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Validación de materiales educativos

Concepto de validación

Se entiende por proceso de validación de materiales educativos a la técnica consistente en


someter a experimentación o análisis un determinado material, para verificar su grado de
correspondencia con el objetivo para el cual fue construido. Incluye la apreciación de su
contenido, calidad, funcionalidad, facilidad de trabajo, eficacia, etc.

La validación es la prueba del material en un grupo representativo del público al cual dicho
material se dirigirá.

Esta prueba se hace a través del uso de metodologías cualitativas de investigación, que
permitan conocer el por qué de un pensamiento, actitud o conducta.

Los métodos usualmente utilizados son las entrevistas en profundidad o los grupos focales.

Validación técnica. Consiste en que uno o más especialistas revisen, comenten y aprueben
el contenido de los mensajes que se difundirá a través de los materiales educativo-
comunicacionales de la intervención.

Debe hacerse antes de la validación con población, a fin de asegurar que cada mensaje diga
lo apropiado en términos técnicos.

Es importante aclarar que este proceso no implica que conceptos “difíciles” predominen
sobre mensajes claros y sencillos, que es lo que debemos lograr. Se trata de ser precisos y
de difundir información de acuerdo a las normas técnicas establecidas

Validación con población. Consiste en comprobar, en un grupo representativo del público


objetivo, si el contenido y la forma de nuestros materiales funcionan. Cuando decimos “un
grupo representativo” nos referimos a un grupo de personas que tengan características
comunes entre sí: edad, sexo, instrucción, procedencia, nivel socioeconómico, estilos de
vida y costumbres similares a las de la población a la cual se dirigen los mensajes.

Recuerde:
Antes de diseñar los materiales educativo-comunicacionales de su intervención, defina los
contenidos y mensajes principales y secundatios. Entrégueselos a uno o más especialistas
en el problema elegido, a fin de recoger sus comentarios técnicos.

Procure contar con una aprobación por escrito de la validación técnica del especialista. Le
servirá como constancia de haber incorporando los contenidos correctamente.

Luego de validar técnicamente los contenidos y mensajes que contendrán los materiales,
analice junto con su equipo cuáles son los formatos más adecuados para transmitir los
mensajes.

Todo el contenido del material educativo debe conquistar al grupo objetivo, por ello es de
gran importancia estimar la aprobación, conformidad y adopción de estas herramientas por
el mismo. De esta manera surge la necesidad de buscar alternativas para lograr dichas
estimaciones, concentrando la investigación en la validación del material educativo
siguiendo una secuencia ordenada de elementos como el diseño y la validación del
instrumento, sujeto a modificaciones, adopciones y adaptaciones mediante el proceso del
Juicio de Expertos, lo que permitió luego la aplicación del instrumento.

La validación para materiales educativos más apropiados para este tipo de investigación es
la hecha por Ziemendorff y Krause (2003), ésta consiste en el examen del material
elaborado para el grupo meta y por representantes del grupo meta o todo el grupo meta,
bajo cinco criterios definidos a continuación:

Atracción: confirma el aprecio que el grupo meta siente por material educativo, muestra el
interés y la atención dada al mismo, demuestra cómo es percibido.

Comprensión: asegura que el material es asimilado, entendido y aprendido por toda la


comunidad. Esta es la finalidad principal de la validación.

Afinidad o Compatibilidad: el grupo objetivo también se identifica con el material por sus
personajes, paisajes, edificaciones, estructuras, vestidos y demás, que deben ser
preferiblemente de su entorno. Si el Grupo Meta no se ve reflejado en el material y piensa
que está dirigido a otras personas no se van a alcanzar los demás objetivos.
Aceptación: las ideas y propuestas deben estar acordes a la comunidad a sus habitantes y
sus realidades, también deben estar a su alcance para que él lo vea factible y cumpla con el
cambio. Se trata de evitar que la propuesta conlleve objetos de rechazo por la población.

Inducción a la Acción: ayudar en el grupo meta, va a cambiar sus comportamientos en la


manera deseada. Por supuesto va a ser imposible validar si de verdad lo van a hacer, pero si
se puede tratar de validar, si el material educativo induce a la acción. Por ejemplo, con
información concreta sobre el cómo. También en este campo se requiere de otras medidas
adicionales para lograr el objetivo como son incentivos para la aplicación de ciertos
comportamientos.

Conclusiones

El término “validar” significa comprobar, en este caso, si el material educativo sirve para lo
que fue elaborado, es decir, si es apto para el público objetivo, si cumple con las
expectativas de forma. Esta acción se puede realizar con la ayuda de un grupo técnico con
criterio de evaluación, que pueda comentar el material con el fin de mejorarlo, además de
sumar el aporte de un grupo representativo que cumpla con las características del público
objetivo y que pueda servir de prueba piloto para la aplicación del material.

Bibliografía

Ziemendorff, S & Krause, A. (2003). Guía de validación de materiales educativos (con


enfoque en Materiales de Educación Sanitaria) Programa de Agua y Saneamiento
PROAGUA/GTZ, Perú.

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