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CAPITULOX
PARTE SEGUNDA
OTROS TRIBUTOS
l. NOCIÓN DE TASA.
en principio gratuita, lo que se puede alterar si el Estado resuelve uti- como consecuencia de haberse verificado una actividad prestada por e]
lizar su poder de imperio para exigir prestaciones a los individuos a Estado que de alguna manera afecte a dicho contribuyente.
quienes tales actuaciones ataüan. Es respecto del alcance que se le debe asignar al servicio o activi-
Si respecto de receptores individuales de estas fwiciones el Esta- dad justificante de la tasa donde se han observado mayores dificulta-
do resuelve modificar su gratuidad, ello es en uso de su poder de impe- d~s, tanto para la doctrina como para la jurisprudencia, que han esgri-
rio sobre la base del cual cobra sumas de dinero a estos receptores de mido posturas categóricamente disímiles, las cuales requieren un
a~aciones del Estado. Esos pagos son obligatorios y su denominación anáHsis realizado con la mayor objetividad y prudencia posibles. De la
más común es la de "tasas". posición que en definitiva se termine adoptando surgirán conclusiones
Por otro lado, actuando en el mundo globalizado, las modernas y actitudes muy distintas, tanto por parte de los fiscos como de los
democracias occidentales han advertido que si el proceso no es acompa- eventuales contribuyentes de las distintas tasas que integran la legis-
ñado por acciones de protección mínima para la comunidad, ésta se lación de un país, tanto a nivel nacional como provincial y, especial-
hallará expuesta a los peligros de la delincuencia, del hambre, de la mente, municipal.
ancianidad desvalida, de la falta de instrucción siquiera mínima, del Para tratar este tema, harto delicado, es necesario examinar tres
auge de la droga y de otros tantos costos imposibles de sosl~~ar. de las principales teorías que se han esbozado al respecto.
Esto ha obligado a revisar conceptos. La nueva concepCionhacen-
dística advierte que ahora la división entre servicios esenciales Y 3.1. Prestación potencial.
no esenciales ya no depende de que los servicios hagan a la razón de
ser del Estado o a su soberanía, ni de que su prestación sea exclusiva e Esta tesis admite que es suficiente la descripción del servicio y su
indelegable, sino de que se subordine al grado de prioridad que para la ofrecimiento a los vecinos para que surja la exigibilidad del tributo.
población llegan a adquirir ciertas necesidades. . . Basta con la rea] y concreta posibilidad de que la actividad estatal se
Hemos dado tal carácter a la seguridad social, a la mstrucc1ón en cumpla.
sentido amplio y a la salud individual y general de la comunidad. Se sostiene que es legítimo el cobro de la tasa desde el momento
Los modernos Estados de derecho, pretendiendo integrar un fe- en que el fisco impositor ha incurrido en erogaciones, a veces de alto
nómeno global que lleva ínsita la desocupación, no pueden prescindir monto, para organizar la prestación de un servicio,el que estará "siempre
de suministrar obligatoria y gratuitamente tales servicios. No obstan- listo" para cuando surja su requerimjento por los particulares.
te ni la Constitución nacional ni las leyes fundamentales impiden que En otras palabras, no es imprescindible que el servicio se preste
di~ha gratuidad pueda ser alterada en ejercicio del poder de imperio a un individuo en particular, sino que se haUe adecuadamente prepa-
respecto de quienes son receptores, en mayor o menor medida, de ~stos rado para su uso (p.ej., 1a creación de un cuerpo de bomberos sostenido
servicios. Si así sucede, su prestación a ciertas personas con sufiCJente por Wl municipio o la existencia de una sala de primeros auxilios).
capacidad de pago torna equitativo y justo que el Estado trasforme la Para quienes se enrolan en esta posición, la exigencia inalterable
gratuidad en una cierta onerosidad. Las sumas que al efecto se cobran de que se verifique una efectiva prestación del servicio trasformaría en
coactivamente reciben habitualmente el nombre de "tasas". Por ejem- ilusoria la recaudación de ciertas tasas cuya legitimidad es indudable.
plo, puede haber tasas por mantenimiento de higiene, inspeccion~s _de Es así que resultaría imposible cobrar a cada uno de los vecínos el uso
salubridad, tareas de desinfección, recolección de basura, seTVIc1os que haga del alumbrado público, pues dependería, entre otras cosas,
cloaca.les, higienización de terrenos baldíos, ciertas prestaciones de del horario en que el contribuyente recorra o utilice la ciudad.
salud, ciertos tipos de instrucción o adiestramiento, etc. Guillermo Patricio Galli adhiere a esta posición con los siguien-
tes argumentos: "Por su parte, la doctrina se inclina por entender que
no es necesario que en el caso determinado se haya prestado efectiva-
3. EL PROBLEMA DE LA PRES'fAClÓN DE SERVICIOS. mente el servicio al obligado al pago. En tal sentido, una vez abandona-
do[. .. ], el principio de la ventaja como elemento esencial o causa de la
Conforme dijimos al definir la tasa (puntos 1 y 2 de este capítulo), tasa, el análisis de este tributo no se basó en función de dicho beneficio,
la prestación de servicios es un recaudo esencial para la validez de es~a sino sobre el servicio mismo que presta el Estado. Lo importante como
especie de tributo, que exige que la obligación del contribuyente surJa fundamento del gravamen es la existencia de una organización admi-
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Tributario realizadas en Venezuela en octubre de 1991, se afirmó: "Es
nistrativa que esté en condiciones de prestar el servicio que da origen a de la esencia de la tasa que el servicio estatal que constituye
la imposición del tributo". . su presupuesto de hecho sea prestado efectivamente por la
Refiriéndose ajurispro.dencia, el autor antes ettado re~onoce que Administración al contribuyente, aun cuando éste se resista
ést.a ha tendido por lo general a interpret3:r _quela ~asa s~lo se debe a recibirlo".
existiendo una efectiva prestación del serv1c10,part1culanzada en el Según esta postura, la prestación efectiva del servicio al contri-
contribuyente; ello es así por cuanto, al tratar la ~aduación d~l monto buyente es uno de los elementos caracterizantes más importantes para
de la tasa generalmente se ha enrolado en la comente que sostien~ que distinguir a la tasa de las otras especies tributarias, particularmente
ella se debe en virtud de una ventaja preferencial acordada al obligado del impuesto. En caso de conflicto, la carga de la prueba de la efectiva
a su pago (C.S.N., "Fallos", t. 270, p. 468). No obst~t~, agrega que, prestación del servicio debe corresponder a la Administración.
sin embargo, tal principio se halla atemperado por distmtos ~all_os,en Quienes adhieren a esta tesis hallan su respaldo jurisprudencia!
cuanto reconocen la posibilidad del cobro del tributo con antenond~d a más sólido en el fallo de la C.S.N. en el caso "Cía. Química" (fallo del 5/
la actividad estatal, o bien, partiendo de la presunción de la legahd?-d 9/89, publicado en "Doctrina Tributaria" n~ 116, diciembre de 1989, ps.
de los tribu_tos concluyen en aquella de la efectividad de las prestacio- 327 y ss.), especialmente en el voto ampliatorio del doctor Belluscio.
nes eorrespondientes, por lo que en caso de impugn~r la tas~ ~r falta En el pronwiciamiento de la Corte, entre otras cosas, se dijo:
de prestación, corresponde a quien lo alega probar dicha ormsion (S:C. "Que todos los precedentes citados suponen, empero, la
Bs.As., 2213/69, "E.D.", 20,542; 22/6/66, "E.D.", 20,456) (autor ,c1t:, existencia de un requisito fundamental respecto de las tasas,
Recursos públicos, ps. 165 y ss. de la obra Manual de finanzas publi- como es que al cobro de dicho tributo debe corresporuler siem•
cas, especialmente, ps. 207 y 208~. . . .. . . pre la concreta, efectiva e irulividualizada.prestación de un.
