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PERSPECTIVA DE GÉNERO

La concepción que la mayoría de las personas tienen a cerca de la igualdad y perspectiva de


género difiere demasiado entre cada una de ellas, no obstante, al realizarse los siguientes
cuestionamientos: ¿la igualdad entre hombres y mujeres depende del género?, ¿Son
diferentes las mujeres de los hombres partiendo de los derechos y oportunidades?, para
muchos de nosotros las respuestas a estas preguntas son sencillas pues tenemos una clara
conciencia de nuestra igual dignidad así como de nuestra identidad masculina o femenina.
Por otra parte hay quienes no piensan de la misma forma. Sin embargo, se extiende una
corriente de pensamiento que pretende negar las diferencias, que defiende la igualdad
absoluta entre hombre y mujer y considera que todo lo que implique diferencia significa
desigualdad, y desigualdad significa discriminación y opresión. Se trata de la ideología de
género.

Se sabe que la igualdad de género, se remonta desde una perspectiva donde existe la
igualdad en general, donde hombre y mujer tienen el mismo derecho sin ser uno más que el
otro y no solamente distinción entre ambos como identidad de género en aceptación a su
propia definición. Esto, sin duda, desde muy temprana edad, el individuo se reconoce a sí
mismo en cuanto a niño o niña y diferencia qué actividades son adecuadas según su género
aunada al comportamiento en una determinada cultura dentro de la sociedad en la que se
desenvuelve.

Por otra parte, siempre ha existido la discriminación ante las capacidades que tiene cada ser
humano por diversas situaciones, entro de ella se hace demasiado hincapié en la
diferenciación entre oportunidades que se dan para hombres y mujeres, y en casos hasta
grados de violencia presentada más en el género femenino, problema que desde años atrás
se viene practicando y luchando también para la erradicación de la misma. A decir verdad,
la mayoría de las personas somos capaces de realizar cualquier actividad, porque ambos
cuentan con las habilidades suficientemente estructuradas como para hechas a andar las
habilidades con las cuales les fueron obsequiadas, haciendo notar que por ser de géneros
diferentes uno no pueda salir adelante, siempre se puede si uno quiere.
Así mismo, las percepciones existentes respecto a la igualdad pueden ser analizadas,
llevándolas a una reflexión personal y a la toma de decisiones dentro de un contexto social
propio de la manera más equitativa y adecuada.

Como parte fundamental, la educación se ve vinculada desde la creación de la reflexión y


critica propia de conocimiento construido, esta, se considera como una de las actividades
humanas con mayor trascendencia e impacto que suele causar en la sociedad ya que parte
de ello influye directamente en la construcción del conocimiento propio al igual que al
fomento de valores que rigen el comportamiento humano. La formación reflejan de si la
educación que se ha llevado, ya sean una formación integral, libre y responsable, estas,
deben ser adaptadas para la vida diaria cuidando del respeto hacia los ideales de cada una
de las personas que a uno lo rodea.

No está de más hacer mención que la palabra igualdad es demasiado compleja, parte de
ello engloba varias ámbitos en la que este se presenta, un claro ejemplo podría ser desde el
derecho a la educación, las oportunidades de trabajo, el derecho público a no ser
discriminado, y sobre todo al derecho a la equidad.

De forma decisiva, la sociedad debe creer en la igualdad de oportunidades haciendo


posible el cambio en la forma de comportamiento y consecución como personas reflexivas
para una sociedad igualitaria, con el propósito de mejorar las oportunidades de todos en
general recalcando la libertad sin distinción hacia el hombre y la mujer, pues se sabe que la
mujer ha vivido años atrás, sometida al hombre y en una posición jurídica inferior,
situación que lamentablemente aun suele existir en la época actual.

De esta manera, el verdadero problema que plantea la ideología de género es parte de la


irreflexión humana que afecta a la propia concepción de la persona. La diferencia, provoca
una terrible crisis de identidad, haciendo referencia en todo momento de que hombres y
mujeres son diferentes: iguales en dignidad pero diferentes por la condición masculina o
femenina, aunque esto no quiere decir que en la mayoría de los casos las mujeres no sean
capaces de realizar lo que un hombre. Sin duda, esto es fundamental para saber quiénes
somos y lo que valemos sin echar de menos que un hombre no es más que una mujer.
Por consiguiente, el criterio que debe guiar las relaciones entre hombres y mujeres debe ser
el de la integridad, y no el de la competitividad, ya que se sabe que a lo largo de la historia
no siempre se ha entendido así. En el pasado se ha puesto más énfasis en la diferencia que
en la igualdad como algo muy notable, casi siempre interpretando la diferencia como
superioridad del hombre, olvidando que las diferencias son complementarias y
enriquecedoras.

La lucha por la igualdad entre el hombre y la mujer ha hecho grandes avances en los
últimos tiempos, y constituye un progreso inmenso en la evolución de la humanidad.

En definitiva, el término "género" no siempre es referirse al sexo de la naturaleza femenina


o masculina, sino el concepto central de una ideología que define el ser humano desde su
nacimiento con sexualidad neutra imponiendo la libertad para elegir su identidad.

En la actualidad, afortunadamente, las mujeres han alcanzado una igualdad formal con el
hombre, pero malo es que aún se recalca el estatuto existente del hombre y la mujer, y el
hecho de que hay diferencias objetivas entre ambos.

Por lo antes mencionado, no se debe dejar aparte la concordancia entre el sexo por
naturaleza y la forma de pensamiento afectivo de la persona siendo una tarea con la que se
enfrenta forzosamente todo ser humano. Pues ya desde la infancia cada uno ha de
confrontarse con su propio cuerpo, y debe ir desarrollando su identidad moral de acuerdo
con su identidad sexual. Cada persona tiene como tarea reconocerse a sí misma y
desarrollar los sentimientos y las tendencias afectivas de acuerdo a su propia naturaleza y
una identidad mental y afectiva acorde con su identidad sexual.

Lo que nadie puede hacer es negar su propia figura natural, pues la auto negación de la
propia naturaleza no conduce nunca hacia la felicidad y sin más sólo podremos construir un
mundo mejor siendo realmente lo que somos, desde la complementariedad y la
colaboración mutua en todos los ámbitos de la vida sin dejar por aparte que todos somos
merecedores de las mismas oportunidades y que los derechos no sean negados por causa del
favoritismo.

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