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1 Animal político.
Aristóteles considera que el ser humano (“el hombre”) es un animal político, es decir, un
animal cívico cuya vida tiene sentido en la dinámica ciudadana, en la vida en sociedad. Sin
embargo, el filósofo necesita encontrarle un lugar entre el mundo mítico de los dioses
(para él, tan real como el mundo humano) y el mundo natural. El ser humano no puede
definirse de manera autónoma a los animales y los dioses, ha de encontrársele un lugar
entre los primeros y los segundos. Durkheim, por el contrario, prescinde de ambos
mundos para definir al ser humano: la existencia de éste sólo puede identificarse dentro y
desde la realidad social. De hecho, la afirmación del sociólogo es mucho más radical: no
hay ser humano fuera de la sociedad.
Esto, llevado a sus últimas consecuencias, implica que, más allá de nuestra naturaleza
biológica de Homo Sapiens, es la sociedad la que nos hace humanos. Se trata de un
planteamiento que pone en cuestión buena parte de los mitos que gobiernan nuestra
existencia: el mito de la “naturalidad” de ciertos comportamientos o de ciertas divisiones
sociales (como las basadas en las diferencias biológicas). La mayoría de la gente considera
que buena parte de su conducta es natural, especialmente en lo que se refiere a aquellos
aspectos en los que interviene la biología: las relaciones sexuales, la alimentación, etc. O
se piensa, por ejemplo, que las diferencias entre hombres y mujeres son básicamente
naturales, puesto que se trata de sexos distintos. La perspectiva sociológica desmiente
radicalmente estos mitos y desvela cuánto hay de intervención de la sociedad en estas
supuestas realidades naturales: lo condicionadas que están nuestras preferencias y
conducta sexual y alimentaria por la educación recibida, lo variables que son los modelos
de hombre y mujer en las distintas sociedades, de modo que resulta difícil saber cuál es el
“verdadero”.
En consecuencia, si la sociedad es la que “fabrica” al individuo, nada hay de natural en
nuestra conducta. Todo es aprendido, “artificial”. Los seres humanos somos sociables en
un doble sentido. Por una parte, lo somos en la medida en que nuestra dependencia de
los demás huma- nos es muy intensa. No sólo es material, sino también afectiva. Por otra
parte, nuestra sociabilidad se manifiesta en la dependencia de la sociedad para modular
nuestro comportamiento.
Estas últimas afirmaciones tienen una base científica consolidada. El estudio riguroso de la
vida humana en sus distintas dimensiones permite afirmar que, efectivamente, la
naturaleza humana está determinada básicamente por la sociedad. Y esto es así, aunque
pueda parecer una paradoja, porque el ser humano está genéticamente diseñado para
depender de la misma. La evolución biológica del ser humano desde sus antepasados
remotos implica una progresiva autonomía de los instintos y una creciente necesidad de
patrones sociales para orientar su comportamiento. Somos sociables, por así decirlo, “por
naturaleza”.
2. EL CONCEPTO DE CULTURA
La cultura es el estilo de vida propio de una sociedad determinada, o, si se prefiere, la
herencia social que se transmite de generación en generación y que completa nuestra
naturaleza humana
• El término cultura designa a un “todo complejo”: es decir, a un conjunto de
características o elementos relacionados entre sí.
• Comprende “el arte, la moral, el derecho, las costumbres” … Cuando en sociología se
habla de cultura se hace referencia no sólo a lo que habitualmente se entiende como tal
(“el arte…”), sino a todo aquello que tiene que ver con la manera en que viven los
miembros de una determinada sociedad: la moral, las costumbres, y también los hábitos y
capacidades.
• Se trata de “hábitos y capacidades adquiridos por el hombre…”. La cultura es aprendida.
No está en nuestros genes, sino fuera de ellos. Necesita ser interiorizada para poder
pertenecer a ella.
• La cultura se adquiere en tanto que cada uno es “miembro de la sociedad”. No existe
una cultura universal y única, sino que existen culturas, y cada uno de nosotros aprende,
interioriza, la que es propia de la sociedad en la que está destinado a vivir. De la misma
manera, la cultura no es estática: cambia, evoluciona.
las leyes.
las costumbres.
los valores.
2.2 Tecnología y cultura material
a) Tecnológico, que se refieren a fruto de su desarrollo técnico que nos revelan sus
conocimientos y cierto nivel de desarrollo tecnológico que se expresa, por ejemplo, en el
interruptor de la luz que habrá llevado un proceso de ensayos de prueba y error hasta
llegar a la funcionalidad que tenemos actualmente; ello demanda y produce algún nivel de
conocimiento científico.
los artefactos culturales son evidencias tanto del pasado como del presente que
expresan las particularidades de una sociedad respecto a sus conocimientos tecnológicos
y a aspectos
emocionales propios de su entorno.
GLOSARIO DE TÉRMINOS
Cultura: La cultura consiste en los valores, normas y bienes materiales característicos de
un determinado grupo.
Contracultura: Son rasgos o manifestaciones culturales que se oponen a la cultura y
valores dominantes.
Hominización: Se denomina hominización al proceso por el que los primeros homínidos se
convirtieron en humanos.
Identidad. La identidad se refiere a las características que diferencian el carácter de una
persona o un grupo. Tanto la identidad individual como la de grupo proceden
principalmente de los marcadores sociales. Así, el nombre es un importante marcador de
identidad individual. El nombre también es importante para la identidad de los grupos.
Por ejemplo, la identidad nacional se halla determinada por ser “inglés”, “francés”,
“español”, etc.
Instintos: Instinto es una pauta fija de comportamiento que tiene origen genético.
Lenguaje: El lenguaje es un sistema de símbolos que permite a los miembros de una
sociedad comunicarse entre sí.
Personalidad: La personalidad es un entramado relativamente consistente de las formas
de pensar sentir y actuar de una persona.
Símbolo: Símbolo es todo aquello que tiene un significado determinado o específico para
aquellos que comparten una misma cultura.
Sociabilidad: La sociabilidad es una característica de los seres humanos generada por
nuestra dependencia de los demás que se manifiesta en la dependencia de la sociedad
para modular nuestro comportamiento.
Sociedad Una sociedad es un grupo de personas que vive en un determinado territorio,
que está sometida a un sistema común de autoridad política y que es consciente de
poseer una identidad común que lo distingue de los otros grupos que les rodean
Subcultura Se trata de los valores y normas de un grupo que está encuadrado dentro de
una sociedad y que son diferentes de los de la mayoría.
Universales culturales Se trata de formas de comportamiento que se encuentran en todas
o casi todas las culturas
BIBLIOGRAFÍA
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Barcelona, Tusquets