciones naturales del ser humano en
cuanto ser humano, en cuanto ser sensible y en cuanto ser racional y libre,
guiado por el principio fundamental de la moral: “se debe buscar y hacer el
bien, y evitar el mal”.15 De esas inclinaciones naturales se discernían el
derecho a la vida, el derecho a formar una familia y educar a los hijos, el
derecho a conocer la verdad sobre Dios y, finalmente, a vivir en sociedad.
Esto es, en resumen, lo que el hombre de la época entendía como “ley
natural”.16

Desde el punto de vista político y social, una diferencia sustancial con


nuestra época es que en ese entonces, más allá de los aciertos, errores y
luchas internas, la cristiandad medieval estaba gobernada por una serie de
principios arraigados en la estructura misma de la naturaleza humana.17 La
ley humana era ley en la medida en que respetaba el orden de la razón y las
inclinaciones naturales del ser humano, fuente de sus obligaciones y
responsabilidad.18 La persona humana y el bien común de la sociedad,
entendido como la plenitud y sin contradecir al bien personal de cada uno,
era el criterio fundamental al momento de tomar decisiones políticas. Nada
más lejano a la realidad actual, manejada por un paradigma completamente
ajeno a la persona humana y manifestado claramente en la 2030 de la ONU,
que pone a la ecología, no a la persona humana, como el fundamento de
toda decisión política.

El Renacimiento y el paso a la Modernidad

El Renacimiento marcó, por un lado, el culmen del desarrollo medieval,


pero, por otro, significó el comienzo de una gran transición cultural que
culminará en la modernidad. Fue una época indudablemente compleja por
contener en sí corrientes tanto paganizantes como cristianas (esta última
especialmente en el espíritu que se manifestó en el arte) signadas por una
transformación cultural de la cultura clásica (buscando algunos incluso
revivir los placeres y modos de pensar paganos) y en la que la arquitecturas
la escultura y la pintura vieron un esplendor sin parangón.19

Lo que nos importa aquí es que en esta época comienza a vislumbrarse el


origen de un ideal y espíritu de ser humano distinto al planteado por el
medioevo cristiano. Aquí comienza a desarrollarse una concepción del
hombre sin relación a un orden trascendente, independiente de Dios y que
se pone a sí mismo como centro del universo, motivado por la conciencia
de la misma dignidad humana.20 “Dios existe, pero el hombre no le
necesitaba para lograr sus propios propósitos”, como resume Wilhelmsen.21
Además, en esta época varios exponentes comienzan a proponer un nuevo
epicureismo, una vida centrada en el placer, incluyendo la violación, el
adulterio, la prostitución y las orgías. El fin de la vida humana, para estos
ideólogos, es el placer, y la castidad un producto de la superstición
humana.22 Un elemento importante a tener en cuenta es que muchos de
estos ideólogos eran clérigos, no porque sí surgen en esta época los fuertes
reproches de los frailes Jerónimo Savonarola y Martín Lutero contra los
excesos y abusos del clero renacentista. Y junto a la pérdida progresiva del
sentido de trascendencia, es justamente en este período cuando se abandona
la noción de “religión” como virtud por la que el hombre se relaciona con
Dios y se la concibe ahora como una categoría, política y teológica, como
una vivencia interior y privada, o como un dogma que se debía confesar.23
La Reforma protestante es clave para entender el paso al individualismo, ya
qué la relación con Dios es ahora una cuestión puramente privada e interior,
lo que tiene una consecuencia inevitable en el plano moral: la propia
conciencia será el criterio moral último.

En el plano político, hay un giro ideológico que marcará un antes y un


después, especialmente como consecuencia del voluntarismo propuesto
décadas antes por Okham y que elaboró para justificar la voluntad del
gobernante como cansa de la ley. Según Okham, Dios no solo es
omnipotente, sino que goza de una libertad absoluta por la que puede hacer
todo aquello que no incluya contradicción. Es decir, niega que haya una ley
eterna y, por lo tanto, una ley natural a la que el ser humano tenga que
amoldarse.24 Maquiavelo profundiza esta idea y sostiene que la finalidad
del gobierno es el bien del gobernante, el cual debe usar la moralidad o la
inmoralidad indiferentemente con tal de conseguir su fin. De esta manera le
otorga al gobernante un poder absoluto que no admite ni competencia, ni
freno alguno, ni límite moral.25’ En fin, esta época marca el divorcio de la
política y la ley natural y la moral. La teoría política de Lutero se entiende
en este contexto, ya que termina negando que el ser humano pueda conocer
la ley natural debido a la corrupción de la inteligencia y por eso Lutero
alienta a los campesinos a obedecer ciegamente a los mismos príncipes
contra los que había predicado en un principio. La negación de la ley
natural, afirma Wilhelmsen, ‘exige que el hombre obedezca pasivamente,
sin preguntar el porqué’”.26

El hombre económico de la Revolución Industrial


El tránsito a la Modernidad está signado por un nuevo orden económico, el
Capitalismo, cuyo origen en realidad comienza en el año 1000, pero se
consolida a partir de la instauración del capitalismo industrial alrededor del
año 1800.27 Para entender la transformación económica de esta época,
además de los desarrollos industriales y la invención de la máquina, es
importante considerar el pensamiento de fondo que alentó el crecimiento
material de las personas: el calvinismo y el liberalismo.

Aunque Lutero había negado que las obras fuesen eficaces para la
salvación, debido a lo depravado de la naturaleza humana y que ni la gracia
podía subsanar, Calvino añadió un elemento nuevo a la visión de salvación
protestante: la doctrina de la predestinación.28 Los malos están
predestinados al mal, los buenos están predestinados por Dios al bien y no
hay nada que uno pueda hacer al respecto. Sin embargo, aunque los actos
no tuviesen valor salvífico para Lutero, Calvino agregó otro elemento
novedoso: los actos no salvan, pero son un signo de predestinación a la
salvación. Y entre los signos de la bendición de Dios está la prosperidad
material como prueba de haber sido predestinado por Dios a la salvación
eterna.29

Con respecto al liberalismo, es importante notar cómo el pensamiento


liberal reemplazó a la familia como la unidad básica de la sociedad y en su
lugar ensalzó al individuo. La razón se encuentra en el hecho de que el
racionalismo liberal consideraba al hombre como aislado de la sociedad y
por eso rechazó el valor de toda institución intermedia, dando paso en el
plano político europeo tanto a monarquías absolutistas como a Estados
liberales totalizantes.30 El orden anterior, por el contrario, veía al ser
humano como una persona cuyo florecimiento personal se realizaba en un
contexto comunitario, de ahí la importancia de todas estas instituciones
intermedias, y la última entidad en la realidad social no era el individuo
sino la familia dentro de la cual la persona nacía y crecía.31 En el orden
político cristiano, de hecho, eran las mismas sociedades intermedias las que
autorregulaban su actividad. Con el advenimiento del Estado liberal, toda
institución fue absorbida por el Estado, quien terminó desplazando incluso a
la familia y dejando al individuo solo frente al mismo, ya que el Estado
moderno se compone de una serie cuantitativa de individuos y nada más.
De ahí surge naturalmente la idea de que todos son iguales, olvidando las
diferencias reales entre las personas que remarcaba el orden anterior. Pero,
como veremos en Rousseau, el hombre del pensamiento liberal es un ser
humano abstracto, considerado en una supuesta condición natural, y el
Estado es garante de sus derechos. Pero ¿qué derechos? Todo dependerá del
concepto de naturaleza humana que se maneje y, por eso, la batalla cultural
que surgirá en consecuencia es profundamente metafísica.

Estas doctrinas, sumada a la revolución industrial, tuvo un efecto enorme en


lo que podemos llamar el hombre económico. Así, el hombre calvinista
buscaba la prosperidad material como prueba de su salvación y como
justificación de su propia existencia. Y aunque la doctrina calvinista perdió
eficacia con el tiempo, esta doctrina fue el alma de la Revolución Industrial
y la consolidación del capitalismo.32

Como veremos en el siguiente capítulo, el ser humano perdió gradualmente


ese sentido de finalidad, o sentido teleológico, al que debían apuntar todos
sus actos. Entre los ideólogos principales que consumaron el espíritu
materialista e inmanente a comienzos de la Modernidad y sentaron las bases
para negar la naturaleza humana encontramos a Descartes y Bacon al negar
un sentido teleológico a la naturaleza humana y transformar la visión del
mundo en algo que debía ser aprovechado al máximo por medio de la
técnica y culminó en el desastre ecológico que denuncia la Agenda 2030
(aunque desde una postura también ideológica). Luego viene el proceso del
iluminismo racionalista francés y la figura de Rousseau, que es la que más
nos interesa aquí. Ya en el siglo XIX, nos encontramos con Darwin, Marx y
Nietzche. La historia se convirtió de repente en una historia de poder y
opresión y se perdieron los fundamentos metafísicos de la identidad
humana e incluso de la moral, sobreviviendo solo los valores-que alentaban
la producción material. El mundo era algo bueno en la medida que se lo
podía explotar a fin de lograr lo que sea útil y nada más. El hombre
económico se abandonó a la búsqueda de los bienes de esta vida, impulsado
por el materialismo que se apoderó del espíritu europeo.

La moral, según Philip RiefF, se fundamentó históricamente en algo


trascendente y por encima del mundo material, algo que cambiará
radicalmente hacia el fin de la modernidad.33 El paganismo de Grecia y
Roma tenía un código moral fundado en mitos sagrados, con una fuerte
presencia del “destino” como fuerza anterior al orden natural y más allá del
control humano.34 Con el cristianismo, el destino es reemplazado por la
noción de providencia y la fe en un Dios trascendente cuya ley eterna se
manifiesta en el orden creado como ley natural, la cual es conocida por el
hombre a la simple luz de la razón, más la asistencia de la revelación y la
ayuda de la gracia. La conciencia de un orden sobrenatural transformó
profundamente la cultura de la Civilización Occidental y todas sus
instituciones. Sin embargo, con la modernidad comienza a desestabilizarse
ese orden por el desarraigo del orden moral de toda referencia a un orden
trascendente y sagrado.

El pensamiento radical de comienzos del siglo XIX se manifiesta en tres


aspectos relacionados a la moral sexual y que se profundizarán en el siglo
XX: (1) la importancia que se le da a la consciencia como regla moral, una
especie de instinto natural y guía segura para el actuar moral, sin ninguna
referencia a un orden natural o trascendente; (2) el rechazo público a
condenas judiciales por transgresiones sexuales, tales como el castigo del
adulterio; y, finalmente, (3) la percepción de las leyes morales basadas en la
revelación como construcciones sociales opuestas a las leyes naturales que
gobiernan la naturaleza humana (en el sentido de estado natural del
hombre).35

El hombre identitario del progresismo

A nivel social, el concepto general que se maneja del ser humano en la


actualidad es el de una realidad totalmente subjetiva, inmanente, sin ningún
fin y sin ningún tipo de límite externo o interno para hacer lo que se le
antoje, ya que se le otorga una libertad ilimitada que le da el “poder” para
incluso recrearse él mismo en la identidad que se le antoje. Basta ver la
propaganda mediática de los “niños trans” para entender la negación de la
naturaleza biológica del ser humano por medio de la legitimización cultural
de la determinación personal en convertirse en lo que uno quiera. Es así que
el hombre contemporáneo.£scminentemcntc idiota, en el sentido profundo
que le daban los griegos. Es un hombre metido en sí mismo, sin ningún
límite morafcnía concepción de su propia vida, es el hacer y dejar hacer,
con una vida enfocada en la búsqueda de la satisfacción individual cueste lo
que cueste, especialmente en el plano genital; negando a la vez la estructura
biológica del ser humano y que ahora puede ser transformada, si no se
acomoda a los sentimientos de la persona, por medio de una solución
meramente técnica.

De fondo, opera una idea errada de la libertad humana como valor absoluto.
Esto es consecuencia inevitable de quitar todo elemento trascendente a la
realidad humana. Al no haber Dios ni nada fuera de este mundo material
que le dé sentido a la existencia humana, la libertad se convierte
inevitablemente en la fuente de valores. Como la concepción postmoderna
de la realidad termina eliminando la verdad y toda realidad fuera de la
propia conciencia (todo es “construcción social”), el hombre se constituye
en fuente de verdad y de valores. Es por eso que cada uno tiene “su
verdad”, lo que paradójicamente conduce a una dictadura del relativismo,
donde todo aquel que fundamente su realidad en una verdad trascendente y
objetiva debe ser “cancelado” de la vida política, económica y social. Pero
como la libertad en sí misma no significa nada, sino que es el ejercicio
voluntario de una decisión, son los sentimientos o “intuiciones” las que se
convierten en fundamento del obrar moral.36 La propia conciencia del
hombre idiota. se convierte así en juez supremo e infalible por el solo hecho
de provenir de su interior. No porque sí se rehúye muchas veces al debate
intelectual, y en su lugar se proponen “mesas de diálogo” donde cada uno
comparta su “experienciapersonal”, profundamente psicológica y donde
cualquier contradicción a la manifestación sentimental sea inválida y deba
ser “cancelada” como trastorno mental: homofobia, transfobia, lesbofobia...

Incluso el concepto individualista, progresista y postmoderno de la persona


está totalmente despojado de la noción filosófica de “ser humano” o
“naturaleza humana”. Ya lo vio con claridad Juan Pablo II cuando
denunciaba: “El individualismo, llevado a sus extremas consecuencias,
desemboca en la negación de la idea misma de naturaleza humana”.37 De
ahí el carácter identitario del hombre contemporáneo: busca una identidad
para así llenar el vacío filosófico de su propia existencia. Además, este
proceso de apertura hacia una “identidad” es concebido como inevitable y
parte del progreso evolucionario de la historia, que solo puede ser frenado
por lo que ellos llaman estereotipos sociales y la moral, de ahí la necesidad
de destruir todo obstáculo en nombre del “progreso”. Es así que el hombre
moderno se construye y reconstruye especialmente por los actos sexuales,
ya que conllevan un aspecto liberador de la moral. Y esa autoconstrucción
se realiza a imagen y semejanza de sus sentimientos y jutopercepción,
llegando al culmen en el hombre de “género fluido” deconstruido, o, como
deberíamos 1 lamarlopropi a men te, el hombre idiota. Sin embargo,
rompiendo toda falsa esperanza en el progreso, esta postura
eminentementjrnihilista|o sume inevitablemente en la desesperación. No
porque sí vivimos en una época en la que el suicidio es una caracte-rística
de las sociedades “avanzadas” y la eutanasia se convierte en un derecho,
incluso para los niños.38

Este sentimentalismo propio del hombre idiota también se manifiesta como


criterio de decisión. Un ejemplo concreto lo encontramos en un informe del
Reino Unido sobre fertilización humana y uso de embriones, conocido
como el Warnock Report, en el que se argumenta que el utilitarismo en sí
mismo no es un criterio ético o jurídico válido para decidir cuestiones de
bioética, sino que toda decisión moral debe estar fundamentada en el
“sentimiento” de la mayoría. Es más, el documento está minado con la
palabra sentimiento como fundamento de la moral, lo que origina en
consecuencia el “sentimiento moral”.39 Es decir, el reporte inventó un
criterio último, fruto del hombre idiota,, inmanente e identitario: el
utilitarismo sentimental de la mayoría. ¿A qué se debe esto? Sanahuja da en
el clavo cuando denuncia “el culto irracional al deseo”, que descarta “las
razones morales objetivas” y rechaza “la existencia de una naturaleza
común a todos los seres humanos”. Así, “el uso de la razón ha sido
desplazado por la intensidad délos sentimientos y deseos”.40 Esa es la clave
para entender al hombre idiota contemporáneo y su utilitarismo sentimental.

Ciertamente todavía existen algunos límites sociales, aunque no se


sostendrán por mucho tiempo ya que no hay argumento racional para frenar
la embestida. Todavía no se legitima culturalmente la pedofilia o el
bestialismo, por ejemplo, algo que buscan lograr los ideólogos de la
revolución sexual. Aunque todavía hay ciertos frenos sociales hacia algunas
conductas que se manifiestan como perversas, otras actitudes y conductas sí
tienen total aceptación. ¿Por qué esta paradoja? Por el mismo espíritu
subjetivo y profundamente psicológico del hombre contemporáneo que
clama su condición de víctima. El pedófilo no puede reclamar condición de
víctima completa porque, aunque la sociedad y la ley lo “victimice”, su acto
involucra, de hecho, a una víctima y por eso el camino de legitimización
social y cultural le será más arduo. Pero al no haber un orden trascendente
sobre el cual fundamentar el orden moral, tarde o temprano todo estará
permitido, lo que llevará inevitablemente a la destrucción de esta
pseudocultura.41

Conclusión

El hombre de nuestros tiempos ha olvidado a Dios y, porque ha olvidado a


Dios, también_S£ ha olvidado del hombre. El resto es solo un síntoma de
esta realidad más profunda: la desesperación, la destrucción de la familia, la
falta de un sentir y pertenencia comunitarios, la obsesión por el placer, la
destrucción del concepto de hombre y mujer, el aborto; todo esto no es más
que una consecuencia de ese gran olvido. Cuando en 1983 Alexander
Solzhenitsyn tuvo que resumir el porqué de los horrores de la Unión
Soviética, simplemente dijo: “Los hombres se han olvidado de Dios; por
eso es que todo esto ocurrió”.4

Esta caracterización general del ideal de hombre nos ayuda para entender
mejor la descomposición progresiva del concepto de ser humano. Vimos
resumidamente cómo a lo largo de la historia se han planteado distintos
ideales de ser humano hasta llegar al hombre idiota, actual. En el pasado, la
pregunta sobre qué significa ser humano y el ideal que se planteaba como
respuesta estaba determinado a partir de algún aspecto de la naturaleza
humana. Es decir, aunque no haya sido lo ideal en algunos casos, al menos
el aspecto que se resaltaba era real, no una construcción psicológica. Pero,
¿cómo llegamos hasta acá? Ea. Agenda 2030 y la revolución sexual e
identitaria de la cual esta Agenda es fruto no surgió de la nada. ¿Quiénes
hicieron posible el triunfo de la identidad del hombre idiota, incluso contra
toda barrera biológica? En el siguiente capítulo analizaremos con más
profundidad la “arquitectura” ideológica del reseteo cultural en el que nos
encontramos sumergidos para entender mejor esta última etapa en el
proceso de “deconstrucción” de la realidad y del ser humano mismo.

CAPÍTULO 2

LA ARQUITECTURA DE LA REVOLUCIÓN IDENTITARIA


Si tuviésemos que describir de modo general al hombre contemporáneo,
bien podríamos etiquetarlo como el homo identitario u hombre idiota
mencionado más arriba. Al poner etiquetas ciertamente que se generaliza y
simplifica demasiado, primero, porque no todos los contemporáneos caen
bajo esta descripción y, segundo, porque la cuestión identitaria es compleja
en sí misma y presenta una faceta enorme de identidades casi innumerables:
el acrónimo LGBTTIQ2SAA+ lo demuestra por sí mismo.42 Pero la
cuestión es ¿cómo llegamos hasta acá? Responderlo merece todo un libro,
pero trataremos de ofrecer una explicación del contexto ideológico que
influyó en el modo de pensar y actuar del hombre occidental.

Así como el voluntarismo de Okham sentó las bases para quitar la razón
como guía del ser humano, Descartes fue crucial en el cambio de paradigma
que puso al sujeto cognoscente y su subjetividad en el centro del universo:
“pienso, luego existo”.43 Y aunque la teoría cartesiana parezca un elevar del
conocimiento, de fondo se trata de un acto voluntarista que rechaza el
pasado y se niega a reconocer la realidad evidente y palpable que nos rodea
y convierte al intelecto en fuente de la verdad. Este cambio gnoseológico
encontrará su más profunda expresión psicológica en el pensamiento de
Rousseau, quien sostenía que la sociedad y la cultura eran el problema, ya
que corrompen al individuo y le impiden su desarrollo auténtico. Rousseau
es clave para entender no solo la Revolución Francesa y el Romanticismo,
sino también el pensamiento de Marx y sus variantes posteriores, el
movimiento psicoanalítico del siglo XIX c incluso el feminismo radical.

El hombre natural y la corrupción social

Jean-Jacques Rousseau

¿Qué significa ser humano? El filósofo suizo Jean-Jacques Rousseau (1712-


1778) planteó una profunda tensión entre el desarrollo individual, por un
lado, y las expectativas de la sociedad en la que uno vive, por otro. ¿Cómo
puede uno desarrollarse con un auténtico “yo”, si la sociedad influye
profundamente en la constitución personal? Desde este punto de vista, la
comunidad o sociedad es un obstáculo para la expresión auténtica del
individuo u “hombre natural” de Rousseau. De hecho, la idea postmoderna
de que todo es “construcción social” tiene su origen en el pensador suizo.
Asimismo, Charles Taylor identifica la figura de Rousseau como “crucial”
para entender el desarrollo de la cuestión identitaria y la libertad de
autodeterminación de la cultura actual.44

Rousseau responde a la pregunta sobre qué significa ser humano y tener una
naturaleza humana en sus Confesiones, que, más allá de narrar su vida
interior, tienen en realidad un claro propósito ideológico.45 Aunque el
drama que transmite dicha obra ocurre en su interior, Rousseau plantea que
la vida psicológica es moldeada por las circunstancias externas y las
contingencias sociales. Por eso plantea que la corrupción humana no es
innata, sino creada y propiciada por las condiciones sociales. El relato sobre
sus vicios personales, por ejemplo, es una elegía a la victimización: la culpa
es del resto, de su padre, de su entorno social, porque lo pusieron en una
situación que lo forzaron a ser haragán, mentiroso, manipulativo,
charlatán...

Rousseau reafirma dicha idea cuando relata un robo que cometió en la


infancia simplemente para satisfacer al hombre que lo persuadió a
cometerlo.46 Todo crimen, para Rousseau, es el resultado de presiones
sociales, no el fruto de una naturaleza corrompida.47 El hombre es bueno
por naturaleza, pero la sociedad lo corrompe. Lo que significa que los
impulsos naturales son buenos, pero por culpa de la sociedad perdemos
contacto con esa naturaleza y es necesario volver a reconectar con uno
mismo.48

La misma idea se repite en su Discurso sobre las ciencias y las artes, donde
plantea que las personas son monstruos en virtud no de su naturaleza, sino
de las condiciones y circunstancias sociales.49 Lo curioso es que, aunque su
ensayo era parte de una competencia literaria para promocionar las ciencias
y el arte, Rousseau plantea que la educación en las mismas no apunta a
mejorar la vida humana sino todo lo contrario: la sociedad-crea reglas que
el individuo debe aceptar para ser incluido en la sociedad y por lo tanto la
sociedad fuerza al individuo a falsear su verdadera identidad y a contrariar
los deseos físicos más básicos de su estado natural.50 Rousseau da así una
visión simplista de la naturaleza humana y excusa toda responsabilidad
personal, abriendo la puerta de par en par al victimismo emocional de la
modernidad.
En su Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres,
Rousseau acusa a la sociedad de causar la desigualdad por medio de lo que
hoy llamamos “talento” y “mérito”. Contrario a la visión de
Aristótelcssobre la familia como fundamento de la sociedad y ordenada a
un tipo de sociedad más complejo, Rousseau ve a la asociación entre los
hombres como-la raíz de la desigualdad y todos los vicios ya que, al formar
sociedades, los hombres comienzan a compararse los unos con los ótrosy a
darse cuenta de que algunos cantan mejor, son más atractivos, fuertes,
habilidosos o elocuentes que otros. Laculpa de la envidia no está en el
envidioso, entonces, sino en la persona que causa la envidia por ser “mejor”
y en la sociedad que establece normas e ideales de perfección humana.51 Es
así que Rousseau crea una distinción entre el estado natural y la corrupción
social. Lo curioso desde el punto de vista de la moral es que para Rousseau
las leyes, la moral y la virtud impuesta por la sociedad reemplazan el
sentimiento de empatia natural al hombre. De esa manera la ética, para
Rousseau, está fundada en los sentimientos personales del individuo, quien
tiene una repugnancia innata a la idea que otros de su misma especie sufran.

La sociedad, para Rousseau, ha establecido una especie de competencia que


conlleva necesidades y por eso hoy en día vivimos en sociedades altamente
desarrolladas con familias, moralidad, propiedad privada y leyes que la
protegen, más los vicios consecuencia del lujo y las virtudes necesarias para
sobrevivir. Pero somos miserables por haber perdido nuestra simplicidad
natural. La solución que Rousseau plantea, sin embargo, da origen a una
contradicción interna en su pensamientoTe! Estado noegnatu/rad, pero es
necesario para la recreación de nuestro éstadohiaturál original. Es decir,
toda construcción social es mala, excepto la construcción social llamada
Estado, porque este sirve para contrarrestar la influencia corruptora de la
sociedad y la propiedad privada. Esto nos llevaría más cerca del estado
original de la naturaleza humana.52

He aquí en Rousseau, entonces, la raíz de la victimización con fines


políticos, la empatia como fundamento de la moral, el “salir del closet” para
manifestar la autenticidad personal en una identidad auto construida, la
destrucción de la propiedad privada, la negación del mérito y talento como
criterio de selección y la necesidad del Estado para imponer dicha agenda.
Sin embargo, aunque los sentimientos sean el fundamento de la moral para
Rousseau, él concibe a la empatia como universal debido a la misma
universalidad de la naturaleza humana y de la conciencia, de donde surgen
los principios innatos de justicia y de virtud.53 Aunque dichos principios no
proceden de un orden natural y se fundamentan en algo trascendente, sino
que su origen es el mismo interior del ser humano que de esa manera se
convierte en ley para sí mismo. Esta consideración de la moral, finalmente,
ha degenerado en el sentimentalismo dictatorial del presente.54

William Godwin

Como vimos en el capítulo 1, para esta época comienza a afianzarse la


noción de que la sexualidad humana es una actividad que debe ser
considerada a la luz de los instintos humanos, no de reglas impuestas por la
sociedad que limitan la libertad y la autenticidad del hombre. Por eso el
culpable de dicha construcción social será la religión, especialmente el
cristianismo en Occidente. Esta crítica furiosa a la religión y a la institución
del matrimonio se ve reflejada en el pensamiento del filósofo anarquista
inglés William Godwin (1756-1836), esposo de la primera filósofa
feminista, Mary Wollstonecraft (1759-1797).55

En su Disquisición sobre la justicia política y su influencia en la virtud y


felicidad de la gente (1793), Godwin ataca al matrimonio como un mal que
limita el progreso de la mente, está en contra de las tendencias naturales del
ser humano y condena a la gente a una serie de miserias innecesarias.56
Godwin es explícito en mostrar una tensión entre las convenciones sociales
y las inclinaciones naturales del ser humano. Según

Godwin, los instintos del hombre natural van en contra del matrimonio, por
lo que “no se seguiría ningún mal de la abolición del matrimonio”, ya que
dicha institución representa la opresión de los individuos que lo
componen.57 Incluso, para Godwin, la familia es el origen de todos los
males, como lo plantearía Marx años después, ya que es el más odioso de
todos los monopolios al apropiarse el hombre de una mujer de modo
exclusivo, lo que da origen a los celos, engaños y todo tipo de corrupción
social.58 En consecuencia, Godwin propone un mundo natural y utópico
donde ningun hombre se uniría a ninguna mujer de modo exclusivo, sino
que todos se compartirían mutuamente en una especia de comunidad sexual,
algo que siglos más tarde explicitará la revolución feminista de Shulamith
Firestone. En definitiva, el matrimonio es una “construcción social” que
debe ser abolida por ir en contra de los instintos naturales del ser humano.59
60

El Romanticismo, puente entre los ideólogos y el pueblo

Hoy en día, aunque ningún ciudadano común haya leído las obras de
Rousseau, sus ideas han penetrado y se han hecho parte del imaginario
social. Por eso es importante ver cómo estas ideas fueron retomadas y
reforzadas por distintos representantes del Romanticismo que le dieron un
“viraje expresivo” al pensamiento de Rousseau, según el decir de Taylor, de
tal manera que se volvieron parte de la cultura y sensibilidad . jo

europea.

Si bien el Romanticismo es un movimiento artístico, intelectual, literario y


musical muy amplio y que adquirió diferentes formas a lo largo y ancho de
Europa, aquí nos interesa señalar un elemento que encontramos dentro de la
poesía.61 Es indudable la inspiración rousseauniana en un tema recurrente:
la noción de que el individuo auténtico es aquel que no ha sido corrompido
por las fuerzas sociales que nos obligan a aceptar y vivir de acuerdo con
ciertas normas o estereotipos. Es así que, por medio de la poesía, se
comienza a profundizar aún más en ese vuelco interior e inmanente del
hombre moderno que culminará en nuestros días con la revolución sexual e
identitaria del hombre idiota, contemporáneo.

William Wordsworth (1770-1850) fue uno de los fundadores del


Romanticismo inglés y una de sus figuras más importantes. Si bien a
mediados de su vida abrazó el conservatismo de Burke y estaba convencido
de la necesidad de preservar el orden social tradicional inglés, su poesía y
pensamiento político tuvieron un origen radical, influenciado por el
pensamiento político de William Godwin y los ideales de la Revolución
Francesa.
La poesía de Wordsworth manifiesta la necesidad de volver al interior para
encontrarnos con la auténtica naturaleza humana.62 De hecho, la función del
poeta es, según él, reconciliar al individuo con la idea universal de ser
humano.63 Dicha reconciliación es necesaria para Wordsworth, ya que
asume la tensión entre naturaleza y cultura propuesta por Rousseau. Es la
sociedad la que divide y separa al ser humano de todo lo que tenemos en
común. En cuanto tal, la sociedad provee el contexto para el conflicto, el
orgullo y la competencia entre los individuos, tal como lo había planteado
Rousseau.64 Si uno quiere ver al verdadero ser humano, debe liberarse por
medio de la poesía de los pensamientos y hábitos que son resultado de la
sociedad artificial y, en cambio, reflexionar sobre la vida rural. La
naturaleza humana, tal como existe en la sociedad civilizada, es una
construcción cultural corrompida. Para liberarse, el individuo necesita de la
poesía para así encontrar lo verdaderamente humano.65

El poeta inglés Percy Bysshe Shelley (1792-1822), yerno de Godwin, fue


otro gran representante del Romanticismo y, explícitamente, consideró a
Rousseau el “líder espiritual” del movimiento romántico.66 La razón es que,
aunque Shelley expresa admiración por quienes trabajaron por “liberar” la
humanidad, entre ellos John Locke, David Hume, Edward Gibbon, Voltaire
y Rousseau, ninguno de ellos tuvo un impacto real en el mundo salvo
Rousseau. El impacto, para Shelley, se debe a que el filósofo suizo era el
único poeta y el resto “meros razonadores”.67 Rousseau apuntó a los
sentimientos, verdadera fuente de toda transformación moral, ya que la
verdadera moral se fundamenta en los sentimientos.68 Mucho antes que
Gramsci o la Escuela de Frankfurt, Shelley entendió que una verdadera
revolución cultural tenía que apuntar no tanto a la inteli-gencia sino a los
sentimientos.

Shelley también manifestó un odio visceral por la religión. De hecho, fue


expulsado de Oxford por escribir un panfleto titulado La necesidad del
ateísmo. La religión, para Shelley, es un medio de manipulación para
subyugar al pueblo y perpetuado por el egoísmo de aquellos que usaron a la
religión para adquirir el poder que gozan ahora.69 I Dios es el prototipo de
la tiranía humana, mientras que la castidad y el ideal de la I familia son
instituciones normativas que oprimen al ser humano. En su Queen Mab, I
describe una sociedad futura en la que el hombre retorna al estado natural
de Rousseau I y marcado por la liberación sexual.70 El problema central del
hombre, como lo ve Shelley I y siguiendo a su suegro Godwin, está en las
relaciones sociales que no le permiten al I hombre ser libre de verdad,
especialmente la institución del matrimonio, creación de I las instituciones
religiosas para controlar al hombre.71

El Romanticismo tiene gran significancia con respecto a la patología


cultural actual, I como lo nota Trueman.72 Poetas como Wordsworth y
Shelley fueron claves para expresar I por medio del arte y la poesía la
visión del ser humano propuesta por Rousseau, para quien la autenticidad se
encontraba al liberarse de la sociedad y volviendo a los impulsos naturales,
fundamentando la moral en la empatia y en los sentimientos antes que en
cualquier consideración de la razón. Además, el programa liberal del
Romanticismo estaba focalizado en la destrucción del matrimonio, de las
normas morales que lo justificaban y de las instituciones que lo
resguardaban. Estos tres objetivos eran centrales para la liberación de la
humanidad y la causa de la justicia propuesta por los filósofos racionalistas
liberales y expresado por los románticos, objetivos que permanecen en pie a
lo largo de la revolución ideológica moderna y que unen a todos sus
interlocutores.

La naturaleza humana como algo “fluido” y cambiante

La expresión género fluido” hace referencia a una identidad que cada día se
vuelve mas común en el hombre idiota contemporáneo. Es tal la confusión
lograda por el adoctrinamiento de genero, que son innumerables los casos
de niños y jóvenes que, al no saber identificarse con ninguna de las decenas
de opciones disponibles, dicen circular entre varias identidades de género a
corto o largo plazo: de ahí la expresión “género fluido”. Pero dicho
concepto que, de hecho, niega la realidad de la naturaleza humana tiene sus
raíces en una corriente ideológica que previamente había planteado la
“plasticidad” de la naturaleza humana y, en definitiva, terminó negando su
realidad.

A continuación, vamos a presentar el pensamiento de Darwin, Marx y


Nietzsche, quienes fueron contemporáneos en el siglo XIX y cuyos
postulados fueron claves en el debilitamiento e incluso abolición del
concepto de naturaleza humana como un principio intrínseco y constitutivo
de cada ser humano. Esto nos ayudará a entender la revolución identitaria
de nuestros días, ya que estos pensadores prepararon el camino para la
“plasticidad” del hombre de “género fluido” de la teoría queer y el
transhumanismo.

Charles Darwin

El naturalista, geólogo y biólogo Charles Darwin (1809-1882) es


mundialmente conocido por su hipótesis acerca de la evolución de las
especies. Aunque Marx consideraba que la historia se dirigía
inexorablemente hacia un fin concreto, algo negado por Darwin, Marx
apreció la teoría porque veía en la evolución un ataque certero a la
metafísica y la religión, el “opio del pueblo”, lo cual favorecía al
materialismo ateo de su dialéctica.73 Nietzsche también conocía y apreciaba
la teoría de la evolución, especialmente por sus implicancias
antimetafísicas.74

La explicación del origen del hombre ofrecida por Darwin significó un


golpe a la metafísica del ser humano que sostenía una esencia humana
como tal con una dignidad única debido a su naturaleza racional. Según la
teoría de Darwin, no había lugar para considerar al ser humano desde una
perspectiva trascendente o con un destino particular. Si las organizaciones
biológicas complejas y las funciones de los seres vivientes podían ser
explicadas como el resultado de un proceso de selección natural, entonces
no había necesidad de postular una causa trascendente del universo.75
Como el mismo

Engels lo entendió en el momento: “Darwin debe ser nombrado por encima


de todos los demás [científicos]. Él asestó el golpe más duro a la
concepción metafísica de la naturaleza al demostrar que todos los seres
orgánicos, plantas, animales y el hombre mismo son el producto de un
proceso de evolución que ha durado millones de años”.76

La teoría de la selección natural de Darwin logró que en el ambiente


filosófico moderno toda concepción metafísica del ser humano o del origen
de la vida sea irrelevante y la filosofía se reduzca a una mera descripción
fenomenológica de la realidad, o se aboque a cuestiones puramente
ideológicas, como ocurrió con el postmodernismo del siglo XX. El
universo, según Darwin, no necesita de un arquitecto o causa primera, ya
que puede ser explicado sin referencia alguna a un Dios trascendente. Basta
con aceptar que hay un proceso inmanente que envuelve cantidad de
variaciones y adaptaciones a lo largo de millones de años, la “selección
natural”, por lo que no se puede postular un significado teleológico ni a la
naturaleza en general, ni al ser humano en particular.77 Y si se separa la
finalidad de la noción de naturaleza humana, esto implica un cambio total
en el modo de entender qué es un ser humano. Es decir, ya no se lo puede
limitar al hombre a algo concreto, por lo que es posible incluso postular un
desarrollo material progresivo que, al ser inteligente, se podría acelerar por
medio de la técnica, el cultivo racial, la ingeniería social y la bioingeniería
(terapias genéticas).

Como veremos, la ideología de género postulada por la ESI tiene una


conexión íntima con el concepto de progreso hegeliano y la teoría de
Darwin, ya que postula que el ser humano es un sujeto en construcción
permanente y todo intento de localizarlo en una especie determinada
(especismo) debe ser rechazado. La ideología de género niega la naturaleza
humana y en su lugar postula la identidad de género, fruto de la
autopercepción y los sentimientos, que son valuados como las fuerzas
constituyentes del individuo. Pero para acelerar este proceso evolutivo es
necesaria la intervención del Estado, hoy en día captado por la dirección de
la ONU y explicitado en su agenda ideológica. No es porque sí, como
veremos, que el término “ecología” y la protección del medio ambiente
desplacen a la persona humana del centro de toda consideración política,
conceptos que surgieron dentro del darwinismo y hoy son elementos
centrales de \a. Agenda 2030.78

La Arquitectura de la Revolución Identitaria

Karl Marx

El filósofo alemán Karl Marx (1818-1883) ha sido una figura clave en la


configuración del hombre identitario contemporáneo, no porque sí la nueva
izquierda enarbola la bandera LGBT.79 Ahora bien, Marx es un heredero de
la dicotomía entre el individuo y la sociedad propuesto por Rousseau, pero
también está marcado profundamente por el pensamiento de Hegel (1770-
1831).

Marx pretendió encontrarle un sentido lógico a las transformaciones


sociales y económicas que afectaban al individuo y para eso adoptó la
dialéctica hegeliana, aunque transformándola para sus propósitos
“científicos”. Para Hegel, la historia está en un continuo devenir progresivo
que tiene lugar por la confrontación de fuerzas opuestas que, en dicha
contradicción u oposición, generan una nueva fase, la cual se enfrentará a
otra fuerza opuesta y así sucesivamente en un progreso hacia el Absoluto.80
Esto, para Hegel, se daba por las ideas, centrales para explicar el devenir de
la historia humana. Como el modo de pensar de las personas cambia a lo
largo del tiempo, incluso podríamos decir que la misma naturaleza humana
es para Hegel una especie de proyecto en construcción progresiva y que
apunta a una realización futura.81 82

Ahora bien, como el proyecto de Marx pretendía ser científico, este termina
reduciendo la historia a una cuestión material, cuantificable, ya que solo así
podría obtener un “método científico” para estudiar el curso de la historia y
poder predecir con certeza y objetividad científica las transformaciones
sociales y las condiciones que llevarían a la revolución. Es así que Marx le
da un nuevo sentido a la dialéctica hegeliana y la convierte en un
“materialismo dialéctico” o “materialismo histórico”, 1 ya que según él no
son las ideas las que están en un movimiento dialéctico, sino las fuerzas
productivas: el taller fue superado por la manufactura y esta por la industria
moderna que sepultó al feudalismo y dio origen a la burguesía, la cual
desembocó en el capitalismo que terminará frenando la producción debido a
que la relación de producción entre empleador y empleado se agravará cada
vez más, llegando un punto en el que la clase proletaria no tendría cómo
subsistir. De esa manera, Marx y Engels “profetizan” a partir de su método
científico (el materialismo histórico) que la lucha de clases llevaría al
proletariado a destruir la

propiedad privada para librar a la humanidad de la opresión, lo que abrirá


las puertas al comunismo que finalmente acabaría con todas las relaciones
de producción.83
Pero para Marx, la abolición de la propiedad privada implica “la abolición
evidente de la familia”84 y la abolición de la institución del matrimonio.85
Incluso, en su Tesis sobre Feuerbach (1845), Marx afirma que “la familia
debe [...] ser destruida en la teoría y en la práctica”,86 ya que es una
invención burguesa y el primer tipo de propiedad privada. “En el
proletariado la familia es de hecho abolida, ya que el concepto de familia no
existe” 87 Esto explica por qué el feminismo radical aboga por la
destrucción de la familia, ya que es signo del triunfo revolucionario, y por
qué esa insistencia en los programas de ESI por diluir el verdadero
significado de la misma.

Marx entendió que la producción industrial y el triunfo del capitalismo


como sistema económico estaban cambiando profundamente las estructuras
sociales de Occidente. El problema es que su análisis parte de un principio
ideológico falso, el “materialismo histórico”, expresado en las relaciones de
producción, lo que más tarde el posmodernismo expresaría como
“relaciones de poder”. Además, con respecto a la concepción del ser
humano, Marx concibe al hombre como una función de la estructura
económica de la sociedad. Es decir, Marx define al ser humano en relación
con la estructura social siempre cambiante por la misma dialéctica
materialista, de tal manera que la naturaleza humana es una realidad
cambiante y plástica de acuerdo con los cambios históricos que dependen
de la dinámica económica de la sociedad.88 Aunque para Marx haya una
naturaleza humana, esta no puede ser considerada fuera del contexto
histórico y social. El humanismo marxista, entonces, no concibe una
naturaleza humana universal, sino que, así como el hombre puede crear las
condiciones materiales históricas, el hombre es también resultado de la
sociedad en la que vive, por lo que está en un flujo constante. Y aquí
volvemos nuevamente al planteo filosófico de Rousseau y que Marx
pretende resolver: la tensión entre la sociedad y el individuo. Marx pretende
lograr la superación proyectando la formación de un hombre nuevo, un
individuo superior, plenamente emancipado y desarrollado en todos sus
aspectos, pero que en definitiva tiene una naturaleza cambiante y
dependiente de las condiciones y relaciones sociales que son económicas y
dialécticas. Pero hay aquí una contradicción que Marx nunca desarrolló ni
profundizó en su teoría del ser humano, ya que no se puede aspirar al
hombre superior si a su vez el hombre es reflejo de las condiciones sociales
del momento.89

Otra consecuencia del pensamiento de Marx es la politización de todo


aspecto humano ya que, para Marx, todo fenómeno social, incluidas las
relaciones sociales, tiene significancia política. Y si bien Marx interpretó
las relaciones entre el hombre y la mujer en términos productivos, le abrió
la puerta a la lucha de clases sexuales expresada por el feminismo marxista
y que hoy en día se manifiesta en el activismo LGBT que reclama su
condición de identidades oprimidas y negadas. Todo es político para Marx.
De ahí que era cuestión de tiempo que su doctrina sea llevada a las últimas
consecuencias, derivando en el lema feminista de que lo personal, incluido
lo sexual, es político. 90 Por eso no es de extrañar que en la actualidad todo
aspecto humano haya sido politizado: la sexualidad, la identidad personal,
la maternidad e incluso “la desigualdad que implica la menstruación”, lo
que da origen a la “justicia menstrual”, ya que “menstruar también es
político”.91

Friedrich Nietzsche

El alemán Friedrich Nietzsche (1844-1900) fue el primero que, sin darle


vueltas al asunto o hablar en referencia a mundos imaginarios, se atrevió a
extraer todas las consecuencias del proceso de secularización de la
Modernidad. Aunque la ley natural como manifestación de un orden
trascendente como fundamento de la moral ya había sido abolida por el
pensamiento iluminista racional, el contenido de la moral cristiana seguía
estando presente en la sociedad. Lo que Nietzsche hace, entonces, es llevar
hasta las últimas consecuencias el haber sacado a Dios como fundamento de
la moral: Dios ha muerto, por lo tanto, todo está permitido. Este es el
significado profundo del famoso pasaje del hombre loco en La ciencia
jovial, quien pregunta a los gritos por Dios ante la risa de los ateos que
cuestionan su existencia burlescamente. El loco se para en medio del grupo
penetrándolos con su mirada y exclama: “¿Adonde ha ido Dios? ¡Yo os lo
voy a decir! ¡Nosotros lo hemos matado—vosotros y yo! ¡Todos somos sus
asesinos! [...]
¡Dios ha muerto!”92 ¿Las implicaciones? El hombre moderno debe dejar de
vivir como si Dios existiese, temeroso de seguir reglas morales que no
tienen fundamento alguno.

Nietzsche interpela a la Modernidad, ya que los filósofos iluministas


lograron sacar a Dios de la explicación del universo, pero no elucidaron las
consecuencias metafísicas y morales de este hecho. Por eso el loco de la
historia no se enfada con los hombres religiosos, sino con los ateos. Al
menos el hombre religioso y sus iglesias son como “las tumbas y sepulcros
de Dios”.93 Pero el ateo, al haber destruido a Dios, dejó a todo el orden
filosófico de la Civilización Occidental sin fundamento, ya que el orden
creado es participación de Dios y solo se puede entender con relación a su
Causa Primera. Por eso Nietzsche busca ponerle fin al orden natural y a
todo el orden judeo-cristiano fundamentado en este. Si Dios ha muerto, todo
debe ser cuestionado. No porque sí Nietzsche es considerado el precursor
de lo que llamamos la Posmodernidad, donde ya ninguna naturaleza tiene
sentido por no haber ninguna referencia a algún tipo ae orden metafísica.
Todo debe ser “deconstruido”, las leyes de la naturaleza, cualquier tipo de
finalidad, incluso la idea del universo como una especie de máquina o con
algún tipo de orden, porque todo esto hace referencia a una causa primera
que noexiste. Todo es caos, nada tiene sentido?94 Incluso el mismo
conocimiento debe ser deconstruido, porque no hay verdad alguna, ya que
“la fuerza del conocimiento no reside en su grado de verdad, sino en su
antigüedad [...] en su carácter de incorporación para la vida”.95 Es más, el
conocimiento nos da la sensación de objetividad debido a que las ideas
producidas por el intelecto han sido útiles para preservar la raza humana.
Sin embargo, dichas ideas están fundadas en el instinto y el deseo de poder
y dominio. Por eso ni siquiera la lógica existe, ya que surge de lo ilógico y
no se corresponde con lo real, sino “a una lucha de instintos”.96 Además, no
podemos conocer la esencia de ninguna cosa, solo describirla, negando
incluso la relación causa y efecto, porque solo existe “el flujo del
devenir”.97

En consecuencia, el individuo, para Nietzsche, es totalmente autónomo y


libre respecto de toda norma y de todo valor, ya que la moral misma no es
más que “el instinto gregario en el individuo” que no hace más que
valorizar y jerarquizar instintos en función del rebaño y, como los rebaños o
comunidades varían, hay cantidad de morales de acuerdo al tipo de
sociedad.98 En definitiva, Nietzsche disuelve la moral y sume al ser
humano, que ni siquiera puede ser considerado humano, en el relativismo
extremo y en un subjetivismo y agnosticismo absoluto.

En su El anticristo, Nietzsche postula que fueron los hombres quienes le


dieron vida a Dios por lo que él llama el “instinto teológico”, es decir, le
dieron un estatus objetivo y trascendente a las propias opiniones y las
revistieron con lenguaje divino.99 Incluso este es el error del “idiota” de
Kant al darle a su ética y epistemología un carácter objetivo. Por tanto, lo
que plantea Nietzsche es que tanto el cristianismo como “la araña funesta”
de Kant pretendieron ver la realidad como algo objetivo, cuando lo que
verdaderamente hicieron fue disfrazar y presentar el mundo como ellos lo
vieron porque así les era más útil para sus propios objetivos.100 101

Pero el ataque de Nietzsche, nuevamente, apunta a esos pseudoateos del


momento que no tenían el coraje de asumir las últimas consecuencias de su
postura. Hoy en día Nietzsche se enfrentaría a los activistas LGBT que
divorcian la sexualidad de todo significado, pero condenan lapedofilia. El
hombre loco les diría: “Hipócritas, allanaron el camino al inventar una falsa
categoría de orientación sexual, pero ahora quieren limitar las
consecuencias caóticas que se siguen de su teoría”. También se enfrentaría a
esos ateos de cotillón, un Richard Dawkins, o Sam Harris, o la liberprogre
Gloria Alvarez, por el simple hecho de no admitir las consecuencias
radicales de su rechazo de Dios. Buscar una justificación en la evolución es
asumir que la naturaleza tiene un orden y significado que solo puede ser
justificado en relación con un orden metafísico superior y que trasciende la
misma naturaleza. Nietzsche también sacaría a los palos a toda la caterva de
feministas proaborto que inventan y reinventan el criterio de persona
humana con falsos presupuestos y una compasión mentirosa. Si Nietzsche
viviese hoy, los vomitaría a todos de su boca por tibios con una pluma
demoledora que los dejaría sin palabras.

Pero lo que más nos interesa aquí es que detrás de los ataques de Nietzsche
a la metafísica, a la moralidad, al cristianismo o a Kant, hay de fondo un
ataque al concepto de naturaleza humana. Aunque Nietzsche reconozca la
realidad biológica del ser humano, al no poder sostener una naturaleza
humana desde el punto de vista metafísico, postula que es imposible
determinar cómo se debe vivir o qué propósito tenga la vida, e incluso que
es falsa la “jerarquía con respecto a los animales y la naturaleza”. De esa
manera, no queda otra que eliminar “lo humano, la humanidad y la dignidad
humana”. 0 El ser humano se creó a si mismo, se impuso un orden moral y
se dio una finalidad que no existe, por lo que es necesario que se libere de
su propia naturaleza. El reclamo “antiespecista” del feminismo vegano es
en definitiva un heredero ideológico de dicho planteo. Pero,
paradójicamente, al librarse de Dios y negarse su propia naturaleza el
hombre no queda en una especie de vacio ontologico, sino que ahora lo
puede todo: por la técnica se convertirá en quien su voluntad quiera, en una
especie de transhumano . Como bien lo predijo Nietzsche: “Muertos están
todos los dioses: ahora queremos que viva el superhombre”.102
1

Tomo esta idea general del sociólogo Philip Rieíf, quien describe una serie
de ideales de ser humano a lo largo de la historia de la cultura: el hombre
político de los griegos, el hombre religioso del medioevo, el hombre
económico de la modernidad y, finalmente, el hombre psicológico de
nuestros tiempos. Ver Philip Rieíf, Freud: The Mind of the Moralist, New
York, Viking Press, 1959; Philip Rieff, The Triumph of the Therapeutic:
Uses of Faith after Freud, New York, Harper 8c Row, 1966.
2

Cf. Aristotle, Politics, trad, por H. Rackham, vol. 21, Loeb Classical
Library, Cambridge, Harvard University Press, 1998,1,1253a, 8, p. 10.
Tomás de Aquino, por otra parte, afirma que “el hombre es naturalmente un
ser social”. Ver Tomás de Aquino, Summa theologiae, 3rd ed., Torino,
Edizioni San Paolo, 1999,1, q. 96, a. 4, pp. 466-467.
3

La palabra idiota es de origen griego lSid)T7]q que significa “privado, uno


mismo”. El término idiota se empleó en la Antigua Grecia para indicar a
una persona que no se preocupaba por los asuntos políticos. A su vez, en el
latín la palabra idiota significa una “persona sin educación o ignorante”.
4

Cf. Aristotle, Politics, I, 1252a, 30-32, p. 4.


5

I Cf. I, 1252b, 16-31, pp. 6-8.


6

Cf. Ibid., I, 1252b, 28-35, p. 8.


7

Aquino, Summa tbeologiae, I, q. 96, a. 4, p. 467.


8

Tema desarrollado en Pablo Muñoz Iturrieta, Hanna Arendt s Notion of


Political Freedom”, en Freedom and Society: Essays on Autonomy, Identity,
and Political Freedom, ed. por Creighton Rosental, Robert H. Scott, et al.,
Mercer, GA: Mercer University Press, 2021, pp. 91-113.
9

Cf. Hannah Arendt, The Human Condition, Chicago, Ill., University of


Chicago Press, 1958, pp. 28-32. Esto es un hecho de simple constatación: la
mayoría de la gente que vive en países donde la economía está por el piso
se encuentra en una situación en la que su preocupación principal es poder
subsistir día a día y traer comida al hogar. No se puede pretender que esa
gente tenga el tiempo para el ocio intelectual o el activismo político, salvo
que viva mantenida por el poderoso de turno y en retorno devuelva el favor
con el clientelismo político.
10
Cf. Hannah Arendt, “What Is Freedom?”, en Between Past and Future, ed.
por New York: Penguin, 1961, p. 165.
11

Cf. Arendt, The Human Condition, p. 237.


12

Cf. Mariano Artigas y Juan José Sanguineti, La. filosofía, de la naturaleza,


Pamplona, Eunsa, 1993; Juan Manuel Burgos, “¿Es útil el concepto de
naturaleza en el debate cultural?”, Scio, 2008, 3, pp. 69-87.
13

Cf. Aquino, Summa theologiae, I-II, q. 93, pp. 948-953.


14

Cf. Julio Esteban Lalanne, Si Dios no existe, ¿todo está permitido?,


Santiago, RIL Editores-CET, 2016, pp. 127-157.
15

Aquino, Summa theologiae, I-II, q. 94, a. 2, p. 955.


16

Cf. Ibid., I-II, q. 94, pp. 953-958.


17

Cf. Frederick D. Wilhelmsen, El problema de Occidente y los cristianos,


Sevilla, Publicaciones de la Delegación Nacional del Requeté, 1964, p. 21.
18

Cf. Aquino, Summa theologiae, MI, qq. 95-96, pp. 958-967.


19

Un buen resumen de las distintas interpretaciones del! Renacimiento lo


©frece Lalanne, Si Dios no existe, ¿todo está permitido?, pp. 162-168,
20

Ver las obras de Marsilio Ficino, Th eologia platónica die immortalitate


animorum (1482), Paris, Olms, 1559; Giovanni Pre© della Mirándola,
Discurso sobre la dignidad del hombre, Barcelona, PPU, 1988.
21

Wilhelmsen, El problema de Occidente y los cristianos, p. 27.


22

Ejemplo claro es la obra del sacerdote Lorenzo Valla, De Voluptate (1434)',


California, Abaris Books, 1977.
23

Cf. Pablo Muñoz Iturrieta, The Meaning of Religious Freedom in the Public
Square, Eugene, OR, Pickwick Publications, 2020', pp. 183-190.
24

CE Ignacio Miralbell y Simón Suazo, “La herencia ockhamista en la


filosofía política y jurídica moderna”, Alpha,, 2019,49, pp. 177-192.
25

Cf. Nicolás Maquiavelo, Elpríncipe, trad, por Antonio Hermosa Andújar,


Madrid, Editorial Gredos, 2011.
26

Wilhelmsen, El problema de Occidente y los cristianos, p. 42.


27

Cf. Eric J. Hobsbawm, En torno a los orígenes de la revolución industrial,


Buenos Aires, Siglo XXI, 1972, p. 75.
28

Cf. Martín Lutero, “Los artículos de Schmalkalda”, en Obras, ed. por


Teófanes Egido, Salamanca: Sígueme, 2006.
29

Cf. Wilhelmsen, Elproblema de Occidente y los cristianos, pp. 45-46. Esta


doctrina es la raíz de lo que hoy día se conoce como el evangelio o teología
de la prosperidad.
30

Es curiosa la ignorancia de muchos liberales y libertarios contemporáneos


que critican el carácter totalitario del Estado contemporáneo e ignoran que
fue el mismo liberalismo la ideología que llevó al Estado a adquirir el poder
que goza en la actualidad y que controla todos los aspectos de una sociedad
(educación, medicina, regulación de profesiones, etc.).
31

Cf. Wilhelmsen, El problema de Occidente y los cristianos, pp. 71-72.


32

Ver Maz Weber, La ética pro testante y el espíritu del capitalismo, Ciudad
de México, Fondo de Cultura Económica, 2003.
33

Cf. Philip RiefF, My Life among the Deathworks: Illustrations oj the


Aesthetics of.Authority, Charlottesville, University of Virginia Press, 2006,
p. 12.
34

Cf. Ibid., p. 4-9.


35

Cf. Faramerz Dabhoiwala, The Origins of Sex: A History of the First


Sexual Revolution, London, Allen Lane, 2012.
36

Cf. Charles Taylor, Sources of the Self The making of the Modern Identity,
Cambridge, Harvard University Press, 1989, p. x.
37

Juan Pablo II, Veritatis Splendor, Madrid, BAC, 1993, n. 32.


38

Durante el 2020 y comienzos de 2021, el gobierno de Justin Trudeau en


Canadá sigue presionando para incluir a bebés, niños y adolescentes en la
ley de eutanasia de 2016 (Bill C-16).
39

Cf. Mary Warnock, Report of the committee of inquiry into human


fertilisation and embryology, London, Department of Health & Social
Security, 1983.
40

Juan Claudio Sanahuja, El desarrollo sustentable, Buenos Aires, Vórtice,


2003, p. 21.
41
42. Aleksandr Isaevich Solzhenitsyn, Acceptance Address”, Templeton
Prize, May 10,1983.
42

Debido a que será difícil descifrar el acrónimo, este señala las “


identidades” lesbiana, gay, bisexual, transexual, transgénero, intersexual,
queer, 2 espíritus, asexual, agénero, etc.
43

René Descartes, Meditationes de prima philosophic, Notre Dame,


University of Notre Dame Press, 1990,11.140.
44

Cf. Taylor, Sources of the Self pp. 356 y 362.


45

Cf Ann Hartle, The Modern Self in Rousseaus Confessions: A Reply to St.


Augustine, Notre Dame, University of Notre Dame Press, 1983, p. 11.
46

Cf. Jean-Jacques Rousseau, Las confesiones, Madrid, Alianza Editorial,


2008, Libro 1.
47

Este es, para ver la similitud, el mismo planteo del feminismo actual cuando
pide reducción de penas para violadores por ser víctimas del entorno social
patriarcal...
48

Cf. Taylor, Sources of the Self, p. 357.


49

Cf. Jean-Jacques Rousseau, Discurso sobre las ciencias y las artes, Madrid,
Alianza Editorial, 2012.
50

La idea de educación como “control” se repite nuevamente en Foucault bajo


el término de “biopoder“, es decir, cuando se aplica la disciplina al cuerpo
del individuo para hacerlo útil y dócil a la vez. Ver Michel Foucault,
Surveiller et punir, Paris, Gallimard, 1975.
51

Cf. Jean-Jacques Rousseau, Discurso sobre el origen de la desigualdad entre


los hombres, Madrid, Alianza Editorial, 2012.
52

Cf. Jean-Jacques Rousseau, Emile, ou: De Veducation, Paris, Garnier-


Flammarion, 1966.
53

Cf./^4.,L.V.
54

Cf. Lalanne, Si Dios no existe, ¿todo está permitido?, p. 365.


55

Un resumen del pensamiento de Wollstonecraft se encuentra en Muñoz


Iturrieta.yiínzpzzao en el cuerpo equivocado, pp. 43-44.
56
Cf. William Godwin, An Enquiry concerning Political Justice, and its
Influence on General Virtue and Happiness, 2 vols., London, G.G.J. and J.
Robinson, 1793, Vol. 2, pp. 848-849.
57

Ibid., Vol. 2, pp. 851-852.


58

Cf. Ibid.
59

Cf. Ibid., Vol. 2, p. 852.


60

19- Cf. Taylor, Sources of the Self, p. 368.


61

Una presentación amplia de este movimiento es la de Carmen Casaliggi y


Porscha Fermanis, Romanticism: A Literary and Cultural History, London,
Routledge, 2016.
62

CE William Wordsworth, The Major Works, ed. Stephen Gill, Oxford,


Oxford University Press, 2000, p. 622.
63

Cf. Ibid., p. 606.


64

LI. Cf. Ibid., p. 622,


65

Cf. Carl R. Trueman, The Rise and Triumph of the Modern Self: Cultural
Amnesia, Expressive Individualism, and the Road to Sexual Revolution,
Wheaton, Crossway, 2020, pp. 135-137.
66

Cf. Percy Bysshe Shelley, Shelley's The Triumph of Life: A Critical Study,
ed. Donald Henry Reiman, Urbana, IL, University of Illinois Press, 1965.
67

Percy Bysshe Shelley, Shelleys Poetry and Prose: Authoritative Texts,


Criticism, 2 ed., New York, Norton, 2002, p. 530.
68

Cf. Ibid., p. 209.


69

Cf. Ibid., pp. 40-41.


70

Cf. Ibid., p. 68.


71

Cf. Ibid., p. 46.


72

Cf. Trueman, The Rise and Triumph of the Modern Self, pp. 148-14'9-,
73
Cf. Jonathan Sperber, Karl Marx: A Nineteenth-Century Life, First edition,
ed., New York, W. W. Norton, 2013, p. 396. Engels, de hecho, relacionó el
trabajo de ambos en el discurso del funeral de Marx: “Así como Darwin
descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la
ley del desarrollo de la historia humana”. Friedrich Engels, “Speech at the
Graveside of Karl Marx”, La Justice, March 20, 1883.
74

Cf. Julian Young, Friedrich Nietzsche: A Philosophical Biography,


Cambridge, Cambridge University Press, 2010, pp. 545-546.
75

Cf. J. Ayala Francisco, “Darwin’s Greatest Discovery: Design without


Designer”, Proceedings of the National Academy of Sciences, 2007, 104,
no. 1, p. 8567.
76

Karl Marx y Friedrich Engels, Marx and Engels:1874-1883, vol. 24, Marx
& Engels Collected Works, London, Lawrence & Wishart, 1989, p. 301.
77

Cf. Charles Darwin, The Origin of Species and The Descent of Man, New
York, Modern Library, 1936, pp. 63-64.
78

Ernst Haeckel (1834-1919), discípulo de Darwin y Spencer, fue quien


acuñó el término “ecología”.
79

Ver este proceso en Nicolás Márquez y Agustín Laje, El libro negro de la


nueva izquierda. Ideología de género o subversión cultural, Buenos Aires,
Unión Editorial, 2016.
80

Ver Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Fenomenología del Espíritu, México-


Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 1966.
81

Cf. Joe McCamey, Hegel on History, London, Routledge, 20'0'0, pp. 57-59.
82

Cf. Karl Marx, El Capital, trad, por Pedro Scaron, vol. 1: El proceso de
producción de capita , México D. F., Siglo XXI Editores, 2008, pp. 19-20.
83

Cf. Karl Marx y Friedrich Engels, Manifiesto Comunista, trad, por Pedro
Ribas, Madrid, Alianza Editorial, 2019, pp. 49-66.
84

Karl Marx y Friedrich Engels, “Die deutsche Ideologic”, en Marx—Engels


Werke, Vol. 3, ed. por Berlin/DDR: Dietz Verlag, 1969, p. 40.
85

Cf. Ibid., p. 564.


86

Karl Marx, “Thesen fiber Feuerbach”, en Marx-Engels Werke, vol. 3, ed.


por Berlin: Dietz Verlag, 1969, p. 533.
87

Marx y Engels, “Die deutsche Ideologic”, p. 192.


88
Cf. Marx y Engels, Manifiesto Comunista, pp. 52-54.
89

Esto, como nota Fromm, ha dado lugar a una variedad de interpretaciones


contradictorias. Ver Erich Fromm, Beyond the Chains of Illusion: My
Encounter with Marx and Freud, New York, Trident, 1962.
90

Ver Kate Millett, Sexual Politics, Garden City, N.Y, Doubleday, 1970.
91

Eugenia Tarzibachi, “Sacar la menstruación del closet”, Revista Anfibia,


2018, San Martín.
92

Friedrich Nietzsche, La ciencia jovial, trad, por Germán Cano Cuenca,


Madrid, Editorial Gredos, 2018, §125, pp. 439-440.
93

Ibid., §125, p. 441.


94

Cf. Ibid., §109, pp. 425-427.


95

Ibid., §110, p. 427.


96

Cf. Ibid., §111, pp. 429-430.


97
Ibid., §112, p. 430-431.
98

/¿/d.,§116,p. 432.
99

Cf. Friedrich Nietzsche, El Anticristo, Madrid, Alianza Editorial, 1993, §9,


pp. 33-34.
100

Ibid., §10-11, pp. 34-36.


101

Nietzsche, La ciencia jovial, §115, p. 432.


102

Friedrich Nietzsche, Así habló Zaratustra, trad, por Andrés Sánchez


Pascual, 12 ed., Madrid, Alianza Editorial, 1984, p. 351.
Sigmund Freud y la sexualización de la revolución

El neurólogo austríaco Sigmund Freud (1856-1939), padre del


psicoanálisis, es clave para comprender la relación entre sexualidad e
identidad planteada por la ideología de género. El fin del ser humano, para
Freud, es ser feliz, aunque este le dio a la idea de felicidad un sentido
psicológico y una connotación sexual al identificarla con el placer genital.
Por eso, aunque sus teorías sean cosa del pasado, Freud fue clave en la
arquitectura ideológica de la revolución actual al poner la sexualidad y la
expresión sexual en el centro de la existencia humana. El sexo se ha
inmiscuido en todos los ámbitos de la sociedad Occidental en parte gracias
al mito freudiano de que el deseo sexual y su satisfacción es la esencia y
clave de la vida humana.1 Como lo explica el mismo Freud: “Dijimos que la
experiencia de que el amor sexual (genital) asegura al ser humano las más
intensas vivencias de satisfacción, y en verdad le proporciona el modelo de
toda dicha, por fuerza debía sugerirle seguir buscando la dicha para su vida
en el ámbito de las relaciones sexuales y situar el erotismo genital en el
centro de su vida”.2 Si la vida tiene alguna finalidad, esa será el propio
placer personal, de tal manera que se termina subordinando el propósito del
sexo, k procreación, al proposito del placer.

Freud planteó erróneamente que una cultura o civilización es el resultado de


prohibiciones, es decir, la cultura esta determinada por los derechos que
prohíbe y cómo los prohíbe. ¿Cómo puede una prohibición o represión de
los instintos originar una cultura? Porque, según Freud, al reprimir los
instintos humanos, esas fuerzas interiores son sublimadas y redirigidas
hacia otros propósitos, tales como el arte, la política, la educación, etc.3
Paradójicamente, “al hombre primitivo las cosas le iban mejor, pues no
conocía limitación alguna de lo pulsional , es decir, podía gozar de su
sexualidad sin límites, mientras que ‘el hombre culto ha cambiado un trozo
de posibilidad de dicha por un trozo de seguridad . 4

En otras palabras, para que la sociedad y la cultura sean posibles, el


individuo debe dominar su instinto sexual. Es así como Freud resuelve la
tensión propuesta por Rousseau y se sitúa a la vez en continuidad
ideológica con él. Para Rousseau, la sociedad corrompe al individuo que es
naturalmente bueno, además de no permitirle vivir de manera auténtica de
acuerdo con sus instintos. Freud actualiza esta tensión como un conflicto
entre los deseos sexuales naturales y las restricciones sexuales impuestas
por la sociedad civilizada (la moral), excepto que el hombre natural y bueno
de Rousseau es para Freud violento e irracional, mientras que el hombre
que sublima sus instintos produce una cultura determinada.5

Es por eso que una civilización se define por lo que prohíbe, como dijimos
más arriba: “toda cultura debe edificarse sobre una compulsión y una
renuncia de lo pulsional”.6 El contrato social de Rousseau se vuelve así un
“contrato sexual” para Freud, de tal manera que se sacrifica la satisfacción
sexual a cambio de la seguridad social. La civilización es la respuesta al
caos que envolvería la práctica sexual desenfrenada, pero en consecuencia
produce otro problema, el de la represión y frustración sexual: “La cultura
se edifica sobre la renuncia de lo pulsional, el alto grado en que se basa,
precisamente, en la no satisfacción (mediante sofocación, represión, ¿o qué
otra cosa?) de poderosas pulsiones. Esta «frustración cultural» gobierna el
vasto ámbito de los vínculos sociales entre los hombres.”7

La moral de cada cultura que reprime, por otra parte, es para Freud algo
meramente convencional y fundado en el “sentimiento de asco” por el que
se rechazan ciertas prácticas sexuales y se las considera como perversas.
“Los límites de ese asco”, afirma Freud, "son a menudo puramente
convencionales”.8 Estos sentimientos de rechazo son internalizados, por lo
que terminan pareciendo naturales y, por ende, racionales.9

Para Freud, el desarrollo de la persona humana es sinónimo del desarrollo


sexual, como lo plantea en su libro Tres ensayos de teoría sexual (1905). En
una primera fase, Freud plantea un "erotismo oral”, de tal manera que el
disfrute del amamantar o chuparse el dedo adquieren una significancia
sexual.10 Luego sigue una fase "caracterizada por el predominio del
sadismo y del erotismo anal”, en el que el control de los movimientos
estomacales se convierte en el foco de atención del niño, llegando a
"retardar el acto de la excreción” para disfrutar más vivamente de este
placer.11 Luego siguen una serie de cambios físicos en la pubertad que
llevan a “la vida sexual infantil a su conformación normal definitiva”. Y
explica Freud: “Ahora es dada una nueva meta sexual; para alcanzarla,
todas las pulsiones parciales cooperan, al par que las zonas eró-genas se
subordinan al primado de la zona genital”.12 De esa manera, “la
instauración de ese primado al servicio de la reproducción es la última fase
por la que atraviesa la organización sexual.”13 Es importante notar cómo,
para Freud, el desarrollo humano está caracterizado en términos sexuales,
ya que no hay etapa en la que el deseo sexual y su satisfacción no sean
fundamentos de la conducta humana.

Ahora bien, para entender esta postura en relación con los planteos actuales
de la ESI, si ser humano es ser sexual, incluso antes de la pubertad,
entonces se debe garantizar una “educación sexual” al niño incluso en su
infancia, ya que ser humano es lo mismo que ser sexual, por ser el aspecto
más importante de la experiencia humana (según esta perspectiva
ideológica). Aquí se entiende cómo un activista de la ESI puede afirmar que
“ni madres ni padres pueden decidir si sus hijas e hijos reciben o no
educación sexual en la escuela. Porque los niños y las niñas son sujetos de
derecho y porque el Estado es el garante”.14 Es así que la educación
contemporánea se ha convertido en un “corruptorio oficial del Estado”,
preocupada no en formar mentes y voluntades y ordenar sentimientos, sino
en liberar los instintos sexuales de los niños y eliminar cualquier influencia
que haga referencia a los valores morales de la Civilización Occidental.

La politización de la revolución sexual: La escuela de


Frankfurt

La Escuela de Frankfurt, conocida en el ambiente académico como la


escuela de la “Teoría Crítica”, es un movimiento filosófico y sociológico
que se ha extendido alrededor del mundo y de una influencia insoslayable/6
Originalmente sus miembros estaban ubicados en el Instituto de
Investigación Social (Instituí für Sozialforschung), adjunto a la Universidad
Goethe, en Frankfurt, Alemania, fundado en 1923 gracias a una donación
del multimillonario germano argentino Felix Weil con el objetivo de
desarrollar los estudios marxistas en Alemania. La particularidad de dicha
escuela con respecto a la revolución sexual e identitaria es que fusionaron
las preocupaciones políticas de Marx con el psicoanálisis de Freud.15
16 17 De esa manera, como lo dice el título de esta sección, politizaron la
revolución sexual, especialmente por el trabajo de Wilhelm Reich y Herbert
Marcuse.

Después de la llegada de Hitler al poder en 1933, los miembros de la


institución se ven forzados a cerrar el Instituto y se trasladan a los Estados
Unidos, donde encontraron hospitalidad en la Universidad de Columbia, en
Nueva York, gracias al generoso apoyo de la Fundación Rockefeller.18 La
Fundación estaba más que interesada en el trabajo de los de Frankfurt,
debido a que dicha Fundación consideraba a las ciencias sociales como un
instrumento que debía ser utilizado para la reorientación y reconstrucción
de la cultura.19 Y en este contexto los aportes de la Escuela de Frankfurt
con respecto a la cultura y la educación sexual no eran excepción.

Según el sociólogo Louis Wirth, miembro de la Fundación Rockefeller, en


el período posterior a la Segunda Guerra Mundial tanto Max Horkheimer
como Theodor Adorno “llevaron a cabo una tremenda campaña para
conseguir apoyo de la ONU, la UNESCO, el gobierno alemán, las fuerzas
de ocupación estadounidense y otras fundaciones”, dando a entender que
ellos tenían la última palabra en las ciencias sociales y que, por lo tanto,
debían seguir sus directivas.20 Por eso no es de sorprenderse que la política
y la Agenda 2030 estén dominadas por cuestiones relacionadas a la
identidad racial, sexual o étnica, problemas centrales en la “teoría crítica” y
que finalmente desembocaron en la ideología de la “interseccionalidad”.21

Aunque la “teoría crítica” sea tan variada como para incluir el pensamiento
marxista, el psicoanálisis, el feminismo radical, la teoría de género y queer,
el postcolonialismo, el postestructuralismo o la deconstrucción,
básicamente de fondo se resume en una serie de convicciones comunes: el
mundo se divide entre los que tienen poder y los desposeídos; la cultura que
emanó de la Civilización Occidental es una construcción social e ideológica
ideada para preservar la estructura de poder; y, finalmente, el objetivo
principal de la teoría crítica es desestabilizar las filosofías o doctrinas
producto de la cultura Occidental para así derribar las estructuras de
poder.22

Wilhelm Reich
El psiquiatra austríaco Wilhem Reich (1897-1957), uno de los discípulos
más prometedores de Sigmund Freud y que ejerció gran influencia en los
primeros miembros de la Escuela de Frankfurt, especialmente Marcuse y
Fromm, fue uno de los ideólogos claves en la arquitectura de la revolución
sexual. En 1930 Reich publicó un libro cuyo título lo dice todo: La
sexualidad en la guerra cultural: Por una reestructuración socialista del ser
humano (traducido como La revolución sexual), libro que fue
tremendamente influyente en los intelectuales del mayo francés del ‘68 y el
movimiento estudiantil europeo.23

La tesis de fondo de Reich es que una verdadera revolución solo puede


ocurrir en el plano sexual, por lo que hay que deshacerse de instituciones
como el matrimonio, la familia y la moral sexual tradicional: “La
revolución social no tiene otra tarea que la de posibilitar la satisfacción de
las necesidades humanas de sexualidad natural”24 En tal sociedad, la
sexualidad de los adolescentes y los niños sería aceptada y protegida y toda
práctica sexual sería normalizada, ya que no se debía sublimar la sexualidad
genital por ser una represión innecesaria para la existencia de la
civilización. De esa manera Reich realiza una síntesis original entre Marx y
Freud, aunque tiene también un marcado acento rousseauniano, al afirmar
que el hombre es bueno por naturaleza, pero se corrompe por la represión
sexual. Por eso es necesaria la instauración de la educación sexual de los
niños y adolescentes. Dicha educación “terminaría con los conflictos entre
naturaleza y cultura, individuo y sociedad, sexualidad y sociabilidad”.25 Es
decir, Reich resuelve la tensión entre individuo y sociedad por medio de la
educación sexual.

En el plano político, Reich fundó una asociación subsidiaria del Partido


Comunista Alemán, la Sexpol (Asociación para una política sexual
proletaria), con el objetivo de bogar por la liberación sexual del pueblo
trabajador y la eliminación de la moral sexual por ser la justificación de
matrimonio (que debía ser disuelto), como lo plantea en su libro La
psicología, de masas del fascismo (1933). En esta obra, Reich afirma que el
objetivo de la moral es producir un niño “sumiso, obediente, amable y dócil
en el sentido autoritario de la palabra”, lo que resulta en una angustia que
paraliza a la persona y “deteriora su potencia intelectual y su sentido crítico,
imponiéndole la prohibición de pensar en las cosas sexuales”. Este proceso
de represión comienza dentro de la familia, que es un “estado autoritario en
miniatura” y “cuyas estructuras tiene que aceptar a fin de poder integrarse
más tarde en el marco del orden social general”.26

La educación sexual, por lo tanto, ocupa un lugar central en la revolución


política propuesta por Reich, ya que la esencia de dicha revolución es
propiamente liberación sexual. La libertad política comenzará cuando los
niños se liberen por la práctica sexual del autoritarismo familiar. Llegará un
día en que esa “sociedad libre” le ofrecerá al niño las “posibilidades y
seguridad total para la satisfacción de las necesidades naturales” y no
prohibirá relaciones amorosas entre adolescentes, sino que, “al contrario,
trataría con

50

LAS MENTIRAS QUE TE CUENTAN • LAS VERDADES QUE TE


OCULTAN severidad a todo adulto que obstaculizara al niño en el
desarrollo de su sexualidad”.27 28 Y he aquí la gran paradoja y contradicción
en el pensamiento de Reich: la familia es ese pequeño estado autoritario que
da origen al gran Estado totalitario fascista, por lo que es necesario abolir la
familia para así finalmente abolir al Estado y la sociedad opresora... pero se
necesita del Estado y de la sociedad para coaccionar a las familias y castigar
a quienes se opongan al programa de liberación sexual. Ese día ha llegado
de la mano de un Estado que se erige en garante de los derechos sexuales
del niño y en contra del derecho natural de los padres como primeros
educadores y responsables de sus hijos, y de unas Naciones Unidas que
elabora listas negras para marcar a quienes se opongan a la ESI y la
ideología de género. Reich ya lo había visto cuando dijo que esto se daría
en el contexto de “una asociación planetaria y en un internacionalismo sin
restricciones”.

Herbert Marcuse

El filósofo alemán Herbert Marcuse (1898-1979) fue una de las figuras más
prominentes de la Escuela de Frankfurt, padre de la “nueva izquierda” y
abanderado intelectual de la revolución de mayo del ‘68.29 Nos interesa
aquí su pensamiento por encontrarse alineado con el de Freud y Reich,
especialmente al tratar de resolver la tensión entre el individuo y la
sociedad desde una clave freudiana y marxista.

Marcuse es crítico con la respuesta que Freud le da al problema de la


tensión individuo y sociedad (cultura), ya que, por un lado, Freud critica a
la sociedad por ser represiva (“la historia del hombre es historia de su
represión”30), pero, por el otro, desarrolla toda una teoría del psicoanálisis
para acomodar a la persona a la sociedad que critica. Es por eso que en su
Bros y Civilización (1953) Marcuse apunta a responder a la pregunta de si
es posible una civilización no represiva, algo imposible para Freud, ya que
consideraba que la cultura o civilización es fruto de la represión.

