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CAPÍTULO IV
LA PERSONALIDAD
Las personas, cada uno de nosotros, somos los actores de la vida social. El propósito de este capítulo es resumirte las conclusiones a las que han
llegado los científicos sociales respecto a la formación de la personalidad: qué importancia tiene la relación con otros seres humanos, cuáles son
las etapas de su desarrollo, qué grupos y organizaciones intervienen en su conformación. También te mostraremos cómo varían en distintas
sociedades la situación de los niños, adolescentes y ancianos. Finalmente responderemos desde nuestra disciplina a una pregunta muy importan-
te: ¿existe una naturaleza humana?
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La proposición básica en la que se fundará toda la exposición ulterior es la de afirmar la unidad del mundo sociocultural y el carácter
analítico de todas las distinciones que originan no sólo los enfoques de las disciplinas sociales, sino también la creciente diferenciación
interna de la sociología.
(...) Pueden distinguirse, al encarar el estudio del mundo social, varias dimensiones. Una dimensión de la cultura, como el conjunto de
las normas, valores, conocimientos y objetos materiales creados y transmitidos por el hombre; una dimensión de la sociedad considera-
da como el elemento humano, personal, que es portador de la cultura y que está constituido por individuos socializados (o personas) y
grupos sociales en sus múltiples interacciones; y por fin una dimensión motivacional o de la personalidad en el que adquieren realidad
psicológica los contenidos de la cultura. Cualquiera de los hechos sociales, sean éstos calificados de económicos o de cualquier otro modo, debe encararse
siempre y contemporáneamente desde estas tres dimensiones, aunque el énfasis metodológico pueda variar según las perspectivas.
GERMANI, Gino, Política y sociedad en una época de transición. De la sociedad tradicional a la sociedad de masas, Bs.As., Paidós, 1965; 15 – 16.
ACTIVIDAD
Después de leer con mucha atención, subrayando las ideas principales, propone otro título para este fragmento.
Se han publicado numerosos estudios de niños criados en la sociedad moderna, pero en un aislamiento relativo. Los casos más auténticos son los de Anna e
Isabelle. Anna era una hija ilegítima, confinada en un cuarto desde su infancia. Tuvo muy pocos contactos con otros seres humanos. La madre le traía leche, pero
no se ocupaba de ella: no se tomaba el trabajo de bañarla, enseñarle, vigilarla o mimarla.
Cuando se encontró a Anna a los seis años de edad, mostró alguno que otro signo de naturaleza humana. Se la describió como completamente apática: estaba
echada, inmóvil, sin expresión e indiferente. Se la creyó sorda y posiblemente ciega. Vivió otros cinco años, primero en una casa de campo y luego en un hogar
Las circunstancias de Isabelle fueron relativamente más afortunadas. Era también una hija ilegítima, que estuvo en reclusión. Empero, su madre, sordomuda,
permanecía con ella, y las dos fueron capaces de comunicarse mediante gestos. Cuando se encontró a Isabelle, también a los seis años de edad, carecía de una
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En contraste con Anna, a Isabelle se le impartió una eficaz y sistemática enseñanza y después de un comienzo lento, empezó a desarrollarse rápidamente. Al
llegar a los ocho años y medio había alcanzado un nivel educacional normal y se la describió como brillante, animosa y enérgica. Así, con un medio apropiado,
fue capaz de desarrollarse como una niña con hábitos y sentimientos normales. Empero, es de notar que Isabelle, en contraste con Anna, con toda seguridad tenía
un potencial de inteligencia adecuado y tuvo contacto humano íntimo, aunque limitado, cuando era infante.
Otra comunicación de un caso de la India nos informa de una llamada niña-lobo, una niña que cuando era pequeña fue separada de la sociedad, afirmándose que
fue criada por lobos. En 1921, un misionero británico halló en una cueva a la niña, llamada Kamala, que contaba a la sazón ocho años; vivió por más de ocho
años en la escuela de la misión. Cuando se la encontró, Kamala tenía pocas características ‘humanas’. No llevaba vestido, comía carne cruda, bajaba su boca
hacia su comida, tenía rasgos faciales impasibles y sólo mostraba hostilidad hacia los seres humanos. Durante su estada en la escuela, Kamala nunca alcanzó un
nivel normal para su edad, pero hizo progresos considerables, especialmente luego de haber cobrado gran cariño a la mujer del misionero. Aprendió a comer
alimentos cocinados, a llevar vestido, a entender el lenguaje simple, a gustar de los otros niños y a expresar varios tipos de emoción.