Más recientemente, algunaJunsprodenc1a ha adnntido la pos1b1- servicio relativo a algo n.o menos i,uJ,ividualiz:ado (bien o acto
lidad de prestación potencial_cuando, tr_atand~ el impuesto Y la tasa, del contribuyente)".
ha. afirmado "...que ambos tributos se diferencian :11: cuanto al pre~u- Ese pronunciamiento, como se dijo, viene acompañado de una
p~sto de hecho adoptado por la ley para poder exigir!o: la prestación ampliación que el doctor Belluscio realiza en su voto, agregando funda-
efectiva o poúneial de una actividad de interés público qu~ afec_taal mentos propios a los expresados unánimemente por los cincos miem-
obligado en el ,caso de la tasa; el ha~larse ~n una de las situ_aciones bros que integraban en ese momento la C.S.N. Lo manifestado por el
considera.das por la ley como hecho imponible en el caso del impu_e~- doctor Belluscio es lo que en general ha sido considerado como plena-
to" {fallo "Nobleza Piccardo c. Municipa~~a~ de Ge~er~l San_Mart1:11,,• mente respaldatorio de la teoría en examen.
S.C. Bs. As.,28/11/95, publicado en "Penodico Econormco Tributario , Cabe destacar que calificada doctrina ha concluído en que el ver-
2214196,p. 17). , . . dadero alcance del fallo emitido por la Corte en "Cía. Química", tenien-
E1Modelo de Código Tributario para Amenca Latina acep~ que do en cuenta los precedentes citados por el máximo tribunal, se asienta
Ja tasa pueda surgir tanto de la prestación efectiva como potencial del en la idea de que "en la medida que haya una efectiva e indi-
~emcio (art. 16}. . vidualizada prestación del servicio habrá una pret.ensión vá-
Dino,Jarach entre otros, ha criticado esta modalidad, sosteme~- lida del cobro de la tasa".
do que ~l tesis h; sido la defensa habitual de_l~s municipios argenti- De aceptar este criterio, caerían las tasas municipales que gra-
nos parajastificar tasas recaudadas por seTVJ.cios no presqi.¿os. Afir- van actividades comerciales, industriales y de servicios u otras análo-
ma el mismo autor que le parece inaceptable que la tasa se_pueda gas, toda vez que los ordenamientos tributarios (y, en especial, los
justificar en un :servicioindividualizado pero mer~ente p~tencial ,~au- municipales) han delineado sus tasas describiendo servicios que efec-
tor cit., Análisis del Código Tributario para Améru:a Latina, en Im- tivamente se suelen prestar pero que prescinden de la particula-
puestos", t. XXIX, p. 189). rización.
Sin embargo, cabe tener en cuenta la opinión de Sferco, que al
3.2. Prestación efectiva y particularizada. analizar el pronunciamiento que nos ocupa expresa: "En rigor, la
clásica concepción administrativista de que el impuesto tie-
Esta tesitura exige la efectiva prestación del servicio particulari- ne por destino rentas generales y en cambio la tasa va dirigí-
zado en el obli,gado.En las XV Jornadas Latinoamericanas de Derecho
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da 8 retribuír servicios divisibles y mensurables en cabeza servicios de alumbrado, limpieza de calles, aguas corrientes
de cada uno de los contribuyentes, se ve hoy superada ante y desagües, se tiene en mira el interés de la colectividad" (au-
las actuales prácticas financieras, de suerte que es acept:ido tor y ob. cits., 6! ed., t. 2, p. 1063).
que en orden al sostén de las necesidades públicas ~ ad1n1tan La doctrina tributaria ha seguido los lineamientos ya elaborados
servicios a modo de prestaciones de interés ~omurutario ~ue por Miguel S. Marienhoff cuando, para poder establecer con precisión
resultan (in)divisibles en cabeza de determi~dos ~ontribu- la naturaleza de la relación que se crea entre el usuario de W1 servicio
yentes. De allí que lo que en realidad se estana _retnb~y!ndo público y el Estado prestador, distingue los servicios públicos uti uniuersi
constituyen servicios indivisibles (v.gr. seg~r1dad, h1g1e~~• de los uti singuli. Así, concluye que, tratándose de servicios públicos
salubridad, moralidad, etc.), cuya destinatar1~ es ~a col~ct~v_1- uti universi, la relación usuario-Estado es meramente "legal"; no es
dad en conjunto" (José María Sferco, Tasa retributiva Y Justicia nunca contractual, porque el usuario efectivo es "cualquiera del pue-
tributaria, en "Impuestos", t. XLVII-B,p. 2272 Y ss.). blo", una persona indeterminada. El verdadero usuario no es el indivi-
duo sino la comunidad, sirviendo de ejemplo la policía de seguridad o la
S.3. Prestación efectiva del servicio descrito en f onna amplia. inspección de bromatología.
En respaldo de esta tesis se ha dicho que "cuando el servicio
Quienes sustentan esta posición, a la cual ~~iero, aseveran que que deba realizar el Estado ha sido instituído en ventaja o
el servicio debe ser efectivamente prestado, admitiendo que en algunos utilidad del particular, el mismo debe ser concretamente pres-
casos el tributo se cobra por Wl servicio particularizado, en tanto que tado a quien lo paga, pues la contribución del último recibe
en otras situaciones el servicio efectivizado debe ser evaluado en un su causa en el beneficio recibido; pero la situación difiere
contexto general. . ,, ., . . . . cuando el servicio ha sido instituído con finalidades de inte-
Es claro que la "tesis restringida (prestac1on md1v1dualizada_)es rés general, teniendo en mira la colectividad, pues entonces
aplicable a aqo.ellas tasas en las cuales el administrad~ queda particu- la tasa debe pagarse en tanto se lleve a cabo la actividad ad-
larmente alcanzado por el servicio. Así ocurre con el tnb~to que gra~a ministrativa prevista por la ley" (Tribunal Fiscal de la Plata,
la inscripción en el Registro de la Propiedad o en cual~u.1er~tro regis- fallo publicado en "L.L.", t. 89, p. 434).
tro, la recepción de un documento de identid~_d,las ?•v~rs10nes o !o_s Nos convence esta tesis, especialmente en materia de munici-
espectáculos públicos, los servicios de protecc10n samtana, la publici- pios, ya que éstos aplican asiduamente la tasa al comercio, la indus-
dad y la propaganda. . . tria y las prestaciones de servicio, integrando su hecho imponible con
Distinto es el supuesto en que el Estado presta servtcio~ que,be- actividades estatales no particularizables, según la tesis restringida.
nefician a t.odala comunidad dentro de la cual se e~~en~an m~lw~?s Pensamos que estos servicios que se describen con una cierta
los obligados al pago de ciertas tasas. No hay ah1 par_ticulanza~1.on vaguedad son pasibles de generar válido.mente el tributo "tasa", en la
estricta", pero los obligados son aquellos a los cual~s dichos ~e~1c1os medida en que, efectivamente, se cumplan.
atañen en mayor medida, porque gracias a ellos eJercen actividades Esto encuentra fundamento en que los servicios descritos no se
que les reportan ingresos a veces considera~l_es. . deben considerar en forma aislada, sino conjuntamente.