Marcuse es crítico con Freud, además; por considerar a la naturaleza


humana de manera abstracta y no tener en cuenta las condiciones históricas
del hombre y las distintas formas de represión. Para Marcuse, es necesario
tener en cuenta las distintas formas de represión, ya que se dan en contextos
determinados y están conectadas con una forma específica de civilización.
Para eso hay que distinguir entre el ejercicio racional de la autoridad,
necesaria para cualquier tipo de organización social, y la dominación. Esta
ultima es la que interesa a Marcuse, ya que concibe a la “dominación”
como el ejercicio de poder de un grupo determinado para mantener su
posición de privilegio dentro de una determinada sociedad y que “se
desarrolla como dominación social y política institucionalizada”.31 Esto es
en definitiva la “teoría crítica”: reconocer en la historia y en el presente las
relaciones de poder, las formas específicas de dominación, lo que Freud
llama “principio de la realidad”, y que el postmodernismo llamará a
“deconstruir”.32

Para Marcuse, entonces, la clase dominante impone una represión que va


más allá de lo estrictamente necesario para la organización social
simplemente porque quiere mantener el estatus y control sobre el resto. A
esta interpretación marxista de la historia le agrega el tono sexual freudiano:
de todos los modos de represión que se imponen, la dominación del deseo
sexual, vista como “organización represiva de la sexualidad” y subyugada a
la procreación, es central para preservar ese statu quo, por lo que la
genitalidad no procreativa es vista como perversión.33 Estas “restricciones
externas” comienzan en la familia y luego en otras agencias sociales y son
interiorizadas por el individuo para convertirse en la “conciencia” que da
origen al sentido de culpa y la necesidad de castigo generada por la
transgresión. Siguiendo a Freud, esta “organización represiva de los
instintos” es la base de toda civilización y por eso “la civilización ha
progresado como dominación organizada”.34 Sin embargo, Marcuse critica
a Freud por considerar que históricamente la sublimación de los instintos
que dio lugar a la civilización fue siempre en un contexto de escasez, por lo
que “el placer era suspendido” para poder trabajar. En realidad, según
Marcuse, la escasez era organizada e intencionada al no distribuir
colectivamente los bienes que satisfacen las necesidades humanas. Primero
se impuso esta condición por la violencia, luego “por una utilización más
racional del poder”35

Para derribar las estructuras de poder Marcuse propone que es necesario


efectuar una liberación sexual, por lo que mientras menor sea la represión,
“menos represiva será la etapa de la civilización”.36 Y hoy eso es posible
debido a que la sociedad actual ha alcanzado la opulencia y las necesidades
básicas han sido cubiertas, por lo que la monogamia y la familia patriarcal
ya no son necesarias. Si la familia persiste todavía, es solo para controlar al
proletariado. Por eso, para Marcuse, las perversiones sexuales son
necesarias en el proceso de liberación que implica eliminar el arma de
control represivo que significan la familia y el sexo dirigido a la
procreación: “Las perversiones expresan así la rebelión contra la
subyugación de la sexualidad al orden de la procreación y contra las
instituciones que garantizan este orden”.37 Solo así se logrará una
civilización en la que no haya ningún tipo de represión.

Finalmente, como “no se puede esperar que un gobierno fomente su propia


subversión”, serán claves las instituciones educativas para lograr el proceso
de desman-telamiento por medio de un proceso democrático que incluirá el
no tolerar ciertos discursos “por más antidemocráticos que parezcan los
medios” empleados.38 39 Y es aquí donde la educación sexual y el
silenciamiento de los que se opongan será clave para el proceso
revolucionario.

El feminismo: de la biología a la identidad


La teoría feminista a partir de mediados del siglo XX dio un paso clave para
entender la revolución identitaria actual: dejaron de lado los hechos
biológicos y objetivos de la persona y los reemplazaron por la psicología
interna (los sentimientos y la autopercep-ción), lo que finalmente terminó
derivando en la confusión identitaria actual. Si bien la lista de pensadoras es
extensa, nos vamos a centrar en tres personajes que marcaron
profundamente el proceso de deconstrucción anunciado por Marcuse.

Simone de Beauvoir

La escritora feminista Simone de Beauvoir (1908-1986) preparó el camino


para un feminismo distinto, especialmente por su La mujer destruida, la
cual es una colección de cuentos cortos y monólogos publicado en 1967."
Según Beauvoir, el matrimonio, el amor y otras nociones ligadas a la
familia no son nada más que invenciones humanas creadas por los hombres
(como contrapuesto a la mujer) para perpetuar el dominio patriarcal y así
encontrar sentido en este universo frío y oscuro. Para Beauvoir, la mujer
que se sometía a estas nociones construidas e impuestas por la sociedad
masculina se sometía a sí misma a la destrucción.

La tensión entre el individuo y la sociedad encuentra una original expresión


en el pensamiento de Beauvoir. En su clásico libro El segundo sexo, de
1949, Beauvoir escribía que “no se nace mujer, se llega a serlo”.40 Aunque
nazca con los cromosomas, prevalencia hormonal y anatomía externa e
interna de una mujer, socialmente se la condiciona para asumir los roles,
conductas, actividades y atributos de una mujer. De esa manera, Beauvoir
marca una clara distinción entre la realidad biológica y la psicológica de la
persona. Pero la pregunta para esta pensadora debería ser: ¿entonces la
mujer existe? ¿Por qué será que solo la mujer es capaz de concebir en su
vientre y dar a luz un niño? La respuesta será dada años después, cuando
otras pensadoras radicales manifestaron su odio a la “tiranía de la biología”,
llamando a una liberación total de la mujer de cualquier yugo, incluso si
este es natural. Pero la misma pensadora francesa lo había postulado cuando
afirma que la inseminación artificial será parte del proceso evolutivo de la
humanidad, de tal manera que el proceso reproductivo no recaiga más en la
mujer.41 De esta manera, Beauvoir sentó las bases para tomar un nuevo
rumbo y ejerció gran influencia en las feministas posteriores.
Shulamith Firestone

Marcuse no tuvo el coraje de explicitar cómo luciría esa civilización


freudomarxista que vislumbraba y donde toda perversión sexual ha sido
normalizada.42 Este vacío lo llenaría la feminista radical y freudomarxista
canadiense Shulamith Firestone (1945-2012), quien en su libro La
dialéctica del sexo (1970) explícita los elementos centrales de la revolución
sexual ya propuesta por Reich y teorizada por Marcuse: 1) La revolución
feminista eliminará el “privilegio masculino”, lo que se dará con la
abolición de la función reproductiva de la mujer empleando tecnologías de
reproducción y gestación artificial. 2) Habrá una absoluta independencia
económica de la mujer y los niños por medio de un sistema socialista
(“feminismo socialista”), ya que la tecnología eliminará la necesidad de
trabajar.43 3) La mujer y los niños estarán incluidos en todos los aspectos de
la sociedad, destruyendo “las distinciones culturales hombre/mujer y
adulto/niño”.44 4) Finalmente, se logrará “la libertad de todas las mujeres y
niños para hacer lo que sea que deseen sexualmente”.45 Este último punto
es el que más nos concierne: lograr la libertad sexual de los niños, algo que
es central en los programas de educación sexual.

El socialismo, para Firestone, solamente puede alcanzarse si se cortan los


lazos de una generación con la anterior, de tal manera que el Estado pueda
formatear la generación nueva (los niños) hasta la raíz misma.46 El
problema, según ella, es que “legalmente los niños siguen bajo la
jurisdicción de los padres quienes pueden hacer con ellos lo que les
plazca”.47 Entonces, como solución, hay que quitarle los niños a sus padres,
liberarlos de sus familias, para que así queden bajo jurisdicción del Estado
socialista.

La eliminación de la familia se llevaría a cabo por etapas. Obviamente que


aquí incluye el divorcio, pero va mucho más allá, con la configuración de
nuevas formas familiares: “Al principio, en el período de transición, las
relaciones sexuales serían probablemente monógamas, incluso si la pareja
decide vivir con otros. [...] Sin embargo, después de muchas generaciones
de vida no-familiar, nuestras estructuras psicosexuales podrán alterarse tan
radicalmente que la pareja monógama se volvería obsoleta. Solo podemos
adivinar lo que podría reemplazarla: ¿quizás matrimonios por grupos,
grupos maritales transexuales los cuales también involucren a niños
mayores? No lo sabemos”.48

De esta manera se logrará que “las relaciones entre personas de edades muy
dispares se conviertan en algo común”,49 afirma Firestone. Y continúa
relatando ese mundo socialista futuro: “El concepto de infancia ha sido
abolido, los niños tienen plenos derechos legales, sexuales y económicos,
sus actividades educativas/laborales no difieren de la de los adultos.
Durante los pocos años de infancia, hemos reemplazado la
psicológicamente destructiva paternidad’ de uno o dos adultos arbitrarios,
por la difusión de la responsabilidad del cuidado físico sobre un gran
número de personas. El niño todavía puede formar relaciones íntimas de
amor, pero en lugar de desarrollar una estrecha relación con una decretada
‘madre’ y ‘padre’, el niño puede ahora formar los lazos con gente de su
propia elección, de cualquier edad o sexo. Por lo tanto, todas las relaciones
entre adultos y niños se han elegido mutuamente”.50 Y por si no quedó
claro, nos dice: “Si el niño puede elegir relacionarse sexualmente con los
adultos, incluso si él debe escoger su propia madre genética, no habría
razones a priori para que ella rechace los avances sexuales, debido a que el
tabú del incesto habría perdido su función. Las relaciones con niños
incluirían tanto sexo genital como el niño sea capaz de recibir. [...] El tabú
de las relaciones adulto/niño y homosexuales desaparecerían”.51 Es más,
ella misma alienta a los padres a iniciar a los niños en su sexualidad por
medio de relaciones incestuosas, de tal manera que los niños no crezcan
“reprimidos sexualmente”.

Como afirma Agustín Laje: “Firestone otorga gran significancia a la


legitimación de la pedofilia como parte de la revolución socialista”.52 Y
esta legitimación comienza con la educación sexual integral. He ahí el
peligro que nos cierne ante un Estado que se autoproclama como garante de
los derechos de los niños.

Judith Butler

Judith Butler (1956), filósofa y activista del género, ha sido clave en el


desarrollo teórico de la revolución sexual e identitaria. Para Butler, el
género y el sexo biológico son dos cosas separadas. El género es algo que
se actúa, ya que la conducta crea el género. Es decir, si me identifico y
decido actuar como mujer, hombre, lesbiana o transexual, me constituyo
como tal, porque es el sujeto quien decide por la acción su propia identidad
de género.

En sus obras Problemas de género: El feminismo y la subversión de la


identidad (1990)53 y Deshaciendo el género (2004),54 Butler introduce lo
que ella describe como “teoría de la actuación”. Según esta teoría, nadie es
hombre o mujer, ya que esto no es algo que uno “sea”; por el contrario, es
algo que se “hace”, se “construye”. Butler afirma: “El género no es el
resultado causal del sexo, ni es algo tan aparentemente fijo como el sexo”.55
Para ella, el género es más bien como un estatus que se construye y el cual
es radicalmente independiente de la biología o los rasgos corporales, “un
artificio libre y a la deriva, con la consecuencia de que hombre y masculino
podría, con la misma facilidad, designar un cuerpo tanto femenino como
masculino y mujer y femenino designar un cuerpo masculino con la misma
facilidad que uno femenino”.56

Para Butler, la existencia del transexual, del drag, del transgénero, “nos
hace Cuestionar no solo lo que es real, lo que ‘debe’ ser, sino que también
nos muestra que las normas que gobiernan las nociones actuales de lo real
pueden ser cuestionadas, de tal

manera que nuevas formas de la realidad puedan ser instituidas”.57 Por eso,
para Butler, el mismo cuerpo humano es una “construcción social”, que si
se entiende como algo fijo se vuelve peligroso, ya que esconde en sí mismo
una “relación de poder” contra el “trans” oprimido, quien manifiesta en su
cuerpo la lucha para salir de la opresión. Es decir, lo que Marcuse proponía
por las perversiones sexuales, Butler lo traslada a la propia identidad. El
cuerpo humano no debe ser entendido como “un hecho estático”, sino como
un “modo de convertirse” que “redefine las normas y nos hace ver que las
realidades en las cuales nos creíamos confinados no están escritas sobre
piedra”.58

Conclusión
La revolución identitaria tiene como raíz la negación de la realidad
filosófica de la naturaleza humana, sumada a una idea evolutiva de la propia
identidad conformada por los sentimientos, la autopercepción y apoyada
por la técnica (trasplantes, cirugías, tratamientos hormonales, mejoras
genéticas). Esto marca la división más profunda, notaba Claudio Sanahuja,
entre quienes defienden la dignidad de la persona humana y la vida en todas
sus etapas, y aquellos que se guían por el individualismo, sentimentalismo y
el pragmatismo científico y comercial.59

Ya no se trata de una mera justificación de la actividad sexual, sino que esta


revolución sexual apunta a la configuración de la propia identidad por
medio de la práctica genital. Por eso la insistencia en “reconocer
identidades”: a esto apunta verdaderamente el activismo por “ampliar
derechos”. Revolución sexual es hoy revolución identitaria y revolución
política especialmente contra la familia y las normas morales naturales en la
que esta se funda. Esta distinción y tensión entre naturaleza y cultura, como
vimos, comienza en Rousseau, quien así estableció las bases para una
crítica de la cultura y sus efectos en el individuo. Las convenciones sociales
e instituciones, desde este punto de vista, deben ser analizadas en relación
con su función de determinar las costumbres morales y la conducta humana.
Por eso la familia “heteropatriarcal” y la “heteronor-matividad” son hoy
consideradas como una forma histórica de “opresión” por medio de códigos
sexuales que establecen una relación de poder. La respuesta revolucionaria
se dará por medio del desarrollo de distintas “identidades de género” y
“diversidades sexuales” que transgredirán el statu quo y darán lugar a una
civilización en la cual la represión de los instintos ya no tendrá lugar.

Esta es una verdadera revolución cultural con consecuencias políticas y


económicas que apuntan a aplastar los códigos morales de la civilización
occidental judeo-cristiana, siguiendo la línea de pensamiento que va desde
Rousseau, Marx y Nietzsche a Freud, Reich, Marcuse, Firestone y Butler.
Mientras subsista la familia, no habrá verdadera liberación. No porque sí,
cuando el globalismo comenzó a mostrar su verdadero rostro totalitario
durante la cuarentena del 2020, la Open Democracy tuvo la osadía de
publicar un artículo titulado: “Es hora de abolir la familia”.60

CAPÍTULO 3
1

Cf. f rueman, 'lhe Ráse and Triumph of the foíodern Self, p. 204.
2

Sigmund Freud, El malestar en la cultura, trad, por José L. Etcheverry, vol.


211, Obras Completas, Buenos Aires, Amorrortu editores, 1992, p. 99.
3

La idea está desarrollada en ibid.


4

Ibid., p. 112.
5

Rousseau no puede explicar el aspecto malévolo y la agresividad instintiva


en el ser humano, por lo que el análisis del hombre hecho por Nietzsche fue
más llamativo y encontró su expresión científica en Freud. Ver Camille
Paglia, Sexual personae. Art and decadencefrom Nefertiti to Emily
Dickinson, New Haven, Yale University Press, 199'0, p. 14.
6

Freud, El porvenir de una ilusión, p. 7.


7

Freud, El malestar en la cultura, p. 96.


8

69- Sigmund Freud, Tres ensayos de teoría sexual, trad, por José L.
Etcheverry, vol. 7, Obras Completas, Buenos Aires, Amorrortu editores,
1992, p. 138.
9

Dicha crítica a las convicciones morales permeó de tal manera nuestra


cultura que cualquier crítica a políticas inmigratorias, por ejemplo, es vista
como “miedo irracional al otro” o “islamofo-bia”, mientras que el
criticismo a ideologías que normalizan perversiones sexuales o trastornos
de la identidad son etiquetados como trastornos: “homofobia”, “transfobia”,
“lesbofobia”...
10

Cf. Freud, Tres ensayos de teoría sexual, p. 213.


11

Ibid., pp. 138-139.


12

Ibid., p. 189.
13

Ibid., p. 181.
14

Leandro Cahn, “Respuestas para confrontar a los antiderechos , Anfibia,


Nov. 2018, San Martín. Bien podría haber agregado: “y porque los
contratos se adjudican a la Fundación Huésped,
15

a la que pertenezco, y porque por la plata baila el mono...”


16
Para profundizar más sobre esta escuela de pensamiento, ver Raymond
Geuss, The idea of a critical theory: Habermas and the Frankfurt school,
Cambridge, Cambridge University Press, 1981; Martin Jay, The Dialectical
Imagination: A History of the Frankfurt School and the Institute of Social
Research, 1923-1950, Berkeley, CA, University of California Press, 1996;
Judith Marcus y Zoltán Tarr, Foundations of the Frankfurt School of Social
Research, New Brunswick, Transaction Books, 1984; Stuart Jeffries, Grand
Hotel Abyss: The Lives of the Frankfurt School, London, Verso, 2016; Rolf
Wiggershaus, Die Frankfurter Schule: Geschichte, theoretische
Entwicklung, politis-che Bedeutung, München, Carl Hanser Verlag, 1966;
Cristian Rodrigo Iturralde, La Escuela de Frankfurt y el inicio de la Nueva
Izquierda, Buenos Aires, Grupo Unión, 2021.
17

Ver el libro ya citado de Fromm, Beyond the Chains of Illusion.


18

Dicha Fundación ya los había estado apoyando financieramente desde


1930. CE Staley David J, “The Rockefeller Foundation and the Patronage
of German Sociology, 1946-1955 , Minerva, 1995g 33b, no. 3, pp. 251-264.
19

CE Ibid., p. 252.
20

Cf. Leland C. DeVinney, Diary excerpt.


21

Ver Muñoz Iturrieta, Atrapado en el cuerpo equivocado, pp. 53-61


22
Cf. Fred Leland Rush, The Cambridge Companion to Critical Theory,
Cambridge, Cambridge University Press, 2004; Stephen Eric Bronner,
Critical Theory: A very short Introduction, New York, Oxford University
Press, 2011.
23

Reich, La revolución sexual: Para una estructura de carácter autónoma del


hombre, Barcelona, Origen/Planeta, 1985.
24

Reich, La revolución sexual, p. 51.


25

Ibid., p. 31.
26

Wilhem Reich, Psicología de masas del fascismo, trad, por Juan González
Yuste, Madrid, Editorial Ayuso, 1972, p. 45..
27

Reich, La revolución sexual, p. 50.


28

Ibid., p. 17.
29

Cf. Andrew T. Lamas, The Great Refusal: Herbert Marcuse and


Contemporary Social Movements, Philadelphia, Temple University Press,
20Ó
30
Herbert Marcuse, Bros and Civilization: A Philosophical Inquiry into
Freud, Boston, Beacon Press, 1966, p. 11..
31

91;. Ibid., p. 1'5,


32

Ibid., p. 30.
33

Ibid., p. 40.
34

Ibid., pp. 33-34.


35

Ibid., p. 36.
36

Ibid., pp. 87-88.


37

Ibid., p. 49.
38

Herbert Marcuse, “Repressive Tolerance”, en A Critique of Pure Tolerance,


ed. por Robert Paul Wolff, Barrington Moore, et al., Boston: Beacon, 1970.
39
Cf. Simone de Beauvoir, La femme rompue. Lage de discretion.
Monologue, Paris, Gallimard, 1967.
40

Simone de Beauvoir, Le deuxiéme sexe, Paris, Librairie Gallimard, 1949, p.


466.
41

Cf./M.,p. 174.
42

Esta es precisamente la crítica de Alasdair C. MacIntyre, Herbert Marcuse:


An Exposition and a Polemic, New York, Viking Press, 1970, pp. 50-51.
43

Shulamith Firestone, The Dialectic of Sex: The Case for Feminist


Revolution, New York, WÍ Morrow, 1970, p. 207. Ver también Zillah
Eisenstein, Capitalist patriarchy and the casefor socialist feminism, New
York, Monthly Review Press, 1979, p. 22.
44

Firestone, The Dialectic of Sex, p. 207.


45

M.,p. 209.
46

Ibid., p. 227.
47
M.,p.218.
48

M.,p. 229.
49

Ibid.,p. 233.
50

End., p. 239.
51

Ibid., p. 240.
52

Marquez y Laje, El libro negro de la. nueva izquierda, p. 61.


53

Cf. Judith Butler, Gender Trouble: Feminism and the Subversion of


Identity, New York, Routledge, 1990.
54

Cf Judith Butler, Undoing Gender, New York, Routledge, 2004.


55

Butler, Gender Trouble, p. 7.


56

Ibid., p. 6.
57

Butler, Undoing Gender, p. 217.


58

Ibid., p. 29.
59

Cf. Sanahuja, El desarrollo sustentable, pp. 20-21.


60

120! Cf. Sophie Lewis, “Hie coronavirus crisis shows it’s time to abolish
the family”, Open Democracy, 24 March 2020, London.
DE LOS IDEÓLOGOS AL PUEBLO
Una vez analizada en gran parte la arquitectura ideológica de la revolución
identi-taria, la gran pregunta es, si prácticamente nadie lee y estudia a los
arquitectos de la revolución actual, ¿cómo puede ser que sociedades enteras
piensen de acuerdo con sus categorías de pensamiento hoy en día? Es aquí
cuando tenemos que sopesar la importancia de los medios de comunicación,
el arte, la literatura, revistas de divulgación, la TV y el cine, las redes
sociales y la pornografía como puente de mediación entre los ideólogos y el
pueblo. Es importante entender que es a través de la cultura y de la
educación y no de la coerción física directa que se busca modificar
estructural y profundamente nuestra sociedad para acelerar el proceso
cultural en marcha.

Según el sociólogo Philip Rieff, distintos movimientos culturales


representaron a lo largo de los últimos siglos un verdadero ataque mortal a
la cultura trascendente de la Civilización Occidental con la clara intención
de deshacer la estructura moral de la sociedad y el fundamento sagrado de
la misma.1 Es en este sentido profundo que estamos sumidos en una
verdadera cultura de la muerte, porque la pseudocultura contemporánea no
solo aboga por el aborto y la eutanasia como manifestación de la libertad,
sino que apunta principalmente a cambiar el modo de pensar y actuar de tal
manera que ninguna acción humana haga referencia a un orden moral
trascendente y fundante. Y si Dios ha muerto, todo está permitido.

El movimiento surrealista

El filósofo italiano Augusto Del Noce considera que el Surrealismo fue


particularmente importante en el proceso de la revolución sexual.2 El
Surrealismo fue un movimiento que surgió a finales de la década de 1910
como un experimento literario, la escritura automática o “automatismo”,
que buscaba liberar la imaginación desenfrenada del subconsciente para
encontrarse a sí mismo y la propia identidad.3 Consagrado oficialmente en
París en 1924 con la publicación del Manifiesto del Surrealismo del poeta y
crítico Andró Breton (1896-1966), el Surrealismo se convirtió en un
movimiento intelectual y político internacional que también incluyó las
artes visuales. Los miembros del movimiento fueron profundamente
influenciados por las teorías psicológicas de Sigmund Freud y las ideas
políticas de Karl Marx, es decir, hicieron a través del arte lo que la Escuela
de Frankfurt hizo por medio de la filosofía, el psicoanálisis y la sociología.4
Para Breton, el fundamento de la identidad es el subconsciente, de ahí la
importancia de los sueños en el arte surrealista por el que se pretendía
producir un monólogo que fuese una manifestación de la conciencia sin
ninguna influencia de las demás facultades.5 6

En 1927 el artista belga René Magritte (1898-1967) se trasladó a París y se


convirtió en una figura destacada del movimiento visual surrealista.
Magritte pintó objetos eróticamente explícitos yuxtapuestos en un entorno
relacionado a los sueños. Así, el Surrealismo artístico se dividió en dos
vertientes: por un lado, el automatismo visual fomentado por Masson y
Miró y, por el otro, una nueva forma de Surrealismo ilusionista practicado
por el español Salvador Dalí (1904-1989), el belga Paul Delvaux (1897-
1994) y el francés Yves Tanguy (1900-1955). Dalí es tal vez el artista más
conocido del movimiento, con un arte que representa visiones alucinatorias,
cargadas de erotismo y empleando símbolos freudianos para simbolizar su
abrumador deseo sexual y cuyas representaciones del subconsciente fueron
elogiadas por Breton en el Segundo Manifiesto del Surrealismo (1930).

Aunque los sueños son considerados por Breton como la clave para resolver
“los problemas fundamentales de la vida”,7 es importante notar que
consideraba a la sexualidad como la que proveía la dinámica básica del
subconsciente. Es más, el movimiento alentaba una especie de iconoclasmo
sexual y moral por medio del arte, por lo que Bretón enaltece al Marqués de
Sades como el primer “surrealista sexual”, ya que su conducta sexual
estuvo libre de cualquier tipo de control moral y marcado por un desenfreno
en el que la razón y la estética no tenían control alguno/ La moral cristiana,
en este contexto, era vista como un tipo de opresión sobre el ser humano,
peí o que evidentemente había fracasado, va que los deseos y la búsqueda
de satisfacción sexual habían subsistido por veinte siglos. De esa manera, el
Surrealismo expresa nuevamente la tension entre el individuo y sociedad
planteada por la Modernidad, pero cuya respuesta apunta a la destrucción
de las cadenas impuestas por la familia, la moralidad y la religion ? Asi
como lo plantea Marcuse con respecto a las perversiones sexuales, la
subversión propuesta por el Surrealismo se da en el erotismo, es decir, en la
glorificación del deseo sexual como norma subversiva para reconstruir a la
persona humana y la sociedad.8 9 10

Por otra parte, los problemas fundamentales eran concebidos por este
movimiento en clave política y contextualizados dentro de la revolución
marxista. Su objetivo era cambiar el mundo por medio de una revolución de
tipo sexual que apunte a eliminar al Cristianismo, la familia y las normas
morales.11 Por eso, para Del Noce, el Surrealismo no debe ser visto tanto
como un fenómeno artístico, sino principalmente como un fenómeno
revolucionario mucho más profundo y que pretendía no tanto revolucionar
el arte, sino revolucionar el mundo por medio del arte.12 En resumen: “Los
surrealistas fueron prácticamente los únicos en darse cuenta, de una verdad
fundamental-, la batalla decisiva contra la Cristiandad se podía pelear
solamente al nivel de la revolución sexual. Por lo tanto, el problema de la
sexualidad y el erotismo es hoy el problema fundamental desde el punto de
vista moral”.13

Las revistas de divulgación

La literatura de divulgación pseudocientífica ha tenido un gran alcance y ha


moldeado tremendamente la forma de pensar y actuar de la sociedad actual.
Hoy en día, dichas revistas han sido en cierta manera desplazadas por la
internet, diversos foros y las redes sociales, donde “influencers” pontifican
sus conocimientos ideológicos a diestra y siniestra. No obstante, es
importante reconocer el efecto que tuvieron y todavía tienen en la
población. Basta ir al cajero de un supermercado en cualquier ciudad de
Norteamérica para ver que dicha literatura no ha muerto.

La trampa cognoscitiva de estos medios de comunicación se encuentra en el


hecho de que distintas revistas se presentan como educativas”, usando un
lenguaje simple, pero que suena objetivo y científico y bajado al nivel del
ciudadano común y corriente. Así como Freud le dio lenguaje científico y
que sonaba objetivo a una ideología concreta, las revistas de divulgación
buscan enseñar a “cómo ser padres en el siglo XXI”, “cómo ser mujer en el
trabajo”, “cómo luchar contra estereotipos de género”, “cómo vivir en
pareja”, “cómo cuidarse sexualmente”, etc.

Dichos medios son dignos descendientes de Freud y divulgadores populares


de los postulados de Marcuse, comunicando el ideal de “liberación sexual”
bajo la apariencia de psicología, educación y medicina. Sin embargo,
podemos tranquilamente afirmar que el verdadero propósito detrás de
dichas publicaciones es instaurar un modo de pensar y actuar en el lector
desatento, quien bebe con gusto de esta falsa visión de la realidad. Es
significativo que siempre encontramos en estas revistas una sección de
“información sexual” donde se aconseja, por ejemplo, que es “obligación de
los padres hablar de los anticonceptivos después de tocar el tema de la
menstruación con las hijas” a la edad de 9 años o hablar a los hijos sobre la
homosexualidad y la masturbación como una parte sana y natural del
conocimiento personal.14

La revista Time, por ejemplo, publicó en el año 2020 una edición especial
sobre “La ciencia del género”, un resumen totalmente ideológico y
disfrazado de pseudociencia para encontrar el asentimiento descuidado del
lector común y corriente. La edición se distribuyó por todos los
supermercados de los Estados Unidos y Canadá. En la línea de la
revolución identitaria, Time plantea que el género es una construcción
social y cultural, pero que con la asistencia de la neurociencia y la
investigación social estamos finalmente entendiendo el complejo panorama
que significa el género... O sea, es una construcción cultural, pero tiene
fundamento biológico, sin preocuparse en aclararle al lector que se acaba de
plantear una contradicción. “Las diferencias sexuales en el cerebro son
reales, pero no es claro cómo estas diferencias afectan el
comportamiento”...15 Es decir, si el varón se comporta distinto de la mujer,
seguramente que es por imposición cultural, no por esas diferencias
observadas en la estructura neurobiológica de la persona... Luego se acude a
una “ciencia del género” que sugiere que, a pesar de que hay alguna
diferencia de grado entre el hombre y la mujer, la igualdad es mucho más
profunda de lo que muchos pensaban. ¿De dónde surgen las diferencias? De
la crianza y la cultura. Por último, y sin temor de que el lector dude después
de leer que no hay prácticamente diferencias, nos aseguran que el género va
más allá de una simple comprensión binaria de las personas y es ahí donde
entra el concepto de identidad de género, la cual tiene un número infinito de
posibilidades.16 Si las identidades de género son infinitas, es necesario
emplear pronombres neutros para “visibilizar culturalmente a personas
transgénero, no-binarias y sin género concreto” y no encasillar según
categorías heteronormativas.17

De esa manera estas revistas de divulgación disfrazan de ciencia una


ideología particular y sin ningún fundamento científico real por medio de la
superposición de datos científicos y conclusiones que no tienen
absolutamente nada que ver con el dato objetivo y que apuntan a confundir
intelectualmente al lector.

La música

No podemos dejar de mencionar rápidamente dos tipos de estilos musicales


que apuntan a los adolescentes especialmente y están teniendo una
influencia enorme en presentar una caricatura ideologizada del ser humano:
el reggaetón y la música pop.

Si por algo se caracteriza el reggaetón es por incitar de forma irresponsable


las conductas agresivas y la práctica sexual desde una perspectiva
distorsionada y reducida al mero placer. El éxito de este tipo de música, que
no tiene absolutamente nada de calidad desde el punto de vista musical y
cuyas letras son un insulto a la razón, nos muestra no solo el bajo nivel de
educación de sus consumidores, sino también que estos jóvenes son
víctimas de un mercado salvaje que lucra con los bajos instintos. Sus letras,
por lo general, se reducen a describir actos sexuales mientras se incita a la
joven a volverse un objeto de deseo y desprenderse de toda dignidad
humana mientras resuena un “moviendo ese trasero”, “mételo papi,
mételo”, “dele como perro” o “coja, toque, jale, chupe”.18 Bajo un falso arte
y una pretendida libertad de expresión, se efectúa por la música lo que en
realidad se debería llamar corrupción de menores.

La música pop es otro ejemplo claro de esta mediación cultural entre los
ideólogos y el pueblo, especialmente teniendo en cuenta que en muchos
casos la música sale de
un laboratorio y los intérpretes no son más que los seleccionados a partir de
un casting y que serán inevitablemente descartados una vez que dejen de
vender. Para el pensador escocés Carl Trueman, “la música pop es uno de
los productos esenciales de la sexua-lización de nuestra cultura
individualista que está enfocada en la expresión pública de los sentimientos
interiores”.19 Es significativo que las letras, la estética y el ambiente de
dichas canciones son profundamente sexuales, con referencias continuas a
relaciones sexuales casuales, deseos sexuales y la necesidad de
satisfacerlos. Un claro ejemplo de este tipo de letras y que atrae multitudes
de adolescentes es el de Ariana Grande, quien abiertamente propone que “si
lo siento así, no puede estar mal”.20

Billie Eilish, otra exponente musical con gran influencia entre los
adolescentes, se caracteriza por sus mensajes oscuros que revelan dramas
interiores cargados de angustia, depresión, cercanía a la muerte y la
tentación del suicidio, todo en un ambiente que parece sacado de un cuadro
surrealista.21 También coquetea con una especie de satanismo soft,
describiendo a un Satanás que, como ella, se siente solo, y a un Dios con
enemigos y que ha abandonado al mundo, por lo que en un eventual
desastre climático, “mejor tener al Demonio en tu equipo”.22 En definitiva,
el tipo de ser humano que presenta es uno controlado por sus sentimientos,
por la depresión, por la tristeza y la única escapatoria es ser uno mismo,23
desechando todo recurso a un orden trascendente.

Hoy en día la TV, Netflix y el cine son mediadores por excelencia de las
ideas detrás de la revolución sexual e identitaria. No es de sorprenderse por
qué, por ejemplo, tantas series y programas de TV aparecen inundados de
personajes LGBT, conducta homosexual, familias diversas, etc. Incluso en
series policiales que no tienen que ver con un tema ideológico, tarde o
temprano en alguna temporada o episodio uno de los personajes, o varios,
de repente se “transforman” mostrando una identidad oculta en los
episodios anteriores, que además se nota forzosa. ¿Por qué es eso? ¿Hay
acaso algún tipo de exigencia o presión para que aparezca la temática
LGBT?
El grupo GLAAD, un poderoso Lobby LGBT que trabaja dentro de los
medios (cine, TV, noticias y medios digitales), exige que el 20 % de los
personajes deben representar a. la comunicad LGB1 para el 2025- Es por
eso que en los últimos meses hemos percibido un incremento enorme de
personajes LGBT que en las temporadas anteriores no existían o de repente
“salieron del closet , incluso en series animadas para niños.

Esta presencia LGB1 en todos los medios de comunicación es una táctica


para normalizar estas conductas que se ideó hace varias décadas. En 1989,
dos homosexuales especializados en psicología v persuasión. Marshall Kirk
y Hunter Madsen, publicaron su lamoso libro After the Ball, explicando los
pasos a seguir para normalizar la homosexualidad en la sociedad
norteamericana durante la década de 1990.24 25 “Esta es una campaña de
propaganda descarada firmemente basada en principios de psicología y
publicidad", declaraban en el libro. Entre sus 6 pasos a seguir en esta táctica
de normalización, uno de ellos es el “parecer muchos" una gran multitud. Y,
efectivamente, colocando personajes LGBT en teleseries, canciones,
tertulias, comics y hasta dibujos animados, se ha conseguido que parezcan
ser muchos más. Incluso en los Estados Unidos ha sido tanto el
avasallamiento de personajes LGBT que una encuesta de Gallup en 2011
descubrió que un tercio de la población cree que uno de cada tres
compatriotas son gais o lesbianas.26

La gran predicadora del dogma, LGTB es Netflix: tiene 121 personajes


LGTB en sus series, 33 más en 2019 que en 2018. Y está en el “número 1”
del ranking desde que GLAAD empezó a publicar un ranking de los canales
de streaming. Los lobbistas de GLAAD están especialmente fascinados con
las series animadas para niños centradas en temas LGBT.

No podemos olvidarnos de Disney, que está reescribiendo las historias


clásicas, ahora dentro de un contexto LGBT y con personajes animados
lesbianas, homosexuales y transexuales. Entre las películas que Disney ha
prometido “reescribir” se encuentran “La Bella y la Bestia”, “El rey León”
(posiblemente con Timón y Pumba como pareja homosexual que adoptan al
pequeño león Simba), La Sirenita (como una Drag Queen), “Frozen 2” (con
una pareja lesbiana para Elsa).27 Pixar, que pertenece a Disney,
recientemente estrenó la película ‘Onward”, donde uno de los personajes
principales, un cíclope, es una lesbiana con pareja.28

ces”, The Guardian, London, March 3, 2017.

Marvel, también propiedad de Disney, ha anunciado que el mítico Capitán


América será “queer” y la creación de dos superhéroes LGBT: uno
transgénero “no binario” y el otro homosexual. Los personajes tienen
nombres provocativos, “Snowflake” y “Safe Space”. Ambos términos son
despectivos en realidad, ya que en los Estados Unidos se usan en referencia
a la fragilidad sentimental propia del progresista. ¿Las razones de Disney
para incluir a estos personajes? Estamos en un “momento LGBT” y
“queremos representar a nuestra audiencia”.29 Lo cual no es verdad, debido
al rechazo que generaron dichos cambios. Lo de Disney es una imposición
ordenada desde arriba y que no busca representar, sino más bien adoctrinar
a quienes están frente a la pantalla o en sus parques de diversiones
(recordemos que Disney organiza en junio el mes del orgullo LGBT y
marchas dentro de sus parques).

También hay que tener en cuenta que cuando las series se llenan de
personajes LGTB más o menos promiscuos no buscan (primariamente)
apelar al instinto libidinoso del espectador, sino que sus productores están
convencidos de que están educando en valores, pluralidad, diversidad y, en
general, adoctrinando, con la misma militancia virtuosa y convencida con la
que un soldado alabaría al Partido Comunista en una película soviética de
los años ‘50. Lo hacen por nuestro bien, para “educarnos” a nosotros y a
nuestros hijos en los valores del nuevo régimen. Y para eso reclaman un 20
% de personajes gais, ante el temor de que la revolución identitaria fracase
de no tener el apoyo mediático necesario.

¿Qué deberíamos hacer? Apagar el televisor y encender el cerebro. Es


imperante formar a los hijos por medio de la lectura de buenos libros, llenos
de aventuras que inunden la imaginación y la creatividad. No hay que
permitir, como diremos al final, que les laven la cabeza a tan temprana
edad, porque algún día, tarde o temprano, se van | arrepentir.

CAPÍTULO 4
1

Cf. Rieff, Deathworks, p. 7.


2

Cf. Augusto Del Noce, The Crisis of Modernity, trad, por Carlo Lancelotti,
Montreal, McGill-Queen’s University Press, 2014, pp. 157-186.
3

Cf. Michael Richardson y Dawn Ades, Hoe Surrealism Reader: An


Anthology of Ideas, Chicago, University of Chicago Press, 2015, p. 24.
4

Cf. Herbert S. Gershman, The Surrealist Revolution in France, Ann Arbor,


University of Michigan Press, 1969, p. 19.
5

Cf. André Breton, Manifestoes of Surrealism, trad, por Richard Seaver y


Helen R. Lane, Ann Arbor, University of Michigan Press, 1969, pp. 22-24.
6

Cf. James Voorhies, “Surrealism”, en Heilbrunn Timeline of Art History,


ed. por New York: The Metropolitan Museum of Art, 2000.
7

Breton, Manifestoes of Surrealism, p. 12.


8

Ibid., p. 2.6,
9
Maurice Nadeau, The History oj Surrealism, trad, por Richard Howard,
New York, Macmillan, 1965, p. 50,
10

Cf. J. H. Matthews, An Introduction to Surrealism, University Park,


Pennsylvania State University Press, 1965, p. 156.
11

Cf. Gershman, The Surrealist Revolution in France, p. 18.


12

Cf. Del Noce, The Crisis of Modernity, p. 211!,


13

M.,pp. 177-178.
14

Revista Mujer, n° 303, 14 de julio de 1987. Citado por Miguel Ángel


Fuentes, “Pornografía y sexualidad”, Diálogo, 1995, 12, p. 135.
15

Markham Heid, “Biology and the Brain”, Time, 2020, New York, p. 12.
16

Cf. Katy Steinmetz, “Infinite Identities”, Time, 2020, New York, pp. 80-86.
17

Jacob Tobia, “Answering the Questions about Gender-Neutral Pronouns’,


Time, 2020, New York, p. 87.
18
Aunque sorprenda, todas estas frases son de la misma canción... (Mishelle
Master Boys, “La Quemón a”).
19

CE Trueman, The Rise and Triumph of the Modern Self, p. 296.


20

Cf. Ariana Grande, “Right There”.


21

Cf. Billie Eilish, “Bad Guy”.


22

Billie Eilish, “All The Good Girls Go To Hell”.


23

Cf. Billie Eilish, “Idontwannabeyouanymore”.


24

Ver GLAAD Media Institute en https://www.glaad.org


25

Cf. Marshall Kirk y Hunter Madsen, After the Ball: How America will
Conquer its Fear and Hatred of Gays in the ‘90s, New York, Doubleday,
1989.
26

Cf. Justin McCarthy, “Americans Still Greatly Overestimate U.S. Gay


Population ’, Gallup,

June Tl, 2019, Washington Di C.


27

Cf. Guy Lodge, “Why Beauty and the Beast isn’t the first Disney movie for
LGBT audien
28

CE Myah Elliott, “Disney-Pixar’s first LGBT character is here and reaction


is mixed , CBC Kids News, Feb 28, 2020.
29

C£ BBC, “Disney promises LGBT ‘commitment’: ‘We want to represent


our audience , BBC News, 13 March 202'0, London,
PORNOGRAFÍA Y REVOLUCIÓN CULTURAL
Uno de los mediadores culturales más importantes entre los ideólogos y la
sociedad actual opera en la oscuridad, pero sus consecuencias
neurobiológicas y conductua-les en la persona humana son de las más
profundas: la pornografía. Su influencia dentro de la revolución
sexual/identitaria es tal que merece un capítulo aparte dentro de los factores
que normalizaron las ideas de la revolución sexual propuestas décadas atrás.
La pornografía es un síntoma claro de la cultura de la muerte: es un
artefacto cultural enfocado en la sexualidad humana separada de todo
contexto moral y natural y ensalzando este acto como un fin en sí mismo.
No existe la pornografía ética, salvo que por esto se entienda el
“protegerse” y la anticoncepción, lo que la convierte en un acto antinatural
y sin referencia a la necesidad de la procreación para la supervivencia de la
humanidad. Es el placer por el placer mismo y un repudio a cualquier otro
significado y sentido de la sexualidad humana más que el mero placer
genital.

Hoy la pornografía es vista no solamente como algo normal, sino también


como parte de la cultura actual. Sin embargo, el hecho de su invisibilidad y
de conllevar una práctica sexual solitaria que tiene como fin la satisfacción
psicológica inmediata del individuo marca aún más el carácter inmanente
del hombre idiota actual. No porque sí su consumo ya se cataloga dentro del
coro de las adicciones y patologías psicológicas. Y es aquí donde radica su
tremenda influencia. Un gran número de investigaciones recientes, como
veremos, afirma fuertemente que la pornografía puede ser psicológicamente
adictiva y afectar negativamente la calidad de las relaciones interpersonales,
la salud y el desempeño sexual y las expectativas sociales sobre el
comportamiento sexual. El consumo generalizado de pornografía en la
cultura actual representa un serio desafío para la salud pública y el bienestar
personal y familiar.1

Sin embargo, es paradójico que la llamada educación sexual haga un


silencio absoluto al respecto e incluso, indirectamente, aliente la conducta
promiscua y hedo-nista que canaliza la pornografía. Es un hecho que, si se
tuviese voluntad de hacerlo, se podría combatir este mal no solo a nivel
cultural, sino también social por medio de la acción concertada de políticos,
la comunidad médica, educadores, legisladores y líderes corporativos. Las
redes sociales censuran a voces conservadoras, por ejemplo, pero no hacen
absolutamente nada para frenar este flagelo. Amazon no tiene problema en
que se empleen sus servidores para la creación de miles de videos
pornográficos, incluido violaciones y pornografía infantil, pero pone
reparos en que se usen sus servidores para plataformas o libros que
cuestionen la ideología de género...

Como síntoma de la cultura actual, la pornografía evidencia el triunfo de lo


erótico por sobre los límites morales de la conducta sexual. Es, en
definitiva, la puesta en práctica de esa abolición moral por la que abogaban
los arquitectos de la revolución identitaria actual, como vimos en el capítulo
2. Incluso la sensiblería libertaria ha caído en la trampa revolucionaria al
sostener que el consumo de la pornografía no es más que un
entretenimiento que no le hace daño a nadie, por más inmoral que le pueda
parecer a otros. Nada más falso, como veremos. Además, aunque ideólogos
de la ESI tienen todo el aparato estatal a su servicio, sobre el tema hacen la
vista gorda y, en nuestra opinión, no por ignorar la cuestión, sino porque la
pornografía es un gran mediador en la imposición de la ideología
identitaria/sexual reinante de la cual ellos mismos son parte.

La pornificación de la cultura

La pornografía no es nada nuevo. Las ruinas de Pompeya y las vasijas


encontradas en la Grecia antigua son testimonio de esto.2 3 El término
griego, que los romanos entendieron como “obscenidad”, es indicativo, ya
que literalmente hace referencia a “gráficos” de “prostitutas” o “esclavas
sexuales”.4 Como veremos más abajo, hay una conexión íntima entre la
producción de pornografía y el tráfico sexual de personas.

La pornografía de la era del internet, sin embargo, es cualitativa y


cuantitativamente diferente a la de cualquier otro período por tres razones:
(1) el fácil acceso en Internet, (2) la calidad cinematográfica de las
imágenes y la naturaleza de los actos sexuales con el poder adictivo que
representan y, finalmente, (3) el aumento masivo de consumo a partir de
una edad temprana.'
Si bien en el siguiente capítulo hablaremos más acerca del proyecto
ideológico de Alfred Kinsey y su relación con los programas de ESI
desarrollados en la institución fundada por él, es importante mencionar un
elemento clave. Wardell Pomeroy, director de la institución Fundada por
Kinsey, fundó en la ciudad de San Francisco el “Instituto para el Estudio
Avanzado de la Sexualidad Humana” en el año 1968. Los cofundadores
fueron Ted Mcllvenna y Erwin Haeberle, quienes también estaban detrás de
la revista pornográfica Hustler. Pomeroy, además, era miembro del consejo
de Penthouse, otra publicación pornográfica. Lo que nos interesa hacer
notar es que por la distribución masiva de revistas pornográficas estos
personajes buscaban intencionalmente llevar a las masas las ideas
elaboradas por Kinsey que presentaremos más abajo.

Otro ideólogo clave fue Hugh Hefner (1926-2017), persona central en la


normalización y comercialización de la pornografía. La estructura de la
revista que fundó, Playboy, lo dice todo. Para penetrar en la cultura, Hefner
comenzó a combinar imágenes pornográficas de personas relevantes del
ámbito cultural y mediático del momento con entrevistas a personajes de
gran significancia política y cultural: Bob Dylan, Bill Cosby, Frank Sinatra,
Aynd Rand, Fidel Castro, Federico Fellini, los filósofos Bertrand Russell y
Jean-Paul Sartre, Salvador Dalí, los Beatles, etc. De esa manera, Hefner
normalizó el ver a la mujer como mero objeto erótico ofreciendo la excusa a
quienes compraban la revista de que lo hacían por las “interesantes”
entrevistas que ofrecía? Luego, en los años ‘90, Hefner apuntó a los
adolescentes por medio de figuras del pop que aparecieron en sus ediciones
y ciertamente ayudó a normalizar el entretenimiento sexualizado que
proponía Playboy.

Aunque hay que reconocer el trabajo ideológico de quienes estaban detrás


de la pornografía, el éxito no se debe solamente a los instintos que
suscitaba, sino también al hecho de que dichas revistas ofrecían una visión
del ser humano más acorde al espíritu contemporáneo que presentamos en
el capítulo 1. Las mismas jamás hubieran triunfado en la época del hombre
religioso del medioevo porque dicho hombre no tenía un vacío psicológico
que llenar.

4. Cf. Layden y Ebcrstadt, Social Costs of Pornography, p. 8.


5. Cf. Anthony Giddens, The Transformation of Intimacy: Sexuality,
Love and Eroticism in Modern Societies, Cambridge, Polity Press,
1992, p. 119.

La extensión del problema

Los peligros de la pornografía, muchas veces al alcance de la mano de


niños y adolescentes por culpa de padres descuidados o ingenuos, es una
realidad que no podemos ignorar en los tiempos que corren. Los jóvenes y
adolescentes de hoy están cada vez más expuestos a este peligro y por eso
toda educación que apunte al desarrollo completo de la persona debe no
solo prevenir, sino también curar.

La firma de seguridad cibernética Webroot publicó un informe según el cual


40 millones de personas en los Estados Unidos muestran conductas
adictivas a la pornografía debido al uso regular de la misma por internet.5
Algunos sitios incluso reportaron individualmente más de 42.000 millones
de visitas y más de 6.83 millones de videos creados durante el año 2019.

Las estadísticas de hombres que ven pornografía al menos varias- veces a la


semana en los Estados Unidos son impactantes: el 63 % délos jóvenes entre
18-30 años, el 38 % de los hombres entre 31-49 años y el 25 % de los
hombres entre 50-68 años. En cuanto a las estadísticas de mujeres en los
Estados Unidos que dicen ver pornografía al menos una vez al mes, son el
76 % de las mujeres entre 18-30 años, el 16 % de las mujeres entre 31-49
años y el 4 % de las mujeres entre 50-68 años. Las mujeres que dicen ver
pornografía varias veces a la semana son el 21 % de las jóvenes entre 18-30
años y el 5 % de las mujeres entre 31-49 años.6

Otro dato preocupante lo ofrece una encuesta del año 2016: el 27 % de los
encues-tados dentro del grupo entre 25 y 30 años comenzaron a ver
pornografía en la infancia (antes de la pubertad),7 aunque otro estudio de
2009 realizado con 29.000 estudiantes universitarios reveló que el 51 % de
los varones y el 32 % de las mujeres ya habían visto pornografía antes de
los 12 años.8 Tal vez esto se debe a la facilidad del acceso por teléfonos
inteligentes, ya que un estudio sobre el uso de celulares del Pew Research
Center identificó que 9 de cada 10 “Millennials” tienen un Smartphone a su
disposición.9 ¿Se plantean los padres el “mundo” que le abren a sus hijos
cuando les regalan un celular?

Por eso es realmente llamativo que la cuestión de la pornografía brille por


su ausencia en los programas de ESI. No se dice nada, absolutamente nada,
sobre los peligros de la pornografía, las posibles consecuencias, cómo
prevenir adicciones, cómo salir de una adicción al internet en general y de
la pornografía en particular, etc. La tecnología ciertamente ha acelerado el
proceso de la revolución sexual y hoy día ningún padre, absolutamente
ninguno, puede decir “con mis hijos eso no pasa” o “no hay un peligro real”

Una encuesta de 2016 en los Estados Unidos reveló que para el 56 % de los
jóvenes entre 13 y 24 años es peor no reciclar que tener una adicción a la
pornografía.10 Esto significa que tanto el orden de los valores como el
sentido moral de los mismos se ha invertido totalmente, fruto de la
influencia cultural que los niños y jóvenes de hoy reefe ben, víctimas de
una revolución sexual de larga data. Sin lugar a duda, este tema debería
estar en todo plan de educación, ya que, al ser tan accesible por medio de
las nuevas tecnologías, la pornografía hace que se distorsione de forma muy
notable la visión real de la sexualidad en la mente de un adolescente. No
porque sí Ignacio Munilla enseña que la educación del adolescente en una
equilibrada visión de la sexualidad no puede dejar de lado la educación
sobre el uso adecuado del internet.11

Los padres deben ser muy cuidadosos y tomar todas las medidas necesarias
para que sus hijos no sean corrompidos por este mal, especialmente
teniendo en cuenta que la edad promedio en la que uñ niño es expuesto por
primera vez a estas imágenes es a los 12 años y el 71 % de los jóvenes
ocultan esta conducta a sus padres de la manera que encuentran.12 Según un
estudio de 2016, el 57 % de los adolescentes entre 13 y 17 años accede a
material pornográfico mensualmente13 y, según otro estudio de la
Universidad de Alberta, Canadá, el 90 % de los varones y el 70 % de las
niñas informaron haber accedido a material sexualmente explícitos en al
menos una ocasión y el 35 % de los varones respondieron que habían visto
videos pornográficos demasiadas veces como para contar.14 Otra encuesta
en Inglaterra a jóvenes entre 13 y 18 años reveló que el 60 % había recibido
pedidos de enviar fotos explícitamente sexuales de ellos mismos y el
32 % reconoció haber enviado esas fotos explícitas a personas totalmente
desconocidas que encontraban por internet.15

Una encuesta entre estudiantes universitarios publicado en una revista


científica especializada en conducta y psicología cibernética reveló que el
93 % de los hombres y el 62 % de las mujeres estuvieron expuestos a la
pornografía antes de los 18 años mientras que el 14 % de los hombres y el
9% de las mujeres estuvieron expuestos a la pornografía antes de los 13
años. Además, el! 83 % de los hombres y el 57 % de las mujeres había visto
imágenes de sexo grupal y el 69 % de los hombres y el 55 % de las mujeres
había visto pornografía gay. Otros datos alarmantes: el 39 % de los hombres
y el 23 % de las mujeres había visto videos de esclavitud sexual, el 32 % de
los hombres y el 18 % de las mujeres había visto bestialismo y el 15 % de
los hombres y el 9 % de las mujeres había visto pornografía infantil.
Asimismo, el 18 % de los hombres y el 10 % de las mujeres había caído
bajo las redes de un pedófilo en sesiones de internet.16 Otro estudio
realizado en Dinamarca sobre personas entre 18 y 30 años reveló que el 98
% de los hombres y el 80 % de las mujeres habían visto pornografía,
mientras que el 68 % de los hombres y el 18 % de las mujeres veían
pornografía al menos una vez a la semana.17

Pero el internet no es un problema que afecta solo a los jóvenes, sino


también a los matrimonios. Una encuesta de 2016 reveló que el 55 % de los
hombres casados y el 25 % de las mujeres casadas dicen ver pornografía al
menos una vez al mes.18 Las estadísticas de divorcios publicadas por la
Academia Americana de Abogados afirman que el 68 % de los divorcios
involucra la infidelidad de uno de los esposos después de conocer a un/a
amante por internet y el 56 % involucra a un esposo con un interés obsesivo
en la pornografía.19 Además, el 70 % de las esposas de adictos a la
pornografía son diagnosticadas con estrés post-traumático una vez que
dejan la relación.20

La pornografía ha penetrado también el trabajo. La Fundación Nacional de


la Ciencia (National Science Foundation), agencia del gobierno de los
Estados Unidos enfocada en la investigación en el campo educativo y las
ciencias no médicas, tuvo que eliminar la unidad de investigación de fraude
en el 2009 para utilizar todos esos recursos en una unidad especial que
ahora investiga el uso de computadoras gubernamentales para ver
pornografía.21 En uno de los casos descubiertos, un ejecutivo de una oficina
del gobierno había pasado 331 días de trabajo del año viendo pornografía
en vivo, llegando a gastar $ 58.000 dólares pagados directamente por los
contribuyentes. ¿Su excusa? De esa manera le daba ayuda “humanitaria” a
mujeres pobres. En total, para el año 2009, los investigadores descubrieron
que se había pagado más de $ 2 millones de dólares en pornografía con
fondos públicos. Otro estudio del Barna Group de 2014 reveló que el 63 %
de los hombres y el 36 % de las mujeres en los Estados Unidos miraban
pornografía durante las horas de trabajo.22

Quienes toman parte en esta industria se abren paso a una realidad


aterradora. Los actores envueltos en el mundo de la pornografía tienen altas
tasas de abuso de sustancias, típicamente alcohol y cocaína, además de
índices altísimos de padecer depresión y graves trastornos de la
personalidad. Llega un momento en que, para poder seguir haciendo su
actividad, tienen que estar borrachos, drogados o disociados. El ambiente de
trabajo es particularmente tóxico y abusivo, exigiendo cada vez más actos
inhumanos, pero no termina ahí, ya que la terrible vida laboral del actor de
pornografía a menudo es seguida por una vida hogareña igualmente terrible.
Estas personas tienen un mayor riesgo de contraer enfermedades de
transmisión sexual (incluido el VIH), de padecer violencia doméstica y de
vivir en matrimonios inestables que no duran más de 3 años.23 Incluso un
estudio de 2012 reveló que el promedio de parejas que forman mujeres
envueltas en la producción de pornografía es de 74.24 Un reporte de la Pink
Cross Foundation de 2008 reveló que el 68 % de las personas envueltas en
esta industria padecen una o más enfermedades de transmisión sexual y
adicciones a la cocaína, éxtasis, marihuana, Valium y alcohol.25

Las consecuencias de la pornografía en la conducta humana

No todos los que alguna vez ven pornografía son adictos o incapaces de
resistirse. Al igual que con otras actividades potencialmente dañinas, parte
de la dificultad para medir el daño de la pornografía es que no afecta a todas
las personas de la misma manera. A veces puede afectar mas a alguien que
no ve tanto, o también está la posibilidad que algunas personas esten más
predispuestas al consumo excesivo de pornografía que otras.
La neurología ha revelado que el efecto de la pornografía en el cerebro
humano es tan potente como el efecto de sustancias químicas adictivas tales
como la cocaína o la heroína.2' La psicología clínica ya califica a la
adicción a la pornografía como un problema patológico a tratar y similar al
alcoholismo, la adicción a la nicotina y a las drogas.26 27 Esto es un
problema nuevo que se comienza a observar por primera vez con la entrada
del internet a la vida diaria.28 Por otra parte, la adicción a la pornografía
tiene una explicación neurobiológica. El internet ofrece una posibilidad
ilimitada de experiencias “sexuales”. Esto hace que las funciones cerebrales
del deseo se hiperactiven y se desarrollen nuevos mapas neuronales basados
en las imágenes que se ven. El problema es que, una vez formado el mapa
neuronal, el cerebro activa mecanismos de supervivencia por los cuales
busca que el mapa se mantenga “activo” por medio del flujo de dopamina y
la plasticidad del cerebro se va acomodando a esa nueva experiencia,
profundizando la adicción a dicha conducta.29 A esto se agrega el hecho de
que la pornografía se “aprovecha” del instinto reproductor del cerebro, una
función cuya labor es asegurarse la permanencia de la especie. Al haber una
posibilidad ilimitada de estas experiencias sexuales, se da lo que en la
biología se llama el “efecto Coolidge”. Por ejemplo, si se introduce un ratón
en una caja junto a una rata en celo, el macho aparea a la hembra y luego
pierde interés por ella, aunque esta siguiese en celo. Sin embargo, si se
introduce una nueva rata, el macho la aparea inmediatamente. Y lo mismo
si se introduce una tercera hembra y así sucesivamente. El ratón puede
llegar hasta el agotamiento con tal de reproducirse, aunque sin repetir
ninguna de sus parejas. Aplicaciones de citas sexuales como Tinder, de
hecho, activan este mecanismo biológico en el ser humano,

que comienza a “usar” de cuantas parejas pueda encontrar, pero perdiendo


el interés por ellas después de satisfacer sus deseos sexuales. Lo mismo
ocurre con la pornografía.30

Además de su efecto adictivo, hay algo más peligroso aún. El tejido


cerebral envuelto en la experiencia sexual ofrecida por la pornografía es
muy maleable de por sí. ¿Qué significa esto? Muchas veces las imágenes
sexuales contienen otros elementos, tales como la violencia, tortura o
ciertas aberraciones sexuales, lo cual influye en los circuitos neuronales de
tal manera que en el futuro es la violencia u otras aberraciones sexuales lo
que excita sexualmente a la persona.31 Un estudio en Suecia, por ejemplo,
reveló que el 53 % de los hombres entrevistados reconocían que su
actividad sexual se inspiraba en la pornografía que miraban.32 Esto explica
cómo una persona puede adquirir ciertas prácticas sexuales aberrantes, lo
que es en gran parte causado por el consumo de pornografía violenta y
sadomasoquista y cuyas imágenes quedan impresas en la mente (fe la
persona de tal manera que terminan moldeando su conducta.33

Lo que es sumamente grave es que hay una correlación entre la edad y la


actividad cerebral, como lo demostró un estudio de la neurocientífica
Valerie Voon en el 2014: mientras más joven la persona, más grandes son
las reacciones neuronales, lo que explica la conducta sexual compulsiva en
el hombre contemporáneo que busca la satisfacción inmediata de sus
sentidos.34 Además, investigadores del Instituto Max Planck de Berlín
descubrieron una correlación negativa alarmante: mientras más horas pasa
una persona viendo pornografía, menor es el volumen de la materia gris en
su cerebro y la conectividad entre distintas funciones del cerebro se ve
afectada seriamente. Esto mismo se observa en el cerebro de personas
adictas a las drogas y la explicación está relacionada con la intensidad de
las estimulaciones que recibe el cerebro al ver pornografía o consumir
drogas, que resulta en una erosión paulatina de la materia gris.35

Ademas, según un estudio publicado en el Journal of Sex Research, la


excitación sexual causada por imágenes pornográficas interfiere con las
funciones de la memoria, algo que se observa también en personas con
adicción a las drogas.36

La experiencia clínica de doctores que tratan a personas adictas a la


pornografía indica que la pornografía también daña el desempeño sexual de
quien la consume regularmente, tales como problemas relacionados a la
eyaculación precoz y la disfunción eréctil. Según la Dr. Mary Anne Layden,
quienes experimentan regularmente tantas experiencias sexuales
antinaturales (en el sentido de fuera del contexto natural) estimuladas por
imágenes en papel, celulares o internet encuentran dificultades al momento
de tener relaciones sexuales reales con otro ser humano real. Esto se da por
los cambios que afectan al cerebro, además de aumentar la expectativa y los
tipos y cantidades de experiencias sexuales que se buscan.37
Un estudio en la revista médica de salud adolescente del año 2000 reportó
que el uso prolongado de la pornografía lleva a una percepción exagerada
del lugar del sexo (hipersexualización); disminuye la confianza entre
parejas íntimas; se abandónala idea de la monogamia sexual y se adopta la
idea de que la promiscuidad es el estado natural del ser humano; se asume
la falsa creencia de que la abstinencia y la inactividad sexual no son
saludables; se deja de lado la cuestión afectiva con las parejas sexuales; se
concibe al matrimonio como algo que limita sexualmente a la persona y se
pierde el deseo natural de formar una familia y criar hijos.38

Además, la exposición a imágenes sexualmente explícitas se correlaciona


significativamente con la percepción de la mujer como un objeto sexual.39
El Dr. Gary Brooks, en un importante libro sobre cómo superar este
problema, describe cinco síntomas de un problema más profundo que
podríamos relacionar con el hombre idiota centrado en sí mismo:

1) Voyeurismo: la obsesión por mirar a la mujer en lugar de


interactuar con ella.

2) Objetivación: las mujeres se convierten en objetos clasificados por


el tamaño, la forma y la armonía de las partes de su cuerpo. En el
matrimonio, la esposa será atractiva en tanto y cuanto mantenga un
cuerpo “perfecto”. Paradójicamente, la fantasía sexual conduce a la
falta de disponibilidad emocional con una persona real y a la
insatisfacción sexual.

3) Validación: La necesidad de validar la masculinidad muestra la


inseguridad personal.

4) La mujer como trofeo: La pornografía alienta la idea de que las


mujeres son como objetos de colección sexual.

5) Miedo a la verdadera intimidad: el consumo de pornografía


incapacita al hombre para relacionarse con la mujer de manera honesta
e íntima a pesar de la profunda soledad y depresión que experimenta.
Esto es porque la pornografía exalta las necesidades sexuales del
hombre por encima de la inclinación a entablar una relación íntima y
afectuosa.40
Hay también una correlación entre la pornografía y conductas violentas. En
un metaanálisis de 46 estudios publicados entre 1962 y 1995 con una
muestra total de 12.323 personas, los investigadores concluyeron que
consumir material pornográfico pone a la persona en un mayor riesgo de
desarrollar tendencias sexuales desviadas (31 %), cometer delitos sexuales
(22 %) y restarle importancia a la gravedad de la violación sexual (31 %).41
En otro metaanálisis de 24 estudios realizados entre 1980 y 1993, con un
total de 4.268 participantes, los investigadores correlacionaron la
aceptación o minimización de la violación sexual con la exposición a
pornografía violenta y no violenta 42 Además, en aquellas personas que
cometieron crímenes sexuales, el consumo de pornografía durante la
adolescencia es un factor significante de violencia y humillación de las
víctimas 43 Esto fue corroborado por otro estudio centrado en violadores y
abusadores sexuales. Un número desproporcionado de estos delincuentes
habían estado expuestos a la pornografía cuando eran niños y la edad
promedio de la primera exposición fue a los siete años de edad.44

La pornografía también afecta gravemente a quienes, aunque no la


consuman, traten con una persona que sí lo haga. Esto ocurre especialmente
en la mujer que es novia o esposa de un adicto. La pornografía está
determinando las expectativas culturales sobre la conducta sexual femenina.
Por una cuestión neurobiológica, fundamento, por otra parte, de lo que se
protegía en la civilización occidental cristiana, la mujer generalmente busca
una relación matrimonial basada en el respeto mutuo, la honestidad y el
amor romántico. La pornografía, por el contrario, incita lo opuesto:
relaciones basadas en la falta de respeto, el desapego, la promiscuidad y, a
menudo, el abuso. Esto ocasiona una angustia y un daño únicos cuando una
esposa descubre que su marido mira pornografía en secreto.45 Por lo tanto,
la afirmación de que “mientras no afecte a otro no hay problema” es
totalmente falsa. Y esto es mucho más evidente cuando notamos que el
negocio del tráfico sexual de personas está íntimamente conectado al
consumo de pornografía. Tanto el Departamento de Justicia de los Estados
Unidos como el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados
reconocen que la pornografía es un elemento que se suma al grave
problema del tráfico sexual. Unos 18.000 adultos y niños son introducidos
anualmente en los Estados Unidos para ejercer la prostitución y es un hecho
que en operativos de rescate los agentes se encuentran con equipos de
filmación y cámaras para crear y vender pornografía.46 Es importante
plantearse esto último ¿disfrutarías de imágenes sexuales si supieses que
esa mujer ha sido traficada y es literalmente una esclava sexual de un grupo
de personas que lucran vendiendo su cuerpo y ofrecen sus imágenes en
internet a cambio de los cientos o miles de dólares que reciben con el
tráfico de visitas?

Algunas razones para oponerse

Más arriba hemos citado cantidad de estudios que demuestran las


consecuencias negativas de la pornografía. Sin embargo, no son solamente
estas consecuencias las que dictaminan su carácter moral. Hay algo más
profundo todavía, ya que la pornografía no es mala solo por sus
consecuencias, sino que objetivamente implica un acto desordenado de la
sexualidad humana, por más normal que les pueda parecer a varios.

La pornografía reduce la persona humana a su cuerpo y hace de ese cuerpo


un objeto! Además, ese objeto le interesa al vidente solo en cuanto deseado.
Una vez que el deseo efímero fue satisfecho, se descarta, como pasa con la
prostitución. Al consumidor no le importa la historia personal de la
persona/objeto, su experiencia de vida, las razones por las que se encuentra
en esa situación.

La pornografía implica también la violación al derecho que tiene toda


persona a la privacidad de su cuerpo. Y este derecho hace referencia no
solamente a no revelar la intimidad, sino también a no ser mirado con
deseos sexuales por otros.47 ¿Pero si la persona se muestra voluntariamente
en algunos casos? Es difícil constatar esto cuando la industria pornográfica
está íntimamente ligada al tráfico sexual de personas, pero incluso si nos
consta su carácter libre y voluntario, hay derechos que son inalienables e
irrenunciables. Por ejemplo, si una persona me pide que la mate, no tengo
derecho a matarlo por el mal llamado “suicidio asistido” y la persona no
tiene derecho a pedirlo, por lo que su consentimiento no cambia la
objetividad moral del acto. Es un derecho irrenunciable y de quebrantarse
será siempre inmoral.
La razón por la cual una persona ve pornografía es sumamente egoísta: su
gratificación genital. Es el único propósito de parte del consumidor. Esto es
sumamente peligroso porque, como vimos, es la puerta de entrada a
diferentes desviaciones sexuales.

Conclusión

La pornografía se ha convertido hoy en uno de los mediadores principales


de la revolución sexual e identitaria debido a la eficacia en obsesionar a los
espectadores con la genitalidad humana e incitar los instintos y mecanismos
neurobiológicos relacionados a la supervivencia humana. Este es un
fenómeno que afecta profundamente el aspecto “animal ”, por así decirlo,
del ser humano, ya que se subordina la realidad humana a una esfera
instintiva. Pero, paradójicamente, el ser humano no se animaliza al dejar de
lado la función ordenadora de la razón y la guía firme de la voluntad, sino
que directamente se pervierte. Por eso la propuesta de Rousseau, Wilhelm
Reich, Marcuse o Firestone no es una propuesta liberadora de una realidad
humana oprimida, sino que, por el contrario, desata con toda su fuerza la
realidad oscura del ser humano y que ha sido

expresada magistralmente por los antiguos como la “naturaleza caída”.48 Al


reducir el amor humano a la genitalidad, los ideólogos han terminado
normalizando verdaderas perversiones de la sexualidad y, aunque no todas
estén aceptadas socialmente hoy en día, el camino en esa dirección es
inevitable.

Por eso es sumamente preocupante que los programas de ESI ni siquiera


mencionen el problema de la pornografía, siendo que supuestamente buscan
“educar” al joven en la sexualidad. Solo hay menciones pasajeras, pero sin
elaborar al respecto, sobre la pornografía infantil.49 No porque sí, tal vez,
un taller de capacitación de ESI ofrecido en el 2016 se tituló “Educar al
porno opormficar la educación”.50 Según el anunció oficial, una de las
actividades grupales a realizar en el taller de formación eran el “analizar
videos porno y materiales oficiales de ESI, poniéndolos en relación a partir
de estos ejes”.51 Es decir, los mismos proponentes de la ESI admiten una
relación intrínseca entre la educación sexual y la pornografía. No es de
sorprenderse entonces que ni se la mencione como un mal a evitar, ya que la
ESI es en sí un mecanismo de adoctrinamiento ideológico que compite en
esta función junto con la pornografía.

Estos elementos mencionados en este capítulo deberían ser más que


suficientes para ayudar a padres a replantearse su postura con respecto a la
ESI impartida en instituciones educativas. La situación es muy seria, ya que
se trata de una embestida ideológica en nombre de la libertad y que no
busca más que la destrucción de nuestra civilización y de todos los valores
que se han fomentado en ella.

CAPITULOS
1

Ver, por ejemplo, la colección de estudios dirigida por Mary Anne Layden y
Mary Eberstadt, The Social Costs of Pornography: A Statement of Findings
and Recommendations, Princeton, The
2

Witherspoon Institute, 2010; James R. Stoner y Donna M. Hughes, The


Social Costs of Pornography: A Collection of Papers, Princeton, The
Witherspoon Institute, 2010.
3

Cf. Walter M. Kendrick, Jhe Secret Museum: Pornography in Modern


Culture, New York, Viking, 1987, pp. 1-16.
4

La palabra “pornografía” procede de las palabras griegas vrópVY]


(“prostituta”) yypác^eiv (“grabar, escribir, ilustrar”).
5

Cf. Editors, “Internet Pornography by the Numbers; A Significant Threat to


Society , Webroot, 2018, Broomfield.
6

Cf. The Barna Group, “Pornography Survey and Statistics”, Proven Men
Ministries, 201-4.
7

Cf. Josh McDowell, The Porn Phenomenon: The Impact of Pornography in


the Digital Age, Ventura, Barna Group, 2016.
8

Cf. Michael Leahy, Porn University: What College Students Are Really
Saying About Sex on Cam-pus, Chicago, NorthfieldPublishing, 2009.
9

10'. Cf.Jingjing Jiang, “Millennials stand out for their technology use, but
older generations also embrace digital life”, Pew Research Center, May 2,
2018.
10

Cf. McDowell, The Porn Phenomenon.


11

Cf. José Ignacio Munillay Begoña Ruiz Pereda, Sexo con almay cuerpo,
Freshbook, 2015, p. 9.
12

Cf. Jamie Le, “The Digital Divide: How the Online Behavior of Teens is
Getting Past Parents”, McAfee, 2012.
13

Cf. McDowell, The Porn Phenomenon.


14

Cf. Gustavo S. Mesch, “Social bonds and Internet pornographic exposure


among adolescents”, Journal of adolescence (London, England.), 2008, 32,
no. 3, pp. 601-618.
15

Cf. Judith Reisman, Jeffrey Sanitover, Hearing on the brain science behind
pornography addiction and the effects of addiction on families and
communities, U.S. Senate Committee on Commerce, Science
& Transportation, Nov. 18,2004.
16

Cf. Chiara Sabina, Janis Wolak, “The Nature and Dynamics of Internet
Pornography Exposure for Youth”, Cyberpsychology & behavior, 2008,11,
no. 6, pp. 691-693.
17

Cf. Gert Martin Hald, “Gender Differences in Pornography Consumption


among Young Heterosexual Danish Adults”, Archives of sexual behavior,
2006, 35, no. 5, pp. 577-5:8'5.
18

19- Cf. The Barna Group, Pornography Survey and Statistics.


19

Cf. Covenant Eyes, Porn Stats, Owosso, Covenant Eyes, Inc, 2018;
Jonathan Dedmon, “Is the Internet bad for your marriage? Online affairs,
pornographic sites playing greater role in divorces”, Nov. 14,2002.
20
Cf. Barbara A. Steffens y Robyn L. Rennie, “Ihe Traumatic Nature of
Disclosure for Wives of Sexual Addicts”, Sexual addiction & compulsivity,
2006,13, no. 2-3, pp. 247-267.
21

Cf. Jim McElhatton, “Exclusive: Porn surfing rampant at U.S. Science


Foundation”, Washington Times, Washington D. C., Sept. 29, 2009.
22

Cf. The Barna Group, Pornography Survey and Statistics.


23

Cf. Reisman, Hearing on the brain science behind pornography.


24

Cf. James D. Griffith, Sharon Mitchell, “Pornography Actresses: An


Assessment of the Damaged Goods Hypothesis”, The Journal of sex
research, 2013, 50, no. 7, pp. 621-632.
25

Cf. Shelley Lubben, “Ex-porn star tells the truth about the porn industry”,
Covenant Eyes Blog, Oct. 28,2008.
26

Cf. Morgan Bennett, “Tie New Narcotic”, Public Discourse, Oct 9, 2013.
27

Cf. P. Carnes, Out of the Shadows: Understanding Sexual Addiction, Center


City, Hazelden, 1992; Al Cooper, David L. Delmonico, “Cybersex users,
abusers, and compulsives: New findings and implications”, Sexual
addiction & compulsivity, 2000, 7, no. 1-2, pp. 5-29.
28

Cf. Alvin Cooper, Coralie R. Scherer, “Sexuality on the Internet: From


Sexual Exploration to Pathological Expression”, Professional psychology,
research and practice, 1999,30, no. 2, pp. 154-164.
29

Cf. Norman Doidge, The Brain that changes Itself: Stories of Personal
Triumph from the Frontiers of Brain Science, New York, NY, Viking, 2007,
p. 108.
30

Cf. Kevin Majeres, “The science behind pornography”, CERC, July 22,
2016.
31

Cf. Norman Doidge, “Acquiring Tastes and Loves: What Neuroplasticity


Teaches Us About Sexual Attraction and Love”, en The Social Costs of
Pornography: A Collection of Papers, ed. por James R. Stoner y Donna M.
Hughes, Princeton: Witherspoon Institute, 2010, pp. 21-56; Bennett, The
New Narcotic.
32

Cf. Tanja Tyden y Christina Rogala, “Sexual behaviour among young men
in Sweden and the impact of pornography”, International journal of STD
&AIDS, 2004, 15, no. 9, pp. 590-593.
33

Cf. Doidge, “Acquiring Tastes and Loves”, pp. 21-56.


34
Cf. Daisy J. Mechelmans, Michael Irvine, “Enhanced attentional bias
towards sexually explicit cues in individuals with and without compulsive
sexual behaviours”, PloS one, 2014, 9, no. 8, p. el05476; Valerie Voon,
Thomas B. Mole, “Neural correlates of sexual cue reactivity in individuals
with and without compulsive sexual behaviours”, PloS one, 2014, 9, no. 7,
p. el02419.
35

III.), 2014,71, no, 7, pp. 827-834


36

Cf. Christian Laier, Frank P. Schulte, “Pornographic Picture Processing


Interferes with Working Memory Performance”, The Journal of sex
research, 2013, 50, no. 7, pp. 642-652.
37

Cf. Reisman, Hearing on the brain science behind pornography.


38

Cf. Dolf Zillmann, Influence of unrestrained access to erotica on


adolescents and young adults dispositions toward sexuality”, Journal of
Adolescent Health, 2000, 27, pp. 41-44.
39

Cf. J. Peter y P. M. Valkenburg, “Adolescents’ exposure to a sexualized


media environment and their notions of women as sex objects”, Sex roles,
2007, 56, no. 5/6, pp. 381-395.
40

Cf. Gary R. Brooks, The Centerfold Syndrome: How Men Can Overcome
Objectification and Achieve Intimacy with Women, San Francisco, Jossy-
Bass Publications, 1995.
41

Cf. Reisman, Hearing on the brain science behind pornography.


