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Meditación y

Concentración
Meditación y concentración
Según Daniel Goleman la concentración es la
capacidad de prestar atención o ignorar las
distracciones, poner atención en lo que quieres.
Entrenar la atención es clave para alcanzar el
bienestar, controlar el estrés y reducir la ansiedad.
Tal y como nos señala Daniel Goleman, debemos
tomar el control de nuestra mente y emociones para alcanzar la excelencia en la vida.
Para entrenar la atención según Daniel Goleman debemos centrarnos en dos
dimensiones que podríamos identificar como lo interno y lo externo. En un mundo tan
lleno de estímulos, presiones y demandas, señala que estamos descuidando ese
universo interior en el que están nuestros sentimientos, miedos y necesidades.
Asimismo, quizás también estemos olvidando poner la atención en esos aspectos más
importantes de nuestro entorno.
Focalizar, atender, conectar, discernir, centrar, poner atención... Todos estos procesos
son básicos en nuestro día a día para sacar mayor provecho de nuestra realidad.
Pensemos en ello un momento. Dimensiones como el estrés, la ansiedad o la depresión
son estados en los que nuestra mirada se nubla, confundiendo así los detalles con lo
superfluo
Cuando el cerebro mantiene a nuestros sentidos alerta, pendientes de mil estímulos,
mientras que él se ocupa de mil pensamientos, sensaciones, emociones y
preocupaciones, el mundo se vuelve caótico. Nadie puede ser productivo en un entorno
semejante; más aún, nadie será feliz en un micro universo saturado donde no cabe ni
un haz de luz.
Debemos tomar consciencia de los diferentes niveles de práctica: las prácticas intensivas
de los mojes budistas que llevan a cambios en la estructura cerebral y las prácticas
adaptadas al estilo de vida ‘occidental’, y que igualmente implican beneficios en nuestra
gestión emocional.
Que los todos los tipos de prácticas (habituales) tienen efectos positivos, pero que las
investigaciones muestran que los beneficios de la meditación para nuestra salud
emocional, al igual que el ejercicio físico para nuestra salud física, son proporcionales al
tiempo invertido en dichas prácticas.

Por otro lado también es importante mencionar que hay cuatro características de la
inteligencia emocional, la primera, es la conciencia de uno mismo, saber lo que sientes,
por qué lo sientes, lo que puedes hacer bien o mal. Otra es ser capaz de cumplir tus
metas, ser positivo ante los contratiempos, controlar las emociones perturbadoras para
que no te impidan hacer lo que quieras hacer. Además, la empatía, es decir, entender
cómo se sienten los demás. Por último, el saber manejar bien las relaciones, colaborar,
ser bueno en un equipo, resolver conflictos, influenciar a la gente, persuadir,
comunicarse, escuchar, todas esas habilidades.
Daniel Goleman define la atención como: "la adaptación de los métodos clásicos de
meditación". Además, este tipo de atención fortalece la concentración y mejores
resultados académicos. Asimismo, se trabaja mediante el control cognitivo que consiste
en "la habilidad de concentrarte en lo que quieres e ignorar las distracciones.
Nuestra mente está diseñada para distraerse, por una cuestión evolutiva. Pero podemos
reconducirla de nuevo a la atención, fortaleciendo así cada vez que lo hacemos nuestra
capacidad de concentrarnos. Según Goleman, la concentración es como un músculo, por
lo que conviene fortalecerla desde la infancia.
Vivimos en la época en la que parece premiarse la multitarea. Según sus defensores, la
mente humana tiene la capacidad de llevar a cabo dos o más tareas a la vez, procesando
información o pensamientos para ello, y sin perder calidad en ninguna.
Sin embargo, esto es un mito: la multitarea no genera mayor productividad. El cerebro
humano solo puede realizar al mismo tiempo una tarea que implique un proceso
cognitivo. Después realizará la otra, pero no a la vez. Sí que podemos, en cambio,
ejecutar al mismo tiempo las labores que son automáticas, como el caminar a la vez que
respiramos.

Distracción

Se realiza un trabajo de menor calidad: con el ir y venir de la atención se pierden


muchos detalles, al intentar nuestra mente focalizarse en lo que percibe como
más importante.
Genera más cansancio mental: repetir este proceso sin parar genera un desgaste
más rápido que si se centrase en solo una cosa. Esto puede incluso provocar
estrés.
Supone una menor concentración y memoria: el cambio de foco constante
perjudica a ambas.
Pautas útiles que nos ayudaran a concéntranos en nuestro trabajo:

Evitar un espacio lleno de distracciones y establecer límites: hay que reducir al


mínimo las pantallas, y mantener el lugar limpio y ordenado. También se debe
dejar claro desde el principio qué está permitido hacer y qué no.