En tales casos, se proporcionan serv1c1oscomo la se~nda~, la En el caso de los municipios, donde el problema es acuciante en
salubridad, la higiene, que no se hallan estrictamente "part1culanz~- virtud del "agotamiento de materias imponibles" por el ente cen-
dos", pero cuyo cobro, como emanación del po~er fiscal del qu~ ~stán tral y los entes federados (provincias), el objeto de las actividades que
dotados los distintos niveles del Estado (y especialmente el mumCipal), describen estas tasas consiste en hacer lo necesario para lograr que las
resulta equitativo y adecuado. . . actividades lucrativas ejecutadas dentro de su ejido sean realizadas en
Enseña Carlos M. Giuliani Fonrouge que "los serv1c1os del forma ordenada, pacífica y segura. ¿Y qué hace el municipio para eso?
Estado se organizan en función del interés pú~lico, Y no d~l Controla el buen estado de los locales comerciales, profesionales, in-
particular[ ...]; cuando se inspeccionan come_rc1os, est?blec1- dustriales y de servicios en general, coordina el trasporte, ordena el
mientos fabriles o que desarrollan tareas p~hgrosas o ~nsalu- tránsito, numera las calles, da circulación en uno u otro sentido, regu-
bres, se atiende a circunstancias de seguridad colecbv~, de la el estacionamiento, dispone que los automotores particulares no en-
salud pública, de higiene del trabajo. Cuando se orgamzan tren en el microcentro, impide que ciertas actividades insalubres,
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malolientes o contaminantes se instalen en un cierto radio molestando a la colectividad (servicios uti uniuersi). En cambio, la contribución
a comercios o a estudios profesionales (como podría ser un peladero de especial necesita de una actividad o gasto estatal que repercuta
pollos, un taller mecánico o un club de equitación). Es el municipio beneficiosamente en el patrimonio o en la renta del contribuyente.
quien controla que no haya locales ruidosos dentro de ciertos barrios y
quien ejecuta otras múltiples funciones, quizás no tan notorias ni visi-
bles, pero que constituyen las reglas básicas para la promoción, ejerci- Ó. DCFERENCIA CON EL PRECIO,
cio y progreso de las actividades que se gravan, las actividades comer-
ciales, industriales y de servicios. Si no es el municipio el que presta La tasa es el tributo más cercano a los ingresos de derecho priva-
esta actividad, ninguna otra autoridad lo hace. do denominados "precios", y su distinción es un intrincado problema.
La conclusión de esta teoría es que siempre que se preste efecti- La discriminación no encierra solamente una cuestión práctica, sino
vamente un servicio, éste puede dar lugar a la tasa, aunque no se que, al contrario, la adscripción de un ingreso en una u otra categoría
particularice en una persona determinada, y en tanto esa persona constituye una premisa necesaria para resolver varias cuestiones prác-
realice actividades lucrativas imposibles de efectuar de no ticas. Por ejemplo, respecto del principio "solve et repete" (si se discute
contar con los servicios básicos de una localidad organizada. la legitimidad de un tributo, primero se debe pagar y luego accionar
judicialmente), el cual, en los países en que rige, se aplica a tributos
pero no a precios. También hay diferencias de competencia en los órga-
4. DIFERENCIA CON LOS OTROS TRIBtrrOS. nos judiciales o administrativos que resolverán las controversias, así
como en la vía de ejecución para el caso de incumplimiento.
La diferencia más evidente con el impuesto consiste en la vincu- Desde un punto de vista teórico, hay características propias esen-
lación de la tasa con una actividad estatal cuyas características hemos ciales e indiscutibles que distinguen nítidamente a las tasas de los
descrito, y que no existe en el impuesto. precios.
Se ha pretendido encontrar otras diferencias que no responden a El precio es un ingreso no tributario, cuya fuente jurídica radi-
]a realidad. Se ha argumentado, por ejemplo, que wia diferencia es la ca en el acuerdo de voluntades entre el Estado prestador del servicio y
ventaja que proporciona la tasa y que no existe en el impuesto. el usuario que paga por ese servicio.
Pero si bien es cierto que casi siempre el obligado obtiene prove- La tasa, por su parte, es una de las especies del género tributo y,
cho del servicio que da lugar a la tasa, en otras ocasiones éste no se da como tal, halla su fuente jurídica en la voluntad unilateral y coactiva
en absoluto, lo cual no altera la naturaleza de las sumas que debe del Estado, que impone al contribuyente el pago de una determinada
pagar el contribuyente por el solo hecho de realizar la actividad (p.ej., suma por la realización de una actividad o la prestación de un servicio
la tasa por sellado que paga quien tramita una autorización adminis- con r~lación a ese contribuyente.
trativa que le es denegada, o la tasa de justicia que paga el perdidoso Las características enunciadas son tan tajantes en cuanto a la
en un juicio). distinción, que parecen presagiar (erróneamente, por supuesto) que no
Tampoco es nota diferenciadora el hecho de que la tasa sea vo- habrá el menor problema para diferenciar tasa de precio.
luntaria, puesto que su cobro depende de que el particular demande El presagio es equivocado porque lo que en teoría es claro como )a
el servicio. luz del día, se sume en tinieblas cuando entramos en la noche de la
A veces es cierto que la tasa surge de la voluntariedad, en cuyo aplicación práctica. Desde este punto de vista, hallamos grandes difi-
caso se diferenciaría del impuesto por tal razón. Pero esta regla no cultades para discernir si una determinada prestación que se debe al
tiene valor constante. Se puede dar el caso de tasas exigidas con motivo Estado por la recepción de un servicio de parte de éste constituye una
de servicios que, si bien se particularizan respecto de una persona que tasa o un precio. Esta dificultad aflora en forma particularmente in-
debe pagarla, no dependen de su concreta solicitud. Tal lo que sucede, tensa en el caso de aquellos servicios monopolizados por el Estado que
por ejemplo, con el control de pesos y medidas, con las inspecciones de resultan imprescindibles a los ciudadanos para vivir con un mínimo de
tipo higiénico o con las tareas de salubridad y desinfección. decoro, o cuya demanda está impuesta por disposiciones legales. En
En cuanto a la diferencia entre tasa y contribución especial, la estos casos, el elemento voluntariedad que constitwría la fuente de la
primera requiere una actividad particularizada en el obligado (servi- obligación -en la hipótesis de que se trate de un precio- se desdibaja
cios uti singuli) o que de alguna manera le ataña, a la vez que beneficia total o casi totalmente, por la circunstancia de que la demanda del
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servicio constituye algo ineludible para el ciudadano y, por otro lado, política del legislador, no pueden enervar el principio básico de que los
porque éste carece totalmente de posibilidades de incidir en la fijación precios, a diferencia de las tasas y de las otras especies tributarias,
de las condiciones económicas del contrato (el cual sería un típico hallan su fuente jurídica en el acuerdo de voluntades entre el Estado
contrato de adhesión), lo que hace sumamente difícil identificar en prestador del servicio y el usuario o recept_orde éste, así como tampoco
la especie la existencia de un acuerdo de volwitades (conf. José Luis pueden llegar a invalidar la conclusión de que el elemento de distinción
Shaw, Tasas, precios e impuestos, Montevideo, 1993, p. 10). esencial entre la tasa y el precio es su diferente fuente jurídica: la
En definitiva, debemos reconocer que las trascendentes distincio- voluntad unilateral y coactiva del Estado, en el primer caso, y el acuer-
nes teóricas basadas en si el acto estatal es o no emanación de sobera- do de voluntades, en el segundo.
