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3.

1 Elementos fundamentales del método de consultoría

Existe una gama sumamente amplia de enfoques, técnicas, métodos, modos y


estilos de consultoría.
Esta diversidad es una de las características más interesantes de la consultoría de
empresas, ya que incluso clientes con problemas y características muy específicos
terminan por encontrar un consultor que se adapta a su organización y
situación particular. No obstante, la consultoría se caracteriza no sólo por la
diversidad, sino también por ciertos principios y métodos comunes.
Algunos de ellos, absolutamente fundamentales, son aplicados por la inmensa
mayoría de los consultores.
Por ejemplo, todos los consultores deben poder recurrir a la entrevista, al
diagnóstico de los problemas y objetivos del cliente, la estructura y el plan de
trabajo que se ha de realizar en su esfera particular de intervención, y presentar
propuestas y conclusiones al cliente verbalmente y/o por escrito.

Las dos dimensiones de la consultoría:


la dimensión técnica, que vincula la naturaleza de la gestión o el problema de la
empresa que afronta el cliente con la forma de analizar y resolver ese problema;
la dimensión humana, es decir, las relaciones interpersonales en la organización
contando, las opiniones del personal acerca del problema de que de trate y su
interés en mejorar la situación actual, así como la relación entre el consultor y el
cliente como personas.
En este articulo, a menudo, se trataran estas dimensiones por separado aunque
en la práctica no se separan; los problemas técnicos y humanos de la gestión y de
la empresa están interrelacionados.
En la consultoría, es absolutamente esencial ser conscientes de estas dos caras
de los problemas en las organizaciones humanas, pero no basta. Al trabajar para
un cliente, el consultor debe poder elegir enfoques y métodos necesarios para
descubrir y entender tanto los problemas técnicos.
Se debe señalar, que, en lo que se refiere al equilibrio de los aspectos técnicos y
humanos de la gestión y el cambio, que en la consultoría de empresas se pueden
observar tres principales sistemas.
El primero es esencialmente técnico.
Sus protagonistas son técnicos competentes que proporcionan asesoramiento
sobre estructuras, sistemas, asignación y utilización de recursos y otras
cuestiones análogas tangibles, cuantificables y mensurables en sectores como la
producción, la tecnología, las finanzas o la contabilidad. Los conocimientos de
base de los consultores pueden ser muy diversos: en tecnología, ingeniería
industrial,
computación, estadística, matemáticas, investigación operativa, contabilidad, etc.
Algunos de ellos pueden tener sólidos conocimientos de investigación. Consideran
los problemas del cliente como principalmente técnicos: por ejemplo, el cliente
necesita un mejor sistema de control de los costos, una mejor información sobre
las necesidades y quejas de los clientes o una red estable de subcontratistas
dignos de confianza.
El segundo sistema se centra en el aspecto humano de las organizaciones.
Sus raíces se encuentran en las ciencias del comportamiento y su doctrina estriba
en que, más allá de lo que piense el cliente y de lo que diga el consultor, siempre
existe un problema humano tras cualquier problema de una organización, ya sea
técnico o financiero.
Si los problemas humanos se pueden resolver de manera que incentiven,
impulsen y habiliten a los miembros del personal, todos los demás problemas se
resolverán o, en el peor de los casos, su solución se facilitará considerablemente.
Los consultores especializados en el desarrollo de la organización (DO) y en el
desarrollo de los recursos humanos (DRH) son los representantes típicos de este
segundo sistema. Representan una parte relativamente pequeña de toda la
industria de la consultoría, pero su influencia ha sido marcadamente
desproporcionada con respecto a su número.
Distintos del grupo anterior, los científicos del comportamiento no han sido sólo
consultores en ejercicio, sino que también escriben ampliamente sobre sus
métodos y experiencias.
El tercer sistema agrupa a un amplio conjunto de enfoques prácticos y
pragmáticos para diagnosticar los problemas de las organizaciones y ayudara los
clientes a dirigir sus empresas con mayor eficacia. La mayoría de los consultores