Limitar el tiempo de concentración: los períodos no deberían superar los 50


minutos, pero serán menores según la edad. Un cambio de tarea o un rato de
silencio servirá para retomar la actividad.

Organizar y programar las tareas: a cada actividad, un tiempo marcado. Organizar


un proceso para llevar a cabo las tareas les resultará útil para priorizar ellos
mismos más adelante, sin posponer aquellas actividades que menos les
interesan.
Descansar la mente: podemos hacer con ellos ejercicios de relajación y de
respiración.

Visto todo lo anterior, vemos que la concentración y la meditación son ya pasos avanzados y
difícilmente podremos alcanzarlos si no hemos trabajado antes los cuatro escalones que les
preceden. Estas tres palabras nos pueden parecer muy similares porque realmente son
conceptos que están muy ligados entre sí.

Es importante tener claro que el texto indica que estos son potenciales de la mente humana que
muchos estudios han demostrado que pueden desarrollarse con la práctica y aportan grandes
beneficios psíquicos y físicos. Las maneras de desplegar estas posibilidades son muy diversas,
pero al final siempre se resumirán en práctica, práctica y más práctica. Nuestra mente se rige
por hábitos, de manera que cuanto más arraigada esté una costumbre o actividad, más fácil nos
será percibir sus resultados. Para empezar, podemos aplicar los ejercicios que detallo a
continuación:

Observación de la respiración: La respiración es el regalo más preciado que tiene el ser humano,
nos da energía y vida. Dediquemos unos momentos a observarla. Nos sentaremos en una
posición cómoda, sea en el suelo o en una silla, tratemos de que la columna vertebral esté lo
más vertical posible y que la posición sea lo suficientemente cómoda como para poderla
mantener unos minutos. Cerremos los ojos y sintamos como el aire entra y sale por nuestra nariz
de forma natural. Lo más importante ahora mismo es nuestra respiración y le dedicamos toda
nuestra atención. Si la mente se va hacia pensamientos u otras distracciones, imagínate que el
pensamiento o distracción es una nube que es arrastrada por el viento. Y vuelves a focalizarte
conscientemente en la respiración. Para no agobiarte puedes empezar con breves prácticas de
uno o dos minutos y con el tiempo ir aumentando la duración a medida que el cuerpo te lo pida.

Focalización en una vela: En este caso, también partimos en posición sentada y colocaremos una
vela delante nuestro. Dirigimos la mirada fijamente hacia la llama de la vela durante unos
segundos. Después cerramos los ojos y tratamos de visualizar la imagen de la llama en nuestra
frente. Cuando la imagen desaparece volvemos a abrir los ojos y a fijarlos en la vela, repitiendo
este proceso las veces que nos apetezca. Notaremos que nuestra mente se repliega y se focaliza.

Los ejercicios para desarrollar la capacidad de concentración e interiorización y llegar a la


meditación son muy diversos. En función de nuestras características y preferencia
encontraremos que algunas prácticas nos van mejor que otras. Si un ejercicio no nos gusta o no
conseguimos centrarnos no debemos preocuparnos. Simplemente probemos con otro que
pueda adaptarse más a nuestro perfil. Y así iremos trazando nuestro propio camino hacia la
meditación y la realización como seres humanos, para tener una vida más plena.

Quiero mencionar que también la capacidad de ser inteligente a través de las emociones que
señala Goleman. Porque, si las personas aprenden desde los primeros años a identificar lo que
sienten y por qué lo sienten y, si son capaces también de entender cómo se sienten los demás,
conseguirán mejores relaciones. Además, sabrán manejarlas de forma adecuada y, así, tendrán
una vida más feliz y también más ex
Pranayama
(Pranayama y su impacto en el sistema endócrino del cuerpo)
La importancia del pranayama en nuestro sistema
endocrino, Sabemos que además de los nutrientes,
del aire y de la energía vital, existe una forma de
energía que juega un papel fundamental en el
equilibrio energético del organismo. La podríamos
definir tal y como lo explica André Van en su texto del
pranayama "espiritual" y que fluye por el cuerpo
energético y por el físico. Esta energía fue llamada
PRANA por los antiguos hindúes que según ellos
significa (aliento de vida) por ser dinámica y
vitalizante.

Pero también habla sobre su destrucción y que actúa a través de un sistema energético formado
por los llamados chakras. Aunque esta energía podría confundirse con el chi, se diferencia de él
porque el flujo se ve directamente afectado por la personalidad y las emociones de la persona,
así como también por su desarrollo espiritual. Sin embargo, sus efectos no inciden sólo a nivel
espiritual, sino también a nivel físico a través de las glándulas endocrinas y, termina afectando
nuestros órganos vitales.