Un análisis de Bruno Bettelheim sugiere fundadamente que la parte de la historia correspondiente a la crianza por lobos es un mito, pero sin duda
Kamala había sufrido un aislamiento emocional extremo. Usando los términos de Cooley, Kamala carecía de naturaleza humana cuando se la
encontró; la fue desarrollando en los íntimos contactos personales de la escuela de la misión.
ACTIVIDAD
Redacta un breve párrafo sobre este tema: El aislamiento extremo y sus consecuencias.
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LA MADRE
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incorporamos en algún momento de nuestra vida.
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Cuando nacemos, nuestros contactos sociales son mínimos. Desde enton- I
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ces, en forma lenta, nuestras relaciones se van ampliando; de esa manera nos
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educamos o socializamos. Cuando somos adultos, colaboramos en la socia-
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lización de los más jóvenes.
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Un especialista describe de esta manera el progresivo aumento de
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las relaciones sociales, a partir del nacimiento: Otros parientes
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El mundo en expansión del niño llega a incluir cada vez a más gente y a un RACIAL CION
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número creciente de grupos con los cuales se identifica y siente solidaridad. GA
NIZ
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La primera persona en el mundo del niño es su madre o alguna otra figura O
maternal.
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En nuestra familia no sólo adquirimos modelos de comportamiento, sino también sentimientos y valores. Con su conducta los adultos no sólo nos
muestran qué hay que hacer en ciertas circunstancias; también expresan en nuestra presencia comentarios y opiniones, que van influyendo en nosotros.
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La familia y la escuela
Como la familia, la escuela es una institución reconocida que representa la autoridad adulta de la sociedad. A diferencia de la familia,
la escuela está formalizada mediante reglas establecidas, y dado que el niño pasa por una clase diferente cada año, no le es posible
comúnmente formar lazos interpersonales perdurables con los maestros. Aunque las tendencias de la educación ‘progresista’ pueden
sugerir otra cosa, la escuela también necesariamente tiene un programa limitado y tal vez nunca llega a preocuparse por la totalidad del
niño.
Los lazos de unión entre la escuela y la familia son íntimos. Que un niño sea receptivo o que tenga miedo cuando asiste a la escuela, que
tienda a aceptar o rechazar a las autoridades escolares, cómo reacciona con las maestras como modelos de conducta, todo en una medida
muy importante, es una función de las actitudes y orientaciones que se han desarrollado en el ambiente familiar. El niño que asiste al
colegio continúa siendo miembro de un grupo familiar; los dos agentes de socialización pueden reforzar u oponerse a la influencia del otro, y suele ocurrir
ambas cosas a la vez.
Los padres y los maestros pueden, conjuntamente, alentar el estudio diario, el logro y el respeto por las autoridades escolares; o hallarse en desacuerdo acerca
del mérito de la instrucción, la importancia de un idioma extranjero o el valor de las actividades extraescolares.
ACTIVIDAD
- Propone otro título, que refleje las relaciones existentes entre la familia y la escuela.
- Conversa con tu compañero de banco e imaginen ejemplos de conflictos entre una familia y la escuela.
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‘Par’ significa igual. Un grupo de pares es un conjunto de personas que Desde la imprenta hasta hoy
comparten alguna característica en común, que implica cierta igualdad des-
de el punto de vista social: el dinero, la edad, la ocupación, el grupo étnico. Los medios masivos de comunicación son un hecho relativamente recien-
Desde el punto de vista de la socialización, el criterio más significativo es la te, asociado directamente al progreso de la técnica. Con este nombre desig-
edad, importante en la infancia y – muy especialmente – en la adolescencia. namos a todos los procedimientos capaces de transmitir mensajes a distancia
a un gran número de personas, de manera simultánea.
La relación con el grupo de pares – con los del mismo grupo de edad - La primera manifestación fue la imprenta, inventada en el siglo XVI, que
constituye otra ampliación del mundo con el que los niños entran en contac- aceleró considerablemente la reproducción de los escritos. Sin embargo, sus
to. La relación entre ellos, permite a los niños – y, especialmente, a los ado- efectos recién se hicieron sentir más de tres siglos después, cuando la difu-
lescentes – compartir y explorar inquietudes e intereses al margen del mundo sión de la lectura y la escritura alcanzó a sectores importantes de la pobla-
adulto: la música, la moda, el sexo son, en nuestra sociedad, los motivos más ción (hasta entonces, la inmensa mayoría de las personas era analfabeta).
frecuentes de interés compartido. Los diarios y revistas fueron una novedad de fines del siglos XVIII, que
creció en el siglo siguiente, para masificarse durante los últimos cien años.
