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Laboratorio emoción
Resolución de preguntas:
Miedo: es una emoción básica de supervivencia, al sentir miedo entras en un estado de alerta,
suben tus niveles de adrenalina. Este estado de alerta te prepara para correr, esconderte o atacar
en un debido caso. Aunque también puede ser un ciclo de paranoia un peligro inexistente hasta el
momento, pero aun así la persona se encuentra asustada sobre qué pasaría si se materializa dicho
miedo.
Neutral: básicamente es un estado de quietud, expresado por una cara neutral y sin movimiento
muscular en el rostro, se lo puede ver como un momento específico donde nada te perturba ni de
buena ni de mala manera solo existes.
Tristeza: es una emoción básica, se presenta cuando una persona tiene malas experiencias que lo
hacen sentir agotado, derrotado o el problema simplemente se escapa de sus manos como la
muerte o actos de injusticia y se refleja en el rostro a través de lágrimas o una expresión
angustiosa con el ceño fruncido y los labios decaídos.
Ira: es una emoción enérgica que se expresa en el rostro al arrugar los músculos de la cara o
incluso enrojecer de furia, esta es parecida al asco en expresión, pero la ira es una emoción
peligrosa que puede ir en pro o en contra de nuestra supervivencia porque no se controla y ataca
agresivamente.
Asco: el asco es una emoción producida al ver sucesos o cosas desagradables, incluso puede
suceder al percibir aromas feos, la cara se arruga en gesto de desaprobación y normalmente te
alejas con todo tu cuerpo de aquello tan desagradable.
Alegría: la alegría es una emoción positiva y optimista, al igual que las demás depende mucho del
entorno, estar en un espacio agradable, hacer algo que te gusta, recibir buenas noticias harán que
estires los músculos de tus labios en una sonrisa y con esta expresión se demuestra el estado
alegre.
Sorpresa: esta emoción tiene como característica durar solo unos segundos, es muy rápido y
fácilmente puede ser reemplazada por otra emoción según la sorpresa que haya aparecido en el
momento, la característica principal de esta emoción es lo inesperado de su ataque y el hecho de
poder ser reemplazado por emociones buenas o mala, se expresa en el rostro al abrir mucho los
ojos y la boca.
La conducta establece una relación de estímulo respuesta cuando de emociones hablamos, mucho
de nuestras emociones depende de nuestro entorno y las personas que se encuentran en él.
Biológicamente se establecen como una conducta de supervivencia estas conductas y el observar
estas conductas en otros nos hacen diferenciar los niveles de respuesta y el peligro posible.
Según Carlson (2005) En los humanos, estas respuestas se acompañan de sentimientos. De
Hecho, la mayor parte de nosotros utilizamos la palabra emoción para referirnos a los
sentimientos, no a las conductas. Pero es esta conducta, y no la experiencia personal, la
que tiene consecuencias para la supervivencia y la reproducción. Por lo tanto, son los
objetivos útiles de las conductas emocionales lo que ha guiado la evolución de nuestro
cerebro. Los sentimientos que acompañan a estas conductas entraron en juego bastante
más tarde (p. 378)
El componente conductual está relacionado con la expresión corporal, que esta a su vez se
relaciona con un evento ocurrido en el entorno. Por esto es un componente de supervivencia ej.
Una persona te ataca tu cuerpo toma alguna postura como correr o atacar de vuelta.
Los componentes autónomos también involucran nuestro cuerpo pero de una forma más
voluntaria, las emociones se pueden disimular algunas veces pero no se pueden suprimir
demasiado tiempo por eso el cuerpo la expresa de alguna forma, negarse a expresar emociones
puede llevar a altos grados de estrés y por consiguiente terminar enfermo.
En la amígdala podemos encontrar el núcleo central que según Carlson (2005) la activación del
núcleo central provoca diversas respuestas emocionales: comportamentales, neurovegetativas y
hormonales (p. 380) los núcleos de la amígdala lateral, basal y basal accesorio envían información
sensorial al núcleo central, de ahí el núcleo central envía proyecciones al hipotálamo,
mesencéfalo, protuberancia y bulbo. Estos últimos se encargan de los distintos componentes de
respuesta emocional.
Reconocemos los sentimientos de los demás mediante la visión o la audición, viendo sus
expresiones faciales o captando los tonos de la voz.