42

Cf. Ibid.
43

Cf. Christina Mancini, Amy Reckdenwald, “Pornographic exposure over


the life course and the severity of sexual offenses: Imitation and cathartic
effects”, Journal of criminal justice, 2012,40, no. l,pp. 21-30.
44

Cf. Edward Wieckowski, Peggy Hartsoe, “Deviant Sexual Behavior in


Children and Young Adolescents: Frequency and Patterns”, Sexual abuse,
1998, 10, no. 4, pp. 293-303.
45

Cf. A. Bechara, M. V. Bertolino, “Romantic Partners Use of Pornography:


Its Significance for Women”, Jour nal of sex & marital therapy, 2003,2'9,
no. 1, pp. 1-14; Jill C. Manning y Wendy L. Watson, “A Qualitative Study
of the Supports Christian Women Find Most Beneficial When Dealing with
a Spouse’s Sexually Addictive or Compulsive Behaviors”, Sexual addiction
& com-pulsivity, 2007,14, no. 4, pp/. 337-357; Jennifer P. Schneider,
“Effects of cybersex addiction on the family: Results of a survey”, Sexual
addiction & compulsivity, 2000,7, no. 1-2, pp, 31-58.
46

Cf. E. McGinnis, The Horrifying Reality of Sex Trafficking, Washington


DC, Concerned Women for America, 2004.
47
Cf. Miguel Ángel Fuentes, Pornografía y Pornopatía: Radiografía de un
cáncer social contemporáneo, Virtus 19, San Rafael, ED1VE, 2012, pp. 3-4.
48

Desde esta perspectiva, la doctrina cristiana del pecado original debería ser
la enseñanza menos dogmática y aceptada universalmente por creyentes y
no creyentes.
49

Ver, por ejemplo, María Lía Bargalló, Educación sexual integral para la
educación secundaria II: contenidos y propuestas para el aula, Buenos
Aires, Ministerio de Educación de la Nación, 2017; Faur Eleonor, Mónica
Gogna, La educación sexual en la Argentina: Balances y desafíos de la
implementation de la ley (2008-2015), Buenos Aires, Ministerio de
Educación, 2016.
50

Cf. Val Flores, “¿Educar al porno o pornificar la educación? Una


experiencia para des-pensar las relaciones entre ESI y pornografía”, Junio
26, 2016, Córdoba.
51

Sé Ob. Cit.
LA EDUCACION SEXUAL INTEGRAL
DENTRO DEL PROGRAMA CULTURAL
Una vez que el mapa arquitectónico tic la revolución sex nal idem il aria lia
nido a< la rado, es clave conocer las herramientas culturales (pie liisiói
icaniciiic inlliiyeron en la normalización de estas ideas en el modo de
pensar del ciudadano común, como presentamos en los dos capítulos
anteriores. En este capítulo queremos enfocar la atención en un tema central
de nuestro argumento: la ESI no solo es mía hciramicnia de
adoctrinamiento de la niñez y adolescencia, sino que es un elemento
esencial en el proceso de transformación cultural. La ESI, en definitiva,
busca rcloi malear la mente de los estudiantes de acuerdo a los principios
ideológicos que guían a la revolm ión sexual e identitaria.

además de los oscuros personajes detrás de la educación sexual, para tomar


coin leuda sobre su gravedad. Esto seguramente nos llevará a cucsi tonar
nos acerca del pretendldi i valor educativo de los planes de educación
sexual que se están imponiendo a lo largi> de nuestros países y cómo, en
realidad, responden al programa Ideológico presentado en el capítulo 2 y
hoy es asumido por la Agenda 2030 de la ONU, Además, la ESI no viene
sola, sino que es, a su vez, una de las herramientas cent rales en esl a
revolución sex nal e las “familias diversas”, el sexo casual y despersonal
izado, el lenguaje im lusivo y otros temas que trataremos en los capítulos
siguientes.

Los comienzos de la educación sexual en los listados (luidos

A principios del siglo XX, los Estados Unidos se encontraban ci i pleno dei
a i ill leí il o moral y sufría una pandemia de enfermedades de transmisión
sexual, espía Id l líente la

sífilis, la clamidia y la gonorrea.1 En miles de familias en esos años algún


tipo de ETS fue la causa de la muerte de hasta incluso cinco hijos y el 30 %
de los casos de ceguera se atribuían a alguna ETS (la clamidia, gonorrea y
sífilis de hecho pueden producir ceguera).2
La situación empeoró durante la Primera Guerra Mundial. Muchos de los
jóvenes que fueron a la guerra se encontraron de repente lejos de los ojos
vigilantes de la familia y libres para disfrutar de lo que muchos
consideraban una “necesidad sexual” masculina. Como resultado, se calcula
que la mitad de los soldados adquirieron una ETS durante el conflicto, lo
cual afectó gravemente al ejército en ciertos enfrentamientos en los cuales
muchos de sus soldados agonizaban de sífilis en las trincheras. Fue esta
crisis de seguridad nacional la que provocó el nacimiento de la educación
sexual pública en los Estados Unidos.

Si bien no se introdujo la ESI inmediatamente en las escuelas, ya en 1915 el


Servicio de Salud Pública distribuía folletos en los que abogaban por la
abstinencia hasta el matrimonio y la fidelidad dentro del matrimonio, con
elfin de combatir el declive moral en la cultura estadounidense, ya que
estaban en juego la salud pública y la seguridad nacional. Esto dio origen al
primer tema polémico en la educación sexual moderna: cómo eliminar el
doble estándar. Con este fin se unieron médicos, el clero, promotores del
derecho universal al sufragio, trabajadores de salud pública, académicos y
ciudadanos para ponerle fin al hipócrita “doble estándar sexual”, según el
cual se amonestaba a las jóvenes que quedaban embarazadas o perdían su
virginidad antes del matrimonio, pero se excusaba a los jóvenes con el falso
argumento que tenían una “necesidad sexual” que no podía ser contenida
por el voto matrimonial.

Como parte del programa de concientización, el Servicio de Salud Pública


distribuía folletos que mostraban niños nacidos con graves defectos
congénitos causados por la sífilis y los efectos en mujeres infectadas por
esposos que visitaban el burdel local antes de regresar a sus hogares. Los
defensores de esta política argumentaban que la restricción sexual tendría
un efecto positivo en otros males sociales, tales como la prostitución, el
alcoholismo y la inestabilidad familiar.

Sin embargo, aunque la gran mayoría abogaba por el fin del doble estándar
y favorecía la restricción sexual, algunas voces provenientes de culturas
subterráneas presentaban una solución diferente: la expresión sexual no
debería ser limitada por el acuerdo formal de matrimonio. Argumentaban
que, si los hombres podían disfrutar del sexo libremente, las mujeres
también deberían gozar de esa misma libertad. Fue por medio de este grupo
que el feminismo comenzó a tomar un carácter radical, especialmente en la
voz y pensamiento de Margaret Sanger (1879-1966), fundadora de Planned
Parenthood, la entidad abortista más grande del planeta, y quien dio inicio a
la primera revolución sexual allá por 1920.3

Esta corriente feminista abogó por el control de la natalidad de tal manera


que las mujeres pudieran disfrutar del sexo sin la preocupación del
embarazo. Margaret Sanger y Katharine Dexter McCormick, de hecho,
financiaron las investigaciones para lograr lo que fue luego conocido como
“la píldora”, reclutando al investigador de esteroides Gregory Pincus. Este
realizó cantidad de experimentos mortales en Puerto Rico, Haití y México
inyectando hormonas sintéticas en mujeres presas, internadas en
establecimientos psiquiátricos y prostitutas para así prevenir la ovulación, la
fertilización y la implantación de un óvulo fertilizado.4 ¿Por qué no realizó
los experimentos en los Estados Unidos? Porque hubiese ido a la cárcel
debido al carácter experimental y mortal de su investigación.

Sanger no ignoraba para nada los efectos que el “sexo casual” pudiese tener
en los inocentes, los niños, y las consecuencias que esta libertad sexual en
la estabilidad familiar y la salud de la sociedad. Esta cruzada encajaba de
lleno con el plan marxista de subversión sexual predicado en ese momento
por referentes del posmodernismo y el feminismo radical, tales como
Simone de Beauvoir. Esta es la razón por la cual Planned Parenthood no
solo ha abogado desde los comienzos por el derecho al aborto y los
“derechos reproductivos” de la mujer, sino también por la educación sexual
como la herramienta central para el adoctrinamiento de nuevas
generaciones. Estos temas están íntimamente conectados. Nótese de paso
cómo se disfraza esta política de muerte como “derecho” y “educación”.

Alfred Kinsey y el Instituto para el Estudio del Sexo

A la. fundadora de Planned Parenthood le faltaba un elemento esencial:


validar su agenda bajo el manto de la ciencia, tal como ya lo había hecho
Freud en el mundo de la psicología. En el mundo científico quien estuvo al
frente de la cruzada revolucionaria fue el zoologo darwinista Alfred Kinsey
quien, aunque era especialista en insectos, tema una obsesión personal por
las perversiones y prácticas sexuales. Por ese motivo la Universidad de
Indiana lo contrató secretamente para realizar estudios sobre la sexualidad
humana, proyecto que fue financiado por la Fundación Rockefeller, siempre
detrás de todo proyecto de reingeniería social.5

El aspecto darwinista de Kinsey no ha sido profundamente estudiado, pero


en cierta manera ahí se encuentra la clave ideológica de su postura. Luego
de doctorarse en Harvard, Kinsey publicó tres manuales de biología en los
que se destaca su fervor por la evolución y, especialmente, el postular la
importancia del apareamiento en la producción de nuevas especies.6 Esta es
la razón por la que se dedicó posteriormente con un celo sin igual a estudiar
la sexualidad humana como camino para convencer al mundo sobre la
verdad del darwinismo y la evolución por medio de la conducta sexual que
no debía ser limitada por ningún condicionamiento social o moral so pena
de frenar el proceso evolutivo.7

Kinsey fue un personaje clave en la elaboración de los planes de educación


sexual en los Estados Unidos y desde donde, por el trabajo de Planned
Parenthood y la presión de la ONU, se exportaron finalmente al resto del
mundo. Kinsey fue tan importante en este proceso, que una biografía lo
presenta como el “misionero de la educación sexual” en los Estados
Unidos.8 Si bien dedicaba tiempo a las charlas y actividades sexuales que
organizaba en su hogar para estudiantes universitarios y padres de familia,
su trabajo central fue en la Universidad de Indiana, donde en 1938, luego de
abandonar sus estudios en insectos, elaboró el primer plan de educación
sexual. Los temas incluían el sexo como el elemento aglutinador de la
sociedad, las instituciones religiosas como represivas al regular la actividad
sexual, la ignorancia sexual de los niños como resultado de las normas
morales, la anticoncepción y los distintos tipos de relaciones sexuales como
algo normal en la conducta humana (todos actos sexuales clasificados como
parafilias en cualquier manual de psiquiatría).

Con el apoyo de la Fundación Rockefeller y el National Research Council,


colaboración que comenzó en 1941, este charlatán y pedófilo confeso
publicó en 1948 el libro Comportamiento sexual en el hombre, en el que
sostuvo que la mayoría de los hombres y mujeres no son monógamos, sino,
más bien, seres sexuales que responden sexualmente desde el nacimiento,
tal como había propuesto Freud.9 Esto, sin embargo, no era más que un
intento de justificación de su conducta perversa, ya que Kinsey abusó y fue
testigo de cientos de abusos de niños, cuyas características anotaba
minuciosamente y justificaba como “investigaciones científicas”. En el
libro mencionado, por ejemplo, describe, entre otras perversidades, cómo
supuestamente indujo a bebés de 5 y 11 meses a tener orgasmos y 196 casos
de actos sexuales con varones menores de 13 años, quienes “gritaban”,
“lloraban histéricamente”, “golpeaban a su compañero” (el hombre que los
abusaba), pero todos “disfrutaban de la experiencia”.10 Y encima la
Fundación Rockefeller le pagaba por estas perversiones sexuales. Además,
Kinsey sostuvo falsamente que el 10 % de los hombres son homosexuales y
que el 20 % ha practicado la homosexualidad, que el bestialismo es una
práctica sexual normal (de hecho, él practicaba la zoofilia)11 y que “el
celibato, el matrimonio, la castidad y el ascetismo son perversiones
culturales”12 Esto ayuda a entender por qué Kinsey y otros arquitectos
ideológicos de la revolución sexual comenzaron a presionar por la
educación sexual en las escuelas como medio para la normalización de
ciertas conductas.

El año anterior, en 1947, Kinsey había establecido en Indiana el Instituto


para el Estudio del Sexo,13 el cual se convirtió en el “think tank” desde
entonces para la elaboración de programas de educación sexual, trabajando
en conjunción con Planned Parenthood y la financiación de la Fundación
Rockefeller. Su método “experimental” lo dice todo: buscaba voluntarios
para sus investigaciones, que incluía mantener relaciones sexuales con los
mismos, especialmente los hombres que reclutaba en los bares gais de
Chicago, filmar los actos sexuales, actos de masturbación masoquista y el
abuso de unos 2.035 niños cuyos padres inocentemente ofrecían para las
“investigaciones” o incluso eran abusados por ellos mismos bajo la guía del
“profesor”.14 De estas experiencias sacó las conclusiones que mencionamos
más arriba y fueron su motivación para implementar la educación sexual
integral como medio para librar a los niños de los tabúes sexuales
impuestos por la moral cristiana. Tampoco es de extrañar que, como lo
hicieran tantos intelectuales marxistas del momento, Kinsey recomendó a la
Comisión de Crímenes Sexuales del Estado de California que todos los
presos por violación y abuso sexual fuesen liberados.15
Las ideas de Kinsey fueron centrales junto con las de los otros ideólogos
para precipitar la llamada segunda “revolución sexual” en la década de los
‘60, en la cual se normalizó la idea del sexo premarital, exacerbado por la
disponibilidad de la píldora y la legitimación cultural y legalización del
aborto para cubrir las consecuencias obvias del sexo. Sin embargo, estos
resultaron ser falsos argumentos, ya que los nacimientos fuera del
matrimonio se duplicaron entre I960 y 1970 y las enfermedades de
transmisión sexual (ETS) aumentaron un 165 % entre 1967 y 1971. ¡Vaya la
seguridad predicada por los ideólogos! ¿La solución? Más educación
sexual, afirmando la libertad y promoviendo el sexo “seguro”, solo
logrando que aparecieran nuevas ETS y aumentaran en cifras aterradoras,
como veremos en el capítulo 11.

Durante los años siguientes, tanto el Instituto para el Estudio del Sexo,
como Planned Parenthood y SIECUS (siglas en inglés del Consejo de
Información y Educación de la Sexualidad de los Estados Unidos)
recibieron millones de dólares bajo la presidencia de Lyndon B. Johnson
(1963-1969) para diseñar programas de educación sexual en las escuelas
promoviendo la sexualidad “segura”. Es decir, en vez de aconsejar a los
jóvenes a no tener relaciones sexuales debido a la cantidad de contagios de
ETS, basaron los programas en las enseñanzas de Alfred Kinsey, quien
promovía la experimentación sexual como algo normal, esperado y
saludable, siguiendo la corriente ideológica de Rousseau, Godwin, Freud,
Reich y Marcuse.

Hoy en día, el Instituto Kinsey, como se le cambió el nombre a la


institución fundada por él en 1947, tiene estatus de ONG dentro de las
Naciones Unidas como uno de los principales consejeros en materias de
educación sexual integral y los programas que se implementan a lo largo y
ancho del planeta. Esta es la institución que, hasta el día de hoy, defiende al
hombre que en su obra Comportamiento sexual en la mujer escribió: “Es
difícil entender por qué un niño, excepto por su condicionamiento cultural,
debe sentirse perturbado cuando le toquen los genitales, o perturbado al ver
los genitales de otras personas, o perturbado por contactos sexuales aún más
específicos. [...] Los contactos [sexuales] con adultos [...] probablemente no
le harán ningún daño apreciable al niño si los padres no se molestasen”.16
Cuando un hijo vaya a una clase de ESI, recuerden este texto, más que
suficiente para entender que estos programas buscan “reformatear’ el
condicionamiento cultural para así “liberar” al hombre natural y
profundamente sexual, ya que solo así encontrará su verdadera “identidad”'.

Si Freud abrió la puerta hacia una sociedad libre de prohibiciones sexuales


con un lenguaje que sonaba a científico, Kinsey la abrió de par en par,
poniendo fin a lo que muchos consideraban una represión sexual histórica
del cristianismo^-17

La ESI y la batalla contra el sida

El libertinaje sexual que se desató en los años 60 tuvo su consecuencia


inmediata e imprevista: el VIH. Quienes luchaban contra la imposición de
la ESI tuvieron un logro momentáneo y efímero cuando el gobierno de
Reagan aceptó los programas que promovían la abstinencia sexual debido a
las miles de muertes causadas por la epidemia del sida y cuyos contagios
eran muchas veces fruto del “sexo seguro”. Sin embargo, las cifras que
recibían estos programas eran migajas comparado con aquellos programas
que promovían el uso del condón como método más seguro. Además, como
veremos más adelante, activistas LGBT lucharon ferozmente contra
cualquier medida que limitase el libertinaje sexual, causa directa de los
contagios.

No es de sorprenderse que la institución que estuvo siempre a cargo de la


distribución de profilácticos es la misma abortista Planned Parenthood.
Según confesó Carol Everette, una de sus directoras, los condones
repartidos en escuelas eran intencionalmente defectuosos, por lo cual
facturaban no solo vendiéndole profilácticos al gobierno, sino también
realizando los abortos fruto de la “falla” del condón.18 Esta es una práctica
que continúa hasta la fecha: si una persona va a pedir “ayuda” a una de
estas clínicas subvencionadas por el gobierno, las píldoras tienen una dosis
hormonal tan baja que no previene el embarazo y los condones son de muy
mala calidad, todo con la intención de que la mujer vuelva embarazada a
hacerse un aborto: negocio redondo.

Fue así que la epidemia del sida fue la excusa perfecta para introducir la
educación sexual en las escuelas, centrando su esfuerzo no en la abstinencia
y la prevención, como debería ser lógicamente, sino en el llamado sexo
“seguro”, promoviendo la distribución de condones gratis para el alumno (y
pagados por sus padres con sus impuestos) y la educación gráfica respecto a
su uso. El argumento para tal perspectiva era que “los jóvenes tienen sexo
de igual manera y, por lo tanto, es necesario que se protejan”... Esta falacia
no deja de escucharse hoy en día, además del “si no aprenden en la escuela,
van a aprender en la calle”... como si la calle desapareciese en cuanto la
escuela abre la boca. Este supuesto argumento, además, niega de lleno la
realidad de la familia y la obligación de los padres en cuidar, educar y
proteger a sus hijos. No porque sí los hijos permanecen tanto tiempo en sus
hogares: para desarrollar una virtud llamada “prudencia”, por la cual la
persona discierne por experiencia los medios más adecuados para lograr un
determinado fin, como es el convertirse en personas de bien. La educación
en la virtud de la prudencia es una de las funciones más importantes de los
padres con respecto a sus hijos, para que después de mucha práctica puedan
encaminarse por su cuenta en el difícil camino de la vida.19 Los planteos
ideológicos de la ESI desconocen esta realidad por completo.

Los promotores de la ESI actuales se llaman a sí mismos “progresistas” y


luchan por los “derechos” sexuales de los jóvenes y niños, pero, sin
embargo, sus argumentos son

prácticamente los mismos que ya proclamaban las feministas radicales de


principios del

siglo XX. Los argumentos

en contra de la abstinencia sexual no son nuevos, además de

ser argumentos falsos y mortales, como lo demuestran las miles de muertes


por sida y

las estadísticas aterradoras de adquisición de otras enfermedades de


transmisión sexual

para el año 2021, como se verá en el capítulo 11.


¿Pero cómo puede ser que, con la cantidad de muertes que han acarreado y
lo inefectivo de sus propuestas, ese tipo de educación sexual integral se siga
promoviendo en todo el mundo? Porque sus proponentes nunca bajaron los
brazos, hasta el punto de que hoy en día son las voces dominantes en la
política, los medios de comunicación y la educación.

Cuando el virus del ¿bola resurgió en el 2014, la práctica inmediata fue


evitar todo contacto con el cadáver de sus víctimas. Cuando surgió la crisis
debido a las políticas alrededor del COVID-19 en el 2020, la propuesta fue
el encierro total, incluso de los sanos, paradójicamente, evitando todo
contacto humano. El punto es mostrar el planteo ilógico de la ESI y la
OMS: si el modelo de salud pública afirma que el mejor modo de evitar un
contagio es evitando los riesgos... ¿por qué entonces se toma el consejo
contrario con respecto al VIH y todas las enfermedades de transmisión
sexual? Esto debería bastar para convencernos de que la propuesta de la ESI
es irracional desde todo punto de vista, principalmente el sociológico y
médico.

La embestida actual: La ONU y la Agenda, 2030

Alfred Kinsey fue central en la elaboración de programas que Planned


Parenthood vende dentro de los paquetes de condiciones impuestos por la
ONU y organismos financieros internacionales. Es así que desde los
Estados Unidos se exportó a Canadá y a distintos países de Europa y, luego
de un trabajo largo y arduo por parte de activistas e ideólogos, se incluyó en
los programas de educación de México en 1974, obtuvo estatus de ley en la
Argentina (2006), Colombia (20'0'7),Uruguay (2'008), se adoptó el
programa en Cosca Rica (2012), se intentó sancionar una ley en Chile
(2020) y se busca imponer en el resto de los países Hispanoamérica.

La Organización Mundial de la Salud afirma claramente que la educación


sexual integral es una de las herramientas fundamentales para lograr los
objetivos de la Agenda 2030 para el desarrollo sustentable, especialmente
en orden a la agenda de género, y así eliminar las relaciones de poder.20
21 ¿Notan el lenguaje neomarxista?

La Declaración Ministerial “Prevenir con educación”, firmada por los


Ministros de Educación y de Salud de América Latina y el Caribe en el
20'08 y auspiciada por la UNESCO, inventa una supuesta obligación que
los Estados tienen que brindar educación sexual integral para así cumplir
con los estándares impuestos por la ONU. Para eso, los ministros de Salud y
Educación se propusieron que sus países institucionalicen la ESI y que el 75
% de los establecimientos educativos ya la ofrezcan para el 2015. Además,
se propusieron reducir a Ja mitad la “brecha” para los jóvenes que no tienen
acceso a salud reproductiva (entiéndase anticoncepción y aborto),2*1 Los
elementos ideológicos

no faltan: “La sexualidad es una dimensión constituyente del ser humano...


por lo que es necesario proporcionar una educación de calidad que
incorpore la educación de la sexualidad como derecho humano” (2.3); la
culpa de las enfermedades de transmisión sexual son “las relaciones
desiguales de género” (2.4); educar sexualmente desde la infancia conduce
a “una vida plena y saludable” (2.6), entre otras barbaridades.

La Educación Sexual Integral, además, fue declarada un derecho humano


por las Naciones Unidas y hecho explícito en un documento de la OMS de
2019 sobre salud y derechos sexuales y reproductivos de los adolescentes.
El documento procede por medio de un falso silogismo: (1) Los Estados
tienen la obligación de garantizar los derechos de los niños según la
Convención sobre los Derechos del Niño; (2) la OMS declara que el
ejercicio sexual es un derecho humano; (3) por lo tanto, concluyen, “Los
Estados, en virtud de las normas de derechos humanos, tienen la obligación
de ofrecer a los adolescentes información completa y educación integral”.22
El error principal está en la segunda premisa: los jóvenes no tienen un
derecho a ejercer la sexualidad, ya que la sexualidad no es un acto aislado,
ni un acto que tiene su fin en su ejercicio.

Expliquemos esto. En primer lugar, si un joven desea tener relaciones


sexuales con la vecina y la vecina se niega, ¿está ella violando los derechos
sexuales del joven? Según este documento parece que sí... lo cual es
ilógico. Lo mismo podríamos decir del pedófilo: negarle acceso carnal a un
niño, ¿es violentar sus derechos humanos? Según la falsa lógica de la ONU
parecería que sí. En segundo lugar, la sexualidad es un acto ordenado a algo
que excede al mismo acto: la procreación humana. Este es el fin natural que
se sigue de tener relaciones sexuales.23 Un acto que naturalmente se dirige a
alcanzar otra cosa solo puede ser considerado derecho secundario, no
absoluto, y tiene carácter de derecho secundario una vez que están dadas las
condiciones para llevar a cabo el fin propio, en este caso primero se debe
asegurar la crianza de los hijos en una relación estable (matrimonio) y en el
ambiente propicio para desarrollarse (la familia). Por eso se dice que hay un
derecho a formar familia y luego se sigue el derecho secundario al ejercicio
de la sexualidad dentro del matrimonio. La ONU proclama un falso derecho
al decir que todo joven tiene derecho al sexo.

Aunque suene chocante, esta es la realidad de la sexualidad humana. El acto


por el cual un ser humano es concebido le da al no nacido el derecho a la
vida, el derecho a dos padres maduros y capaces de amar y unidos en una
¡elación estable que le paianticc al niño todo lo que necesita en los años
cruciales de desarrollo. Quien no este piepatado para asumir esta
responsabilidad no puede reclamar ningún derecho sexual .

Pero todo esto es parte de la agenda cultural que apunta a resetear , o mejor
reformatear”, la cultura occidental. Lo dice el Informe de/ Relator Especial
de las Naciones Unidas sobre el derecho a la educación: “la educación
sexual integral resulta estratégica para asegurar el cambio cultural que los
derechos humanos exigen de nuestras sociedades.”24 Lo dice textualmente:
la ESI es una herramienta central para el objetivo que tanto anhelan los
ideólogos de la revolución sexual e identitaria: un reformateo cultural de
fondo.

La Agenda 2030 de Desarrollo Sustentable propuesta por la ONU y que


entró en vigor en el 2016 es también clave para entender esta imposición
ideológica y transformación a nivel global, por lo que es necesario exponer
brevemente algunos de los serios errores y problemas relacionados a
nuestro tema.25

En primer lugar, la Agenda 2030 afirma explícitamente que es u n programa


concreto para aplicar y coordinar los resultados de las grandes conferencias
y cumbres de las Naciones Unidas”.26 Para entender la gravedad de esto es
necesario conocer el objetivo de dichos encuentros para alterar la imagen de
la familia y alentar la homosexualidad (Dacca 1964), controlar la natalidad
e impulsar el aborto (Bucarest 1974), promulgar los derechos sexuales y
reproductivos (aborto) y la igualdad de género (Cairo 1994), promocionar la
ideología de género (Pekín 1995), la nueva ética y moral atea de la Carta de
la Tierra (1993) y la “nueva ética universal de vida sostenible” de la
Cumbre de la Tierra (Río de Janeiro 1992), que llamaba a disminuir la
población pobre por el control de la natalidad, ya que este grupo era el que
más sufría.27 Como esto último suena políticamente incorrecto, la Agenda.
2030 cambió de argumento: “la amenaza que plantean el cambio climático
y la degradación del medio ambiente”28 es ahora la razón para plantear el
control de la natalidad de los pobres, ya que son los que más sufrirán con
estos supuestos cambios, como veremos en el capítulo 12. La Agenda 2030,
entonces, es un documento práctico para implementar estos objetivos a
nivel mundial y que de fondo contienen el ideal globalista de un único
gobierno mundial, una ética global y una única justicia, donde las
dependencias de la ONU funcionen como ministerios globales, una nueva
normalidad en la que “serás pobre, pero serás feliz”, según el anuncio del
“Gran Reseteo” del Foro Económico Mundial.

En segundo lugar, el concepto de “desarrollo sustentable” no solo es


puramente económico y materialista, sino que pone al mundo como algo
absoluto y el ser humano como algo secundario. Como ya lo denunciaba
Sanahuja, el ser humano deja de ser el criterio central, pasa a ser parte de un
todo, en cuyo lugar supremo se encuentra el medio ambiente.29 Bajo este
pretexto, como veremos, es que se puede argumentar la necesidad del
aborto y reducción de la población, ya que el todo (el medio ambiente) es
más importante que las partes (los seres humanos). De hecho, aunque la
2030 prometa “lograr progresivamente y mantener el crecimiento de los
ingresos del 40 % más pobre de la población a una tasa superior a la media
nacional”,30 la misma OMS ha aclarado que es la disminución de la
población lo que “contribuye directamente para la difusión global de un
rápido crecimiento económico”.31 Esta gran mentira es fácil de desmontar:
si la disminución de la población es correlativa al crecimiento económico,
¿por qué Canadá y países de Europa están alarmadísimos por el colapso
económico y social que se sigue de las políticas antinatalistas y están
desarrollando planes de inmigración masiva para compensar y no colapsar
económicamente? Canadá, de hecho, para poder simplemente sostenerse
económicamente, necesita del ingreso de más de 1.000.000 de inmigrantes
por año para poder no solo sostener la economía que igualmente va en
caída, sino incluso para poder mantener abiertas las escuelas y
universidades.32 Además, el planteo de la ONU es contradicho por la
misma Agenda 2030 cuando menciona “la positiva contribución de los
migrantes al crecimiento inclusivo v al desarrollo sostenible”33 y se
propone “facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares
y responsables de las personas ?34 Da a pensar que lo que realmente buscan
es disminuir la población en países menos desarrollados y fomentar la
inmigración a países desarrollados para poder sostener el nivel económico
que de otra manera colapsaría para el 2030.

En tercer lugar, h. Agenda 2030 considera problemas reales del mundo


contemporáneo, pero los reduce a una cuestión meramente material: “la
pobreza en todas sus formas y dimensiones, incluida la pobreza extrema, es
el mayor desafío a que se enfrenta el mundo”, y en consecuencia ofrece una
solución puramente materialista: “la erradicación de la pobreza es requisito
indispensable para el desarrollo sostenible”.35 Esto es falso por dos
motivos. Primero, porque el problema central de nuestra sociedad es
principalmente un problema cultural y moral, y todo otro problema social se
deriva de esto. Pero [a Agenda 2030 jamás hace referencia a una cuestión
moral o cultural. Hasta la misma crisis ecológica es un problema moral,
manifestado en el desprecio por la vida humana y la destrucción del medio
ambiente.36 En segundo lugar, erradicar la pobreza no trae como
consecuencia directa el bienestar total del ser humano. En Canadá y países
nórdicos se ha logrado erradicar la pobreza, al menos en comparación con
el pobre de otras regiones. Sin embargo, los problemas más grandes que
aquejan al ser humano se han profundizado aún más en estas sociedades:
los niveles de depresión, drogadicción y suicidios son altísimos. La Agenda
2030 plantea una falsa solución por el simple hecho de equivocarse en el
problema central que aqueja al ser humano hoy, el cual es un problema
eminentemente moral: el ser humano ha perdido el rumbo porque se olvidó
de la dirección a la cual se debe dirigir con todo su ser y sus obras. Como
ya citamos a Solzhenitsyn en el primer capítulo: “Los hombres se han
olvidado de Dios; por eso es que todo esto ocurrió”.37 Pero hay algo más
grave. Si uno lee con atención todos los documentos de la ONU de las
últimas décadas, el término “erradicar la pobreza” está íntimamente
relacionado a la anticoncepción y el aborto, como ya lo demostró
Sanahuja.38 Es decir, la pobreza se acaba cuando los pobres no tienen hijos.
En cuarto lugar, encajando perfectamente con la revolución cultural actual,
la Agenda 2030 desplaza sin decirlo a la moral cristiana y la reemplaza por
una nueva conciencia ecológica, fundamento de la nueva ética universal ya
anunciada en la Carta de la Tierra. El criterio moral pasa a ser no el bien de
la persona humana, sino el “racionalismo ecológico” manifestado en “una
gestión ecológicamente racional”39 y “tecnologías ecológicamente
racionales”.40 Por eso es inentendible y contradictorio que líderes religiosos
abracen esta. Agenda cuando es profundamente atea, anticristiana y
antihumana.41

En quinto lugar, la 2030 busca “la paz universal dentro de un concepto

más amplio de la libertad”.42 Es. decir, bajo el pretexto de la paz, debemos


“ampliar” la libertad humana, lo que en este contexto significa eliminar
todo obstáculo de limitación moral a la sexualidad humana y la
manifestación de distintas identidades de género. Cómo se seguirá la paz de
este “concepto más amplio” es inexplicable e incluso imposible, ya que la
liberación sexual desata de hecho los instintos agresivos del ser humano.43

En sexto lugar, laAÍgera^ 2030 está plagada de lenguaje dogmático e


ideológico a lo largo del texto y que evita definir en cuanto a la
significación: “igualdad entre los géneros”, “empoderamiento de todas las
mujeres y niñas”, “combatir las desigualdades”, “construir sociedades
inclusivas”, “prosperidad compartida”, “un mundo equitativo, tolerante,
abierto y socialmente inclusivo” “inclusión financiera”, “salud sexual y
reproductiva”. Estas frases no son más que muletillas para significar como
derechos cualquier elemento de la agenda progresista (aborto, ideología de
género, etc.) y que buscan principalmente la aceptación del oyente o lector
porque ¿cómo estar en contra de “derechos”?

Hasta la palabra “familia” significa algo muy distinto al concepto


tradicional de unión estable entre el varón y la mujer. Es de importancia
para nuestro tema la mención que hace la Agenda 2030 acerca de los
“derechos reproductivos” (que significan “derecho” al aborto) y de los
“derechos sexuales” (el libre ejercicio de la sexualidad, uniones del mismo
sexo, adopciones homoparentales, fecundación artificial, alquiler de
vientres). La gran falacia de la Agenda 2030 es que “no es posible realizar
todo el potencial humano y alcanzar el desarrollo sostenible si se sigue
negando a la mitad de la humanidad el pleno disfrute de sus derechos
humanos y sus oportunidades”.44 Pero recordemos nuevamente que por
“derechos humanos” se refiere al aborto y la ideología de género. Por eso la
insistencia en que “la incorporación sistemática de una perspectiva de
género en la implementación de la Agenda es crucial.”45 Ya lo decían los
ideólogos del aborto allá por 1970: el embarazo es el factor más grande de
“desigualdad” entre la mujer y el hombre, por lo que el aborto es un
derecho para lograr la mentada “igualdad de género” 46 Por eso, afirma el
documento, “nos comprometemos a garantizar el acceso universal a los
servicios de salud sexual y reproductiva”,47 es decir, el aborto es un
objetivo prioritario de la Agenda 2030. Es más, el aborto también
presentado como control eugenésico de la población, ya que las
enfermedades congénitas no transmisibles “constituyen un grave
impedimento para el desarrollo sostenible”.48 ¿Por qué considerar a las
personas que no producen como un obstáculo?

En séptimo lugar, es una propuesta ideológica, porque no tiene en cuenta la


gran complejidad de culturas, situaciones concretas, historia, diferencias
personales, y pretende dar una solución simplista y única para “mejorar” en
un plazo cortísimo la vida de toda persona e imponiendo un pensamiento
único (notar el carácter global de la ESI y el Programa de Educación Global
de la Fundación Gates). Al no ser un programa centrado en la realidad de la
persona humana, termina convirtiéndose en un proyecto ideológico
totalizante que demanda fidelidad total y condena al repudio social y
mediático a quien no abrace la agenda: “Los nuevos Objetivos [...] guiarán
las decisiones que adoptemos durante los próximos 15 años”, 49 y son “de
alcance mundial y de aplicación universal”50 Por eso, la promesa de que
dicha implementación tenga “en cuenta las diferentes realidades,
capacidades y niveles de desarrollo de cada país y respetando sus políticas y
prioridades nacionales” suena más a engaño de vendedor que a intención
real,51 especialmente cuando insta a promocionar la “ciudadanía
mundial”.52 Y, como proponía Kissinger en su infame Memorandum 200
sobre las políticas de control de la natalidad llevadas a cabo por los mismos
ciudadanos del país a través de la política,53 la Agenda 2030 continúa con
dicha perspectiva: “cada país es el principal responsable de su propio
desarrollo económico y social”.54 Pero en definitiva, ya no hay soberanía,
sino que se apunta a “la participación de los países en desarrollo en las
instituciones de gobernanza mundial”.55

Por último, la Agenda 2030 es el martillazo final para imponer un plan de


reingeniería social a nivel mundial y al servicio de la agenda progresista,
clave para entender el proyecto globalista actual y que se intensificó a partir
del año 2020 bajo la propuesta del Gran Reseteo” del Foro Económico
Mundial. Se nos habla de un capitalismo “inclusivo” cuando en realidad se
busca el control total de los recursos naturales para el uso y provecho de
una minoría selecta y eliminando a los que no entran en el plan de “susten-
tabilidad”. Además, dicho proyecto de “desarrollo sustentable” exige la “la
movilización de recursos financieros”, por lo que “la financiación pública,
tanto a nivel nacional como internacional, será vital”.56 Es decir, esta
Agenda 2030 está evidentemente al servicio de la oligarquía financiera
internacional que, bajo el lema de “capitalismo inclusivo”, no hace más que
devorar aún más a los países en su paso arrollador y de extracción de
recursos naturales.57 Los grandes fondos de inversión están más que
exultantes con dicho plan, especialmente cuando sea el Estado el que les
pida préstamos impagables a tasas exorbitantes para poder subvencionar los
proyectos que recaerán en compañías que pertenecen a los mismos fondos
de inversión. Negocio doble.58

La paradoja de todo esto es que, si la explotación de los recursos naturales


ha provocado una “crisis ecológica”, dicha explotación es fruto de una
ideología materialista que ve al mundo como algo mecánico (1 descartes y
Bacon) que debe ser dominado por la técnica y obedeciendo la voluntad
ciega del hombre y que no debe ser restringida por ningún código moral. Es
decir, la Agenda, 2030 paradójicamente propone como solución al problema
que plantea una ideología que surge del interior de la misma ideología que
causó el problema en primer lugar. Es un problema circular, es como
combatir el nazismo con más nazismo. Y por eso, creemos, dicha. Agenda
está destinada al fracaso, por más que apocalípticamente quieran hacernos
creer que somos “la última generación que todavía tenga posibilidades de
salvar el planeta”.59 60

Serios problemas de la educación sexual


¿Qué significa la educación sexual integral? Esta es la gran pregunta sin
responder o, mejor dicho, la respuesta que se quiere evadir por parte de
aquellos que proponen una revolución en la educación y en su lugar se
afirman dogmatismos ideológicos cubiertos de mentiras y medias verdades.
Es interesante que los documentos de la ONU que la promueven la definen
solo por sus supuestos beneficios, o por lo que busca evitar, pero no se da
una explicación detallada de su significado propio.

Para poder responder seriamente a la cuestión de qué significa educar en la


sexualidad, primero nos tenemos que preguntar qué es el ser humano. Es
imposible pretender dar una respuesta objetiva al hecho de la sexualidad
humana sin tener en cuenta el contexto mucho más amplio dentro del cual
se encuentra la misma, como afirmábamos en el capítulo 1. ¿Acaso no se
llama educación sexual “integral”? Ahí está el gran problema. La
sexualidad humana, para ser plena, ordenada y satisfactoria, debe ser
“integrada” a la realidad humana, no integral, porque en sí misma la
sexualidad nunca es un todo “integral”, sino una parte diminuta de la
experiencia humana. Y quien integra su vida a la sexualidad se convierte en
un obsesionado o en un perverso. Por otro lado, quien sepa integrar la
sexualidad a la vida toda se convertirá en una persona feliz consigo misma,
madura, con carácter, aquel que toda mujer desea, o aquella que todo buen
hombre anhela tener por esposa.

Entonces, en este contexto, ¿qué significa educar?

Primero que nada, educar significa entender qué es el ser humano no solo a
partir de su estructura psicofísica, sino también a partir del ideal de
realización humana. Porque “educar” significa guiar, conducir, lo cual
implica que sí o sí se debe conocer de antemano el fin hacia el cual se guía
al estudiante. Lo primero que se debería preguntar un ministro de
Educación es: “¿Qué tipo de joven queremos tener cuando este termine sus
estudios secundarios?” Esta pregunta brilla por su ausencia y, mientras siga
sin responderse, toda propuesta ministerial corre el riesgo de no ser más que
un manotazo de ahogado que sucumbe ante el diluvio ideológico que nos
rodea.

En segundo lugar, una educación en la sexualidad implica conocer de


antemano qué lugar ocupa esta en el proceso del desarrollo humano y
cuáles son los otros aspectos indisociables de la misma. Es decir, hay en el
ser humano otros mecanismos, algunos mucho más importantes, que se
conjugan en la sexualidad: los afectos, la confianza, el apego, la realidad
bioquímica y hormonal, los ciclos ovulatorios, el amor, el conocimiento del
otro, la libre elección, etc. Muchos de estos elementos brillan por su
ausencia mientras que se le da a la sexualidad un lugar exagerado y
grotesco. O como decía un médico profesor nuestro de secundaria, “el ser
humano tiene el cerebro en lo más alto y los genitales a medio camino, pero
hay algunos que se empecinan en tratarnos como el cerdo, que tiene el
cerebro a la misma altura que sus genitales”...

En tercer lugar, una educación de la sexualidad, si se limita a la mera


sexualidad, por principio será deficiente. ¿Y si en cambio, como solución,
la llamamos “educación en la afectividad”? Mejor, pero sigue siendo
deficiente, porque el ser humano es mucho más que afectos, los cuales se
encuentran integrados en una realidad mucho más grande.

En cuarto lugar, una crítica al proyecto actual de “educación sexual


integral” implica hacerlo desde una visión completa y objetiva del ser
humano, porque solo esta visión proveerá la roca firme en la cual elaborar
una crítica constructiva.

En quinto lugar, enseñar educación sexual es siempre peligroso, aunque los


ideólogos de la ESI jamás lo admitirán. La razón es simple: el sexo es algo
emotivo en el ser humano y su mención despierta deseos innatos. Educar en
la sexualidad no es como educar en matemáticas. Si dibujo un triángulo en
el pizarrón, ningún joven se reirá con picardía, ni su imaginación se verá
inundada, ni se evocará ningún tipo de deseo sexual. Pero el conocimiento
del sexo siempre despierta emociones. Y este es el gran error de los que
promueven la ESI para “prevenir”, como falsamente arguyen. Estos
ideólogos plantean que si se conoce más sobre el sexo, se evitarán sus
peligros. Pero esto no es así, ya que el sexo no es como una enfermedad que
causa temor. Si se conocen los electos del fumar, esto puede llevar a un
joven a pensar dos veces si quiere introducirse en ese hábito y esta
consideración a veces es suficiente para que pierda todo deseo de fumar.

Pero el conocimiento del sexo siempre despierta deseos, es inevitable. Y


esto es por el simple hecho de que el conocimiento del sexo no es lo mismo
que el conocimiento de matemáticas o de una enfermedad. No existe
persona que tenga pasión por enfermarse, pero todos tenemos deseos
sexuales innatos que debemos controlar.61 Quien no controla sus deseos,
inevitablemente caerá en la promiscuidad y esta puede llevar a cosas
peores, a desórdenes sexuales que tarde o temprano nos afectan como
sociedad. Por eso educar al ser humano con respecto a su sexualidad debe
ser siempre una tarea y responsabilidad primera de los padres, ya que solo
en este contexto se podrá encarar seriamente esta realidad del ser humano.
“Pero los padres muchas veces claudican en esta responsabilidad y le
entregan los hijos al Estado”, se escucha con frecuencia. Es verdad, por eso
también la necesidad de escribir este libro, para darles a los padres
herramientas necesarias para encarar esta cuestión con seriedad y
responsabilidad.

La hipersexualización de los niños por la ESI

Para muchas personas el problema de la educación sexual integral es algo


totalmente nuevo. Pero esto no es así y, lamentablemente, tal vez sea la falta
de información de lo que nos acontece y que toca de lleno a la familia lo
que ha favorecido a que quienes están detras de esta agenda actúen con total
libertad e impunidad. En nuestro caso personal, fue en el año 1995 cuando
la realidad de la ESI fue presentada con gran certeza por el Dr. Jorge Scala
como parte de la agenda de Planned Parenthood.62 En un capítulo titulado
“La educación sexual permisiva en las escuelas”, el Dr. Scala ya denunciaba
que el objetivo pedagógico de los manuales de ESI de ese entonces
apuntaba al adoctrinamiento ideológico de los niños resumido en seis
puntos fundamentales y que más de 25 años después no han variado en
nada:

1) El alumno debe elaborar su “propia” moral sexual, la cual debe ser


obviamente diferente a la de sus padres.

2) Hay gran diversidad de uniones sexuales, todas con un idéntico


valor social y ninguna más importante que la otra: matrimonio,
concubinato, cohabitación, encuentros sexuales ocasionales,
homosexualidad, lesbianismo, etc.
3) La única diferencia entre la mujer y el hombre es la anatomía de
sus genitales.

4) El sexo es principalmente para procurarse el máximo placer y solo


de modo secundario se utiliza para reproducirse.

5) El sexo es bueno solo en la medida en que causa placer. Esa es la


razón por la que se debe “educar” con respecto a cómo eliminar los
riesgos de embarazo y enfermedades de transmisión sexual. De ahí el
“sexo seguro” como objetivo final de la ESI.

6) La única irresponsabilidad sexual es el uso de los genitales sin la


debida protección, tanto contraceptiva como preventiva de
enfermedades de transmisión sexual. Incluso ya en esa época los
manuales promovían positiva y explícitamente la masturbación, las
relaciones homosexuales y heterosexuales, el bestialismo, la
anticoncepción, la esterilización y el aborto, exigiendo que se garantice
la privacidad y confidencialidad y, obviamente, que sin el
conocimiento o consentimiento de los padres.63

Esto ya ocurría en 1995. Desde entonces, debido al internet y el fácil acceso


a la pornografía ha aumentado la obsesión social que hay con respecto al
sexo. Por eso se argumenta hoy en día que se debe educar en la sexualidad,
ya que los jóvenes igualmente se iniciarán sexualmente a temprana edad.
Pero ¿por qué es que el sexo ocupa un lugar central en la atención de los
jóvenes de hoy? “Por una razón”, respondía el gran Fulton Sheen: “porque
nadie les enseña el fin y el propósito de esta vida. Al no tener una misión en
esta vida, el joven trata de disimular su ausencia persiguiendo la intensidad
de las sensaciones”.64 El hombre de hoy, como veíamos en el capítulo 1, ha
perdido todo sentido de trascendencia y el vacío ante el que se enfrenta es
inevitable. No porque sí aquellos obsesionados con sus impulsos sexuales
son los que más trastornos psicológicos padecen.65

El sexo que “enseña” la ESI se enfoca en la experiencia, no en el propósito.


Pero es el propósito lo que da sentido a nuestras vidas. La ESI se equivoca
tremendamente, porque pretende dar un acceso “integral”, “comprehensivo”
a una visión de la sexualidad totalmente exagerada, más propia de alguien
obsesionado con el sexo y que le da a este un lugar supremo. Por ejemplo,
una actividad de ESI de una escuela de Misiones, Argentina, enviada por
una lectora, afirma que “somos sexualidad”, que el sexo es “uno de los
fundamentos de la experiencia humana” y llega al extremo de afirmar que
los cinco sentidos, las palabras y expresiones son formas de la sexualidad...
Y otro ejemplo enviado desde México y distribuido por la Secretaría de
Educación Pública incluso considera que el abrazo de una niña a su madre
es una relación sexual...

A los niños se les enseña a partir del prescolar que existe la llamada
“expresión sexual”, la cual es una necesidad humana básica que debe ser
satisfecha. Por esa razón se debe enseñar a partir de los 3 o 4 años qué es
una relación sexual, hay que explicar las distintas “orientaciones sexuales”
en un contexto totalmente vacío de conceptos neurobiológicos,
psicológicos, éticos y filosóficos, donde todo vale mientras sea consentido.
Se les debe hablar acerca de sus genitales, como si los padres fuesen unos
inútiles que ignoran hasta el vocabulario básico del ser humano... Es más,
los programas de la ESI en Argentina señalan que se debe comenzar a
adoctrinar ¡a los 45 días de edad!66

Como ejemplo, compartimos aquí algunas frases y conceptos corrientes que


uno se encuentra en las guías para ESI a partir de la cual se elaboran los
distintos programas de educación, pero que en su totalidad darían para todo
un libro sobre la materia.67

La guía de la IPPF (International Planned Parenthood Federation) indica


que a niños de 5 años se les debe enseñar que “todos tenemos pensamientos
y fantasías sexuales” y que “hay diferentes maneras de recibir placer
sexual”.68 ¿Acaso están predisponiendo a los niños para que sean abusados?
Otro programa de SIECUS aconseja enseñar a niños de 5 años que: “Hay
partes del cuerpo que se sienten placenteras cuando te las tocas”.69 Otro
texto de ESI producido por Planned Parenthood alienta que a los 5 años se
debe enseñar al niño que “es normal tocarse los genitales para producir
placer y que se debe hacer solo en privado”.70 Como padres, ¿consideran
que esto es apropiado para un niño de 5 años? La guía técnica de la
UNESCO incluso afirma que sin la ESI se “limita su capacidad [la del niño]
de decidir sobre sus propias prácticas y relaciones sexuales”,71 por lo que
gracias a la ESI el niño va a ser “capaz de desarrollar las aptitudes
necesarias para apoyar elecciones saludables: esto incluye la capacidad de
[...] formar relaciones respetuosas y saludables con parejas románticas o
sexuales”.72

En cuanto a los objetivos de aprendizaje entre los 5 y 8 años, la UNESCO


propone como idea central el enseñar que es natural explorar y tocarse las
partes del cuerpo” y que hay partes que “sienten placer cuando se tocan”;
enseñar que “el tocarse los genitales se llama masturbación”, la cual “no es
dañina, pero debe hacerse en privado”.73

Para los niños de 9 años, Planned Parenthood recomienda que ya deben


saber lo básico referido a relaciones sexuales y anticonceptivos, que hay
“distintos tipos de familia” y que “no hay una forma de familia mejor que
otra”, que debe abandonar los “estereotipos de género”, que “la identidad
sexual incluye la orientación sexual”, debe saber “cómo prevenir
enfermedades de transmisión sexual”, que “no solo se tienen relaciones
sexuales para tener un bebé”, que “es común masturbarse”, que “hay
muchas alternativas al sexo genital”, deben saber “qué es la anticoncepción
de emergencia”, “cómo usar los anticonceptivos”, “qué es el aborto”, entre
otros temas.74 Ahora bien, ¿es necesario informar a un niño de 9 años sobre
estos temas y desde esa perspectiva carente de contexto?

Para los adolescentes, Planned Parenthood recomienda enseñar “el papel


positivo que la sexualidad y el placer sexual deben tener en la vida”. Pero
reconoce que “las infecciones de transmisión sexual se pueden transmitir a
través del sexo vaginal, oral y anal,” por lo que hay que enseñar también a
practicar “actividades más seguras que el sexo genital”. Ahora agárrense
con lo que se afirma: recomienda “actividades tales como frotarse contra
una pareja mientras ambos están completamente vestidos, darle placer a la
pareja usando los dedos o la mano y buscar placer por medio del celular o el
cibersexo”...75

Además, el carácter ideológico de las distintas definiciones de la


“sexualidad humana” empleadas en programas de la ESI son tomadas de
una agencia propiamente política, la Organización Mundial de la Salud. La
OMS define a la sexualidad como “una dimensión fundamental del hecho
de ser humano. [...] Se expresa en forma de pensamientos, fantasías, deseos,
creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas, roles y relaciones. La
sexualidad es el resultado de la interacción de factores biológicos,
psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y religiosos o espirituales.
[...] En resumen, la sexualidad se practica y se expresa en todo lo que
somos, sentimos, pensamos y hacemos”.76 Es decir, son tantos los
fenómenos que enmarca, que en definitiva lo que se define es en realidad la
experiencia humana, no un aspecto de ella, o, si invertimos la proposición,
lo que hace la OMS es definir al ser humano como ser sexual, tal como lo
proponían Freud y Kinsey. Esto debería bastar para entender que la OMS no
solo es una agencia corrupta políticamente, sino sobre todo
ideológicamente.

Hablamos de una “sexualidad integral” porque abarca todo lo que significa


ser humano. Y, lo que es peor, los programas de ESI pretenden adoctrinar a
los niños en este punto central: que es la sexualidad lo que constituye al ser
humano como tal. Lo dice la misma OMS: “Consideramos a la sexualidad
como una de las dimensiones constitutivas de la persona, relevante para su
despliegue y bienestar durante toda la vida, que abarca tanto aspectos
biológicos, como psicológicos, socioculturales, afectivos y éticos”.77 Esto
tal vez explique la insistencia en iniciar sexualmente a los niños y jóvenes
ya que, de no ser sexualmente activos, se da la impresión de que un niño o
adolescente no estaría constituyéndose como persona... Esto no es
exageración, como se lee en un programa de ESI en Argentina: en el jardín
de infantes “los chicos y las chicas necesitan saber qué son las relaciones
sexuales o qué es hacer el amor”.78 Se insiste una y otra vez en introducir al
niño, incluso en el jardín de infantes, en la práctica sexual. Este es el
contenido actual que “comprende a los niños y las niñas desde los 45 días
hasta los cinco años de edad inclusive, siendo obligatorio el último año” en
Argentina/79 Sin palabras.

No hay que olvidar la función de la ESI en el proceso de “liberación


sexual” del niño. No porque sí José Ignacio Munilla contundentemente
resume a qué apunta la educación sexual contemporánea: “La gran mayoría
de los cursos de educación afectivo-sexual que se imparten en la red de
enseñanza pública son abiertamente antinaturales por haber asumido la
ideología de género. No ofrecen una educación sexual, sino una mera
enseñanza de la práctica genital”.80

Además, otro problema central de la sexualidad humana que promueven los


programas de ESI es que deja de lado el desarrollo natural de la sexualidad,
imponiendo distintos tipos de prácticas sexuales bajo el engaño de la
diversidad sexual, rechazando de plano la dimensión biológica, cognitiva,
emocional, social y espiritual del ser humano. Esta complejidad de
dimensiones y aspectos deben ser unidos armónicamente para poder
madurar como persona, ya que solo asi se podrá experimentar de manera
plena el amor humano.

¿Una ESI laica y científica?

El argumento de quienes promueven la ESI radica en la afirmación de que


es “laica” y científica . Posiblemente con “laica” quieren acentuar que no
debe tener ninguna consideración moral”, ya que ideológicamente se
equipara moral con religión. La moral, sin embargo, es un campo que,
aunque esté ligado a la tradición religiosa de nuestra Civilización
Occidental, en cuanto ciencia se puede independizar de la cuestión
teológica. Tanto la ética filosófica como la bioética ofrecen a partir de la
razón una valoración moral a la técnica, la ciencia, la medicina y la
sexualidad. Si se pretende ofrecer una visión comprehensiva de la
sexualidad humana, es imposible dejar de lado la cuestión ética. Pero en los
manuales de ESI el tratamiento ético o moral brilla por su ausencia. Más
que educación “laica” se debería llamar educación “sesgada”, “parcial”,
“ignorante” de los avances bioéticos y los descubrimientos científicos de
los últimos años.

Es así que los programas de ESI no solo ignoran la ética, sino que también
dejan de lado por completo los avances de la neurobiología, endocrinología,
genética, biología, psiquiatría y psicología. Por el contrario, la ESI se basa
en una especie de pseudociencia con la intención de confirmar la ideología
de base en cada manual. Cualquier mención a la ciencia es de modo
“selectivo”, es decir, omitiendo los datos que contradigan su agenda, lo cual
manifiesta un grado enorme de deshonestidad al hablar del aborto,
cuestiones de género, homosexualidad, etc.
Un ejemplo claro se manifiesta en cómo los programas de ESI hablan de
todo concepto como una “construcción social”, que el ser varón o mujer es
algo impuesto por los padres, que el mismo sexo biológico es una
construcción social para justificar “relaciones de poder” y otras
barbaridades. Jamás escucharán lo que nos enseña la embriología con
respecto al momento de la concepción, cuando se une el óvulo con el
espermatozoide y no solo comienza la vida humana, sino que además se
configura la estructura genética de la persona como varón (XY) o mujer
(XX). Tampoco aprenderán que la neurobiología nos enseña que el cerebro
se desarrolla de manera muy distinta en el varón y la mujer ya desde el
vientre de la madre. Si el ser varón o mujer fuese una construcción social,
no debería haber diferencia alguna al momento de nacer, cuando en realidad
las mayores diferencias cerebrales entre el varón y la mujer ocurren durante
el desarrollo fetal.

Los datos de la ciencia son sistemáticamente excluidos de los programas de


ESI. ¿Por qué? Porque los datos científicos contradicen la agenda
ideológica que se quiere imponer a través de estos programas, contradicen
la realidad de la vida desde la concepción, contradicen la “igualdad de
género” y las falsas “relaciones de poder”, contradicen que un “hombre
trans” es un hombre y que una “mujer trans es mujer, contradicen que un
hombre tiene vulva y una mujer un pene. Los datos a veces duelen. Pero
cuando de educación se trata, son las razones las que cuentan, no los
sentimientos susceptibles de los activistas que buscan adoctrinar a nuestros
hijos y que reciben todo el apoyo de la ONU y su Agenda 2030.

Conclusión

Al finalizar este capítulo, queremos dejar en claro una vez más que la ESI
no solo es una herramienta de adoctrinamiento de la niñez y adolescencia,
sino que es principalmente un elemento esencial en esta revolución o
proceso de transformación cultural centrado en la sexualidad humana y,
especialmente, en la identidad personal.

Un ejemplo claro y concreto es la creación del Observatorio de la ESI en la


Argentina, un organismo estatal donde convergen funcionarios públicos,
diversas ONGs (la organización feminista FEIM, la Fundación Huésped,
Amnistía Internacional) y las mismas agencias de las Naciones Unidas
(UNICEF, UNESCO, el Fondo de Población de la ONU) con el objetivo de
controlar el dictado de la ESI en todo el país y promover la agenda de
género y el aborto.81 En la presentación de dicho organismo de control se
hicieron varias declaraciones que es importante rescatar, porque no hacen
más que confirmar lo que venimos denunciando a lo largo de este libro. Las
palabras fueron dichas en un contexto local, pero, sin embargo, el proyecto
al que aluden es algo que la ONU pretende para toda Hispanoamérica y
resto del mundo.

El ministro de educación Nicolás Trotta afirmó que “Las leyes no se


discuten, las leyes hay que aplicarlas”’.82 Dejando de lado el carácter
totalitario e ilógico de su planteo (de ser así, la esclavitud debería ser legal
en nuestros días), lo que salta a la vista es el carácter revolucionario de la
ESI y justificado en un positivismo legal craso, en la mera voluntad del
legislador. Elizabeth Gómez Alcorta, ministra a cargo del Ministerio de las
Mujeres, Géneros y Diversidad, afirmó por su parte y sin tapujos que “La
ESI, junto con la Ley Micaela, son dos herramientas estratégicas para la
transformación cultural de la sociedad”.83 Nuevamente queda claro el
carácter transformativo de la cultura por medio de la ESI, como venimos
argumentando. Luego agregó la misma ministra: “La ESI es una
herramienta fundamental para incorporar la perspectiva de género y la
diversidad”,84 Quedaron atrás los días en que nos llamaban conspiranóicos
cuando denunciábamos que la ESI era una herramienta para introducir la
ideología de género entre los niños... También lo afirmó el mismo ministro
de educación: “Para nosotros la ESI es una herramienta centralpara
reconfigurar nuestra sociedad”.85 Tranquilamente podría haber dicho
“resetear” nuestra cultura y el significado sería el mismo. En un tono ya
más ideológico, propio del marxismo sexualizado, María Cecilia Velázquez,
presidente del Consejo Federal de Educación, no tuvo problemas en afirmar
que “Esta ley interpela al patriarcado en su historia de desigualdad, no solo
con las mujeres sino con las disidencias en general”.86 Por “disidencias” se
refiere a todo tipo de perversión sexual que, en un gesto “político”, van
contra la “norma heterosexual binaria”.

Con respecto a la urgencia de comenzar cuanto antes el proceso de


adoctrinamiento, lo aclaró la misma “defensora de los Derechos del Niño”,
Marisa Graham: “La ESI debe comenzar desde el nivel inicial, debemos
remover los obstáculos en los más chiquitos” 87 ¿A qué obstáculos se
refiere? ¿a los obstáculos sociales y morales a los que aludían los ideólogos
mencionados en el capítulo 2?

Y si alguien a esta altura duda de la injerencia de la ONU en estas


cuestiones, nos lo aclara Luisa Brumana, cabeza de UNICEF en la
Argentina: “UNICEF trabaja junto al Ministerio de Educación Nacional
para lograr el efectivo cumplimiento de la ESI”.88 Y María Delfina Veiravé,
presidente del Consejo Interuniversitario Nacional, agrega: “Las
universidades nacionales venimos trabajando para incorporar de manera
sistemática y transversal la perspectiva de género [...] a partir de un
convenio que hicimos con ONU Mujeres”89 Mariana Isasi, representante
del Fondo de Población de la ONU, nos confirma que el objetivo principal
de dicho organismo es la imposición del aborto en Hispanoamérica y la
herramienta para diseminar la mentalidad abortista es la ESI: “Para el
Fondo de Población la educación sexual es un fin en sí mismo, pero
también es un medio para alcanzar otros derechos, por ejemplo, los
derechos sexuales y reproductivos, la prevención del embarazo no
intencional y el acceso a la interrupción legal del embarazo”

Las organizaciones detrás de la ESI están motivadas por el ideal del infame
sexólogo Alfred Kinsey, cuyo trabajo ha sido científicamente demostrado
como falso, por el trabajo eugenésico y de control de la población de
Margaret Sanger (fundadora de Planned Parenthood) y por el trabajo de
feministas radicales y del género, tales como Simone de Beauvoir,
Shulamith Firestone y Judith Butler. Ninguna de estas personas tenía en
mente la salud de los niños, la erradicación de enfermedades o la educación,
sino una revolución y cambio social por la liberación sexual. Esta
revolución se enmarca como una revolución invertida, ya que procede de
altas esferas, no de las masas o el pueblo, y tiene un carácter eminentemente
cultural. Por eso tenemos un solo deseo para con el lector: cada vez que
escuches o leas la palabra ESI, recuerda este capítulo, tus hijos un día te lo
agradecerán.

89. Mariana Isasi, citada en ibid.


1

Cf. Heidi M. Bauer, “Reflections on 100 years of STD Control and


Prevention: What can history teach us about the future?”, Los Angeles STD
Summit, California Department of Public Health, Los Angeles, 2018.
2

Victoria Dolange, Colin Churchward, “The Growing Threat of Gonococcal


¡Blindness , Antibiotics (Basel), 20)18, 7, no. 3, p. 59; X. Gu, Y. Gao, "The
importance of proper and prompt treatment of ocular syphilis: a lesson from
permanent vision loss in 52 eyes”, Journal of the European Academy of
Dermatology and Venereology, 2020, 34, no. 7, pp. 1569-1578.
3

Desarrollaremos este punto histórico más abajo, cuando hablemos del


aborto en el capítulo 12.
4

Cf. Robert W. Kistner, The Pill: Facts and Fallacies About Todays Oral
Contraceptives, New York, Delacorte Press, 1969; Christina Raup, The
Birth Control Pill; Sharon Snider, “The Pill: Thirty Years of Safety
Concerns”, FDA Consumer, 1990, 24,
5

Cf. Rachel Wimpee, “Funding a Sexual Revolution: Lie Kinsey Reports”,


Rockefeller Archive Center, 2020, New York. La misma Fundación sostiene
que el trabajo de Kinsey apuntó a “transformar la sociedad estadounidense
desafiando las percepciones y actitudes estadounidenses hacia el sexo”. Ver
Theresa lacobelli, “Kinsey Reports”, Rockefeller Archive Center, 2013.
6

Cf. Alfred C. Kinsey, An Introduction to Biology, Philadelphia, J. B.


Lippincott Company, 1926; Alfred C. Kinsey, New Introduction to Biology,
Philadelphia, J. B. Lippincott Company, 1933; Alfred C. Kinsey, Methods
in Biology, Philadelphia, J. B. Lippincott Company, 1937.
7

Cf. J. Cashill, Hoodwinked: How Intellectual Hucksters have Hijacked


American Culture, Nashville, Nelson, 2005, p. 243.
8

Cf. American Experience, “Kinsey: Teaching and Research”, PBS, 2021.


9

Cf. Alfred C. Kinsey, Clyde Eugene Martin, Sexual behavior in the human
male, Philadelphia, WB. Saunders Co., 1948.
10

C£.W.,.pp. 160-161
11

Cf. Ibid., p. 677.


12

Cf. R. A. Panzer y M. A. Mosack, The war on intimacy, Westwood, Center


for Relationship Intelligence, 2009, p. 49.
13

Institute for Sex Research.


14

El testimonio de Esther White ante la ONU, con motivo de la acreditación


del Intituto Kinsey como ONG oficial en el 2014, es espeluznante. Ver
Esther White, “Esther White: An Alfred Kinsey Child Victim”, Stop the
Kinsey Institute Coalition, April 12,2014. Ver la importante investigación
de Judith A. Reisman y Edward W Eichel, Kinsey, Sex and Fraud: The
Indoctrination of a People, Lafayette, Lochinvar Inc., 1990.
15

Cf. Estelle B. Freedman, ““Uncontrolled Desires”: Tie Response to the


Sexual Psychopath, 1920-1960”, The Journal of American History, 1984,
74, no. 1, pp. 83-106.
16

Alfred C. Kinsey, Wardell Pomeroy, Sexual Behavior in the Human Female,


Philadelphia, W. B. Saunders Company, 1953, p. 121.
17

Cf. A. Tone, “Historical Influences on Women’s Sexual and Reproductive


Health , en Handbook of Womens Sexual and Reproductive Health, ed. por
G.M. Wingood y DiClemente. R.J., New York: Kluwer Academic/Plenum
Publishers;, 2002, pp. 7-20.
18

Doug Bean, “‘Bloodmoney’: How the abortion industry really works”, CL


Maganize, 2011.
19

Cf. Tomás de Aquino, Summa Contra Gentiles, Editio Leonina manualis,


Romae, Desclée &C.-Herder, 1934, cap. 122.
20

Cf. Mary Manandhar, Sarah Hawkes, “Gender, health and the 203'0 agenda
for sustainable development”, Boletín de la Organización Mundial de la
Salud, 20'18, 96, pp. 644-653.
21

Cf. Ministros de Salud y Educación de Latinoamérica y el Caribe, Prevenir


con educación, Ciudad de Mexico, OREALC/UNESCO, 2010.
22

Organización Mundial de la Salud, Recomendaciones de la OMS sobre


salud y derechos sexuales y reproductivos de los adolescentes, Ginebra,
Organización Mundial de la Salud, 2019, p. 6.
23

¿Y las relaciones homosexuales no son relaciones sexuales? Como veremos


más adelante, propiamente no lo son, ya que la noción de relación sexual
implica unión genital complementaria, es decir, entre el hombre y la mujer.
Las relaciones homosexuales parecen más un acto de masturbación anal.
24

Vernor Muñoz, Informe del Relator Especial de las Naciones Unidas sobre
el derecho a la educación, New York, Naciones Unidas, 2010, p, 8.
25

La presión es tal que incluso congregaciones religiosas están abrazando la


propuesta, por eso Ja urgencia de alertar al respecto. La Compañía de Jesús
(jesuítas) está sumamente involucrada en el proyecto globalista de la ONU,
incluso con representación propia en el Foro Político de Alto Nivel sobre
Desarrollo Sostenible, un mecanismo creado por Naciones l Inidas para dar
seguimiento y evaluar los avances en el cumplimiento de la Agenda 2030.
A su vez, José Cristo Rey (Jarcia Paredes, director del Estudio Teológico
Claretiano, en una alocución del 13 de octubre de 2020 dirigida a los
miembros de su comunidad religiosa, afirmaba que "la ONU nos interpela
con los Objetivos para el desarrollo sostenible”, proponiendo una una
relectura creyente y claretiana de los ODS . Palabras pronunciadas en el
"Encuentro de prefectos de apostolado CMFF .
26

Asamblea General de las Naciones Unidas, 1 rans/orniar nuestro mundo: la


Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, New York, United Nations,
2015, p. L
27

Para profundizar en la agenda ideológica de dichas conferencias, ver Juan


Claudio Sanahuja, Poder global y religión universal, Buenos Aires, Vórtice,
2010; Sanahuja, El desarrollo sustentable-, Michel Schooyans, La cara
oculta de la ONU, México D. F., Editorial Diana, 2002.
28

Asamblea General de las Naciones Unidas, Agenda 2030, n. 31, p. 9.


29

Cf. Sanahuja, El desarrollo sustentable, pp. 24-25.


30

Asamblea General de las Naciones Unidas, Agenda 2030, Objetivo 10.1, p.


24.
31

Gro Harlem Brundtland, The World Health Report 1999, Geneva, World
Health Organization, 1999, p. viii.
32

En el año 2019, Canadá recibió a más de 341.000 residentes permanentes,


30.000 refugiados, 404.000 trabajadores temporales y otorgó 402.000
permisos de estudio (sin estos estudiantes extranjeros el sistema
universitario colapsa por completo). Cf. Marco E. L. Mendicino, 2020
Annual Report to Parliament on Immigration, Ottawa, Immigration,
Refugees and Citizenship Canada, 2020.
33

Asamblea General de las Naciones Unidas, Agenda 2030, n. 29, p. 9.


34

Ibid., Obj. 10.7, p. 24.


35

Ibid., p. 1.
36

Cf. Juan Pablo II, Veritatis Splendor, n. 32.


37

Solzhenitsyn, Acceptance Address.


38

Cf. Sanahuja, El desarrollo sustentable, pp. 39-44.


39

Asamblea General de las Naciones Unidas, Agenda 2030, n. 34, p. 10; obj.
12.3, p. 26.
40

Ibid., n. 41, Obj. 17.7, p. 31.


41
El Papa Francisco, en su Discurso ante la Asamblea General el 25 de
septiembre de 2015, describió la adopción de la Agenda 2030 como “un
importante signo de esperanza”, y en otro discurso del 8 de marzo de 2019
dijo que “la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible [...]
fueron un gran paso adelante para el diálogo mundial”.
42

Asamblea General de las Naciones Unidlas, Agenda 2030, p. 1.


43

David J. Anderson, “Optogenctics, Sex, and Violence in the Brain:


Implications for Psychiatry”, Biological psychiatry, 20'12, 71, no. 12, pp.
1081-1089; David J. Anderson y Liming Wang, Identification of an
aggression-promoting pheromone and its receptor neurons in Drosophila”,
Nature, 2010, 463, no. 7278, pp. 227-231,
44

Asamblea General de las Naciones Unidas, Agenda 2030, n. 20, p. 7.


45

Ibid.
46

Cf. Judith J. 'Thomson, “A Defense of Abortion”, Philosophy and Public


Affairs, 1971, 1, pp. 47-66.
47

Asamblea General de las Naciones Unidas, Agenda 2030, n. 26, p. 8.


48

Ibid.
49

Ibid., n. 21, p. 7.
50

Ibid., n. 55, p. 14.


51

Ibid., n. 21, p. 7.
52

Ibid., Obj. 4.7, p. 20.


53

Cf. Henry Kissinger, “National Security Study Memorandum 200”, U.S.


National Security Council, Washington D. C., April 24,1974.
54

Asamblea General de las Naciones Unidas, Agenda 2030, n. 41, p. 11.


55

Ibid., Obj. 16.8, p. 30.


56

Ibid., n. 41, p. 11.


57

La Agenda 2030 de hecho llama a “las instituciones financieras


internacionales” a respaldar dicho proyecto. Ver ibid., n. 44, p. 12.
58
Un claro ejemplo de esto es el mecanismo que emplea BlackRock, el mayor
fondo inversionista del mundo. Dicho fondo tiene acciones en todas las
grandes compañías farmacéuticas, por lo que le presta dinero a la
Argentina, por ejemplo, para invertir en la compra de vacunas contra el
COVID-19, de tal manera que el dinero no solo vuelve a sus arcas por la
compra y venta de
59

vacunas, sino que se íe suma la deuda impagable que contrae la Argentina


para comprar dichas vacunas. Cf. Ben Bei, BlackRock on healthcare
investment opportunities amid COVID-19”, BlackRock, 2020, New York.
60

Asamblea General de las Naciones Unidas, Agenda, 2030, n. 50, p. 13.


61

Cf. Fulton J. Sheen, Three to get married, New York, Appleton-Century-


Crofts, 1951.
62

Cf. Jorge Scala, IPPF. La multinacional de la muerte, Rosario, J.C.


Ediciones, 1995.
63

Cf. Ibid., pp. 252-262.


64

Fulton J. Sheen, Children & Parents, New York, I VE Press, 2009, p. 11.
65
Ver Muñoz Iturrieta, Atrapado en el cuerpo equivocado, Cap. 3, pp. 113-
136.
66

Cf. Mirta Marina, Educación Sexual Integral para la Educación inicial,


Cuadernos de ESI, Buenos Aires, Ministerio de Educación de la Nación,
2010, p. 12.
67

Ver, por ejemplo, el libro de Miriam Grossman, You re Teaching My Child


What?: A Physician Exposes the Lies of Sex Ed and How They Harm Your
Child, Washington D. C., Regnery Publishing, 2009.
68

Planned Parenthood, “Human Sexuality - What Children Need to Know and


When -At a Glance”.
69

SIECUS, Guidelines for Comprehensive Sexuality Education:


Kindergarten-12th Grade, Fulton Press, 2004, p. 25.
70

Planned Parenthood, “Human Sexuality”.


71

UNESCO, Orientaciones técnicas internacionales sobre educación en


sexualidad: un enfoque basado en la evidencia, Paris, UNESCO, 2018, p.
18.
72

71 Ibid., p. 17.
73

UNESCO, International Guidelines on Sexuality Education: An evidence


informed approach to effective sex, relationships and HIV/STI education,
Paris, UNESCO, 2009, p. 48.
74

Planned Parenthood, “Human Sexuality”.


75

Ibid.
76

Guatemala. Citado en Subsecretaría de Equidad y Calidad Educativa y


Dirección Nacional de Gestión Educativa, Educación Sexual Integral para
la Educación inicial, Buenos Aires, Ministerio de Educación, 2010, p. 11.
77

Ibid., pp. 11-12.


78

Ibid., p. 29.
79

Ibid., p. 12.
80

Munilla y Ruiz Pereda, Sexo con alma y cuerpo, 7.


81
Cf. Ministerio de Educación, “Observatorio Federal de Educación Sexual
Integral Ministerio Educación de la Nación, Buenos Aires, 23 de Octubre,
2020. En Argentina la ESI debe incluir la enseñanza del aborto como
derecho humano por ley.
82

Citado en Mónica del Río, “Controlarán el dictado de ESI”, NOTIVIDA, 26


de octubre de 2020, 20, no. 1216.
83

Elizabeth Gómez Alcorta, citada en Ministerio de Educación, “Se presentó


el Observatorio Federal de la Educación Sexual Integral”, Argentina.gob.ar,
23 de octubre de 2020, Buenos Aires. La Ley Micaela, para los que la
desconozcan, es la herramienta legal por la que obligan a todos los
empleados públicos a recibir adoctrinamiento de género.
84

Elizabeth Gómez Alcorta, citada en del Río, “Controlarán el dictado de


ESI”.
85

Nicolás Trotta citado en Ministerio de Educación, Se presentó el


Observatorio Federal de la Educación Sexual Integral.
86

María Cecilia Velázquez, citada en del Río, “Controlarán el dictado de


ESI”.
87

Marisa Graham, citada en ibid.


88
Luisa Brumana, citadla en ibid.
89

María Delfina Veiravé, citada en ibid.


LA CUESTIÓN DEL “GÉNERO” Y LA
“ORIENTACIÓN SEXUAL”
El componente ideológico, tal vez el más grave de la embestida de la
Agenda 2030, está dado por una ideología radical y central en esta
revolución identitaria y es guía de la misma: la ideología de género. Esta
ideología no es una manifestación más de la revolución identitaria, sino su
culmen, como denunciamos en Atrapado en el cuerpo equivocado. Esa frase
con la que titulamos dicho libro resume el “argumento” que los ideólogos
necesitaban para darle legitimidad cultural a la pretendida “identidad de
género”: los que priman son los sentimientos del hombre idiota y, si el
cuerpo no concuerda con ellos, es hora de “transformarlo”. Pero esta frase
tiene también un carácter profundamente metafísico, aunque los activistas
lo ignoren. La ideología de género plantea una visión metafísica de la
realidad totalmente opuesta a lo que nos manifiestan los sentidos y la
realidad que se impone por sí misma. Y he aquí su carácter profundamente
ideológico: le da prioridad a una convicción interna (la autopercepción)
antes que a la realidad biológica. Es más, la teoría de género inventa la
noción de identidad de género y la separa de la realidad sexual/biológica, de
tal manera que produce una separación de la realidad genética de la persona
de su consideración personal y social. Ya no importa la realidad, sino lo que
el hombre idiota sienta sobre sí mismo, pero que, a la vez y
paradójicamente, necesita validación social para lograrlo. De ahí el
elemento totalitario que acompaña a dicha ideología, como veremos, ya que
exige el reconocimiento social para poder constituir completamente esa
identidad.

La revolución ideológica planteada en el capítulo 2 culmina con la


normalización de la identidad de género en sus infinitas manifestaciones.
En este contexto, tanto la Agenda 2030 de la ONU, como los distintos
organismos financieros internacionales, ONGs y fundaciones filantro-
capitalistas, partidos políticos, legislaturas, poderes judiciales, ministerios
de salud y educación, e incluso los nuevos ministerios “de género y
diversidad , están empecinados en lograr llevar la revolución identitaria a su
culmen.
LA CUESTIÓN DEL “GÉNERO” Y LA
“ORIENTACIÓN SEXUAL”
El componente ideológico, tal vez el más grave de la embestida de la
Agenda. 2030, está dado por una ideología radical y central en esta
revolución identitaria y es guía de la misma: la ideología de género. Esta
ideología no es una manifestación más de la revolución identitaria, sino su
culmen, como denunciamos en Atrapado en el cuerpo equivocado. Esa frase
con la que titulamos dicho libro resume el “argumento” que los ideólogos
necesitaban para darle legitimidad cultural a la pretendida “identidad de
género”: los que priman son los sentimientos del hombre idiota y, si el
cuerpo no concuerda con ellos, es hora de “transformarlo” Pero esta frase
tiene también un carácter profundamente metafísico, aunque los activistas
lo ignoren. La ideología de género plantea una visión metafísica de la
realidad totalmente opuesta a lo que nos manifiestan los sentidos y la
realidad que se impone por sí misma. Y he aquí su carácter profundamente
ideológico: le da prioridad a una convicción interna (la autopercepción)
antes que a la realidad biológica. Es más, la teoría de género inventa la
noción de identidad de género y la separa de la realidad sexual/biológica, de
tal manera que produce una separación de la realidad genética de la persona
de su consideración personal y social. Ya no importa la realidad, sino lo que
el hombre idiota sienta sobre sí mismo, pero que, a la vez y
paradójicamente, necesita validación social para lograrlo. De ahí el
elemento totalitario que acompaña a dicha ideología, como veremos, ya que
exige el reconocimiento social para poder constituir completamente esa
identidad.