En la adolescencia se produce una fuerte adhesión al grupo de pares, que El siglo XX fue la etapa de enorme crecimiento de la comunicación masi-
le ofrece una nueva identidad (a veces, negativa). El grupo de pares puede va: a los medios gráficos se agregaron la radiofonía, la cinematografía y la
rivalizar con la autoridad de padres y maestros: se produce el llamado ‘cho- televisión, el más influyente de todos ellos. De esta manera nacieron la lla-
que generacional’, a veces más aparente que real. mada industria cultural y la cultura de masas. Durante las dos últimas
décadas se ha añadido la informática, en constante crecimiento, cuyas con-
Al respecto, cabe señalar una diferencia: en la infancia el grupo de pares secuencias son todavía imprevisibles.
funciona como una extensión de la familia y la escuela; en la adolescencia,
en cambio, se sustrae al control familiar. En esta etapa, los pares contribu-
yen a la formación de sub – culturas juveniles; en algunos casos, pueden
promover conductas desviadas y chocar fuertemente con las normas familia-
res y escolares. Llegan, incluso, a inducir conductas delictivas (pandilleros,
vagabundos).
El grupo de
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ACTIVIDAD
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Las etapas del ciclo vital también son histórica y socialmente variables. La adolescencia es la etapa intermedia entre la niñez y la adultez. En nues-
Las expectativas respecto a los niños, adolescentes y ancianos cambian de tras sociedades occidentales se trata de una etapa cada vez más prolongada
una cultura a otra y también varían en una misma a lo largo del tiempo. En y difícil, que suele ir acompañada de conflictos diversos. La necesidad de
nuestras sociedades, la cronología varía, en términos generales, según las una larga preparación, la desocupación extendida, la carestía de la vivienda,
clases sociales. La constitución de parejas más o menos estables, la materni- prolongan la dependencia de los jóvenes, originando problemas en la convi-
dad-paternidad y la abuelidad, el retiro de la vida laboral activa (por lo vencia con los adultos. También en este caso, diferentes culturas tienen ex-
menos en actividades formales), suelen ser más tempranos en los sectores periencias diferentes. La antropóloga Margaret Mead, en su estudio sobre la
populares. Por sus condiciones vitales, también es distinto el promedio de sociedad de Samoa (en 1928), no observó ansiedades ni conflictos en este
vida de los individuos de distintos sectores sociales (obviamente, también es grupo de edad.
distinta la calidad de vida).
La duración de la adolescencia es variable, dependiendo del tiempo que se
La situación de los niños requiera para la adquisición de los conocimientos y habilidades necesarios
para un mejor desempeño adulto. Mínimo en sociedades tecnológicamente
sencillas, este tiempo se prolonga considerablemente en las sociedades
En las sociedades preindustriales – y en las comunidades tecnológicamen-
industrializadas y, todavía más, en las actuales sociedades posindustriales.
te atrasadas de nuestra época – los niños se integran rápidamente a las acti-
vidades que permiten la subsistencia del grupo. La escasa productividad del
En nuestras sociedades la experiencia de la adolescencia varía según las
trabajo impide en estos casos que los menores queden al margen del trabajo
clases sociales. En los sectores populares el período de dependencia respecto
Adultez y ancianidad
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La adolescencia en Samoa
(...) las amenazas del púlpito, los agudos lamentos del filósofo social conservador, los documentos de los tribunales de menores, de las
organizaciones de ayuda social, todo señaló que debía hacerse algo con el período que la ciencia ha denominado adolescencia. El
espectáculo de una generación joven que diverge cada vez más de las normas e ideales del pasado, marchando a la deriva sin el
amarradero de normas familiares respetadas o de valores religiosos, aterrorizó al cauto reaccionario, indujo al propagandista izquier-
dista a realizar cruzadas misioneras entre los jóvenes indefensos, e inquietó hasta al más despreocupado.
