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COCCIDIOSIS PORCINA

Quiles, A.* , Hevia, M.ª Luisa*, Martínez-Carrasco Pleite, Carlos** y Alonso de Vega, F.**
* Departamento de Producción Animal. Facultad de Veterinaria. Universidad de Murcia.
Campus de Espinardo. 30071-Murcia. quiles@um.es
** Departamento de Sanidad Animal. Facultad de Veterinaria. Universidad de Murcia.
Campus de Espinardo. 30071-Murcia.

Presentado en el XII Congreso Internacional ANEMBE de Medicina Bovina

Fotos: Fondo editorial

Diarrea por Isospora suis en lechones de 7 días.

La alta rentabilidad de la producción intensi-
va del ganado porcino ha llevado en las últi-
mas décadas a un aumento considerable de
este tipo de explotación. La tendencia a redu-
cir los ciclos productivos de los animales pro-
voca situaciones estresantes que pueden dar
lugar a la aparición de procesos patológicos
con consecuencias graves para la rentabilidad
de la explotación.
Este tipo de explotación ha permitido que cier-
tos procesos desaparezcan o se minimicen,
pero también, es cierto, que otros se han exa-
cerbado a consecuencia de una mayor concen-
tración de animales en las explotaciones.
Uno de los aspectos sanitarios del lechón
que más preocupa a los técnicos y ganaderos
son las diarreas, ya que es una de las princi-
pales causas de mortalidad en los lechones
lactantes y en el destete. Al margen de la
mortalidad, estos procesos digestivos ocasio-
nan numerosos perjuicios económicos: gasto
farmacéutico en tratamientos, mayores nece-

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sidades de mano de obra, menor crecimiento

de los animales, peor conversión del pienso,
mayor predisposición de los lechones a
sufrir otras infecciones, etc.

La etiología de la diarrea es multifactorial,

por un lado están los microorganismos pató-
genos responsables finales de los cuadros
diarreicos, pero que necesitan del asociacio-
nismo con factores de manejo, ambientales y
nutricionales (inadecuado diseño de las ins-
talaciones, falta de limpieza y desinfección,
condiciones microclimáticas inapropiadas,
inadecuada alimentación del lechón y desfa-
se entre las materias primas de los piensos y
la edad del lechón), los cuales determinarán
la aparición y la intensidad de los cuadros
diarreicos. Además, en contadas ocasiones,
los procesos diarreicos son consecuencia de
un solo agente infeccioso, sino que resultan
de la acción combinada de varios agentes.
Por lo tanto, el diagnóstico correcto del agen-
te patógeno, junto con un adecuado manejo
de la alimentación y del control medio
Heces diarreicas provocadas por Isospora suis.
ambiental, así como una buena estrategia
terapéutica (antibioterapia y tratamiento sin-
tomatológico) permitirán minimizar los efec- tridioisis, Gastroenteritis Transmisible, Gas-
tos de la enfermedad y mejorar los rendi- troenteritis por rotavirus, etc; así como pro-
mientos técnicos. cesos parasitarios entre los que podemos
destacar la Coccidiosis. La Coccidiosis es una
La flora intestinal, junto con los anticuerpos parasitosis común en las explotaciones porci-
calostrales recibidos durante las primeras nas; sin embargo, la infección subclínica no
horas de vida del lechón, le protegen frente a se diagnostica con frecuencia lo que conlleva
determinados microorganismos patógenos, a un incremento de la mortalidad de los
manteniéndose un equilibrio entre la flora lechones lactantes, un bajo peso de los mis-
intestinal y los agentes patógenos. Ahora bien, mos al destete, así como unas pobres tasas de
cuando se rompe este equilibrio tiene lugar la crecimiento post-destete.
infección del lechón, siendo su manifestación
más común en forma de diarreas, lo que
puede ocasionarle la muerte. ETIOLOGÍA
Durante el periodo de lactancia, los procesos La coccidiosis está producida por protozoos
diarreicos vienen determinados por una falta pertenecientes al Phylum Apicomplexa, Subclase
de transmisión de inmunidad pasiva calostral, Coccidia y en el ganado porcino se han identifi-
así como por unas deficientes condiciones cado varias especies pertenecientes a los géne-
higiénicas en la sala de partos. ros Eimeria, Isospora y Cryptosporidium.