La revolución ideológica planteada en el capítulo 2 culmina con la


normalización de la identidad de género en sus infinitas manifestaciones.
En este contexto, tanto la Agenda 2030 de la ONU, como los distintos
organismos financieros internacionales, ONGs y fundaciones filantro-
capitalistas, partidos políticos, legislaturas, poderes judiciales, ministerios
de salud y educación, e incluso los nuevos ministerios “de género y
diversidad”, están empecinados en lograr llevar la revolución identitaria a
su culmen.
Las escuelas hoy en día también son uno de los frentes de batalla en la
lucha actual por la implementación de la ideología de género a nivel
mundial. La ESI no es más que una herramienta en esta agenda mucho más
amplia. Así como el sida fue la excusa para introducir el slogan del “sexo
seguro”, se está haciendo un uso político del “bullying” para adoctrinar a
los jóvenes en ideología de género con el supuesto objetivo de proteger a
jóvenes “trans”. Ahora bien, si esto fuese así, se trataría de ayudar a estas
personas con respecto a los factores causantes de su condición.1 Sin
embargo, el método es el contrario: normalizar y afirmar el género según el
cual el estudiante se identifica. A partir de ahí se elaboran reglas de
conducta sobre el uso de los baños en común para no discriminar, se regula
el habla para dirigirse a los estudiantes con pronombres que ellos elijan de
acuerdo con la “identidad de género”, se obliga a los estudiantes a
considerar a alguien como mujer, aunque sea hombre (y viceversa), y se
introduce el lenguaje inclusivo para, como veremos más adelante en el
capítulo 7, destruir el “patriarcado” presente en el lenguaje. De esta manera
los programas para prevenir el “bullying” se han convertido
verdaderamente en programas de “anti desacuerdo”. Quien no esté de
acuerdo con la agenda LGBT es considerado un homofóbico y transfóbico
de extrema derecha. Es decir, no se admite el disentir: todo estudiante debe
aceptar la ideología de género y los padres no se pueden oponer al respecto
ya que, se arguye, es un derecho de sus hijos que debe ser velado y
garantizado por el Estado.

Además, los programas de ESI están imbuidos del vocabulario


postmoderno y sus falsas virtudes: la inclusión y la diversidad. Esto no es
más que una trampa ideológica, porque apunta a crear categorías mentales
de las cuales es difícil escapar una vez que se aceptaron sus falsas premisas.
Si no hay “diversidad”, entonces se dice sin fundamentos que una
institución es opresiva, racista, intolerante. Si no se incluyen determinadas
prácticas sexuales entonces se es un intolerante, o si un educador no enseña
ciertos temas entonces está educando a niños y jóvenes “homofóbicos”.
Pero aquí hay un peligro enorme: el sexo y la sexualidad no se presentan
meramente como actos recreativos de la persona. Son presentados como
“derechos sexuales” porque la práctica sexual es un elemento constitutivo
de lo que significa ser persona. Desde esta perspectiva la sexualidad es el
elemento fundamental y constitutivo de la propia identidad. Sin sexo no es
posible constituirse como persona, de ahí la embestida por hipersexualizar a
los niños en nombre de los derechos humanos y el uso del aparato estatal
para garantizar estos “derechos”.

La causa LGBT

Hoy en día es difícil saber cuán largo es el acrónimo LGBTTIQ2SAA+, ya


que se expande con cada nueva “minoría sexual” que dice representar. Es
significativo que se le haya agregado el signo “más” (+) para indicar la
naturaleza abierta del movimiento que, aunque se presente como un mismo
“colectivo”, su única cohesión está dada por las circunstancias históricas,
las cuales no son suficientes para sostener una unión aparente que tarde o
temprano se romperá.

¿Pero acaso no son un mismo colectivo? Todos los grupos representados en


el acrónimo LGBT+ ciertamente comparten elementos en común. En
primer lugar, podemos mencionar una visión “identitaria” del ser humano,
por la que la práctica sexual determina la constitución personal. Por eso,
aunque sus ideólogos pretendan distinguir marcadamente entre “identidad
de género” y “orientación sexual”, en el marco teórico/ ideológico ambas
nociones están íntimamente conectadas. En segundo lugar, el movimiento
adopta una filosofía común en la que el fundamento ontológico de la
persona ya no es el “ser”, sino la convicción sentimental interna. En tercer
lugar, y tal vez este sea el fundamento verdadero de dicho colectivo, todos
ellos reclaman el estatus de “víctimas” en referencia a la marginación
sexual y estatus político de “minorías sexuales”.

Sin embargo, tarde o temprano, esta “confederación de identidades” está


destinada al fracaso por discrepar en un punto central: el hombre que se
dice homosexual o la mujer que se considera lesbiana no duda de su
realidad biológica, mientras que las identidades transgénero, transexual y
queer están fundamentadas en la negación de la realidad biológica de la
persona humana. Es más, la revolución transgénero tiene como objetivo el
demoler lo que llaman “construcción social”: el ser hombre o mujer. Por
eso, el factor de cohesión en la “comunidad” LGBT+ está dado por el
“enemigo” común, es decir, la pretendida normativa heterosexual, visto no
como una imposición natural, sino como algo impuesto política y
socialmente.

Por eso, como veremos más abajo, el colectivo está fundado en una
verdadera “construcción social” y su unión está más relacionada a
circunstancias históricas que otra cosa. Llegará el día cuando esa alianza se
rompa por tensiones y conflictos internos que ya se manifiestan dentro de la
“comunidad”. El feminismo “ortodoxo”, por ejemplo, está en disputa con el
movimiento transgénero al no aceptar que un hombre pueda ser
transformado en mujer.2 La feminista Germaine Greer es punzante en su
crítica: Gobiernos que tienen pocas mujeres en sus filas se han apurado a
reconocer como

mujeres a hombres que creen que son mujeres y se han castrado para
probarlo, porque no ven a la mujer como de otro sexo sino como sin sexo”.3
4 Y luego continúa su crítica mordaz notando que las cirugías de

“reasignación de sexo” no cambian nada, sino que simplemente remueven


los elementos más distintivos de la anatomía sexual masculina. Ninguno
“ha pedido por un trasplante de ovarios y útero; si el trasplante de úteros y
ovarios fuese mandatorio, los ‘quiero ser mujer desaparecerían de la noche
a la mañana. Y su crítica es certera, porque el que se autopercibe mujer
jamás experimentará dos elementos centrales de la función reproductiva
femenina: la menstruación y el embarazo.

Por lo tanto, una vez que se “psicologiza” la identidad del ser humano y se
la separa totalmente de su realidad fisiológica, cualquier categoría
construida a partir de fe distinción hombre o mujer pierde relevancia. Ser
homosexual, lesbiana o bisexual ya no tendría sentido por su referencia a la
distinción biológica natural. La única manera de que dicha distinción
sobreviva es si se eleva a la categoría de “identidad”, algo que miembros
del conglomerado LGB no están dispuestos a aceptar. Como afirma el
activista gay Dennis Altman: “Si aceptamos que el género es fluido, no
tiene sentido distinguir entre el heterosexual y el homosexual.”5

Falsas etiquetas
Con respecto a la “orientación sexual” y todas las etiquetas que se deducen
a partir de este vago concepto, como el ser heterosexual o experimentar una
tendencia u orientación LGBT, es necesario afirmar que en realidad denotan
una conducta humana, no una propiedad distintiva, fija y biológicamente
determinada. Esto quiere decir que las nociones “heterosexual”,
“homosexual”, “lesbiana”, “bisexual” o las que hacer referencia a los
“géneros” son en sí conceptos simplistas e ideológicos, ya que no
constituyen ninguna identidad personal. Propiamente hablando, el ser
humano puede desarrollar determinadas conductas sexuales y atracciones
por varios factores. Además, dichos conceptos y etiquetas (LGBT) tampoco
corresponden a la realidad concreta y compleja de cada individuo. Por eso,
la educación sexual comete un grave error al introducir la idea de la
“diversidad de identidades”, cuando en realidad lo que tenemos son
distintas

conductas sexuales o problemas sentimentales o incluso trastornos de la


identidad de individuos concretos.6 7

Como explicaremos en el capítulo sobre las distinciones biológicas entre el


hombre y la mujer, el sexo biológico es un aspecto bien definido de la
naturaleza humana. Es algo tan permanente que, salvo problemas genéticos,
hormonales o de origen psicológico, hay una correlación perfecta entre el
sexo biológico y la “orientación sexual” y la propia identidad de la persona.
Los casos de trastornos de desarrollo sexual o de ambigüedad sexual (por
problemas genéticos y hormonales) son consideradas anomalías por la
medicina.' Pero la ideología de género pretende “normalizar” esas
condiciones afirmando que simplemente son “un cuerpo diferente”, sin
atender a la necesidad de atención médica que la persona necesita. Por eso
podemos aseverar sin temor que la biología, la psicología y la filosofía
están de acuerdo en afirmar que el sexo es una realidad corporal y que este
sexo corporal se manifiesta socialmente como una identidad particular: ser
hombre o mujer. La biología no discrimina, a la biología hay que
reconocerla y aceptarla. Que haya personas que tengan dificultades en
identificarse con el propio sexo no significa que el sexo sea algo subjetivo o
fluido o que haya que inventarse un género para acomodar a estas personas.
Además, la psiquiatría ha demostrado claramente que la mayoría de los
niños que no se identifican con su sexo biológico logran superarlo al llegar
a la edad adulta, es decir, con el paso del tiempo. El mismo Manual de
Diagnóstico y Estadística de Desórdenes Mentales, publicado por la
Asociación Americana de Psiquiatría, señala que entre el 70 % al 97 % de
los varones y el 50 % al 8 % de las mujeres diagnosticados con “disforia de
género” la superan al llegar a la edad adulta.8 Por eso es alarmante que
política y legalmente se alienten procedimientos que son no solamente muy
peligrosos, sino también irreversibles. El número de transexuales que se
lamentan de por vida el haber hecho la transición es altísimo, como también
es muy alto el número que busca hacer una “detransición”.9

Estos elementos manifiestan el carácter ideológico de estas políticas


educativas, ya que no atienden la solución que la ciencia y la medicina
pueden proveer. El objetivo es imponer una visión totalitaria de la realidad
sin importarle el bienestar personal de la persona que se considera LGBT.
Es decir, la ideología de género usa la mentira como su arma más letal. Y a
la mentira se la combate con la verdad, en este caso, la verdad científica,
médica y filosófica.

Quienes buscan imponer la ideología de género en nuestra sociedad


necesitan eliminar u ocultar todo aquello que la deslegitima y deja en
evidencia sus profundas contradicciones. Es por eso que afirmarán la
“identidad de género” por encima del sexo biológico, o dirán que ser varón
o mujer es una “construcción social”, o cuando la realidad biológica de la
persona es innegable, buscarán confundir y pretender que existen más de
dos sexos.

La identidad de género

La ideología de género presenta una nueva visión radical de la persona


humana: que cada ser humano “es” el género que prefiere ser. Por eso se
afirma que una niña “trans” es un varón, no una niña que se identifica como
varón. Y prueba de esto es la afirmación tan popularizada y que el activista
LGBT repite de modo ciego, como afirmó Angela Ponce, “Miss” España
2018: “Hay mujeres con pene y hombres con vagina, porque la única clave
para ser mujer es ser y sentirte mujer”.10 Esta es una afirmación metafísica:
cada uno es lo que quiera, y se sienta ser, más allá de la evidencia contraria.
El sentimentalismo es el criterio último del hombre idiota contemporáneo.

Por supuesto que un activista LGBT jamás va a admitir que su postura es


filosófica, ya que solo cuentan los sentimientos y, en consecuencia, le
huyen al debate serio y racional. ¿Qué hacen? Disfrazan sus afirmaciones
de “ciencia” y “medicina”, aunque en realidad la ciencia y la medicina
verdaderas contradicen sus presupuestos pseudofilosóficos, tales como que
el sexo es una construcción social “asignado” al nacer, o sea, impuesto por
los padres. Esta es la razón por la cual la ideología de género ha pervertido
la ciencia y la medicina verdaderas, como se manifiesta en las palabras de
la doctora Deanna Adkins, especialista en cuestiones de genero , quien
afirmó en su testimonio ante una corte federal en los Estados Unidos que el
método más seguro para determinar el género de una persona es su
preferencia por un género determinado. ¿Y la ciencia? Vaya a saber... Para
ella: “Es contrario a las ciencias médicas el usar a los cromosomas,
hormonas, los órganos reproductivos internos, los genitales externos o a las
características sexuales secundarias para eliminar la identidad de género y
clasificar a alguien como hombre o mujer”.11 Realmente sin palabras.
Como Ryan T. Anderson objeta, ¿aplica este criterio al momento de
prescribir una dosis determinada de algún remedio? Porque hay remedios
que tienen distintos efectos en el hombre y la mujer. “¿Acaso la dosis de
medicación depende del sexo biológico del paciente, o de su identidad de
género?”12

Un gran problema es que, tanto en el contexto de la ESI como en el de


nuestra sociedad, no está permitido cuestionar falsos presupuestos
filosóficos: que uno no nace, sino que “se hace”, “se autoconstruye”... que
el género es una “construcción social” impuesta por los padres en los dos
primeros años de edad... que el género es una “construcción personal”
radicalmente independiente de la biología, de tal manera que las
expresiones “varón y masculino podrían, con la misma facilidad, designar
un cuerpo tanto femenino como masculino y mujer y femenino designar
uno masculino con la misma facilidad que uno femenino”, como afirma la
“profetisa” del género Judith Butler.13

¿Obligar a reconocer la identidad de género?


En la era del hombre idiota, la satisfacción personal se encuentra dentro de
sí mismo, en su propio empoderamiento, en el reconocimiento de su
identidad personal, cualquiera sea esta e incluso si es en sí una negación de
su realidad biológica. La sociedad, por otra parte, es vista como corruptora,
ya que etiqueta, impone un sexo biológico (claro ejemplo de esto es el
“unicornio del género”, según el cual es sexo es “asignado” al nacer),
obliga a vivir de acuerdo con expectativas que hacen de la persona un ser
inauténtico. Hay que liberarse de esa sociedad y normas opresivas, por lo
tanto, pero también hay que obligar a esa sociedad que reconozca la
identidad construida a partir de los sentimientos.

He aquí la gran paradoja: construir una identidad en nombre de la libertad


(fundada en los sentimientos) y a su vez obligar al resto a aceptar esa
identidad en nombre de la libertad.14 El hombre idiota, psicológico,
inmanente, necesita paradójicamente del reconocimiento social externo para
podei constituirse en su pretendida identidad. Y por más psicológico e
inmanente que sea, necesita de su colectivo para empoderarse y exigir
“derechos”. Esto es clave para entender los pretendidos y autodenominados
grupos de derechos humanos. El objetivo principal de este activismo es
lograr cambios culturales, políticos e institucionales que afectan a la
sociedad toda. Es por eso que la lucha por el reconocimiento de la identidad
es enmarcada por los activistas como una lucha por “ampliar derechos”.
Según esta ideología, la persona tiene derecho no solo a autopercibirse de
acuerdo con el sentimiento que sea, sino que además tiene el derecho a que
los demás lo reconozcan como tal. El no reconocer ese supuesto derecho es
enmarcado como crimen de odio, daño psicológico, violencia simbólica.
Esto explica el fenómeno de la “cultura de la cancelación” y distintas
medidas totalitarias políticas y legales, tanto en el plano local como global,
que se están tomando. Algunos ejemplos.

El lenguaje que uno usa, el contenido de lo que uno enseña, conferencias,


transmisiones o posteos en redes sociales, se están volviendo
“problemáticos” debido al “daño psicológico” que producen en aquel que sé
identifica con un género determinado, por lo que dicho lenguaje o
contenido debe ser controlado, suprimido y castigado. Esto ha dado origen
al fenómeno de la “cultura de la cancelación” en universidades y compañías
privadas. La gran mayoría de las universidades en Norteamérica cuentan
con oficinas de “diversidad e inclusión”, que funcionan como una verdadera
policía del pensamiento. Otro fenómeno es la declaración del espacio
universitario como un “espacio seguro”, con sus correspondientes agentes
(“safe space marshals”) que controlan el contenido de lo que se habla en el
aula y se dice en conferencias, disfrazado como control a la “conducta
intelectual”. Esto ha resultado en un verdadero “caos ético donde la
intolerancia se disfraza de tolerancia y donde la libertad individual es
aplastada por la tiranía del grupo”, afirma Camila Paglia.15 Y esto se
extiende también al nivel estatal, como es el caso del INADI en la
Argentina, una verdadera policía del pensamiento para atacar a quien no se
pliegue a esta agenda y que hasta el mismo autor del presente libro figura
en la lista negra de los denunciados.16 Con respecto al plano corporativo
privado, una de las carreras más demandadas hoy en día es la de “oficial de
la diversidad e inclusión”, por lo que lian explotado las opciones de
matriculación y certificación universitaria para entrenar en cultura inclusiva
, discriminación inconsciente”, “estrategias para la diversidad e inclusión”,
entre otras propuestas ideológicas.17

En Canadá se creó una lista de pronombres para cada uno de los


pretendidos géneros y es obligatorio, por la Ley 16 (2016), dirigirse a cada
persona según su “género percibido”.18 El mismo “crimen de odio” está
tipificado en la ciudad de Nueva York con multas de hasta US$ 250.000,
mientras que en el estado de California uno puede ir a prisión por la misma
razón.19 Además, la Ley 77 de Ontario (2015) prohíbe cualquier tipo de
terapia para menores que luchan contra la disforia de género u otros
desórdenes de su sexualidad, lo cual va totalmente en contra del consejo de
numerosos psiquiatras.20 La dirección totalitaria que esta ideología está
tomando tiene también repercusiones no imaginadas para la familia. La Ley
89 de Ontario (2017) permite que el Estado se apropie de niños cuyos
padres no están de acuerdo con las políticas e ideologías LGBT y establece
que las agencias gubernamentales prohíban a parejas con convicciones
similares el adoptar niños.21 22

A nivel internacional la embestida es tal que, el 4 de febrero de 2021, el


presidente Biden publicó un Memorandum Presidencial por el que los
derechos LGBTQ serán prioridad durante su mandato. El documento
ordena a las agencias estadounidenses que trabajan en el extranjero a
combatir cualquier medida que afecte a la comunidad LGBTQy ordena al
Departamento de Estado que incluya la violencia, la discriminación y las
leyes anti LGBTQ en su informe anual de derechos humanos. Además,
presiona con incluso emplear sanciones económicas para aquellos países
que no se plieguen al esfuerzo, el cual coincide plenamente con laTyWzí
2030.12

Tampoco podemos olvidarnos de los nefastos Principios de Yogyakarta, de


2006, que son una especie de texto fundacional para el activismo de
derechos humanos. Estos principios pretenden sentar las bases para
formular leyes en relación a la identidad de género y orientación sexual y
no son pocos los países que los han adoptado como parte del programa
político, como es el caso del Frente de Todos de Argentina, que los
menciona como objetivo principal de su programa político para 2019-
2023.23

La misma Agenda. 2030 dedica los Objetivos 5 (igualdad de género) y 10


(reducción de las desigualdades) para imponer el “reconocimiento” de la
identidad de género como derecho humano a nivel mundial. El control es
tal, que la misma ONU publicó un llamado a la contribución del público
para elaborar un informe sobre “Género, orientación sexual e identidad de
género” a presentarse en la Sesión 47 del Consejo de Derechos Humanos de
la ONU.24 En resumen, la ONU tendrá pronto una lista negra de aquellas
personas e instituciones que se opongan a la agenda ideológica del género.
El documento llama a denunciar, para poder así documentar, a “los
principales actores”, sus “argumentos” y los “relatos que, bajo diferentes
líneas de caracterización (incluida la acusación de la denominada ‘ideología
de género’), tratan de eliminar el marco de género de los instrumentos y
procesos de la normativa internacional de derechos humanos y de los
documentos legislativos y normativos nacionales”.25 Entre las narrativas
peligrosas a denunciar se encuentran las “narrativas religiosas o
tradicionales” empleadas para “obstaculizar la adopción de medidas
legislativas o de política pública” en relación al “género, la orientación
sexual y la identidad de género”, además del uso de la libertad religiosa
para “limitar el disfrute de los derechos humanos (incluidos los derechos
sexuales y reproductivos) de las personas LGBT”.26 Se habla de “abordar o
erradicar la violencia y la discriminación”, pero en este contexto no es
violencia en el sentido físico, sino principalmente en el sentido de violencia
por no “reconocer” la identidad del otro.

El informe también busca presionar a los Estados, especialmente en


relación con “medidas de política pública, legislación o acceso a la justicia”
y la aplicación de la “educación sexual integral en las escuelas”.27 Además,
el documento está plagado de ideología: habla de las diferencias de sexo
como “construcción social”, afirma que la “identidad de género” no tiene
“correlación directa y necesaria con el sexo biológico”, defiende “la validez
de una amplia gama de orientaciones sexuales e identidades de género” e
introduce la novedad ideológica de que “la raza y el género están
interconectados”.

Si bien el documento no dice para qué elaborará dicha “lista negra”, esto
significará graves problemas para quienes disientan, como denuncia
Agustín Laje: “Boicot político, boicot laboral, boicot económico,
cancelación cultural, persecución judicial... quienes resisten la ideología de
género podrían convertirse en los primeros parias debidamente registrados
del orden globalista y su policía ideológica”.28

Con respecto al ataque a instituciones religiosas por negar el


reconocimiento de la “identidad de género”, la ONU publicó el informe
anual de derechos humanos del 2020 enfocado en la cuestión de la
“Violencia de género en nombre de la religión o creencias”, preparado por
el Relator especial Ahmed Shaeed. En el informe, Shaeed concluye que la
religión en general -y la cristiana en particular- es un enemigo de los
derechos humanos.29 El documento especifica que la iglesia de
Latinoamérica está constantemente estorbando la legalización del aborto y
las operaciones de reasignación de sexo,30 y que grupos cristianos “han
coartado los programas de educación sexual y reproductiva”.31 Con
respecto a la objeción de conciencia, la ONU demanda que los gobiernos
hagan lo necesario para que los médicos no puedan objetar y negarse a
practicar un aborto o realizar tratamientos de hormonización y reasignación
de sexo para personas LGBT.32 Además, el Relator indica que la teoría
LGBT da pautas para reinterpretar las Sagradas Escrituras, por lo que se
deben rechazar “interpretaciones patriarcales de la doctrina religiosa”.33
En definitiva, el falso derecho al reconocimiento de la identidad
autopercibida no solo limita derechos fundamentales de la persona humana,
tales como el derecho a decir la verdad y la libertad religiosa y de
conciencia, sino que nos obliga a mentir. Pero, según la agenda globalista,
mientras sea en nombre de la diversidad y la inclusión todo está permitido,
excepto el oponerse a la ideología oficial de la. Agenda 2030.

La identidad de género y la destrucción de la Civilización Occidental

Para el hombre idiota e inmanente del presente, tener una identidad


significa que 'sta debe ser reconocida por otros para constituirse
completamente. Ya no basta con la autopercepción fundamentada en los
propios sentimientos y complementada con la liberación sexual. Esta
aspiración es el culmen, podemos decir, del movimiento ideológico que
comienza con el iluminismo racional y se populariza con el Romanticismo.
Esto es debido a que la identidad de género y el reconocimiento público
buscan satisfacer las dos aspiraciones que el mismo Hegel intentó realizar
en su filosofía social: la aspiración a una autonomía absoluta y radical, pero
que a la vez esté insertada en la naturaleza y lia sociedad.34

Recordemos que desde Rousseau la filosofía moderna queda signada por un


rechazo a lo social, debido a su carácter “constructivo” y “opresivo”. He ahí
el dilema social, entonces, que Hegel busca solucionar: autonomía absoluta
y reconocimiento social y pertenencia a la misma sin significar ningún tipo
de imposición (o construcción social en términos posmodernos). ¿Cómo
puedo constituirme en una identidad personal y ser a la vez aceptado por la
sociedad sin que esta me imponga otra identidad que no corresponda con
mis sentimientos? He aquí el dilema de la filosofía social moderna. No
porque sí la teórica del género, Judith Butler, es profundamente hegeliana y
es desde el interior de la filosofía del progreso inmanente de Hegel que
surge la ideología de género como respuesta a este planteo.

Al analizar la relación entre el esclavo y su dueño, Hegel afirma en su


Fenomenología del Espíritu que la autoconciencia existe en sí y para sí en
cuanto que es reconocida por otro.35 Es decir, en términos de la ideología de
género, yo me puedo autopercibir en lo que quiera, pero mi existencia en
cuanto tal depende del ser reconocido por el entorno social para poder
constituirme completamente en esa identidad. Esto se debe a la tensión
constante por la misma naturaleza dialéctica de la identidad personal: por
un lado, están los sentimientos del individuo y, por otro, la comunidad que
debe reconocer el fruto identitario de sus sentimientos. Esto es lo que
explica la presión política y legal por reconocer la identidad del otro. Para
Hegel, el reconocimiento mutuo era esencial para la formación del estado
constitucional moderno.36 Hoy en día, dicho reconocimiento es esencial
para el nuevo orden global, fundado en la ideología, de geneio como
ideología fundante. En definitiva, la filosofía globalista e identitaria actual
es profundamente hegeliana y, en cuanto fundamento de la Agenda 2030,
adquiere un carácter totalitario al obligar a la persona a reconocer una
identidad que no tiene más fundamentos que los propios sentimientos y que
está en completa contradicción con la realidad biológica objetiva.

Esto tiene implicancias nefastas para la estructura política de nuestra


civilización occidental: el juramento por el que uno certifica decir la verdad
y, en consecuencia, la promesa de cumplir lo que se afirma, es el
fundamento de la tradición política occidental. Pero las leyes de “identidad
de género” son una embestida al fundamento político de Occidente.
Expliquemos por qué.

Paolo Prodi, en su obra El sacramento del poder (1992), argumenta que el


“juramento” es fundacional en la cultura occidental cristiana, porque en este
no solo se conjuran la política y la religión, sino que es la forma más
sagrada del lenguaje, ya que se promete que lo dicho se convertirá en
realidad.37 De esa manera, en nuestra tradición occidental, el juramento ha
sido un acto lingüístico especial y con un matiz poderoso, ya que a través
del juramento los seres humanos han invocado a la divinidad como testigo
para dar fe de la verdad de una afirmación o de la sinceridad de una
promesa.38 Por eso el juramento se ha entendido en la tradición occidental
no solo como una forma poderosa de conectar a los humanos con la
divinidad (el ámbito religioso), sino también como una forma igualmente
poderosa de conectar a los humanos entre sí (el ámbito del derecho).39

Para el pensador italiano Giorgio Agamben, por otra parte, más que
“sacramento del poder” (como lo considera Prodi), el juramento es
propiamente el “sacramento del lenguaje” porque, aparte y antes de unir a
los hombres a Dios o entre sí, el juramento obliga a los hombres a cumplir
su propia palabra. Así, el juramento representa la “verificación de las
palabras en los hechos”, es decir, la “correspondencia precisa entre las
palabras y la realidad”.40 Es gracias a que nuestras palabras se corresponden
a la realidad y a que lo que prometemos con el lenguaje lo hacemos
realidad, que podemos formar una familia, establecer relaciones sociales,
conformar un orden político. Sin este fundamento en la verdad es imposible
pretender establecer ninguna relación social o política. Una sociedad basada
en la mentira va camino a su propia destrucción. De ahí la gravedad de
leyes relacionadas a la identidad de género, ya que se obliga a mentir y a
negar la realidad objetiva de la persona humana. Que cantidad de países
impongan la ideología de género por fuerza de ley o que sucumban a la
presión de la ONU al respecto es señal que dichas sociedades están
atravesando su final como civilización y sociedad política. Como ya lo
afirmaba el legislador espartano Licurgo (800-730 a. C.), “el poder que
sostiene a nuestra democracia es el juramento”.41 42

Si dejamos de lado esa obligación para con la verdad que fundó a


Occidente, será señal de que la civilización no solo ha acabado, sino que
vivimos en una pseudocultura que nos llevará a la nada, gracias a la
transformación misma del marxismo, que pasó de la dialéctica materialista
al nihilismo deconstructivista característico del postmodernismo. No porque
sí la actual dictadura cultural es un progresismo enfilado hacia la nada
misma, una verdadera dictadura de la nada que, siguiendo los siete puntos
principales que señala el pensador francés Michel Onfrav, busca destruir la
libertad por el control total y uniformidad del pensamiento, empobrecer la
lengua destruyendo los clásicos e imponiendo el lenguaje inclusivo, abolir
la verdad por medio de la ideologización de la educación y la superioridad
de la idea sobre la realidad, suprimir la historia para poder reescribirla a
voluntad y a partir de ahí proponer una agenda política basada en
opresiones pasadas inexistentes, negar la naturaleza y contraponerla a la
cultura (sexo biológico vs. identidad de género), propagar el odio por la
psicologización del pensamiento crítico (inventar “fobias” para cancelar el
pensamiento: homofobia, transfobia) y, finalmente, aspirar al imperio por
un gobierno elitista progresista (y, en nuestra opinión, eminentemente
global ista).4-
Conclusión

Según los parámetros de la revolución sexual identitaria, la sexualidad es un


elemento fundacional de la identidad personal. Esto explica la centralidad
de los programas de ESI y la agenda ideológica que proponen. Pero ya no
basta con “ampliar derechos”. Quienes crean que la mera tolerancia de
ciertas conductas sexuales o la legalización de las uniones homosexuales y
las leyes de identidad de género han satisfecho la agenda ideológica están
en un grave error. Aquí no se trata solamente de legalizar o descriminalizar
ciertas conductas, sino que principalmente se trata de una cuestión de
reconocimiento: cuando la sociedad reconozca conductas sexuales que
fundamenten una identidad y a la vez reconozca la variedad de identidades
de género, es que se logrará legitimar dichas identidades. Por eso el
esfuerzo totalitario en forzar voluntades y conciencias en favor del
reconocimiento del otro.

Incluso el objetar ciertas conductas sexuales es visto como una objeción a la


identidad personal, no a la conducta. Por eso dicha objeción es vista como
una grave ofensa moral. He aquí la paradoja: se destruye la moral en
nombre de la libertad, pero se erige en su lugar una falsa moral sin
fundamento más que los sentimientos individuales de la persona y a esa
moral se la convierte en religión de Estado. La ideología de género es,
como afirmábamos en nuestra otra obra, una verdadera religión de Estado.43

Cuando nos negamos a mentir y afirmar algo que está totalmente


desconectado de la realidad biológica de la persona, dicha actitud es
interpretada como una violación a lo más íntimo de la identidad personal y
por eso hoy en día ir contra la ideología de género es visto como la
violación más grande de los derechos humanos. Como nota Carl Trueman,
la cuestión de la identidad es, en definitiva, una cuestión de la dignidad
humana, y como la dignidad humana es el fundamento de los derechos
humanos, se ha ideado un nuevo sistema de derechos fundamentados en una
pretendida identidad. Y he aquí el problema fundamental de dicho planteo:
los derechos humanos se basan en una noción de dignidad humana que es
propia de una naturaleza humana universal a todos los seres humanos; lo
nueva dignidad que otorga nuevos derechos, por el contrario, se fundamenta
en el derecho soberano del individuo a la autodeterminación y constitución
personal.44

Pronto llegará el día en el que la ONU establezca nuevos juicios de


Núremberg, ya no para juzgar crímenes contra la humanidad, sino para
juzgar los nuevos crímenes de odio contra la “identidad de género” y la
“diversidad sexual”. Bastará con no asentir al dogma del género para
merecer la hoguera.

CAPÍTULO 7
1

Cf. Muñoz Iturrieta, Atrapado en el cuerpo equivocado, cap. 4.


2

Ver el libro de Mona Charen, Sex Matters: How Modern Feminism Lost
Touch with Science, Love, and Common Sense, New York, Crown Forum,
2018.
3

Germaine Greer, The Whole Woman, New York, Random House, 1999, p.
70.
4

Ibid.
5

Dennis Altman, “The Term ‘LGBTP Confuses Desire, Behaviour and


Identity Its Time for a Rethink”, The Conversation,]^ 18, 2018.
6
Para profundizar este tema, ver Muñoz Iturrieta, Atrapado en el cuerpo
equivocado, cap.

2, pp. 73-112.
7

La causa y tipos de trastornos de desarrollo sexual se explican en ibid., pp.


93-99 y 138-148.
8

Cf. American Psychiatric Association DSM-5 Task Force, Diagnostic and


Statistical Manual of Mental Disorders: DSM-5, 5th ed., Arlington, VA,
American Psychiatric Association, 2013, Section II, 302..
9

segundo es un estudio sobre la gran cantidad de casos de niñas y


adolescentes que realizan cada año la transición hormonal, la cual produce
daños irreparables y de los cuales tarde o temprano se arrepentirán. Cf.
Walter Heyer, Trans Life Survivors, Bowker Identifier Services, 2018;
Abigail Shrier, Irreversible Damage: The Transgender Craze seducing our
Daughters, Washington, DC, Regnery Publishing, 2020.
10

Cf. Raphael Minder, ‘“Tener una vagina no te hace mujer’: Angela Ponce,
la mujer transgénero que quiere ser Miss Universo”, The New York Times,
17 Julio, 2018.
11

Deanna Atkins, Middle District of North Carolina 1:16-cv-00236-TDS-JEP,


p. 7.
12
Anderson, When Harry became Sally, p. 30.
13

Butler, Gender Trouble, p. 6.


14

Como bien lo denuncia Gabriele Kuby, es “la destrucción de la libertad en


nombre de la libertad”. CE Kuby, La Revolución Sexual Global.
15

Camille Paglia, Free Women, Free Men: Sex, Gender, Feminism, New
York, Vintage Books, 2017, p. ix.
16

Ver Sara Delgado, “Entrevistado discriminó por radio y fue denunciado en


el INADI”, La Opinión Austral, Caleta Olivia, 1 Feb. de 2019. Sobre el
INADI ver Cristian Rodrigo Iturralde, El libro negro del INADI: La policía
del pensamiento, Buenos Aires, Buen Combate, 2014.
17

Dichas propuestas han surgido dentro de las universidades más


“prestigiosas” de los Estados Unidos y Canadá, como es el caso de Harvard,
Cornell, Stanford, Georgetown, Princeton, Toronto, Queens, etc.
18

Cf. Jody Wilson-Raybould, “An Act to amend the Canadian Human Rights
Act and the Criminal Code”, Bill C-16, Parliament of Canada, Ottawa,
2016. Se remplaza a he/she por “thon”,

hiz , Inzer , ne , nir , ze , zn , xe y xyr .


19
Cf. Senate of California, “Senate Bill No. 219”, 2017; Eugene Volokh,
“You can be fined for not calling people ‘ze’ or ‘hir,’ if that’s the pronoun
they demand that you use”, The Washington Post, May 17, 2016.
20

Cf. Cheri DiNovo, “Bill 77, Affirming Sexual Orientation and Gender
Identity Act”, 77, Legislative Assembly of Ontario, 2015.
21

Cf. Michael Coteau, “Bill 89, Supporting Children, Youth and Families
Act”, 89, Legislative Assembly of Ontario, Toronto, 2017.
22

Cf. Alexandra Alper y Andrea Shalal, “Biden calls for expanded efforts to
protect LGBTQ rights globally”, Reuters, New York, Feb 4, 2021.
23

Ver https://frentedetodos.org/plataforma
24

Cf. Víctor Madrigal-Borloz, Llamado a contribuciones -para informe:


Género, orientación sexual e identidad de género, Ginebra, Oficina del Alto
Comisionado de Derechos Humanos de te ONU, 2021.
25

Ibid,
26

Ibid.
27
TI. Ibid.
28

Agustín Laje, “La ONU prepara una lista negra de quienes se oponen a la
ideología de género”, La Gaceta de la Iberósfera, Madrid, 18 feb., 2021.
29

CE Ahmed Shaeed, Gender-based violence and discrimination in the name


of religion or belief Geneva, UN Human Rights Council, 24 August 2020.
30

BH no. 29, p. 7.
31

Ibid., no. 36, p. 8.


32

Ibid., no. 44, p. 10.


33

Ibid., no. 50, p. 12.


34

Cf. Charles Taylor, Hegel and Modem Society, Cambridge, Cambridge


University Press, 2015,p.vii.
35

Cf. Hegel, Fenomenología del Espíritu, p. 113.


36
Cf. Stephen Houlgate,^n introduction to Hegel: Freedom, Truth, and
History, 2nd ed. ed., Malden, Blackwell, 2005, p. 68.
37

Cf. Paolo Prodi, II sacramento del potere: il giuramento politico nella storia
costituzionale dell’Occidente, Bologna, Il Mulino, 1992, p. 522.
38

Cf. Stefania Tutino, Shadows of Doubt: Language and Truth in Post-


Reformation Catholic Culture, New York, Oxford University Press, 2014, p.
149.
39

Cf. Ibid,, p. 150


40

Cf. Giorgio Agamben, Il sacramento del lineuaeeio: archeoloeia del


ñuramento, Roma, Laterza, 2008, p. 21.
41

Contra Leocrates, en Lycurgus, Minor Attic Orators, trad, por O. J. Burtt,


vol. 2, Cambridge, Harvard University Press, 1962, p. 79.
42

Michel Onfray, Théorie de la dictature, Paris, Editions Robert Laffont,


2019, pp. 12-13.
43

Cf. Muñoz Iturrieta, Atrapado en el cuerpo equivocado, pp. 68-71.


44
Cf. Trueman, The Rise and Triumph of the Modern Self, pp. 68-69.
EL LENGUAJE INCLUSIVO
Una de las características de los ideólogos contemporáneos es llevar a cabo
una transformación política de los conceptos “claves”, tales como la
definición del matrimonio, el sexo biológico, el aborto e incluso la noción
de “mujer”. La transformación cultural que proponen requiere desmantelar
todo concepto e institución que muestre la realidad. Solo así podrán
institucionalizar la mentira. Y la familia es un objetivo prioritario en este
escenario, por eso el intento de transformar a la mujer y madre bajo el
pretexto de la “igualdad de género”.

El problema no es únicamente ideológico, sino que se pretende imponer


esta transformación social por fuerza de ley y ya se está preparando el
escenario para la marginación legal de madres, padres y familias. Son
numerosos los políticos y gobiernos que se están sumando con entusiasmo a
esta ideología y buscan imponer un “lenguaje inclusivo”, que no es otra
cosa que eliminar los conceptos que expresan la realidad de las relaciones
familiares para así pretender un cambio en las categorías conceptuales de
los niños.

En los Estados Unidos, la Cámara de Representantes introdujo nuevas


reglas a regir en el Congreso, tales como el empleo de lenguaje neutro e
inclusivo en los proyectos de ley, la creación de una “Oficina de la
diversidad y la inclusión” y un nuevo código de conducta “inclusivo”, con
el propósito de promover la “inclusión”, la “diversidad” y los “derechos
LGBTQ+”. Las nuevas reglas pretenden afirmar que hay un espectro de
identidades de género, incluido el “no-binario”, al igual que una variedad de
formas familiares diversas y se elimina y prohíbe toda mención de
pronombres (él/ella) y los conceptos padre , madre , hija e hijo , primo/a ,
suegro/a , cunado/a , padras-» a J » . 1

tro , madrastra , etc.

En Canadá, este intento subversivo y totalitario de eliminar los géneros en


el lenguaje ya es un hecho a partir del 2016. Por la controversial Ley 16 es
obligatorio el usar “pronombres neutros” diseñados por ideólogos del
género que no buscan más que imponer

1. Cf. Anagha Srikanth, “House introduces gender-Neutral Language


in New Rules for Congress”, The Hill, Jan 4, 2021.

una agenda ideológica. Es así que se creó una lista para cada uno de los
pretendidos géneros y es obligatorio por ley el dirigirse a cada persona
según su “género percibido”.1 Allá fueron los tradicionales él y ella, para
dar lugar a nuevas construcciones que no tienen ningún fundamento
biológico (tales como reemplazar a he/she por “th on”, “hiz”, hizer , ne , nir
, ze , ztr , xe y xyr ).

Incluso el himno nacional de Canadá ha sido víctima del mal llamado


“lenguaje inclusivo”. El 31 de enero de 2018, el Senado canadiense aprobó
un proyecto de ley por el cual el himno nacional de Canadá debía ser neutro
(Bill C-210).2 3 El problema, según los senadores que introdujeron la ley, es
que la frase “en todos tus hijos” era discriminatoria y exclusiva. Por eso, la
frase “en tus hijos” ha sido modificada por “en todos nosotros”. Esto forma
parte de un esfuerzo de grupos feministas y representantes de la ideología
del género para transformar el lenguaje que se emplea en la vida pública y
política de la nación. Desde 1980, cuando “O Canuda” se convirtió
oficialmente en el himno del país, se habían introducido 12 proyectos de ley
para despojar al himno de la referencia de género en “tus hijos”, ya que,
según arguyen los ideólogos, es discriminatorio/

Además, en Canadá, se ha establecido un sistema legal paralelo, con Cortes


de Derechos Humanos que imponen pesadas multas y cárcel a quienes no
suscriban a la imposición ideológica del género y sus pronombres por el
“crimen” de no dirigirse a alguien por alguno de los pronombres que esa
persona decida (los cuales pueden fluctuar a lo largo del día).4

En la ciudad de Nueva York, quien no se dirija a una persona con el


pronombre que corresponde a su “género” puede ser multado con hasta US$
250.000, mientras que en el estado de California uno puede ser enviado a
prisión por la misma razón.5
La educación no se salva, al ser el medio ideal para la ideologización de las
futuras generaciones. En Argentina ya hay establecimientos educativos que
en sus tres niveles (primario, secundario y terciario) han aprobado el uso del
“lenguaje inclusivo” en el aula, los exámenes y trabajos académicos. Una
agrupación escolar incluso afirmó que lo que

hacen es “escuela pública, popular y feminista , es decir, llevar la


revolución al aula/ No porque sí el lenguaje inclusivo entró con fuerza en
Argentina durante el debate por la legalización del aborto en el año 2018.
En el plano universitario la lista se engorda cada día siguiendo el camino
ideológico de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, la Facultad de
Psicología de la Universidad de Rosario y la Facultad de Humanidades y
Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de la Patagonia Sanjuan
Bosco.

La Ciudad de Buenos Aires tiene desde el 2019 un Manual de lengua y


literatura de secundario específico para el “lenguaje inclusivo”.6 7 En el
mismo se les enseña a los estudiantes que “el lenguaje inclusivo se
configuró como una alternativa para dar cuenta de la diversidad de géneros
y escapar del sistema binario del español (femenino-masculino)”.8 Además,
resalta que los estudiantes ahora pueden aprender en clase de literatura
sobre “la identidad de género o los géneros no binarios”.9 Incluso da como
tarea diseñar “memes” para explicar la intersexualidad, identificar qué es el
sexismo en el lenguaje, ofrecer razones para la inclusión del lenguaje
igualitario y por qué no usar todas y todos” por no ser lo suficientemente
inclusivo, ya que no tiene en cuenta a las “diversidades de género”.10

En México, la Universidad Iberoamericana, institución jesuíta y


supuestamente católica, anunció en enero de 2021 la creación de “CaDi”.
Este programa fue propuesto por la profesora Capitolina Díaz (de ahí
“CaDi”), investigadora de la Universidad de Valencia, y desarrollado por
Elvia González del Pliego, coordinadora del Programa de Género e
Inclusión de la universidad jesuíta, quienes lo definen como “el primer
traductor de lenguaje inclusivo, una herramienta que ayuda a emplear el
lenguaje incluyente en la redacción de textos”.11 El programa básicamente
detecta toda palabra masculina y da dos o tres opciones “inclusivas”. Lo
gracioso es que, lógicamente, tendría que hacer lo mismo con palabras
femeninas que excluyen a todo varón, pero el trasfondo no es solo
ideológico, sino también ilógico, además de ser una excusa para en realidad
imponer la ideología de género.12

Todo esto nos recuerda a la famosa novela 1984 de George Orwell,


enmarcada en una sociedad caracterizada por tres elementos: la necesidad y
la pobreza extrema, una forma totalitaria de gobierno (el Partido) imposible
de derrocar y la manipulación del lenguaje y el habla para controlar la
sociedad (por medio de una policía del pensamiento).13 Es indudable que
este último elemento se encuentra reflejado en el lenguaje inclusivo y ese
intento de controlar a la sociedad. Pero ¿por qué esta obsesión por eliminar
conceptos? Porque según las categorías filosóficas postmodernas con las
que se manejan estos ideólogos, eliminando el concepto se elimina la
realidad. Es decir, al ser todo “construcción social” la realidad dejaría de
existir una vez que acordemos eliminarla socialmente al dejar de usar estos
conceptos. Obviamente que hay un problema filosófico de fondo, ya que el
ser humano no crea los conceptos de la nada, sino a partir de la percepción
de lo real.

Pero también hay una gran contradicción, ya que, si de lenguaje “inclusivo”


se trata, bastaría con agregar o incluir términos o conceptos, que, por más
que sean falsos o ideológicos, al menos buscarían esa pretendida
inclusividad. En realidad, de inclusivo este lenguaje no tiene nada y de
destructivo lo tiene todo: eliminar conceptos que desmonten la teoría del
género.

Los activistas del género y el lenguaje inclusivo manifiestan su odio a la


“tiranía de la biología”, llamando a una liberación total de cualquier yugo,
incluso si este es natural. Para la feminista radical Firestone, por ejemplo, la
idea de la familia y del núcleo familiar es una idea “opresiva” para la mujer
y por lo tanto debe ser disuelta: “Hay que romper la tiranía de la familia
biológica”, afirmaba.14 De hecho, ella habla de una unidad familiar
biológica que es fruto de una construcción ideológica para la reproducción
humana, lo cual no lleva más que a reafirmar la dominación masculina, ya
que la mujer es de hecho la que tiene que llevar la carga de reproducción
sexual. Por eso, solo si la mujer se levanta y rebela como el marxismo
propuso para el proletariado y toma el control de su cuerpo por medio de la
reproducción sexual (aborto, anticonceptivos), la opresión a la mujer por fin
será superada.

Dentro del feminismo radical hay una corriente que va mucho más allá y
tiene como objeto destruir a la misma mujer, ya que el afirmar su existencia
por medio de un concepto implica afirmar el binario hombre/mujer. Esta es
la posición de la pensadora francesa Monique Wittig (1935-2003), quien
luchó arduamente por abolir los géneros masculino y femenino,
proponiendo un feminismo radical lesbiano. Wittig aborrecía ser
considerada como “mujer”. Para ella, el abolir el uso de la palabra “mujer”
iba a conllevar la abolición de la mujer y del hombre.15 Pero para llevar
esto a cabo, Wittig sostiene que antes es necesario destruir el “género” en el
lenguaje, ya que el idioma es una manifestación de la oposición política
entre los sexos. Y aquí entra de lleno el porqué del lenguaje inclusivo.

El primer paso en este proceso es declarar las categorías “hombre” y


“mujer” en términos materialistas y marxistas. Es decir, hay que declarar las
categorías “mujer” y “hombre” como categorías políticas y económicas, de
tal manera que la clase “mujer” sea presentada como una clase social
oprimida y marginada, víctima del patriarcado opresor. La dialéctica
marxista exige que ambas categorías desaparezcan cuando desaparezcan
ambas clases sociales, ya que, así como no hay esclavo sin dueño, de la
misma manera no hay mujer sin hombre según el pensamiento de Wittig.
Una vez que se eliminen estas categorías, se podrá eliminar la categoría
“sexo”, la cual según ella es la categoría política que funda a la sociedad
como heterosexual y da origen a normas heterosexuales: la
“heteronormatividad”. El hombre y la mujer, para Wittig, solo existen
dentro del sistema heterosexual y por lo tanto es necesario destruir este
sistema para así eliminar al hombre y la mujer en cuanto tales.16 Destruido
el concepto, destruida la realidad.

¿Se entiende mejor ahora por qué se busca eliminar todo concepto que haga
referencia a las realidades masculinas y femeninas? El lenguaje inclusivo y
toda la serie de leyes al respecto buscan quitar reconocimiento legal y
legitimación cu Itur abada realidad biológica del ser humano como hombre
y mujer y tienen como objetivó una sociedad sin género. La “inclusión”
^“tolerancia” y “diversidad” no son mas que una excusa y trampa
ideológica de una falacia que nos afecta a todos como sociedad.

Ahora bien, como mencionábamos más arriba, para llevar a cabo la


supresión del sistema heterosexual y dado que el lenguaje es material y está
conectado al campo político, es necesario hacer esta “subversión del
lenguaje” propuesta por Wittig. Aunque para ella existe en realidad
solamente el género femenino, es preciso abolir toda referencia al género
masculino. El masculino es el universal, abstracto, mientras que solo el
femenino es particular y concreto. ¿Cómo unlversalizar al femenino?
Eliminando el género masculino, pero también al femenino, de tal manera
que experimentemos la realidad desde el punto de vista lesbiano por la
supresión del género.17

Esta es la razón por la que hay una cruzada por eliminar conceptos y así
llevar adelante una revolución del género en la cual el binario
hombre/mujer no tenga ya más lugar en nuestra sociedad. No porque sí,
entonces, se enseña un lenguaje “inclusivo” que modifica las letras “a”, “e”
y “o” por la letra “x”. Es decir, de inclusivo no tiene nada más que el
nombre y de exclusivo lo tiene todo: eliminar las categorías del hombre y la
mujer, padre y madre, hijo e hija, las cuales, como vimos más arriba, están
científicamente fundamentadas en la biología.

Ahora bien, debido al fundamento biológico de dichas categorías, es


imposible suprimir esta distinción en la sociedad, por lo que requeriría de
una intervención legislativa y judicial de carácter totalitario para llevar a
cabo el plan feminista radical de Witting. Ella lo sabía bien y por eso
describió en su obra Las guerrilleras (1969) a un grupo de mujeres
guerreras, quienes crean su propio estado soberano una vez eliminado el
patriarcado. En esta obra no se usan los pronombres él o ella, sino
únicamente el plural colectivo “les” (en francés “ils”).18

¿Se entiende entonces cuál es el problema con el lenguaje inclusivo?


Además, ¿es el lenguaje realmente tan exclusivo que debamos luchar por la
“inclusión”? Es importante tener esto en claro, porque lo que está
ocurriendo con tantos idiomas es fruto de una movida ideológica marxista
para controlar el habla y, en definitiva, el modo de pensar, tal como lo había
planteado Monique Wittig.

La pregunta, entonces, es, ¿por qué han de imponernos tal requisito y


lenguaje inclusivo? ¿Significa que si no aceptamos el discurso del género
somos discriminadores seriales? ¿Tiene nuestro lenguaje algo contra la
mujer? Ciertamente que no. Pero según el feminismo radical, incluso el
nombre de “mujer” es fruto del patriarcado y parte del sistema heterosexual
y, por eso, debe ser destruido. Es decir, de fondo hay una ideología muy
peligrosa, por lo que no debemos permitir que aquellos que están enojados
con el idioma o con sus propias experiencias personales nos castiguen
imponiendo sus propias

••i i„~ mA rada mente.

que sentirán cuando esten en el podio . ¿nrmo ucxai

Si para crear un desarrollo ficticio dd lenguaje estos grupos motivados por


ideologías feministas, marxistas o postmodern istas necesitan controlar la
gramática, entonces hay algo grave de por medio v es nuestro deber el
cuestionarlo, porque en definitiva buscan reconstruir la realidad a imagen y
semejanza de su ideología.

Por cierto, si la palabra “hijos* y el pronombre el son sexistas,¿cómo puede


ser que Ja palabra “hijas" v el pronombre “ella no lo sean? Después detodo,
y esto es lo gracioso, tanto éñeTldíoma español como en eTingtes y muchos
otros, uno puedcjyer “ h i jos” si n pensar en un hombre, pero nadiepuede
leer “ella” o “hijas sm pensar en una mujer. Por eso, el usar el poder del
Estado para obligar a los ciudadanos a utilizar un tipo de lenguaje que
contradiga a la ciencia v el sencido común es totalmente inaceptable.

Estamos ante una verdadérarevolución cultural que tiene un carácter


marcadamente dictatorial. Y, como toda dictadura, esta reprime a través del
aparato jurídico y legal dictando leyes favorables al nuevo absolutismo y
condenando a quien no piense igual. Es en este contexto que es necesario
para los ideólogos de la ESI el destruir el lenguaje y sus conceptos para así
dar lugar a una nueva realidad. Ya que para esta ideología postmodernista la
idea es más verdadera que la misma realidad y los conceptos que la
expresan. No es porque sí que el ataque a la lengua comienza en la escuela,
según sostiene el pensador francés Michel Onfray. Si observamos
atentamente el pasado reciente, veremos cómo han sido los mismos planes
educativos los que destruyeron los métodos de lectura y aprendizaje al
reemplazarlos por otros métodos que no han sido más que dañinos para los
alumnos, ya que rompieron los mecanismos por los que el niño aprendía a
leer, escribir, contar, recordar y pensar.20 19 20 Hoy en día el sistema
educativo solo produce personas superficiales, vacías y sin capacidad de
razonamiento de tal manera que ya no hace falta imponerles una ideología a
la fuerza como le pasó a la generación anterior: ellos la abrazan solos y
libremente, creyendo que al hacerlo están liderando una revolución. Es el
engaño perfecto: cuando el esclavo mismo abraza su esclavitud.

No es de sorprenderse, entonces, el bajo nivel cultural de las masas


reflejado en los entretenedores profesionales que son los mediadores entre
la ideología y el pueblo. El

MMMMM

El lenguaje inclusivo

129

analfabetismo es cosa común y corriente, especialmente en aquellos que


van a la escuela e incluso a la universidad, ya que por años fueron
sometidos a métodos de educación que solo lograron atrofiarles el cerebro.
No porque sí incluso los mismos maestros y profesores universitarios
manifiestan una superficialidad y falta de penetración intelectual tal, que es
imposible que transmitan conocimiento verdadero o la pasión por el saber.
Esto explica cómo pseudofilósofos y pseudopensadores pontifiquen sobre
ideas que de realidad no tienen más que el suspiro que les da vida. Hoy en
día el intelectual promedio es un verdadero vende humo que en su
“sabiduría” se enorgullece de poder traducir el Martín Fierro al “lenguaje
inclusivo”. Y cambiando las “o” por una “e” se cree que lidera una
revolución. En realidad, quien piensa y habla así, ya pereció hace rato y
difícil es la cura para un cerebro reseteado.

CAPÍTULO 8
1

Cf. Wilson-Raybould, “Short An Act to amend the Canadian Human Rights


Act and the Criminal Code”.
2

Cf. Mauril Belanger, “An Act to amend the National Anthem Act (gender)”,
Parliament of Canada, Ottawa, 2018.
3

Cf. John Paul Tasker, “Senate passes bill to make O Canada lyrics gender
neutral”, CBC News, Jan 31, 2018.
4

Cr. Ontario Human Rights Commission, “Questions and answers about


gender identity and pronouns”, Toronto.
5

Cf. Senate of California, “Short Senate Bill No. 219”; Volokh, “You ton be
fined for not calling people ze or hir, if that’s the pronoun they demand that
you use”.
6

Cf. Editorial, “El Mariano Acosta aprobó el lenguaje inclusivo: ¿todas las
escuelas pueden hacerlo?”, Infobae, 28 de Agosto de 2019.
7

Cf. María Constanza Ortiz, Lengua y Literatura: debatir sobre lenguaje


inclusivo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Ministerio de Educación e
Innovación, 2019.
8
Ibid., p. 9.
9

Ibid., p. 10.
10

Cf. Ibid., p. 19.


11

Universidad Iberoamericana, “La IBERO desarrolla CaDi, el primer


traductor de lenguaje incluyente”, La Mirada de la Academia, 11 Ene, 2021,
Ciudad de México.
12

Nuestro amigo Juan Dabdoub, presidente del Consejo Mexicano de la


Familia (ConFamilia), enfatizó en una entrevista que “Los jesuítas de la
IBERO están empeñados desde hace varios años en corregir los ‘errores’
cometidos por Dios en la Creación y a destruir la fe católica. Para eso han
creado una agenda de género, un Observatorio de Género, baños de género,
un Programa de Género, y la ultima novedad: un ‘traductor’ para fortalecer
la perspectiva de género . Ver David Ramos, Universidad jesuíta crea
traductor para generar ‘lenguaje inclusivo AC1 Prensa, 13 de enero de
2021.
13

Cf. George Orwell, 1984, London, Arcturus Publishing, 2018.


14

Firestone, The Dialectic of Sex, p. 11.


15
Cf. Monique Wittig, “One Is Not Born a Woman”, en Feminist Theory
Reader: Local and Global Perspectives, ed. por Carole R, McCann y Seung-
KyungKim, New York: Routledge, 2013, pp. 246-250.
16

Cf. Monique Wittig, “The Category of Sex”, en The Straight Mind and
Other Essays, ed. por Monique Wittig, Boston: Beacon Press, 1992, pp. 5-8.
17

Cf. Wittig, “Point of View: Universal or Particular?”, pp. 60-61.


18

Cf. Monique Wittig, Les Guérilléres, Paris, Les Editions de Minuit, 1969.
19

Tasker, “Senate passes bill to make O Canada lyrics gender neutral”.


20

Cf. Onfray, íhéorie de la dictature, pp. 197-204.


¿IGUALDAD DE GÉNERO? DIFERENCIAS
ENTRE EL HOMBRE Y LA MUJER
Una de las mentiras más grandes que proponen ciertos programas de ESI es
la negación de las diferencias constitutivas entre el hombre y la mujer y las
consecuencias e impacto que esto tiene en el comportamiento humano, en
las enfermedades, el orden social, etc. Toda diferencia se asigna falsamente
a una supuesta “imposición cultural”. No obstante, la realidad es que las
diferencias entre el hombre y la mujer tienen como punto de partida una
diferencia que se encuentra dentro de la molécula del ADN humano: un
único cromosoma, sea X o Y, conduce a múltiples diferencias biológicas,
físicas y de comportamiento.

La gran sorpresa de las diferencias entre el hombre y la mujer es que no


desunen, sino que, por el contrario, los hacen complementarios y esa
complementariedad es más que necesaria para la vida matrimonial y la
crianza de los hijos. Aunque sobre esta complementariedad la ESI hace un
silencio absoluto.

¿Construcción cultural?

Los proponentes de la educación sexual y los filósofos del género cometen


un gran error al afirmar que el ser varón o mujer es una imposición cultural
y que, por lo tanto, no podemos atenernos a distinciones biológicas para
explicar realidades que van mucho más allá. Contra esto es necesario
afirmar que es una grave equivocación el pensar que la naturaleza (que se
manifiesta en la constitución biológica de la persona) es algo estrictamente
separado de las construcciones culturales que han emergido con ella. Es
decir, incluso si el ser “hombre” o “mujer” fuese una construcción cultural,
estas nociones no se dieron por un capricho de una persona o un grupo, sino
que son simplemente la constatación conceptual de una realidad natural y
que es expresada lingüísticamente con una palabra determinada: “hombre”
o “mujer”. Esto significa que dichos conceptos tienen un fundamento en la
naturaleza de la persona, un fundamento biológico y genético, y que,
aunque nuestros antepasados no hayan podido constatar este dato científico,
sabían que se trataba de algo real.

En ese sentido, el ser hombre o mujer no es ni siquiera una creación o


invento humano, al menos no en el sentido más profundo. Por el contrario,
aquí estamos hablando de un aspecto que pertenece inseparablemente a la
naturaleza misma del ser humano. El ser humano, como veremos, es
concebido como hombre o mujer.

Incluso desde el punto de vista evolucionista, la “naturaleza” es aquello que


selecciona” no solamente a los individuos o especies, sino también a las
nociones que utilizamos día a día, lo cual va moldeando la cultura. Veamos
cómo se da este aspecto evolutivo.

En la naturaleza, la selección natural se da por el hecho de que sobreviven


solo aquellos seres que tienen más probabilidades de propagar la propia
especie, es decir sus propios genes, en el tiempo. Por eso se dice que “es la
aptitud la que selecciona . Esa aptitud física hace referencia a la
correspondencia entre el atributo de un determinado organismo y la
demanda natural. Por ejemplo, si el lobo no tuviese la piel que tiene, no
podría sobrevivir al duro y largo invierno de Alaska. Asimismo, es la
complementarle-dad entre el hombre y la mujer en el seno familiar lo que
ha asegurado la permanencia de nuestra especie.

En cuanto a la cultura, hay también una especie de selección natural. No


todas las composiciones musicales logran ir más allá de la efímera
popularidad que gozan. Una canción que se populariza un verano es
fácilmente olvidada el siguiente e incluso detestada por la repetición
monótona de sus acordes. Solamente unas pocas obras musicales y
compositores reciben el honor de lo clásico, lo que perdura a través del
tiempo. Lo mismo ocurre con los libros. Se escriben miles por año, pero
solo un puñado pequeño triunfa y la gran mayoría de estos, sino todos,
verán un triunfo efímero y pasarán al olvido. Esto también ocurre con los
conceptos que empleamos, en este caso el del hombre y la mujer. Se puede
decir que el cerebro humano, por definición, está adaptado a la realidad y
por eso es que hablamos del conocimiento como “realidad
conceptualizada”.1 Los conceptos deben tener por definición una relación
con la realidad. Si esa realidad que un concepto significa se constata, los
conceptos perduran en el tiempo, pero si esa realidad no existe, el concepto
tarde o temprano va a desaparecer. Algún día los arqueólogos del
pensamiento estudiarán las ideas del postmodernismo y el feminismo como
vestigios del pasado que no resistieron la prueba del tiempo por haber sido
categorías vacías, ideológicas y sin sustento.

¿Qué quiere decir esto? Esto quiere decir que mientras más antigua sea una
noción o categoría o característica, más tiempo ha sobrevivido a la
selección natural y le ha dado forma al modo de vida humano. Y esta
característica que ha sobrevivido tanto tiempo puede ser una característica
física, biológica, social o cultural. Lo que importa desde una perspectiva
evolucionaría es la permanencia. Esto nos revela que la duración a través
del espacio y el tiempo de una distinción como la de “hombre y mujer” es
en sí permanente y ha sobrevivido hasta la fecha por algún motivo real.
Esos motivos nos los proporcionan la biología, la genética, el ADN y sus
cromosomas, por más que para algunos estas nociones puedan parecer una
mera construcción cultural o social.

Diferencias biológicas

Desde tiempo inmemorial se ha entendido al ser humano como hombre o


mujer y las ciencias, especialmente la genética, la embriología, la biología y
la zoología lo han confirmado. Aquí no estamos hablando de una
construcción cultural arbitraria como “el patriarcado”. Por lo tanto, incluso
si el ser hombre o mujer fuese una construcción cultural, esta no es para
nada arbitraria.2

¿Qué es lo que hace fundamentalmente que alguien sea hombre o mujer?


No son sus cromosomas, ni los roles que cumplan en la sociedad, sino
lafunción reproductiva.3 Es decir, si esa determinada persona, con todas las
condiciones dadas, fuese a concebir una nueva vida, ¿qué función
cumpliría? ¿La de ovular o la de inseminar el óvulo? La respuesta es lo que
determina si alguien es hombre o mujer. Hay que resaltar esto porque la
función reproductiva es un criterio mucho más profundo aún que la
distinción cromosómica (XX femenino y XY macho), ya que en las aves,
por ejemplo, el par cromosómico es inverso a los mamíferos (ZZ macho y
ZW hembra), por lo cual la zoología emplea la función reproductiva como
criterio último, el cual abarca a todas las especies del planeta.4 Por eso, la
única variable que sirve de base fundamental para

2. Cf. Jordan B. Peterson, 12 Rules for Life: An Antidote to Chaos,


2018, pp. 12-15.

3. Los roles no determinan el sexo, ya que hay aves machos que


cumplen el rol “femenino”, como es el caso de los pingüinos. Cf.
André Ancel, Michael Beaulieu, “The different breeding strategies of
penguins: a review”, Comptes Rendas Biologies, 2013, 336, no. 1, pp.
6-7.

4. Cf. Jennifer A. Marshall Graves y Swathi Shetty, “Sex from W to Z:


Evolution of vertebrate sex chromosomes and sex determining genes”,
Journal of Experimental Zoology, 2001, 290, no. distinguir el sexo es
la reproducción y no otros rasgos biológicos o de comportamiento.
Cualquier otra cosa es ideología.

Los programas de la ESI ocultan esto por completo en su intento ideológico


de transformación cultural, el cual queda al descubierto en las palabras de
Niara Brawer, una de las mentes detras del plan de ESI en Argentina: “La
escuela es uno de los ámbitos específicos para avanzar hacia la
transformación de prácticas culturales fuertemente arraigadas, que
profundizan las desigualdades y obstaculizan el desarrollo integral y pleno
de nuestros niños y niñas ¿Es desigualdad el nacer varón o mujer? Y lo que
es peor, se usa la mentira constantemente, afirmando, por ejemplo, que el
contenido es información científica validada”,2 con lo que se pretende
“desnaturalizar” modos de actuación propios del niño y la niña.

Una idea o concepto es creíble en tanto y cuanto surja como consecuencia


de la investigación realizada en distintos campos, es lo que en la ciencia se
llama “validación”.3 Las ciencias se corroboran mutuamente cuando
afirman que cada ser humano es hombre o mujer dependiendo de la función
reproductiva. La genética, la embriología, la biología y la zoología, cada
una por su parte lo han confirmado, lo cual significa que el “binario”
hombre/mujer es mucho más creíble de lo que se pensaba hasta el
momento. Y es importante recalcar esto porque uno de los problemas de la
ESI es que pretende reemplazar la identidad personal como varón o mujer
por la mentada “identidad de género”, la cual se sustenta en una percepción
fallida de la realidad.

Además de la función reproductiva, la genética nos da otro dato innegable


acerca de la realidad del ser humano como hombre o mujer. En los seres
humanos, cada célula del cuerpo normalmente contiene 23 pares de
cromosomas, lo que da un total de 46 cromosomas. Veintidós de estos
pares, llamados autosomas, tienen el mismo aspecto tanto en el hombre
como en la mujer, aunque el par 23 difiere entre ambos. Estos son los
cromosomas llamados “sexuales”. La mujer tiene dos copias del
cromosoma X (XX), mientras que el hombre tiene un cromosoma de cada
tipo (XY). El cromosoma X está formado por 155 millones de partículas de
ADN y contiene entre 800 y 900 genes. El cromosoma Y, por su parte, está
conformado por 59 millones de partículas de ADN y contiene entre 50 y 60
genes. Uno de estos genes, el gen SRY, es el responsable de producir fe
proteína a cargo del desarrollo sexual y además controla fe actividad de
otros genes durante el proceso de formación de fes gónadas masculinas.

Igualmente es útil reconocer que, más alia de los cromosomas (XX o XY) y
fes manifestaciones estructurales biológicas directas que se siguen de este
hecho biológico, el hombre y 1a mujer coinciden en mucho más de lo que
difieren y, cuando difieren, ambas diferencias se complementan en una
armonía neurobiológica admirable.

Este desarrollo sexual no solamente afecta los genitales, sino también 1a


estructura neurobiológica del ser humano, 1a cual es la base de fes
diferencias de conducta entre el hombre y 1a mujer. ¿Qué pasa cuando una
persona se “autopercibe” de una manera distinta a lo que dicta 1a estructura
neurobiológica? Gracias a los avances de 1a psicología y 1a psiquiatría
entendemos mejor estas condiciones que se encuadran como trastornos de
1a propia identidad y que con el tratamiento psicológico adecuado se
pueden superar.

Diferencias fisiológicas

El deporte nos muestra que fes diferencias entre el hombre y 1a mujer


puedan incluso parecer abismales. La ciencia, por su parte, ha aclarado fes
causas de muchas de estas diferencias físicas y fisiológicas reales entre
ambos sexos. Comencemos con el cerebro, para luego hablar de diferencias
más relacionadas con 1a actividad física.

El cerebro del hombre y 1a mujer difieren no solo en fes regiones cerebrales


especializadas en fe reproducción, sino también en otras regiones tales
como la del procesamiento del conocimiento. Además, el hombre y 1a
mujer muestran diferencias enormes con respecto a fes enfermedades
neurológicas y psiquiátricas y esto está relacionado a fes diferencias
sexuales en ambos. ¿Cuál es el origen de esta diferencia cerebral? La neuro-
biología ha descubierto que fes células cerebrales del hombre no son
equivalentes a fes de fe mujer. Esto es porque dichas células cerebrales
masculinas o femeninas portan un complemento diferente de genes de
cromosomas sexuales y, además, están influenciadas por una mezcla
distinta de hormonas gonadales (testosterona para el hombre y el estró-geno
y feprogesterona en 1a mujer)1. Pero incluso si esas células no fuesen
influenciadas por fes hormonas gonadales durante el embarazo, e incluso si
son expuestas a niveles similares de esferoides gonadales, igual difieren
entre sí como células XX y células XY.

Esto hizo caer fe creencia de que 1a diferencia entre fes células cerebrales
se debía a 1a acción diferencial de fes hormonas gonadales, ya que se
descubrió que 1a diversidad celular existía ya antes de cualquier influencia
hormonal. La diferencia es mucho más profunda, porque tiene que ver con
el sexo genético de cada célula. De esa manera, fes células cerebrales
masculinas y fes femeninas no son equivalentes entre sí y esta

diferencia genética contribuye a las diferencias sexuales en la función


cerebral del hombre y de la mujer.

Además, los cromosomas sexuales presentes en estas células tienen un


efecto diverso en los sistemas neuronales y no neuronales del hombre y la
mujer, lo que refuerza la evidencia de que las células sexuales se
diferencian como masculinas o femeninas incluso antes de la influencia
hormonal.4 Esto también tira por tierra la teoría de que las personas
transexuales u homosexuales lo sean por una influencia hormonal materna
atípica durante el embarazo. Incluso si la hipótesis de la influencia
hormonal en la conducta sexual fuese cierta, la estructura genética de esas
células cerebrales que conforman los sistemas neuronales del cerebro no
dejaría de ser masculina o femenina.5

Ahora vayamos a diferencias relacionadas más con el deporte. La


proporción de masa muscular en niños de ambos sexos hasta la pubertad es
prácticamente idéntica. Sin embargo, el crecimiento de la masa muscular de
la mujer llega a su máximo alrededor de los 15 años, mientras que en el
varón sigue incrementándose hasta los 20. Esto hace que la mujer tenga en
promedio el 72 % de la masa muscular que tiene un varón, algo que marca
una importante diferencia en el rendimiento deportivo.6 ¿A qué se debe esta
diferencia muscular tan grande? Aparte de que la mujer experimenta
variaciones hormonales cíclicas, tiene bajos niveles de testosterona en
comparación al hombre. La diferencia en los resultados es abismal, ya que
el hombre produce hasta 70 veces más testosterona que la mujer. ¿Por qué
la testosterona influye tanto en el desarrollo físico? Porque esta es una
hormona sexual esteroidea que tiene una gran relevancia en la síntesis de
proteínas relacionadas a la formación de masa muscular.7 Es decir, a más

testosterona, más proteínas y, por lo tanto, más masa muscular. Además, el


hombre tiene una capacidad de transmisión de oxígeno más grande que la
mujer, lo que favorece la actividad física y el desarrollo de la musculatura,
mientras que la mujer emplea más energía al respirar porque los músculos
respiratorios usan una porción más grande de oxígeno y, como
consecuencia, se desvía más sangre a los músculos respiratorios que a los
músculos implicados en el ejercicio.8

Otro factor relacionado a la masa muscular es su distribución a lo largo del


cuerpo. En la mujer, la distribución de la masa muscular hace que presente
unos valores de fuerza entre un 40 % y un 60 % menores para el tren
superior y entre un 25 % y un 30 % menores para el tren inferior comparado
con el varón. Y aunque los porcentajes de fibras rápidas y lentas son
similares en ambos sexos, la mujer posee áreas de fibra mucho menores que
las del hombre.9 Sin embargo, la mujer posee también ventajas en este
aspecto. Aunque la mujer alcance valores inferiores en la producción de
fuerza, en contracciones de tipo isométricas, donde no hay flexión de
músculos (por ejemplo, cuando uno agarra una canasta con la mano y la
traslada de un punto a otro), la mujer es capaz de mantener la intensidad
durante más tiempo y es más resistente a la fatiga que el varón,
especialmente en el tren superior.10 Otra ventaja en la mujer es que tiene
más resistencia muscular que el hombre en relación con la fatiga.11

En cuanto a las grasas, la mujer produce una mayor cantidad de estrógeno,


el cual es responsable de que se deposite más grasa en los muslos y caderas,
apoyado por una altísima activación de la enzima lipoproteinlipasa (LPL)
que favorece esta acumulación.12 Esta diferencia en la estructura física le da
una ventaja sustancial al varón, especialmente

en actividades como el atletismo.13 El keniata Eliud Kipchoge obtuvo un


tiempo de 2:01:39 en la maratón de Berlín en el 2018, mientras que la mujer
que ha logrado el mejor tiempo es la keniata Brigid Kosgei, con 2:14:04 en
la maratón de Chicago en el 2019. Aunque es un buen tiempo, más de 3.600
hombres han logrado una mejor marca.

El centro de gravedad del cuerpo también varía en ambos sexos. Las


diferencias en la distribución de la masa muscular, en la acumulación de
tejido adiposo y en el tamaño y forma del esqueleto hacen que el centro de
gravedad se sitúe al 55 % de la altura corporal de la mujer (medida desde el
suelo) y al 57 % de la del hombre.14 Veamos un ejemplo... Un astronauta
tiende a desarrollar ortostasis de reentrada después de una exposición
prolongada a la microgravedad. La ortostasis también la experimentamos a
veces quienes nunca dejamos el planeta tierra cuando nos mareamos al
ponernos de pie. Lo curioso con los astronautas es que este problema es 5
veces más frecuente en mujeres astronautas que en hombres. Los
mecanismos responsables de esta diferenciación tienen que ver con la
diferencia en el centro de gravedad.15

Incluso con respecto al dormir encontramos diferencias biológicas


fundamentales entre el sueño del hombre y de la mujer. Cada uno de
nosotros tiene un reloj biológico interno, lo que se conoce como el “ritmo
circadiano”. Las plantas, por ejemplo, tienen un ritmo de movimiento de 24
horas.16 En la mujer, el reloj circadiano comienza una hora más temprano
que el del hombre, lo que la hace más propensa a dormirse más temprano y
a despertarse más temprano también. La mujer muestra en consecuencia
una mayor inclinación por la actividad al principio del día que el hombre.
Pero el ciclo circadiano de la mujer es seis minutos más corto que el del
hombre, lo que puede tener un impacto significativo en el sueño nocturno y
en los niveles de energía durante el día.17 Por otra parte, se ha demostrado
que seis noches seguidas de mal sueño afectan la productividad

cte la persona, lo cual no se recupera con buen sueño un fin de semana. Sin
embargo, se ha notado que la mujer tiene una mejor capacidad de
desempeño que el hombre cuando ambos atraviesan un estado de cansancio
generalizado.18 También se debe notar que el dormir menos de 8 horas
diarias eleva el riesgo de desarrollar problemas de corazón para ambos,
aunque para la mujer el riesgo es mucho más elevado.19

Una vez más, sean ventajas o desventajas, las diferencias entre el hombre y
la mujer es una realidad con base biológica. Si la ESI reconociera estas
diferencias evitaría que tantas niñas se frustren debido a la supuesta
“igualdad” que pone una presión psicológica sin sentido en cada una de sus
elecciones.

Diferencias psicológicas entre el hombre y la mujer

La psicología estudia, entre otras cosas, los rasgos psicológicos de la


personalidad. Estos rasgos son formas relativamente estables de pensar y
comportarse que se pueden emplear para describir a una persona y
compararla y contrastarla con otras. La psicología distingue seis rasgos
principales que reflejan una parte clave de cómo una persona piensa, siente
y se comporta.20

1) Apertura a la experiencia (incluye aspectos como la curiosidad


intelectual y la imaginación creativa).

2) Conciencia (organización, productividad, responsabilidad).

3) Extroversion (capacidad de sociabilidad; su opuesto es la


introversión).

4) Amabilidad (compasión, respeto, confianza en los demás).


5) Neuroticismo (tendencias hacia la ansiedad y la depresión).

6) Honestidad y humildad (sinceridad, modestia, desinterés en la fama


o riquezas).

Cada uno de nosotros presenta estos rasgos en distintos grados, aunque en


algunas personas algún rasgo se manifiesta más profundamente que otros.
Por ejemplo, hay personas que son más amables que otras, o con una mayor
tendencia a la tristeza y depresión, o más productivos, etc. Además, hay
rasgos que se encuentran más marcados en el hombre que la mujer y
viceversa, lo cual no significa que no haya mujeres agresivas, pero por lo
general el hombre es más agresivo que la mujer. Por eso, en toda discusión
sobre la “igualdad de género”, es importante notar si estos rasgos concretos
se dan de manera igual entre el hombre y la mujer, o si hay variaciones
importantes de acuerdo con el sexo de la persona. Esto también ayudará a
comprender si la tan mentada “igualdad de género” tiene fundamentos en la
psicología de la persona y su estructura neurobiológica, o simplemente es
una imposición política que a la larga no va a lograr ningún resultado y
puede incluso ser perjudicial para la persona desde el punto de vista
psicológico.

Para los ideólogos del género, el ser hombre o mujer es una cuestión
cultural, impuesta por nuestros padres al nacer. Esto quiere decir que el
modo de actuar, pensar, reaccionar e incluso los mismos rasgos psicológicos
de cada persona son algo impuesto por el contexto social y cultural. ¿Qué
significa esto en el contexto de los programas de ESI? Que hay que liberar
al ser humano de estas categorías opresoras” y de esas conductas impuestas.
¿Pero qué dice la ciencia al respecto de estas conductas características?