Esta situación de indecisión e inestabilidad de la juventud era más evidente en la civilización de Estados Unidos que en la europea,
porque mientras se daban en aquélla múltiples corrientes inmigratorias, normas de conductas antagónicas, ésta era más antigua y
estable. Las condiciones de vida estadounidenses indujeron al psicólogo, al educador, al filósofo de la sociedad, a ofrecer explicaciones
aceptables de los problemas de los niños en edad de crecimiento. Como hoy en la Alemania de posguerra / téngase en cuenta que la primera edición de este libro
es de 1926/, donde la joven generación presenta problemas de adaptación más difíciles que los afrontados por nuestros hijos, inunda las librerías una gran
corriente de teorías sobre la adolescencia, en igual forma el psicólogo en los Estados Unidos procuró explicar el desasosiego de la juventud. El resultado se
expresó en obras como las de Stanley Hall, Adolescencia, que atribuía las causas de sus conflictos y angustias al período atravesado por los niños. La
adolescencia era caracterizada como el lapso en el cual florecía el idealismo y se fortalecía la rebelión contra las autoridades, período en que las dificultades y
antagonismos eran absolutamente inevitables.
El especialista en psicología infantil, que era cauteloso y confiaba en el experimento para apuntalar sus conclusiones, no suscribía estas teorías. Decía: ‘No
tenemos datos. Sólo conocemos algo sobre los primeros meses de la vida de un niño. Estamos empezando a investigar cuándo siguen una luz por primera vez
los ojos de una criatura. ¿Cómo podemos dar respuestas definidas a las preguntas acerca de cómo una personalidad desarrollada, de la cual nada sabemos,
responderá ante la religión? Pero las advertencias negativas de la ciencia nunca son populares. El experimentador no se comprometía, y el sociólogo, el
predicador y el pedagogo trataron arduamente de ofrecer una respuesta categórica. Observaron la conducta de los adolescentes en nuestra sociedad, anotaron
los omnipresentes y obvios síntomas de desasosiego, y los proclamaron característicos de este período. Las madres fueron prevenidas de que ‘las hijas menores
de veinte años’ presentan problemas particulares. Éste, decían los teóricos, es un período difícil. Los cambios físicos que tienen lugar en el cuerpo de vuestros
hijos e hijas poseen sus definidos acompañantes psicológicos. No podéis olvidar ninguno de los dos: así como vuestra hija se transforma corporalmente de niña
en mujer, cambiará también inevitablemente su espíritu, y de una manera turbulenta. Los teóricos volvieron a observar a los adolescentes de nuestra civiliza-
ción y repitieron muy convencidos: ‘Sí, turbulentamente’.
Tal punto de vista, aunque no sancionado por el experimentador cuidadoso, adquirió vasta popularidad, influyó sobre nuestro sistema educativo, paralizó
nuestros esfuerzos paternales (...)
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ACTIVIDAD
1. ¿Qué preocupación concreta de la sociedad norteamericana de su época dio origen a este estudio de Margaret Mead?
3. ¿Qué perspectivas tienen los antropólogos ante situaciones como ésta? Ubica en el texto los párrafos correspondientes y destácalos con resaltador.
4. ¿Qué método utilizan los antropólogos para comprobar sus hipótesis? Transcribe una breve frase del texto que lo indica muy claramente.
5. ¿Qué pueblo eligió Margaret Mead para su experiencia científica? Busca información sobre el mismo en una buena enciclopedia. Ubícalo en el mapa.
7. Describe con breves frases el método de trabajo utilizado por esta antropóloga.
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Recalde, Héctor Eleodoro. <i>Sociología (3a. ed.)</i>, Ediciones del Aula Taller, 2010. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/pucesp/detail.action?docID=3216509.
Created from pucesp on 2019-10-02 08:19:38.
Recalde, Héctor Eleodoro. <i>Sociología (3a. ed.)</i>, Ediciones del Aula Taller, 2010. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/pucesp/detail.action?docID=3216509.
CONCEPTOS CLAVES DE ESTE CAPÍTULO
A continuación vas a encontrar una lista de los conceptos y los temas claves del capítulo. Trata de explicarlos y desarrollarlos con tus palabras incorporando
el vocabulario técnico aprendido. Estos conceptos te servirán de guía para que evalúes tu comprensión del capítulo.
También te indicamos los nombres de los sociólogos y científicos destacados que se mencionan, para que trates de buscar información adicional sobre ellos.
Para este repaso utiliza tanto el texto como un buen diccionario – si es posible consulta diccionarios especializados de sociología, antropología, ciencias políticas
y economía, que encontrarás en cualquier buena biblioteca – y otros materiales que consideres necesarios.
Los términos están ordenados alfabéticamente. De esta manera irás confeccionando un pequeño diccionario de la asignatura, que podrás consultar en cualquier
momento a lo largo del año.
Socialización primaria
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