nía tropieza con insalvables dificultades, y se ha llegado a un punto en Por un lado, parece claro que, aun en el caso de contratos de
que no pasa de ser una plausible elucubración doctrinaria, que ni los adhesión, su celebración no signHica que no exista acuerdo de volunta-
legisladores ni los tribunales han seguido mayoritariamente. des, el cual se manifiesta en la libertad del potencial usuario de contra-
El paso siguiente consiste en aceptar que, una vez más, la cues- tar o no la prestación del servicio.
tión depende de la elección política del legislador y del régimen que se El problema se plantea, sin embargo, en el caso de aquellos servi-
haya decidido adoptar en cada país y en cada época. cios que resultan esenciales para el individuo, de los cuales no puede
En la República Argentina, la alternativa entre tasa y precio no prescindir para vivir con un mínimo de decoro, y que, además, están
está condicionada por la Constitución nacional, ni, en general, por con- monopolizados por el Estado. En ellos sí el elemento volwitariedad des-
ceptos ni calificaciones previas, los cuales no pasan de ser meritorias aparece total o casi totalmente, por la circunstancia de que la deman-
posiciones teórico-didácticas, que incluso, en muchas oportunidades, da del servicio constituye algo ineludible.
chocan con los regímenes legales. No obstante, la constatación de esta realidad no debe, a nuestro
Ello no obsta a la obvia afirmación de que se trata de dos institu- juicio, llevamos a concluír que existen precios cuya fuente jurídica no
tos diametralmente diferentes. es el acuerdo de voluntades sino la voluntad Wlilateral y coactiva del
La tasa incorpora una obligación ex lege de detéeho público; el Estado, ya que ello constituiría Wla contradicción conceptual. En todo
precio, una obligación ex contractu, normalmente de derecho priva- caso, si efectivamente no existe libertad para decidir la utilización o no
do. Pero no se trata tanto de decir que tasa y precio sólo se pueden del servicio monopolizado, sea que esa falta de libertad responda a cir-
diferenciar una vez examinado el régimen jurídico a que está sometido cunstancias de hecho ineludibles o, más aún, responda a una imposi-
el pago en cada ocasión que se analice, sino que se trata, precisamente,
de lo contrario. Tasa y precio son dos figuras jurídicas, dos técnicas, ción legal, debemos reflexionar si realmente nos hallamos ante un pre-
dos instituciones que incorporan un régimen jurídico diferente. El le- cio o si, por el contrario, no estaremos ante un verdadero tributo
gislador, a la hora de elegir entre tasa y precio, deberá tener presente disimulado bajo la apariencia formal de un precio, el cual podrá ser
el régimen jurídico que ta1 elección predetermina y, en virtud del régi- una tasa, un impuesto o aun una contribución especial, dependiendo
men que desee establecer, ya sea el de la obligación ex lege o el de la de los demás elementos que caractericen a la prestación del particular
obligación ex contractu, y fundamentalmente teniendo en cuenta las y al servicio o actividad que realice el Estado.
condicionantes constitucionales a que está sometido el establecimiento A ello podemos agregar que, si se trata de actuaciones estatales
de un tributo, deberá efectuar su elección. La elección del tributo im- que hacen a los cometidos esenciales del Estado (funciones públicas,
plica privilegios para la Administración (posibilidad de ejecución me- servicios esenciales), ellos deberían ser prestados gratuitamente a quie-
diante vía de apremio administrativa, crédito preferente, facultades nes los requieren o necesitan. Si el legislador altera la gratuidad y, en
probatorias especiales, etc.) y, como contrapartida, la intervención del base a su poder fiscal, resuelve cobrar el tributo "tasa" a los receptores
Legislativo en su establecimiento y los controles propios de los tributos o alcanzados de alguna manera por los servicios, queda automáti-
en su aplicación, pero no importa para la Administración los privile- camente borrado el esquema contractual de los precios públicos. Ya no
gios del tributo (José Luis Shaw, Tasas ... , ob. cit., p. 26, con cita de se trata de convenciones, sino del ejercicio del poder de impe-
Ferreiro Lapatza en las XV Jornadas Latinoamericanas de Derecho rio que justifica la imposición de tributos.
Tributario, Caracas, 1991).
No obstante compartir la tesis anterior, debe quedar en claro que
las consideraciones realizadas, que supeditan la diferencia a la elección
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dado en virtud de una tasa no puede exceder del costo total (o, al me-
6. GRADUACIÓN DE LA TASA. nos, parcial) de lo que al Estado demanda el servicio.
Si volvemos un poco para atrás y examinamos las posturas que
Nos hallamos ante uno de los temas más controvertidos del tri- actualmente predominan en cuanto a la naturaleza de los servicios que
buto en estudio, que al decir de Galli, y con razón, ha ~nsumido "mu- dan lugar a la tasa, podemos advertir cuán lejos está la posición anali-
chas letras de tinta y kilos de papel" (autor y ob. c1ts., p. 214). La zada de las finanzas actuales. Además, tanto el costo total como el
cuestión que se discute consiste en saber qué elementos deben incidir parcial resultan soluciones de imposible aplicación, toda vez que los
para establecer el monto que el contribuyente debe pagar en concepto autores no dan una explicación cierta y científica respecto del método
de tasa. para determinar ese costo total o parcial y la forma de distribución
Veamos cuáles son los criterios sustentados sobre el punto: entre los contribuyentes (conf. Galli, ob. cit., p. 215).
a) Una parte de la doctrina (Seligman, Laferriere, W aline, Mehl, No obstante, esta posición fue la que, en algún momento adoptó
Van Houtte) sostiene que la tasa debe ser graduada según el valor de la la Corte Suprema nacional, llegando a sostener que es de la "naturale-
ventaja que por el servicio obtiene el obligado. A su ve~, d~ntr,o de esta za de la tasa tener relación con el costo del servicio" ("Fallos", 201-545;
postura no hay unanimidad en cuanto al verdadero significado de tal 234-663). Claro está que ante las críticas adversas había debido reco-
ventaja. Para algunos, como Seligman, el único criterio aceptable p~ra nocer que la relación entre tasa y costo era "aproximada", aclarando
graduar la tasa es la ventaja subjetiva que el servicio presta a qwen que "es imposible fijar con exactitud ese costo individual del agua
reclama su prestación, no teniendo mayor incidencia el costo de ~ro- consumida, de la evacuación cloacal, de la basura recogida en el inte-
ducción. Se pone el ejemplo de ciertos servicios (como el de autentica- rior de las propiedades o en las calles fronteras, de la luz que éstas
ción) que pococuestan al Estado y en los cuales sólo el provecho obteni- reciben, de la inspección de políc(a higiénica o de seguridad, etc., y
do por el contribuyente puede servir de medida pa~a estable~er la por eso, para todos esos servicios se fijan contribuciones aproxima-
cuantía. Otros autores, como Pugliese, rechazan esta idea, y s~stien~n das, equitativas, que pueden dejar superávit en unos casos y déficit
que el quantum de la tasa debe ser determinado por la v_entaJaobJe- en otros, estableciéndose compensaciones en los cálculos hacendarios
tiva consistente en la utilidad que presuntamente cons1dera el Esta- más o menos acertados pero que los jueces no pueden revisar, siem-
do que les proporciona a los contribuyentes el servicio por el cual pagan pre que dicho monto no resulte extorsivo ni absorbente del bien o de
la tasa. su renta en forma tal que se lo pueda calificar de confiscatorio en los
De obtener ventaja el particular, el tributo se individualiza; ella términos del art. 17 de la Constitución nacional" ("Fallos", t. 192,
puede ser un elemento a tener en cuenta en la fijación del monto, pero, p. 139).