Los psicólogos Richard Lynn y Terence Martin concluyeron en un estudio


de 1997 con datos provenientes de 37 países y de culturas tan diferentes
como Uganda y Canadá, la India y México, Japón y España, que las
diferencias de personalidad entre el hombre y la mujer se replican a lo largo
y ancho del planeta. El estudio mostró cómo hay una diferencia substancial
entre el hombre y la mujer cuando se trata de neuroticismo: la mujer obtenía
una media mucho más elevada que el hombre. Pero con respecto al
psicocicismo (un rasgo caracterizado como agresión y hostilidad) se daba lo
contrario: el hombre tenía puntajes más elevados de este rasgo psicológico
comparado con la mujer. El hombre también resultó ser generalmente más
extrovertido que la mujer. Los datos mostraban, asimismo, que el hombre es
indudablemente más agresivo que la mujer, además de manifestar esta
agresividad físicamente (la mujer muestra más la agresión por medio de las
palabras).21 Debido a la universalidad de dicha diferencia, se propuso que
tenían un fundamento genético y neurobiológico, como profundizaremos en
el próximo punto.22

Otro estudio de 2008, elaborado con datos provenientes de 200.000


participantes de 53 países, también encontró que la mujer difiere
significantemente del hombre en los rasgos psicológicos que se analizaron
(extraversión, amabilidad, neuroticismo) y con respecto a las preferencias
ocupacionales típicas del hombre o la mujer. Además, una de las diferencias
más grandes entre el hombre y la mujer se dio con relación a sus intereses:
los hombres tienen más interés en actividades y ocupaciones orientadas a
las cosas (mecánica, carpintería, ingeniería), mientras que las mujeres
muestran más interés en actividades y ocupaciones orientadas a las personas
(secretaría, consejería, educación primaria, enfermería).23 ¿Construcción
social? Los datos muestran otra realidad: la igualdad de género y el
desarrollo económico en una nación van asociados con diferencias aún más
acentuadas entre el hombre y la mujer, contrario a las predicciones

de la teoría de los toles sociales, como se concluyó en otro estudio de en el


2009?’

Jppa y colegas

En el 2011, investigadores de distintas universidades de los Estados Unidos


y Canadá replicaron las mismas diferencias psicológicas, aunque notaron
que estas diferencias son mucho más profundas de lo que se suponía: las
mujeres presentaron niveles más altos de extroversion, amabilidad y
neuroticismo que los hombres. ¿Qué significa esto? Que aunque puedan
haber hombres más extrovertidos, amables o neuróticos que una mujer, en
cuanto se mide el promedio en la mujer y en el hombre se nota una gran
diferencia entre ambos.24 25
¿Qué hay de ideológico en la propuesta de la igualdad absoluta entre el
hombre y la mujer? En primer lugar, la psicología nos muestra que el
hombre y la mujer poseen rasgos psicológicos característicos y muy
diferentes entre sí. En segundo lugar, la biología y la zoología nos muestran
que estos rasgos psicológicos tienen una base biológica y genética, ligada
incluso a la estructura cerebral, por lo que es imposible librarse de estos
rasgos y conductas (el resultado sería la represión, la cual tiene efectos
psicológicos desastrosos para la persona). En tercer lugar, el planteo
ideológico de la igualdad se lograría solo por la represión y métodos de
ingeniería social, pero la maduración humana no consiste en “suprimir” y
“reprimir” comportamientos propios del varón o la mujer, sino en educar
estas tendencias y rasgos, es decir, guiar y emplear esas fuerzas psicológicas
en el crecimiento y maduración personal, especialmente en la adquisición
de buenos hábitos: la virtud.

Consecuencias en el comportamiento

La ESI desconoce las diferencias entre el varón y la mujer con relación a la


conducta y los rasgos psicológicos propios de cada sexo, ambos
ampliamente demostrados por la ciencia.26

El pretender negar que los varones no se diferencian de las niñas en el


juego, por ejemplo, es una ilusión utópica. La contradicción más lamentable
se ve en el no permitir en el jardín de infantes que los varones jueguen a los
autitos y las nenas en la casita, ya que según estos programas “no hay que
perpetuar juegos que alientan roles tradicionales”, sino que además se acota
que con la casita hay un el problema extra: “se reproduce una estructura
familiar patriarcal”.'0 Esto es ejercer violencia sobre las tendencias
neurobiológicas de los niños.

También difieren el hombre de la mujer en las amistades. Los hombres


tienden a forjar amistades alrededor de actividades deportivas, el
intercambio de herramientas, arreglar autos, ir a eventos deportivos o viajar,
mientras que las mujeres son más propensas a compartir emociones y hablar
sobre sentimientos. Los hombres nunca se juntan a compartir emociones,
sino que practican un deporte y cuando terminan se van a tomar una buena
cerveza y a contar chistes. Por eso se dice que las amistades de los hombres
tienden a ser más “instrumentales’ v menos emocionales, mientras que la
mujer tiende a compartir emociones \ sentimientos.

Hablando de humor, incluso hasta en eso difiere el hombre de la mujer. Con


los avances de la tecnología, especialmente poi las técnicas Je resonancia
magnética funcional, se ha podido constatar que los hombres \ las mu|crcs
procesan el humor de manera diferente. Lo que se hace en una resonancia
magnética funcional es medir el flujo de sangre en varias partes del cerebro:
cuanta mas sangre, más activa la región (y más colorida es la imagen). Un
estudio de 2011 sobre las diferencias ncu roñales al procesar una caricatura
o viñeta cómica descubrió interesantes diferencias. Cuando una mujer ve
una caricatura, se activa el sistema ventral implicado en la detección y
valoración de la emoción, incluyendo la amígdala, la ínsula y el córtcx del
cíngulo anterior (cuya función es transmitir las señales neuronales entre los
hemisferios cerebrales derecho e izquierdo). En el hombre, en cambio, se
activan los sistemas de procesamiento ventral y 27 28 dorsal, por lo que se
procesa rápidamente la información. Esto significa que las mujeres
procesan el humor a través de la reactividad límbica, por lo que se detienen
en la evaluación de sus características emocionales, mientras que los
hombres aplican recursos ejecutivos más evaluativos al procesar el humor.29
Tal vez esta es la razón porqué en ciertas ocasiones el hombre entiende un
chiste inmediatamente y la mujer se queda evaluando otros aspectos que no
le causan gracia. Además, la evaluación que hace la mujer también
explicaría por qué no le atrae ni le gusta el humor sexual y agresivo, a
diferencia del hombre que encuentra gracia en esto (pensemos en los
bloopers de accidentes que hacen llorar de risa a un hombre y perturban a
una mujer).

No podemos dejar sin tocar el tema de la “violencia”, especialmente por el


énfasis que se hace de la misma en los programas de la ESI, obsesionados
con eliminar la ‘ violencia machista” y “patriarcal” de la sociedad. Para
lograr este objetivo, se plantea que la masculinidad es “tóxica”, ya que
supuestamente esta masculinidad ha sido el instrumento de dominación del
hombre para subyugar a la mujer y sus hijos. ¿Qué hacer al respecto?
Socializar al varón como si fuese una niña, ya que se afirma (erróneamente)
que el modo propio de actuar del varón no se debe a su biología y
naturaleza propia, sino que se le ha enseñado a actuar como tal... Leonard
Eron, por ejemplo, afirma que “para reducir el nivel de agresión en nuestra
sociedad, es esencial que intervengamos temprano en la socialización de los
niños para que puedan encontrar formas alternativas de resolver problemas
y no tengan que depender de técnicas agresivas para lograr sus objetivos”.30
El problema es que el autor presupone que “la agresión es una conducta que
se aprende”,31 por lo que hay que someter al varón a “los mismos
estándares de comportamiento que han sido tradicionalmente propuestos
para la mujer”.32 En pocas palabras, hay que feminizar al hombre.

Vimos más arriba cómo las diferencias en los rasgos psicológicos entre el
hombre y la mujer son obvias, así que vayamos al segundo punto, la
cuestión zoológica, biológica y neuronal. La agresión no es un
comportamiento que se aprende. La zoología y la neurología han
demostrado que la agresión está inscrita en circuitos biológicos y
neuronales que subyacen la agresión predatoria y defensiva del animal.33
Tomás de

Aquino ya lo había dicho magistralmente cuando afirmó que la primera


inclinación del ser humano (y de todo animal) es preservar el propio ser de
acuerdo con su naturaleza, es decir, de acuerdo a su modo de actuar
propio.34 Estos circuitos neurobiológicos son tan fundamentales y
profundos que operan hasta en gatos a los cuales la naturaleza les ha
removido el córtex cerebral (la zoología los llama “gatos decorticados”) y
parecen ser extremadamente calmos y pasivos. ¿Qué quiere decir esto? Que
la agresión es innata y consecuencia de actividades extremadamente
fundamentales del cerebro, tanto animal como humano. Esto vale tanto para
el hombre como para la mujer (aunque manifiesten la agresión de distintas
maneras) y es un aspecto tan profundo del cerebro que la agresión se
cataloga junto con el hambre, la sed y el deseo sexual, ya que estas cuatro
funciones fundamentales son las que asisten al ser humano en la
supervivencia personal y de la especie. Si el cerebro humano fuese un árbol,
estas cuatro tendencias estarían en el tronco.

Como consecuencia, es necesario no el suprimir la masculinidad y la


agresividad propia, sino el integrar esas tendencias agresivas en el esfuerzo
personal por crecer y madurar. El período más agresivo del ser humano es
entre los 2 y 4 años. Todo padre recordará los berrinches de sus hijos
durante esa edad. Entre ellos, hay un 5 % de varones que son
extremadamente agresivos por temperamento (conocimos a un niño de 2
años que insultaba groseramente a su madre cuando se demoraba con la
mamadera y otro de 4 que se abalanzaba y golpeaba a los mozos con sus
puños por no servir la comida inmediatamente al llegar al restaurante...).
Estos son los niños que muerden, patalean, golpean a otros niños, quitan los
juguetes, etc. Son un terror. Sin embargo, por medio de la educación y guía
de los padres, estos niños se socializan alrededor de los 4 años.35 Esto se va
a lograr no por la feminización de su conducta, sino por la

aplicación de esa agresión innata al crecimiento personal, al estudio, al


deporte, etc. De hecho, las personas mas completas humanamente son
profundamente agresivas (en el sentido biológico) y se distinguen
enormemente del hombre letárgico y mediocre. Es la agresión lo que guia el
deseo de triunfar, competir, ganar, ser virtuoso, determinarse por algo y
perseverar en el intento.

Por lo tanto, la agresividad natural del ser humano es una función que nos
favorece en cuanto sociedad, siempre y cuando sea bien empleada,
obviamente. La agresión es necesaria para sobrevivir y crecer como
persona. Esta agresividad masculina también favorece a la mujer. Ninguna
mujer se quiere casar con un hombre débil, pusilánime, sin ideales y
dependiente de sus padres. El hombre debe ser fuerte: es algo que otros
hombres exigen y que la mujer desea profundamente. La mujer que busca
formar familia detesta al hombre inmaduro, todavía psicológicamente
“niño”. La mujer quiere a un hombre de verdad, alguien que las ayude a
crecer, que les exija, que sea más inteligente, que traiga al hogar algo que
ellas no pueden proveer, por eso la complementariedad es esencial en el
matrimonio. Esta es la razón, también, por la cual es tan difícil muchas
veces para la mujer encontrar marido, especialmente si esa mujer es
inteligente, formada, educada, con grandes ideales, segura de sí misma y de
lo que quiere. Estas mujeres van a desear solamente a un hombre que las
sobrepase en todo sentido, porque únicamente un hombre de esta
envergadura les va a dar la seguridad que psicológicamente toda mujer
necesita.36 Y el hombre se convierte en un gran hombre movido por esa
agresión interna y natural.
El proceso de selección sexual del ser humano nos muestra que los patrones
de preferencia son universales, es decir, no varían dependiendo del tiempo,
lugar y cultura.37

Esto es indicativo, ya que revela una vez más que las diferencias sexuales y
la atracción mutua están fundamentadas en una predisposición biológica/1
La psicología evolutiva también ha demostrado que, cualquiera sea la
cultura, la mujer no se siente atraída a hombres con forma de pera (con
caderas anchas y hombros pequeños), de bajo estatus, sin confianza en sí
mismos y con una voz nasal y aguda.38 39 40 En ninguna cultura estudiada
las mujeres tienen fantasías o deseos sexuales o de establecer una relación
permanente con hombres vagos, desempleados, sin ambición y que ocupan
el lugar más bajo en la jerarquía social. Lo que una mujer busca en un
hombre no tiene nada que ver con los “roles de género”?3 Por el contrario,
en toda cultura estudiada la mujer se siente atraída por el fenotipo
masculino que el feminismo considera “tóxico”... Es decir, la atracción de la
mujer al hombre se correlaciona con el nivel de testosterona en el varón,
que sea socialmente dominante (nadie quiere casarse con un hombre que no
la defienda en peligro o que no tenga carácter para enfrentarse a las
adversidades de la vida y la sociedad), que se arriesga estratégicamente en
su conducta y que exhibe patrones de conducta que le permitirán ascender
en la vida. Es decir, ninguna mujer desea a un hombre sin

‘potencial’. Por supuesto que nadie quiere a un hombre violento tampoco,


porque estos hombres no se han adaptado socialmente y no han madurado
psicológicamente. Lo que toda mujer busca es un hombre que haya
dominado la agresividad natural y biológica y la haya empleado en servicio
del crecimiento personal, de la sociedad y de su familia. Por alguna razón
en toda cultura la mujer sueña con un Rambo, no con un hombre
afeminado...

Aclaremos esto un poco más. El hombre ideal es fuerte y sensible a la vez;


masculino y cariñoso; agresivo en algunas situaciones y muy gentil en
otras; es alguien que toma riesgos enormes por crecer en la vida o en el
trabajo, pero lo suficientemente sensible como para ser domado por el amor
de una buena mujer. Este es el arquetipo del esposo ideal y,
sorpresivamente, es el arquetipo deseado en toda cultura, ya sea en las
civilizaciones más antiguas o en el Japón contemporáneo. Este es el hombre
que toda mujer desea y todo hombre envidia.41

La psicología ha demostrado hace tiempo que entre el hombre y la mujer


hay diferencias temperamentales infranqueables. Y esas diferencias no son
triviales. Por eso, solamente sería posible lograr la igualdad en todas las
dimensiones de una sociedad si el hombre y la mujer tuviesen
temperamentos e intereses idénticos. Pero como de hecho no es así,
entonces los proponentes de la ideología de género exigen que el Estado
intervenga para garantizar esa soñada y falsa igualdad. Y para ello se
aplican políticas como la “acción afirmativa” (por medio de los “cupos de
género”) y por medio de lo “políticamente correcto” se combate a quien por
medio de datos refuta el relato oficial.42

Las diferencias en las ocupaciones laborales

Algo que Ja ESI oculta con respecto a la “igualdad de género” es que en


aquellos países en los que más se ha regulado e impuesto políticamente la
igualdad de género, como Suecia o Canadá, solo ha tenido como resultado
que las diferencias de personalidad entre el hombre y Ja mujer se
profundicen aún más que antes de la imposición política.

Esta es la gran paradoja de las políticas de la igualdad: crean aún más


diferencias. Y este dato es fundamental: si las diferencias sexuales son una
imposición cultural, con reformar la cultura “patriarcal” bastaría para que se
logre esa mentada igualdad. Pero el resultado ha sido exactamente lo
contrario, tirando por la borda las “predicciones” de teorías de la
socialización y del género: muchas diferencias sexuales son de hecho más
débiles en sociedades con roles de género fuertes y las diferencias
incrementan en sociedades con roles de género débiles.43 Traducido:
mientras menos políticas de igualdad, menores las diferencias, pero a mayor
reingeniería social, más acentuadas las diferencias entre el hombre y la
mujer.44

Los autores de una investigación científica de 2019 en la Revista


Internacional de Psicología especulan que, “a medida que aumenta la
igualdad de género, tanto los hombres como las mujeres gravitan hacia sus
roles de género tradicionales”.45 Esto era algo que los proponentes de la
igualdad nunca se esperaban. Y en gran manera este es un problema para la
mujer, ya que hay cantidad de profesiones y trabajos que son ocupados
preferencialmente por mujeres y al haber más mujeres luchando por un
puesto hace que muchas queden en el camino. En todo el mundo hay una
sobrerrepresentación de mujeres enfermeras, modelos, azafatas y maestras
de escuela. Y esto puede afectar negativamente a la mujer, como ocurre en
Canadá, donde hay una cantidad enorme de maestras desempleadas, ya que
únicamente en la provincia de Ontario, por ejemplo, se jubilan unas 4.500
maestras pero se reciben otras 12.000 cada año, por lo que el desempleo de
maestras se cuenta en los varios miles y se profundiza cada vez más.46 Al
introducir la igualdad como principio de ingeniería social, según se ha
demostrado, lo único que se logra es lo contrario: las diferencias van a
incrementarse mientras más se acentúe la igualdad por medio de políticas
sociales.

En la actualidad se está haciendo un gran esfuerzo en introducir a la mujer a


profesiones típicamente “dominadas” por el hombre, tales como la ciencia,
ingeniería, tecnología y matemáticas. El problema es que quienes plantean
esta realidad como una “opresión”, “machismo” o desprecio por la mujer, y
diseñan programas de

"cmpodcra. miento c inclusión no se d«m cuenta, de que esta, preferencia.


masculina, por ciertos trabajos tiene un fundamento biológico, asi como la
mujer tiene preferencias por otras ocupaciones en general.

La mujer tiende a tener mejores habilidades de comunicación, tanto escritas


como verbales, mientras que el hombre muestra mayores habilidades
cuantitativas y de visión espacial, claves para la ingeniería o la
matemática.47 Los sistemas cognitivo y cerebral son muy distintos entre el
hombre y la mujer y, por lo tanto, esto ofrece una explicación a la variedad
de intereses y a las diferencias al momento de elegir una profesión. Tratar
de reducir las diferencias a “estereotipos sociales” es un intento simplista e
ideológico de explicar una cuestión compleja y en la que hay que tener en
cuenta muchas variables?48 Nuevamente, como afirma Lippa, “las
diferencias de género en la personalidad tienden a ser mayores en
sociedades con igualdad de género que en sociedades con desigualdad de
género, un hallazgo que contradice la teoría del rol social [...]. En contraste,
las diferencias de género en los intereses parecen ser consistentes entre
culturas y con el tiempo, un hallazgo que sugiere posibles influencias
biológicas”.49

Lo más acertado es darle igualdad de oportunidades y condiciones de tal


manera que cada persona elija aquello por lo que naturalmente se incline...
sentido común.

El impacto de las enfermedades

Existen enormes diferencias entre ambos sexos en la incidencia y gravedad


de distintas enfermedades. La diferencia sexual no solo se da en el aparato
reproductivo, sino que también se manifiesta en enfermedades
autoinmunes, en el autismo y en muchas otras enfermedades y trastornos
que muestran grandes sesgos hacia el hombre o la mujer. En la actualidad,
la genética y la biología molecular están avanzando cada vez más en la
comprensión del rol potencial de los genes que se derivan del cromosoma Y
o X y cómo afectan todo el cuerpo humano.50

La mujer, al tener dos cromosomas X, tiene ventajas en ciertos aspectos.


Por ejemplo, ocurre que, si el cromosoma X derivado de la madre tiene un
defecto genético, puede ser reemplazado por el cromosoma X derivado de
su padre. Pero el hombre, al tener un único cromosoma X, no tiene el gen
de otro cromosoma X que lo reemplace en caso de haber un defecto
genético (por eso el daltonismo se da más en el hombre que en la mujer, por
ejemplo).51

Cuando analizamos los rasgos psicológicos más arriba, vimos cómo las
mujeres tiene® un puntaje más alto en neuroticismo y los hombres tienden
a ser más agresivos y menos amables. Por eso no es coincidencia que haya
más mujeres que padezcan de depresión y trastornos de ansiedad que
hombres y más hombres que manifiesten un índice más alto de
comportamiento antisocial que la mujer.52

¿Y las distintas “identidades de género”? La farmacología, para pesar de los


ideólogos del género, nos brinda un argumento potentísimo para dar por
tierra para siempre la pretendida “identidad de género”, además de
corroborar las diferencias fisiológicas entre el hombre y la mujer. En el año
2013, la FDA ordenó a compañías farmacéuticas que distingan en la
prescripciónde sus remedios la dosis para el hombre y Id mujer y, en
algunos casos, se ordenó incluso bajar la dosis a la mitad cuando se trataba
de una paciente mujer, como por ejemplo para remedios contra el insomnio
que contienen Zolpidem, ya que si la mujer tomase la dosis que necesita un
hombre (lOmg) sufriría una sobredosis peligrosa para el cerebro (por lo que
se recomiendan no más de 5mg).53 Entonces, si un “trans” tiene problemas
de insomnio, ¿se le receta una medida en relación con su identidad de
género y se lo mata, o se quiebra la ley yendo contra sus “derechos” y
“discriminándolo” y se lo ayuda con una receta acorde a su sexo? La
biología finalmente se impone y, junto con ella, el sentido común.

En abril del 2019, se dio a conocer en el prestigioso British Journal of


Clinical Pharmacology un estudio interesantísimo que no hace más que
confirmar el peso del

“argumento farmacológico” expuesto más arriba: Los medicamentos tienen


efectos secundarios adversos que dependen del sexo del paciente.54 Estos
efectos adversos tienen especial incidencia en la mujer, por cuya razón los
investigadores insisten en que se investiguen en profundidad las diferencias
biológicas entre el hombre y la mujer para poder determinar las dosis
correctas dependiendo del sexo del paciente.

Los fármacos para bajar el colesterol, llamados estatinas o, más


técnicamente, inhibidores de la HMG-coA reductasa, causan en la mujer
dolor abdominal, pesadillas y sueños anormales, ansiedad, alopecia (pérdida
del cabello), depresión, sequedad en la boca, disnea (dificultad para
respirar), hematomas, dolores de cabeza, insomnio, desórdenes musculares,
náuseas, neuralgias, edemas, dolor en las extremidades, palpitaciones,
sueño interrumpido, inflamación de la lengua y pérdida de peso. Hay
diferencias sustanciales con respecto a las contraindicaciones para el
hombre, ya que disminuye la libido, causa neuropatía periférica,
pancreatitis, hace orinar con frecuencia y causa ruptura de tendones.
También hay ciertas drogas tienen efectos muy negativos para ambos sexos,
pero, aún así, los efectos difieren bastante entre la mujer y el hombre. Este
es el caso de los antidepresivos conocidos como inhibidores selectivos de la
recaptacion de serotonina, los cuales causan náuseas, alopecia y dolor de
cabeza para mujeres, y agresión, disfunción sexual y ruptura de tendones
para hombres.55 Podemos ciertamente concluir de este estudio que la mujer
tiene un mayor riesgo de efectos adversos que el hombre y que por lo tanto
es clave tener en cuenta el sexo de la persona al momento de prescribir el
remedio.

Otro ejemplo claro ocurre en enfermedades tales como los coronavirus.


Cuando la población y los gobiernos entran en “modo pánico” (sea racional
o inducido psicológicamente), el ser humano de repente parece olvidarse de
toda “construcción social”, “post estructuralismo”, “deconstruccionismo”, y
se sume en el más craso realismo: sobrevivir o morir. Si algo nos está
enseñando la psicosis social del COVID-19 provocada por los medios,
debido a que un año después de desatarse el brote el 99.4 % de los casos
son leves y el 0.4 % severo,56 es que ningún modelo postmodernista
funciona para prevenir, curar y salir delante de una crisis sanitaria. Es decir,
la teoría del género y del sexo como “construcción social” no sirve para
nada en situaciones así, lo que prueba que son un sinsentido los millones de
dólares invertidos en facultades de género y la mujer para

“crear” activistas que efectúen cambios sociales (ingeniería social). Aquí lo


que sobrevive r* es el realismo, los datos, la genética, la biología. Incluso el
progresista New York Times ha tenido que reconocer que lo que el
feminismo lia impuesto acerca de la igualdad de género es una farsa:
“Hacemos suposiciones generales de que los hombres y las mujeres tienen
el mismo comportamiento, en términos de comorbilidades, biología y
nuestro sistema inmunológico, y simplemente no es así”.57

Vayamos entonces a la estructura genética del hombre (XY) y la mujer


(XX), que es lo que realmente nos ayuda en una situación así para poder
explicar datos. A medida que aumentan los casos del nuevo coronavirus en
todo el mundo, los datos manifiestan que los hombres tienen más
probabilidades de morir por el virus que las mujeres, a pesar de que tanto
hombres como mujeres se infectan a niveles similares. Una investigación de
China ha encontrado que los hombres, particularmente los de mediana edad
y mayores, tienen más dificultades para combatir el virus que las mujeres:
la tasa de mortalidad con la que se manejó el estudio es del 2.8 % para el
hombre, mientras que para la mujer es del 1.7 %.58

Esto tiene una explicación genética. La mujer, al tener dos cromosomas X,


tiene el doble de genes relacionados con el sistema inmune en comparación
con el hombre, ya que es el cromosoma X quien transfiere estos genes de
generación en generación. El hombre, al tener solo un cromosoma X, está
en desventaja inmunológica con respecto a la mujer, y eso explica que los
hombres mueren a una tasa del 2.8 % mientras las mujeres al 1.7 %. Una
feminista poseída ideológicamente gritaría ¡desigualdad de género!
¡discriminación virológica! Pero estas categorías, como nos demuestra la
genética, no sirven de nada al intentar explicar la realidad. Y esta estructura
genética se manifiesta también en la tasa de mortalidad del hombre no solo
con respecto al coronavirus, sino de otras infecciones respiratorias virales,
como afirma Sabra Klein, científica de la Escuela de Salud Pública
Bloomberg de Johns Hopkins.59

Un dato interesante es el que nos dejaron otros dos coronavirus, el SARS-


CoV y el MERS-CoV. En el 2003 hubo más mujeres infectadas por el
SARS que hombres en Hong Kong, pero los hombres murieron a tasas 50
% más altas que las mujeres. Y durante el brote de MERS, el 32 % de los
hombres infectados murieron en comparación con el 25.8 % de las
mujeres.6"' ¿Desigualdad de género? ¿Opresión viral? No, simplemente
cuestiones genéticas.

La genética nos enseña que la mujer tiene una respuesta inmune más fuerte
a los coronavirus , ese grupito de enfermedades respiratorias de origen
animal que cada tanto mutan genéticamente y penetran el sistema
respiratorio humano causando estragos. Una vez que pasó la epidemia del
SARS se hicieron muchos experimentos en ratones. En uno de estos
experimentos, los investigadores expusieron a los ratones al virus del SARS
y descubrieron que los machos eran más susceptibles a la infección y sus
sistemas inmunes tardaban más en eliminar el virus. Los machos también
murieron a tasas más altas y experimentaron más daño pulmonar, según
Stanley Perlman, autor principal del estudio y profesor de microbiología en
la Universidad de Iowa.60 61

Pero al parecer la mujer tiene otra ventaja aparte de los genes del sistema
inmune: el estrógeno. En este mismo experimento con ratones, cuando los
investigadores bloquearon el estrógeno en las hembras y les extirparon los
ovarios, tenían más probabilidades de morir por el virus. Por otro lado, el
bloqueo de testosterona en los machos no tuvo ningún efecto sobre la tasa
de mortalidad. Es decir, cuando se trata de infecciones pulmonares, el
secretar testosterona no tiene un papel importante, pero sí el secretar
estrógeno. Nuevamente, la genética se impone.

En conclusión, los datos epidemiológicos del SARS 2002-2003, el MERS y


el COVID-19 indican que hay diferencias dependientes del sexo en los
resultados de la enfermedad. Incluso si observamos los datos de la epidemia
de la gripe de 1918, se repiten las mismas diferencias estadísticas...62 Esto
lo dicta la genética no una “construcción social” o la “identidad de género”.

Por más que un hombre se autoperciba mujer, este hombre posee solamente
un único cromosoma X transmisor de genes responsables del sistema
autoinmune y no secreta estrógeno, por lo que la probabilidad de perecer
ante el virus es del doble comparado con la realidad de la mujer que
pretende ser. Dura realidad, pero de la que tenemos que

ser conscientes. Cuando nos enfrentamos a una emergencia, cae todo


planteamiento ideológico. Si algo nos ha enseñado el COVID-19, es que
debemos enseñar más biología y eliminar toda ideología.

CAPITULO 9
1

CE Cornelio Fabro, L’Anima: Introduzione al problema dell uomo, ed.


Christian Ferraro, Segni, Roma, EDIVI, 2005; Cornelio Fabro, La
fenomenología della percezione, Segni (Roma), EDIVI, 2006; Cornelio
Fabro, Percezione e Pensiero, 3 ed., Segni (Roma), EDIVI, 2008.
2
pp. 449-462.

5. Subsecretaría de Equidad y Calidad Educativa y Dirección Nacional


de Gestión Educativa, ESI, p. 7.
3

Cf. Donald T. Campbell y Donald W. Fiske, “Convergent and discriminant


validation by the multitrait-multimethod matrix”, Psychological Bulletin,
1959, 56, no. 2, pp. 81-105; Edward Osborne Wilson, Consilience: unity of
knowledge, 1st ed., New York, Knopf, 1998.
4

Cf. Arthur P. Arnold, Jun Xu, “Minireview: Sex Chromosomes and Brain
Sexual Differentiation”, Endocrinology (Philadelphia), 2004,145, no. 3, pp.
1057-1062.
5

Quienes sostienen esa hipótesis no pueden hablar de manera concluyente,


ya que se debería hacer un seguimiento de la persona desde la etapa
embrionaria del desarrollo. Además, generalmente concluyen afirmando
que esta hipótesis de la influencia en la orientación sexual debe ser
determinada... por lo que en definitiva no prueban nada, pero sin embargo
los activistas LGBT usan de estas hipótesis como si de ciencia cierta se
tratara... Un ejemplo de dichas investigaciones hipotéticas es el trabajo de
Jacques Balthazart, “Minireview: Hormones and Human Sexual
Orientation”, Endocrinology (Philadelphia), 2011, 152, no. 8, pp. 2937-
2947.
6

Cf. Jack H. Wilmore, David L. Costill, Physiology of sport and exercise,


4th ed., Champaign, IL, Human Kinetics, 2008.
7
Cf. Anna L. Goldman, Shalender Bhasin, “A Reappraisal of Testosterone s
Binding in Circulation: Physiological and Clinical Implications”, Endocrine
reviews, 2017,38, no. 4, pp. 302-324; George W. Moll y Robert L.
Rosenfield, “Testosterone Binding and Free Plasma Androgen
Concentrations under Physiological Conditions: Characterization by Flow
Dialysis Technique”, The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism,
1979,49, no. 5, pp. 730-736.
8

Cf. Paolo B. Dominelli Jacqueline N. Render, “Oxygen cost of exercise


hyperpnoea is greater in women compared with men”, The Journal
ofphysiology, 2015, 593, no. 8, pp. 1965-1979.
9

Cf. Wilmore, Physiology of sport and exercise.


10

Cf. Atle Hole Saeterbakken, Einar Loken, “Effects of ten weeks dynamic or
isometric core training on climbing performance among highly trained
climbers , PloS one, 2018, 13, no. 10, pp. e0203766-e0203766; G. Avin
Keith y A. Frey Law Laura, “Age-Related Differences in Muscle Fatigue
Vary by Contraction Type: A Meta-analysis , Physical Therapy, 2011, 91,
no. 8, pp. 1153x1165/.
11

Cf. Yuri Verkhoshansky y Mel Cunningham Siff, Supertraining, 6 ed„


Verkhoshansky, 2009; Christine L. Wells, Women, sport & performance: A
physiological perspective, 2nd ed., Champaign, Ill., Human Kinetics Books,
1991, pp. 233-239; Fulco, Rock, Slower fatigue and faster iccovery of the
adductor pollicis muscle in women matched for strength with men , Acta
physiologica Scandinavica, 1999, 167, no. 3.
12
Cf. Wilmore, Physiology of sport and exercise.
13

Cf. P. B. Sparlingy K. J. Cureton, “Biological determinants of the sex


difference in 12-min run performance”, Medicine and science in sports and
exercise, 1983, 15, no. 3, pp. 218-223; D. A. Lewis, E. Kamon,
“Physiological differences between genders. Implications for sports
conditioning”, Sports medicine (Auckland), 1986, 3, no. 5, p. 357.
14

Cf. Boguslaw Pawlowski y Marzena Grabarczyk, “Center of body mass and


the evolution of female body shape”, American journal of human biology,
2003, 15, no. 2, pp. 144-150.
15

Cf. Richard L. Summers, Steven Platts, “Theoretical analysis of the


mechanisms of a sender differentiation in the propensity for orthostatic
intolerance after spaceflight”, Theoretical biology and medical modelling,
2010, 7, no. 1, p. 8.
16

Ver, por ejemplo, D. A. Golombek, «El ciclo sueño vigilia». Cronobiología


humana, Buenos Aires, Editorial Universidad de Quilines, 2002.
17

Cr. J. F. Duffy, S. W. Cain, Sex difference in the near-24-hour intrinsic


period of the human circadian timing system”, Proceedings of the National
Academy ofSciences-PNAS, 2011, 108, pp. 15602-15608.
18

Cf. American Academy of Sleep Medicine, “Weekend sleep fails to


improve performance, but women handle workweek sleep loss better”,
ScienceDaily, June 16,2011.
19

Cf. Francesco P. Cappuccio y Michelle A. Miller, “Are short bad steep


nights a hindrance to a healthy heart?”, Sleep (New York, N.Y.), 2011,34,
no. 11, pp. 1457-1458; Francesco P. Cappuccio y Michelle A. Miller, “Sleep
and Cardio-Metabolic Disease”, Current cardiology reports, 2017,19, no.
11, pp. 1-9.
20

Agreeableness, and Emotionality factors: A review of research and theory”,


Personality and social psychology review, 2014, 18, no. 2, pp. 139-152.
21

Cf. Richard Lynn y Terence Martin, “Gender Differences in Extraversion,


Neuroticism, and Psychoticism in 37 Nations”, The Journal of social
psychology, 1997,137, no. 3, pp. 369-373. Alas mismas conclusiones
llegaron años después David P. Schmitt, Anu Realo, “Why Can’t a Man Be
More Like a Woman? Sex Differences in Big Five Personality Traits Across
55 Cultures”, Journal of personality and social psychology, 2008, 94, no. 1,
pp. 168—182.
22

Este fundamento genético de las diferencias en los rasgos psicológicos ya


había sido planteada por Eleanor E. Maccoby y Carol Nagy Jacklin, The
psychology of sex differences, Stanford, Calif., Stanford University Press,
1978.
23

Cf. Richard A. Lippa, “Sex Differences in Personality Traits and Gender-


Related Occupational Preferences across 53 Nations: Testing Evolutionary
and Social-Environmental Theories”, Archives of sexual behavior, 2008,
39, no. 3, pp. 619-636. Ver también Richard A. Lippa, “On Deconstructing
and Reconstructing Masculinity—Femininity”, Journal of research in
personality, 2001, 35, no. 2, pp. 168-207; Richard A. Lippa, Gender, nature,
and nurture, 2nd ed., Mahwah, N.J, Lawrence Erlbaum Associates, 2005;
Richard A. Lippa, “Sex Differences and Sexual Orientation Differences in
Personality: Findings from the BBC Internet Survey”, Archives, of sexual
behavior, 2007,37, no.

Lapp. 173-187.
24

Cf. Richard A. Lippa, Marcia L. Collaer, “Sex Differences in Mental


Rotation and Line Angle Judgments Are Positively Associated with Gender
Equality and Economic Development Across 53 Nations”, Archives of
sexual behavior, 2009, 39, no. 4, pp. 990-997.
25

Cf. YannaJ. Weisberg, Colin G. DeYoung, “Gender Differences in


Personality across the Ten Aspects of the Big Five , Frontiers in
psychology, 2011, 2, no. 178, pp. 1-11; Richard A. Lippa,

Gender Differences in Personality and Interests: When, Where, and Why?:


Gender Differences in Personality and Interests , Social and personality
psychology compass, 2010,4, no. 11, pp. 1098-1110.
26

Ver, por ejemplo, Schmitt, Why Can’t a Man Be More Like a Woman? Sex
Differences in Big Five Personality Traits Across 55 Cultures”, pp. 168-
182; Erik Mac Giolla y Petri J. Kajonius,
27

“Sex Differences in Personality are larger in Gender Equal Countries:


Replicating and extending a surprising Finding”, International Journal oj
Psychology, 2019, 54, no. 6, pp. 1-7.
30. Subsecretaría de Equidad v Calidad Educativa y Dirección
Nacional de Gestión Educativa, ESI, p. 18.
28

31. Cf. Peter M. Nardi, Mens Friendships, vol. 1, Thousand Oaks,


SAGE PUBLICATIONS, INC, 1992; Catharine E. Fairbairn, Michael
A. Sayette, “Alcohol and Emotional Contagion: An Examination of the
Spreading of Smiles in Male and Female Drinking Groups”, Clinical
psychological science, 2015,3, no. 5, pp. 686-701; Geoffrey L. Greff,
Buddy System: Understanding Male Friendships, Oxford, Oxford
University Press, 2009; Jacob M. Vigil, “Asymmetries in the
Friendship Preferences and Social Styles of Men and Women”, Human
nature (Hawthorne, N. YJ, 2007, 18, no. 2, pp. 143-161.
29

Cf. N. Kohn, T. Kellermann, Gender differences in the neural correlates of


humor processing: Implications for different processing modes”,
Neuropsychologia, 2011,49, no. 5,pp. 888-897.
30

Leonard D. Eron, “Prescription for reduction of aggression”, American


Psychologist, 1980, 35, no. 3, p. 244.
31

Ibid.
32

Ibid., p. 251.
33

2005, pp. 133-157; Jordan B. Peterson y M. Shane, “The functional


neuroanatomy and psychopharmacology of predatory and defensive
aggression”, en Beyond Empiricism: Institutions and Intentions in the Study
of Crime, ed. por J. McCord, Piscataway, NJ: Transaction Books, 2004, pp.
107-146; Brian C. Trainor y Randy J. Nelson, “Neural mechanisms
Nature Reviews

Neuroscience, 2007, 8, no. 7, pp. 536-546.


34

Cf. Aquino, Summa theologiae, I-II, q. 94 a. 92.


35

Examining maternal delinquency and offending, mental health, and cultural


differences”, Journal of Criminal Justice, 2014, 42, no. 5, pp. 408-420.
36

Cf. Abraham Buunk, Pieternel Dijkstra, “Age and gender differences in


mate selection criteria for various involvement levels”, Personal
Relationships, 2002, 9, no. 3, pp. 271-278.
37

W. Gangestad, The Evolutionary Biology of Human Female Sexuality,


Oxford, Oxford University Press, 2008; G. S. Wilkinson, F. Breden, “The
locus of sexual selection: moving sexual selection studies into the post-
genomics era”,Journal of Evolutionary Biology, 2015,28, no. 4, pp. 739-
755.
38

Cf. Richard A. Lippa, “Sex differences in sex drive, sociosexuality, and


height across 53 nations: testing evolutionary and social structural
theories”, Archives of sexual behavior, 2009,38, no. 5, pp. 631-651; David
P. Schmitt, “Sociosexuality from Argentina to Zimbabwe: A 48-nation
study of sex, culture, and strategies of human mating”, The Behavioral and
brain sciences, 2005, 28, no. 2, pp. 247-275.
39

Cf. Carolyn R. Hodges-Simeon, Steven J. C. Gaulin, “Different Vocal


Parameters Predict Perceptions of Dominance and Attractiveness”, Human
Nature, 2010, 21, no. 4, pp. 406-427; Alexei A. Maklakov, Russell
Bonduriansky, “Sex Differences, Sexual Selection, and Ageing: An
Experimental Evolution Approach”, Evolution, 2009, 63, no. 10, pp. 2491-
2503; Cheryl M. McCormick, Nicole M. Cameron, “The sexual preference
of female rats is influenced by males’ adolescent social stress history and
social status”, Hormones and Behavior, 2017, 89, pp. 30-37; Daniel E. Re,
Jillian J. M. O’Connor, “Preferences for very low and very high voice pitch
in humans”, PloS one, 2012,7, no. 3, p. e32719; Zhen Zhu, Tae Won Kim,
“Is female preference for large sexual ornaments due to a bias to escape
predation risk?” BMC evolutionary biology, 2012, 12, no. 1, p. 33.
40

Cf. Lo único que predice la teoría social está relacionado con estereotipos
característicos del hombre o la mujer, como ganar dinero, ser fuerte, o el!
saber cocinar. Pero nuevamente volvemos a rasgos que tienen un
fundamento biológico. CE Alice H. Eagly y Wendy Wood, “The Origins of
Sex Differences in Human Behavior: Evolved Dispositions Versus Social
Roles”, The American psychologist, 1999, 54, no. 6, pp. 408-423; Richard
A. Lippa, “The Preferred Traits of Mates in a Cross-National Study of
Heterosexual and Homosexual Men and Women: An Examination of
Biological and Cultural Influences”, Archives of sexual behavior, 2007, 36,
no. 2, pp. 193-208.
41

Cf. Tae Won Kim, John H. Christy, “A preference for a sexual signal keeps
females safe”, PloS one, 2007,2, no. 5, p. c422; John Klasios, “Cognitive
traits as sexually selected fitness indicators”, Review of General
Psychology, 2013,17, no. 4, pp, 428-442; A. C. Little, D. M. Burt, “Self-
perceived attractiveness influences human female preferences for sexual
dimorphism and symmetry in male faces , Proceedings of the Royal Society
of London. Series B: Biological Sciences, 2001,268, no. 1462, pp. 39-44;
David A. Puts, ‘Beauty and the beast: mechanisms of sexual selection in
humans”, Evolution and Human Behavior, 2010, 31, no. 3, pp. 157-175,
42

Para profundizar estos dos conceptos, ver Muñoz Iturricta, Atrapado en el


cuerpo equivocado, pp, 60-61.
43

Cf. Serge Guimond, Nyla R. Branscombe, “Culture, Gender, and the Self:
Variations and Impact of Social Comparison Processes”, Journal of
personality and social psychology, 2007, 92, no. 6, pp. 1118-1134.
44

El primer estudio en mostrar esta relación fue el de Paul T. Costa, Antonio


Terracciano, “Gender Differences in Personality Traits Across Cultures:
Robust and Surprising Findings”, Journal of personality and social
psychology, 2001, 81, no. 2, pp. 322-331.
45

Mac Giolla y Kajonius, “Sex Differences in Personality are larger in Gender


Equal Countries”, pp. 1-7.
46

Cf. Moira MacDonald, “Way too many teachers , University Affairs, 2011,
Nov. 7.
47

Cf. Daniel Voyer, Susan Voyer, “Magnitude of Sex Differences in Spatial


Abilities: A Meta-Analysis and Consideration of Critical Variables”,
Psychological bulletin, 1995, 117, no. 2, pp. 250-270.
48
Cf. F. Halpern Diane, P. Benbow Camilla, “The Science of Sex Differences
in Science and Mathematics”, Psychological science in the public interest,
2007, 8, no. 1, pp. 1-51; Lippa, “Sex Differences in Mental Rotation and
Line Angle Judgments”, pp. 990-997.
49

Lippa, “Gender Differences in Personality and Interests”, p. 1098.


50

Cf. Charlotte Schubert, Meeting of the Society for the Study of


Reproduction: Interview with David Page”, Biology of Reproduction, 2015,
93, no. 4, p. 2.
51

Cf. Samir S. Deeb, “Molecular genetics of color-vision deficiencies”,


Visual neuroscience, 2004,21, no. 3, pp. 191-196; S. S. Deeb, “The
molecular basis of variation in human color vision”, Clinical genetics, 2005,
67, no. 5, pp. 369-377; Samir S. Deeb, “Genetics of variation in human
color vision and the retinal cone mosaic”, Current opinion in genetics
& development, 2006, 16, no. 3, pp. 369-377; J. Nathans, T. Piantanida,
“Molecular genetics of inherited variation in human color vision”, Science,
1986, 232, no. 4747, pp. 203-210.
52

Cf. Lippa, “Gender Differences in Personality and Interests”, p. 1108.


53

Cf. Food and Drug Administration, “Comunicado de la FDA sobre la


seguridad de los medicamentos”, 2013, Rockville, MD. La FDA es la
agencia de gobierno de los Estados Unidos responsable de proteger la salud
pública y corroborar la seguridad y eficacia de medicamentos humanos y
veterinarios y aparatos médicos.
54

CE SietaT. de Vries, Petra Denig, “Sex differences in adverse drug reactions


reported to the National Pharmacovigilance Centre in the Netherlands: An
explorative observational study”, British Journal of Clinical Pharmacology,
2019, 85, no. 7, pp. 1507-1515.
55

Cf. Ibid.
56

Cf. https://www.worldometers.info/coronavirus/ (consultado el 7 de


diciembre de 2020).
57

Roni Caryn Rabin, “Why the Coronavirus Seems to Hit Men Harder Than
Women”, The New York Times, New York, Feb. 20, 2020.
58

Cf. Zunyou Wu y Jennifer M. McGoogan, “Characteristics of and Important


Lessons From the Coronavirus Disease 2019 (COVID-19) Outbreak in
China”, The Journal oj the American Medical Association, 2020, 323, no.
13, pp. 1239-124-2.
59

Cf. Rabin, “Why the Coronavirus Seems to Hit Men Harder Tiran Women .
60

Cf. Yaseen M. Arabi, Ahmed A. Arifi, “Clinical Course and Outcomes of


Critically Ill Patients With Middle East Respiratory Syndrome Coronavirus
Infection”, Annals of internal medicine, 2014, 160, no. 6, pp. 389-397;
Tingting Hu, Ying Liu, “A comparison of COVID-19, SARS and MERS”,
PeerJ, 2020, 8, p. e9725; Trish M. Perl, Allison McGeer, “Medusas ugly
head again: from SARS to MERS-CoV”, Annals of internal medicine,
2014, 160, no. 6, pp. 432-433.
61

Cf. Rudragouda Channappanavar, Craig Fett, “Sex-based differences in


susceptibility to SARS-CoV infection”, The Journal of immunology, 2017,
198, no. 10, pp. 4046—4053.
62

Cf. Noymer Andrew y Garenne Michel, “The 1918 Influenza Epidemics


Effects on Sex Differentials in Mortality in the United States”, Population
and development review, 2000, 26, no. 3, pp. 565-581.
EL MATRIMONIO Y LAS FAMILIAS
“DIVERSAS”
Los programas de ESI insisten una y otra vez con el adoctrinamiento en la
"diversi dad”, la “tolerancia” y la “inclusión”, especialmente cuando de
familias “diversas" se trata. Ya que hay nuevas formas familiares se
argumenta que, como en muchas de estas hay también niños, es necesario
incluirlo en la Educación Sexual.

En los Estados Unidos, el Centro Nacional para la Investigación del


Matrimonio y la Familia calculaba con datos del censo del año 2010 que
había aproximadamente 581.300 hogares del mismo sexo en el país.
Además, se calculaba que alrededor del 17 % de estas parejas, o 98.600
hogares, tenían niños presentes, con un total cercano a los 200.000 niños
viviendo en hogares conformados por personas del mismo sexo.1 En
Canadá, el censo del año 2016 reportó 72.880 parejas del mismo sexo
(representando el 0.9 % del total de parejas en Canadá), estando en unión
civil el 33 %. El 12 % de estas parejas tenía niños viviendo con ellos.2 El
censo de Alemania reportó que el 0.5 % de las parejas eran del mismo
sexo.3 4 En Argentina, la Ley 26.618 modificó la normativa sobre el
matrimonio civil y, aunque los datos entre provincias no están unificados, la
gran mayoría de casos se concentran en la Ciudad de Buenos Aires. Según
datos estadísticos, el año con más uniones de mismo sexo fue el primero
después de la legalización, con un total de 609 uniones, pero a partir de ahí
los números de nuevas uniones han disminuido cada año mientras que han
aumentado los divorcios.1 En

Argentina el número es tan ínfimo estadísticamente y son más los divorcios


que los casamientos después de 10 años, que tal vez por eso deciden no
hacer publicidad con el tema. Los ideólogos de la ESI insisten en que, si
existe la ley, o es una realidad social, por más ínfima que sea los niños
deben conocer esa realidad para no tener prejuicios e incluso considerar esa
opcion.
Pero el hecho de que esta sea una realidad y que en algunos países los
números parezcan grandes, en relación con la población general es
estadísticamente ínfimo y no se puede reformar todo un programa educativo
en base a una cuestión política. En los Estados Unidos, según el censo de
2011, las parejas LGBT con hijos conforman el 0.005 % de los hogares con
hijos.5 Pero por encima de todo, no podemos ignorar la experiencia de los
Estados Unidos o Canadá donde se tienen datos objetivos acerca de estas
“nuevas estructuras familiares”. Si se va a enseñar que esta realidad existe,
sería deshonesto esconder su verdadero rostro.

Es más, en algunos casos se argumenta que como estas uniones están


permitidas por ley (como es el caso de Estados Unidos, Canadá, Argentina
o España), entonces estas deben ser parte de los programas escolares. Pero
¿cuál es la función de la educación primaria y secundaria? ¿Enseñar leyes?
Y ¿por qué ese acento en uniones del mismo sexo y dejar de lado la
enseñanza sobre el matrimonio entre el hombre y la mujer, o incluso
atacarlo como una “construcción heteropatriarcal”? Esto es muestra clara
del proyecto ideológico de la ESI y su función de adoctrinamiento con
apoyo estatal.

Sin negar que hay realidades familiares muy diversas y complejas en el


mundo contemporáneo, resulta sorprendente que quienes promuevan una
educación “laica y científica” hagan un silencio abrumador no solo con
respecto a las diferencias y comple-mentariedad entre el hombre y la mujer,
sino también con respecto a cómo esto incide en la vida familiar y está
constatado por una cantidad enorme de investigaciones en las ciencias
sociales que han documentado durante décadas el papel vital y único de la
madre y el padre en el desarrollo infantil. Los estudios que han examinado
la cuestión han encontrado evidencia abrumadora sobre el hecho de que el
bienestar infantil es más alto entre los niños que viven con sus dos padres
biológicos.6 ¿Por qué este silencio al respecto, mientras que solo
promueven lo que llaman “familias diversas”? Esta es otra de las mentiras
que te cuentan y las verdades que te ocultan.

Efectos negativos en la crianza de los niños


El reconocido psiquiatra Richard P. Fitzgibbons concuerda que una gran
cantidad de estudios que presentaremos más abajo han demostrado los
efectos negativos tanto psicológicos, como educativos y sociales en los
niños que se han visto privados de crecer en un hogar conformado por el
matrimonio de ambos padres biológicos.7 Y, aunque la falta de madre no ha
sido estudiada tan profundamente como los efectos de la falta de padre,
debemos decir, sin embargo, que la experiencia clínica sugiere que su
ausencia causa un daño aún mayor en el niño, ya que, como sostiene
Fitzgibbons, “el papel de la madre es crucial para desarrollar la capacidad
del niño para confiar y sentirse seguro en sus relaciones”.8

El Dr. Roger Kobak, experto en el estudio de los factores familiares que


aumentan la vulnerabilidad del adolescente con respecto a la depresión,
conductas sexuales de riesgo, abuso de sustancias y actividad delictiva,
publicó un importante estudio en 1999 acerca del papel único y crucial de la
madre en el desarrollo infantil.9 En resumen, el Dr. Kobak encontró que:

1) Los bebés y los niños pequeños prefieren a su madre cuando tienen


hambre, cuando buscan seguridad ante sentimientos de miedo, cuando
se sienten enfermos o cuando experimentan alguna otra angustia.

2) La madre tiende a transmitir más tranquilidad al bebé o niño.

3) La madre responde mejor a los llantos distintivos de un bebé, ya


que tiene una mejor capacidad que el padre, por ejemplo, para
distinguir entre el llanto de hambre de su bebé y el llanto de dolor. En
esto se muestra una vez más la com-plementariedad entre el padre y la
madre, pues la mujer oye mejor los sonidos agudos e incluso
simultáneos y puede distinguir entre ellos, mientras que el varón
escucha mejor la direccionalidad del ruido.10

4) La madre también es mejor que el padre para detectar las emociones


de sus hijos al mirar sus rostros, posturas y gestos.

5) Teniendo en cuenta el punto anterior, no hay que sorprenderse,


entonces, que aquellos niños que se vieron privados de atención
materna durante períodos prolongados en sus primeros años de vida
carecen de sentimientos, tienen relaciones superficiales y muestran
tendencias hostiles o antisociales a medida que se convierten en
adultos.

Un niño que es adoptado por una pareja de hombres gais, por ejemplo, se
verá privado de todos los beneficios enumerados por el Dr. Kobak.

La figura paterna también es central en la vida del niño y complementa a la


madre en el proceso madurativo del hijo, además de aportar una variedad de
talentos distintivos y necesarios:

1) El padre se destaca cuando se trata de proporcionar disciplina y


juego y es él quien anima a sus hijos a aceptar los desafíos de la vida.
La madre tiene una tendencia a sobreproteger a sus hijos, lo cual
muchas veces termina en dos situaciones: la madre protege tanto al
niño de los problemas de la vida que se convierte ella misma en el
problema y esto tiene como consecuencia que en vez de educar hijos
fuertes solo produce hijos débiles.11 Por eso es importante la presencia
del padre para balancear la situación.

2) Los padres proporcionan un modelo esencial para el niño.

3) La presencia del padre en el hogar protege al niño del miedo y


fortalece su capacidad para sentirse seguro.

Todos estos puntos están ampliamente sustanciados por la literatura


científica. La realidad de niños y jóvenes criados en familias sin padre
presente ha sido investigada intensamente, especialmente con relación a los
graves problemas psicológicos, académicos y sociales que enfrentan estos
jóvenes. Todo esto, como veremos, demuestra la importancia de la
presencia del padre en el hogar para un desarrollo infantil saludable Pero
los programas de ESI, nuevamente, ocultan esta realidad esencial para la
maduración del ser humano. Veamos algunos de esos estudios.

Un estudio realizado en Canadá en el año 2013 por Douglas Allen analizó


datos de una muestra poblacional enorme basada en el censo del 2006.12 El
estudio, cuyo objetivo era medir el promedio de graduación de la escuela
secundaria en jóvenes provenientes de hogares formados por parejas del
mismo sexo, reveló que los hijos de parejas homosexuales y lesbianas
tienen solamente un 65 % de probabilidades de graduarse de la escuela
secundaria en comparación con los hijos de matrimonios del sexo opuesto y
casados. Además, el autor concluyó que las niñas y chicas adolescentes de
estas uniones del mismo sexo tienden a tener más dificultades académicas
que los niños y jóvenes de estas parejas. Un mérito del estudio es haber
distinguido entre los niños criados por hombres gais y los criados por
lesbianas. Esto dio como resultado que las niñas de “madres” lesbianas
mostraron una tasa de graduación todavía dramáticamente más baja.

Además, en este estudio se destacan tres hallazgos claves:

1) Los hijos de padres casados del sexo opuesto tienen una alta tasa de
graduación en comparación con los demás.

2) Los hijos de familias lesbianas tienen una tasa de graduación muy


baja en comparación con el resto.

3) Los hijos ubicados en otros cuatro tipos de arreglos de vida (parejas


no casadas, parejas gais y madres y padres solteros) son similares entre
sí y caen entre los extremos de padres heterosexuales casados y parejas
de lesbianas.

El estudio fue publicado en el 2013, por lo que todavía no se había


introducido una nueva ley en Ontario con respecto a la adopción de niños
por parte de parejas LGBT. La nueva ley de 2016 le abrió las puertas a la
adopción “multiparental”, es decir, por la nueva ley (Bill 28) ahora varias
parejas pueden adoptar al mismo niño.13 Esto quiere decir que el niño
potencialmente puede tener, por ejemplo, dos padres homosexuales, dos
madres transexuales y otras dos madres lesbianas. Mientras estas parejas
estén de acuerdo en unirse para criar al bebé, todos pueden figurar en el
certificado de nacimiento como los “padres” de la criatura. Es más, la ley
permite incluso mezclar material genético de todos los “progenitores”, de
tal manera que ese niño sea un “pedacito” de cada uno. Este tipo de contrato
“multiparental” supuestamente le da “más libertad a las parejas envueltas”,
ya que mientas una pareja se queda con el niño un fin de semana,

las otras parejas “se pueden ir de viaje sin ninguna preocupación”, como
resalta el periodista Matthew Pearson en una historia sobre parejas \o-
parentales” publicada en una conocida revista canadiense.14 Deberán pasar
15 o 20 años para que conozcamos las lamentables consecuencias de dicha
decisión y el desastre psicológico causado en esos niños.

Otro estudio realizado en Australia en 1996, el cual exploraba la relación


entre el entorno familiar y el comportamiento de los niños de escuela
primaria que vivían en tres contextos familiares distintos, también llegó a
conclusiones que deben ser tenidas en cuenta al hablar de la “diversidad”.
Comparando los datos de hijos de parejas heterosexuales casadas, de
parejas heterosexuales en cohabitación y de parejas homosexuales, y
examinando en qué medida estos niños difieren con respecto al rendimiento
escolar v los aspectos del desarrollo social, el experto en sociología Dr.
Sarantakos llegó a la conclusión de que, en la mayoría de los casos, los
hijos más exitosos son los que provienen de parejas casadas, seguidos en
una escala descendiente por los hijos de parejas que conviven sin casarse y,
finalmente, los hijos de parejas homosexuales en el fondo de la escala.15
Los datos nos muestran una vez más que los matrimonios heterosexuales
casados ofrecen el mejor entorno para el desarrollo social y educativo del
niño.

El estudio del Dr. Sarantakos fue confirmado nuevamente por un estudio


del año 2012 que reexaminaba a su vez otro estudio del año 2010 del
investigador Michael Rosenfeld, quien analizaba la relación entre los
resultados escolares del niño y la estructura familiar de parejas del mismo
sexo.16 Los investigadores encontraron que, en comparación con los
hogares tradicionales conformados por matrimonios casados, los niños
criados por parejas del mismo sexo tenían un 35 % menos de
probabilidades de lograr un progreso normal en la escuela. La conclusión de
esta importante investigación nuevamente nos confirma que “con respecto
al progreso escolar normal, los niños que residen en hogares del mismo
sexo se pueden distinguir estadísticamente de los que viven en hogares
casados tradicionales y en hogares de convivencia heterosexual”.17 La

magnitud He las diferencias es tal, según el estudio, que debería “ser


relevante en los debates políticos actuales y futuros, lo que indica una
necesidad real de mayor investigación sobre los modos por los que la
estructura familiar afecta el desarrollo infantil y los resultados
académicos”.18

Un estudio realizado por Theodora Sirota en el año 2009 centrado en 68


mujeres con padres homosexuales o bisexuales y 68 mujeres con padres
heterosexuales, encontró una diferencia estadísticamente significativa entre
los dos grupos de mujeres cuya edad promedio era de 29 años. Las mujeres
con padres homosexuales o bisexuales tenían dificultades en sus relaciones
con adultos en tres áreas: (1) se sentían menos cómodas con la cercanía y la
intimidad; (2) eran menos capaces de confiar y depender de los demás; y (3)
experimentaron más ansiedad en sus relaciones en comparación con las
mujeres criadas por padres (y madres) heterosexuales.19

En el año 2012, Daniel Potter publicó un estudio según el cual los niños
criados en familias de padres del mismo sexo obtuvieron calificaciones más
bajas que sus pares que viven en Hogares formados por el matrimonio de
sus padres biológicos en dos asignaturas: matemática y lectura y
comprensión. Potter concluyó que estas diferencias pueden atribuirse a
niveles más altos de inestabilidad familiar y transiciones en familias del
mismo sexo, en comparación con las familias intactas de padres biológicos
casados. El estudio se basó en una encuesta amplia, representativa a nivel
nacional y aleatoria de 20.000 niños en edad escolar. Resultados similares
se observaron en niños criados en contextos de familias divorciadas o con
padres adoptivos y varias transiciones en el contexto familiar.20 Podemos
afirmar que la inestabilidad familiar afecta la capacidad cognitiva y el
crecimiento intelectual de un niño.

El año 2012 tam bién vio la luz un estudio pionero en la cuestión de niños
adoptados por parejas del mismo sexo. Mark Regnerus, reconocido
sociólogo de la Universidad de Texas en Austin publicó un profundo
estudio sobre las diferentes “estructuras familiares”.21 El estudio reveló que
aquellos jóvenes y adultos (de 18 a 39 años) que fueron criados por padres
o madres del mismo sexo tenían más probabilidades de sufrir una amplia
gama de problemas emocionales y sociales.

El estudio de Regnerus es significativo por varias razones: (1) la muestra de


su estudio es enorme y representativa de la población de los Estados Unidos
(no un grupo pequeño y autoseleccionado como ocurre en estudios
proadopcion por parejas LGBT); (2) además, Regnerus partió de las
respuestas de estos mismos hijos de parejas homosexuales, en lugar de
pedir a los padres del mismo sexo que describieran cómo les fue en su
experiencia y los resultados en sus hijos;22 y, finalmente, (3) Regnerus hizo
una comparación a gran escala sobre 80 puntos a tener en cuenta en niños
que habían vivido con (o tenían) padres que pertenecían a una de ocho
categorías: familias intactas con ambos padres biológicos casados entre sí;
madres lesbianas; padres homosexuales; padres solteros heterosexuales;
padres que luego se divorciaron; padres que cohabitan; padres que
adoptaron al niño; otros tipos (como una familia con el padre o madre
fallecido a temprana edad). El resultado de la investigación de Regnerus
concluyó que a los hijos de parejas lesbianas y gais les fue peor que a los de
familias heterosexuales intactas en 7 de las 80 medidas de resultado. Las
excepciones se relacionan únicamente con la participación en elecciones
políticas (votar) de los hijos de padres homosexuales y el consumo de
alcohol por parte de los hijos de madres lesbianas. Era de esperar un mayor
envolvimiento político debido a que en ese período se llevó a las urnas una
cantidad de temas progresistas y pro-LGBT. Ahora bien, como afirma
Regnerus, hay una “diferencia estadística significante entre los que
provenían de familias biológicas intactas y los

El matrimonio y las familias "diversas"

otros siete tipos de estructuras familiares y, en la gran mayoría de los casos,


el resultado optimo favorecía a los hijos de estas familias intactas"/''

En el año 2015, el reconocido sociólogo y experto en familia Paul Sullins


publicó dos estudios dignos de ser considerados en cualquier debate político
sobre la adopción por parte de parejas homosexuales.

El primero de estos estudios pone el foco en los problemas emocionales de


niños con padres del mismo sexo.23 24 Utilizando una muestra
representativa de 207.007 niños de la Encuesta Nacional de Entrevistas de
Salud de los Estados Unidos, incluidos 512 ñiños con padres del mismo
sexo, Sullins encontró que los problemas emocionales en niños con padres
del mismo sexo eran más del doble de prevalences que en niños con padres
del sexo opuesto. Lo interesante del estudio es que el objetivo de Sullins era
probar si se replicaban los hallazgos de varios estudios que empleaban una
pequeña muestra de la población y que afirmaban que los niños con padres
del mismo sexo no sufren ninguna desventaja en el bienestar emocional.25
26 Resulta que, al intentar replicar estos estudios en una muestra de

población representativa, Sullins se encontró con exactamente lo opuesto:


los niños de parejas del mismo sexo tienen más problemas emocionales.
Esto lo llevó a afirmar que “Las parejas del mismo sexo son más similares a
las familias que cohabitan o a las familias con un padrastro o madrastra que
a las familias casadas c • _ ”76

intactas .

El segundo estudio de Sullins presentó los primeros datos de población


acerca del trastorno por déficit de atención e hiperactividad entre niños
criados por padres del mismo sexo con el objetivo de analizar si vivir con
padres del mismo sexo está asociado a una mayor prevalencia de padecer
dicho trastorno y para evaluar cualquier agravante

clínicamente significativo.27 Sailings encontró que los niños que viven con
padres del mismo sexo tienen una prevalencia de más del doble de padecer
dicho trastorno que la población general. Además, Sullins encontró que
niños criados por parejas del mismo sexo tienen una probabilidad siete
veces mayor de sufrir estigmatización por sus pares debido a que no
desarrollan apropiadamente los mecanismos de relación interpersonal.

Se ha sugerido también que niños criados por parejas homoparentales


puedan verse afectados negativamente al experimentar una mayor
transitoriedad en las relaciones entre padres del mismo sexo. Los estudios
demográficos muestran que las relaciones entre personas del mismo sexo se
disuelven a tasas bastante más altas que las relaciones del sexo opuesto.28
Además, estudios sobre las consecuencias emocionales del divorcio
parental en los niños han sugerido que la disolución y el restablecimiento de
la familia de hecho afectan la salud emocional del niño debido al aumento
de conflictos entre los padres que culminan en la disolución del vínculo y
estos efectos persisten a lo largo de su vida.29
En el libro Atrapado en el cuerpo equivocado se mencionaba que es un
hecho que la población LGBT tiene un riesgo muchísimo mayor que la
población heterosexual de sufrir trastornos tanto físicos como mentales,
tales como la depresión, ansiedad, adicción a las drogas, alcoholismo y un
número alarmantemente elevado de suicidios. También son elevados los
problemas sociales y de conducta, como, por ejemplo, la toxicomanía y la
violencia en la pareja. Hay un sólido y creciente número de estudios que
analizan la relación entre la conducta sexual y el estado de salud mental de
la persona, por lo que la atracción hacia personas del mismo sexo se asocia
con un riesgo elevado de trastornos

mentales o angustia psicológica.30 Ahora bien, ¿en qué afecta esta situación
a niños que tengan que crecer en un ambiente así? Hay pruebas sólidas de
que crecer con padres que padezcan enfermedades mentales o afectivas es
un gran factor de riesgo para desarrollar algún tipo de angustia mental o
emocional en la infancia.31 Esta evidencia sugiere, por lo tanto, que los
problemas psicológicos de los padres pueden ser mayores y transmitirse a
los niños de diferentes maneras en familias del mismo sexo en comparación
con familias del sexo opuesto.

Por otra parte, hay suficiente evidencia que confirma que los niños
adoptados tienen tasas más altas de problemas emocionales y de
comportamiento en comparación con los niños no adoptados.32 Si a eso le
sumamos los problemas inherentes a la estructura familiar en la que estos
niños son acogidos, los problemas aumentan aún más. De hecho, las parejas
del mismo sexo tienen aproximadamente diez veces más probabilidades de

adoptar un niño que las parejas del sexo opuesto.33 34 35 36 Por lo que un
niño adoptado no solamente va a tener que lidiar con la realidad personal,
sino que ademas se le niega el derecho innato a tener un padre y una madre.

Finalmente, un tema delicado pero que no debemos ocultar: el impacto en la


vida sexual de personas criadas por parejas del mismo sexo v el abuso
sexual. En el año 1996 se publicó un estudio titulado “Padres
homosexuales”, donde los autores de la investigación revelaron que los
hijos adultos de parejas homosexuales informaron con mas frecuencia que
experimentaban deseos homosexuales e incluso que teman relaciones
sexuales con uno o ambos de sus padres adoptivos.'* Si padres religiosos
tienden a producir hijos religiosos y padres alcohólicos influyen en los
hábitos de sus hijos, no es de sorprenderse que la vida sexual de los padres
también afecte por “contagio" a los hijos, remarcan los autores del
estudio.'37 Hov en día es prácticamente un dogma de fe que si los padres
fuman, los hijos también van a salir fumadores. Entonces ¿por que el
esfuerzo en ocultar que la actividad sexual de los padres homosexuales
influye en los hijos adoptivos? En el año 201 se publico un estudio por los
misinos autores titulado Los hijos de homosexuales son mas apt*>s p.u . •
»l\crsc homosexuales y experimentar abuso parental . El título lo dice tod<»
c .k. . autores afirman que, a pesar de

haber pasado algún tiempo desde aquel estudio de 1996, “los efectos en la
crianza de hijos por parte de parejas homosexuales se han mantenido
bastante estables durante las últimas décadas".'

El negocio de la fertilización asistida V la donación de óvulos y esperma

Aquí es importante considerar también otra realidad que los programas de


la ESI ocultan: el negocio de la fertilización asistida y donación de óvulos o
esperma está íntimamente conectado hoy en día con el mundo LGBT,
especialmente debido a la legislación que permite la adopción de niños por
parejas del mismo sexo, o parejas múltiples como el caso de Canadá. Si
bien muchos matrimonios utilizan la fecundación asistida, son las parejas
LGBT quienes principalmente usan tanto óvulos como esperma vendidos y
almacenados en clínicas de fecundación asistida. En los Estados Unidos es
un negocio que en el año 2010 generaba $ 3.300 millones de dólares
anuales, pero del año 2014 al 2020 el negocio creció a una cifra de $ 6.000
millones de dólares por año.38 ¿Ahora se entiende por qué el lobby LGBT
está tan bien financiado al momento de aprobar leyes de unión y adopción
por parejas del mismo sexo? Debido a la falta de regulación en estados
como California, parejas del mismo sexo de todo el mundo viajan para
elegir el tipo de bebé deseado. En ese país se realizan unos 330.000 intentos
de implante por fecundación in vitro, resultando en el nacimiento de 55.000
bebés cada año. Del total de intentos, se calcula que alrededor de 60.000 es
por medio de donación de óvulos o esperma.39 Y no son únicamente
lesbianas o madres solteras quienes buscan donantes de esperma, sino
también hombres gais que buscan tener una conexión biológica con sus
hijos y acuden a un banco de óvulos de una clínica y a una mujer que
alquile su vientre para darse el gusto de tener su propio hijo.

Un estudio publicado en el año 2010 sobre adultos concebidos por donación


de esperma demostró algunas de las consecuencias negativas para las
personas concebidas por medio de donantes: en promedio, los jóvenes
concebidos mediante inseminación artificial mostraban más confusión
acerca de su origen y dudaban de sus padres, se sentían más aislados de sus
familias, experimentaban más problemas psíquicos y les iba peor en áreas
como la depresión, delincuencia y abuso de alcohol y drogas en
comparación a un grupo similar de jóvenes que fueron concebidos
naturalmente.40 A lo largo de la vida se planteaban dudas sobre su origen y
manifestaban un gran temor a mantener una relación con alguien con el que
tal vez estaban emparentados biológicamente al desconocer quién era su
padre.

Otro estudio de año 2013, dirigido por la profesora de psiquiatría infantil


Susan Golombok, comparó a niños concebidos por distintos métodos: niños
concebidos por FIY y a través de alquiler de vientre, niños nacidos
mediante donación de óvulos, por inseminación de donante y niños
concebidos naturalmente.41 Todos fueron evaluados a las edades de 3, 7 y
10 años. El estudio concluyó que los niños gestados por vientre de alquiler
tenían mayores dificultades de adaptación a los 7 años que los niños de los
otros grupos. Los autores concluyeron además que la ausencia de una
conexión gestacional con la madre puede ser problemática para el infante.
Estos problemas de adaptación se manifestaban como problemas de
comportamiento agresivo o antisocial, v problemas emocionales, como la
ansiedad o la depresión. Además, en los casos en los que el niño tenía
contacto con la mujer que alquiló su vientre, los chicos manifestaban más
problemas, posiblemente porque esto “puede debilitar las relaciones
familiares . 42

No podemos minimizar las consecuencias del alquiler de vientres en el


desarrollo emocional del niño, el cual está íntimamente conectado a
procesos neurobiológicos y hormonales que atraviesan ambos padres
durante la dulce espera. Así como lo lee en este momento: tanto el padre
como la madre del niño por nacer experimentan cambios hormonales y
cerebrales durante la etapa del embarazo que tienen una relación
imprescindible con el desarrollo del niño. ¿Y si no hay dulce espera?
Veamos qué ocurre, ya que, si de ciencia se trata, es imprescindible conocer
estos procesos para poder dar una opinión informada acerca del desarrollo
del niño y la importancia de crecer con su padre y su madre biológicos.

Efectos neurobiológicos y hormonales del embarazo

Dos semanas después de que el óvulo ha sido fertilizado, el embrión se


implanta en el útero de la mamá, dando comienzo a un proceso hormonal
que afecta no solo el cuerpo sino también el cerebro de la madre, el cual es
regado por neurohormonas preparadas por el feto y la placenta.43 La
progesterona sube entre 10 y 100 veces el nivel normal entre los primeros
dos y cuatro meses de embarazo, ejerciendo profundos efectos sedativos en
el cerebro. Este efecto tranquilizante de la progesterona, sumado a un índice
elevado de estrógeno, ayuda a proteger a la madre de las hormonas de
estrés.44 Pero cuando el embarazo está ya en su última etapa, los niveles de
las hormonas del estrés se elevan tanto como lo que sucede durante un
ejercicio extenuante. Sin embargo, contrario a lo que ocurriría en una
situación normal, estas hormonas no causan estrés en la madre, ya que
tienen como propósito hacer que ella esté vigilante con su alimentación y
seguridad personal.45

Hacia el final del embarazo, el cerebro de la madre se enfoca casi


exclusivamente en el bebé que está por nacer debido a que los circuitos
cerebrales se activan a un nivel de “alerta máxima” en torno a esta realidad.
En esta etapa el nivel de comunicación entre el bebé y su madre es
increíble. Una vez que el bebé está preparado para nacer, este le envía
señales a su madre, lo que resulta en un colapso de los niveles de
progesterona en la mamá y un aumento de oxitocina que riega su cerebro y
cuerpo causando contracciones en el útero y hacen posible el parto.46
Luego, a medida que el bebé atraviesa el canal del parto, más oxitocina es
inyectada en el cerebro materno, lo que activa nuevos receptores y establece
miles de conexiones totalmente nuevas entre sus neuronas.47' La oxitocina,
sumada a la dopamina, dan una sensación de euforia que hacen posible
pasar por ese momento único en la vida de una mujer, momento que
cambiaran tanto su vida como su cerebro para siempre.

Una vez que da a luz a su bebé, el olor del recién nacido se imprime
químicamente en el cerebro de la madre, de tal manera que podrá detectar el
olor de su bebé inmediatamente y entre cualquier otro tipo de olor con una
eficacia del 90 %.48 Es ahí cuando se manifiestan los grandes cambios
cerebrales por los que atravesó durante el embarazo. De repente, el sentido
de protección la inunda, al igual que la llamada “agresión materna”.49
50 51 Sus circuitos cerebrales se han reconfigurado de tal manera que ahora

su atención se dirige a cuidar y proteger a ese pequeño bebé de cualquier


peligro, potenciando las funciones cerebrales de la vista, el sonido y el
movimiento para poder monitorear y seguir a su bebé en todo momento.5

Los procesos e intercambios que ocurren entre la madre y su bebé durante


el embarazo son una maravilla de la naturaleza. Pero si ese niño fue gestado
en un “vientre de alquiler”, ese ecosistema biológico se romperá y le será
negada la protección natural de su madre, además de producir un impacto
hormonal y neuronal serio en la mujer que lo llevó por nueve meses al verse
de pronto despojada del niño que cargó durante ese tiempo?' En el niño que
fue gestado en vientre de alquiler también se observan serios problemas en
el vínculo emocional con su madre que de hecho no lo gestó.52 53 Esto
también explica por qué tantas madres solteras que estaban dispuestas a dar
en adopción a su bebé, al llegar el momento del nacimiento deciden
quedarse con él. La conexión neurobiológica con esa vida que engendraron
es muy fuerte como para soltarla.

La llegada de una nueva vida en la familia no solo afecta el cerebro de la


madre sino también el del padre, que atraviesa cambios hormonales y
cerebrales paralelos a los de su esposa?-1 No es de extrañar que el hombre
experimente nauseas o pierda o suba de peso, entre otros síntomas, ya que
hasta el 65 % de los varones suele experimentar el síndrome de Couva.de .
El nombre proviene del francés couver, que significa incubar o criai, y
afecta a algunos padies durante el embarazo de la esposa con los síntomas
propios del embarazo?4
Unas semanas antes del nacimiento del bebé, el papá experimenta niveles
de prolactina 20 % mayores y sube también el cortisol, hormona
relacionada con el estrés, aumentando la sensibilidad y el nivel de alerta que
necesitará como papá.54 55 Una vez que nace el hijo, los niveles de
testosterona del padre caen un tercio del total, mientras los niveles de
estrógeno suben a un nivel inusual para el hombre. Estos cambios
hormonales cumplen una función central en el cerebro masculino,
preparando al hombre para el vínculo emocional que comienza a desarrollar
con el bebé.56

¿Podemos adoptar un bebé y cuidar de él y amarlo como propio?


Ciertamente que sí, pero también tenemos que reconocer que muchísimos
cambios neurobiológicos y hormonales que predisponen al padre y la madre
para recibir a ese nuevo miembro de la familia no ocurrirán. Por eso es que
la adopción siempre es traumática y requiere de un ambiente y padres
adoptivos especiales. El alquiler de vientres no hace más que jugar con una
vida humana para satisfacer los deseos, muchas veces egoístas, de personas
con grandes problemas afectivos. Lo mismo con las adopciones
homoparentales: le quitamos a ese niño el derecho a tener un padre y una
madre. Por eso es que en la tradición occidental nunca existió el derecho a
adoptar un hijo, sino lo contrario: es el hijo quien tiene derecho a tener papá
y mamá porque solo en esa complementariedad es que se pueden dar las
posibilidades para su desarrollo emocional, afectivo, intelectual y volitivo.
Las palabras de Joseph Ratzinger no solo están bien fundamentadas a la luz
de la ciencia, sino que también adquieren una contundencia especial:
“Como demuestra la experiencia, la ausencia de la complementariedad
sexual [en las uniones del mismo sexo] crea obstáculos en el desarrollo
normal de los niños que eventualmente serán puestos bajo el cuidado de
estas personas. Estos no experimentarán la maternidad o la paternidad. La
integración de niños en las uniones homosexuales a través de la adopción
significa someterlos de hecho a violencias de distintos órdenes,
aprovechándose de la débil condición de los pequeños, para introducirlos en
ambientes que no favorecen su pleno desarrollo humano. Ciertamente tal
práctica sería gravemente inmoral y se pondría en abierta contradicción con
el principio, reconocido también por la Convención Internacional de la
ONU sobre los Derechos del Niño, según el cual el interés superior que en
todo caso hay que proteger es el del niño, ya que es la parte más débil e
indefensa”.57

El niño, en su desarrollo psicológico y afectivo, siempre se hace una idea de


la relación que tienen su padre y su madre. Es esta certeza de amor mutuo y
estabilidad lo que le da la oportunidad de desarrollarse en cada uno de los
aspectos de su persona. Cuando este amor mutuo falla y se presenta la
inestabilidad o ruptura familiar, tendrá siempre consecuencias psicológicas
negativas que, tarde o temprano, ese niño tendrá que enfrentar por cuenta
propia evitando caer en la victimización. El vínculo de los padres incide de
manera muy fuerte en el equilibrio de quién es el niño como persona y, por
lo tanto, en el desarrollo de su personalidad. Pero si el origen de la
concepción no es un acto de amor gratuito, las preguntas que el niño
siempre se formula sobre su origen tendrán una dura respuesta.

