PERSPECTIVA FILOSÓFICA, PEDAGÓGICA, DIDÁCTICA 2021

FILOSOFÍA Profesora: Amelia Gallastegui

INTRODUCCION

La filosofía de manera general puede ser definida desde las distintas épocas con-
forme a la importancia que la misma tenga para construir un discurso coherente.

La Filosofía tal como nos la han enseñado tiene su nacimiento como Logos en
Grecia (en el siglo VII al V a de C), trayendo al escenario del pensamiento algunas
preguntas acerca del Cosmos (Universo) y de la Naturaleza, con interrogantes
básicos acerca de la vida y del Orden.

Aristóteles (S, V a C) “La filosofía es ciencia de los primeros principios y las

últimas causas” pensamiento que se orienta a contemplar la misma y especular
acerca de la dinámica que la conforma.

Visión moderna (S, XVII d C) “La filosofía es un sistema racional de pensa-

miento”, visión que se corresponde con el auge del Iluminismo en la que la razón
del hombre es la luz que rompe con el oscurantismo medieval, con la aparición
de la ciencia a partir de método de Descartes.

La modernidad y su paradigma antropocéntrico generaron un cambio radical

en el rumbo del pensamiento, en este contexto siglo XVIII se da un vuelco
definitivo a los que fue el paradigma teocéntrico anterior y el hombre porta-
dor de razón se vuelve centro y punto de anclaje de toda reflexión sobre el
ser, la historia, la naturaleza, la filosofía. En este contexto, reflexionar sobre el
panorama un tanto incierto de los múltiples y complejos acontecimientos que se su-
ceden, hacen que la realidad dada a interpretar, lejos de la metafísica que la ante-
cediera tiene hoy una coyuntura que pretende deshacerse de los prolegómenos ra-
cionalistas del entendimiento. Tema filosófico, antropológico, estético.

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En este contexto, vale señalar que una teñida de contemporaneidad, apunta a
generar conflictos en las interpretaciones, de ello trata la reflexión que alude al
ser como acontecimiento desafiando la imponente magnitud de las definiciones
filosóficas-contemplativas, extasiadas en la propia razón sin atributos sensibles.
La réplica a tales fundamentos proviene de pensar el ser en el instante mismo
de su aparición como un acontecer que recupera huellas y a la vez las inscribe
en la fina piel que recubre el cuerpo haciendo de la facticidad el marco propicio
para nuevas inscripciones. Ello demanda pensar en las situaciones complejas,
existenciales que ponen en evidencia la precariedad de los asuntos humanos.
Puesto que, lass notas existenciales que habita el ser propias de su incompletud
originaria, son siempre generadoras de espacios inciertos que no logran encon-
trar en la razón, ideas o relatos sentidos sustanciales profundos que posibiliten
abolir las distancias entre esta y la sensibilidad. En este contexto, el peso cultural
de las palabras no debiera constituirse en campo de disputa discursiva, sistemá-
tico sino, en diálogo abierto a las vicisitudes y conflictos. Aunque tal apertura no
significa en modo alguno dejarse corroer por las críticas y analíticas presiones del
contexto.
Aquí el planteamiento consiste, en tratar de pensar las posibilidades de articular
sensibilidad y entendimiento integrando transversalmente a ello la imaginación
como herramientas estratégicas insustituible de todo quehacer humano orientado
a la mediación de saberes. Todo ello, teniendo presente el multifacético y multi-
direccional mundo de las redes, espacios de reflexión interactivas donde la tec-
nología ha puesto y pone en debate las didácticas existentes.
Esta compostura teórica es parte de una experiencia vívida del presente que, a
diferencia de los procesos del pensamiento desarrollado por la filosofía que ha
puesto la época en conceptos, la anima la percepción de un mundo contingente
donde cada ser tiene la pesada carga de hacerse a sí mismo. “La extrañeza de si
no es intuida, sino una realidad inserta en la experiencia de una vida sensible”
(Gallastegui 2017, p. 15) Todo ello, entendiendo que el ser se manifiesta en las
cosas mediante el sentido que éste le da al mundo al dotarlo de palabras. Es

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decir, el hecho de desafiar las distancias discursivas entre sensibilidad y raciona-
lidad pueden dar lugar a una noción de ser de no recortada en pos de la estruc-
tura piramidal del fundamento.
La filosofía interpela la realidad interpelándose a sí misma frente a todo lo que
le genera curiosidad, ello emerge como fórmula de preguntas sobre todo lo que
existe y conocemos, es decir sobre la totalidad. Esta capacidad inagotable de
preguntar y de cuestionar todo lo dado o prefijado de antemano se denomina
problema filosófico, los mismos de plantean en diversos escenarios y diálogos en
los que los seres humanos nos encontramos situados.