como no es característica esencial de la tasa -según hemos afirma- Queda como saldo de esta posturajurisprudencial que la "rela-
do- la obtención de la ventaja, el criterio no será útil en todos los ción costo-importe" no puede ser una igualdad matemática o equiva-
casos, por lo cual pierde su validez general. Tampoco ~s admisibl~ s~s- lencia estricta, sino que debe existir una "razonable", «prudente" y "dis-
tener que en el caso de real obtención de provecho este sea el un1co creta" proporcionalidad entre ambos ténninos (conf. Giuliani Fonrou.ge,
criterio valorable para la fijación de la cuantía. Por último, se debe Derechofinanciero, 6! ed., actualizada por Susana Navarrine y Rubén
también tener en cuenta la dificultad en apreciar en cifras e1provecho Asorey, Bs.As., 1997, t. 2, p. 1070, con amplio detalle de la evolución
objetivo y subjetivo que proporciona el servicio. jurisprudencial).
b) Otras teorías sustentan que la tasa se debe graduar por el c) Una tercera tesis sobre el tema, surgida también de la juris-
costo del servicio en relación con cada contribuyente. prudencia nacional, sostiene que aún sin prescindir de la relación de la
E1primer expositor de la tesis fue el autor alemán Rau, a quien tasa con el costo del servicio prestado, puede también ser graduada en
siguieron otros prestigiosos autores, tales como De Viti de Marco Y base a la capacidad contributiva del obligado.
Tangorra (referencia en Galli, ob. cit., p. 214). Estos finm:i~istas p~- En el caso "Banco de la Nación Argentina c. Municipalidad de
ten del supuesto de que la tasa constituye una compensac1on especial San Rafael" (fallo del 16/5/56, publicado en "Fallos", 234-663, especial-
que paga un contribuyente por un servicio particular que el Estado le mente p. 681), la Corte Suprema nacional dijo que ªno se ha considera-
dispensa, y de que esa compensación debe restitufr el costo de produc- do injusto y se ha tenido más bien como equitativo y aceptable que
ción, ya sea total o parcialmente. Según estos teóricos, ~1total recau- para la fijación de la cuantía de la tasa retributiva de los servicios
270 HÉCTOR B. VI LLEGAS •
MANUAL DE ~'INANZASPÚBLICAS 271
públicos se tome en cuenta, no sólo el costo efectivo de ellos con rela- puesto) Y el principio de no afectación de recursos Oos recursos no
ción a cada contribuyente, sino tambi.én la capacidad contributiva de pueden ser utilizados para gastos determinados).
los mismos representada por el valor del inmueble o el de su renta, a La Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que es
fin de cobrar a los menos capacitados una contribución menor que la un instrumento jurídico moderno (del 1 de octubre de 1996) adopta el
requerida a los de mayor capacidad, equilibrando de ese modo el cos- principio de unidad del presupuesto en su art. 53, y en el art. 51 de su
to total del servicio público". Carta Orgánica prohíbe la afectación especial de ningún tributo salvo
Como hace notar Giuliani Fonrouge, a partir de este fallo una excepciones y por tiempo determinado. '
serie ininterrumpida de decisiones judiciales admite graduar la tasa La realidad actual de los distintos niveles gubernamentales y de
según "la productividad económica de la explotación" que determina y los municipios es que todos los recursos van a rentas generales. Afec-
soporta el servicio, o ''la entidad económica de la actividad o del bien a tar el producido de cada servicio al costo de ese mismo servicio es total-
propósito de los cuales se presta el servicio", o "la capacidad económica mente i~p~sible, a la vez que acarrearía situaciones injustas, porque
del contribuyente", o la "capacidad contributiva representada por el hay servicios muy poco productivos, como aquellos que atañen a la
inmueble afectado o el de su renta", variantes terminológicas que tra- ~alud y a la educación de los más carenciados, que son absolutamente
ducen el mismo concepto. improductivos. Siguiendo la tesis que ahora desechamos esos serviciós
No es difícil advertir -agrega Giuliani- cuán lejos estamos de no podrían ser prestados, ya que la tasa sería excesiva ~n relación con
las primitivas interpretaciones, y si bien sigue aludiéndose a la "rela- el costo y resultaría de imposible pago.
ción de la tasa con el costo del servicio prestado", se trata de una fór- En un fallo erudito, el doctor Joaquín Llambías descalificó con
mula vacía de sentido y que más se conserva por apego a viejos concep- dureza las decisiones jurisprudenciales que invalidaron tasas por juz-
tos, de los que cuesta desprenderse. En realidad, sólo se atiende a la garlas desproporcionadas con relación al costo de los servicios cuya
existencia de un servicio organizado o creado por el ente administrati- compensación procuraban. Y agregó lo siguiente: "Cuando los tribuna-
vo {noa la efectividad de su prestación y, menos aún, a favor del sujeto les de justicia realizan esa apreciación desnaturalizan su función e
de la prestación), y a que no resulten vulnerados los principios de igual- invaden la órbita del organismo comunal. E] costo de un servicio públi-
dad, entendido lato sensu, y de respeto a la propiedad privada (confis- co determinado no puede ser medido por las cifras que en el presupues-
cación), que a esto se reduce la exigencia de razonabilidad del tributo to ocupa la oficina respectiva. El servicio lo presta la municipalidad, es
(autor y oh. cits., t. 2, ps. 1072 y 1073). decir, para que el servicio sea prestado es necesario que la municipali-
Estos conceptos también han sido sostenidos por Horacio García ~ad exista como tal, con e~conjunto de todas las dependencias que la
Belsunce (Temas de derecho tributario, Abeledo-Perrot, Bs.As., 1982, mtegran y que son requendas por la naturaleza propia de este órgano
p. 221) y atento la evolución de los hechos y del derecho, no podemos del Estado; el costo del servicio no es sólo el costo de la dependencia
sino adherimos a e11os.Ante las realidades económicas e institucionales municipal que lo presta; es el costo de esa dependencia más el de una
y su influencia en el derecho, el teórico debe a veces dejar su lugar al parte proporciona] al costo de este servicio calculada en el monto de los
pragmático y evitar de esa manera seguir sosteniendo nociones que gastos generales que determina la existencia misma de la municipali-
quedan reducidas sólo a palabras pero que se vuelven huérfanas de dad" (fallo de la Cámara Nacional en lo Civil de la Capital, Sala A, del
contenido. 18 de agosto de 1959, caso: "Goñi, Juan, c. Municipalidad de la Capi-
Lo cierto es que la tesis de la proporción entre el costo del servicio tal", publicado en "Derecho Fiscal", t. X, p. 186, y trascrito en sus
y el monto del tributo tasa ha terminado por convertirse en una fic- partes principales por García Belsunce, Temas de derecho tributario
ción; el criterio debe ser sustituído por las nociones de razonabilidad y ps. 221 y ss.). '
prudencia, conceptos quizás vagos pero que otorgan a los jueces la posi- Al lado de In importante doctrina y jurisprudencia que hemos
bilidad de no convalidar tributos en general (y, entre ellos, la tasa) que citado Y aceptando el criterio de la capacidad contributiva (expresada
no se atengan a tales parámetros. en el.ingreso bruto) se expide Héctor E. Villegas Ninci, quien, en refe-
Siendo la tasa un tributo y, por tanto, un ingreso financiero del reneta concreta a las tasas municipales, expresa: "Autorizada doctrina
Estado, no puede escapar de las regulaciones básicas del derecho pre- h.~sostenido que debe ser dejada de lado la tesis de la razonable propor-
supuestario. Dentro de dichas reglas se hallan el principio de la uni- cion entre el costo del servicio y el monto del tributo. Nociones de índo-
dad (todos los gastos y recursos deben ser reunidos en un solo presu- le práctica hacen definitivamente imposible llevar adelante un meca-
272 HtCTOR B. V!LLEGAS •
MANUAL DE FINANZASPÚBLICAS 273
nismo que permita establecer con exactitud cuál es la proporción ade- la capacidad contributiva integre la graduación, no nos resulta plausi-
cuada teniendo en cuenta el costo del servicio. La tasa municipal re- ble en el plano teórico, pero no podemos cerrar los ojos a la realidad.