Dentro de las patologías digestivas más fre- Las especies más comunes de Eimeria presen-
cuentes del lechón se encuentran los siguien- tes en el ganado porcino son E. debliecki, E.
tes procesos infecciosos: Colibacilosis, Clos- scabra, E. polita, E. spinosa, (consideradas

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Coccidiosis porcina
Figura 1.- Esquema del ciclo biológico de coccidios en el ganado porcino
como moderadamente patógenas), E. gueva-
rai, E. porci, E. neodebliecki y E. perminuta (con
escasa importancia patógena), presentándose
el proceso en los animales destetados con una
edad de 1 a 3 meses. En cuanto al género Isos-
pora, I. suis es la especie más representativa y
se considera como el agente causal de la coc-
cidiosis porcina más importante durante el
periodo de lactación. Dentro del Género
Cryptosporidium se encuentra la especie C.
parvum, de poca entidad patológica en el
ganado porcino.
Los ooquistes eliminados con las materias
fecales constituyen la fuente de infección.
Tras un periodo de tiempo que oscila entre
los 5 y 10 días, dependiendo de las especies
implicadas y de la temperatura ambiente, 20-
27ºC, los ooquistes esporulan y se vuelven
infectantes, en el caso de las especies del
género Eimeria, mientras que en Isospora la
esporulación es más rápida, de 12 y 48 horas,
a unas temperaturas de 32 a 35ºC. Estas dife-
rencias explican el porqué los animales lac-
tantes no suelen presentar cuadros clínicos
ocasionados por eimerias. Los ooquistes
esporulados se mantienen viables durante
más de 10 meses si las condiciones de tempe-
ratura y humedad son las adecuadas.
La infección por eimerias se produce cuando
los animales ingieren los ooquistes esporula-
dos. Los jugos gástricos actúan debilitando
la pared de los ooquistes y cuando alcanzan
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Quiles, A., et al.
el intestino delgado se produce la desenquis-
tación y liberación de los esporozoitos; éstos
penetran en las células epiteliales, y depen-
diendo de la especie, colonizan una parte u
otra del intestino delgado y se inicia la
reproducción asexual formándose esquizon-
tes de 1ª generación que contienen merozoí-
tos de 1ª generación. Seguidamente se pro-
duce una nueva generación esquizogónica y
en ocasiones una tercera, a partir de las cua-
les se inicia la gametogonia. El macrogamon-
te o gameto femenino es inmóvil mientras
que el gamonte masculino da lugar a micro-
gametocitos flagelados, que abandonan la
célula parasitada y se dirigen en busca del
gameto femenino, fecundándolo y dando
lugar al ooquiste, que tras la rotura celular
es eliminado con las materias fecales al
medio ambiente. El periodo prepatente fina-
liza a los 6-10 días.
En el caso de Isospora, el ciclo está mucho
más estudiado y se sabe que inicialmente los
esporozoítos invaden el primer tercio del
yeyuno y posteriormente pueden invadir las
criptas y colonizar otros tramos intestinales
como el ciego y colon. Tras la invasión inicial
se dividen por endodiogenia, y forman
merontes binucleados dentro del enterocito
que dan lugar a la liberación de merozoítos
en parejas. Posteriormente, se producen dos
generaciones esquizogónicas de tipo II mul-
tinucleadas, las cuales dan lugar en 2 a 3
días, a 2-16 merozoítos en la primera genera-
ción y 4-16 merozoítos de menor tamaño en
la segunda. Por último, se forma la gameto-
gonia y a partir del día 5-6 postinfección se
inicia la eliminación de ooquistes. En algu-
nos casos se ha observado que, en animales
de 3-5 días de vida, las heces son portadoras
de ooquistes.
EPIDEMIOLOGÍA
Las heces de las cerdas lactantes pueden ser
fuentes de infección pero, fundamentalmente
son las heces de los lechones infectados de
partos anteriores las que contaminan el
ambiente (los lechones infectados excretan
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más de 100.000 ooquistes por gramo de heces).

Todo ello provoca un aumento de la carga de Frotis de heces.
ooquistes en las salas de maternidad, lo que Ooquistes de Cryptosporidium spp
unido a unas malas prácticas de limpieza y (100 x, tincion Ziehl-Neelsen).

desinfección tras el destete, contribuye a

aumentar el riesgo de la infección al inge-
rir las camadas sucesivas dosis elevadas
de ooquistes. Los lechones se contaminan
por vía oral al ingerir agua, pienso o heces
contaminadas.

Los mayores focos se presentan en los meses

cálidos y húmedos y en los suelos de hormi- pro-
gón, donde los ooquistes se vuelven infectivos vocando la
rápidamente. En la transmisión de la parasito- salida de los esporo-
sis también pueden intervenir las moscas, cistos infectantes. Cada vez que se produce la
otros insectos, el hombre, así como los utensi- multiplicación del parásito ocasiona una
lios de trabajo, maquinaria y ropas. denudación, destrucción de los ente-
rocitos, fundamentalmente los
situados en el extremo
PATOGENIA distal de la vellosidad
o en zonas más pro-
La patogenicidad fundas dependien-
está en relación con do de la especie o
la cantidad de especies implica-
ooquistes ingeridos das en el proceso.
y con la especie y/o Esta erosión del
especies implicadas, epitelio provoca
pues cada una de ellas una pérdida de la
presentan particularida- capacidad de absorción
des en cuanto a la capaci- Ooquiste de de nutrientes y de agua,
Isospora suis
dad de penetración y localiza- desencadenando diarrea, deshi-
ción en el tracto digestivo.; tan solo 100 dratación y pérdida de electrolitos. Se
ooquistes son necesarios para infectar a los origina pues un cuadro de malabsorción. Los
lechones. El desarrollo y eclosión tiene lugar primeros ooquistes se observan en las heces
en el epitelio del de los lechones a los cinco días de la infec-
yeyuno e ción. Si la carga parasitaria ingerida no es
íleon, muy alta, los daños no son muy elevados,
quedando el lechón inmunizado.