A través del texto pranayama de André Van, describe el prana y su sistema de chakras. El cual
es una fuerza que se basa en el prana: la fuerza de la gravedad, la de atracción, la de repulsión,
la electricidad, la radioactividad y que sin prana no hay vida porque es el alma de todo. Lo que
existe es un simple vehículo de prana.

Para André es bueno saber que el polvo, el humo y la niebla reducen el prana del aire. Las cargas
eléctricas estáticas negativas de algunos tejidos o el aire acondicionado reducen el número de
iones negativos de las personas. Por el contrario, el sol o las masas de agua en movimiento,
como el mar, favorecen la ionización y aumentan el nivel de prana del aire. Por eso nos sentimos
tan llenos de vida cuando estamos cerca del mar, al lado de una fuente o después de llover
cuando la atmósfera se ha descargado de electricidad estática

Pero sobre todo el prana colma el universo, el que se encuentra en nuestra mente y en nuestro
cuerpo es el que tenemos más disponible y lograremos su armonía controlándolo a través de la
calidad del pensamiento.
Por nuestra escala en el Universo estamos sometidos
permanentemente al impacto de las energías del cosmos, esta
derrama sobre nosotros torrentes de prana. El organismo humano,
sistema eléctrico vibrante, es la sede de intercambios incesantes con
las energías cósmicas y telúricas que lo rodean. El pranayama nos
proporciona las técnicas psicofisiológicas necesarias para el control y
la utilización consciente de esas energías, en vistas de nuestro
desarrollo físico y psíquico.

¿QUÉ TE HA LLAMADO LA ATENCIÓN DE LOS CAPÍTULOS DEL LIBRO “PRANAYAMA” PARA,


QUIZÁ, ¿MEJORAR TU VIDA Y PRÁCTICA DE YOGA?

Respondiendo a esta cuestión, diría que todo, sumergirme en el Yoga de esta manera tan
intensa, me ha hecho descubrir un mundo que era ajeno a mi saber y también me atrevería decir
a la cultura la cual pertenezco. Cuando empecé con la práctica de Asanas (no de yoga), era
imposible imaginarme que detrás de esa práctica se escondían miles de años de una cultura, una
filosofía, una sabiduría, una inteligencia, etc. extraordinarias e impresionantes desde mi punto
de vista.

Cuando empecé a escuchar la palabra Prana (diría que no hace mucho), jamás le di la
importancia que se merecía, para mí era simplemente la traducción en Sánscrito de la palabra
energía y no más. Pero cuando entro en este mundo del yoga de manera más profunda e intensa,
me doy cuenta de la ignorancia que corría por mis venas. Sin embargo, ahora, considero que
casi hay que ser un astrofísico para llegar a entender qué es el Prana.

Leo y leo y poco a poco voy integrando los conceptos, pero me doy cuenta de que es complejo.
Somos una estructura orgánica que nos constituimos por diferentes pranas y es lo que nos da la
vida, la fuerza vital. Que la primera finalidad de este método, el Hatha- Yoga, y como primera
preparación en el camino de la reintegración, es el control del cuerpo y de las energías para
llegar a una realización interior. La minsa comprensión de qué es el Prana y de sus diferentes
fuentes, me da a entender que es vital y ser conscientes de su existencia y de nuestra
dependencia a ella, de otro modo no existiría la vida. Evidentemente, no hace falta integrar el
Prana en mí, ya está dentro de mí y es por ello que vivo, pero es muy distinto ser consciente de
ello, saber que lo puedes controlar, saber que tienes unos órganos de absorción del prana
cuando siempre has pensado que para vivir es necesario comer, beber, respirar y ya está. Saber
que el Prana cósmico penetra en nuestro cuerpo para constituir nuestro cuerpo pránico, nuestro
cuerpo energético y se convierte en Prana - Vâyu, y luego la función de eliminación que está a
cargo de Apana - Vâyu. Saber y ser consciente de que estamos constituidos por unos chakras y
cada uno tiene su función en nosotros y que controlan el conjunto del cuerpo pránico y denso.
Que son centros de energía y que para que fluyan hay que tener el Prana-Vâyu y el Apana-Vâyu
en equilibrio para el propio equilibrio pránico del cuerpo denso y sutil. Saber y comprender que
tenemos 3 canales por donde circula el Prana llamados Nadis y que son la sede del Kundalini, la
energía latente de la especie en cada ser vivo.

La lectura de este libro me ha hecho entender que la práctica del Yoga en todos los aspectos
debe de ser un estudio y una práctica constante si queremos integrar sus conceptos y su
comprensión para poder mejorar nuestra vida. De otro modo, no será factible ni obtendremos
los veneficios de ello. Por ello, solo unos pocos llegan a la culminación.

En definitiva, para integrar, primero hay que comprender y asimilar muchos conceptos a través
de lecturas y de la práctica.

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