¿Y los estudios que afirman que no hay diferencias?

Hay un número de estudios empecinados en mostrar que “no hay


diferencias” entre las uniones homosexuales y los matrimonios
heterosexuales y que los niños de familias del mismo sexo no presentan
desventajas notables en comparación con los niños criados en otras formas
familiares. Pero ¿cómo conciliar estos supuestos estudios que no muestran
efectos nocivos para los niños que tienen o han vivido con padres gais o
lesbianas con la cantidad de estudios significativos y con datos objetivos y
contundentes presentados más arriba? No hay conciliación posible, como
veremos, porque estos estudios proadopción LGBT fallan seriamente en
cuanto a la metodología al punto que es inentendible cómo lograron ser
publicados. Salvo, claro, que haya toda una agenda para ocultar datos y
lograr triunfos legales con respecto a las uniones del mismo sexo y
adopción de hijos.

Hay que tener en cuenta que, en general, estos estudios comparaban parejas
del mismo sexo con formas familiares tales como parejas divorciadas,
parejas separadas y madres solteras y no con uniones matrimoniales
estables.58 Sharon L. Huggins, por ejemplo, comparó en una muestra de 36
adolescentes la autoestima de aquellos con madres lesbianas divorciadas y
la de adolescentes con madres heterosexuales divorciadas, no encontrando
diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos.59 La
muestra es insignificante, además de no poderse emplear este estudio para
afirmar que no hay diferencias con respecto a hijos de matrimonios
estables... Hacer esto es, como mínimo, deshonestidad absoluta. En otro
caso, Nanette Gartrell y colaboradores publicaron un estudio basado en el
testimonio personal de 78 adolescentes criados por lesbianas, quienes
calificaron su bienestar general con un promedio de 8,14 en una escala
máxima de 10 puntos. Sin embargo, los investigadores no compararon a
estos jóvenes con ningún grupo de control, por ejemplo, otros adolescentes
criados por matrimonios heterosexuales estables, además de ser una
muestra demasiado pequeña.60

Otro estudio, titulado “Padres gais y lesbianas”, concluía que “ser


homosexual es claramente compatible con una paternidad eficaz y no es un
problema importante en las relaciones de los padres con sus hijos”.61 El
problema nuevamente surge con la metodología: no solo se compara un
ínfimo número de 23 parejas del mismo sexo con 16 padres o madres
solteros sino que, además, no hay ninguna mención a un matrimonio
estable, lo que hace caer por el piso la conclusión central... Es más, como si
no fuese una alarma, el estudio reportaba que “solo una minoría fomenta los
juguetes, las actividades y los compañeros de juegos de tipo sexual”.62

El mismo problema metodológico se repite en otro estudio de comparación


entre 50 madres lesbianas y 40 madres solteras heterosexuales titulado
“Madres lesbianas y sus hijos”. No se puede acudir a este estudio con un
número tan ínfimo de participantes y que no incluyó a ningún matrimonio
estable para afirmar que “no hay diferencias” entre la crianza de una pareja
homosexual y la de un matrimonio estable.63 Quien lo haga es un estafador.

Otro estudio empleado por activistas LGBT es uno del año 2009 sobre 80
grupos familiares que habían concebido por medio de donantes de semen,
55 parejas eran de lesbianas comparadas con 25 madres heterosexuales,
centrado en la relación que esos niños mantenían con sus abuelos.64 No se
encontraron diferencias, pero el grupo de control eran madres solteras y el
tema a estudiar es un tema ajeno a la situación psicológica y emocional de
los niños y la crianza en sí misma. A partir del contacto con los abuelos no
se puede afirmar que “no hay diferencias”, ya que es un tema accidental,
además de compararlo con madres solteras y no con matrimonios
estables.65

Con relación a la legalización de acuerdos “multiparentales” en Canadá,


hay que notar que Henny Bos ya había publicado en el año 2013 un artículo
comparando a 36 niños criados por hombres gais y 36 niños criados por
parejas heterosexuales en Holanda.66 Esto está íntimamente relacionado al
tipo de crianza “multiparental” mencionado mas arriba, ya que los padres
homosexuales de este estudio estaban en relación con una persona del
mismo sexo y habían donado su esperma a parejas de lesbianas para asi
tener un hijo por inseminación artificial (en ese momento el alquiler de
vientres estaba prohibido en Holanda). Luego, por un “acuerdo parental”,
ambas parejas de homosexuales y lesbianas compartían la crianza de los
niños (aunque legalmente los cuatro no eran padres’ de la criatura al no
haberse aprobado una ley así todavía en dicho país). La autora pretende
demostrar que los niños criados en este entorno no manifiestan ninguna
diferencia con niños criados por matrimonios heterosexuales estables. Sin
embargo, el estudio tiene severas limitaciones, se basa en una muestra
ínfima y no representativa de 36 casos, además de que fueron los mismos
padres homosexuales quienes respondieron a un cuestionario enviado por
email a 1.000 personas y recibieron la respuesta de únicamente 37 hombres
gais. La autora, quien es una conocida activista LGBT, concluye que “los
padres homosexuales no se diferencian de los padres de familias
heterosexuales en la relación con sus hijos”, aunque “los padres
homosexuales se sienten menos competentes en su papel de crianza de los
hijos”.67 Uno se cuestiona cómo un trabajo con dicha metodología sea
considerado académico.

Pero algunos estudios incluso no se conforman con el mito de que “no hay
diferencias” y han llegado a afirmar que hay más beneficios para los hijos
cuando son criados por parejas del mismo sexo, incluso con relación a
matrimonios casados formados por el padre y madre biológicos, siendo que
la forma matrimonial es la que está asociada con la estabilidad y los
beneficios del desarrollo de los niños.68

Sin embargo, los tamaños de muestra usados en estos estudios son tan
pequeños que es imposible y deshonesto concluir que “no hay diferencias”
entre los hijos criados por parejas del mismo sexo y matrimonios
heterosexuales estables. Hay estudios que emplean tan solo 15,18, TI, 33,36
o 44 casos.69 Un claro ejemplo de esto es una revisión de 23 estudios sobre
la crianza de niños por parte de parejas lesbianas y homosexuales publicado
por Anderssen y colaboradores en el 2002.70 Los estudios, publicados entre
los años 1978 y 2000, son metodológicamente cuestionables, ya que
además de no representar a la población de niños criados por parejas LGBT
(los mismos estudios lo reconocen), se reducen a un número ínfimo de
casos como para dar resultados conclusivos, tales como 19, 21, 30, 43 o 55
casos, y en varios de estos estudios ni siquiera hacen referencia a un grupo
de control. ¿Cómo pueden entonces pretender los autores que “no hay
diferencias sustanciales” en cuanto a la crianza, especialmente cuando
inmediatamente después de hacer esta afirmación ponen un freno y
paradójicamente afirman que “los datos en estos estudios empíricos son
insuficientes como para afirmar que no hay diferencias”? 71 ¿No se plantean
que ellos mismos están esbozando una tremenda contradicción? Por eso
Regnerus es lapidario y cuestiona incluso la existencia de estos “estudios”,
ya que al no haber suficiente poder estadístico como para detectar
diferencias significativas en caso de que existan, estos estudios nunca
deberían haber afirmado que “no hay diferencias” en la crianza de niños por
parte de parejas LGBT.72

Un estudio publicado en el año 2011 por los investigadores Gartrell, Bos y


Goldberg hizo un seguimiento de 78 adolescentes (39 varones y 30
mujeres) criados por madres lesbianas. A pesar del tamaño pequeño de la
muestra y no tener grupo de comparación, afirmaron que los adolescentes
criados en familias lésbicas tienen menos probabilidades que sus pares de
ser víctimas de un padre u otro cuidador. Aunque también reconocen que
las hijas de madres lesbianas tienen más probabilidades de tener
comportamientos homosexuales y de identificarse como bisexuales”.73 Otro
estudio del 2015, conducido por Bos, van Gelderen y Gartrell, afirma que
los adolescentes con madres lesbianas tenían niveles más altos de
autoestima y niveles más bajos de problemas de conducta que sus pares
criados en un entorno familiar con padres heterosexuales. Sin embargo, de
ninguna manera puede ser conclusiva una investigación que usó una
muestra de apenas 51 adolescentes que fueron concebidos por donación de
semen y criados por lesbianas con 51 adolescentes criados por ambos
padres biológicos. Es deshonesto concluir que “las escasas diferencias
encontradas en el bienestar psicológico favorecieron a los adolescentes de
familias lesbianas”.74

Douglas Allen, otro crítico de estos estudios proadopción LGBT, al revisar


49 estudios de padres del mismo sexo publicados antes de 2010, encontró
que 47 de estos apoyaban alguna variante de la teoría que “no hay
diferencias”, sin embargo, ninguno de estos estudios involucró una muestra
representativa lo suficientemente grande como para distinguir diferencias si
estas existían de hecho.75 Incluso Rosenfeld, un defensor de la adopción de
parejas del mismo sexo, admite que el tamaño medio de las muestras de
niños empleadas en la literatura pro-LGBT es de 39 casos, lo que
virtualmente garantiza un gran error metodológico, porque es imposible
detectar un efecto real (sea negativo o positivo) con una muestra tan
pequeña.76

Dos estudios conducidos por Gartrell-Bos y Biblarz-Stacey, ambos


publicados en el 2010, son muy citados por activistas LGBT y ampliamente
difundidos por los medios de comunicación.77 Ambos estudios afirman que
privar a un niño deliberadamente de los beneficios de un hogar donde hay
complementariedad entre un padre y una madre no produce ningún daño
psicológico. Pero el estudio de Gartrell y Bos se basa únicamente en
informes realizados por las madres lesbianas, quienes estaban al tanto de la
agenda política del estudio. De igual manera, en el análisis realizado por
Biblarz y Stacey, en 31 de los 33 estudios sobre familias LGBT fueron las
mismas madres lesbianas quienes proporcionaron los datos a analizar en
base a cuestiones totalmente subjetivos. Esto creó, inevitablemente, un
sesgo ideológico ya que las madres lesbianas que respondían sabían muy
bien para qué se estaba realizando el estudio.

Pero, a pesar de los problemas metodológicos de estos estudios y la


cantidad de evidencia contraria, la Asociación de Psicología de los Estados
Unidos (APA) publicó un documento en el 2005 y del que todavía no se ha
retractado afirmando que “ningún estudio ha encontrado que los hijos de
padres gais y lesbianas estén en desventaja en algún aspecto significativo
con relación a los hijos de padres heterosexuales”.78 Esto no es más que una
mentira descarada y que no ha hecho más que desprestigiar la autoridad de
la APA, que año a año abandona más a la ciencia y se dedica al activismo
político de corte ideológico. El investigador Waster Schumm denunció que
la APA ocultó sistemáticamente los estudios anteriores al 2005 y cuya
existencia de hecho desmentía que “ningún estudio” encontró diferencias.79
Investigadores como Sarantakos vienen publicando estudios desde el año
1973 derribando la teoría de que “no hay diferencias”.

Es más, la falta de seriedad del documento de la APA fue confirmada por el


Dr. Loren Marks, quien realizó un análisis del documento en el año 2012 y
concluyó que el mismo no tenía ningún fundamento empírico.80 De los 59
estudios citados por el

documento de la APA, 26 de ellos ni siquiera tenían un grupo de


comparación de parejas heterosexuales. Y en los estudios en los que se
establecía una comparación, en realidad era en referencia a familias
formadas por madres solteras. Entonces, ¿cómo puede ser que la APA
publique un documento que descaradamente y sin fundamentos afirma que
los hijos de parejas del mismo sexo no tienen ninguna desventaja con hijos
de matrimonios heterosexuales estables? Además, según Marks, la mayoría
de los estudios a favor de la adopción por parejas LGBT se basan en
muestras pequeñas y no representativas de los niños de familias
homosexuales típicas en los Estados Unidos. Cuando un activista LGBT te
venga con sus “estudios”, recuérdale estos datos.

Más recientemente, sin embargo, en vez de postular que “no hay


diferencias”, algunos estudiosos incluso afirman diferencias positivas a
favor de las parejas del mismo sexo: estos padres o madres del mismo sexo
parecen ser mucho más competentes que padres heterosexuales y casados.81
Incluso uno de estos estudios ya citados afirma que dos mujeres crían mejor
a un niño que una mujer y un hombre...82 Sin embargo, los autores
reconocen que las parejas lesbianas se enfrentan a un “riesgo algo mayor de
separación”.83 O parecen dar la impresión de que las parejas LGBT son
mejores que las heterosexuales porque hay más “igualdad” al momento de
repartirse las cargas hogareñas y esto beneficia la crianza de los hijos, como
lo afirma un estudio de Farr y Patterson, el cual emplea una muestra muy
pequeña de 23 parejas lesbianas, 21 parejas gais y 73 parejas
heterosexuales.84
Walter Schumm, quien ya mencionamos más arriba, es experto en estudios
de la familia en la Universidad de Kansas y denuncia arduamente y llama
“mito” a la falsa afirmación de activistas LGBT acerca de que
supuestamente “no hay investigaciones que muestren diferencias en el
resultado de la crianza de padres gais o lesbianas en comparación con los
padres heterosexuales”.85 Es de hecho todo lo contrario y es notable que se
continúe perpetuando dicho mito cuando uno de los mejores estudios jamás
publicados en esta área, el de Sirota citado más arriba, encontró “no solo
diferencias

significativas sino también diferencias extraordinariamente sustanciales. El


hecho de que su investigación haya sido ignorada parece ser parte de una
tendencia más amplia de atención selectiva entre científicos e
investigadores .8

Schumm denuncia también que dentro de las ciencias sociales se ejerce una
presión enorme para justificar las uniones homosexuales y los supuestos
beneficios en los niños adoptivos, beneficios que solo se pueden demostrar
si se emplea la mentira. Por ejemplo, un artículo adverso a la posición
proadopción homosexual prácticamente no es citado más que una o dos
veces, mientras que un artículo proadopción homosexual es citado al menos
65 veces.8. Hay una presión enorme por citar artículos que representen a
“minorías sexuales” y de esa manera pretender que hay un “consenso
científico” al respecto.8 Uno podría argumentar que la razón por la cual un
artículo es citado mucho más que otro es seguramente por la metodología y
seriedad científica, pero ¡ocurre exactamente lo contrario!86 Schumm no
tiene reparos en afirmar que “las presiones políticas o los prejuicios dentro
de la ciencia han suprimido cualquier información adversa sobre las
consecuencias de la crianza de hijos por parejas gais y lesbianas al tiempo
que enfatizan cualquier información positiva”.87

Ya en 1989, Patricia Falk reconocía en un artículo sobre ley familiar y


madres lesbianas que, debido a los pocos estudios y los problemas
metodológicos al analizar el tema, las conclusiones no pueden ser más que
tentativas.88 Ciertamente que han pasado ya más de 30 años y, así como se
han producido investigaciones metodológicamente serias, hay una gran
cantidad de “estudios” que además de fallar profundamente, tienen la osadía
de pontificar y dar como sentada la discusión cuando ni siquiera deberían
pasar la primera etapa editorial y como mucho deberían afirmar que sus
hipótesis no son más que tentativas.

Conclusión

La destrucción de la familia es un síntoma y consecuencia de un problema


más profundo. Una vez que se desarraiga el orden moral de su fundamento,
el mismo queda a la merced de los sentimientos e impulsos del ser humano.
Pero dicho relativismo moral es incoherente en sí mismo. Cada uno puede
constatar que tanto nuestra naturaleza humana como nuestras acciones
tienen un elemento teleológico irrenunciable. Es decir, nadie hace nada
porque sí, sino que cada acto tiene un propósito o fin particular.89 Quien no
actúa movido por un fin vive en un caos absoluto e irracional. Es por eso
que la tradición aristotélico tomista le dio tanta importancia al fin de
nuestras acciones ya que, desde el punto de vista ético o moral, un acto se
juzga moralmente solo en relación con su fin. Esto se debe a que el fin
propio de cada acto es el fundamento mismo del acto, porque la voluntad se
mueve en dirección a ese fin y es a partir del fin que podemos descubrir si
un acto es objetivamente desordenado o no.90 Esto es evidente cuando
pensamos, por ejemplo, en quienes somos ahora y en quienes querríamos o
deberíamos ser. El ser humano es un ser “teleológico”. Y lo mismo aplica a
nuestros actos. Pensemos en la sexualidad, ya que el acto sexual, en sí
mismo, implica dos elementos intrínsecos al acto mismo: por un lado, la
unión de órganos reproductivos complementarios y, por el otro, el aspecto
procreativo de dicha unión. Esta es la razón por la cual el matrimonio es
siempre entre un hombre y una mujer y en razón de los hijos fruto de esa
relación hay una exigencia natural a que ambos padres permanezcan unidos
de por vida.

Lo que acabamos de aclarar sirve para entender por qué la presión por
legitimar tipos de familias “diversas” busca mucho más que simplemente
“ampliar” la noción de matrimonio para incluir otras formas. Los
argumentos en favor de uniones homosexuales y otros tipos de uniones
buscan de hecho eliminar el concepto mismo de matrimonio al eliminar de
la naturaleza propia del matrimonio el contexto correspondiente para la
concepción. Esta es la clave, ya que el acto por la cual dos esposos se unen
sexual-mente es el acto por el cual también generan una nueva vida.91 Es
imposible pretender separar ambos elementos, lo que significa que no se
puede hablar de matrimonio sin que involucre dichos aspectos unitivo y
procreativo. Al pedir el estatus de matrimonio para otros tipos de uniones lo
que se hace en verdad es eliminar el fin que constituye el mismo acto
matrimonial, por lo que al no haber fin que constituya dicho acto, no puede
haber matrimonio, por más sentimientos y empatia que tengamos... Como
lo denunciaba el gran filósofo Alasdair MacIntyre, al abolirse el
fundamento del orden moral, lo que ahora tenemos, en consecuencia, es una
“moral de las emociones”, según la cual los juicios evaluativos y morales
no son más que expresiones de la preferencia personal y de los
sentimientos.92 Lapidario.

Cualquier planteo serio sobre la “diversidad” familiar debe primero que


nada plantear la naturaleza misma del matrimonio, por una parte, y, por
otra, el bienestar de los hijos, ya que son ellos los que tienen el derecho
natural a tener un padre y una madre, ya que sin el concurso sexual de un
hombre y una mujer es imposible que vengan a este mundo e, incluso
cuando sea logrado por medios técnicos, siempre se requiere del aporte de
ambos.

Sin un tratamiento imparcial de los hechos, como lo indican las rigurosas


investigaciones médicas o de las ciencias sociales presentadas en este
capítulo, es imposible desarrollar una política eficaz o un apoyo público
para dichas políticas en el contexto de cuestiones que siguen siendo
controvertidas. Lamentablemente se han aprobado una gran cantidad de
leyes sin absolutamente ningún fundamento científico y se buscan
institucionalizar por medio de los programas de educación, siguiendo la
falacia popular de que “si es ley, se debe enseñar”.

CAPITULO 10
1

Cf. Kristy M. Krivickas, 'Same-Sex Couple I louseholds in the U.S., 2009


(FP 10-08) , National Center Jor Marriage and Family Research Family
Profiles, 2010, 14.
2

Cf. Heather Lathe, France-Pascale Ménard, Same-sex couples in Canada in


2016, Ottawa, Statistics Canada, 2017.
3

Cf. Statistischcs Bundesanit: https://www.destatis.de/EN/ Ihemes/Society-


Envtroniuent/ Population/Households-Families/node.html
4

Cf. Dirección General de Estadísticas y Censos, Matrimonios por


composición de la pareja. Años 2010/2018, Ciudad de Buenos Aires,
Ministerio de Economía y Finanzas GCBA, 2019.
5

Cf. Dafne Lofquist, “Same Sex Couple Households”, U.S. Census Bureau:
American Community Survey Briefs, 2011, 10, no. 03, pp. 1-4.
6

Cf. Paul R. Amato, “The Consequences of Divorce for Adults and


Children”, Journal of marriage and family, 2000, 62, no. 4, pp. 1269-1287.
7

Cf. Richard P. Fitzgibbons, “Growing up with gay parents: What is the big
deal?”, The Linacre Quarterly, 2015, 82, no. 4, pp. 332-336.
8

Ibid., p. 332.
9
Cf. Roger Kobak, “The emotional dynamics of disruptions in attachment
relationships: Implications for theory, research, and clinical intervention”,
en Handbook of Attachment, ed. por J. Cassidy y P. R. Shave, New York:
The Guilford Press, 1999, pp. 21-43.
10

Why Men Don’t Listen & Women Cant Read Maps: How We ’re Different
and what to Do about it, New York, Welcome Rain, 2000, ch. 4.
11

Cf. Peterson, 12 Rules for Life, p. 47.


12

Cf. Douglas W. Allen, “High school graduation rates among children of


same-sex households”, Review of economics of the household, 2013, 11,
no. 4, pp. 635-658.
13

Cf. Yasir Naqvi, All Families Are Equal Act (Parentage and Related
Registrations Statute Law Amendment) , Hill 28, Legislative Assembly of
the Province of Ontario, Toronto, December 5, 2016.
14

CE Matthew Pearson, “The Mamas and the Papas: How two Ottawa
couples became co-pa-rents”, The Sunday Magazine, Jan 26, 2019.
15

Cf. Sotirios Sarantakos, “Children in three contexts: Family, education and


social development”, Children Australia, 1996, 21, no. 3, pp. 23-31.
16
Cf. Douglas W. Allen, Catherine Pakaluk, “Nontraditional Families and
Childhood Progress Through School: A Comment on Rosenfeld”,
Demography, 2012, 50, no. 3, pp. 955-961; Michael J. Rosenfeld,
“Nontraditional Families and Childhood Progress Through School”,
Demography, 2010,47, no. 3,pp. 755-775.
17

Allen, “Nontraditional Families and Childhood Progress Through School: A


Comment on Rosenfeld”, p. 960.
18

IS.Ibid.
19

Cf. Theodora Sirota, “Adult Attachment Style Dimensions in Women Who


Have Gay or Bisexual bathers”, Archives of psychiatric nursing, 2009, 23,
no. 4, pp. 289-297.
20

Cf. Daniel Potter, “Same-Sex Parent Families and Children’s Academic


Achievement”, Journal of marriage and family, 2012,74, no. 3, pp. 556-571.
21

Cf. Mark Regnerus, “I low different are the adult children of parents who
have same-sex relationships? Findings from the New Family Structures
Study”, Social science research, 2012,41, no. 4, pp. 752-770.
22

Muchos estudios proadopción LGBT de hecho se basan en respuestas dadas


por las mismas parejas del mismo sexo dadas en el contexto de la
legalización de uniones homosexuales. Por eso hay que tener cuidado con
estos estudios, ya que la información dada por esos padres puede estar
sesgada. En un clima social prejuicioso, los padres gais y lesbianas pueden
esforzarse en presentar una imagen positiva, pero que no tiene ningún valor
al realizar un estudio. Cf. Fiona Tasker, “Same-Sex Parenting and Child
Development: Reviewing the Contribution of Parental Gender”, Journal of
marriage and family, 2010, 72, no. 1, pp. 35-40. Un ejemplo de estudios
basado en lo que dicen los mismos padres, con respuestas provenientes de
una muestra no representativa de 390 parejas del mismo sexo en Australia,
es el de Simon R. Crouch, Elizabeth Waters, “Parent-reported measures of
child health and wellbeing in same-sex parent families: a cross-sectional
survey”, BMC public health, 2014,14, no. 1, p. 635. Otro estudio de Bos,
Gartrell y van Gelderen procede con la misma metodología: cuestionarios
sobre conducta de los hijos completados por madres lesbianas sobre una
muestra ínfima de 39 varones y 39 niñas. Ver Henry Bos, Nanette Gartrell,
“Adolescents in Lesbian Families: DSM-Oriented Scale Scores and
Stigmatization”, Journal of gay & lesbian social services, 2013, 25, no. 2,
pp. 121-140. En otro estudio, se entrevistó telefónicamente a uno de los
padres o madres de 95 parejas lesbianas y 95 parejas heterosexuales, ver H.
M. W. Bos, J. R. Knox, “Same-sex and difFerent-sex parent households and
child health outcomes: Findings from the national survey of children’s
health”, Journal ofdevelopmental and behavioral pediatrics, 2016, 37, no. 3,
pp. 179-187.
23

Regnerus, “How different are the adult children of parents who have same-
sex relationships? , p. 761. Como era de esperar, Regnerus fue víctima del
ataque furioso por parte de activistas LG BT, quienes no tienen problema en
que los supuestos estudios pro-LGBT sean metodológicamente
cuestionables, pero no aceptan que se cuestione científicamente la agenda
progresista. Un buen resumen de los ataques sin fundamento al estudio y las
respuestas de Regnerus es la presentada por Wood, “The Campaign to
Discredit Regnerus and the Assault on Peer Review , pp. 171-18 •
24

Cf. Donald Paul Sullins, “Emotional Problems among Children with Same-
Sex Patents. Difference by Definition”, British Journal of Education,
Society and Behavioural Science, 20 , no. 2, pp. 99-120.
25

25- Ver Wendy D. Manning, Marshal Neal Fettro, “Child Well-Being in


Same-Sex Parent Families: Review of Research Prepared for American
Sociological Association Amicus Bite , Population research and policy
review, 2014, 33, no. 4, pp. 485-502; E. C. Perrin y B. S. ie8e ’ “Promoting
the Well-Being of Children Whose Parents Are Gay or Lesbian , Pediatrics
(Evanston , 2013, 131, no. 4, pp. el374-el383.
26

Sullins, “Emotional Problems among Children with Same-Sex Parents , pp-


102 10
27

Cf. Donald Paul Sullins, “Child Attention-Deficit Hyperactivity Disorder


(ADHD) in Same-Sex Parent Families in the United States: Prevalence and
Comorbidities”, Journal of Advances in Medicine and Medical Research,
2015, 6, no. 10, pp. 987-998.
28

Cf. Lawrence A. Kurdek, “Relationship Outcomes and Their Predictors:


Longitudinal Evidence from Heterosexual Married, Gay Cohabiting, and
Lesbian Cohabiting Couples”, Journal of marriage and family, 1998, 60, no.
3, pp. 553-568; Lawrence A. Kurdek, “What Do We Know About Gay and
Lesbian Couples?”, Current Directions in Psychological Science, 2016, 14,
no. 5, pp. 251-254; Gunnar Andersson, Turid Noack, “The Demographics
of Same-Sex Marriages in Norway and Sweden”, Demography, 2006, 43,
no. 1, pp. 79-98; Charles Q. Lau, “The Stability of Same-Sex Cohabitation,
Different-Sex Cohabitation, and Marriage”, Journal of marriage and family,
2012,74, no. 5, pp. 973-988.
29
Cf. Andrew J. Cherlin, P. Lindsay Chase-Lansdale, “Effects of Parental
Divorce on Mental Health Throughout the Life Course”, American
sociological review, 1998, 63, no. 2, pp. 239-249; Holly Uphold-Carrier y
Rebecca Utz, “Parental Divorce Among Young and Adult Children: A
Long-Term Quantitative Analysis of Mental Health and Family Solidarity”,
Jo urnal of divorce & remarriage, 2012, 53, no. 4, pp. 247-266.
30

Cf. Muñoz Iturrieta, A trapado en el cuerpo equivocado, pp. 113-136. Ver


también los estudios de Susan D. Cochran, J. Greer Sullivan, “Prevalence of
Mental Disorders, Psychological Distress, and Mental Health Services Use
Among Lesbian, Gay, and Bisexual Adults in the United States , Journal of
Consulting and Clinical Psychology, 2003, 71, no. 1, p. 53; David M.
Fergusson, L. John Horwood, “Is Sexual Orientation Related to Mental
Health Problems and Suicidality in Young People?”, Archives of General
Psychiatry, 1999, 56, no. 10, pp. 876-880; J. Michael Bailey,
“Homosexuality and Mental Illness”, Archives of general psychiatry,
1999,56, no. 10, pp. 883-884; William R. Beardselee, Eve M. Versage,
“Children of Affectively Ill Parents: A Review of the Past 10
Years”,Journal of the American Academy of Child and Adolescent
Psychiatry, 1998, 37, no. 11, pp. 1134-1141.
31

Cf. W. R. Beardslee, J. Bemporad, “Children of parents with major affective


disorder: a review”, A merican Journal of Psychiatry, 1983,140, no. 7, pp.
825-832; Geraldine Downey y James C. Coyne, “Children of Depressed
Parents: An Integrative Review”, Psychological bulletin, 1990, 108, no. 1,
pp. 50-76; Cynthia G. Last, Michel Hersen, “Anxiety Disorders in Children
and Their Families”, Archives of general psychiatry, 1991,48, no. 10, pp.
928-934; Kathleen R. Merikangas, Lisa C. Dierker, “Psychopathology
among Offspring of Parents with Substance Abuse and/or Anxiety
Disorders: A High-risk Study”, Jo urnal of child psychology and psychiatry,
1998, 39, no. 5, pp. 711-720.
32
Cf. Jennifer E. Lansford, Rosario Ceballo, “Does Family Structure Matter?
A Comparison of Adoptive, Two-Parent Biological, Single-Mother,
Stepfather, and Stepmother Households”, Journal of marriage andfamily,
2001,63, no. 3, pp. 840-851; Marshall D. Schechter, “Observations on
adopted children”, Archives of General Psychiatry, I960, 3, no. 1, pp. 21-
32; Femmie Juffer y Marinus H. van Ijzendoorn, “Behavior Problems and
Mental Health Referrals of International Adoptees: A Meta-analysis”,
JAMA : the journal of the American Medical Association, 2005,293, no.
20, pp. 2501-2515; Beth R. Peters, Marc S. Atkins, “Adopted children’s
behavior problems: A review of five explanatory models”, Clinical
psychology review, 1999, 19, no. 3, pp. 297-328.
33

33. Cf. G. J. Gates, M. L. Badgett. Adoption and foster ¿are


lesbian parents in the

United States., Los Angeles, The W illiams Institute, 200”; Margaret A.


Keyes, Anu Sharma, “ Ihe Mental Health of US Adolescents Adopted in
Infancy’, Archives oj pediatrics & adolescent medicine, 2008, 162, no. 5,
pp. 419-425.
34

34. Cf. P. Cameron y K. Cameron, “Homosexual parents’,


Adolescence, 1996, 31, no. 124, pp. ”57-776.
35

35. Cf. Ibid.


36

36. Cf. Paul Cameron, Kirk M. Cameron, “Children of Homosexuals


More Apt to Become Homosexual and Experience Parental
Molestation: Surveys Cher Three Decades", Marriage & family
review, 2017, 53. no. 5, pp. 429-433.
37

37. Ibid., p. 432.


38

Cf. Marketdata LLC, Fertility Clinics & Infertility Services Industry (U.S.),
Research and Markets, 2020.
39

Cf. T. Marquardt, N. Glenn, My daddy s name is ‘donor: A new study of


young adults conceived through sperm donation, New York, Institute for
American Values, 2010, p. 5.
40

Cf. Ibid., pp. 37-50.


41

Cf. Susan Golombok, Lucy Blake, “Children born through reproductive


donation: a longitudinal study of psychological adjustment”, Journal of
child psychology and psychiatry, 2013, 54, no. 6, pp. 653-660.
42

Ibid., p. 657. Ver también Vasanti Jadva, Lucy Blake, “Surrogacy families
10 years on: relationship with the surrogate, decisions over disclosure and
children’s understanding of their surrogacy origins”, Human Reproduction,
2012, 27, no. 10, pp. 3008-3014.
43

Cf. Offie P. Soldin, Tiedong Guo, “Steroid hormone levels in pregnancy and
1 year postpartum using isotope dilution tandem mass spectrometry”,
Fertility and sterility, 2005, 84, no. 3, pp. 701-710.
44

Cf. Paula J. Brunton, “Endogenous opioid signalling in the brain during


pregnancy and lactation”, Cell and tissue research, 2019, 375, no. 1, pp. 69-
83; Sylvia Kaiser y Norbert Sachser, “The effects of prenatal social stress
on behaviour: mechanisms and function”, Neuroscience and biobehavioral
reviews, 2005, 29, no. 2, 283-294; Jerome F. Strauss y Robert L. Barbieri,
Yen and Jaffe’s reproductive endocrinology: physiology, pathophysiology,
and clinical management, 6 ed., Philadelphia, Saunders/Elsevier, 2009, pp.
249-281.
45

Cf. Louann Brizendine, Hoe Female Brain, London, Bantam Books, 2007,
p. 136; Eero Kajantie y David I. W. Phillips, “The effects of sex and
hormonal status on the physiological response to acute psychosocial stress”,
Psychoneuroendocrinology, 2006, 31, no. 2, pp. 151-178.
46

Cf. Phyllis E. Mann y Jessica A. Babb, “Neural steroid hormone receptor


gene expression in pregnant rats”, Brain research. Molecular brain
research., 2005, 142, no. 1, pp. 39-46.
47

Cf. T. R. Insel, B. S. Gingrich, “Oxytocin: who needs it?”, Progress in brain


research, 2001, 133, pp. 59-66.
48

no. 2, pp. 145-158; K. Kendrick, F. Levy, “Changes in the sensory


processing of olfactory signals induced by birth in sleep”, Science
(American Association for the Advancement of Science), 1992, 256, no.
5058, pp. 833-836.
49
Brizendine, The Female Brain, p. 139.
50

Cf. Ming Li y Alison S. Fleming, “The nucleus accumbens shell is critical


for normal expression of pup-retrieval in postpartum female rats”,
Behavioural brain research, 2003, 145, no. 1, pp. 99-111.
51

De hecho, no vemos a feministas protestar por los derechos de estas


mujeres que son usadas como incubadoras y luego desechadas y listas para
ser ofrecidas al mejor postor...
52

Cf. Jun Udagawa y Kodai Hiño, “Impact ofMaternal Stress in Pregnancy on


Brain Function of the Offspring”, Japanese Journal of Hygiene, 2016, 71,
no. 3, pp. 188-194.
53

Cf. C. Sue Carter y Bruce S. Cushing, “Proximate Mechanisms Regulating


Sociality and Social Monogamy, in the Context of Evolution”, en The
Origins and Nature of Sociality, ed. por Robert W. Sussman y Audrey R.
Chapman, New York: Routledge, 2004, pp. 99-120; Sandraj. Bergy
Katherine E. Wynne-Edwards, “Salivary Hormone Concentrations in
Mothers and Fathers Becoming Parents Are Not Correlated”, Hormones
and behavior, 2002, 42, no. 4, pp. 424-436; Anne E. Storey, Carolyn J.
Walsh, “Hormonal correlates of paternal responsiveness in new and
expectant fathers”, Evolution and human behavior, 2000, 21, no. 2, pp. 79-
95.
54

Cf. Arthur Brennan, Susan Ayers, “A critical review of the Couvade


syndrome: the pregnant male”, Journal of reproductive and infant
psychology, 2007, 25, no. 3, pp. 173-189; Tess Chase, Adam Fusick,
“Couvade syndrome: more than a toothache”, Journal of psychosomatic
obstetrics and gynaecology, 2019, pp. 1-5; S. Masoni, A. Maio, “The
couvade syndrome”, Journal of psychosomatic obstetrics and gynaecology,
1994, 15, no. 3, pp. 125-131.
55

Cf. Peter B. Gray, Benjamin C. Campbell, “Social variables predict


between-subject but not day-to-day variation in the testosterone of US
men”, Psychoneuroendocrinology, 2004, 29, no. 9, pp. 1153-1162; Alison
S. Fleming, Gary W. Kraemer, “Mothering begets mothering: The
transmission of behavior and its neurobiology across generations”,
Pharmacology, biochemistry and behavior, 2002,73, no. 1, pp. 61-75.
56

Cf. Jason C. Buchan, Jeanne Altmann, “True paternal care in a multi-male


primate society”, Nature, 2003,425, no. 6954, pp. 179-181; Bryan D. Neff,
“Decisions about parental care in response to perceived paternity”, Nature
(London), 2003,422, no. 6933, pp. 716-719; Bryan D. Neffy Paul W.
Sherman, Behavioural ecology: Father knows best”, Nature, 2003,425, no.
6954, pp. 136-137.
57

Congregación para la Doctrina de la Fe, Consideraciones acerca de los


proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas
homosexuales, Buenos Aires, San Benito, 2003, n. 7.
58

Fiona Tasker, por ejemplo, comparó a parejas de lesbianas con madres


heterosexuales solteras o divorciadas. Ver Fiona Tasker, “Lesbian mothers,
gay fathers, and their children: A review”, Journal of developmental and
behavioral pediatrics, 2005, 26, no. 3, pp. 224-240; Charlotte}. Patterson,
“Children of lesbian and gay parents”, en Advances in Clinical Child
Psychology, ed. por Thomas H. Ollendicky Ronald J. Prinz, New York:
Plenum, 1997, pp. 235-282.
59

Cf. Sharion L. Huggins, “A comparative study of self-esteem of adolescent


children of divorced lesbian mothers and divorced heterosexual mothers”,
Journal oj Homosexuality, 1989, 18, no. 1-2, pp. 123-135.
60

Cf. Nanette Clartrell, Henny M. W. Bos, “Adolescents with Lesbian


Mothers Describe Their Own Lives”, Journal of homosexuality, 2012, 59,
no. 9, pp. 1211-1229.
61

M. B. Harris y P. H. Turner, “Gay and lesbian parents”, Journal of


Homosexuality, 12, no. 2, p. 101,
62

Ibid.
63

Cf. R. Green, J. Barclay Mandel, Lesbian mothers and their children: a


comparison with solo parent heterosexual mothers and their children”,
Archives of sexual behavior, 1986, 15, no. 2, pp. 167-184. Otros estudios
similares que comparan madres lesbianas con madres heterosexuales
solteras y que, por lo tanto, no son válidos para afirmar que “no hay
diferencias”, son los de Susan Golombok, Fiona Tasker, “Children Raised
in Fatherless Families from Infancy: Family Relationships and the
Socioemotional Development of Children of Lesbian and Single
Heterosexual Mothers”, Journal of child psychology and psychiatry, 1997,
38, no. 7, pp. 783-791; Susan Golombok, Ann Spencer, “Children in lesbian
and single-parent households: psychosexual and psychiatric appraisal”,
Journal of child psychology and psychiatry, 1983, 24, no. 4.
64
Cf. Megan Fulcher, Raymond W. Chan, “Contact With Grandparents
Among Children Conceived Via Donor Insemination by Lesbian and
Heterosexual Mothers”, Parenting, science and practice, 2002,2, no. 1, pp.
61-76.
65

Otros estudios que emplean una muestra ínfima de 55 parejas lesbianas y 25


heterosexuales, y de 30 parejas lesbianas y 38 heterosexuales, que
concibieron acudiendo a un banco de semen son los de Raymond W. Chan,
Barbara Raboy, “Psychosocial Adjustment among Children Conceived via
Donor Insemination by Lesbian and Heterosexual Mothers”, Child
development, 1998,69, no. 2, pp. 443-457; A. Brewaeys, I. Ponjaert,
“Donor insemination: child development and family functioning in lesbian
mother families”, Human reproduction (Oxford), 1997,12, no. 6,pp. 1349-
1359.
66

Cf. Henny H. M. W. Bos, “Planned Gay Father Families in Kinship


Arrangements”, Australian and New Zealand journal of family therapy,
2010, 31, no. 4, pp. 356-371.
67

Ibid., p. 365.
68

Cf. Sara McLanahan, Growing up with a single parent: what hurts, what
helps, ed. Gary D. Sandefur, Cambridge, Mass, Harvard University Press,
1994; Alicia Crowl, Soyeon Ahn, “A Meta-Analysis of Developmental
Outcomes for Children of Same-Sex and Heterosexual Parents”, Journal of
GLBTfamily studies, 2008,4, no. 3, pp. 385-407; Jennifer L. Wainwright,
Stephen T. Russell, “Psychosocial Adjustment, School Outcomes, and
Romantic Relationships of Adolescents With Same-Sex Parents”, Child
development, 2004,75, no. 6, pp. 1886-1898; Kristin Moore, Susan M.
Jekielek, “Marriage from a Child’s Perspective: How Does Family
Structure Affect Children, and What Can We Do About It?” Child Trends,
2002, pp. 1-8.
69

youth services review, 2009, 31, no. 3, pp. 398-404. En el caso de Farr y
Dubow se comparan 27 parejas lesbianas, 29 gais y 50 heterosexuales y sus
respectivos hijo o hija adoptivos. Ver Rachel H. Farr, “Does Parental Sexual
Orientation Matter? A Longitudinal Follow-Up of Adoptive Families With
School-Age Children”, Developmentalpsychology, 2017, 53, no. 2, pp. 252-
264. En el estudio de Flaks, se comparan 15 lesbianas que concibieron por
inseminación artificial con semen donado con 15 matrimonios
heterosexuales... Ver David K. Flaks, Ilda Ficher, “Lesbians Choosing O
Motherhood: A Comparative Study of Lesbian and Heterosexual Parents
and Their Children”, Developmental psychology, 1995,31, no. 1, pp. 105-
114. Otro estudio en Italia comparaba 40 parejas del mismo sexo (gais y
lesbianas) con 40 matrimonios heterosexuales a partir de reportes hechos
por las mismas parejas; ver Roberto Baiocco, Federica Santamaria,
“Lesbian Mother Families and Gay Father Families in Italy: Family
Functioning, Dyadic Satisfaction, and Child Well-Being”, Sexuality
research & social policy, 2015, 12, no. 3, pp. 202-212.
70

Cf. Norman Anderssen, Christine Amlie, “Outcomes for children with


lesbian or gay parents. A review of studies from 1978 to 2000”,
Scandinavian journal of psychology, 2002,43, no. 4, pp. 335-351. Una
revisión de estudios similar y que reconoce que no hay pruebas
concluyentes para ningún tipo de afirmación, pero igual arriesgan a afirmar
la tesis de que “no hay diferencias”, es la elaborada por Mike Allen y
Nancy Burrell, “Comparing the Impact of Homosexual and Heterosexual
Parents on Children: Meta-Analysis of Existing Research”, Journal of
homosexuality, 1997, 32, no. 2, pp. 19-35.
71

Anderssen, “Outcomes for children with lesbian or gay parents. A review of


studies from 1978 to 2000”, p. 348.
72

Cf. Regnerus, “How different are the adult children of parents who have
same-sex relationships?”, p. 754.
73

N. K. Gartrell, H. M. W. Bos, “Adolescents of the U.S. National


Longitudinal Lesbian Family Study: sexual orientation, sexual behavior,
and sexual risk exposure”, Archives of sexual behavior, 2011,40, no. 6, p.
1199.
74

Cf. H. Bos, L. van Gelderen, “Lesbian and heterosexual two-parent


families: adolescent-parent relationship quality and adolescent well-being”,
Journal of child and family studies, 2015, 24, no. 4, pp. 1031-1046.
75

Cf. Allen, “High school graduation rates among children of same-sex


households”, pp. 635-658. Hay estudios que pretenden realizar un “análisis
comparado” entre distintas formas familiares, pero presentan una pequeña
muestra de 47 padres adoptivos homosexuales y/o lesbianas y 25 padres
adoptivos heterosexuales, por ejemplo, el estudio de Stephen Erich, Patrick
Leung, “A Comparative Analysis of Adoptive Family Functioning with
Gay, Lesbian, and Heterosexual Parents and Their Children”, Journal
ofGLBTfamily studies, 2005, 1, no. 4, pp. 43-60.
76

Cf. Rosenfeld, Nontraditional Families and Childhood Progress Through


School”, pp. 755-775.
77

Cf. Timothy J. Biblarz yjudith Stacey, “How Does the Gender of Parents
Matter?”, Journal of marriage and family, 2010,72, no. 1, pp. 3-22; N.
Gartrell y H. Bos, “US National Longitudinal Lesbian Family Study:
Psychological Adjustment of 17-Year-Old Adolescents”, Pediatrics, 2010,
126, no. 3, pp. 28-36.
78

Cf. American Psychological Association, Lesbian & Gay Parenting,


Washington, DC, American Psychological Association, 2005, p. 15.
79

Cf. Walter R. Schumm, “Sarantakos’s Research on Same-Sex Parenting in


Australia and New Zealand: Importance, Substance, and Corroboration with
Research from the United Statesl , Comprehensive psychology (Missoula,
MT), 2015,4, pp. 1-29.
80

Cf. Loren Marks, “Same-sex parenting and children’s outcomes: A closer


examination of the American psychological association’s briefon lesbian
and gay parenting”, Social science research, 2012,41, no. 4,pp. 735-751.
81

Cf. Biblarz y Stacey, “How Does the Gender of Parents Matter?”, pp. 3-22;
Crowl, “A MetaAnalysis of Developmental Outcomes for Children of
Same-Sex and Heterosexual Parents”, pp. 385-407.
82

Cf. Biblarz y Stacey, “How Does the Gender of Parents Matter?” pp. 3-22.
83

p. 17.
84
Cf. Rachel H. Farr y Charlotte J. Patterson, “Coparenting Among Lesbian,
Gay, and Heterosexual Couples: Associations With Adopted Children’s
Outcomes”, Child development, 2013, 84, no. 4, pp. 1226-1240.
85

Walter R. Schumm, ““Adult Attachment Style Dimensions in Women Who


Have Gay or Bisexual Fathers . Response to Siiota , Archives of psychiatric
nursing, 2010, 24, no. 6, p. 371.
86

86. ibid.
87

87. Este es el caso del estudio negativo a la posición LGBT y que no


tiene repercusión, realizado porJ.A. Miller, B.M. Mucklow,
“Comparison of family relationships: Homosexual versus heterosexual
women”, Psychological Reports, 1980,46, no. 46, pp. 1127-1132. Los
dos artículos favorables son los de J.A. Miller, R.B. Jacobsen, “The
child’s home environment for lesbian vs. heterosexual mothers: A
neglected area of research”, Journal of Homosexuality, 1981, 7, pp. 49-
56; Bonnie M. Mucklow y Gladys K. Phelan, “Lesbian and Traditional
Mothers’ Responses to Adult Response to Child Behavior and Self-
Concept”, Psychological reports, 2016,44, no. 3, pp. 880-882.

88. Este pretendido consenso científico en realidad no existe porque


parte de estudios metodológicamente cuestionables, pero que al citarse
mutuamente dan la impresión de que “no hay diferencias” en los
resultados cuando a un niño lo cría una pareja homosexual. Además,
todo estudio serio que objete seriamente esta posición es silenciado, el
autor perseguido o se le hace una campaña mediática en su contra con
un simple “su artículo fue refutado” y sin ofrecer pruebas al respecto.
Un artículo que busca demostrar ese pretendido “consenso” es el de
Jimi Adams y Ryan Light, “Scientific consensus, the law, and same
sex parenting outcomes”, Social science research, 2015, 53, pp. 300-
310.
89. Cf. Walter R. Schumm, “Evidence of Pro-Homosexual Bias in
Social Science: Citation Rates and Research on Lesbian Parenting”,
Psychological reports, 2010,106, no. 2, pp. 374-380.

90. Schumm, “Response to Sirota”, p. 372.


88

Cf. Patricia J. Falk, Lesbian Mothers: Psychosocial Assumptions in Family


Law”, The American psychologist, 1989,44, no. 6, p. 946.
89

Cf. Aquino, Summa theologiae, I-II, q. 1, a. 1, pp. 556-557.


90

Cf. Ibid., I-II, q. 1, a. 3, p. 558.


91

Cf. Sherif Girgis, Ryan T. Anderson, What Is Marriage? Man and Woman:
A Defense, New York, Encounter Books, 2012, p. 30.
92

Alasdair C. MacIntyre, After Virtue: A Study in Moral Theory, London,


Duckworth, 1981, pp. 11-12.
LA PREVENCIÓN DE ABUSOS Y EL
PROBLEMA DEL CONSENTIMIENTO
Uno de los argumentos supuestamente más fuertes en favor de la Educación
Sexual es el triste hecho de los abusos sexuales en la infancia. Según los
defensores de la ESI, esta previene futuros abusos sexuales y saca a la luz
abusos que padece el niño. Que haya abusos no lo negamos, como tampoco
el que hay que luchar contra esta dramática realidad que deja heridas muy
profundas en el niño, las cuales tardarán muchos años en cerrarse y
superarse. Incluso muchas veces estos abusos no se superan, lo cual
desemboca en conductas perjudiciales para la integridad psíquica y física de
la persona.

La pregunta es, entonces, ¿es verdad que la ESI previene abusos sexuales?
Los defensores de la ESI plantean que, al enseñársele al niño a reconocer
las partes del cuerpo por su nombre, al enseñársele todo tipo de acto sexual
e incluso a identificar lo que constituye un abuso sexual, se lo librará de
este mal. ¿Pero es realmente así?

Por otra parte está la gran falacia de reducir todo al “consentimiento”, de tal
manera que el criterio moral al momento de juzgar una situación se reduzca
a si la persona consintió o no a mantener una relación. Como vimos más
arriba, según la feminista radical Shulamith Firestone bastaría con que el
niño consienta para establecer cualquier tipo de relación romántica o sexual
con un adulto. Esto quiere decir que también se emplea la noción del
consentimiento para justificar actos aberrantes.

La ESI y la prevención de abusos sexuales

Este autor tuvo la oportunidad de tomar un curso de ESI en el estado de


California donde se explicaba gráficamente todas y cada una de las formas
posibles de abusar a una persona. Fue traumático para muchos y, para uno,
aprender sobre cosas que jamás a uno se le hubiera ocurrido sobre las
posibles formas de abusar a una persona. La experiencia del mismo fue tan
fuerte que muchas de las personas que participaban del curso provisto
por el Estado se paraban e iban al no aguantar lo que se estaba describiendo.
Ahora bien, pongámonos en el lugar de un niño escuchando eso mismo.
¿Cómo le afecta su psicología, siendo que no está mentalmente preparado
para incorporar esa compleja realidad en su visión del mundo? No porque sí
un abuso es tan traumático y se tardan años v a veces décadas en superarse,
ya que el niño no tiene los elementos para poder juzgar esa situación e
incorporarla en su entendimiento de la realidad. También el exponer al niño
a situaciones sexuales, incluso con la intención de “educar”, es abuso
infantil. No porque sí muchos países tienen codificado en sus Códigos
Penales la figura de “corrupción de menores” y la de “delitos contra la
integridad sexual”.1

La clave para entender este problema es el siguiente. Primero, la ESI


supuestamente educa al respecto del abuso sexual, pero no ofrece ninguna
solución a la explotación sexual. Esta es la clave. Se dice que la mayoría de
los abusos ocurren en el ámbito intrafa-miliar. Pues bien, si se quiere
proteger al niño no se logra por medio de una “educación sexual”, sino
sacándolo de la situación de explotación que pueda estar padeciendo.

Por otra parte, y este es el segundo punto, la ESI es parte del problema de la
explotación sexual, ya que no apunta a educar al niño con respecto a la
diferencia entre el amor verdadero y la explotación sexual. Se ensalza el
sexo, siempre y cuando sea consentido, como un derecho a ejercer. Y he
aquí el peligro más grande. Se banaliza al sexo y se lo ensalza como un
derecho, cuando en realidad es un acto que debería darse en un contexto
racional e imbuido de amor verdadero (no lujuria) entre las dos partes. En
definitiva, la ESI expone al niño y a los jóvenes a los peligros de la
explotación sexual y los hace más vulnerables al respecto.

¿Por qué la ESI hace más vulnerables a los niños y jóvenes? El normalizar
la actividad sexual (que es una de las cosas que propone la ESI) e
hipersexualizar a los niños tiene como consecuencia inevitable el volver
aún más vulnerables a los niños y jóvenes con respecto a la explotación
sexual. En Argentina se enseña, por ejemplo, “el ejercicio de los derechos
relacionados con la sexualidad”2 y a librarse de los “prejuicios vinculados a
la sexualidad”,3 de tal manera que los jóvenes sean “conscientes de sus
derechos y responsabilidades para vivir plenamente su sexualidad”.4 Pero,
¿cómo va a distinguir el niño y el joven entre una relación abusiva y una
relación verdadera cuando no está psicológicamente desarrollado para
discernir ambos casos? Para los proponentes de la ESI, la gran solución es
el consentimiento”. Es más, se espera que hasta un niño de jardín discierna
cuando una interacción física con otra persona puede ser adecuada, y
cuando no lo es sentirse autorizados a decir no frente a estas últimas”? Más
abajo veremos cómo esta es una ilusión utópica, como si cuando alguien
intenta abusar a un niño, con que el niño manifieste que no consiente ya se
solucionó el problema... ¡como si las personas víctimas de abuso de hecho
ya no lo hicieran! En los jóvenes y entre jóvenes, ni hablar de niños, el
consentimiento no es suficiente. Veamos ahora cómo la ESI vuelve
vulnerables a los niños.

Una prueba concreta es el caso de la ciudad inglesa de Rotherdham, donde,


entre 1997 y 2013, funcionó una red de explotación sexual con al menos
2.000 niños. En un principio se hablaba de 1.400 niños abusados, pero en
los años siguientes han saltado cientos de casos relacionados a la
investigación, por lo que se habla de una red de trata de muchos más niños
y jóvenes. La investigación oficial habla de niños violados, traficados y
enviados a distintas ciudades del norte de Inglaterra, sumado al escándalo
que el gobierno y la policía encubrieron por creer que era un “estilo de vida
de los jóvenes y para no generar una reacción negativa hacia la comunidad
musulmana (los niños describían a los perpetradores de crímenes sexuales y
jefes de las redes de tratas como hombres musulmanes, aunque en el reporte
oficial se los encubre como “asiáticos”).5 6 El caso ha sido profundamente
analizado en el libro de Norman Wells, “Unprotected” (Desprotegidos),7 el
cual demuestra cómo la normalización del sexo en los niños y jóvenes por
medio de la ESI los volvió más vulnerables a la explotación sexual. Eso es,
de hecho, lo que pasó en Inglaterra y como debemos esperar que
lamentablemente ocurra en cualquier otro lugar del mundo. Es decir, la
misma ESI que se quiere imponer a nivel mundial ha tenido consecuencias
devastadoras en donde ya se ha puesto en práctica.

Las autoridades políticas y policiales de Rotherham asumían que la


actividad sexual de menores de edad era una elección de estilo de vida,
porque eso proponía la ESI. El reporte oficial afirma, por ejemplo, que “se
consideraba que niños de tan solo 11 años tenían relaciones sexuales
consentidas cuando, de hecho, estaban siendo violados y maltratados por
adultos”.8 Las autoridades rechazaron las denuncias de los padres y ‘en dos
de los casos [...] los padres rastrearon a sus hijas y trataron de sacarlas de
las casas donde eran abusadas, solo para ser arrestados cuando la policía fue
llamada a la escena .9 ¿El motivo? Entrar en la casa de inmigrantes y
discriminar a los pobres hombres que tenían deseos sexuales como el
resto... Además, los trabajadores sociales pensaban que se trataba de casos
de padres que no aceptaban que sus hijos crezcan y tomen sus propias
decisiones sexuales...

El libro de Wells muestra efectivamente cómo la ESI ha creado en los


jóvenes la expectativa de que tendrán relaciones sexuales ocasionales y
cómo, dentro de esa cultura, la explotación sexual pasa desapercibida. Es
por eso que la ESI hace a los jóvenes más vulnerables que nunca a la
explotación sexual y por eso podemos afirmar que la ESI no solo no
previene el abuso, sino que, incluso peor, predispone y hace aún más
vulnerables a nuestros niños. Que no nos engañen los activistas.

La ESI crea una cultura sexual en la que la actividad sexual es vista como
una parte normal del crecimiento del niño y joven y que, mientras sea
consentida, no representa ningún peligro. Nada más falso. La actividad
sexual en el ser humano es mucho más que una cuestión fisiológica o que
requiera solo el consentimiento mutuo. Y la vulnerabilidad se potencia aún
más al enseñar la anticoncepción y el aborto como salidas a lo no planeado,
e incluso proveerles de anticonceptivos, en clara cooperación con una
cultura de desenfreno sexual. ¿Qué más quiere un abusador que un joven
ideologizado al respecto?

En Canadá, Benjamin Levin, ex Secretario de Educación de Ontario y ex


presidente del Instituto para la Educación, quien fue condenado a la cárcel
en 2015 por abuso de menores y posesión de pornografía infantil, afirmó en
un chat online para pedófilos que con la ESI de Canadá los niños estaban
más accesibles que nunca...10 ¿Y ahora nos van a querer convencer los
ideólogos de la ESI de que esta previene el abuso? Si los mismos
abusadores y pedófilos afirman que, después de ser sometidos a la ESI,
¡¡¡los niños son aún más vulnerables de ser atacados sexualmenteü!
Es por eso que otro de los grandes problemas de la ESI es el intento de
educar de modo relativista y “amoral”, separando la sexualidad humana de
su conexión intrínseca con el amor matrimonial. La educación sexual
“amoral” no desarrolla la capacidad moral del niño/joven, haciéndolos
incapaces de poder discernir y resistir la explotación sexual. Además, la ESI
no ayuda a los niños a desarrollar la capacidad para evaluar sus deseos, el
considerar las razones por las cuales es mejor actuar de cierta manera, el
por qué la castidad es el mejor camino, etc.

Una verdadera educación en la sexualidad no puede dejar de lado los


valores morales, el amor, la reverencia, el respeto, la responsabilidad, la
fidelidad, etc. Pero la ESI, al intentar ser neutral (y, de hecho, anticientífica)
les enseña a los niños y jóvenes que no hay normas absolutas sobre la
sexualidad: toda forma de conducta sexual es aceptable y debe ser no solo
tolerada sino especialmente celebrada (cultura LGBT). Y el pobre joven
debe decidir por sí mismo si eso es así o no... ¿Podemos decir que el joven
decide libremente cuando ha sido ideologizado de antemano? Posiblemente
no, porque la ESI, al ensalzar la conducta sexual, no hace más que
enseñarle que se guíe por sus sentimientos, sus deseos del momento. No
porque sí el énfasis en la “orientación sexual”, término anticientífico que
tiene una clara referencia a la orientación del deseo. Cuando todas las
“alternativas sexuales” se presentan como de igual valor, al niño y al joven
le resultará muy difícil distinguir las diferentes implicaciones morales y las
consecuencias sociales de los distintos estilos de vida.

Además, la ESI distorsiona la naturaleza personal e íntima de la sexualidad


humana. La educación sexual “amoral” niega el hecho de que la sexualidad
humana adquiere su significado genuino y verdadero solamente en la
relación de amor matrimonial, ya que este amor está basado en la donación
total e irrevocable de los esposos. La sexualidad que promueve la ESI está
totalmente vacía del significado unitivo, procreativo y sacrificial propio de
la verdadera sexualidad humana. ¿Se entiende mejor, entonces, la relación
entre la ESI, el aborto y los anticonceptivos?

Pero volvamos a la cuestión de por qué la ESI no previene los abusos


sexuales. La ESI tiende a utilizar material sexual explícito, el cual viola la
sensibilidad moral y la modestia natural del niño y, como consecuencia,
daña la capacidad moral del niño para discernir y hacer el bien. No hay que
ser un experto para darse cuenta al abrir los manuales del gobierno
argentino, por ejemplo, que la ESI priva a los niños de su inocencia natural,
la cual incluye el ser preservados de pensamientos, imágenes, deseos y
comportamientos sexuales. Por eso no es un error decir que la ESI intenta
iniciar sexualmente a los niños. ¿Cómo puede ser que maestras
ideologizadas les hagan mostrar sus partes íntimas a niños de jardín de
infantes? El niño tiende a ocultar sus partes, porque son particularmente
íntimas y es por eso que se la llama modestia o vergüenza natural . Hasta el
mismo Sigmun Freud concedió que “la actividad sexual prematura afecta la
educabilidad del niño”.11

Además, la ESI incapacita al niño y no lo educa con respecto a la habilidad


o prudencia para comprender las implicaciones morales de la conducta
sexual. La ESI hace insensible al niño, especialmente por el bombardeo de
ideas sexuales, imágenes, las supuestas “orientaciones sexuales” y
“géneros” y el trato con personas que padecen algún serio trastorno
psicológico, como ocurre regularmente en Canadá y los Estados Unidos con
los Drag Queens leyendo libros en jardines de infantes. La ESI hace
insensibles a los niños y jóvenes con respecto a las distinciones morales ya
que enseña que no existen normas sexuales absolutas: todas las formas de
comportamiento sexual basadas en el consentimiento mutuo se consideran
normales y aceptables, de ahí el peligro del abuso y la pedoíilia. Por lo
tanto, la ESI priva a los jóvenes de la capacidad de distinguir entre el amor
genuino y el abuso sexual.

Que quede bien claro y no los engañen. Es mentira que la ESI previene el
abuso. Por el contrario, es parte del problema, ya que vuelve aún más
vulnerables a los niños y jóvenes. No permitas que destruyan moralmente a
tus hijos, jamás.

El problema del consentimiento

La noción del “consentimiento” se ha difundido ampliamente debido a que


se considera la “gran solución”: si estamos de acuerdo con el consentir,
todos nuestros problemas se resolverán... Es más, se espera que hasta un
niño de 5 años discierna cuándo “una interacción física con otra persona
puede ser adecuada y cuando no lo es sentirse autorizados a decir no frente
a estas últimas , como anuncia un programa de ESI de Argentina.12 Es
decir, si alguien intenta abusar al niño, con que este manifieste que no
consiente con la relación ya se solucionó el problema... ¡Como si las
personas víctimas de abuso de hecho ya no manifestaran su oposición!

El problema es que incluso en los jóvenes y entre jóvenes el consentimiento


no es suficiente y explicaremos por qué. Además, solo por el hecho de que
alguien consienta a algo no significa que uno pueda hacer lo que quiera con
esa persona, ya que, como vimos más arriba, hay derechos que son
irrenunciables. Incluso hay que tener en cuenta muchos otros factores que
llevarán a la persona a tomar decisiones que luego lamentarán, sea porque
consintió bajo presión, o amenaza o en un entorno social difícil.

La neurociencia ha demostrado que de hecho los adolescentes asumen más


riesgos que cualquier otro grupo.1' Estos riesgos incluyen el manejar de
manera peligrosa (a gran velocidad y enviando mensajes de texto), el uso de
drogas, el consumo excesivo de alcohol y un comportamiento sexual
riesgoso. También se ha demostrado que, a pesar de los esfuerzos por
educarlos al respecto, muchos adolescentes continúan participando en
conductas de riesgo.13 14 La razón de esto se debe a que, durante la
pubertad, el cerebro experimenta muchos cambios en su desarrollo y
maduración, la cual no está completa, como veremos a continuación.15

La adolescencia se refiere al período de desarrollo físico y psicológico entre


la infancia y la edad adulta. El comienzo de la adolescencia está relacionado
al inicio de la pubertad, la cual trae alteraciones dramáticas en los niveles
hormonales y una serie de cambios físicos y neurobiológicos que se siguen
en consecuencia. El inicio de la pubertad también se asocia con cambios
profundos, los cuales continúan a lo largo de la adolescencia, con respecto a
los impulsos, motivaciones, psicología y vida social del joven.16 Por eso
hay que tener en cuenta los siguientes factores:

En primer lugar, durante la adolescencia hay un mayor interés en establecer


relaciones con los compañeros,17 por lo que la susceptibilidad a la
influencia de otros jóvenes aumenta en gran manera, alcanzando el pico
más alto alrededor de los 14 años.18 Esto se debe en parte a que el cerebro
del adolescente es más sensible a las recompensas de las relaciones entre
pares, lo que motiva a los adolescentes a tomar decisiones que involucran
conductas de riesgo.19 Por ejemplo, con el fin de ser admirado por el resto
puede hacer cosas verdaderamente imprudentes.

En segundo lugar, el adolescente experimenta más angustia que un adulto


cuando es excluido por sus compañeros. Esto se debe en parte a que el
adolescente no ha desarrollado completamente el área del cerebro que le
ayuda a hacer frente a estas situaciones (la corteza prefrontal ventrolateral
derecha) y, por lo tanto, experimenta más angustia o no sabe cómo
controlarla.20 Esto probablemente contribuye a que el joven se involucre en
conductas de riesgo para así evitar que sus compañeros lo excluyan.

En tercer lugar, el adolescente no ha desarrollado completamente otra área


del cerebro (la corteza prefrontal lateral), la cual es responsable de la
madurez con respecto a la autorregulación y control sobre sí mismo.21 Un
interesante estudio mostró cómo, cuando un joven está solo, este se
comporta de una manera estable, pero cuando se lo pone a hacer la misma
tarea con otros dos jóvenes se comienza a comportar de una manera muy
diferente, participando en conducta riesgosa. En el adulto, por el contrario,
la presencia de amigos no influye su conducta.22 Por ejemplo, un
adolescente tiende a manejar de manera arriesgada y a gran velocidad
cuando sabe que sus amigos lo están observando, lo cual no ocurre cuando
está solo.23 El adulto, por el contrario, se comporta de manera estable con o
sin amigos cuando está al volante. Eso se explica porque el adulto tiene
desarrollado completamente la corteza prefrontal lateral, por lo que puede
tomar decisiones responsables al conducir un vehículo. El joven, por el
contrario, emplea áreas del cerebro que están más estrechamente asociadas
con la recompensa que se sigue al completar una tarea, en este caso, por
ejemplo, la admiración de sus amigos por lo rápido que maneja.

Todos estos cambios que ocurren en el cerebro du rante la adolescencia


temprana hacen que el joven se centre más en las recompensas (como el ser
admirado por el resto) y en hacer lo posible por ser incluidos en las
actividades de sus compañeros. Estos factores, entonces, proporcionan una
gran cantidad de oportunidades para comportamientos riesgosos, por lo que
es necesario educar a los niños y jóvenes en la prudencia.
Si trasladamos estos descubrimientos científicos a la vida diaria de un joven
será más fácil comprender por qué hay una edad mínima para manejar,
comprar alcohol, salir solo del país y con respecto a la sexualidad... mejor
abstenerse.

Repitamos una vez más algo que los programas de ESI jamás dirán: todos
estos estudios ponen en evidencia que, como los adolescentes son incapaces
de evaluar adecuadamente el riesgo, lo mejor que se puede hacer es
educarlos en la castidady la abstinencia. Esto no es retrógrado sino la
ciencia más seria. Científicamente se ha demostrado que la abstinencia es
una conducta muy importante, ya que es mejor esperar a que el cerebro se
desarrolle por completo y así evitar las consecuencias negativas para la
salud física y mental que pueden resultar de participar en alguna actividad
sexual consensual . La misma UNICEF ha declarado que el incremento del
número de adolescentes con sida es alarmante, pero paradójicamente llama
a combatirlo con el uso de condones...-4 Y no es de sorprenderse la ceguera
al respecto, ya que una de las estrategias de la quienes llevan adelante la
revolución sexual e identitaria es la de hacernos creer que la castidad no es
posible entre los jóvenes.

Además de la abstinencia, se tiene que ayudar al joven a madurar, a ser


responsable, a tomar compromisos en su modo de relacionarse con los
demás, para así generar verdadera confianza. Es muy importante que esta
perspectiva no se pierda. Esa es la razón por la que a los niños y jóvenes se
les debe enseñar a respetarse mutuamente, lo cual incluye el respeto mutuo
del cuerpo. El consentimiento, por lo tanto, no es suficiente y basta ver las
estadísticas que presentaremos en el capítulo 11 para evidenciar que el
consentimiento como estrategia es un fracaso educativo a nivel mundial.

Por otra parte, los padres deben acompañar a sus hijos porque “es mejor
prevenir que curar . Es decir, si los padres están presentes van a evitar
muchos males que se siguen de su ausencia. ¿Consejos? 24

1) Si tienen hijos adolescentes o que están haciendo la transición a la


adolescencia, los padres deben diseñar un entorno que proporcione
actividades seguras y centradas en la necesidad del joven de buscar
sensaciones fuertes.25 Por ejemplo, son muy importantes en esta etapa
las actividades al aire libre supervisadas por adultos, tales como el salir
a la montaña, la escalada en roca, la tirolesa, y otras actividades que
tienen estándares seguros de tal manera que se le dé al joven un canal
de desahogo para sus emociones y una oportunidad para establecer
buenas relaciones sociales. Al joven hay que sacarlo de la
computadora, porque no está hecho para eso.

2) Es importante no solo el supervisar las interacciones entre


adolescentes, sino también el proporcionar reglas para el
comportamiento entre ellos, ya que eso limita las oportunidades de
manifestar comportamientos riesgosos.26

3) Hay que hablar con los hijos acerca de sus compañeros. El hablar
de estos temas ayuda al adolescente a ir formando criterios sobre su
propio comportamiento y el de los demás, además de prepararlo de
antemano ante cualquier situación que pueda surgir en la cual haya un
posible riesgo. Como siempre, “mejor prevenir que curar”.2''

4) Estar presentes. Cuando los padres se ausentan es que generalmente


ocurren desgracias.

5) Educar a los hijos en la prudencia, la castidad y el amor verdadero.


La falta de educación en la virtud de la castidad, así como el no
comprender la naturaleza del noviazgo y del matrimonio, son motivo
de muchísimos sufrimientos.

CAPÍTULO 11
1

Ver, por ejemplo, Estados Unidos Mexicanos, Código Penal Federal,


Ciudad de México, Poder Ejecutivo Federal, 2007, cap. 2, art. 201;
República Argentina, Código Penal de la Nación Argentina, Buenos Aires,
Ministerio de Justicia, 1984, Libro 2, título 3, art. 125.
2
Ministerio de Educación y Deportes de la Nación, Educación Sexual
Integral -para la Educación Secundaria II, 3ra ed., Buenos Aires, Ministerio
de Educación de la Nación, 2017, p. 7.
3

Ibid.
4

Ibid., p. 15.
5

Subsecretaría de Equidad y Calidad Educativa y Dirección Nacional de


Gestión Educativa, ESI, p. 88.
6

El escándalo fue seguido de cerca por los diarios ingleses: Helen Pidd,
“Failures in Rotherham led to sexual abuse of 1,400 children”, The
Guardian, London, 27 Aug2014; Emine Saner, “Sammy Woodhouse on the
Rotherham abuse scandal: ‘Girls speaking out has changed things’”, The
Guardian, London, 1 Apr, 2017; Fiona Hamilton, “Police failing to protect
children from sexual exploitation”, The Times, December 28,2017; BBC,
“Rotherham child sexual exploitation report: At a glance”, BBC News, 26
August, 2014; Victoria Richards, “Rotherham child sex victim says she still
sees abusers drivingyoung girls in their car’, as claims emerge of hundreds
of new cases”, Independent, London, 29 January, 2015.
7

Cf. Norman Wells, Unprotected: How the Normalisation of Underage Sex


Is Exposing Children and Young People to the Risk of Sexual Exploitation,
Middlesex, Family Education Trust, 2017.
8
Alexis Jay, Independen!: Inquiry into Child Sexual Exploitation in
Rotherham 1997-2013, Rotherham, Rotherham Metropolitan Borough
Council, 2014.
9

Ibid., p. 36.
10

Cf. Joe Warmington, “Ex-deputy education minister, jailed for child porn
charges, out on parole”, Toronto Sun, Toronto, Oct 7, 2017.
11

Sigmund Freud, Three Contributions to the Sexual Theory, trad, por A. A.


Brill, New York, The Journal of Nervous and Mental Disease Publishing
Company, 1910, p. 37.
12

Subsecretaría de Equidad y Calidad Educativa y Dirección Nacional de


Gestión Educativa, ESI, p. 88.
13

C£ Laurence Steinberg, “A dual systems model of adolescent risk-taking”,


Developmental psychobiology, 2010, 52, no. 3, pp. 216-224.
14

Cf. Laura Kann, Steve Kinchen, “Youth Risk Behavior Surveillance —


United States, 2013”, Morbidity and Mortality Weekly Report: Surveillance
Summaries, 2014, 63, no. 4, pp. 1-168.
15
Cf. C.L. Sebastian, E. Viding, “Social brain development and the effective
consequences of ostracism in adolescence”, Brain Cognition, 2010, 72, pp.
134-145; Sarah-Jayne Blakemore y Kathryn L. Mills, “Is adolescence a
sensitive period for sociocultural processing?”, Annual review of
psychology, 2014, 65, no. 1, pp. 187-207.
16

Cf. Sarah-Jayne Blakemore, Stephanie Burnett, “The role of puberty in the


developing adolescent brain”, Human Brain Mapping, 2010, 31, no. 6, pp.
926-933.
17

IT Cf. Reed Larson y Maryse H. Richards, “Daily Companionship in Late


Childhood and Early Adolescence: Changing Developmental Contexts”,
Child Development, 1991, 62, no. 2, pp. 284-300.
18

Cf Thomas J. Berndt, Developmental changes in conformity to peers and


parents”, Developmental Psychology, 1979, 15, no. 6, pp. 608-616.
19

Cf. Dustin Albert, Jason Chein, “The Teenage Brain: Peer Influences on
Adolescent Decision Making”, Current Directions in Psychological
Science, 2013, 22, no. 2, pp. 114-120.
20

Cf. Blakemore y Mills, “Is adolescence a sensitive period for sociocultural


processing?”, pp. 187-207. Esta región del cerebro ayuda a la persona a
enfrentarse a un comportamiento negativo por parte de sus compañeros y a
reducir la angustia, pero resulta que es más utilizada por los adultos cuando
están excluidos socialmente que por los adolescentes. Cf. Catherine L.
Sebastian, Geoffrey C. Y. Tan, “Developmental influences on the neural
bases of responses to social rejection: Implications of social neuroscience
for education”, NeuroImage, 2011, 57, no. 3, pp. 686-694. Cuando los
adolescentes usan esta área del cerebro durante la exclusión de pares
reportan niveles más bajos de angustia. Cf. Carrie L. Masten, Naomi I.
Eisenberger, “Neural correlates of social exclusion during adolescence:
understanding the distress of peer rejection”, Social Cognitive and Affective
Neuroscience, 2009,4, no. 2, pp. 143-157.
21

Cf. Albert, “The Teenage Brain”, pp. 114-120.


22

Cf. Margo Gardner y Laurence Steinberg, “Peer Influence on Risk Taking,


Risk Preference, and Risky Decision Making in Adolescence and
Adulthood: An Experimental Study”, Developmental Psychology, 2005,41,
no. 4, pp. 625-635.
23

Cf. Jason Chein, Dustin Albert, “Peers increase adolescent risk taking by
enhancing activity in the brain’s reward circuitry”, Developmental science,
2011, 14, no. 2, p. Fl.
24

Pete,r James Spielmann, Mother-to-child HIV rates decreasing, but


adolescent AIDS up alarmingly”, Global News, Nov 28, 2013.
25

CE Nina S. Mounts, “Linkages between parenting and peer relationships: A


model for parental management of adolescents’ peer relationships”, en
What can-parents do: New insights into the role of parents in adolescent
problem behaviour, ed. por M. Kerr, H. Stattin, et al., West Sussex, UK:
Wiley, 2008, pp. 163-189; Nina S. Mounts, “Adolescents’ Perceptions of
Parental Management of Peer Relationships in an Ethnically Diverse
Sample”, Journal of Adolescent Research, 2004, 19, no. 4, pp. 446-467.
26

Cf. Mounts, “Linkages between parenting and peer relationships”, pp. 163-
189; Nina S. Mounts, “Parental Management of Adolescent Peer
Relationships in Context: The Role of Parenting Style”, Journal of Family
Psychology, 2002, 16, no. 1, pp. 58-69; Mounts, Adolescents Perceptions of
Parental Management”, pp. 446-467; Steinberg, “A dual systems model of
adolescent risk-taking”, p. 216.

TJ. Cf. Mounts, “Linkages between parenting and peer relationships”, pp.
163-189; Mounts, “Adolescents’ Perceptions of Parental Management , pp.
446-467.
EL SEXO “SEGURO” Y LAS
ENFERMEDADES (E INFECCIONES) DE
TRANSMISIÓN SEXUAL
El sexo seguro no existe, así de simple, salvo que por la expresión lo que
los programas de ESI quieran dar a entender es que “con estos cursos,
seguro terminas teniendo sexo y posiblemente adquiriendo una enfermedad
de transmisión sexual”. Lo que hay que entender es que la expresión “sexo
seguro” es falsa, ya que en el acto sexual entregas tu cuerpo, tu corazón, tus
afectos, tu espíritu. Tal vez podrás disminuir las posibilidades de contraer
una enfermedad de transmisión sexual, pero jamás podrás proteger tu
corazón. Con o sin “protección”, el sexo es algo bastante serio,
especialmente para la mujer. Un encuentro pasajero puede tener
consecuencias físicas y psicológicas profundas que duren de por vida.

Abundan los testimonios de personas que establecían relaciones sexuales


“seguras” y que incluso empleando un preservativo se contagiaron de VPH,
HIV, gonorrea, cla-midia y otras enfermedades. Una de las dramáticas
consecuencias de la ESI es que ha alentado un estilo de vida
hipersexualizado, donde el sexo es un derecho y la castidad una utopía
irrealizable, cuando de hecho no es así. La consecuencia directa de esto ha
sido el llevarnos de tener 2 enfermedades o infecciones de transmisión
sexual (las vamos a resumir como ETS) a tener hoy en día más de 24,
especialmente en la población adolescente. Y por más que Agenda 2030
prometa una “lucha” contra las ETS, será un gran fracaso por el marco
ideológico en que se desarrolla la propuesta.