de este grupo ejercen la profesión y su asesoramiento se basa más en la
experiencia y el
sentido común que en la ciencia del comportamiento o en alguna otra teoría.
Muchos de ellos han participado en los negocios antes de pasar a la consultoría.
La experiencia y no la investigación les ha enseñado que los problemas y los
logros de las organizaciones se ven afectados por una mezcla de factores
técnicos, financieros, humanos, políticos y de otra índole.
Consideran a la empresa como un conjunto y su enfoque es interdisciplinario por
naturaleza. No obstante, puede carecer de profundidad, si la consultoría de
empresas pasa a cuestiones concretas y complejas de sistemas y funciones
particulares. Como suele suceder, estos arquetipos no son modelos exclusivos.
Gracias a los progresos generales de las metodologías de la consultoría y al
perfeccionamiento de la formación y capacitación de los consultores, es cada vez
mayor el número de consultores que pueden abordar diversos aspectos de la
empresa del cliente o sugerir la utilización de otros especialistas que traten de
cuestiones no relacionadas con su principal esfera de competencia.
La consultoría y la solución de problemas.
Otra cuestión fundamental y frecuentemente debatida es la del método del
consultor para resolver los problemas.
Nuestra definición de «problemas» será amplia: una diferencia entre dos
situaciones (que pueden ser del pasado, del presente o del futuro) se puede
describir como un problema si a alguien le preocupa esa diferencia y desea
superarla, o por lo menos atenuarla. Si esta definición es aceptada, toda la
consultoría se puede describir como la solución de problemas. En realidad, se
trata de una categoría especial de solución de problemas: un consultor se ocupa
de «los problemas de otros».
Una definición correcta del problema que se ha de resolver y el objetivo que se ha
de alcanzar con la consultoría son esenciales. Los observadores de la consultoría
advierten de la percepción que tiene el cliente del problema: el problema puede
estar erróneamente de-terminado y el consultor se encontrará atrapado en una
trampa. O se ocupará de un problema erróneo o el problema podrá no justificar la
intervención del consultor y los costos que acarrea.
Para evitar este defecto elemental, los auténticos profesionales insisten en
efectuar su propia evaluación independiente del problema que les presenta el
cliente y en establecer una definición común en conversaciones y en colaboración
con el cliente.
Igualmente, importante es aclarar el objetivo de la intervención del consultor,
puede decirse que «el objetivo es resolver el problema del cliente», pero esto sería
una redundancia. Se ha advertido que «los directivos y las personas que
resuelven los problemas con eficacia siempre sitúan cada problema en un
contexto más amplio». Esto implica formular y aclarar varias cuestiones acerca de
los objetivos de la organización cliente y sus miembros esenciales, la prioridad y el
significado del cometido propuesto y las ventajas inmediatas y últimas que va a
obtener el cliente si se resuelve el problema entre manos.
Será así posible seleccionar el «objetivo prioritario», evitar objetivos demasiado
estrechos e insignificantes, así como los que son demasiado amplios o demasiado
distantes para ser abordados por el cliente en el momento actual. No obstante,
esos objetivos más amplios y futuros han de tenerse presentes para situar el
problema del cliente en una perspectiva temporal adecuada y buscar soluciones
que no bloqueen el camino hacia el futuro.
Determinación del objetivo y no del problema
La manera de determinar un problema por parte de los consultores es esencial
para la calidad de su solución. Si determinan el problema en función de su origen
o causa, tienden a señalar un camino conducente a la persona o factor que lo
ocasiona. Esta es una actividad inútil, porque la determinación de la culpa en
realidad no importa. En realidad, es un obstáculo al hallazgo de la mejor solución.
Inhibe también la iniciativa de funcionarios que harán pocos esfuerzos para
arriesgar que en el futuro las críticas se orienten hacia ellos.
En cambio, los consultores de empresas pueden conseguir considerables
progresos para sus clientes y mayores honorarios para ellos, si se concentran
primero en una jerarquía de objetivos cada vez más amplios.