• La curiosidad que mueve la pregunta no

Preguntar tiene respuesta, sino más interogantes. La
relaidad irrumpe en la conciencia de lo otro.

• Conocer es siempre un desafío que anima a

Conocer los seres a continuar preguntando más allá
de las posibildiades de respuesta.

• La filosofía pregutna por la verdad, peroe n

Saber realidad no le preocupa la verdad sino su
búsqueda.

Todo proceso de pensamiento involucra siempre una relación ser a ser que su-
pera el diálogo corriente acerca de las vicisitudes cotidianas, apuntando a otros
recorridos. En este contexto, reflexionar sobre el panorama un tanto incierto de
los múltiples y complejos acontecimientos que se suceden, hacen que la realidad

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dada a interpretar, lejos de la metafísica que la antecediera tiene hoy una coyun-
tura que pretende deshacerse de los prolegómenos racionalistas del entendi-
miento porque este es parte de una dialéctica sin retorno.

Se trata en filosofía de pensar los diversos modos de confrontar con las líneas
unidireccionales de la razón para quebrar la cadena continua de proposiciones
que estructura el pensamiento detenido en el tiempo. Hacer filosofía implica, in-
cluir una perspectiva actual dentro las reflexiones que demanda el reconoci-
miento del otro ser, sus preguntas como parte de una actitud de asombro, dudas
tanto como la vulnerabilidad humana que aparece expresada en las condiciones
límites que llevan al ser humano a filosofar.

Jaspers (S XX) “La filosofía es un ir de camino, tránsito que se da entre el Asom-

bro (de base platónica), la Duda (proveniente del racionalismo de la Modernidad
y las Situaciones límites que ponen al ser humano frente a su propia contingencia.

Este proceso es propio de las posibilidades psicológicas del ser humano y que lo
hacen ser tal como es.

Si bien la filosofía tiene un nacimiento cronológico preciso, en el marco de las

reflexiones contextualizadas en América Latina vamos a iniciar un camino que
tiene que ver con la propia constitución del pensamiento vinculado con la geo-
grafía para situar a la filosofía del proceso de pensamiento acerca del ser y del
ser humano concreto, particular y diverso a la vez que transita las aulas del marco
formativo general.

Karl Jarspers (Orígenes de la filosofía, Pag, 6-10)

El filosofar original suele decirse se presenta en los enfermos mentales y en los

niños puesto que sólo ellos pueden obviar las matrices del pensar racional y en-
focar su pensamiento en aquello que lo motiva. Como la filosofía es indispensable
al ser humano, esta está en todo tiempo ahí, públicamente, aparece de las formas
más variadas en aquello que puede llamarse filosofía de la vida cotidiana, son
formas de razonamientos y expresiones que, si bien no cumplen con las pautas
básicas de una conformación discursiva coherente y fundamentada alimenta la
vida de los seres desde los inicios de la humanidad.

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Pero este ir de camino-el destino del ser en el tiempo-alberga tanto la posibilidad
de una enorme satisfacción tanto como el desconcierto o el dolor más profundo.
Ello pone en evidencia la precariedad de la existencia punto de partida de todo
filosofar.

En este sentido, ir de camino implica poner en ejercicio la actividad viva del pen-
samiento y para ello no hay fórmulas sino simplemente habrá posibilidades de
lograrlo en la medida en que podamos comunicarnos persona a persona mante-
niendo despierta con paciencia y sin cesar la razón, incluso hasta ante lo más
extraño y ante lo que se rehúsa, ello puede dar como fruto la construcción de un
pensamiento, de una filosofía que acompañe el devenir humano.

Uno de los aspectos más importante de esta mirada acerca del nacimiento y
evolución del pensamiento es que, éste pone la capacidad reflexiva como centro
mismo del quehacer humano, tal expresión se concreta en el afán de llevar al
conocimiento hasta los límites y pretender saber siempre más. En el caso de la
filosofía tal intención tiene que ver con una actitud humana tendiente a la pre-
gunta, a la escucha, con una actitud espiritual (no en el sentido religioso), sino
como una conducta cotidiana de vincular las ideas particulares con ideas más
generales.

En este sentido la filosofía tiene una amplitud y una compleja trama de relacio-
nes con el mundo pasado y presente, de allí que, cada generación continúa la
obra de quienes lo han antecedido, pero a la vez la altera, la modifica integrando
a ella una reflexión situada en el tiempo y en el espacio. Marco de una realidad
que pone en evidencia la caducidad de los esquemas conocidos y aprendidos
demanda de una actualización, un giro radical de las dinámicas comunicativas e
incluso relacionales dadas por la perplejidad que genera el marco restringidos de
las pantallas a la vez que las redes integran el escenario global de las comunica-
ciones.