Necrosis y atrofia en vellosidades
intestinales provocadas por Isospora
suis (NIAH, Ibaraki)
SINTOMATOLOGÍA
Como consecuencia del daño del epitelio
intestinal se produce en los lechones dia-
rrea de color amarillo claro, pastosa, acuosa,
de mal olor y a veces hemorrágica. Este es un
síntoma común tanto a las eimeriosis como a la
isosporosis y criptosporidiosis. A veces aparecen
coágulos amarillo-blanquecinos en las heces

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Coccidiosis porcina Quiles, A., et al.

las formas más benig-

nas hasta la forma-
ción de membranas
fibrinonecróticas. El
contenido intestinal
es cremoso o acuoso,
detectándose focos
necróticos. En ocasio-
nes se aprecia enteri-
tis a nivel del duode-
no, ciego y/o colon.

Intestino delgado afectado por Isospora suis
más acuosas. En las últimas etapas del proceso
puede observarse también estreñimiento. Los
cuadros más severos de isosporosis ocurren en
los lechones a los 5-10 días de edad, aunque oca-
sionalmente pueden hallarse ooquistes en las
heces en animales de 3-4 días. La morbilidad es
alta, mientras que la mortalidad es moderada
(menos del 20%), pudiendo incrementarse con
la presencia de infecciones secundarias. Es
común la deshidratación, la presencia de pelo
áspero y la disminución del crecimiento (15%),
ojos hundidos, apatía, decaimiento, pérdida del
apetito, buscan los lugares más cálidos, se sepa-
ran del grupo, lo que provoca una alta heteroge-
neidad de la camada en cuanto a su posterior
desarrollo. El cuadro diarreico puede durar 5 ó 6
días, teniendo una escasa o nula respuesta al
tratamiento con antibióticos.
La criptosporidiosis no es un problema
importante en las granjas de intensivo y muy
raras veces se manifiesta una clínica asociada
a esta enfermedad.
A nivel microscópico
se observa necrosis,
atrofia y acortamiento
de las vellosidades
intestinales pasando
el epitelio de cilíndri-
co a cúbico. La lámina
propia y la submuco-
sa presentan edema y
congestión y los tejidos linfoides del intesti-
no delgado muestran hiperplasia, así como
el epitelio de las criptas. En los enterocitos
pueden apreciarse claramente los diferentes
estadios evolutivos de isosporas y eimerias,
mientras que los criptosporidios aparente-
mente se observan en la superficie de la
microvellosidades.
DIAGNÓSTICO
La coccidiosis afecta frecuentemente a los
lechones de 7-14 días, provocando heces dia-
rreicas, aunque no afecta por igual a todos
los lechones de la camada y no todos se
infectan al mismo tiempo, incluso puede
haber lechones no infectados. La diarrea es
un dato clínico a tener en cuenta, aunque hay
que descartar otras infecciones bacterianas o
víricas. Puede ser orientativo el que la dia-
rrea no responda a los tratamientos usuales
con antibacterianos.

El diagnóstico etiológico es esencial para el

LESIONES diagnóstico de la enfermedad. Debe realizar-
se un estudio coprológico y determinar la
Microscópicamente, el yeyuno e íleon están carga parasitaria de ooquistes/g de heces. Es
inflamados con enteritis desde catarral en adecuado para ello el uso de soluciones satu-

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radas de sal o de Sulfato de Cinc al 33%, rea-

lizando el recuento en cámara de McMaster.
En cualquier caso no es definitivo el resulta-
do, ya que cargas muy altas de ooquistes
pueden no dar sintomatología y por el con-
trario, cargas bajas ocasionan un cuadro clí-
nico importante. Cuantas más muestras de
heces se tomen mejor, de tal forma que nos
permitirá obtener una media de eliminación
de ooquistes.