Algo que los libros de ESI no te dirán es que los niveles más altos de
enfermedades de transmisión sexual se encuentran en hombres que
practican actos homosexuales.1 Tal

vez un activista LGBT indique que los índices de ETS más bajos se
encuentran entre lesbianas. En realidad, ese dato se refiere únicamente a
una pequeña minoría de mujeres que experimentan atracción hacia el
mismo sexo y que nunca han tenido relaciones con hombres (la gran
mayoría de las lesbianas de hecho han tenido alguna vez una relación con
un varón). Pero es un hecho que la incidencia de muchas ETS es mucho
mayor en hombres que tienen sexo con otros hombres, incluida la sífilis
primaria y secundaria y la gonorrea resistente a los antibióticos. Además de
los efectos negativos de estas y otras ETS, el padecer estas enfermedades
aumenta el riesgo de adquirir o transmitir el VIH.2 3

Una de las razones de esta epidemia de ETS en hombres que mantienen


relaciones sexuales con otros hombres es la naturaleza misma de estas y el
comportamiento promiscuo comparado con el resto de la población.4 El
gran número de parejas sexuales, la tasa de intercambio de parejas y la
frecuencia de relaciones sexuales son factores que influyen enormemente en
la probabilidad de exposición de estos individuos a las ETS.5

Pero incluso si una persona, nunca lia. entablado relaciones homosexuales,


eso no significa que no corra riesgo de contraer una ETS. El Centro para el
Control de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos publicó en el 2008
un informe que sacudió a la nación: 1 de 4 adolescentes mujeres tenía al
menos una enfermedad de transmisión sexual, es decir, el 25 % o, en
números, 3.200.000 chicas padecían una ETS.6 Un estudio similar del 2017
y la última publicación del CDC sobre estadísticas de contagios de ETS del
año 2019 revelaron que las cosas no han mejorado y que, en chicas
adolescentes, las enfermedades prevalentes son la clamidia, el herpes y el
VPH, habiendo aumentado hasta en un 29 % la cantidad de casos de
clamidia en mujeres y 30.1 % en varones.7 Además, para el año 2013 la
mitad de las ETS eran contraídas por el grupo de jóvenes cuya edad
comprendía entre 15 y 24 años.8 Presentaremos a continuación a algunas de
las ETS más comunes en adolescentes para entender cómo los programas de
la ESI han sido un fracaso que ha hecho que la situación incluso empeore.

El virus del papiloma humano (VPH)

Comenzamos con el virus del papiloma humano (VPH) no solo porque


puede ser extremadamente peligroso, especialmente en algunas de sus
muchísimas cepas, sino porque es el virus de transmisión sexual más
común.9 Son cuantiosos los casos de mujeres que, después de haberse
contagiado, necesitan una biopsia del cérvix debido a que se encuentran
células atípicas en el mismo, probablemente causadas por la cepa VPH-16,
el tipo más peligroso y que produce cáncer cervical de persistir la
infección.10 En los Estados Unidos cada año se detectan 12.015 casos de
cáncer cervical en el que el VPH se encontró presente,11 lo cual nos muestra
que estamos ante una situación gravísima y que la ESI posiblemente ha
empeorado debido a la normalización del sexo casual .

En el año 2012, la Organización Mundial para la Salud reportó que


anualmente 266.000 mujeres morían por cáncer cervical y se
diagnosticaban 528.000 nuevos casos. De hecho, algunos estudios de 1999
y 2003 afirman que el 100 % de los casos de cáncer cervical son atribuibles
al VPH,12 lo que ha llevado a la OMS a exigir a los países miembros de la
ONU a que dicha vacuna sea obligatoria para así eliminar el cáncer cervical
para el año 2100, aunque la efectividad de la vacuna y la necesidad real ha
sido fuertemente cuestionada como veremos más abajo por estudios
recientes y detrás hay un negocio multimillonario por parte de las
farmacéuticas contribuyentes a la OMS.

Sin embargo, el cáncer cervical no es el único peligro del VPH: debemos


enumerar el cáncer de garganta, cáncer del recto y del ano, cáncer del pene,
cáncer vaginal y cáncer de vulva. Además de cáncer, hay unas 40 cepas de
VPH que infectan el tracto genital.13

Debido al nivel de promiscuidad, el riesgo de contagio del VPH es del 75


%, aunque la prevalencia varía por edad y es más alta en mujeres
adolescentes y jóvenes, decreciendo entre los 30 y 60 años y aumentando a
partir de ahí (¿el divorcio aumenta las posibilidades de contraer el VPH?
Así sugieren las estadísticas).14 El alto riesgo de contagio en la población
sexualmente activa (y promiscua) por medio del contacto de la piel,
penetración oral, vaginal y anal es la razón por la que se han establecido
distintas políticas de la salud que obligan a vacunar a los niños a partir de
los 9 años de edad.15

Las cepas mas peligrosas del VPH se dividen en dos grupos principales:

Tipos de VPH asociados al cáncer y verrugas genitales externas


Cepas de bajo
Cepas de alto riesgo
riesgo

16, 18, 31, 33, 35,39,45, 51,52, 56, 58, 6,11,40,42,43,44,


59,66,68, 82 54,61,72,81

Lesiones cervicales leves y graves, seis tipos de Verrugas genitales


cánceres en el ano y genitales externas16

El siguiente cuadro muestra que para el año 2016 se detectaban


anualmente casi 44.000 diagnósticos de cáncer anuales en los Estados
Unidos en los que se encontraban células del VPH en distintos órganos
masculinos o femeninos:17

Lugar del Cáncer Número de casos anuales

Cervix1 12.015

Vagina18 19 862

Vulva20 4.009

Pene21 1.303
Ano y recto masculino22 2.270

Ano y recto femenino 4.539

Faringe masculina23 15.540

Faringe femenina 3.460

TOTAL 43.999

El VPH tiene mas de 200 cepas, de las cuales 15 son peligrosísimas y 10,
aunque no son letales, producen verrugas visibles que tendrán un impacto
psicológico muy fuerte en la joven. Sin embargo, la vacuna contra el VPH
solo reduce el riesgo de contraer el virus con respecto a algunas cepas:
VPH-6,11,16, 18,31,33,45, 52, y 58.24 Entonces, ¿esto significa que las
vacunas no dan inmunidad con respecto a todas las otras cepas? Así es, por
lo que, aunque uno crea que está protegido, en realidad la vacuna da una
falsa confianza al no proteger contra decenas de tipos de VPH.

Imaginémonos el caso de una chica que se enamora, cede a la presión de


ese joven y termina acostándose con él. Ella exige el condón porque tiene
terror de quedar embarazada, por lo que probablemente no disfrute de la
experiencia debido al miedo que la distrae. A esto se le suma el hecho de
que una vez que el joven satisfizo su deseo sexual ya no tiene más interés
por la chica, lo cual genera una catástrofe psicológica en ella cuando este le
dice que ya no está interesado y, para peor de males, a las pocas semanas le
comienzan a salir verrugas en sus genitales. Se asusta, va al médico y
prácticamente le da un infarto cuando este le informa que posiblemente
tiene una infección del VPH, que hay unas 200 variedades o cepas del
mismo, que aunque tenía la vacuna esta solo previene contra 9 cepas (¡de
un total de 200!), por lo que la vacuna no le sirvió para este caso y, lo que
es peor, después de escuchar el relato de la joven acerca de lo que envolvió
la experiencia sexual con el joven, el médico le notifica que hay que frenar
la infección porque puede potencialmente causarle cáncer.25 Para una joven,
considerar la posibilidad de agarrarse un cáncer debido a un encuentro
sexual no solo era algo inimaginable, sino imposible (¡nunca me lo dijeron
cuando me decían en la escuela que el sexo era un derecho!) y que ahora
lamentablemente se ha convertido en una catastrófica posibilidad. ¿Y la
efectividad de la vacuna? Aun así, la compañía que la fabrica recomienda
que hay que hacerse tésteos regularmente.

En muchos casos el VPH se controla, pero la pregunta seguirá siempre ahí:


¿El virus desapareció o simplemente está dormido? ¿Le tengo que contar a
mi futuro esposo? ¿Y si me rechaza por eso? Además, la persona que
contrae el VPH se vuelve más vulnerable a contraer el VIH y otras
enfermedades de transmisión sexual. Y como si esto fuera poco, el tomar
anticonceptivos eleva los riesgos y, en caso de quedar embarazada, el VPH
se puede reactivar. Estas preguntas la perseguirán como un fantasma de por
vida. Todo por ceder a la presión o por disfrutar de un placer pasajero.
¿Valió la pena?

¿Por qué en vez de vacunar y crear una falsa confianza no les enseñan a los
jóvenes que es mejor abstenerse hasta que elijan una pareja segura y
estable? De hecho, el único “sexo seguro” que existe es entre dos esposos
que son mutuamente fieles: la posibilidad de contagio es del 0 %, pero en
cuanto se “libera” la sexualidad, ese riesgo sube al 75 %.26 El problema es
que detrás de la vacuna contra el VPH hay un negocio gigantesco. En los
Estados Unidos, la vacuna contra el VPH es la Gardasil, producida por la
farmacéutica Merck, la cual tiene un costo de $ 460 dólares. Al haber sido
declarada obligatoria por la CDC para todo niño y adolescente a partir de
los 9 años, es un negocio redondo ya que 73 millones de jóvenes han tenido
que ponérsela. Esta vacuna es obligatoria en muchos otros países,
habiéndola incluido por ley en sus calendarios de vacunación, lo cual
representa para Merck un negocio de $ 2.300 millones de dólares.27

Además del fraude millonario al vacunar a millones de jóvenes que, de


llevar una vida ordenada, jamás necesitarán la “protección” de la vacuna, un
serio estudio científico del 2014 afirma que solo la tercera parte de los casos
de cáncer cervical están, de hecho, asociados al VPH.28 Y la misma CDC
reconoce que solo el 66 % de los casos de cáncer cervical en los Estados
Unidos están relacionados al VPH.29 ¿Recuerdan lo dicho más arriba que el
argumento de vacunación masiva de la OMS para eliminar el cáncer
cervical se debe a que es causado por el VPH? Al parecer, dicha conexión
está más bien motivada por las compañías farmacéuticas, todas inversoras
en la OMS y que ganan miles de millones de dólares al introducir la vacuna
en los programas de vacunación nacionales. La investigación liderada por el
Dr. Thabet afirma enfáticamente que se necesitan más estudios para aclarar
la asociación real entre el VPH y las lesiones cervicales premalignas y
malignas para así determinar la utilidad real de la vacuna contra el VPH.
Además, la misma compañía que produce Gardasil 9 afirma que “la
vacunación puede no resultar en protección en todos los receptores de la
vacuna”30 y estudios afirman que es efectiva en el 80 % de los casos, es
decir, en un 20 % no ofrece la protección que promete a cambio de millones
de dólares.31

Por ultimo, como si lo anterior no fuese suficiente, el uso de


anticonceptivos orales hace que la infección del VPH no solo perdure, sino
que progrese, haciendo que la mujer corra un gran peligro de desarrollar
algunos de los cánceres mencionados, lo cual tal vez explique los 528.000
casos anuales de cáncer cervical.32

¿Cómo evitar los dolores de cabeza y mucho más que trae consigo el VPH?
Minimizando las posibilidades de contagio. Es decir, a mayor número de
experiencias sexuales, mayores las posibilidades de contraerlo. De hecho,
se ha comprobado científicamente que la manera más fácil de predecir si
alguien está infectado con el VPH es preguntar el número de encuentros
sexuales.33 Según el CDC (Centro para el control de enfermedades) la
mejor manera de prevenir el contagio es por medio de la abstinencia sexual
o el mantener una relación monógama mutua.34 Además, otro elemento
importantísimo que es necesario aclarar y que los programas de la ESI
ocultan sistemáticamente es que el condón no protege contra el VPH por la
simple razón que este virus no se transmite por medio de fluidos (como el
semen), sino por medio del contacto de la piel en el área genital.35

La gonorrea
La gonorrea es una infección causada por una bacteria (Neisseria
gonorrhoeae) de transmisión sexual que infecta tanto a hombres como
mujeres. La gonorrea afecta con mavor frecuencia la uretra, el recto o la
garganta, además de infectar el cuello uterino en la mujer. También, la
gonorrea causa la enfermedad inflamatoria pélvica, la cual puede tener
graves consecuencias en la mujer, tales como la infertilidad tubárica,
embarazos ectópicos v dolor pélvico crónico. Los estudios epidemiológicos
y biológicos de los últimos años proporcionan evidencia de que las
infecciones gonocócicas también facilitan la transmisión de la infección por
VIH.36

En los últimos años el aumento de contagios por gonorrea no para en la


población adolescente, llegando a ser la segunda enfermedad de
notificación más frecuente en los Estados Unidos. Durante el período 2016
—2017, la CDC informó que la tasa de casos de gonorrea reportados
aumentó un 15.5 % para personas entre los 15 y 19 años y un 12.8 % para
personas entre los 20 y 24 años.-37 Sin embargo, comparado con las cifras
del 2013 el aumento era del 55.2 % y, en el año 2018, se detectaron 583.405
casos en los Estados Unidos, lo que significó un aumento del 82.6 % con
respecto al censo del 2009.38 Además, este incremento de contagiados se
dio especialmente en hombres (incremento del 78.7 %), posiblemente según
el estudio porque se trata de hombres que tienen sexo con otros hombres?39
Esta tasa altísima de contagio es agravada por el hecho de que el
tratamiento es cada vez más ineficiente, ya que la gonorrea ha desarrollado
resistencia a cada uno de los antibióticos utilizados para el tratamiento de la
misma.40

Otra muestra más que la ESI, en cuanto política de prevención de ETS, ha


sido un fracaso absoluto.

I* I sexo seguro v las eiileruiedudcs (c infecciones) de transmisión sexual

203

1 .a clamidia
Cf. Elizabeth Torrone, John Papp, “Prevalence of Chlamydia trachomatis
genital infection among persons aged 14-39 years—United States, 2007-
2012”, Morbidity and mortality weekly report, 2014, 63, no. 38, pp. 834-
838.

42. Cf. (. enters for Disease Control and Prevention, STD Surveillance
2017.

i V Cf. (¡enters for Disease Control and Prevention, STD Surveillance


2018.

Cf. i'orhan, “Prevalence of Sexually Transmitted Infections Among Female


Adolescents Aged 14 to 19 in the United States”.

44. Cf. W. E. Stamm, “Chlamydia trachomatis infections in the adult”,


en Sexually Transmitted Diseases, cd. por K. 1 lolmes, Sparling P„ et
al,, New York, NY: McGraw-Hill, 2008, 575-606.

45. Cf. Delia Scholes, Andy Stcrgachis, “Prevention of Pelvic


Inflammatory Disease by Screening lor Cervical Chlamydial
Infection”, lhe New England journal of medicine, 1996,334, no. 21,
pp. 1362' 1366: Pippa Oakeshott, Sally Kerry, "Randomised controlled
trial of screening for Chlamvdia

I a clamidia es causada por la bacteria Chlamydia trachomatis, la cual


infecta tanto a hombres como mujeres, i a mujer puede contraer clamidia en
el cuello del útero, el recto y la garganta, mientras que el hombre puede
contraer clamidia en la uretra (el interior del pene), el recto y la garganta. Se
transmite sexualmente o durante el parto.

1 I grupo de las jóvenes adolescentes es el más numeroso entre los


infectados,40 quienes tienen una mayor susceptibilidad a las infecciones
causadas por la clamidia debido a que durante la adolescencia hay una gran
cantidad de células columnares en el canal cervical (en la superficie externa
del cuello uterino), un fenómeno conocido como ectopia cervical. Estas
células son más susceptibles a la infección, por lo que hay una
predisposición biológica a contraer este tipo de infecciones de transmisión
sexual en la adolescencia.'1' Otra razón más para objetar el supuesto
“derecho” a vivir libremente la sexualidad.

En el año 2017. hubo 1.069.111 casos reportados de infección por clamidia


entre jóvenes de 15 a 24 años, lo que representa el 62.6 % del total de casos
de clamidia diag-nost icados en los Estados Unidos. Además, entre los
varones de 15 a 19 años, la tasa de casos reportados de clamidia aumentó un
27.9 % durante el período 2016-2017 y un ^0.1 % entre varones de 20 a 24
años.42 El año 2018 vio un incremento monumental: 1.758.668 casos de
clamidia en los Estados Unidos (1.145.063 en mujeres y 610.447 en
hombres)/'3

l Jno de los grandes problemas con la clamidia es que es una infección


asintomática,44 por lo que generalmente no es tratada inmediatamente y por
esa razón puede provocar la enfermedad inflamatoria pélvica, causa
importante de infertilidad, embarazo cctópico y dolor pélvico crónico en la
mujer.45 Como con todas las ETS que producen

inflamación, la clamidia también facilita la transmisión del Vil I/1 l*'D los
casos en que la trasmisión ocurre durante el parto, la clamidia en el recién
nacido produce la oftalmía neonatal, la cual provoca ceguera y neumonía.'1

Sífilis primaria y secundaria

La sífilis es una enfermedad ulcerosa genital causada por la bacteria


¡re¡fonema pallidum, la cual causa complicaciones significativas si no se
trata y puede facilitar la transmisión y la adquisición de la infección por
V11l.'lH Además, si la sífilis no es tratada en mujeres embarazadas cuando
se adquirió durante los cuatro años previos al parto, puede provocar la
infección del feto en hasta el 80 % de los casos y puede provocar la muerte
fetal o infantil en hasta el 40 % de los casos.'19

Según el reporte de la CDC de 2017, entre las mujeres de 15 a 24 años la


tasa de sífilis primaria y secundaria reportada representó un aumento del
83.3 % desde 2013 y entre hombres de 15 a 24 años el aumento fue del 50.9
% desde 2013 en los Estados Unidos.41 42 43 44 45 46 Además, la sífilis se
transmite especialmente en hombres que tienen sexo con otros hombres: el
85.7 % de los casos del 2018 fueron detectados en hombres.47 En el año
2018 se reportaron 115.045 casos de sífilis en los Estados Unidos, un
incremento del 14.7 % con respecto al año anterior y del 71.1 % comparado
con el relevo del 2014.48 Este libro que tienen entre sus manos se debería
llamar “Elgran fracaso ele la ESI: el programa que te promete sexo seguro y
seguro que te contagias". Una en fermedad que era

El sexo "seguro” y las enfermedad?* \?,

• (< tnjt t (iont s) de transmisión sexual 205

conocida como "medieval", ya que f ue en 1493 cuando se identificó el


primer brote, y prácticamente extinguida debido a la penicilina, ha
irrumpido con una fuerza inusitada entre la juventud de hoy. ¿Culpa de la
ESI? Al menos es una coincidencia total que,en cuanto comienzan a
dictarse estos programas, enfermedades de transmisión sexual que se ereíiin
exi iiu as se d i s| ><u <m y »ipurecen mu It it lid de nuevos virus y
bacterias.

la sífilis es detectada durante la etapa primaria de l.i infección, cuando una


llaga indolora marca el lugar donde la bacteria ingresó al cuerpo. Puede
pasar hasta 90 días después de la infección para que aparezca la llaga,
generalmente en el pene, la vagina, el ano, el recto o los labios y la boca. La
etapa secundaria está marcada por una erupción cutánea y, a veces, otros
síntomas como liebre, dolor de cabeza, dolor de garganta, inflamación de
los ganglios linfáticos, pérdida de peso, caída del cabello y fatiga. Todos
estos síntomas desaparecen una vez que la sífilis entra en su etapa latente,
aunque la infección permanece en el cuerpo. En el 15 % de los casos de
sífilis no tratados la enfermedad reaparece entre 10 y 20 años después de la
primera infección y puede durar décadas, causando daño cerebral y
muscular, parálisis, ceguera e incluso la muerte?-Además, son alarmantes
los niveles de infección de sífilis junto al VIH (coinlección),
particularmente en hombres que tienen sexo con otros hombres. 1

Virus del herpes simple (VHS)


El herpes es una infección causada por el virus herpes simple (VHS) en la
zona bucal y/o genital por contacto directo y que está muy extendida en la
población?'1 El herpes bucal provoca llagas alrededor de la boca o en el
rostro, mientras que el herpes genital es propiamente una enfermedad de
transmisión sexual la cual afecta los genitales, las nalgas o el área del ano?6
Otras infecciones por herpes pueden afectar los ojos, la piel

53. Cf. 1 liornas A. Peterman, Richard 1 I. Kahn, “Misclassification of


the stages of syphilis: implications for surveillance Sexually
transmitted diseases, 2005, 32, no. 3, pp. H4-H9.

54, ( A, (/enters for I )iscasc Control and Prevention, S I 'D


Surveillance 2018.

55. ( A, Jennifer S. Smith y N, Jamie Robinson, "Age-Specific


Prevalence of Infection with Herpes Simplex Virus Types 2 and I: A (
Jobal Review”, The Journal of infectious diseases, 2002, 186, no. si,
pp. S3 S28; L, Corey y A. Wald, “Cenital 1 Icrpcs”, cn Sexually
Transmitted Diseases, ed. por K. K. I lolmcs, P. E Sparling, ci al., New
York: McCraw-Hill, 2008, pp. 399-437; Satterwhite, “Sexually
transmitted infections”, pp. 187-193; I I. Bradley, L. E. Markowitz,
“Seroprevalence of I Icrpcs Simplex Virus Types I ami 2 United States,
1999-2010”, lhe Journal of Infectious Diseases, 2014, 209, no. 3, pp,
325 333,

56, Cf. David. W. Kimbcrlin y DwightJ. Rouse, “Genital Herpes”, The


New England journal of medicine, 2004, 350, no. 1.9, pp, 1970-1977

u otras partes del cuerpo. El VHS puede ser peligroso en recién nacidos o
en personas con sistemas inmunes débiles.

Existen dos tipos de herpes simple: los tipos 1 y 2. El herpes simple tipo 1
frecuentemente causa llagas labiales, aunque también puede causar herpes
genital. El herpes simple tipo 2 frecuentemente es el que causa el herpes
genital, pero también puede afectar la boca. Ambos tipos se manifiestan en
varios brotes anuales en forma de llagas en el área por donde penetró el
virus, las cuales evolucionan en ampollas que causan picazón y dolor y
posteriormente se curan.
Estudios recientes muestran un incremento preocupante del virus del herpes
en la zona genital,49 posiblemente por el aumento del “sexo oral”
promovido como un método más seguro...50

Conclusión

Para el año 2030, la ONU se ha propuesto eliminar el sida y todas las


enfermedades de transmisión sexual. Teniendo en cuenta que el mecanismo
que propone es el “sexo seguro” y la hipersexualización propuesta por la
ESI, dicho Objetivo 3 de la Agenda 2030 está destinado al fracaso.51 Es
más, si el objetivo fuese preparar al mundo para una pandemia de ETS, no
podrían haber diseñado mejor plan que la ESI.

Como pueden observar, el sexo seguro no existe y, a más actividad sexual,


más probabilidades de contagiarse una ETS. Hoy en día el 25 % de las
mujeres adolescentes en los Estados Unidos padece una ETS, algo que la
misma agencia encargada de promo-cionar la ESI en el país reconoció
como un “fracaso inexcusable”, en las palabras del presidente de
SIECUS.52 Pero este fracaso era totalmente previsible, ya que la pandemia
de clamidia, gonorrea, VPH, sífilis, VIH y herpes en la población
adolescente es una consecuencia directa de los programas de ESI
implementados por SIECUS y Planned

Parenthood y síntoma de la revolución sexual que ha tomado a nuestra


sociedad. Y son estos mismos programas los que se están implementando
desde México a la Argentina y Chile. Pensemos que por cifras mucho
menores la QMS frenó el mundo durante el coronavirus, pero con una tasa
de contagio del 25 % de mujeres adolescentes hacen todo lo contrario:
seguir promocionando un modelo de adoctrinamiento condenado al fracaso.

Y aunque los daños físicos y de la salud que se siguen como consecuencia


de adquirir una ETS son relativamente graves, ese no es el peor problema.
Quienes adquieren una ETS se enfrentan a un trauma psicológico aún
mayor que la misma enfermedad.

¿Por qué esa negación furiosa de los activistas de la ESI a enseñar la


abstinencia y el control personal como el mejor medio para evitar la
transmisión de ETS? Si la misma CDC, como vimos, lo reconoce, ¿por qué
ocultar este dato? Y no solamente se lo oculta, sino que, en algunos casos,
incluso se lo combate con un falso dilema. El Departamento de Educación
de California anunció que “enseñar solo la abstinencia sexual no está
permitido en las escuelas públicas del estado de California”.53 Es decir,
proponen falazmente que si se enseña la abstinencia se tienen que remarcar
los “derechos sexuales” de los jóvenes, por lo que en definitiva la
abstinencia se vuelve en un objeto de burla en dicho contexto... Parece
básico y de sentido común que la abstinencia es la mejor solución a las
enfermedades de transmisión sexual. Pero en una cultura que se glorifica el
sexo como la manifestación más grande del ser humano, el afirmar tal cosa
no está permitido... Paradójicamente, la propuesta de los “derechos
sexuales” de la Agenda 2030 y su propuesta para luchar contra las ETS solo
terminará en el fracaso.

CAPÍTUL012

EL ABORTO

E54 1 aborto es otro elemento central de la revolución sexual e identitaria,


ya que, en definitiva, las discusiones actuales en torno al mismo se centran
no tanto en cuándo comienza la vida, sino en cuándo el feto “comienza” a
ser persona. Es, de hecho, una cuestión de identidad. Además, como
síntoma de la cultura de la muerte, el aborto se manifiesta como el repudio a
la historia, algo propio del progresismo. Un aborto busca “tapar” y negar
que algo ocurrió: el acto sexual entre un hombre y una mujer que tuvo
como consecuencia natural la concepción de un nuevo ser humano. Y para
justificarlo, el hombre idiota se aferra al único fundamento que encuentra:
la maternidad será deseada o no será... Es decir, todo depende de un
sentimiento, y como el pesar que se sigue de dicho crimen es inevitable, lo
desvía a una cuestión identitaria: no es persona humana.

En este capítulo presentaremos brevemente el contexto histórico del aborto,


especialmente en la obra de Margaret Sanger, y algunas falacias que se
emplean para confundir y normalizar este crimen. En esa línea, haremos un
análisis de la postura de Peter Singer quien, cual otro Nietzsche
contemporáneo, le recrimina al feminismo abortero que sea frontal y
honesto y reconozca que se trata de eliminar una vida humana. Su crítica a
las razones pro-aborto más comunes es certera porque denuncia el carácter
falaz de las propuestas, pero, al mismo tiempo, Singer se convierte en un
ideólogo central dentro de la presente revolución cultural al justificar no
solo el aborto, sino también el infanticidio. Finalmente, por ser parte central
de [a. Agenda 2030 y el programa de desarrollo sustentable del Foro
Económico Mundial y su “Gran Reseteo , no podemos dejar de nombrar la
mentada “justicia climática” como dogma falaz para imponer el control
poblacional. Por eso no es de extrañarse que la ESI sea una herramienta
para la normalización de dicho crimen, como lo demuestra la nueva ley del
aborto de Argentina, que legaliza el filicidio prenatal e introduce políticas
de “salud sexual y reproductiva” por medio de la educación sexual
integral.*

Un poco de historia

Un papel central en la normalización y legalización del aborto lo desarrolló


la enfermera Margaret Higgins Sanger (1879-1966), fundadora de Planned
Parenthood. Su instrumento de ideologización fue un pequeño panfleto
mensual de ocho páginas que comenzó a publicar en el año 1914 titulado
“La Mujer Rebelde”. En el primer número, Margaret Sanger escribió una
especie de declaración eugenésica que mostraba claramente su agenda: “La
cosa más misericordiosa que una familia le puede hacer a uno de sus hijos
es matarlo”.55 Fue ella quien inventó el término “control de natalidad” y la
autora de la falacia más propagada en defensa del aborto: “Mi cuerpo, mi
decisión”, aunque expresado originalmente era la mujer como “la única
dueña de su propio cuerpo”.56

En 1916 Sanger abre la primera clínica de control de natalidad de los


Estados Unidos y en 1921 funda la “Federación Americana para el Control
de la Natalidad”57 financiada por la Fundación Rockefeller. Como era de
esperar, Sanger apoyó los programas eugenésicos, de eutanasia, aborto,
infanticidio y esterilización que se llevaron a cabo en Alemania en los años
posteriores. Y si alguien objeta que Sanger nunca supo sobre el origen de la
vida, hay que traer a la memoria aquellos panfletos de 1952, donde
claramente indicaba que el aborto tenía como objetivo eliminar la vida del
niño en el vientre materno, algo que Planned Parenthood siempre supo.
¡Bastante explícito y crudo! Esto, además, queda más que claro en un libro
del médico Alan Guttmacher, luego presidente de la asociación abortista,
publicado en 1933 y titulado El proceso de la vida o la historia de la
procreación humana. En el mismo, Guttmacher afirmaba: “Hoy sabemos
que el hombre nace de la unión sexual, que comienza la vida como embrión
dentro del cuerpo de la mujer y que el embrión se forma a partir de la fusión
de dos células individuales, el óvulo y el esperma. Todo esto parece tan
simple y evidente para nosotros que es difícil imaginar una época en la que
no era parte del conocimiento común”.58

Tampoco se puede negar la agenda eugenésica de Sanger, la cual era bien


clara y concreta: eliminar a los negros, a los niños con discapacidades y a
los hijos de los pobres para así “eliminar” la pobreza. Lo de eliminar a los
negros siempre ha sido una

preocupación constante, no porque sí Planned Parenthood logró que el


famoso plan de salud de Obama del 2012 y que Biden ha restaurado en el
2021 cubriera los abortos de comunidades "racializadas”. Lo de eliminar a
discapacitados es práctica común hoy en día. En los Estados Unidos, el 67
% de los niños con Síndrome Down son abortados, en España son el 95 %,
en Dinamarca el 98 %, y en Islandia el 100 %.59 Al cometido de eliminar a
los pobres lo siguen propagando como solución social a la “desigualdad”
económica como veremos más abajo, por eso la gratuidad del aborto, es
decir, que el Estado se haga cargo, lo que significa que todos nosotros nos
tenemos que hacer cargo con nuestros impuestos.

Las Naciones Unidas y el control de la población

Como vimos en el capítulo 5, la ESI fue la herramienta implementada en


los Estados Unidos por Planned Parenthood y agencias de su dependencia
tanto para acelerar la revolución sexual, como para aumentar el negocio de
los anticonceptivos y el aborto. Pero gracias al interés de la Fundación
Rockefeller, patrocinador histórico de la multinacional abortista, Planned
Parenthood entró de lleno en las Naciones Unidas y el tablero geopolítico (y
biopolítico) mundial.

En el año 1974, las Naciones Unidas organizaron la conferencia de la


Población en Bucarest, con la presencia de la IPPF (International Planned
Parenthood Federation) en la delegación de los Estados Unidos. La razón de
fondo de esta conferencia fue el Reporte Kissinger de 1974, el cual trataba
sobre las “implicancias del crecimiento de la población mundial para la
seguridad de los Estados Unidos y los intereses extranjeros”.60 Kissinger es
un oscuro personaje con mucha fama en el mundo de la geopolítica y las
relaciones internacionales. Lo que no se dice es que trabajó siempre para el
Consejo de la Población de la Fundación Rockefeller, cuyo único objetivo
ha sido siempre el control poblacional. No porque sí la Planned Parenthood
ha sido desde entonces uno de los socios más importantes de las mismas
Naciones Unidas.

Para este propósito se creó el Fondo de la Población de las Naciones Unidas


en 1969, el cual fue un agente clave en la imposición de la campaña de
control de la natalidad

en China (en 1979 la ONU le dio al gobierno chino 50 millones de dólares y


todo un equipo de asesores para implementar la regla de un solo hijo que
resultó en 53 millones de abortos forzados entre 1979 y 1984). El Fondo de
la Población también estuvo detrás de la campaña estatal de reducción de la
natalidad en Vietnam en 1991 y en la campaña de esterilización masiva de
300.000 mujeres en Perú sin su consentimiento en 1995, entre otros
crímenes.61 Hoy día, en el 2021, la agenda permanece sin cambios: liberar a
las mujeres de sus hijos, de sus maridos y de su propia biología legalizando
el aborto en todo el mundo. Incluso la esterilización forzada y el aborto de
mujeres que desean tener más de uno o dos hijos son aceptados o tolerados
como “necesarios” para lograr los objetivos de reducción de la población y
la “igualdad de género” en la fuerza laboral.

El Fondo de la Población de la ONU también está detrás de la ESI y la


financiación de campañas y proyectos para imponerla. Los autores de un
reporte sobre la ley de ESI en Argentina publicado por el Programa
Nacional de Educación Sexual Integral explícitamente agradecen “al Fondo
de Población de las Naciones Unidas por el apoyo en la realización de la
investigación llevada a cabo en el marco de esta publicación’ .62

En 1994, la ONU organizó una nueva conferencia de la población, esta vez


en el Cairo, Egipto, para avanzar con la agenda de los “derechos
reproductivos . Esta agenda recibió el apoyo total de la administración
Clinton, asi como años después lo harían el presidente Obama (2009-2016)
y su secretaria de Estado Hillary Clinton. Lo que hay que saber es que todas
estas grandes conferencias son parte de un proyecto totalitario de control
global e ideológico. En esos años sentaron la agenda y ahora solo resta
ponerla en práctica y para eso usarán cualquier excusa: pandemias, cambio
climático, reseteo económico, economía inclusiva, etc.

Pero para este proyecto, como afirma Sanahuja, “se necesita colonizar la
inteligencia y el espíritu de todos y cada uno de los habitantes del
planeta”.63 Es por eso que en mayo del 2009 un grupo de multimillonarios
se reunieron en New York con este propósito, ideando un sistema de
financiamiento de ONGs para el activismo y la ingeniería social. Dicha
reunión desembocó en el llamado “filantro-capitalismo”, es decir, un
modelo económico centrado en donaciones para fundaciones sin fines de
lucro con el incentivo de que dichas donaciones bajarían la carga impositiva
de las compañías auspiciadoras y con el claro propósito de imponer la
agenda progresista en el mundo (ESI, aborto, daciones contribuirían
económicamente des\ ianJo paite de sus fondos h.u la distintas
dependencias de las Naciones Unidas, quienes centralizarían \ pondrían en
practica una agenda progresista concreta que inclusa la educación sexual, el
aborto, el control de la población v la ideología de genero. Entre estos
magnates fundadores se encon traban David Rockteller. Bill Gates, Gconje
Soros, led burner, Michael Bloomberg v XX arren Butter. todos unidos en
un mismo ideal: el problema mas grande que afecta la humanidad es la
sobrepoblacion, ha\ demasiados pobres v, poi lo tanto, la solución es la
salud v derechos reproductivos". que obviamente incline a la l SI v el abono
como columnas centrales en el adoctrinamiento de nuevas generaciones.
Para ese proposito crearon el Club de los Buenos' y el gobierno de Obama
se puso al servicio del mismo.”

En consonancia con esta movida "tilanrro capitalista', el S de enero de 2010


l lillarv Clinton anuncio durante la "Conferencia sobre población v desai
rollo' la creación de una nueva Iniciativa de Salud Global para hacer
realidad la agenda de la Conferencia del Cairo de 1995. Sus palabras son
mas que claras: "Ademas de nuevos fondos, hemos lanzado un nuevo
programa que sera la pieza central de nuestra política exterior, la Iniciativa
de Salud Global, por la que nos comprometemos a gastar $ 63.000 millones
de dolares durante seis años para mejorar la salud global mediante la
inversion en esfuerzos para reducir mortalidad infantil, prevenir millones de
embarazos no deseados v evitar millones de nuevas infecciones por el VIH.
entre otros objetivos. Esta iniciativa empleara un nuevo enfoque para
combatir las enfermedades y promover la salud ", v agrego que "todo esto
es para cumplir la agenda del Cairo"?'

Esta Iniciativa de Salud Global termino en el 20 lo con la llegada de Donald


Trump, quien indiscutiblemente le puso un treno al provecto globalista de
control totalitario. Además, Trump instauró nuevamente la "Política de la
Ciudad de Mexico ", con la que bloqueo todo tipo de avuda económica a
distintas ONGs que tienen como fin la promoción del aborto, sacó a los
Estados Unidos de los Acuerdos de París (cuyo pro pósito es promover el
aborto, como veremos) v dejo sin financiación a la OMS. Pero el 28 de
enero de 2021, con la llegada al poder de Joe Biden, se rescindió la Política
de la Ciudad de México, marcando el final de un período de cuatro años sin
apoyo federal a la causa abortista. 64 65

La Organización Mundial de la Salud, por su parte, se ha convertido en un


actor indirecto pero clave en las relaciones internacionales al presionar a los
países miembros a aceptar la agenda progresista bajo el paraguas de
“normas de salud”. El sitio web oficial de la OMS lista las siguientes
organizaciones como miembros permanentes y “sponsors” de la agenda
global: la IPPF trabajando en 174 países para empoderar a las mujeres más
vulnerables” (por empoderar entiéndase el poder abortar), el Banco
Mundial (financiando la agenda progresista por medio de préstamos
impagables), la Red de Desarrollo Global de la ONU (UNDP), el Fondo de
la Población de la ONU (principal agencia de control poblacional de la
ONU, como vimos más arriba), UNICEF y la UNAIDS.66

Además, la OMS tiene un consejo de expertos, quienes han declarado


recibir “fondos financieramente significativos” de la Fundación Bill y
Melinda Gates , del Wellcome Trust, de Merck & Co. (MSD), de Gavi, de
la Alianza de Vacunas (un fondo económico de vacunas financiado por
Gates), del Comité Asesor Científico de Salud Global de la Fundación
Gates, de Pfizer, de Novovax, de GSK, de Novartis, de Gilead y otras
multinacionales líderes en el campo de las vacunas farmacéuticas. La
Fundación Gates es el contribuyente privado más grande de la OMS (ha
contribuido con más de US$ 2.500 millones de dólares), habiéndole
construido las instalaciones en Ginebra, lo que contribuye a que las
prioridades de fe OMS sean en realidad las prioridades de Gates y la agenda
que, por medio de él, impone el “Club de los Buenos”.67 La influencia es
tal, que Bill Gates es tratado como si fuese un jefe de Estado no solo dentro
de la OMS sino incluso en el G20.

Ahora bien, tanto Planned Parenthood como Bill Gates están sumamente
comprometidos en el mecanismo interno de la ONU, por eso la pregunta es
¿cuál es la conexión entre Bill Gates y Planned Parenthood? Es doble, ya
que Bill Gates no solamente es uno de los principales donantes de la
multinacional abortista (solo en el 2017 su Fundación donó $ 375 millones
de dólares),68 sino que su padre fue miembro de la junta ejecutiva
(autoridad máxima) de la multinacional durante los años claves en que, bajo
la dirección de Henry Kissinger y la Fundación Rockefeller, se introdujo a
Planned Parenthood (jonio un colaborador esencial de las Naciones Unidas
y las conferencias internacionales que comenzaron en Budapest en 1974.69

Planned Parenthood ha sido históricamente el proveedor de abortos más


grande de los Estados Unidos y del mundo, razón por la que todos los años
pone millones de dólares al servicio de potenciales negocios en el
extranjero, presionando dentro de la ONU y por medio de cantidad de
ONGs locales para la legalización del aborto y su incorporación en el
sistema público. Podrían contentarse con la legalización, pero el negocio
sería aún mayor si el Estado es el que paga la cuenta, por los sobreprecios y
porque de esa manera mujeres “carenciadas” tendrán acceso a tan necesario
medio de salud. No porque sí la misma Planned Parenthood celebró la
legalización del aborto en Argentina en diciembre de 2020,
enorgulleciéndose de estar detrás de 20 organizaciones locales y de haberlas
sostenido económicamente por más 15 años con millones de dólares.70 He
ahí la razón del slogan feminista del “aborto legal, seguro, y gratuito” al
servicio de la corporación de la muerte y venta de órganos. Como lo reveló
la misma defensa de Planned Parenthood ante el comité investigativo del
Senado de los Estados Unidos, “Planned Parenthood recibe un reembolso
razonable por sus servicios de donación de tejidos”71 y por eso tratan que
los órganos de los fetos abortados resulten “intactos” en el procedimiento,72
para así poder cobrar “$ 60 dólares por tejido”.73

Recordemos nuevamente aquí, para encadenar toda esta información, que el


objetivo de la^gendzi 2030 de la ONU es cumplir con todas las metas
establecidas por las grandes Conferencias de la ONU y que fueron
organizadas por Planned Parenthood bajo el auspicio de la Fundación
Rockefeller. Hoy en día el apoyo principal proviene del Club de los Buenos,
especialmente del activismo político de la Open Society y las donaciones de
la Fundación Gates. Desde el punto de vista económico, la. Agenda 2030
está siendo promovida también por el Foro Económico Mundial y su “Gran
Rcsetco”. Es más, ¿a qué apunta dicho reseteo? A implementar en su
totalidad la Agenda 2030.

Falacias de Planned Parenthood

Sin pretender analizar cada una de las falacias para legalizar el aborto que
ya se analizan en otras obras,74 una táctica central es la de “concientizar” a
la población con temas sensibles, como por ejemplo la salud de la madre,
que en caso de no abortar moriría. ¡Tremenda mentira! Si la fundación
Guttmacher, fundación dependiente de Planned Parenthood, ha publicado
estadísticas sobre abortos realizados por la gran multinacional y
sorprendentemente nos encontramos con razones totalmente distintas dadas
por las mujeres que se hicieron un aborto.

Las razones más frecuentemente citadas fueron que tener un hijo interferiría
con la educación, trabajo o su capacidad de cuidar a personas dependientes
(74 %), no poder mantener al bebé por el momento (73 %), o no quería ser
madre soltera o tenía problemas en su relación (48 %). Casi el 40 % de las
mujeres dijeron que habían decidido no tener más hijos y cerca del 30 %
afirmó que no estaban listas todavía para tener un bebé. Menos del 1 %
afirmó que la razón más importante para abortar fue el deseo de sus padres
o la pareja. Las mujeres más jóvenes a menudo informaron que no estaban
preparadas para la transición a la maternidad, mientras que las mujeres
mayores citaban regularmente su responsabilidad tanto en el trabajo como
en la casa.75 Ni un solo caso se debió principalmente a la salud de la madre,
ni uno solo, aunque la publicación citada refiere que en un ínfimo número
de casos se nombraron algunos motivos relacionados ala salud. Se
sorprenderán cuando lean a qué casos se refieren: “Las preocupaciones de
la mujer por su salud o posibles problemas de salud fetal se mencionaron
dentro de las razones para terminar su embarazo en un cuarto de la muestra
cualitativa. Las mujeres que consideraban que la salud de su feto había sido
comprometida citaron preocupaciones tales como la falta de atención
prenatal, el riesgo de defectos de nacimiento debido a la edad materna
avanzada, antecedentes de abortos espontáneos, consumo de cocaína
materna y exposición fetal a medicamentos recetados. Las preocupaciones
sobre la salud personal incluían afecciones crónicas y potencialmente
mortales, como depresión, edad materna avanzada y toxemia. Con más
frecuencia, sin embargo, las mujeres mencionaron sentirse demasiado
cansadas durante el embarazo como para trabajar o cuidar de sus hijos”.

Las razones de salud incluyen el estado del feto, especialmente si tiene


alguna discapacidad. Pero esto no se dice públicamente, porque sonaría
demasiado eugenesico. Y ni mencionar el consumo de cocaína y las
medicaciones a los que se refiere el documento. Con respecto a la salud de
la madre, no se menciona absolutamente nada que realmente ponga en
peligro la vida de la madre. La depresión no mata, como tampoco el
cansancio de tener que cuidar hijos. Los hijos siempre cansan. Con respecto
a la toxemia, se puede detectar, prevenir y mantener bajo control. De hecho,
la fundación Guttmacher admitió que “la gran mayoría” de las mujeres
eligen abortar a su hijo “en respuesta a un embarazo no deseado” y no
debido a las preocupaciones sobre la salud de la madre o del feto.

Es más que claro que quienes están detrás del aborto, como Planned
Parenthood, tienen una agenda eugenésica y de control de población,
además del tremendo negocio que esto representa.76 77 Sin embargo,
también hay una cuestión profundamente relacionada con el movimiento
ideológico que presentamos en el capítulo 2.

En el año 1992 se definió en la Corte Suprema de los Estados Unidos un


caso significativo. Si bien la legalización del aborto en ese país fue por una
sentencia en Roe v. Wade (1973), en 1992 hubo una oportunidad de revertir
la decisión. El Estado de Pennsylvania había legislado una serie de
restricciones para el aborto, tales como la necesidad de consejería previa y
el consentimiento del esposo o padre del bebé. Planned Parenthood se
opuso a dicha ley, por lo que llevó al Estado ante la Corte Suprema. Dicho
caso terminó siendo un fiasco, ya que favoreció a Planned Parenthood,
además de ofrecer una definición de la libertad personal que sentó
precedente judicial en dicho país: “En el corazón de la libertad está el
derecho a definir el propio concepto de existencia, de significado, del
universo y del misterio de la vida humana. La creencia sobre estas
cuestiones no podría definir los atributos de la personalidad si fuesen
aceptados por Ja compulsión del Estado”.78 Es decir, de acuerdo con esta
sentencia, la persona es libre incluso de definirse a sí misma y definir qué es
la vida humana (cuándo comienza)

y por eso el Estado no puede restringir esa “libertad” so pena de ir contra su


misma personalidad. Esta sentencia fue esencial para abrirle el camino a un
nuevo modelo de justicia centrado en la libertad personal y absoluta tal
como lo plantearon los ideólogos de la revolución sexual e identitaria y que
se manifestó nuevamente más tarde en el caso que legalizó las uniones del
mismo sexo.79

Peter Singer: aborto e infanticidio

Peter Singer (1946-) es profesor de bioética en la Universidad de Princeton


y de reconocida fama debido a lo controversial de sus posiciones. Su teoría
del antiespe-cismo ha sido fundamental en la formación del movimiento de
liberación animal y el veganismo, pero lo que nos interesa aquí es su
posición sobre el infanticidio y su crítica al movimiento abortista por no
tener el coraje de asumir las últimas consecuencias de su posición. Cual
otro Nietzsche contemporáneo, Singer critica duramente a quienes han
logrado deshacer cualquier resabio moral de la vida diaria, pero igualmente
viven de acuerdo con las “actitudes éticas” que dieron a nuestra especie un
“privilegio único y especial”.80 Es decir, si uno está dispuesto a abolir el
orden metafísico y moral, tiene que asumir las consecuencias últimas que se
siguen de esta postura.

Singer es crítico con quienes defienden el aborto y ponen como límite el


momento del nacimiento. Para Singer no hay diferencia alguna si el bebé
está dentro o fuera del vientre de su madre, ya que no vendría a ser más que
una diferencia geográfica. Dicho argumento abortista, entonces, se basa en
una cuestión meramente estética, ya que es más difícil fundamentar la
muerte de un bebé “que podemos ver, escuchar y abrazar”.81 El nacimiento,
por lo tanto, es un criterio totalmente arbitrario. El hecho de que un bebé
pueda nacer prematuro y sobrevivir nos indica que un feto en su quinto o
sexto mes tiene la misma capacidad de darse cuenta de su entorno y de
sufrir dolor que un bebé recién nacido luego de un término completo.82
Quienes argumentan que se puede abortar al feto, pero no matarlo después
del nacimiento, simplemente se fundamentan en una experiencia meramente
estética.

Singer también es crítico con quienes argumentan a favor del aborto a partir
del criterio de “viabilidad”, es decir, si el bebé sobreviviría fuera del vientre
materno ya no xv him ilk ai l.i cl aborto, pero en caso de no sobrevivir sí se
puede abortar. Para Singer \ste argumento es falso porque habría que
justificar primero por qué la “viabilidad” es i iu'i «o \ ahdo. además de ser
un criterio cambiante, ya que dependería de los avances médicos del
momento.'1’ Un bebe prematuro en 1970 difícilmente sobreviviría, pero en
198 ' gracias a los avances de la medicina, un bebé de 21 semanas
sobrevivió al parto prematuro.'1 Además, el depender de la madre para la
supervivencia nunca puede ser un argumento para que esta pueda abortar,
ya que hay numerosos contextos en los v nales uno depende de otros para la
subsistencia y eso no le otorga a nadie el derecho a disponer de la vida
ajena.'2

11 argumento del dolor tampoco se escapa del martillo demoledor de


Singer, ya que es un criterio totalmente arbitrario y que no sirve ni a la
postura pro-vida, ni a la postura pro aborto, ya que luego de la concepción
el embrión no es capaz de experimentar dolor v, con respecto a la postura
abortista, el dolor comienza en una etapa tan temprana que haría
prácticamente imposible el aborto ya que el feto podría experimentar dolor
incluso antes de que la misma mujer sepa que está embarazada.83

Tampoco se le escapa una falacia, tan común en activistas feministas, que


argumenta que quienes están en contra de la legalización del aborto están de
esa manera promoviendo abortos clandestinos. Para Singer, es una cuestión
lógica que quien está en contra de la legalización del aborto plantea
solamente una oposición contra una posible ley, no un argumento a favor de
la legitimidad moral del aborto.84 Es decir, una cosa no se sigue de la otra,
por lo que quien plantea dicho argumento en realidad está planteando una
falacia lógica.

También cae el argumento de que las leyes contra el aborto penalizan un


crimen sin víctima, que es lo que implican las activistas pro-aborto al
afirmar que es solo se trata de una “bolsa de células” o “parte” del cuerpo
de la madre. Esta postura, para Singer, cae por sí sola, ya que de hecho el
debate sobre el aborto es un debate sobre el estatus del feto en el vientre de
su madre y, por lo tanto, es un debate sobre si el aborto envuelve una
víctima o no.'5

(. )t i .i justificación totalmente arbitraria es el famoso argumento de Judith


Thomson, quien defendía al aborto como un “derecho a decidir” sobre su
propio cuerpo, ya que el niño por nacer es un invasor* que no tiene derecho
a privar a su madre de su libertad. Es decir, no se niega que el por nacer sea
una persona. Lo que se afirma es que no tiene derecho de privar a la mujer
de su preciada “libertad” y, por lo tanto, es necesario sostener este derecho
de la mujer a una autonomía sin restricciones.85 86 87 88 Este argumento se
usa mucho en relación con la violación o el incesto, arguyendo que el bebe
es un invasor que. cual parasito, depende de la madre para su existencia.
Singer rechaza este argumento desde una postura utilitarista: el nacimiento
de un niño trae beneficios a toda la sociedad, por lo que abortarlo es peor en
cuanto a los efectos que el llevar a término el embarazo. Por eso. la mujer
no tiene derecho a decidir sobre la vida del niño como le plazca.'

Hasta ahí la critica demoledora de Singer a las falacias abortistas. Ahora


vayamos a su vision del ser humano v la distinción que hace entre ser un
humano y ser una persona.

Singer no niega que el feto sea un ser humano: sin embargo, él rechaza el
postulado que pertenecer a la especie "homo sapiens' sea suficiente para ser
considerado persona y gozar de todos los derechos que se siguen en
consecuencia. Esto por dos razones.
La primera razón es porque Singer rechaza el “especismo , o la idea del
excepciona-lismo humano”, por el cual ponemos al ser humano en una
categoría diferente a otros animales por razones metafísicas o religiosas. '5
En definitiva, si vamos a argumentar que la vida humana es sagrada,
estamos partiendo de una falsa premisa que considera al ser humano como
algo especial. De esa manera, para Singer, el especismo es como el racismo,
por el que se afirma la superioridad innata de un grupo sobre otro fundado
en un hecho que no tiene fundamento en sí. Por lo tanto, el ser humano no
se puede creer superior a otros -animales. La ética de la vida debe incluir,
para Singer, a los animales y evitar todo argumento que apunte a la
excepcionalidad del ser humano.'' Esta postura, en definitiva, es la que
inspira a los movimientos de liberación animal.

La segunda razón tiene que ver con la conciencia como fundamento de la


personalidad. Siguiendo a Locke, Singer afirma que la persona tiene
conciencia de su propia existencia a lo largo del tiempo, es decir, tiene
conciencia de su pasado, presente y futuro. Como consecuencia, la persona
tiene capacidad para deseos e intencionalidad que lo direcciona hacia el
futuro.89 Además, para ser persona uno debe ser autónomo, lo que se
manifiesta en la capacidad de tomar decisiones. Y la decisión más crítica es

220 LAS MENTIRAS QUE TE CUENTAN • LAS VERDADES QUE TE


OCULTAN

la de continuar viviendo en vez de morir, lo que implica que la persona sea


const de la diferencia entre la vida y la muerte.90 Teniendo estos criterios en
cuenta, < mge afirma que el ser humano no nacido no puede ser
considerado persona, ya q tiene conciencia del pasado, presente y futuro, no
es autónomo y no tiene capac <■ • reflexión. Por lo tanto, “no se le puede
dar más vida a la vida del feto que a la vida e un animal no humano en un
nivel similar de racionalidad, autoconciencia, conocí m ten capacidad para
sentir, etc.’**91

Ahora bien, aunque parezca que lo que Singer quiere hacer es simplemente
deten er la vida del animal, termina concluyendo que, si matamos
constantemente a ani les con la única razón de alimentarnos, no tenemos
argumentos para proteger al ser humano en el vientre materno. ¿Por qué
discriminar entre los animales y los bebés no nacidos? Ahora bien, la
definición de persona humana de Singer no solo compromete a los no
nacidos, sino también a los ya nacidos y a las personas que sufren algún
tipo de discapacidad mental o perdieron sus capacidades mentales por
demencia.92' De esa manera, incluso el infanticidio no estaría mal,
especialmente cuando el nacimiento de un niño con discapacidades se
convierte en “una amenaza a la felicidad de los padres y de cualquier otro
niño que ya tengan”. El criterio es “el efecto que el infanticidio tendrá en
los padres”. Si esto tiene un efecto devastador, entonces no tiene
justificación, pero si resulta en un alivio para los padres, está justificado
matar al recién nacido.93 94

Nuevamente volvemos al utilitarismo sentimentalista del hombre idiota que


mencionamos en el capítulo 1. Para Singer, la bondad o malicia de una
acción radica en si promueve de alguna manera la felicidad. Singer justifica
el infanticidio en base a un sentimiento, pero luego trata de evitar ese final
proponiendo que desde un punto de visca utilitarista seguramente otros
padres estarían felices de adoptar a ese niño discapacitado, por lo que privar
a esos padres adoptivos de la felicidad haría que el infanticidio del niño esté
mal. Pero remarca: “Matar a un niño discapacitado no es moralmente
equivalente a matar a una persona. En la mayoría de los casos no está mal
de ninguna manera.’**5

Si bien los argumentos de Singer contra la postura abortista son


fulminantes, yerra en su noción de persona humana que habilitaría incluso
el infanticidio. Lo que no considera es que la metafísica del ser humano es
lo que verdaderamente cuenta, ya que es el estatus ontológico del ser
humano lo que lo define como persona, más allá de la

conciencia epic tenga o no tenga sobre su propia existencia. El ser humano


cambia a lo largo de las distintas etapas de su existencia, que van desde la
concepción hasta la muerte, pero sin embargo sc t rat a I linda mental mente
del mismo individuo que atraviesa todo este proceso. Y si es el misino
individuo, esto es porque hay una esencia inherente al misino, la naturaleza
humana, que está detrás de todos los procesos organizativos que comienzan
justamente en el momento de la concepción y perduran a lo largo de la vida,
ya que esa naturaleza actúa en pos de un fin concreto. Y si esa naturaleza es
la misma que está detrás tanto de la primera división celular del embrión,
como del teorema matemático que esc ser pueda postular décadas después,
es porque goza de una categoría oncológica, o de “ser”, superior y única al
resto de las creaturas y no hay nada en esc proceso que nos muestre un
cambio sustancial o “salto de especies” en el individuo. La vida es el ser de
los vivientes, por lo que esa vida que goza el embrión en sus primeros
segundos es la misma vida que alienta nuestra existencia 5, 10, 20, 40 o 75
años después. Y es por eso que el aborto es un crimen y asesinato de una
persona humana, independientemente de si ocurre a las pocas horas de su
concepción o a los 40 años de vida. El tiempo es accidental y no nos hace
más o menos humanos.4

Justicia climática y aborto

La llamada “justicia climática” no es más que una aplicación de las


categorías mar-xistas y posmodernas a la cuestión del cambio climático con
el fin de imponer controles sobre las naciones y controlar el crecimiento de
la población, tal como se propuso en las diferentes cumbres de la ONU y es
objetivo explícito de la Agenda 2030*

En resumen, la teoría de la “justicia climática” afirma que, como la gente


que tiene propiedad privada es la que más emite dióxido de carbono (CO2),
ellos deben pagar a los pobres por el “privilegio” de contaminar al
mundo.95 96 97 De ahí los impuestos al carbono, como pasa, por ejemplo, en
Canadá. Lo curioso es que los millones de dólares de estos impuestos
terminan en los bolsillos de políticos o no sirven para nada más que
financiar la superestructura política de la democracia totalitaria
contemporánea y las grandes compañías que impu Isan la Agenda 2030 de
desarrollo sustentable y cl plan del Foro Económico Mundial. Para los
pobres nada... Detrás están los intereses de grandes

multinacionales interesadas en aprovechar el momento político e invertir en


energía "verde”. Estos son los poderes económicos detrás de, por ejemplo,
Greta Thunberg. pero lo que hay que entender aquí es que en verdad se usa
la agenda del cambio climático con el propósito de imponer el aborto en el
mundo. Por ejemplo, la representante demócrata Alexandria Ocasio-Cortez
afirmó durante una sesión de Instagram Live sobre el cambio climático:
“Hay consenso científico de que la vida de los niños se va a volver muy
difícil. Y esto lleva a la juventud a preguntarse una pregunta legítima: ¿Está
bien todavía tener hijos?”98 99

La presión política y de los medios ha tenido un efecto abrumador sobre la


juventud. Por ejemplo, en Estados Unidos sondeos indican que el 38 % de
los jóvenes entre 18 y 29 años cree que “el cambio climático debe ser un
factor al momento de decidir si tener hijos”. Los medios les han hecho creer
que, si tienen hijos hoy, no hay garantías de que haya un futuro “vivible”. Y
es por eso que el activismo climático ha incorporado entre sus filas la causa
de la “justicia reproductiva”. No es de extrañarse, entonces, que se presente
a la “justicia climática” como equivalente o igual a la “justicia
reproductiva”, la cual, como sabemos, es promovida por las campañas para
legalizar el aborto en el mundo y distribuir anticonceptivos gratis en la
población (pagados con los impuestos de la gente, enriqueciendo tanto alas
multinacionales abortistas como alas farmacéuticas).

Y aquí entra en el juego alarmista Planned Parenthood, la multinacional


abortista más grande del mundo. Por ejemplo, afirma en su sitio web: “Al
considerar soluciones a la crisis del cambio climático, los servicios de salud
sexual y reproductiva podrían no ser lo primero que se nos ocurra, pero en
realidad podrían desempeñar un papel muy importante en estrategias
ambientales positivas”.100 ¿La solución a la crisis del cambio

climático? Anticonceptivos y abortos, pagados por el gobierno y


administrados por Planned Parenthood ¡por supuesto! Y continúan: “214
millones de mujeres y niñas que quieren anticoncepción actualmente no
tienen acceso a ella, y hay 99.1 millones de embarazos no planificados al
año en todo el mundo. Estas dos cifras están indudablemente vinculadas y
muchos países con una gran necesidad de anticonceptivos también tienen
una alta vulnerabilidad al cambio climático”. Justicia climática y justicia
reproductiva...

¿La solución? “Empoderar” a las niñas con anticonceptivos y abortos... De


hecho, Planned Parenthood fue una de las 12 organizaciones (¡todas
abortistas!) detrás de los “Acuerdos de París” con respecto al clima:
EngenderHealth, FHI360, Guttmacher Institute, Ipas, International Planned
Parenthood Federation, Margaret Pyke Trust, Marie Stopes International,
PAI, Plan International UK, Population Council, PSI y Women Deliver.101
Todas compañías abortistas y completamente dedicadas a este negocio
criminal, no al clima o energía “verde”... Esta es la razón por la que Trump,
en su momento, se salió del acuerdo, ya que no tenía nada que ver con el
clima y todo que ver con una cuestión biopolítica: el control poblacional. Es
significativo que una de las primeras acciones tomadas por Biden, al llegar
a la presidencia en enero de 2021, fue el reingresar a los Estados Unidos
dentro de los Acuerdos de París.

Si lo que los alarmistas del cambio climático afirman es verdad, esto es lo


que ocurriría: el suministro mundial de alimentos se desplomará a medida
que las cosechas fracasen y el océano pierda sus peces, presionando más a
las zonas fértiles restantes para producir lo suficiente para todos. El mundo
estará más húmedo, pero el agua estará más sucia, ya que se arrastrarían
gran cantidad de sedimentos, el nitrógeno necesario para la agricultura, los
patógenos de distintas enfermedades, más los pesticidas y herbicidas, lo
cual haría más difícil potabilizar el suministro de agua. Ahora bien, si eso es
tan cierto que ocurra, entonces la respuesta correcta sería comenzar a
diseñar acciones que nos preparen para ese momento, no eliminar a la
población... Sería el momento de comenzar a emplear mejor la energía solar
(debido a los supuestos grandes calores), estudiar cómo almacenar esa agua
del aumento de lluvias, cómo diseñar invernaderos para poder tener
agricultura los 365 días del año, etc. Pero en cambio ¿qué medidas toman
los alarmistas? El aborto... Como si eliminando a la mitad de la población el
problema ya estaría resuelto para los restantes...

Los activistas climáticos vienen presionando desde hace años para


“invertir” en los derechos reproductivos de las mujeres (para que IPPF se
lleve el dinero), incluyendo (¡atención a esto!) introducir la educación
sexual integral en las escuelas, el control de la natalidad en la población y el
acceso al aborto, porque solo así se va a resolver el problema del cambio
climático. Bridget Burns, de la Organización de Mujeres para el Medio
Ambiente y el Desarrollo dijo, por ejemplo: “Tenemos décadas de
investigaciones que demuestran que invertir en los derechos humanos de las
mujeres, incluyendo el acceso a la educación y los derechos sexuales y
reproductivos es una parte importante de cómo podemos combatir el
cambio climático. Necesitamos dejar de ver esto como complemento de la
acción climática efectiva y, en realidad, verlo como un elemento central”.102
El aborto y la ESI son los elementos centrales de quienes luchan por el
cambio climático, ya que de fondo no se trata del clima, sino del control
poblacional...

¿Por qué entonces la agenda de “justicia reproductiva”? Porque hay mucho


dinero atrás de esto y, en vistas al gran negocio del aborto, el lobby
abortista paga muchísimo dinero para que se hagan campañas que tengan un
impacto muy fuerte en la psicología de los jóvenes, como pasa con el
fenómeno “Greta”. Son jóvenes totalmente manipulados y usados por el
lobby abortista, por el lobby LGBT y por los grandes organismos
financieros, ya que son la mano de obra barata que no hay que convencer
para que se ponga manos a la obra, porque su motivación no se fundamenta
en razones, sino en sentimientos. A todas estas corporaciones les conviene
el alarmismo climático, así como a los gobiernos corruptos que se llenan los
bolsillos de coimas y, además, aumentan los impuestos con la excusa del
pobre que seguirá siendo pobre con dichas políticas...

Esto no quiere decir para nada que debemos descuidar nuestro medio
ambiente y no ser responsables con el uso de los recursos naturales, pero
¡cuidado con los ambientalistas, porque la agenda verdadera no es el clima
y la naturaleza, sino la supresión del ser humano!
1

Cf. Alex de Voux, Sarah Kidd, “State-Specific Rates of Primary and


Secondary Syphilis Among Men Who Have Sex with Men — United
States, 2015”, MMWR. Morbidity and mortality weekly
2

report, 2017, 66, no. 13, pp. 349-354; Mark R. Stenger, Preeti Pathela,
“Increases in the Rate of Neisseria gonorrhoeae Among Gay, Bisexual and
Other Men Who Have Sex With Men—Findings From the Sexually
Transmitted Disease Surveillance Network 2010-2015”, Sexually
transmitted diseases, 2017,44, no. 7, pp. 393-97.
3

GE Kate Buchacz, Pragna Patel, “Syphilis increases HIV viral load and
decreases CD4 cell counts in HIV-infected patients with new syphilis
infections”, AIDS (London), 2004, 18, no. 15, pp. 2075-2079; D. T.
Fleming y J. N. Wasserheit, “From Epidemiological Synergy to Public
Health Policy and Practice: The Contribution of other Sexually Transmitted
Diseases to Sexual Transmission of HIV Infection”, Sexually Transmitted
Infections, 1999,75, no. 1, pp. 3-17; Witold Jarzebowski, Eric Caumes,
“Effect of Early Syphilis Infection on Plasma Viral Load and CD4 Cell
Count in Human Immunodeficiency Virus-Infected Men: Results From the
FHDH-ANRS CO4 Cohort”, Archives of internal medicine (1960), 2012,
172, no. 16, pp. 1237-1243; David A. Katz, Julia C. Dombrowski, “HIV
Incidence Among Men Who Have Sex With Men After Diagnosis With
Sexually Transmitted Infections”, Sexually transmitted diseases, 2016,43,
no. 4, pp. 249-254; M. Solomon Marc, H. Mayer Kenneth, “Syphilis
Predicts HIV Incidence Among Men and Transgender Women Who Have
Sex With Men in a Preexposure Prophylaxis Trial”, Clinical infectious
diseases, 2014, 59, no. 7, pp. 1058-4838; Pathela Preeti, L. Braunstein
Sarah, “HIV Incidence Among Men With and Those Without Sexually
Transmitted Rectal Infections: Estimates From Matching Against an HIV
Case Registry”, Clinical infectious diseases, 2013, 57, no. 8, pp. 1203-1209;
Marc M. Solomon y Kenneth H. Mayer, “Evolution of the syphilis epidemic
among men who have sex with men”, Sexual health, 2015, 12, no. 2, pp.
96-102.
4

Cf. Sara Nelson Glick, Martina Morris, “A Comparison of Sexual Behavior


Patterns Among Men Who Have Sex With Men and Heterosexual Men and
Women”, Journal of acquired immune deficiency syndromes (1999),
2012,60, no. 1, pp. 83-90; Ian H. Spicknall, Thomas L. Gift, “Sexual
networks and infection transmission networks among men who have sex
with men as causes of disparity and targets of prevention”, Sexually
transmitted infections, 2017, 93, no. 5, pp. 307-308.
5
Cf. Glick, “A Comparison of Sexual Behavior”, pp. 83-90.
6

Cf. Centers for Disease Control and Prevention, “2008 STD Prevention
Conference-Press Release March 11, 2008”, 2OO8.Ver también Catherine
Lindsey Satterwhite, Elizabeth Torrone, “Sexually transmitted infections
among US women and men: prevalence and incidence estimates, 2008”,
Sexually transmitted diseases, 2013, 40, no. 3, pp. 187-193; S. E. Forhan, S.
L. Gottlieb, “Prevalence of Sexually Transmitted Infections Among Female
Adolescents Aged 14 to 19 in the United States”, Pediatrics (Evanston),
2009, 124, no. 6, pp. 1505-1512.
7

Centers for Disease Control and Prevention, Sexually Transmitted Disease


Surveillance 2017, U.S. Department of Health & Human Services, 2017;
Centers for Disease Control and Prevention, Sexually Transmitted Disease
Surveillance 2018, U.S. Department of Health & Human Services, 2049.
8

Cf Satterwhite, “Sexually transmitted infections”, pp. 187-193.


9

Cf. Ebid.
10

Cf. Helen Trottier y Eduardo L. Franco, “The epidemiology of genital


human papillomavirus infection , Vaccine, 2006,24, no. 1, pp. S4-S15;
Association of Reproductive Health Professionals, “Managing HPV: A New
Era in Patient Care”, Clinical Proceedings, 2009, pp. 3-20.
11
Cf. Association of Reproductive Health Professionals, “Managing HPV”, p.
3; Gloria Y. F. Ho, Robert Bierman, “Natural History of Cervicovaginal
Papillomavirus Infection in Young Women”, The New England journal of
medicine, 1998, 338, no. 7, pp. 423-428; R. L. Winer, “Genital Human
Papillomavirus Infection: Incidence and Risk Factors in a Cohort of Female
University Students”, American journal of epidemiology, 2003, 157, no. 3,
pp. 218-226.
12

Cf. J. M. M. Walboomers, M. V. Jacobs, “Human papillomavirus in a


necessary cause of invasive cervical cancer worldwide”, The journal of
pathology, 1999, 189, no. 1, pp. 12-19; Winer, “Genital Human
Papillomavirus Infection”, pp. 218-226.
13

Cf. Ethel-Michele de Villiers, Claude Fauquet, “Classification of


papillomaviruses”, Virology (New York, N.Y.), 2004,324, no. 1, pp. 17-27;
Ralph P. Insinga, Gonzalo Perez, “Incident cervical HPV infections in
young women: transition probabilities for CIN and infection clearance”,
Cancer epidemiology, biomarkers & prevention, 2011, 20, no. 2, pp. 287-
296.
14

Cf. PhD Laura Koutsky, “Epidemiology of Genital Human Papillomavirus


Infection”, The American journal of Medicine, 1997, 102, no. 5, pp. 3-8.
15

Cf. Ann N. Burchell, Rachel L. Winer, “Chapter 6: Epidemiology and


transmission dynamics of genital HPV infection”, Vaccine, 2006, 24, pp.
S52-S61.
16
Cf. L. Gissmann, L. Wolnik, “Human papillomavirus types 6 and 11 DNA
sequences in genital and laryngeal papillomas and in some cervical
cancers”, Proceedings of the National Academy of Sciences-PNAS, 1983,
80, no. 2, pp. 560-563; M. Garland Suzanne, Steben Marc, “Natural History
of Genital Warts: Analysis of the Placebo Arm of 2 Randomized Phase III
Trials of a Quadrivalent Human Papillomavirus (Types 6,11,16, and 18)
Vaccine”, The Journal of infectious diseases, 2009, 199, no. 6, pp. 805-814.
17

Los datos provienen de los registros de cáncer del Programa Nacional de


Registros de Cáncer (NPCR) de la CDC y del Programa de Vigilancia,
Epidemiología y Resultados Finales (SEER) del Instituto Nacional del
Cáncer de 2012 a 2016, que cubre el 100 % de la población de los Estados
Unidos. Ver https://www.cdc.gov/cancer/hpv/statistics/cases.htm y Martin
A. Whiteside, Erin M. Siegel, “Human papillomavirus and molecular
considerations for cancer risk”, Cancer, 2008, 113, no. S10, pp. 2981-2994;
Mona Saraiya, Faruque Ahmed, “Toward using National Cancer
Surveillance data for preventing and controlling cervical and other human
papillomavirus-associated cancers in the US”, Cancer, 2008, 113, no. S10,
pp. 2837-2840; Laura J. Viens, S. Jane Henley, “Human Papillomavirus-
Associated Cancers — United States, 2008-2012”, MMWR. Morbidity and
mortality weekly report, 2016,65, no. 26, pp. 661-666; Thomas B. Richards,
“Using population-based cancer registry data to assess the burden of human
papillomavirus-associated cancers in the United States: overview of
methods.(Assessing the Burden of HPV-Associated Cancers in the United
States)”, Cancer, 2008, 113, no. 8, p. S2841.
18

C£ Lori A. Pollack, “Potential role of human papillomavirus in the


development of subsequent primary in situ and invasive cancers among
cervical cancer survivors. (Assessing the Burden of HPV-Associated
Cancers in the United States)”, Cancer, 2008,113, no. 8, p. S2919; Meg
Watson, Mona Saraiya, “Burden of cervical cancer in the United States,
1998-2003”, Cancer, 2008,113, no. S10,pp. 2855-2864.
19

Cf. Xiaocheng Wu, Genevieve Matanoski, “Descriptive epidemiology of


vaginal cancer incidence and survival by race, ethnicity, and age in the
United States”, Cancer, 2008, 113, no. S10,pp. 2873-2882.
20

Cf Mona Saraiya, Meg Watson, “Incidence of in situ and invasive vulvar


cancer in the US, 1998-2003”, Cancer, 2008,113, no. S10, pp. 2865-2872.
21

Cf. Brenda Y. Hernandez, Jill Barnholtz-Sloan, “Burden of invasive


squamous cell carcinoma of the penis in the United States, 1998-2003”,
Cancer, 2008,113, no. S10, pp. 2883-2891.
22

Cf. Djenaba A. Joseph, Jacqueline W. Miller, “Understanding the burden of


human papillomavirus-associated anal cancers in the US”, Cancer,
2008,113, no, S10, pp. 2892-2900; M. S. Shiels, A. R. Kreimer, “Anal
Cancer Incidence in the United States, 1977-2011: Distinct Patterns by
Histology and Behavior”, Cancer epidemiology, biomarkers & prevention,
2015, 24, no. 10, pp. 1548-1556.
23

Cf. A. Blythe Ryerson, Edward S. Peters, “Burden of potentially human


papillomavirus-associated cancers of the oropharynx and oral cavity in the
US, 1998-2003”, Cancer, 2008, 113, no. S10, pp. 2901-2909.
24

https://www.merckvaccines.com/gardasil9/. Cf Mona Saraiya, Elizabeth R.


Unger, “US Assessment of HPV Types in Cancers: Implications for Current
and 9-Valent HPV Vaccines”, Journal of the National Cancer Institute,
2015, 107, no. 6, p. djv086.
25

24. Cf. Ho, “Cervicovaginal Papillomavirus Infection”, pp. 423-428.


26

Cf Koutsky, “Human Papillomavirus Infection”, pp. 3-8.


27

Según el último reporte oficial de la OMS, de 2013, en Hispanoamérica es


obligatoria en Argentina, Brasil, Colombia, México, Panamá, Paraguay,
Uruguay. Perú introdujo la vacuna en 2011 pero luego fue suspendida para
ser reintroducida en el 2019. Cf https://www.who.int/
immunization/diseases/hpv/decision_implementation/en/
28

Cf. Mahmoud Thabet, Reda Hemida, “Human papillomavirus (HPV) is not


the main cause of preinvasive and invasive cervical cancer among patients
in Delta Region, Egypt”, journal of Experimental Theurapeutics and
Oncology, 2014, 10, no. 4, pp. 247-253.
29

Cf. Centers for Disease Control and Prevention, STD Surveillance 2018;
Saraiya, “US Assessment of HPV Types in Cancers: Implications for
Current and 9-Valent HPV Vaccines”, p. djvO86.
30

https://www.merckvaccines.com/gardasil9/
31

Cf. Wilfredo Gutiérrez, “La vacuna contra el virus del papiloma humano:
algunas precisiones”, Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud
Pública, 2011,28, no. 4, p. 688.
32

Cf. X. Castellsague y N. Munoz, “Chapter 3: Cofactors in Human


Papillomavirus Carcinogenesis—Role of Parity, Oral Contraceptives, and
Tobacco Smoking”, Journal of the National Cancer Institute. Monographs,
2003, 2003, no. 31, pp. 20-28; Victor Moreno, F. Xavier Bosch, “Effect of
oral contraceptives on risk of cervical cancer in women with human
papillomavirus infection: the IARC multicentric case-control study”, The
Lancet (British edition), 2002, 359, no. 9312, pp. 1085-1092.
33

Cf. Ho, “Cervicovaginal Papillomavirus Infection”, pp. 423-428; Winer,


“Genital Human Papillomavirus Infection”, pp. 218-226; John W Sellers,
Tina L. Karwalajtys, “Incidence, clearance and predictors of human
papillomavirus infection in women”, Canadian Medical Association journal
(CMAJ), 2003, 168, no. 4, pp. 421-425.
34

Cf. C. Ley, H. M. Bauer, “Determinants of human genital papillomavirus


infection in young women”, Journal of the National Cancer Institute.
Monographs, 1991, 83, no. 14, pp. 997-1003.
35

Cf. Centers for Disease Control and Prevention, “Human Papillomavirus


(HPV)”.Ver también Burchell, Chapter 6: Epidemiology and transmission
dynamics of genital HPV infection”, pp. S52-S61.
36

Cf. Fleming y Wasserheit, ‘‘Epidemiological synergy”, pp. 3-17.


37

Cf. Centers for Disease Control and Prevention, STD Surveillance 2017.
38

Cf. Centers for Disease Control and Prevention, STD Surveillance 2018.
39

Cf. Stenger, “Neisseria gonorrhoeae”, pp. 393-397.


40

Cf. Sandra K. Schwarcz, Jonathan M. Zenilman, “National Surveillance of


Antimicrobial Resistance in Neisseria gonorrhoeae”, J A MA : the journal
of the American Medical Association, 1990,264, no. 11, pp. 1413-1417;
Centers for Disease Control and Prevention, “Update to CDC’s sexually
transmitted diseases treatment guidelines, 2006: Fluoroquinolones no
longer recommended for treatment of gonococcal infections”, Morbidity
and Mortality Weekly Report, 2007, 56, no. 14, pp. 332-336; Centers for
Disease Control and Prevention, “Sexually transmitted diseases treatment
guidelines”, Morbidity and Mortality Weekly Report, 2010, 59, no. 12, pp.
1-110; Centers for Disease Control and Prevention, “Sexually Transmitted
Diseases Treatment Guidelines, 2015 .
41

trachomatis to prevent pelvic inflammatory disease: the POPI (prevention


of pelvic infection) trial”, BMJ, 2010, 340, no. 7752, p. 903.
42

Cf. Fleming)' Wasserhcit, “Epidemiological synergy”, pp. 3-17.