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En este contexto las intercomunicaciones no tienen límites y a la vez ello obtura

en cierto modo las posibilidades didácticas-operativas de los aprendizajes orien-
tados a la formación docentes. En este marco los docentes formadores han de
poner el acento en el acompañamiento de las trayectorias desde un posiciona-
miento abierto a las vicisitudes del contexto. Escenarios donde las políticas edu-
cativas en curso se ven fragmentadas o puestas en debates frente a las comple-
jidades que genera, por un lado, las políticas preventivas en salud dado el esce-
nario global de Pandemia y por el otro y dependiendo de las mismas el uso obli-
gado de las redes en función de tal acompañamiento demanda otra gestión de
los aprendizajes haciendo visible el par antitético inclusión exclusión desde otras
demandas exclusivas del mencionado fenómeno global.

La filosofía cómo búsqueda existencial de respuestas

acerca de la naturaleza en todos sus
acerca del ser y del otro, de la existencia
sentidos

La vida es una experiencia compartida entre seres

La reciprocidad puesta en escena El diálogo como una instancia necesaria

El pensamiento y la reflexión como ejercicio cotidiano

Generar un marco de reconocimiento y
Promover el pensamiento crítico
solidaridad con el Otro

El presente se nos aparece cargado de incertidumbre, la metáfora acerca

de la fugacidad del tiempo propia del pensamiento contemporáneo ha ge-
nerado y genera una sensación de vértigo que en cierto modo trastoca el
discurrir de la vida cotidiana. En este contexto la pregunta por el ser, la
realidad y el pensamiento tratan de aprehender la época con herramientas

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conceptuales que, en muchos casos no logran ser aprendidas, entonces la
repetición es un escape que no da respuestas cognoscitivas relevantes.
La filosofía hoy busca articular las experiencias sensibles, concretas con
el mapa conceptual de referencia y con ello abordar el diálogo, el debate
acerca de lo que le acontece al ser en tiempo presente.
Si bien hay relatos fundados acerca de que el mundo, la humanidad están
en crisis, una reflexión profunda acerca de la experiencia compartida de
habitar la existencia propia y del “Otro”, confiere un cierto tono reciproci-
dad alentadora. En este sentido, la tarea filosófica que se emprende bus-
cando el reconocimiento del otro ser como hospitalidad recíproca en un
mismo plano. En este contexto, la igualdad se concreta como una integra-
ción participativa donde se asumen en un mismo plano de libertad, dere-
chos y obligaciones constitutivas de cada ser, de cada pueblo.

“Estamos rodeados de seres y de cosas con las que mantenemos relaciones. Me-
diante la vista, el tacto, mediante la empatía o el trabajo en común, estamos con
otros. Todas estas relaciones son transitorias, toco un objeto, veo a otro, pero no
soy el Otro. Soy en soledad. Por ello, el ser en mí, el hecho de que yo exista y como
exista el algo propio, singular, particular.
La existencia no sucede en un tiempo construido de antemano, sino un aconteci-
miento presente puesto que hacemos nuestra propia experiencia del tiempo”.
(Levinas 1993-frag)

Una vez que se ha completado tratar de organizar una idea general del mismo
considerando que cada ser es un individuo particular y con ello cobra dimensio-
nes significativas la diversidad.

En estas reflexiones aparecen expresadas la búsqueda de aprender lo singular

propio del ser, como un otro que se construye en la experiencia intersubjetiva
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abierta al diálogo. El ser es sensibilidad, alma, espíritu, vínculos, lenguaje. La
razón que el ser humano se perciba a sí mismo en su relación con los otros,
como una ser ubicado en tiempo y espacio, siempre cambiantes. Una de las
diferencias más notables es la concepción tradicional de ser lo piensa desde la
abstracción del puro concepto. Las definiciones de lo que el ser es, lo simplifica
puesto que no reconoce como valiosa para la constitución de éste, lo que sensi-
ble espiritual forma parte de la experiencia.
En la reflexión filosófica del presente, consideramos que el ser debe darse como
acontecimiento en el instante mismo en el que se descubre junto a otros. En el
simple hecho de comprender que la corporalidad presente recupera su historia
personal, su pasado vinculándolo con otra subjetividad sensible. En este sentido,
la relación persona a persona, ser a ser, intenta construir un marco de relaciones
recíprocas en las cuales los espacios compartidos generen diálogos entre sen-
sibilidad y razón.
Estamos habitando un contexto mediado por la tecnología, ello implica estar en
conexión con el mundo sin embargo y, a los fines de la educación el diálogo cara
a cara ha de tener mayor importancia para reconocer al otro/otra desde su parti-
cular condición de existencia.