En el caso de tratarse de crisptosporidiosis,

el recuento se realiza en una cámara de
Thoma o de Neubauer, dado el pequeño
tamaño de los ooquistes o de forma más
simple se recurre a una tinción modificada
de Ziel-Nielseen, sobre frotis fecales y se
cuantifican los ooquistes por campo micros-
cópico. Es necesario recoger muestras de
varias camadas y de varios lechones en cada
camada: unos 35 lechones de 5-6 camadas
diferentes. Las mejores muestras de heces
son heces pastosas recogidas de lechones Sala de maternidad en vacío sanitario
que hayan tenido diarrea durante 2-3 días
porque es cuando se produce la eliminación
máxima de ooquistes y, por tanto, las posibi-
lidades de detectarlos son mayores. En las
heces líquidas el contenido de ooquistes es
menor. En las fases sobreagudas, el diagnós-
tico debe basarse en la detección de las for-
mas parasitarias (merozoítos, esquizontes y
gametos) en improntas o cortes histológicos
del epitelio intestinal, ya que los lechones
pueden morir antes de que eliminen ooquis-
tes en las heces.

Al ser frecuente la concomitancia con otros

procesos intestinales es recomendable deter-
minar la presencia o no de otros patógenos, E. Se debe evitar el contacto de los lechones con las heces de la cerda

coli, Salmonella, etc., ya que su presencia puede

agravar los cuadros y enmascarar las causas
primarias.
TRATAMIENTO
Es importante destacar que las terapias anti-
coccidiosas son de poca utilidad una vez
que aparecen los primeros síntomas. Por
tanto se debe aplicar un tratamiento profi-
láctico en la primera semana de vida del
lechón como método preventivo frente a
Isospora suis. Cuando se presenta un brote
de coccidiosis los lechones deben ser trata-
dos con toltrazurilo por vía oral (20 mg/kg
de PV) a los 3-5 días de edad, compuesto
que se ha mostrado muy eficaz y con al ven-
taja de que solo necesita de una sola aplica-
ción, por lo que la manipulación de los ani-
males se ve disminuida También podemos

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Coccidiosis porcina
Lechón con coccidiosis
emplear sulfatrimetoprim vía parenteral, el
metronidazol o el amprolio, que reducen de
forma sustancial la eliminación de ooquis-
tes, pero en ningún caso actúan como fár-
macos curativos . El tratamiento debe abar-
car a toda la camada. Cuando la coccidiosis
se hace persistente y afecta a varias camadas
podemos tratar a las cerdas reproductoras
con un coccidiostático (monensina 100g/Tm
de pienso; amprolio 900g/Tm de pienso) a
partir del traslado a la nave de maternidad
y hasta el día 14 de lactación.
Lechón con restos diarreicos consecuencia de Isospora suis.
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CONTROL Y PREVENCIÓN
Es esencial establecer programas que combi-
nen métodos de gestión, higiene-desinfección
y quimioterapia para reducir la presión de
infección del parásito y minimizar los efectos
de la enfermedad.
Las medidas preventivas deben incluir medi-
das higiénicas con limpieza y desinfección,
aplicando la tecnología todo dentro/todo
fuera. Mediante la limpieza y la desinfección
pretendemos reducir el número de contami-
nantes. Generalmente, ambas acciones se apli-
can de manera conjunta, primero se limpian
las instalaciones y el utillaje ganadero y des-
pués se desinfecta.
Antes de instalar las cerdas próximas al parto
en la nave de maternidad hemos de procurar
que los animales lleguen a unas instalaciones
lo más limpias posible y que se mantengan así
durante toda la lactación, evitando el contacto
de los lechones con las heces de las cerdas.
El vacío sanitario tiene por objeto la elimi-
nación de todos los agentes microbianos,
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parásitos, de la materia orgánica y de otros
residuos acumulados en las instalaciones. Se
llevará a cabo tras el destete, durante un
periodo entre 4-7 días, momento que apro-
vechamos para la limpieza y desinfección.
Este periodo va unido inexorablemente a la
tecnología todo dentro/todo fuera, constitu-
yendo uno de los pilares básicos para la pre-
vención de la coccidiosis.
La tecnología todo dentro/todo fuera posibili-
ta una serie de ventajas tales como:
- Se evita el riesgo de trasmisión de patóge-
nos de cerdos viejos a los recién llegados,
ya que todos los animales del grupo son de
la misma edad.
- A todos los animales del lote se les somete
a las mismas condiciones ambientales de
temperatura, humedad, velocidad del aire,
etc, en función de su edad y/o peso.
- No se acumulan lechones de crecimiento
lento, como ocurre en el flujo continuo, los
cuales suelen eliminar mayor número de
patógenos.
- En caso que se presente algún proceso
infeccioso, se puede medicar o eliminar el
lote con rapidez, con lo que solo estaría
afectado un grupo de animales y no todos
los animales de la granja.
- Mejora el nivel de crecimiento, consi-
guiendo mejoras del 5-10% en la ganan-
Diciembre 2007 • N.º 238 PRODUCCIÓN ANIMAL
Coccidiosis porcina
cia media diaria y en el índice de conver-
sión.
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