43

Cf. M. R. Hammerschlag, J. W. Chandler, “Longitudinal studies on


chlamydial infections in the first year oflife”, Pediatric infections disease,
1982, I, no. 6, pp. 395-401.
44
Cf. Buchacz, “Syphilis increases IIIV viral load and,decreases Cl )4cell
counts in 1II V-infcctcd patients with new syphilis infections”, pp. 2075-
2079; Fleming y Wasserhcit, “Epidemiological synergy”, pp. 1368-4973;
Jarzebowski, “Effect of Early Syphilis Infection ”,pp. 1237-1243.
45

Cf. Tara Follett y Denise F. Clarke, “Resurgence of Congenital Syphilis:


Diagnosis and Treatment”, Neonatal network, 2011, 30, no. 5, pp. 320-328;
Godfrey J. A. Walker y Damian G, Walker, “Congenital syphilis: A
continuing but neglected problem”, Seminars in fetal & neonatal medicine,
2007, 12, no. 3, pp. 198-206.
46

Cf. Centers for Disease Control and Prevention, STD Surveillance 2017.
47

Cf. Centers for Disease Control and Prevention, STD Surveillance 2018',
Alex de Voux, Sarah Kidd, “State-Specific Rates of Primary and Secondary
Syphilis Among Men Who Have Sex with Men — United States, 2015 ,
Morbidity and mortality weekly report, 2017,66, no. 13, pp. 349-354.
48

Cf. Centers for Disease Control and Prevention, STD Surveillance 2018.
49

Cf. I. Bernstein David, R. Bellamy Abbie, “Epidemiology, Clinical


Presentation, and Antibody Response to Primary Infection With Herpes
Simplex Virus Type 1 and Type 2 in Young Women”, Clinical infectious
diseases, 2013,56, no. 3,pp. 344-351; Craig M. Roberts, John R. Pfister,
“Increasing proportion of herpes simplex virus type 1 as a cause of genital
herpes infection in college students”, Sexually transmitted diseases, 2003,
30, no. 10, pp. 797-800.
50

Cf. C. E. Copen, A. Chandra, Prevalence and timing of oral sex with


opposite-sex partners among females and males aged 15-24 years: United
States, 2007-2010, National Health Statistics Reports, No. 56., Hyattsville,
MD, National Center for Health Statistics, 2012; Bradley, “Seroprevalence
of Herpes Simplex Virus Types 1 and 2—United States, 1999-2010”, pp.
325-333.
51

Cf. Asamblea General de las Naciones Unidas, Agenda 2030, Obj. 3.3, p.
18.
52

Dr. John Douglas, presidente de SIECUS, entrevistado en el canal de


noticias CBS News (The Early Show), 12 de marzo de 2008.
53

California Department of Education, “Comprehensive Sexual Health”,


2018,
54

Cf. Claudia Ledesma Abdala de Zamora, Sergio Massa, “Ley 27610:


Acceso ala *ílt^,TuPc* n voluntaria del embarazo”, Boletín OficialN° 34.562,
Senado y Cámara de Diput s

Argentina, Buenos Aires, 2021, art. 13, p. 6.


55

Margaret Sanger, Lhe Woman Rebel, 1914, 1, no. 1.


56
Cf. Peter Engelman, Margaret Sanger”, en Encyclopedia of leadership, ed.
por George R. Goethals, Thousand Oaks: SAGE, 2004, p. 1382.
57

American Birth Control League.


58

Alan Frank Guttmacher, Life in the making or the story of human


procreation, New York, The Viking Press, 1933.
59

Cf. Chris Kaposy, Choosing Down Syndrome: Ethics and New Prenatal
Testing Technologies, Cambridge, MIT Press, 2018; Chris Kaposy, “The
Ethical Case for Having a Baby With Down Syndrome”, The New York
Times, New York, April 16,2018; María Sánchez-Monge, “Sólo un 5% de
las españolas sigue los pasos de Sarah Palin y continúa con el embarazo”,
El Mundo, Madrid, 13 de Septiembre de 2008.
60

Cf. Kissinger, “Short National Security Study Memorandum 200”. Ver el


análisis del documento que ofrece Sanahuja, Poder global y religión
universal, pp. 16-17.
61

Cf. Douglas A. Sylva, The United Nations Population Fund: Assault on the
World’s Peoples, New York, The International Organizations Research
Group, 2002, p. 50.
62

Eleonor, La educación sexual en la Argentina: Balances y desafíos de la


implementation de la ley (2008-2015), p. 4.
63

Sanahuja, Poder global y religión universal, p. 15.


64

11. Cf. Paul Harris, "They re called che Good C lub—and they want to
save the wot Id . //•< Guardian, may 31, 2009.
65

12. Hillary Clinton, “Remarks on the 15th Anniversary of the


International f ontervnee on Population and Development , XX
ashington, DC, January 8, 2010,
66

https://www.who.int/reproductivehealth/about_us/hrp/partners/en/
67

Ya en el 2008 la misma sección de malaria de la OMS se quejó de que Bill


Gates le imponía la agenda a la OMS, como lo denunció el The New York
Times, y una fuente anónima de la OMS habló de un “monopolio
filantrópico” de Bill Gates. Cf. Editorial, “WHO official complains about
Gates Foundation’s dominance in malaria fight”, The New York Times,
Nov. 7,2008.
68

Cf. Dave Bohon, “Melinda Clates Commits $375 Million for Population
Control, Abortion” The New American, July 19, 2017, Appleton.
69

Cf. Stuart Glascock, “The immense impact of Bill Gates Sr.”, University of
Washington Magazine, June 2013, Seattle.
70

Cf. International Planned Parenthood Federation, “Argentina becomes


largest Latin American country to legalize abortion!”, News, Dec. 30, 2020,
New York.
71

Cf. Carolyn B. Maloney, Planned Parenthood: Fact vs Fiction, Washington


D. C., Congress of the United States, 2015.
72

Cf. Fred Upton, Memorandum from Democratic Staff to Democratic


Members of the House Committee on Energy and Commerce,
Subcommittee on Oversight and Investigations, Update on the Committee’s
Ongoing Investigation of Planned Parenthood Federation of America,
Washington D. C., Congress of the United States, September 9, 2015.
73

Cf. Cecile Richards, “Letter from Cecile Richards, President, Planned


Parenthood Federation of America, to Speaker John A. Boehner, Minority
Leader Nancy Pelosi, Majority Leader Mitch McConnell, and Minority
Leader Harry Reid”, Planned Parenthood Federation of America, Aug.
27,2015, New York.
74

Cf. Tomás González Pondal, Suma elemental contra abortistas, San Luis,
Editorial Sol de Noche, 2019; Elizabeth Márquez, Ezequiel Baigorria.EZ
nuevo genocidio, Buenos Aires, Editorial Punto y Aparte, 2020.
75

Cf. B. Finer Lawrence, F. Frohwirth Lori, “Reasons U.S. Women Have


Abortions: Quantitative and Qualitative Perspectives”, Perspectives on
sexual and reproductive health, 2005, 37, no. 3, pp. 112-117.
76

Ibid.,p. 117.
77

Para profundizar este aspecto, ver José Arturo Quarracino, Geopolítica y


Aborto, Buenos Aires, Círculo Rojo Ediciones, 2018; Pablo Yurman,
Aborto Ya: La orden del poder financiero, Buenos Aires, Pórtico, 2019;
Lupe Batallán, Hermana, date cuenta. No es revolución, es negocio, Buenos
Aires, Buena Data, 2020.
78

Sandra Day O’Connor, Anthony Kennedy, “Planned Parenthood v. Casey”,


505 U.S. 833, Supreme Court of the U. S., Washington D. C., 1992.
79

Cf. Anthony Kennedy, “Obergefell v. Hodges”, 576 U.S. 644, Supreme


Court of the U. S., Washington D. C., 2015.
80

Peter Singer, Writings on an Ethical Life, New York, Ecco Press, 2000, pp.
129-130.
81

Ibid., p. 147.
82

Cf. Ibid.
83

30. Cf. Ibid., p. 148.


31. Se trata dejantes Elgin Gill, nacido en Ottawa, Canadá.

32. (if. Singer, Writings on an Ethical Life, p. 148.

33. CE//;/d.,pp. 149-150.


84

34. Cf. Ibid., pp. 150-151,

35. (if. Ibid., pp. 151-152.


85

Cf. Thomson, A Defense of Abortion’, pp. 47-66.


86

37- Cf. Singer, Writings on an Ethical Life, pp. 152-155.


87

Cf. Ibid., p. 156.


88

CL Ibid. , pp. 44-46.


89

Cf. Ibid., p. 130.


90

Cf.M.,pp. 137-138.
91

Ibid., p. 156.
92

Cf. Ibid., p. 161.


93

Ibid., p. 187.
94

Cf. Ibid., p. 193.


95

Estos argumentos serán desarrollados en profundidad en Pablo Muñoz


Iturrieta, £/ embrión: ¿bolsa de células o persona humanal, en preparación.
96

Asamblea (icneral de las Naciones Unidas, Agenda 2030, n. 31, p. 9.


97

Para una resumen de los discursos “hnicaltianos”, ver Emily Margaret


Keller, Re-constructing climate change discourses of the emerging
movement for climate justice, Kingston, Ont, Queens University, 2012.
98

Detrás de lo que aparenta como una niña que solo busca concientizar a la
población están el magnate sueco Ingmar Rentzhogla, el centro de estudios
Global Challenge (entre cuyos miembros están David Olsson, miembro de
Svenska Bostadsfonden, uno de los fondos inmobiliarios más grandes de
Suecia, Gustav Stenbeck, de la empresa de inversión sueca Kinnevik,
Anders Wijkman, expresidente del Club de Roma y miembro del
Parlamento Europeo entre 1999 y 2009, Nystedt Ringborg, asesora de la
Agencia Internacional de Energía y exvicepresidenta de la corporación
multinacional suizo-sueca ABB que opera en áreas de robótica y energía y
miembro de Sustainable Energy Angels, una firma de capital riesgo de
energía verde), la fundación ONE (perteneciente a la red de fundaciones
Open Society de George Soros), Climate Justice Now! (lobby a favor del
aborto y la justicia climática y de género). Además, su jefe de prensa es
Daniel Donner, quien trabaja para la European Climate Foundation ante la
Unión Europea.
99

Matthew Taylor, “Is Alexandria Ocasio-Cortez right to ask if the climate


means we should have fewer children?”, The Guardian, London, 27 Feb,
2019.
100

Planned Parenthood, “Think sexual health isn’t linked to climate change?


Think again , IPPF, 29 April, 2019, London.
101

Todas estas organizaciones pidieron el aborto como solución al cambio


climático en un documento clave para entender los “Acuerdos de París”.
https://www.ippf.org/static/Empowering-women-girls-climate-action-
final.pdf
102

Cf. Bridget Burns, “Connections That Matter: Climate Change and Gender
Equality , Impakter, March 13, 2019.
El síndrome post-aborto

Más allá del punto de vista filosófico, religioso o político que uno tenga
sobre el aborto, es un hecho comprobado que la experiencia real de un
aborto afecta a la mujer no solo a nivel personal, sino también por las
repercusiones psicológicas que deja. No podemos ignorar el testimonio de
mujeres que despiertan todas las noches por el llanto del niño que no nació,
o que el día en que su bebé debería haber nacido rompen en un

llanto que no saben explicar y se sumen en una depresión que muchas


veces las lleva a contemplar el suicidio como única salida.

El trauma del aborto es una realidad que no se puede negar: por más que la
mujer lo haya visto como un “derecho”, siempre afloran la culpa, la
ansiedad, la depresión, los recuerdos del momento y los pensamientos de
suicidio, lo que muchas veces la lleva a caer en el alcohol o las drogas para
escapar a la realidad del pasado.

Si el aborto es una “cirugía” y cuestión de salud, la pregunta obvia es


¿cuáles son los beneficios que acarrea? Todavía no se encuentra ninguno...
Tal vez esa sea la razón por la que el lobby abortista evita toda discusión
madura sobre el tema cerrándose en una especie de dogmatismo irracional
lleno de postulados falsos: “la mujer tiene derecho a decidir sobre su propio
cuerpo”. Pero la realidad de mujeres que han abortado nos muestra otra
cosa. El síndrome de estrés post-aborto es el nombre que se le ha dado a las
consecuencias psicológicas del aborto, basado en el trastorno de estrés
postraumático (PTSD) descrito en el DSM-5.1 Cualquier evento que cause
trauma puede, de hecho, resultar en trastorno de estrés postraumático y el
aborto no es una excepción.

Síntomas de este trastorno incluyen: Culpabilidad: es común que la persona


experimente complejos sentimientos de culpa por la decisión tomada.
Ansiedad: la ansiedad general es un síntoma común del trastorno de estrés
postraumático. En el caso del aborto se manifiesta muchas veces una
ansiedad particular relacionada con problemas de fertilidad y la posibilidad
de quedar embarazada nuevamente. Varios estudios han mostrado una
conexión, por ejemplo, entre el aborto y el riesgo de nacimientos
prematuros en el futuro o el riesgo de sufrir abortos espontáneos.2
Depresión: síntoma común al trastorno de estrés postraumático. Recuerdos
e imágenes: el aborto, en la mayoría de los casos, ocurre mientras la
paciente está completamente consciente. Esto puede resultar en una
experiencia angustiante, ya que se manifiesta por medio de emociones
vividas con tal intensidad que resultan invalidantes para la salud mental de
la mujer. Pensamientos suicidas: hay casos en los que el trastorno de estrés
postraumático que resulta de un aborto lleva a pensamientos o tendencias
suicidas y requiere tratamiento inmediato.3

El aborto voluntario tiene consecuencias graves para la salud mental de la


persona que no solo se manifiestan como trastorno de estrés postraumático,
sino también en un marco más amplio, como el trastorno de ansiedad, la
depresión, la distimia, el abuso de sustancias (alcohol y drogas) e incluso la
psicosis.4

Uno de los mitos alrededor del aborto “ilegal” es que estos síntomas son
producto del estrés social debido a no ser una práctica aceptada y
legalizada. Una vez que se legalice y se celebre el aborto como un derecho,
se argumenta, estos problemas van a desaparecer.5 Esto es una gran falacia
y se ha demostrado que hay una raíz mucho más profunda.

David Fergusson, investigador neozelandés y coordinador del proyecto


Christchurch, se pregunta en un estudio de 2009 si es cierto o no que el
aborto después de un embarazo no programado se asocia con un sufrimiento
mental mayor respecto de las mujeres que dan a luz un hijo, deseado o no.
En una evaluación de la base de datos de Christchurch, encontró que casi un
tercio de las mujeres no declara ninguna reacción negativa derivada de
haber abortado, pero los otros dos tercios, por el contrario, presentan una
serie de reacciones emocionales negativas de intensidad variable
relacionadas a una mayor incidencia de depresión, ansiedad e ideas de
suicidio.6 Además, un estudio transversal retrospectivo conducido en el año
2010 confirma el incremento de la depresión, ansiedad, uso de alcohol y de
sustancias, de pensamientos e ideas de suicidio que afectan a las mujeres
que han abortado, comenzado desde el primer aborto en casi la mitad de los
casos.7
En 2011, Priscilla Coleman publicó el metaanálisis más completo hasta la
fecha, el cual incluyó 22 estudios y 36 artículos científicos e involucró a
más de ochocientas mil mujeres. En su estudio, Coleman demuestra el
incremento del riesgo de ansiedad, depresión, abuso de alcohol, uso de
marihuana y riesgo de suicidio, con un riesgo atribuible que va del 8 % para
la ansiedad al 35 % para las tendencias suicidas.8 Aún teniendo en cuenta la
salud mental previa de las mujeres, después del aborto los problemas
mentales son mayores.

En abril de 2013, David Fergusson publicó un nuevo metaanálisis que se


limita a aquellos estudios considerados cualitativamente adecuados por las
sociedades de psiquiatría y aquellos psiquiatras a favor del aborto. Una vez
más los datos hablan por sí mismos: incremento de la ansiedad (+28 %), del
abuso de alcohol (+134 %), del uso de sustancias (+291 %) y de las
tendencias suicidas (+69 %).9

Pero ante cualquier duda, probemos otra hipótesis: si el aborto no es tan


malo, veamos entonces cuáles son sus beneficios. Resulta que mientras
algunos niegan que exista algún tipo de trauma, jamás han podido
demostrar algún tipo de beneficio psicológico. Es más, la Dra. Anne
Gilchrist y colegas intentaron mostrarlo, pero es significativo que no
encontraron ningún beneficio para la salud mental de las mujeres que
habían tenido un aborto en comparación con aquellas que sí decidieron dar
a luz. 10 Por lo tanto, aún queriendo conceder el más amplio beneficio de la
duda respecto a la hipótesis de que el aborto perjudica la salud mental de las
mujeres, como mínimo está claro que el aborto es una decisión que
pertenece a los criterios de la futilidad médica, es decir, a un procedimiento
que no alcanza los objetivos que se propone, ya que la mujer no encuentra
beneficios al respecto.11

El síndrome post-aborto es una realidad y existe, a pesar de que sea


sistemáticamente ocultada y que también se puede superar con la terapia
adecuada.

¿Y los anticonceptivos?
Es significativo que la misma ONU, la OMS, Planned Parenthood, la
Fundación Gates y todos los grupos focalizados en el aborto y control
poblacional son parte central en la historia de la mentalidad anticonceptiva
que ha poseído al hombre contemporáneo. Esta penetración de la cultura de
la muerte incluso se manifiesta lamentablemente en personas y activistas
que tal vez se consideran pro-vida, pero están de acuerdo con el slogan
“anticonceptivos para no abortar” o “cuidarse para no abortar ,12 El hecho
de que caigan en la trampa de la perversión del lenguaje propuesta por la
ONU es significativo y síntoma de la transformación cultural actual. ¿Desde
cuándo “cuidarse” es sinónimo de usar anticonceptivos? Es más, los
anticonceptivos van de la mano con el aborto y, en muchos casos, no se
trata de no concebir, sino que de hecho no previenen el embarazo sino la
implantación del embrión, por lo que, en realidad, producen un aborto.

Cuando la FDA aprobó la comercialización de las pastillas anticonceptivas,


los médicos a cargo del Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología se
enfrentaron a un dilema: en realidad, dichas pastillas anticonceptivas eran
propiamente abortivas por el mecanismo hormonal que emplea dicho
fármaco, lo que las haría ilegales, ya que en 1965 el aborto todavía no se
había legalizado en los Estados Unidos. Entonces, ¿cómo ocultar el efecto
abortivo del conocimiento de la mujer y además evitar problemas legales
con la justicia? Decidieron cambiar el significado de “concepción”.13 Pero
para entender esto, primero expliquemos por qué habían creado pastillas
propiamente abortivas, no anticonceptivas, aunque así las llamemos hasta el
día de hoy.

En el aparato reproductivo de la mujer se da un ciclo de alrededor de 28


días marcado por distintas etapas que dependen de los distintos niveles
hormonales de estrógeno y progesterona, ambas hormonas producidas por
los ovarios. Como vimos en el capítulo 9, las hormonas inciden en el
proceso reproductivo y embarazo, de tal manera que, si los niveles
hormonales están desequilibrados, ese embarazo se puede perder.14 Por un
lado, está el estrógeno, hormona que prepara todo para la ovulación y
fecundación del óvulo. La progesterona, por otra parte, prepara el tejido que
recubre las paredes internas del útero (el endometrio) para facilitar la
implantación del embrión y ayuda a que el embarazo transcurra de manera
segura durante los nueve meses. El misoprostol, por ejemplo, causa un
aborto porque su efecto es bloquear la progesterona, de tal manera que se
desestabiliza el embarazo y el embrión termina expulsado. En el cuerpo de
la mujer hay una estabilidad hormonal natural que varía a lo largo del ciclo:
a mayor estrógeno menor progesterona y a menor progesterona mayor
estrógeno. Esto hace posible que, por un lado, se den las condiciones para la
formación del óvulo y la concepción (por el estrógeno) y, por otra parte,
para que ese embrión concebido se implante (por la progesterona) o, si no
hubo concepción, el estrógeno se encarga de comenzar nuevamente el ciclo
causando la menstruación (limpieza del tejido formado por la
progesterona).15

Ahora bien, aquí viene el centro de la cuestión que queremos tratar: las
pastillas anticonceptivas” aumentan el nivel de estrógeno, lo que tiene como
efecto que baje el nivel de progesterona. La consecuencia directa es que
toda nueva vida que se conciba no tiene cómo implantarse ya que no hubo
suficiente progesterona para formar el tejido y esto provoca que el embrión
no se anide en el útero de la madre y se termine expulsando (lo que
técnicamente es un aborto químico). Este era el dilema al que se enfrentó la
junta directiva del Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología, porque
en realidad la pastilla no previene la concepción, sino la implantación del
embrión, y tiene como fin causar un aborto. Esto significa entonces que la
pastilla funciona como abortivo, lo que la hacía ilegal, por una parte, y, por
otra, haría que muchas mujeres, al conocer el mecanismo, no la tomarían
jamás por no querer provocar un aborto del propio hijo. Esta es la gran
verdad que han ocultado con la normalización de la “píldora”.

Pero volvamos al dilema de estos médicos. ¿Cómo cambiar la percepción


de la píldora? Para disfrazar el aborto bajo el término “anticoncepción”,
decidieron cambiar el significado de “concepción”. Y es así que en 1965 el
Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología publicó una guía
redefiniendo y decidiendo que “la concepción, en el sentido de comienzo
del embarazo, comienza con la implantación del óvulo fecundado”.16 ¿Se
entiende la trampa lingüística? No porque sí dentro del mundo de la
ginecología hay una gran batalla entre los que definen al embarazo a partir
de la implantación, para así tapar la realidad abortiva de muchos
“anticonceptivos” y la píldora del día después, y los especialistas que
afirman que la vida humana y el embarazo comienzan en el momento de la
concepción.17 El pretender que el embarazo comienza con la implantación
del embrión es una falacia, ya que, a partir del momento de la fertilización
del óvulo, el cuerpo de la madre detecta que hay una entidad dentro suyo
con un ADN distinto y que le envía señales biológicas por medio de
circuitos neuronales que ejercen cambios neurobiológicos en su cerebro
para que así prepare el útero para la implantación. El cerebro responde
secretando más progesterona para que, llegado el momento, el embrión se
implante donde corresponde.18

Para despejar cualquier duda, aclaremos los distintos tipos de métodos


abortivos/ anticonceptivos. El DIU actúa previniendo la implantación, por
lo que, de haber concepción, su función es provocar un aborto/19 Los
anticonceptivos hormonales que buscan desestabilizar el nivel de
progesterona también son abortivos, porque impiden la implantación del
embrión, como explicamos más arriba. Con respecto a los anticonceptivos
hormonales cuyo mecanismo primario es evitar la ovulación, hay debate
con respecto a su capacidad anticonceptiva o abortiva, ya que muchas veces
no previenen la ovulación y como mecanismo secundario previenen la
implantación, por lo que también tienen un aspecto abortivo.20 Las pastillas
posteriores al acto sexual, como la RU-486, son siempre abortivas. Otro
tema que toda mujer debería profundizar son los daños fisiológicos que se
siguen de introducir hormonas sintéticas en el cuerpo y la relación que
tienen con el cáncer de mama,21 el cáncer cervical22 y el cáncer de colon y
recto.23 Pero con esta información bastaría para que, al menos, se sepa bien
y se concientice sobre la mentira de los anticonceptivos, que por honestidad
científica deberían llamarse abortivos o abortifacientes.

Conclusión

El aborto es otro elemento central de la revolución sexual/identitaria y la


ESI es una de las herramientas principales para la normalización social de
dicho crimen, como lo demuestra la nueva ley del aborto de Argentina. La
ley enuncia que “el contenido curricular sobre aborto debe ser enseñado
como un derecho de las mujeres y personas gestantes, a través de
contenidos científicos, laicos, confiables, actualizados y con perspectiva de
género que puedan fortalecer su autonomía”.24 Además, la enseñanza sobre
el aborto como derecho debe implementarse en todos los niveles (en
Argentina comienzan a partir de los 3 años) y en todas las instituciones, sin
importar su carácter público o privado.

El aborto como “derecho” es también central en la. Agenda 2030, tal como
se había establecido en la Conferencia de Pekín de 1995. El objetivo 3 de
la^^w^/i 2030 promete “garantizar el acceso universal a los servicios de
salud sexual y reproductiva”.25 El objetivo 5, titulado “Lograr la igualdad
de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas”, es más que claro:
“Asegurar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y los
derechos reproductivos [entiéndase aborto] según lo acordado de
conformidad

con el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la


Población y el Desarrollo, la Plataforma de Acción de Beijing y los
documentos finales de sus conferencias de examen”.9 Esto solo bastaría
para demostrar la perversión de dicha Agenda 2030. que a través de la ESI
busca efectuar una revolución cultural tal que normalice en la conciencia
social el abominable crimen del aborto.

Al dejar de lado el enfoque necesario en la persona humana, la. Agenda


2030 comete un error ideológico de consecuencias nefastas: sin derecho a la
vida, cualquier propuesta de “desarrollo sustentable” carece de sentido. El
primer derecho del ser humano es el derecho a la vida y todo otro derecho
es complemento de este derecho fundamental. Sin derecho a la vida, todo
pierde sentido.26 27 Esta decadencia ideológica no es más que una
consecuencia directa de la muerte de Dios anunciada por Nietzche y
lamentada por Solzhenitsyn. Como bien lo expresó Dostoyevski en su obra
inmortal Los hermanos Karamazov: “Si Dios no existe, todo está
permitido”. En este sentido, el aborto es un síntoma de un problema mucho
más profundo. Al haber removido el orden trascendente sobre el cual
fundamentar la moral y nuestra existencia, todo se vuelve arbitrario, incluso
la noción de persona humana, y se fundamenta en una cuestión meramente
psicológica: el bienestar mental de la madre. Lo que desde un punto de vista
metafísico es evidente, hoy se vuelve discutible como lo demuestran los
argumentos de Peter Singer, basados en un sentimentalismo utilitarista que
da origen a una especie de “imperativo de la felicidad personal”, como lo
llama Trueman,28 y llega a justificar incluso el infanticidio, luego de negar
la dignidad única del ser humano.
1

Cf. American Psychiatric Association DSM-5 Task Force, DSM-5, pp. 271-
272.
2

Cf. S. U. N. Yuelian, C. H. E. Yan, “Induced Abortion and Risk of


Subsequent Miscarriage”, International Journal of Epidemiology, 2003, 32,
no. 3, pp. 449-454; Fabio Parazzini, Liliane Chatenoud, “Induced Abortion
in the First Trimester of Pregnancy and Risk of Miscarriage”, International
Journal of Obstetrics and Gynaecology, 1998, 105, no. 4, pp. 418-421.
3

Cf. Speckhard Anne y Rue Vincent, “Complicated Mourning: Dynamics of


Impacted Post Abortion Grief ,Journal ofprenatal & perinatal psychology
& health, 1993, 8, no. 1, p. 5.
4

Cf. G. Zolese y C. V. R. Blacker, “The Psychological Complications of


Therapeutic Abortion”, British journal of psychiatry, 1992,160, no. 6, pp.
742-749; V. M. Ruey Speckhard A., “Post-Abortion Trauma: Incidence and
Diagnostic Considerations”, Me dicine &Mind, 1992, 6, pp. 57-74.
5

Ver, por ejemplo, la interpretación de A. V. Gordon, “Recent Research on


Psychological Effects of Legal Abortion. Review of the Literature, 1935-
1964”, New Zealand Psychologist, 1976, 5, no. 1, pp. 37-47.
6
Cf. David M. Fergusson, L. John Horwood, “Reactions to Abortion and
Subsequent Mental Health”, British Journal of Psychiatry, 2009, 195, no. 5,
pp. 420-426.
7

Cf. Natalie P. Mota, Margaret Burnett, “Associations between Abortion,


Mental Disorders, and Suicidal Behaviour in a Nationally Representative
Sample”, Canadian Journal of Psychiatry, 2010, 55, no. 4, pp. 239-247.
8

Cf. Priscilla K. Coleman, “Abortion and mental health: quantitative


synthesis and analysis of research published 1995-2009”, British Journal of
Psychiatry, 2011, 199, no. 3, pp. 180-186.
9

Cf. David M. Fergusson, L. John Horwood, “Does Abortion reduce the


Mental Health Risks of Unwanted or Unintended Pregnancy? A Re-
Appraisal of the Evidence”, Australian and New Zealand Journal of
Psychiatry, 2013, 47, no. 9, pp. 819-827.
10

Cf. Anne C. Gilchrist, Philip C. Hannaford, “Termination of Pregnancy and


Psychiatric Morbidity”, British Journal of Psychiatry, 1995, 167, no. 2, pp.
243-248.
11

Cf. Renzo Puccetti, Maria Cristina Del Poggetto, “Abortion and Mental
Health: Guidelines for Proper Scientific Conduct Ignored , British Journal
of Psychiatry, 2012, 200, no. 1, p. 78.
12
La conductora Nicole Neumann o la legisladora Amalia Granara, por
ejemplo, son férreas opositoras al aborto, pero en más de una ocasión han
asegurado que la enseñanza para sus hijas se basa en la responsabilidad y la
utilización de métodos anticonceptivos para evitar embarazos no deseados.
Ver la posición de ambas en Pablo Icardi, “Amalia Granara y el aborto:
últimas declaraciones más polémicas”, Diario de Mendoza, Mendoza, 12 de
noviembre de 2020.
13

Cf. Hughes E. C., Obstetric-gynecologic terminology with section on


neonatology and glossary of congenital anomalies, Philadelphia, F.A.
Davis, 1972, p. 299.
14

Cf. Irwin Goldstein, Womens sexual function and dysfunction: study,


diagnosis, and treatment, London, Taylor & Francis, 2006; J. G.
Grudzinskas y T. Chard, Hoe uterus, Cambridge reviews in human
reproduction, Cambridge, Cambridge University Press, 1994.
15

Cf. Andrea R. Genazzani y Mark Brincar, Frontiers in Gynecological


Endocrinology Volume 1: From Symptoms to Therapies, Cham, Springer,
2014, pp. 127-133.
16

American College of Obstetricians and Gynecologists, “Terms used in


reference to the fetus”, Terminology bulletin, 1965, 1. Ver también Joseph
A. Spinnato, “Informed consent and the redefining of conception: A
decision illconceived?”, The Journal of maternal-fetal medicine, 1998,7, no.
6, pp. 264-268.
17
132el-e7. Según este estudio, el 57 % de los ginecólogos miembros de la
Asociación en los Estados Unidos consideran la concepción como el
comienzo del embarazo.
18

Cf. Pilyoung Kim, Lane Strathearn, “The maternal brain and its plasticity in
humans”, Hormones and behavior, 2016,77, pp. 113-123.
19

Cf. Joseph A. Spinnato, “Mechanism of action of intrauterine contraceptive


devices and its relation to informed consent”, American journal of
obstetrics and gynecology, 1997, 176, no. 3; ACOG, “The intrauterine
device: ACOG technical bulletin number 164-February 1992”, International
journal of gynecology and obstetrics, 1993,41, no. 2, pp. 189-193.
20

Cf. Roberto Rivera, Irene Yacobson, “The mechanism of action of


hormonal contraceptives and intrauterine contraceptive devices”, American
journal of obstetrics and gynecology, 1999, 181, no. 5, pp. 1263-1269;
Daniel P. Sulmasy, “Emergency contraception for women who have been
raped: must catholics test for ovulation, or is testing for pregnancy morally
sufficient?”, Kennedy Institute of Ethics journal, 2006, 16, no. 4, pp. 305-
331.
21

Cf. P. A. van den Brandt, R. A. Goldbohm, “Breast cancer and hormonal


contraceptives: collaborative reanalysis of individual data on 53 297 women
with breast cancer and 100 239 women without breast cancer from 54
epidemiological studies”, The Lancet (British edition), 1996, 347, no. 9017,
pp. 1713-1727; Lina S. Morch, Charlotte W. Skovlund, “Contemporary
Hormonal Contraception and the Risk of Breast Cancer”, The New England
journal of medicine, 2017, 377, no. 23, pp. 2228-2239; Elisabeth F. Beaber,
Diana S. M. Buist, “Recent Oral Contraceptive Use by Formulation and
Breast Cancer Risk among Women 20 to 49 Years of Age”, Cancer research
(Chicago, III.), 2014,74, no. 15, pp. 4078-4089.
22

Cf. Jennifer S. Smith, Jane Green, “Cervical cancer and use of hormonal
contraceptives: a systematic review”, The Lancet (British edition), 2003,
361, no. 9364, pp. 1159-1167.
23

Cf. Lisa PhD Iversen, Selvaraj MSc Sivasubramaniam, “Lifetime cancer


risk and combined oral contraceptives: the Royal College of General
Practitioners’ Oral Contraception Study”, American journal of obstetrics
and gynecology, 2017, 216, no. 6, pp. 580.el-e9.
24

Ledesma Abdala de Zamora, “Short Ley 27610: Acceso a la interrupción


voluntaria del embarazo”.
25

Asamblea General de las Naciones Unidas, Agenda 2030, obj. 3.7, p. 19.
26

Ibid., obj. 5.6, p. 21.


27

Desde una filosofía aristotélico-tomista, sin embargo, el derecho a Dios es


aún más fundamental, porque es el fin propio de la vida. El derecho a la
vida se ordena al derecho a tender a Dios (libertad religiosa), por lo que sin
Dios todo carece de sentido, incluso la vida. Ver Muñoz Iturrieta, The
Meaning of Religious Freedom.
28
Cf. Trueman, The Rise and Triumph of the Modern Self, p. 337.
LOS DERECHOS DE LOS PADRES
El problema central de la educación sexual integral es que está totalmente
ideolo-gizada por teorías de género que no tienen ninguna base científica ni
médica y por contenidos que solo buscan hipersexualizar al niño y
promover el aborto, la anticoncepción y el uso irresponsable de la
sexualidad. No porque sí los padres están realísticamente preocupados por
el viraje cada vez más totalitario del Estado. Y hay que repetirlo una y otra
vez, no estamos en contra de una verdadera educación que tenga en cuenta
todos los aspectos del ser humano, respetando la edad, desarrollo y
autoridad de los padres, quienes son los primeros educadores por derecho
natural. Sin embargo, el proyecto de educación sexual contemporáneo se
enmarca en un contexto histórico e ideológico en el que el postmodernismo
y el marxismo cultural, plasmados en la Agenda 2030 de la ONU,
pretenden cumplir una tarea casi salvífica, liberando al ser humano de
supuestos sistemas opresores. Por esta razón, se fundamenta la educación
sexual en presupuestos y nociones que no tienen ningún fundamento
científico y que se buscan imponer totalitariamente de modo político y legal
tanto en la educación como en todas las instituciones de la sociedad.

Una de las verdades que los ideólogos de hoy ocultan es que la educación
depende fundamentalmente de la familia antes que nadie por el simple
hecho de que la educación se da siempre en una relación personal, de
conocimiento mutuo y de profunda amistad, lo que sucede plenamente solo
en la familia. Además, los padres tienen la obligación de educar, ya que son
quienes les transmitieron la vida a sus hijos. Cualquier otra institución debe
estar a su servicio para profundizar y potenciar lo que los niños aprenden en
casa.

El ataque a la familia

Una pretendida especialista de Argentina afirmaba en un tono que nos


recuerda a la Union Soviética: ‘Los niños, niñas y adolescentes [...] son
sujetos plenos de derecho y la tutela, cuidado, educación, mantención y
protección queda a cargo de los Estados”} Es decir, despídase de sus hijos,
porque con el argumento de que la orientación sexual y la perspectiva de
género es un derecho, el Estado puede intervenir y tomar control de ellos.
En España, la Ministra de Educación, Isabel Celaá, afirmó sin tapujos: “No
podemos pensar de ninguna manera que los hijos pertenecen a los padres.
Hablamos de interés del menor, de los derechos constitucionales de los
menores”.1 2 Este falso enfoque pretende esconder que en realidad lo que
estos ideólogos buscan es tener un control total y absoluto sobre los niños.
Su crecimiento personal y maduración es lo último que les importa. Es más,
los programas de ESI de Ontario, Canadá, se diseñaron explícitamente para
“proteger a los niños de la conciencia limitada de sus padres”.3 ¿Por qué la
conciencia de los padres sería un peligro para sus hijos? Más bien dichos
programas tenían que encontrar una justificación para imponer sus
presupuestos ideológicos y la única manera era creando falsos derechos que
justamente estos activistas debían proteger.

Es lo que ya señaló hace tiempo Firestone como camino a seguir, según


señalamos en el capítulo 2. Más allá de su perversa predicción, supo ver
hacia dónde realmente llevaba la agenda progresista: someter a la tiranía de
la biología, destruir el matrimonio por ser “opresivo” para la mujer,4 sacar a
los hijos de la jurisdicción de los padres,5 que sea el Estado quien tome
posesión de ellos y los eduque,6 7 reemplazar la familia por grupos
pansexuales y con relaciones de todo tipo y que incluyan a los mismos
niños/ para que “las relaciones entre personas de edades muy dispares se
conviertan en algo común”.8

No es insensato afirmar, entonces, que la agenda progresista apunta


finalmente a romper los vínculos de los hijos con sus padres y así hacer
desaparecer tanto la paternidad como la maternidad. Recordemos cómo
Firestone proponía, como primer paso de la revolución feminista, abolir la
función reproductiva de la mujer y reemplazarla con tecnologías de
reproducción y gestación artificial y legalizando el aborto como camino de
“liberación” de la mujer.9 Es en este contexto, entonces, que deben ser
leídas las reformas legales, las sentencias de las Cortes Supremas, las
campañas políticas, el camino a seguir que señala la ONU en la Agenda,
2030 y sus agencias con el apoyo filantrópico de cantidad de organizaciones
y fundaciones internacionales, más las condiciones impuestas por los
organismos financieros internacionales a cada uno de nuestros países. Todos
estos movimientos apuntan a marginar legalmente a la familia por fuerza de
ley, por más utópico que parezca su eventual reemplazo.

Pero una vez que los niños hayan sido liberados de sus padres, ¿quién
cuidará de ellos? El Estado. Es necesario remarcar nuevamente lo que
afirma la ideóloga argentina Rosaura Barrios: “Los niños, niñas y
adolescentes [...] son sujetos plenos de derecho y la tutela, cuidado,
educación, mantención y protección queda a cargo de los Estados”.10 Es
decir, se argumenta que como todo niño es sujeto de derechos humanos, es
el Estado, no los padres, el que debe velar por ellos. Pero esto ¿Por qué?
¿Qué me garantiza que el Estado va a cuidar de los niños, de manera
generalizada, mejor que los padres? ¿Por qué es responsabilidad del Estado
y no de los padres el educar, alimentar, proteger, guiar, aconsejar a los
niños? Además, el Estado es una abstracción, porque en concreto quienes
“cuidarán” a los niños serán personas menos capacitadas que sus propios
padres y encima corrompidas, ya que para acceder a esos puestos de trabajo
será condición el comulgar con la ideología, como de hecho pasa en
Canadá, donde para poder aplicar a ciertos trabajos se exige el profesar un
credo secular que incluye apoyo al aborto, la eutanasia, la perspectiva de
género y demás.11

Afirmaciones como las de Rosaura Barrios niegan la realidad del Derecho


Natural tal como se ha desarrollado en Occidente, el cual se ha explicitado
en el derecho civil, el derecho consuetudinario (en los países anglosajones),
el derecho constitucional y el derecho Internacional (derecho de gentes),
según los cuales se garantizan no solo los derechos del individuo, sino
también el lugar de la familia y los padres como pilares de la sociedad, ya
que son preexistentes al Estado mismo. La función del Estado es la de
garantizar derechos, no la de inventar derechos nuevos e imponerlos por
encima del derecho natural de los padres. Es decir, el Estado debe
garantizar el derecho de los padres a educar a sus hijos, apoyarlos,
defenderlos de cualquier ataque (tales como la ideología de género) e
intervenir cuando los padres no puedan cumplir su función en cuanto tales,
no en cuanto promotor de ideologías extrañas. La violación de los derechos
naturales de los padres es ya un hecho en la legislación de cantidad de
países, por lo que es necesario estar sumamente atentos a los cambios que
se están introduciendo con la excusa de la Agenda 2030.
Según los ideólogos de la educación sexual, lo que está en juego son los
derechos del niño, por lo que todo aquel que se oponga a la educación
sexual es antiderechos , ya que todavía cree que los hijos son “propiedad de
los padres (cual objetos)”12 ¿Pero esto es así, nos preguntamos? ¿Qué buen
padre o madre ve a sus hijos como objeto? Lo que Rosaura Barrios plantea
no es más que un insulto ideológico a todo padre y madre que lucha cada
día por darle lo mejor a sus hijos. Es verdad que tenemos falencias, que nos
cuesta, que a veces no tenemos los medios. Pero todo padre da todo por sus
hijos y cuántas madres, incluso, han hasta abandonado una carrera para
servir al prójimo (sus hijos). ¿Con qué fundamentos se puede afirmar que la
educación sexual que provea el Estado “supera ampliamente la educación
que cada familia pueda dar”?13

El problema aquí es que se plantea la educación sexual como un “derecho


humano” que no se le puede negar al niño. Se sostiene que es obligación del
Estado el proveer y velar por ese derecho. Sin embargo, es claro que se
están confundiendo cosas, porque con afirmar que algo es un derecho no lo
constituye como tal. Y en el caso de la Educación Sexual Integral es obvio,
ya que carece de fundamentos filosóficos, médicos y científicos. La
ideología de género es una falsa filosofía, nada más que eso, armada sin
“conocimientos serios e interdisciplinares”14 Si fuese interdisciplinaria,
¿dónde están la biología, genérica, embriología o psiquiatría, por nombrar
algunas ciencias imprescindibles en este debate?

Como vimos en el capítulo 7, el lenguaje inclusivo es otra de las


herramientas preferidas, porque este busca hacer desaparecer legalmente los
conceptos de hombre y mujer, padre y madre, con el propósito de hacer
desaparecer estas realidades tanto legal como políticamente. Una vez
eliminados los términos, ¿qué quedará de los derechos parentales? Nada,
porque no habrá nociones con qué fundamentarlos y el niño quedará solo
ante el Estado, hoy día convertido en títere de las grandes compañías
tecnológicas y de los organismos financieros que por medio de la
“usurocracia” imponen su voluntad en las naciones.

En California, un mandato de 2016 sobre “Una educación sexual


comprehensiva e instrucción sobre VIH y sida”, tiene una agenda
marcadamente LGBT.15 Si bien se les concede a los padres el que puedan
retirar a sus hijos durante las secciones de educación sexual y prevención
del VIH, la excepción no aplica, entre otras cosas, a “la instrucción,
materiales, presentaciones o programas que tratan cuestiones de género,
identidad de género, expresión de género y la orientación sexual”. Y esto
hay que remarcarlo una y otra vez. Muchas veces, para lograr consenso, se
pasan leyes de educación sexual con la aclaración que los padres pueden
sacar a sus hijos si así lo desean (como si fuera tan fácil salir del trabajo, ir
a la escuela y sacar a los hijos por dos horas...). Sin embargo, hay que
recordar que esto no incluye el adoctrinamiento sobre el género. En
California, la instrucción sobre orientación sexual y género está fuera del
alcance de los padres y no requiere dar aviso a los mismos para enseñarla.
Un hecho concreto ocurrió hace poco cuando padres se enteraron de que a
sus niños de jardín de infantes la maestra les leía historias de niños sobre
¡transexuales y cambio de sexo!16 Los niños volvían a la casa temblando de
miedo, porque pensaban que se podían cambiar de nena a varón y
viceversa, ya que la maestra trajo a un niño que estaba en medio de una
“transición y se los presentó como opción. Los padres se presentaron
furiosos en la escuela pidiendo explicaciones y no se les ofreció otra
respuesta más que “las cuestiones de identidad de género no requieren
notificación a los padres”. El catecismo del género es obligatorio y no tiene
edad de consentimiento.

Lo curioso es que el mandato de California afirma que “la instrucción y los


materiales no pueden enseñar o promover doctrina religiosa alguna”. En
realidad, lo que tendría que decir es que no se puede enseñar ningún otro
dogma que no sea el de la ideología de género, porque tales afirmaciones y
presupuestos filosóficos sobre el género no tienen ningún fundamento
científico, sino que están fundados en una especie de fe ciega e irracional
que niega lo que la evidencia empírica nos demuestra.

Y la paradoja es que cuando uno saca esto a la luz, se lo acusa de


dogmatismo religioso... Y para los estudiantes o padres que no lo acepten,
el poderoso grupo lobbista LGBT Human Rights Campaign recomienda
establecer programas de “justicia reparadora” e “intervenciones en la
conducta” para así crear una “cultura de la inclusión y respeto por la
diferencia”.17 Como ejemplo de mala conducta se cita el caso de una joven
que de repente se encuentre con un hombre en el baño de mujeres y se
queje. ¿Que hacer? Tratar de adoctrinarla en ideología de género: que deje
de lado la idea de que una chica trans no es mujer; y si no acepta, dar
prioridad a la persona “trans” en el uso del baño (o sea, discriminar a la
joven en favor de un hombre con problemas de percepción) e imponer
medidas para cambiar la conducta transfobica de la joven. Esta es la
realidad que los padres tarde o temprano tendrán que enfrentar junto con
sus hijos.

Y el problema central que se repite a lo largo y ancho del planeta, como lo


denuncia el filósofo José María Aicina, es que “la invasion del Estado es
una invasion contra la naturaleza de la educación. El Estado lo que hace es
dar una formación ideológica de acuerdo con las exigencias políticas del
gobierno de turno para asegurar un mayor control conductual de la
población”.18 Por eso no duda en afirmar que “el Estado no tiene ningún
título para educar, es algo que no le corresponde, en todo caso velara para
que los niños reciban la educación debida, pero no es incumbencia suya
realizar la tarea educadora.”19

La respuesta de las familias

¿Qué hacer ante una situación así? La familia tiene que estar más unida que
nunca, sin descuidar el cuidado que deben tener los padres protegiendo a
sus hijos de los ataques ideológicos y principalmente formándolos con
buenos principios que deben forjarse en un carácter fuerte para que un día
puedan mantenerse firmes y actuar por sí mismos en la búsqueda del bien y
la verdad. Esto es importantísimo, porque tarde o temprano el niño y el
joven van a tener que enfrentarse a la realidad de la sexualidad humana y
van a verse igualmente afectados por la posible mala influencia de amigos,
vecinos, parientes y especialmente de las redes sociales. Podemos sacar a
los hijos del sistema educativo (por ejemplo, dando homeschooling) y
muchas veces es la única opción, pero incluso en esos casos hay que
alertarlos acerca de los peligros ideológicos que nos rodean.

Este último punto es clave ya que es el argumento que usan quienes


proponen la ESI: en la casa los niños y jóvenes no aprenden nada sobre su
sexualidad. Entonces, si la razón por la que se debe dar educación sexual a
los niños y jóvenes es porque no la aprenden en sus casas, se debe suplir esa
necesidad ¡educando a los padres! Porque incluso si se educase a los niños,
poco se podría hacer si no se cuenta con la cooperación de aquellos que
tienen autoridad moral y comparten lazos familiares. Los padres, por lo
tanto, deben tomar seriamente la responsabilidad de formarse como padres
y primeros educadores de sus hijos.

También deben recordar y vivir el hecho de que por ser padres son
naturalmente educadores. Ser padres es mucho más que engendrar hijos y
traerlos a este mundo: significa generar en ellos un deseo por el bien y la
verdad, y saber disponer los medios para formar un carácter firme, virtuoso,
con principios.

Con respecto a la educación sexual, esta es tarea primordial de los padres de


familia por el simple hecho de que el sexo está relacionado con la
transmisión de la vida humana y fueron los padres quienes les transmitieron
la vida humana a sus hijos. De ahí que los primeros educadores sean los
padres y en cuanto tales son insustituibles. Cualquier otra institución
educativa debe estar a su servicio y será siempre secundaria. Por otra parte,
la educación sexual que los padres brinden a sus hijos debe apuntar a la
prevención, concientizándolos sobre el peligro real de la pornografía, las
redes sociales, la TV.

Ante el peligro inminente de un Estado totalitario que suprime los derechos


de los padres, es necesario repetir más que nunca que todos los niveles de
gobierno deben respetar el papel y la autoridad de la familia, para que así
los padres puedan tomar las medidas adecuadas para educarlos y formarlos
en la vida. Los padres, por ejemplo, tienen toda la autoridad para no
permitir que sus hijos sean expuestos a material sexualmente explícito y a
todo lo que ellos crean que es inapropiado para sus hijos. Este es un derecho
que el mismo Estado debe velar por proteger.

Y los padres no deben temer el denunciar a los ideólogos que buscan


corromper a sus hijos, incluso si por la denuncia pierden su trabajo o
reciben la crítica social. Como dice la frase evangélica: “Al que escandalice
a alguno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que se colgasen
al cuello una piedra de molino, de las que mueve un asno, y lo hundieran en
el fondo del mar”.20 Pero para denunciar acertadamente y debatir con altura
es necesario que los padres se formen al respecto. De otra manera ¿cómo
pueden pretender educar a sus hijos si ni siquiera conocen por qué algo es
una ideología y cuál es la opción realista y verdadera? Es por eso que a lo
largo de este libro hemos presentado cantidad de “mentiras que te cuentan”
y contrastadas con las “verdades que te ocultan” y que todo padre debe
tener en cuenta para una educación verdadera y que la pretendida
“educación sexual” ignora por completo. La educación no es moldear a un
niño desde fuera, a partir de determinados principios, sino guiarlo y
ayudarlo a que crezca según lo que es propio de su naturaleza humana.
Cualquier otro intento ideológico no es formación sino una verdadera
deformación del niño, no porque sí el hombre idiota contemporáneo es un
ser deforme en lo espiritual, psicológico, cultural e incluso físico (el
feminismo afea y los tratamientos hormonales destruyen a la persona). Por
eso la

) LAS MENTIRAS QUE TE CUENTAN • LAS VERDADES QUE TE


OCULTAN educación ideológica es verdaderamente una agresión a la
naturaleza del niño y, por lo tanto, una verdadera violación a los derechos
humanos.

Hablar con los hijos

Pero, ¿cuándo hablar de ciertos temas con los hijos? El ser humano no es
solo un ser complejo, sino que, en su desarrollo, atraviesa distintas etapas
que requieren del cuidado y satisfacción de todas estas necesidades, ya sean
materiales, espirituales o afectivo /psicológicas. No obstante, para que la
satisfacción sea la justa y correcta, debe ser adecuada a cada edad y, he aquí
la importancia de los padres, esta tarea solo se puede realizar de una manera
totalmente satisfactoria dentro del entorno familiar porque son los padres
quienes mejor conocen a sus hijos. No porque sí cuando la familia está bien
constituida es que es una verdadera escuela de vida personal y social.

Con relación a la sexualidad, los padres deben observar atentamente los


cambios biológicos que sus hijos tienen a lo largo de las distintas etapas de
crecimiento. En consecuencia, el enfoque en la educación debe tener en
cuenta estos cambios que se esperan que los niños experimenten y explicar
esta realidad biológica a medida que el niño o joven la vaya vivenciando.
Lamentablemente muchos padres se desligan de esa obligación y cuando el
niño o joven necesita respuestas se lavan las manos. ¿Cuántas niñas y
jóvenes reciben una explicación clara de sus madres acerca de la
menstruación, los ciclos que experimentarán y qué significa todo esto?
¿Acaso tienen vergüenza de hacerlo? O ¿cuántos padres hablan con sus
hijos adolescentes acerca de la pubertad, los cambios que experimentan, los
deseos sexuales? ¿Tan valientes para ciertas cosas, pero tan cobardes para
hablar con sus hijos de hombre a hombre? Y es ahí cuando los ideólogos de
la ESI aprovechan el vacío educativo y formativo para así adoctrinar a los
jóvenes a su parecer y poner todo el enfoque en, por ejemplo, cómo usar el
cuerpo sexualmente durante cualquier etapa de desarrollo.

Alguien puede objetar que es difícil identificar la edad apropiada. Sin


embargo, no es tan difícil en realidad. Si el niño o joven está a punto de
experimentar un cambio biológico, entonces ese es el signo que es tiempo
de enseñar determinado contenido. ¿Por qué enseñar contenidos
hipersexualizados en la escuela cuando el niño ni siquiera puede
comprender lo que es la sexualidad al no haber experimentado cambios
hormonales en su cuerpo? ¿Por que es que la ESI propone que en el jardín
de infantes “los chicos y las chicas necesitan saber que son las relaciones
sexuales o qué es hacer el amor”? Y explaya un programa de Argentina:
Las siguientes son algunas pistas para poder responder: Cuando los varones
y las mujeres crecemos, cambian nuestros cuerpos, nuestros gustos

y la forma de relacionarnos. Las maneras de demostrarse y recibir amor en


las parejas pueden ser también por medio de las relaciones sexuales o de
‘hacer el amor’. Cuando las parejas hacen el amor, se abrazan, se acarician
y sus cuerpos y sus partes íntimas se juntan . 1 La ideología sale a la luz una
vez más, ya que el amor no es algo que se hace, aunque popularmente se
use la expresión. La civilización occidental ha entendido al sexo verdadero
como una donación, la cual es la culminación de la expresión del amor
entre el hombre y la mujer, capaz de transmitir el don de la vida.21 22 ¿Pero
a eso lo puede entender un niño de 5 años, a quien están dirigidas las
palabras citadas más arriba?

Solamente la familia motiva por el amor a que un niño crezca


personalmente y la razón es simple: en la familia un niño se ve querido
simplemente por lo que es. En el trabajo una persona es valorada por su
productividad, en la escuela por su inteligencia, en el club deportivo por sus
habilidades, pero solo en la familia se ama a la persona simplemente por ser
quien es. Es una relación de amor.

Es por eso que el cristianismo siempre vio a la familia como la primera y


principal escuela de valores, esa “iglesia doméstica” como se la ha llamado
a veces. La familia es el ámbito propio de la formación de la persona, ya
que ahí se conforman las actitudes más profundas ante la vida. En la familia
se aprende a usar responsablemente la libertad y se aprende la virtud más
grande en el plano natural: la prudencia. No es porque sí que los hijos
permanecen tanto tiempo en sus hogares y no los abandonamos apenas
puedan abastecerse por sí mismos como lo hacen los demás mamíferos. Por
el contrario, Tomás de Aquino decía que permanecemos un largo tiempo en
familia para aprender a discernir el bien del mal y forjar principios y el
carácter necesario para vivir en libertad, de tal manera que se desarrolle esa
virtud llamada “prudencia”, por la cual la persona discierne por experiencia
los medios más adecuados para lograr un determinado fin, como es el
convertirse en personas de bien. La educación en la virtud de la prudencia
es una de las funciones más importantes de los padres con respecto a sus
hijos, para que después de mucha práctica puedan encaminarse por su
cuenta en el difícil camino de la vida.23 Los planteos ideológicos de la ESI
desconocen esta realidad por completo y les niegan a los padres esa labor
fundacional del carácter de sus hijos. La personalidad es un logro de la
familia, porque en ese contexto atravesamos las vivencias más comunes y la
escuela viene en segundo lugar y en ayuda de los padres para poner en
práctica lo que ellos les enseñan.

Además, la familia está formada por la gran complementariedad del padre y


la madre. Como vimos más arriba, donde falte alguno de los dos, falta un
elemento constituyente y que siempre, de una manera u otra, afectará el
desarrollo psicológico y afectivo del niño, quien requerirá de colaboración
externa para ayudarlo a madurar en el proceso de crecimiento psicoafectivo.
Es por eso que todo niño tiene derecho a un padre y a una madre y estos
tienen una responsabilidad enorme de brindar un amor que es incondicional.

Padres y madres de familia, ustedes son los primeros educadores de sus


hijos. No solo reclamen ese derecho, sino que vívanlo. No le regalen sus
hijos a un Estado empecinado en ideologizar e hipersexualizar a sus niños y
jóvenes. Eduquen a sus hijos en las virtudes y en el amor, porque solo así
“triunfarán” en esta vida. Cualquier otro objetivo es ideología.
1

Rosaura Barrios, “Es falso que cada institución puede decidir qué tipo de
educación quiere dar”, Primera Edición, Noviembre 6, 2018, Misiones.
2

CE Raúl Piña, “El Gobierno se vuelca contra el pin parental: “Los hijos no
pertenecen a los padres de ninguna manera””, El Mundo, Madrid, 17 de
enero, 2020.
3

Lauren Bialystok, ““My Child, My Choice”? Mandatory Curriculum, Sex,


and the Conscience of Parents”, Educational theory, 2018, 68, no. 1.
4

Cf. Firestone, The Dialectic of Sex, p. 11.


5

Cf. Ibid., p. 218.


6

Cf. Ibid., p. 227.


7

CElbid.,p. 229.
8

Ibid., p. 233.
9

Cf. Ibid., p. 207.


10

Barrios, Es falso que cada institución puede decidir qué tipo de educación
quiere dar.
11

Cf. Raymond J. de Souza, “Trudeau’s love of dictatorships is showingagain


at home”, National Post, Jan 17,2018.
12

Barrios, Es falso que cada institución puede decidir qué tipo de educación
quiere dar.
13

13.Ibid,
14

Ibid.
15

CE California Department of Education, “Comprehensive Sexual Health”.


16

Cf. Shirin Rajaee, Rocklin Parents Grill School Board Over Transgender
Discussions In Kindergarten”, CBS Sacramento, Sacramento, August 22,
2017.
17
Cf. Asaf Orr y Joel Baum, Schools In Transition: A Guide for Supporting
Transgender Students in K-12 Schools, Human Rights Campaign, 2018, p.
30.
18

Javier Navascués, “José María Alsina afirma que la invasión del Estado es
contra la naturaleza de la educación”, InfoCatólica, 4 de marzo, 2021.
19

19.Ibid.
20

Mateo 18:6. Por escándalo se entiende la actitud o comportamiento que


induce a otro a hacer el mal, lo cual aplica perfectamente al plan ideológico
de la ESI.
21

Marina, Educación Sexual Integral para la Educación inicial, p. 29.


22

Cf. Manilla y Ruiz Pereda, Sexo con alma y cuerpo, p. 6.


23

Cf Aquino, Summa Contra Gentiles, cap. 122.


CONCLUSIÓN
fik I uestra civilización está viviendo un momento crucial para su
supervivencia y se EB9 manifiesta principalmente en la lucha entre la
verdad y la mentira o, como algu-B ti nos suelen calificar esta batalla, entre
la verdad y la postverdad. Este proyecto ideológico de reseteo cultural tiene
una larga historia o “arquitectura ideológica”, como vimos al comienzo del
libro. Hoy en día esta revolución se manifiesta principalmente “identitaria”
y en un intento de supuesta liberación busca destruir todo lo que encuentra
en su camino.

Es en ese contexto que hay que considerar a la ESI como herramienta


ideológica de adoctrinamiento. La bajada de línea desde la ONU y sus
dependencias para imponer la ESI en nuestros países es parte del proyecto
ideológico globalizador que pretende lograr una revolución cultural y moral
en nuestras sociedades. La ESI no es más que una herramienta para esta
revolución antropológica y llevar así un cambio social y radical
comenzando por cada uno de nuestros hijos. Por más que la presenten como
una herramienta para prevenir enfermedades o embarazos en la
adolescencia, en cuanto tal ha sido un fracaso. Además, dichos programas
no ofrecen una educación sexual, sino una mera enseñanza de la práctica
genital.1

Teniendo en cuenta las mentiras que te cuentan y las verdades que te


ocultan estos programas de ESI, parece evidente que lo único que buscan
lograr es un adulto sin ningún tipo de freno sexual, totalmente abierto y
dispuesto a cualquier tipo de actividad sexual, que tolera y acepta diversos
estilos de vida sexual, que practica el sexo “seguro” en cada encuentro, que
se ha liberado de “categorías opresivas” como el ser hombre o mujer y que
no busca como ideal de vida el matrimonio y la vida familiar. Y aquí el
abrir de ojos: nos dijeron que se trataba de evitar enfermedades, abusos,
embarazos, pero, en realidad, lo podrían haber resumido en una sola frase:
adoctrinamiento ideológico.

Hoy nos quieren hacer creer que la cuestión del género, la orientación
sexual, los “derechos reproductivos”, el aborto, son los temas centrales de
la vida política. Sin embargo, la cuestión central de la vida política es cómo
debemos ordenar y orientar nuestras vidas como sociedad y esto se logra
solo a partir de principios y datos verdaderos. Cualquier otro intento es
ideología. Por eso es nuestra esperanza que, por medio de este libro, tanto
adolescentes, como padres, educadores, profesionales, legisladores y
políticos se den cuenta de que los programas de ESI forman parte de un
programa mucho más amplio y al que podemos llamar un verdadero
“reseteo cultural”. Además, estos programas son irresponsables y
deshonestos y son los niños y jóvenes quienes van a pagar el precio de esta
catástrofe.

Sin pretender que el lector caiga en el pesimismo total, hay que ser realistas
y darnos cuenta de que estamos ante un cambio de civilización que ya lleva
varios siglos en marcha y estamos sumidos en una verdadera batalla
cultural, ya que no todos han caído víctimas del progresismo y el hombre
idiota que surgió en consecuencia. Este nuevo reseteo cultural hacia una
verdadera cultura de la muerte, sin trascendencia ni valor que transmitir a
las generaciones venideras, nos ha impuesto una agenda que ha venido a
quedarse, tales como el aborto, las uniones del mismo sexo y prontamente
uniones y adopciones múltiples (como ocurre ya en Canadá), la eutanasia,
la legitimación cultural de la pedofilia, la pérdida de derechos parentales en
cuestiones de identidad de género y orientación sexual, aplicaciones
biotecnológicas para controlar la “calidad” del ser humano, el
transhumanismo, la penetración del progresismo en la Iglesia que está
logrando que el Cristianismo mismo sea adulterado,2 etc.

Ante el futuro que se asoma, es fácil caer en la desesperación al darnos


cuenta de que hoy en día es prácticamente imposible proponer
públicamente un ideal sublime y trascendente del ser humano que sea
aceptado por todos, o que la sociedad sea un reflejo de los ideales que la
civilización cristiana parcialmente logró establecer siguiendo el mandato
del Evangelio. Pero en la situación actual ¿qué podemos hacer al respecto?
Sin pretender dar una solución al problema cultural que nos rodea, o tratar
de iluminar con respecto a toda acción posible, nos parece oportuno
considerar algunos aspectos centrales para dar esperanza y consejos que
pueden ser oportunos.
En primer lugar, tenemos que recordar que “no hay nada nuevo bajo el
sol”.3 O como dice un popular dicho atribuido a Mark Twain: “La historia
no se repite, pero rima”. Históricamente, hubo un día en que la civilización
cristiana no existía y los creyentes se reducían a una minoría totalmente
marginal dentro de una sociedad pagana y pluralista. El cristiano del siglo I
y II vivía bajo sospecha por el hecho de que su visión teológica era
eminentemente política al sostener que Cristo era Rey del Universo y, por lo
tanto, la sociedad debía ser moldeada de acuerdo con esta visión. Los
primeros cristianos esperaron pacientemente y, cuando el Imperio Romano
colapso por su corrupción interna e inmoralidad, estuvieron preparados para
levantar a Roma de las cenizas, salvando lo que debía ser salvado y
transformando así a la Civilización Occidental por medio de un objetivo y
significación trascendente, ya que partieron de la pregunta básica que toda
sociedad debe hacerse: la cuestión acerca de la divinidad. Hoy vivimos una
situación parecida, sumergidos en una sociedad “pluralista” que acepta
cualquier visión menos la tradición cristiana debido a que el cristianismo ve
a la revolución sexual e identitaria como inmoral y antinatural. Es más,
vivimos en una verdadera sociedad postcristiana? Desde esta perspectiva, el
cristianismo se vuelve paradójicamente inmoral, inaceptable y enemigo de
la sociedad contemporánea. Estamos viviendo en una época en la que en
cuanto a los efectos es ilegal ser cristiano o sostener la ley natural bajo pena
de ser condenado por intolerante, homofóbico o discriminador. ¿Cómo
sobrevivir en una situación así?

En segundo lugar, no podemos enfrentar solos la embestida progresista. Así


como la mala compañía puede corromper moralmente a una persona,
también la buena compañía puede guiarnos hacia un objetivo trascendente y
que dé sentido a nuestras vidas. Es necesario forjar comunidades y
movimientos sociales, religiosos y políticos que en la unión de ideales
encuentren su fuerza y constituyan una verdadera “contracultura” donde se
viva intensamente el ideal trascendente de ser humano. Históricamente esto
ha sido llevado a cabo por las iglesias y diversas comunidades religiosas,
aunque hoy en día, salvo excepciones, es cosa del pasado. Por eso es
necesario y clave volver a fortalecer ya sea a esas mismas comunidades o
constituir nuevos modelos, pero para eso se necesitan líderes religiosos que
tengan valentía y claridad de ideas, líderes culturales que aglutinen el
movimiento en defensa de la vida y la familia y líderes políticos que
materialicen este combate con medidas concretas. En nuestra opinión,
ciertos movimientos e instituciones han sido penetradas de tal manera por la
ideología progresista que tratar de rescatarlas es “gastar pólvora en
chimangos”? Es clave ser buenos ciudadanos y vivir de acuerdo con una ley
natural que el mundo de hoy rechaza: vivir en el mundo, pero sin pertenecer
a él, con un realismo que impacte y cuyas vidas sean un testimonio viviente
de que el ideal identitario e hipersexualizado del hombre moderno es falso y
conduce a

4. Dos libros recomendados para entender el carácter postcristiano de


nuestra sociedad actual y cómo vivir en ella son los de Rod Dreher, La
opción benedictina: Una estrategia para los cristianos en una sociedad
postcristiana, Madrid, Encuentro, 2018; Charles J. Chaput, Extranjeros
en tierra extraña: Vivir como católicos en un mundo postcristiano,
Madrid, Ediciones Palabra, 2017.

5. El chimango es un ave que, aunque tiene un gran tamaño, es


inservible en cuanto alimento, por lo que en Argentina se usa
comúnmente este dicho para significar que hay cosas que ya están
perdidas y no tiene sentido invertir fuerzas en rescatarlas.

la muerte. Solo así el ser humano podrá experimentar una felicidad


verdadera, la cual siempre es atractiva y jamás se encontrará en una marcha
del orgullo LGBT. El camino está en curso, pero hay mucho más por hacer
ya que es un camino largo y que tomara varias generaciones. Sin una visión
de futuro y constancia esto nunca se lograra. Esto nos lleva al siguiente
punto.

En tercer lugar, tenemos que ser conscientes del problema cultural actual,
que antes que político o económico es eminentemente cultural. Tanto este
libro como Atrapado en el cuerpo equivocado ciertamente han tenido como
objetivo principal el dar una visión concisa de lo que estamos viviendo, ya
que es clave conocer un problema en profundidad antes de pretender dar
una solución. En el presente caso, es clave conocer la arquitectura
ideológica de la revolución cultural actual y saber identificar las mentiras y
falacias que nos proponen como modelo a seguir. La formación es clave en
esta batalla cultural, especialmente la formación de líderes políticos, de
comunidades religiosas, movimientos sociales, centros educativos y padres
de familia. La crisis actual que se vive dentro del seno de la Iglesia, por
ejemplo, se debe principalmente a la penetración de ideologías
antinaturales, lo cual se hace más fácil mientras menos formados estén los
líderes de una comunidad. Y hoy es más importante que nunca el formarse
bien por una simple razón: en el pasado existía toda una cultura basada en
valores tradicionales que, en cierta manera, suplía cualquier deficiencia en
la formación. Hoy en día esa cultura no existe y si los padres no están bien
formados y preparados serán incapaces de llenar el vacío cultural creado
por la revolución cultural actual. Si queremos generar una revolución
contracultural, debemos estar formados antes que cualquier otra cosa, ya
que el cambio que se requiere es cultural y ni la política ni la economía
podrán solucionarlos.6 Para esto será esencial defender los derechos de los
padres y la libertad religiosa.7

En cuarto lugar, no debemos caer en la trampa ideológica de usar las


categorías conceptuales del enemigo, por el simple hecho de que estas
categorías son falsas y se fundamentan en presupuestos ideológicos. La
actividad sexual no configura o determina la constitución personal, por lo
que jamás deberíamos emplear el acrónimo LGBTQ+ para significar la
identidad de una persona. La “identidad de género” es una categoría
subjetiva y falsa. No podemos caer en la trampa de aceptar como reales
identidades tales como “LGBT por la vida”, o “católicos LGBT”, “gais por
Cristo”, “transexuales

6. La presidencia de Trump, por ejemplo, supuso un freno a la agenda


globalista y progresista, pero no frenó el declive cultural de la sociedad
norteamericana, ya que hoy en día el poder político no basta para
encauzar una sociedad destruida moralmente. Se requiere de un
cambio cultural absoluto.

7. Para profundizar más este aspecto, ver Pablo' Muñoz Iturrieta, El


significado de la libertad religiosa en la esfera pública, Ontario,
Metanoia Press, 2021.

devotos del Sagrado Corazón” o la combinación que sea. Porque estas


identidades no son reales y punto, y cualquier solución que parta de
principios ideológicos va a estar equivocada. Ciertamente que debemos
trabajar con estas personas, tener compasión, ayudarlos, se deben crear
planes pastorales al respecto, pero nunca caer en la trampa ideológica de
reconocer esas “identidades” como verdaderas, porque no lo son. Bajo una
falsa misericordia es que la revolución identitaria está penetrando en las
iglesias. Las identidades sexuales LGBT son categorías ficticias, porque
niegan la realidad de la naturaleza humana, no hacen referencia a un
fundamento natural (biológico), además de simplificar la compleja realidad
de cada persona. La realidad del ser humano como hombre y mujer es parte
integral de nuestra Civilización Occidental, de nuestras instituciones, del
matrimonio, de nuestra fe, y el negar esta realidad no puede desembocar
más que en la destrucción de todo lo que se sigue de esa realidad.

En quinto lugar, otro gran problema que enfrenta nuestra sociedad es que no
se sabe amar. Esto es fruto de la revolución sexual e identitaria que ha
reducido al ser humano al mero placer genital. Como consecuencia directa,
se ha perdido la capacidad de enseñar a amar. No es de extrañar, entonces,
que el egoísmo y el odio sean los sentimientos característicos del mundo
contemporáneo. La hipersexualización propuesta por la ESI termina
privando a los niños de su infancia y está teniendo consecuencias que están
a la vista de todos: peor alfabetización, peor educación y peor sentido del
pudor. Pero esta pseudocultura no podrá subsistir por mucho tiempo sin el
control de los impulsos, particularmente el impulso de agresión y el de
gratificación inmediata. ¿Cómo salir de esto? Por la educación en el amor.
El educar en el amor es tarea primordial de los padres, pero para eso se
debe formar uno primero y se debe tomar medidas concretas para educar en
el carácter a los hijos. Esto último es clave, porque solo una persona con
carácter es capaz de amar verdaderamente, porque el amor requiere
olvidarse de uno mismo, dejar de lado todo sentimentalismo y entregarse en
la consecución de lo bueno, lo justo y lo verdadero. ¿Cómo entendemos el
amor? ¿Qué concepto tenemos sobre el amor entre el varón y la mujer?
Saber amar es saber sacrificarse, es saber ordenar la propia vida para darlo
todo por quien se dice amar, es controlar los propios afectos para no
anteponerlos a nada y que estén al servicio del amor y de lo que entienda
como correcto. Es más, no se puede educar en la sexualidad a menos que se
eduque en el contexto del amor virtuoso, ya que lo que diferencia el sexo
animal de la actividad sexual humana es que en el ser humano la sexualidad
está íntimamente conectada a la capacidad de amar de la persona. Ser
humano significa no solo tener capacidad para razonar, sino también pata
amar profundamente.

En sexto lugar, continuando con lo anterior, es evidente que tal vez no


podamos cambiar el mundo o a otra persona, pero sí podemos cambiar
nuestra propia vida. El cambio debe comenzar en el interior, viviendo de
acuerdo con nuestros principios, sin traicionarlos, buscando un orden en lo
que hacemos, lo que significa que debemos tener una dirección concreta. En
el contexto de la familia, para los que tengan una, la respuesta debe ir por la
promoción de los valores, especialmente la educación en las virtudes, de
modo que formemos hijos que sean capaces de enfrentarse a la vida con un
proyecto que tenga sentido, que sean maduros, con carácter, con ideales,
que estén motivados por el amor, de tal manera que no sean como una
veleta que cualquier viento ideológico se los lleve hacia donde quiera la
masa. Pero para eso es necesario ordenar la familia, ya que la familia es la
primera y principal escuela de valores y de virtudes. Si esta revolución
cultural atenta contra el orden natural de las cosas, la respuesta debe apuntar
a potenciar la familia a través del fortalecimiento del matrimonio. Y esto va
a redundar en el bien de los hijos, ya que la familia es el mejor entorno para
los niños. Un matrimonio monógamo, unido, que engendra y protege a sus
hijos es lo mejor. Los estudios científicos citados en el capítulo 9 confirman
lo que todos ya sabemos: los niños crecen mejor en una familia estable y sin
grandes conflictos formada por el padre y la madre biológicos. Los hijos de
familias “diversas”, por otra parte, arrastran heridas que tarde o temprano
deberán superar.

En séptimo lugar, así como no podemos enfrentar solos la embestida


progresista, tampoco vamos a poder ofrecerles a nuestros hijos todo lo que
necesiten. Es imperioso, por lo tanto, crear instituciones que sean
subsidiarias del trabajo familiar. En este sentido hay que formar nuevas
escuelas que sirvan a la familia y potencien lo que el niño aprenda en ella.
Muchos padres consultan si sus hijos deben permanecer en el sistema. La
clave para tomar la decisión correcta es la siguiente: la escuela a la que
asisten mis hijos ¿está al servicio de la familia y potencia los ideales y
virtudes que aprenden en casa? O, por el contrario, ¿hay acaso una batalla
implícita o declarada entre mi familia y la escuela? O más claro aún, ¿en la
escuela se enseña y forma la inteligencia, voluntad y sentimientos de mis
hijos o es un centro de adoctrinamiento? En nuestra humilde opinión, si la
escuela no potencia el ambiente familiar, se vuelve una pérdida de tiempo,
pero si encima corrompe al niño, entonces se vuelve una institución
perversa. Por eso es necesario ponerse manos a la obra y formar
instituciones en las que haya una estrecha colaboración entre padres y
educadores para ofrecerles a nuestros hijos una educación armónica de la
inteligencia, voluntad, sentimientos y carácter.

En octavo lugar, es hora de apagar el televisor y prender el cerebro. ¿Qué


quiere decir esto? Debemos tener un cuidado enorme con los medios de
comunicación, redes sociales, internet, televisión, porque es un hecho que
los medios hegemónicos trabajan activamente para acelerar el proceso de
revolución cultural, como vimos en los capítulos 3 y 4. No tenemos que ser
ingenuos y debemos controlar lo que uno mira y lo que miran nuestros
hijos. Un simple análisis basta para darse cuenta de que los medios de
comunicación que transmiten un concepto ideologizado del ser humano,
centrado en su “identidad”, inmanente, cerrado a la trascendencia,
materializado, sexualizado y cosificado. Además, la tecnología nos da la
falsa percepción de que el pasado es siempre inferior al presente y esto es
una falacia que muchas veces nos ha configurado la manera de pensar. Si el
iPhone 12 Pro Max tiene una superioridad absoluta sobre el primer iPhone,
esto no significa que esta superioridad tecnológica aplique a otros campos.
Este es un error central en la ideología “progresista”. El progresista es tal
porque rechaza el pasado como fuente de sabiduría para el presente. Pero lo
curioso es que lo hace destruyendo y rescribiendo el pasado con una actitud
antihistórica e iconoclasta, en el sentido que reescribe la historia a su gusto
para así proponer una clara agenda política e ideológica. Se inventa un
pasado intolerante, opresivo, para así justificar las medidas ideológicas de
su agenda “tolerante”, “diversa” e “inclusiva”. Es un hecho que la
educación contemporánea enseña el olvido en lugar de la historia y
tergiversa la historia bajo la apariencia de memoria. Y los medios de
comunicación profundizan este problema. Por eso, nuevamente, hay que
apagar el televisor y prender el cerebro.

Finalmente, tenemos que ser responsables. Que cada uno haga bien, lo
mejor que pueda, aquello que le corresponde hacer. El espíritu mediocre
nunca ha logrado nada. Es hora de responsabilizarnos y evitar buscar
enemigos en los que culpar la realidad personal. La victimización es una de
las características principales del ser humano psicológico identitario.
Vivimos inmersos en una cultura de la victimización, por lo que la puerta de
salida en una situación así será siempre la responsabilidad de las propias
acciones. Nunca es tarde para poner orden a la vida, tomar
responsablemente nuestro destino y así trascender el caos social en el que
nos tocó vivir. ¿Por dónde empezar este cambio personal ya sea para ser
mejor o para ponerle freno a la miseria de cada día? Toma tu peor
costumbre y trabaja en hacer exactamente lo opuesto, ya que así se
comienza el camino que lleva a la disciplina personal y la virtud.
Paradójicamente, es condición para poder vivir en la verdad.

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LAS VERDADES

que te OCU LT A N

Pablo Muñoz Iturríeta es doctor en Filosofía Política y Legal obtenido en


Canadá y magister en psicología filosófica, obtenido en los Estados Unidos.
Es autor de Atrapado en el cuerpo equivocado (2018) y El significado de la
libertad religiosa (2020), además de numerosos capítulos de colaboración y
artículos científicos. Ha dictado conferencias en más de 100 ciudades en 15
países y ha sido invitado a exponer en más de 30 universidades.

Quienes vivimos en el siglo XXI somos testigos de una revolución o


"reseteo" cultural que se profundiza cada día más y se manifiesta
claramente en la Agenda 2030 para el desarrollo sustentadle. El libro Las
mentiras que te cuentan, las verdades que te ocultan busca aclarar el
proceso de adoctrinamiento cultural actual, el cual tiene como fin verdadero
reformatear culturalmente la mente de niños y jóvenes para que por sí
mismos, y no por presión estatal, abracen la revolución ideológica
identitaria. Pero este programa tiene una falla debido a que procede de
presupuestos ideológicos y, por lo tanto, tiene una característica
inescapable: la mentira. Ya que es imposible propagar esta ideología sin
emplear falacias y planteos mentirosos, el libro busca desmantelar todas
“las mentiras que te cuentan", contrarrestándolas con "las verdades que te
ocultan". Las ¡deas que surgen en esta lucha cultural se imponen
condicionando la vida política y económica de las naciones y el plano
internacional, por lo que es necesario contrarrestar todo proyecto ideológico
que apunta al reformateo intelectual de Occidente.

METANQIA p“ss
1

Cf. Munilla y Ruiz Pereda, Sexo con alma y cuerpo, 7.


2

En el libro del Apocalipsis, se dice en la séptima visión que los paganos


profanarán el Templo y pisotearán la Ciudad Santa, lo que Leonardo
Castellani interpreta como la adulteración de la Iglesia, vacía ya de dogma y
rellenada con idolatría. Ver Leonardo Castellani, El Apokalypsis de San
Juan, 4 ed., Buenos Aires, Ediciones Dictio, 1977, p. 127.
3

Eclesiastés 1, 9.
/UHT.VS
LAS VERDADES

OCULTAN

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