quiere para su graduación una prudente y razonable evaluación de la Nos parece acertado, por ende, el cuarto criterio pergeñado por García
capacidad contributiva del obligado, demostrada por (entre otros Belsunce y apoyado por José María Martín.
parámetros) los ingresos obtenidos por la realización de su actividad Pero tampoco podemos ignorar la aguda conclusión de Galli so-
comercial, industrial o de sel'Vicios.El Convenio Multilateral, al acep- bre la cuestión. Dice este autor que, en la práctica, el legislador no ha
tar expresamente que los mwiicipios graven según los ingresos brut.os entrado en tantas disquisiciones y ha estructurado el sistema de tasas
(art. 35, C.M.) ha puesto fin, al menos normativamente, a la discusión sobre una base totalmente pragmática, configurando la elección del
referida a si pueden graduarse las tasas municipales por la capacidad método de graduación de la cuantía una verdadera opción política que
contributiva, ya que el ingreso brut.o es un índice mediato de la mis- queda librada a su prudencia, en tanto no afecte derechos constitucio-
ma" (autor cit.,La tributación municipal, trabajo publicado en "Apli- nales (autor y oh. cits., p. 218).
cación Profesional" nu22, mayo de 1998, ps. 3 y ss., especialmente p. 9).
á) Una cuarta tesis es la elaborada por José María Martín (oh.
cit., p. 192) quien la denomina graduación según la cuantía glo- 7. PRINCIPALES TASAS EN LA.Aa.GENTINA.
bal; fue expuesta por García Belsunce en las Primeras Jornadas de
Tributación de la Cámara de Sociedades Anónimas en Buenos Aires, En nuestro país se ha utilizado la tasa en los niveles de poder
en junio de 1972 (publicada en "Derecho Fiscal", vol. XXII, ps. 1 y ss.). fiscal, aun reconociendo que en la realidad, y como antes dijimos, la
La idea consiste en considerar no sólo la capacidad contributiva experiencia confirma su progresiva pérdida de importancia en los sis-
del contribuyente sino, además, que el monto total de lo recaudado por temas tributarios de Nación y provincias y que su utilización es cada
la tasa guarde una razonable y discreta relación con el costo t.otal del vez más acentuada por los municipios, por diversas razones que se han
servicio público efectivamente prestado. Conforme a este criterio, si la expuest.ode la siguiente-manera Si las municipalidades han sido depo-
recaudación total o cuantía global de la tasa excede, más allá de lo sitarias de responsabilidades en cuanto a la prestación de servicios sin
discreto y razonable, el costo del servicio elegido como causa de la tri- la correlativa asignación de recursos; si la coparticipación llega tarde,
butación, más la proporción que corresponda asignarle en los costos recortada y, en muchas ocasiones, neutralizada por supuestas com-
indirectos del organismo estatal, el contribuyente obligado podrá opo- pensaciones de deudas; si no pueden crear impuestos análogos por los
ner la defensa de falta parcial de causa en cuanto a que con la suma compromisos asumidos por las provincias; si para favorecer la
que está obligado a pagar está retribuyendo otras actiuiaades del Es- globalización y bajar el costo interno deben reducir sus imposiciones
tado que aquellas indicadas en la norma legal como causa de su con- tributarias; si las tasas sólo pueden ser cobradas ante la efectiva pres-
tribución. tación individualizada de un servicio, y si los contribuyentes con capa-
En realidad, esta postura es una mezcla de los criterios de capa- cidad contributiva eligen pagarle al Estado nacional o provincial en
cidad contributiva y la relación entre recaudación lograda mediante la desmedro de su municipalidad, cabe la siguiente pregunta: ¿cómo
tasa, con el costo total del servicio prestado dentro del cual se incluyen logran los municipios solventar por sí solos las atribuciones
los costos indirectos del organismo estatal. mínimas necesarias para el desempeño de su cometido? (Vi-
Por nuestra parte, descartadas las teorías de la "ventaja" y de la llegas Ninci, oh. cit., p. 13).
"proporción entre el monto del tributo y costo del servicio", hemos sos- Entre las tasas nacionales más importantes tenemos las por-
tenido en referencia a las tasas municipales que dicha contribución tuarias, las cobradas por servicios aduaneros especiales, las cobradas
está legítimamente graduada si es prudente y razonable y si, con lo por sel'Viciode registro, las tasas consulares, por migraciones, por ser-
que se recauda por el conjunt.o de los ingresos, se cubren adecuada- vicios aeronáuticos y, en fin, gran número de tasas diversas (ver su
mente los servicios a que se compromete la comuna vinculándolos a detallada descripción en Giu1iani Fonrouge,Derecho ... , 61 ed., t. 2, ps.
tasas y dentro deun presupuesto equilibrado (Héctor B.Villegas,Prin- 1074 y ss.).
cipales problemas de la tributación en las muni.cipaUdades de provin- En el orden provincial, las principales tasas son aquellas re-
cias, trabajo publicado en "Revista Latinoamericana de Derecho Tri- caudadas por los servicios prestados por los distintos registros provin-
butario" n9 4, 1998, ps. 45 y ss., especialmente, p. 58). Respecto de que ciales para diversos actos jurídicos, así como también son de importan-
'
MANUAL DE FINANZAS PÚBLICAS 275
274 HtCTOR B. VILLEGAS
cia las tasas por actuación ante los respectivos poderes jucliciales pro- embargo, con la concepción amplia, dado que no se puede negar carác-
vinciales. ter tributario a gran número de gravámenes que se adecuan a la con-
En materia municipal hay una gran variedad de tasas en las tribución especial y que tienen vigencia legal en varios países, entre
casi 2000 comunas argentinas, ya que si bien generalmente pueden ellos el nuestro. Nos limitaremos, sin embargo, a considerar las con-
crear impuestos, tal posibilidad se ve obstaculizada -<omo antes ex- tribuciones de mejoras y las llamadas para-fiscales, entre las cuales
plicamos- por la ley de coparticipación y el agotamiento de materias tienen preponderancia las de seguridad social.
