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Discurso de oratoria: Importancia de la igualdad de género

“No son los dos sexos superiores o inferiores al otro, simplemente, son distintos”,
palabras de Gregorio Marañón, médico, escritor y pensador español.
Es un honor encontrarme aquí el día de hoy, agradezco a todos por su asistencia
al evento. Mi nombre es Julia Alejandra Avendaño Castillo y actualmente me
encuentro cursando el segundo semestre en el Colegio de Bachilleres del Estado
de Quintana Roo, Plantel Chetumal Uno “Wenceslao Alpuche y Gorocica”. Es un
gusto para mi presentarles el tema de la Importancia de la igualdad de género.
Desde la niñez se nos inculca una mentalidad de como debe comportarse una
persona de acuerdo a su género para ser socialmente aceptados, que divide las
labores que los hombres y mujeres deben realizar. Hoy en día se habla mucho
sobre la igualdad de género y la desventaja que enfrenta la mujer en muchos
países del mundo. Por todo esto, estoy a favor de la igualdad de género, y la
igualdad en general, porque sin importar nuestras diferencias debemos tener la
libertad de ejercer el rol que queramos, recibir el mismo trato y las mismas
oportunidades.
La igualdad de género promueve la justicia social y la equidad al garantizar que
todos tengan las mismas oportunidades de éxito. Reduce la violencia de género y
la discriminación al desafiar los sistemas y tradiciones patriarcales que limitan los
derechos y oportunidades de las mujeres. Por ejemplo, en muchos países, a las
mujeres no se les permite conducir, votar o trabajar fuera del hogar. Estas
restricciones limitan su capacidad de participar plenamente en la sociedad y
contribuir a sus comunidades.
Con el tiempo se han podido erradicar muchos prejuicios y estereotipos, aún así
con todo este avance a lo largo de los años, las diferencias siguen en aumento en
aspectos como el laboral, político y el educativo. En Julio del 2022, el Foro
Económico Mundial publicó los resultados del Índice Global de Brecha de Género,
que cerró al 68%, lo que significa que le podría tomar al mundo hasta 155 años
para alcanzar la paridad en participación económica.
La juventud también sufre de esta desigualdad pues, a nivel mundial 1 de cada 4
mujeres de entre los 15 a 19 años carece de educación o capacitación, lo que les
complica el obtener un trabajo con un salario que les permita cubrir sus
necesidades básicas, en comparación con 1 de cada 10 hombres. Desde la
Declaración y Plataforma de Acción de Beijing en 1995, se ha podido lograr una
gran disminución en este problema, a pesar de eso, sigue habiendo discriminación
y estereotipos que limitan a la mujer. Y es que desde tan temprana edad, los niños
comienzan a burlarse de la situación de las niñas, menospreciándolas,
subestimando sus capacidades y viendo al hombre machista como un ídolo sin
tomar en cuenta la tiranía que este ejerce, sometiendo al sexo opuesto y haciendo
que luzca como una actividad sin importancia y que esta normalizada por tantas
comunidades, esto solo nos limita como personas, que hace ver que nuestra
capacidad del pensamiento es nula al dañar de tal forma a la mujer o a cualquier
persona que piense en defender sus derechos, en defender su libertad.
Datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos,
demuestran que, aún teniendo las mismas oportunidades en el ámbito educativo,
las mujeres dedican más horas cada día a las actividades del hogar, en cambio,
los hombres dedican apenas 1 hora. Sin embargo, las mujeres tienden a superar a
los hombres en distintas asignaturas desde el preescolar hasta la secundaria, pero
no se les tiene la misma consideración. A pesar de ello, ningún estudio científico
ha demostrado hasta hoy que los hombres sean más inteligentes que las mujeres
o que las mujeres sean más inteligentes que los hombres, entonces ¿por qué
hacer menos las habilidades de otra persona?, esto no se trata de únicamente el
empoderamiento de la mujer, sino de compartir y fomentar una actitud respetuosa
hacia cualquier ser humano y ayudarnos mutuamente para desarrollarnos sin
ataduras.
La UNICEF ha realizado entrevistas a niñas y adolescentes de comunidades
marginadas, por ejemplo, la menstruación es considerada como un tabú para
varios grupos sociales, en los que se ignora su necesidad y viven desinformadas
sobre su salud, sus mismas familias las contemplan únicamente para forzarlas a
casarse a una temprana edad y dar a luz, arruinando así su futuro de lograr
estudiar una carrera y ser ciudadanas libres de decidir acerca de su propia vida. El
matrimonio forzado solo ha hecho que, desde niñas, las mujeres sean apartadas
como un simple objeto, como una simple incubadora para dar a luz y crear nuevos
herederos, que, si nacen siendo mujeres, sufrirán de ser forzadas al igual que sus
madres y crearán un ciclo que solo puede ser quebrantado con los esfuerzos de
todos. Es una problemática que restringe la autonomía de cualquier ser humano.
Finalmente, esto demuestra que la promoción de la igualdad de género puede
conducir a importantes beneficios sociales y económicos. Por ejemplo, los países
con niveles más altos de igualdad de género tienden a tener niveles más bajos de
pobreza, mejores resultados de salud y niveles más altos de crecimiento
económico. Para lograr la igualdad de género, es esencial abordar las normas
culturales y sociales profundamente arraigadas que promueven los estereotipos
de género.
Y es a todo esto que los exhorto, tanto a hombres como a mujeres, a compartir
roles para unir fuerzas y desempeñar mejor las funciones en todos los ámbitos de
la sociedad y continuar las relaciones de plena igualdad. Los invito a defender
nuestros derechos antes las instituciones y denunciar las injusticias ante cualquier
aspecto, haciendo notar el hecho de que todos y todas siempre poseeremos de
las mismas oportunidades.
La igualdad de género suena imposible, aunque es una realidad alcanzable, es un
bien común que garantiza una sociedad justa con igualdad de oportunidades que
ignora las diferencias y enaltece las habilidades de cada persona. Como hombres
y mujeres, hay que transmitir un comportamiento inclusivo y no permitir que la
mujer se ve a obligada a asumir las desventajas en las sociedades del mundo.
Somos necesarios para la existencia mutua. ¿Acaso son necesarios más estudios
científicos para comprobar la inferioridad a la cual son forzadas las mujeres?, esto
es tema de todos, es una situación que debe ser resuelta cuanto antes. No se
trata de generalizar que todos los hombres darán un trato machista, se trata de
generalizar que toda persona nace para desarrollarse en sociedad y no estar
obligada a encajar en la función social que se le determina. Deben de darse los
mismos tratos, la mujer no debe ser subestimada y el hombre no tiene porque ser
idolatrado, el poder que tenga el uno o el otro no puede resultar favorable si la
integridad de alguno resulta perjudicada. La igualdad de género no es un hecho,
pero, queda en nuestras manos convertirla en uno.

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