Los métodos tradicionales de consultoría:


centrarse en el problema, empezar por la recopilación de datos, copiar a otros,
adoptar la primera solución que se puede poner en práctica, hacer participar a
otros
crean otros problemas a su vez. Estos enfoques producen unos costos excesivos
y una pérdida de tiempo, la pronta obsolescencia de las soluciones, el desperdicio
de recursos y la duplicación de trabajo en el proceso de consultoría. Los
planteamientos de ruptura constituyen un método más eficaz.
Más que un proceso etapa por etapa, hay que optar por varias formas de
reflexionar acerca de los problemas y sus soluciones, basándose en los principios
siguientes:
1) El principio de la unicidad:
sean cuales sean las semejanzas aparentes, cada problema es único y exige un
método que se ocupe inicialmente de sus propias necesidades contextúales.
2) El principio de los objetivos:
la prioridad a la ampliación de los objetivos ayuda a descartar aspectos no
esenciales para evitar que se preste atención al problema erróneo.
3) El principio de la solución siguiente a la próxima:
se puede estimular la innovación y las soluciones pueden resultar más eficaces, si
se avanza hacia atrás a partir de una solución objetivo ideal.
El establecimiento de una solución objetivo en el futuro da orientación a las
soluciones más próximas y les infunde unos objetivos más amplios.
4) El principio del sistema:
cada problema forma parte de un sistema más amplio de problemas y la solución
de un problema inevitablemente desemboca en otra. Si se dispone de un marco
claro sobre qué elementos y dimensiones abarca una solución, se garantiza su
funcionamiento y aplicación.
5) El principio de la recopilación limitada de información:
la recopilación de datos excesivos impedirá probablemente que un experto en el
sector del problema, pero que conoce demasiado acerca de él, descubra algunas
opciones excelentes. Procúrese determinar los objetivos ampliados de cualquier
recopilación de información propuesta antes de proceder a ella.
6) El principio del propósito del personal:
los que llevan a cabo y utilizan la solución deben participar íntima y
constantemente en su puesta en práctica interviniendo en los cinco primeros
principios.
Por otro lado, al establecer planes para otras personas, la solución debe incluir
sólo los detalles fundamentales es para que se otorgue cierta flexibilidad a quienes
han de aplicar la solución.
7) El principio de la oportunidad del mejoramiento:
la única forma de mantener la vitalidad de una solución consiste en establecer y
luego supervisar un programa de cambio constante para lograr objetivos más
amplios y avanzar hacia las soluciones fijadas como meta.
SINTESIS
Los principales métodos que se llevan a cabo antes de contratar un servicio de
consultoría, son gran parte de una etapa de adaptación; en la cual el cliente acude
al servicio del consultor.
Si no se lograra llevar a cabo alguno de ellos se puede repercutir en la toma de
decisiones.
En el contacto inicial:
Se puede que el tanto el consultor como el cliente establezcan contacto cuando es
mediante el primero este lo hace comentando que conoce sus problemas y que
tiene algo a propósito para hacer. Mientras que cuando es atreves del segundo es
pro que ha escuchado hablar del profesionalismo del consultor, el cliente queso
satisfecho con un servicio de consultoría anteriormente y/o quiere volver a contar
con un consultor que le dio plena satisfacción en el pasado.
En el diagnóstico preliminar:
Se determinarán los puntos que se pretenden abordar con la intención de que el
consultor conozca sobre que es a lo que se esta enfrentando la empresa y para lo
cual se está requiriendo de sus servicios.
En la estrategia y planificación de la tarea:
Se determinará como y en qué tiempo se llevará a cabo las propuestas que el
consultor mencione o si la empresa lo requiere el tiempo que la misma este
solicitando para ello.
En la presentación de la propuesta al cliente:
Tendrá las posibles soluciones que el consultor le ofrezca al cliente donde
mencione sus objetivos y cuáles serán las estrategias a desempeñar en las
mismas.
Contrato de consultoría:
Determinados los enfoques y métodos necesarios para mantener el equilibrio de
los aspectos técnicos y humanos de la gestión y el cambio, que en la consultoría
se puedan observar se procederá a la contratación del servicio del consultor
FUENTES DE CONSULTA.
https://es.scribd.com/document/401619006/Unidad-3-1
https://prezi.com/2k6qxokhfp39/31-elementos-fundamentales-del-metodo-de-
consultoria/
. https://www.mindomo.com/es/mindmap/elementos-fundamentales-del-metodo-de-
consultoria-9f725e0d22ae000dddb0dffe6464a136

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