imponibles por Nación y provincias. Entre las principales podemos Las contribuciones especiales tienen importancia porque la exac-
mencionar las recaudadas por alumbrado, limpieza y otros servicios ción está vinculada con una ventaja, y eso crea una predisposición
sanitarios, por uso y ocupación de sitios públicos, por la concesión de psicológica favorable en el obligado. Si bien la contribución especial es
sepulturas, por el arrendamiento de nichos, por la habilitación e ins- un tributo, y como tal es coactivo, tiene relevancia la aquiescencia
pección de hoteles, hospedajes, etc., y por Ja realización de diversas lograda por la vinculación del gravamen con actividades estatales de
actividades lucrativas, en especial las comerciales, industriales y de beneficio general.
prestación de servicios. No obstante, hasta hace relativamente poco tiempo las contribu-
ciones especiales no fueron objeto de mayores estudios por parte de la
doctrina financiera, circunstancia que se debía a que esta especie de
8. CoNrRIBUCIONES ESPECIALES. CoNcEPTo. tributos se hallaba prácticamente limitada a las contribuciones de
mejoras, las cuales, por otra parte, no revistieron nunca la importan-
Son los tributos debidos en razón de beneficios indivi- cia de los impuestos o de las tasas. Sin embargo, en épocas recientes,
duales o de grupos sociales derivados de la realización de obras diversos factores, entre los que corresponde mencionar: a) las nuevas
o gastos públicos o de especiales actividades del Estado. funciones asumidas por el Estado, y b) la descentralización de la admi-
Este tributo se caracteriza por la existencia de un beneficio que nistración pública moderna, que trajo aparejado que surgieran "teso-
puede derivar no sólo de la realización de una obra pública, sino tam- ros" o "haciendas" éspeciales, es decir, no incorporadas al presupuesto
bién de actividades o servicios estatales especiales, destinados a benefi- general, dieron lugar a la aplicación de un significativo número de
ciar a una persona determinada o a ciertos grupos sociales. Cuando se importantes contribuciones especiales. Como consecuencia de ello, a
realiza una obra pública (p.ej., una pavimentación), se produce--o así partir de la década del 50 la doctrina financiera ha producido una abun-
lo supone el legislador- una valorización de ciertos bienes inmuebles o dante bibliografía, especialmente en la forma de artículos o ensayos,
un beneficio personal de otra índole. Lomismo ocurre en casos de crear sobre la naturaleza y características de esta moderna clase de contri-
entes de regulación económica o para el fomento de determinada acti- buciones.
vidad.
El beneficio es el criterio de justicia distributiva particular de
la contribución especial, puesto que entraña una ventaja económica 9. LA CONTRIBUCIÓN DE MEJORAS.NOCIÓN.
obras públicas (en especial, pavimento de calles y caminos), hubo una Las leyes suelen establecer distintos procedimientos para fijar el
gran confusión en los tribunales en cuanto a su verdadera naturaleza. monto de la valorización, como, por ejemplo, el de la doble tasación
Así, mientras la mayoría de los fallos consideraron a las contri- (antes y después de la obra), o bien recurrir a presunciones tales como
buciones de mejoras como auténticas manifestaciones del poder tribu- la fijación de una alícuota proporcional al valor del inmueble, presu-
tario del Estado, otros las clasificaron como carga real que grava los miendo que esa alícuota es indicativa de la valorización. Pero el méto-
inmuebles. A su vez, las sentencias, que correctamente habían otorga- do más usado es el reparto del costo de la obra entre quienes se conside-
do a las contribuciones de mejoras una naturaleza jurídica tributaria, ra que han sido beneficiados, lo cual no siempre refleja la verdadera
no fueron, sin embargo, uniformes en lo que se refiere a la especie de valorización lograda
tributos a que correspondían. Es así que tenemos fallos que las clasifi-
can como impuestos especiales, otros como tasas, e incluso otros que 10.3. Proporción razonable entre el presunto beneficio
las definen como un precio o retribución de un servicio (ver mención y obtenido y la contribución exigida.
trascripción de los principales fallos sobre el punto en Martín, oh. cit.,
ps. 201 y 202). El importe exigido debe ser adecuadamente proporcionado al pre-
Después las contribuciones de mejoras fueron siendo reemplaza- sunto beneficio obtenido. Para determinar esta proporción lo más aproxi-
das por impuestos y perdieron gran parte de su trascendencia, pero, a madamente que resulte posible, las leyes de contribución de mejoras
esta altura de los acontecimientos, ya no se duda, ni en doctrina ni en suelen establecer tres pasos:
jurisprudencia, de que se trata de un tributo y no de un precio, y de 1) Se especifica cuáles son los inmuebles influídos o valorizados
que, dentro de los primeros, contiene elementos que distinguen la con- por la obra pública. Para quitar vaguedad a este criterio se e§tablecen
tribución de mejoras, tanto de los impuestos como de las tasas. bases concretas, como, por ejemplo, la fijación de un determinado lími-
te geográfico dentro del cual están comprendidos los inmuebles que se
considera valorizados.
10. ELEMENTOS.
2) Se especifica qué parte del costo de la obra se debe financiar
por los beneficiarios.
Son los que mencionamos a continuación. 3) Se establece cómo va a ser distribuída esa porción a cubrir
entre esos beneficiarios, para lo cual se recurre a parámetros varia-
10.1. Prestación personal. bles, como, por ejemplo, la diferencia de distancia en kilómetros o en
La obligación es personal, como sucede en todos los tributos. Se metros de cada inmueble en relación con la obra.
Pero estos procedimientos sólo conducen a presunciones. Según
hace hincapié en esta circunstancia, porque en algunas oportunidades
Iajurisprudencia, lo que interesa es que la contribución sea graduada
se ha sostenido que la obligación es del inmueble valorizado y no de su
propietario, lo cual es equivocado. en prudente y razonable relación con el presunto beneficio obtenido por
el obligado, ya que éste es el elemento justificativo del tributo. Así lo ha
La obligación de pagar la contribución de mejoras nace en el
resuelto reiteradamente la Corte ("Fallos",130-161;140-175;142-120,etc.).
momento en que se finaliza la obra pública benefician te. Si la propie-
dad se vende estando la obra ya terminada, quien adeuda el gravamen
es el vendedor, pero si se finaliza la obra después de la venta, el deudor 10.4. Destino del producto.
es el comprador del inmueble valorizado. Así lo ha reconocido nuestra
jurisprudencia en numerosos fallos ("L.L.", 75-582; 85-647; 73-257; Algunos autores consideran que fonna parte de la esencia de este
"Fallos", 220-5). tributo que el producto de su recaudación se destine efectivamente al
financiamiento de la obra. El M.C.T .A.L. recoge este criterio al esta-
blecer que "el producto no debe tener un destino ajeno a la financiación
10.2. Beneficio derivado de la obra.
de la obra o las actividades que constituyen el presupuesto de 14obliga-
El monto del beneficio surge de comparar el valor del inmueble al ción" (art. 17).
final de la obra con el que tenía antes de ella. En la práctica, sin em- Concordamos con Jarach en sus críticas al Modelo. Dice este au-
bargo, es dificil determinar con exactitud ese valor. tor (Análisis ... , p. 189) que es controvertible el requisito de la afecta-
278 H~CTCtt B. VILLEGAS MANUAL DE FINAN~AS PÚBLICAS 279
ci6n del producto a la financiación de las obras, y que en la práctica ello
es imposible o inconveniente. Mucho más razonable-dice Jarach- es 11.2. Naturaleza del peaje.
la recuperación de los costos de las obras, para su utilización en el
financiamiento de otras obras futuras. Los autores disienten al respecto. Una primera corriente sostie-
No obstante, reconocemos que lo ideal es que los fondos de las ne que estas prestaciones son precios, y no verdaderos tributos.
contribuciones se destinen a financiar las obras productoras del benefi- . No obst~te, la doctrina predominante ubica al peaje entre los
cio, Jo cual ha dado excelentes resultados en el caso del peaje, que pasa- tributos, pero sin acuerdo en el encuadramiento, porque mientras para
mos a examinar. algunos_es tasa~ otros creen estar ante wia contribudón especial, y no
falta qwen sostlene que es un impuesto con fines específicos.
Pensamos que el peaje es genéricamente un tributo y que está
11. EL PEAJE. NoctóN. específicamente comprendido dentro de las contribuciones especiales.
Es un tributo por ser una prestación pecuniaria que el Estado
Se denomina "peaje" a la prestación dineraria que se exige exige coactivamente y ejerciendo su poder de imperio. Las vías de co-
por la circulación en una vía de comunicación vial o hi- municación son bienes de dominio público, por naturaleza gratuitos.
drográfica (camino, autopista, puente, túnel, etc.). La alteración de esa gratuidad puede ser admisible ante determinadas
?rcun_stancias especiales, y entonces el Estado, ejerciendo su poder de
11.1. Antecedentes. 1mpeno, puede cobrar sumas de dinero por su uso particularizado.
Es u.na contribución especial porque hay una actividad
En la historia de la civilización hay numerosos ejemplos de dere- estatal vinculante productora de un beneficio individual que
chos cobrados a los usuarios de vías de comunicación. Algunas veces el ciertas personas reciben como consecuencia del aprovechamiento de
producto se destinó a financiar la construcción y conservación de tales determinadas obras públicas de cornwiicación. El peaje, en su concep-
vías, ya que se entendió que, aun siendo ellas de interés general, era ciónactual, se percibe ante la circulaciónen ciertos vehículos(automo-
justo que fueran pagadas por quienes las utilizaban. En otras oportu- tores) en vías de comW1icaciónde características peculiares. Se puede
nidades, sin embargo (y ello sucedió en la mayoría de los casos en la tratar, por ejemplo, de autopistas de alta calidad de diseño que
Antigüedad y en la Edad Media), significó simplemente wio de los di- conectan puntos geográficos ya unidos por otras vías terres-
versos medios empleados para obtener recursos generales, ya sea para tres de comunicación. En tales casos, se ofrece a los conductores los
los Estados, los monarcas o los señores feudales. En este último carác- beneficios de viajar en mejores condiciones de seguridad, de ahorrar
ter, el peaje fwicionaba en realidad como una verdadera aduana inte- tiempo y de un menor desgaste del automotor. En otros casos, el peaje
rior, restringiendo el derecho de tránsito. Los lugares de control y per- se percibe en rutas construidas para unir zonas que antes no
cepción se ubicaban en puntos estratégicos de vías naturales de lo estaban en forma directa, generalmente por problemas de altos
comwiicación y la obligación de pago se originaba por el solo hecho de costos derivados de dificultades topográficas. El provecho que en este
circular sin que se ofreciera ninguna contraprestación justificativa; su caso se ofrece al usuario es el ahorro de tiempo y combustible que le
único fundamento era el dominio político del territorio por donde se significa transitar por la vía más corta. También se utiliza el sistema
debía transitar. de peaje en otras obras públicas de gran adelanto técnico (cier-
Lo relatado llevó a este sistema a su desprestigio y extinción. En tos puentes y túneles), que sustituyen a formas anacrónicas o
la época moderna reaparecen los peajes bajo otra concepción, esto es, se menos perfectas de tránsito (p.ej., el efectuado mediante barcos o
organizan sistemas de este tipo no para obstaculizar el tránsito sino, al balsas), proporcionando ventajas innegables.
contrario, para facilitarlo e impulsarlo, utilizando los fondos recauda-
dos mediante el sistema de peaje en la construcción y conservación de 11.3. Su constitucionalidad en la República Argentina.
vías de comunicación.
En la actualidad el instituto se ha generalizado, y muchas im- Nuestra Constitución nacional (arts. 9 y ss.) consagra expresa-
portantes obras públicas viales e hidrográficas de comunicación de di- mente la libertad de circulación territorial. Esta garantía puede ser
versos países deben su existencia y mantenimiento al peaje. violada si el peaje se convierte en un instrumento obstacuHzante del
libre tránsito de personas y bienes por el territorio de la Nación.
f
elementos esenciales; . , . . .
5) que sea producto de una ley nacional Sl la via es mt:rprovmCJal, Son las exacciones recabadas por ciertos entes públicos
pudiendo ser facul t.adprovincial ~can_iente en cuanto a VIasde comu- para asegurar su financiamiento autónomo.
nicación situadas dentro de su terntono. . Este tipo de exacciones ha adquirido modernamente gran impor-
No compartimos, en cambio, la opinión de la gene~ah~ad d~ los tancia, y bajo la denominación de "parafiscales" han aparecido contri-
tratadistas según la cual también es co~dición de consti.tuc1onalidad buciones destinadas a la previsión social, a cámaras agrícolas, entida-
del peaje que su producto sea exclu.s1':amente destmado a cos- des gremiales, centros de estudios, colegios profesionales, etc., o sea, a
tear la construcción y el manten1mi~nto de 1~ _obra. Por su- entidades de tipo social o de regulación económica.
puesto que, confonne a la experiencia mwidial 0/tamb1en a la ~e nues- Se dan generalmente las siguientes características en cuanto a
tro país), la financiación de estas obras de infraestructura mediante la estas exacciones: a) no se incluye su producto en los presupuestos esta-
concurrencia del sistema de peaje ha dado excelentes resultados Y es tales (de la Nación, provincias o municipios); b) no son recaudadas por
aconsejable, pero si lo que está e~ juego_~s la p~sibilidad de que el los organismos específicamente fiscales del Estado (direcciones genera-
gravamen interfiera O no la libre circulacion de bienes y personas, es les de recursos), aunque esto sufre una excepción con las contribucio-
indudable que la afectación del producto a la obra con respecto a la cual nes y aportes del sistema de seguridad social nacional en la Argentina,
el peaje se cobra en poco altera las c~sas. . . . . cuyas recaudación y fiscalización están a cargo del organismo fiscal de
En tal sentido, se podrían dar ciertas situaciones (monto pro~b1- la Nación (la AFIP), lo cual veremos más adelante, y e) no ingresan en
tivo, graduación según el valor de los bienes en tránsito) que fulmin~- las tesorerías estatales, sino directamente en los entes recaudadores y
rían la libertad de tráfico territorial, awi cuando el producto se desb- administradores de los fondos.
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